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253-CAS-2003
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas con
cuarenta y nueve minutos del día veintidós de febrero de dos mil cinco.
El anterior recurso de casación ha sido interpuesto por el señor Luis Gonzalo Requeno, en
calidad de víctima, contra la sentencia definitiva absolutoria pronunciada por el Tribunal
Quinto de Sentencia de esta ciudad, a las catorce horas del día quince de mayo del año dos
mil tres, en el proceso penal instruido contra el imputado RUBEN ARTURO VALENCIA
conocido por RAFAEL ARTURO VALENCIA, por el delito de ESTAFA, Art. 242 del
Código Penal derogado.
Mediante resolución pronunciada a las nueve horas con cuarenta y cinco minutos del día veintinueve de
octubre de dos mil cuatro, se previno al recurrente para que subsanara los defectos advertidos en su escrito de
interposición, y contestada en tiempo dicha prevención se procede a. Verificar su admisibilidad.
En cuanto al primer motivo, consistente en el vicio de la sentencia regulado en el número 6
del Art. 362 del Código Procesal Penal, porque a juicio del recurrente resulta imposible
establecer con certeza la fecha en que se pronunció la sentencia de mérito. Al respecto
considera este tribunal, que el defecto que el recurrente le atribuye a la sentencia en
cuestión, no presenta ninguna dificultad para evidenciarlo, ello se debe a que existen
elementos que permiten establecer con bastante certeza, la posible fecha en que ésta fue
pronunciada; en tal sentido, se cuenta con lo afirmado por el señor Luis Gonzalo Requeno,
cuando en su escrito de casación dice lo siguiente: "A las catorce horas del quince de mayo
fue celebrada la audiencia de la vista pública que fue presidida por los señores jueces que
integran el Tribunal Quinto de Sentencia, habiendo concluido a eso de las dieciséis horas y
treinta minutos de ese mismo día con la absolución del imputado pero sólo fue leída la parte
dispositiva de la sentencia, habiéndoseme notificado dicha sentencia hasta el viernes
veintitrés de mayo y entregándome una fotocopia de ella en presencia de la Licenciada
SANTA EUGENIA CERNA GARCÍA...".
A partir de lo expresado por el reclamante, se concluye que no existe ninguna duda sobre la
verdadera fecha en que se pronunció lo que ahora se reclama, pues con facilidad se infiere
que el acto procesal fue celebrado a las catorce horas del día quince de mayo del año dos
mil tres. De modo que no existe agravio alguno por este caso, pues el defecto denunciado es
el producto de un error material, producido al momento de fijar las fechas, tanto en el acta
de la Vista Pública, como en la sentencia respectiva, circunstancia que de ninguna manera
le provoca desventaja o menoscabo en la tutela de sus derechos; en virtud de ello, el
presente recurso deberá desestimarse en cuanto a este motivo, por no constituir agravio el
reclamo planteado.
Con relación a la audiencia y la producción de prueba solicitada para fundamentar el
presente motivo, la Sala entiende que es obligatorio realizar audiencias orales a petición de
parte, frente al supuesto de haberse admitido el respectivo motivo, pero en este caso se ha
rechazado en virtud de tratarse de un error material la inconsistencia denunciada, razón por
la cual también deben desestimarse.
Por lo expuesto, con base en los Arts, 50 Inc. 2, 423 Y 427 Pr Pn., esta Sala RESUELVE:
DECLÁRASE INADMISIBLE el recurso de casación únicamente respecto del primer
motivo.
Cumplidas con las formalidades previstas en los Arts. 406, 407, 422 Y 423 Pr. Pn.,
ADMÍTESE y decídase en sentencia el recurso únicamente por los motivos segundo y
tercero del presente recurso.
RESULTANDO:
I.- Que mediante la sentencia definitiva relacionada en el preámbulo, se resolvió lo
siguiente: " POR TANTO: De conformidad a los Arts. 11, 12, 15, 27, 172 y 181 todos de la
Cn., Art. 14.3 Literal e) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Arts. 8.1 y
8.2 Literal "b", "c", "d" "e", "f', y "g" de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos; Arts 1,2,3,4, 6 Y 74 Pn. y 242 C. Pn. derogado; Arts. 1,2 4, 8, 9, 10, Numeral 1,
42, 53 Inciso primero numeral 11, 87, 130, 162, 340 Y 360 todos del C. Pr Pn.,
UNÁNIMEMENTE y EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA, FALLAMOS:--- AABSUELVASE al imputado RUBEN ARTURO VALENCIA, conocido por RAFAEL
ARTURO VALENCIA, de generales manifestadas al inicio de esta sentencia definitiva, de
toda responsabilidad penal, civil y costas procesales que haya generado esta instancia, por
el delito calificado definitivamente como ESTAFA, tipificado y sancionado en el Art. 242
del Código Penal derogado, en perjuicio patrimonial de LUIS GONZALO REQUENO.---Dejase expedito a las partes su derecho a recurrir de la presente sentencia y en caso de no
interponer el recurso pertinente, archívense las presentes diligencias. ---Notifiquese...".
II.- Contra el anterior pronunciamiento el impugnante alegó lo siguiente:
SEGUNDO MOTIVO
---"La sentencia impugnada da por acreditada la existencia de los dos hechos cometidos por
Valencia, por los cuales fue procesado en dos ocasiones incluyendo la actual, pero no por el
mismo hecho sino por diferentes hechos cometidos por éste en dos épocas distintas; aunque
en la misma víctima, sobre el mismo inmueble y por el mismo tipo delictivo; también
acredita que por el primero de ellos fue sobreseído por la extinción de la acción penal por
prescripción (pero no lo fue porque no constituyera delito el hecho denunciado o éste no se
hubiera probado); que el primer delito de estafa se estimó constitutivo por no haber
cumplido el procesado con la tradición del inmueble arrendado con promesa de venta (fue
este hecho por el que se sobreseyó por haber transcurrido el tiempo para la prescripción
desde que se incumplió la promesa de venta); y que el segundo delito de estafa lo cometió
Valencia al haber vendido y tradido al señor Hernández Ruano el terreno cuya venta y
tradición estaba obligado a hacer a mi mandante.---El mismo Tribunal a quo estimó
acreditados a través de la prueba incorporada los hechos que acabo de enunciar y sin
embargo dedujo de ellos erróneamente y sin ningún análisis que se ha vulnerado el Art. 11
C. N., cuyo desarrollo está plasmado en el Art. 7 Pro Pn. y por ello absolvió al imputado...".
TERCER MOTIVO
Con relación a este reclamo, el recurrente manifiesta que se aplicó erróneamente el Art. 242
del Código Penal derogado, pues a su juicio los hechos por los cuales acusó, son
constitutivos de dicha infracción penal, por lo que se debió dictar una sentencia
condenatoria.
III.- El Defensor Particular, Licenciado Héctor Edmanuel Mena Silva, al contestar el
emplazamiento manifestó lo siguiente: "Cabe mencionar que no es cierto que sean hechos.
distintos por los que ha sido juzgado mi defendido anteriormente pues la repercusión es la
misma, ya que lo que resiente la víctima es el hecho de que no se haya otorgado a su favor
la tradición del dominio del lote que se le había prometido en venta, independientemente
cuales hayan sido las causas, por lo tanto prácticamente el hecho es el mismo, no siendo
posible por ello que sea juzgado otra vez como lo ha hecho ver la víctima, siendo por ello
correcta la aplicación que se hizo del Art. 7 del Código Procesal Penal.---En cuanto a la
errónea aplicación del Art. 242 del Código Penal derogado alegado por la víctima en su
escrito de casación, disposición que enmarcaba el delito de estafa, solamente quiero
expresar que la actividad realizada por mi defendido en cuanto a no hacerle al señor LUIS
GONZALO REQUENO la tradición del inmueble que le prometió en venta, no es
constitutiva de delito mas bien es un incumplimiento contractual cuyo reclamo es por la vía
civil según lo disponen los Arts. 1424 y 1425 del Código Civil, por lo tanto no es posible
que a estas alturas se pretenda de forma obstinada de continuar con el trámite de un proceso
penal que se basa en un ilícito de carácter civil.
IV.- HECHOS ACREDITADOS
"Con la prueba de carácter documental ya enunciada se ha acreditado que A.1) En qué
forma el Juzgado de lo Penal de la ciudad de Mejicanos, tuvo conocimiento del hecho
ilícito que se atribuye al imputado Valencia. A.2) Que efectivamente se inició la acción
penal por el delito de Estafa, atribuída a Rubén Arturo Valencia conocido por Rafael Arturo
Valencia, en perjuicio del señor Luis Gonzalo Requeno, con fecha diecinueve de
septiembre de mil novecientos noventa y cinco, estafa que se estimaba constituída por no
haber cumplido el procesado con la tradición del inmueble arrendado con promesa de
venta, así como también se establece que se sobreseyó definitivamente a favor del señor
Valencia, resolución que fue confirmada por la Cámara Primera de lo Penal de la Primera
Sección del Centro. A.3) Que el contrato de arrendamiento con promesa de venta celebrado
entre la víctima e imputado se celebró el día catorce de septiembre de mil novecientos
ochenta y dos, obligándose la víctima a pagar la cantidad de mil colones y veinticinco
cuotas mensuales de cien colones cada una y una vez cancelado el total de lo pactado, el
imputado otorgaría la escritura de compraventa. A.4) Que el inmueble cuyo antecedente era
la inscripción número uno del libro dos mil quinientos setenta y tres del Registro de la
Propiedad de San Salvador, y del cual era propietario el señor Rubén Arturo Valencia
conocido por Rafael Arturo Valencia, fue registrado bajo el sistema de folio real con
matrícula número 01-075031-000 inscripción número cuatro, con fecha veintiocho de enero
de mil novecientos noventa y siete. A.5) Que el señor Luis Gonzalo Requeno, pagó a plazos
las veinticinco cuotas restantes en los meses que señalan los recibos relacionados".
V.- Con el objeto de verificar si existen las inobservancias alegadas, la Sala estima
pertinente examinar el contenido de ambos motivos de manera conjunta, para establecer
con ello, si los hechos que se denuncian como nuevos, son autónomos con respecto al
hecho original de la imputación; y tambien, para comprobar si la conducta que se le imputa
al procesado se ajusta al tipo penal contenido en el Art. 242 del Código Penal derogado.
En ese sentido, tenemos que la citada disposición penal establece que: " El que obtenga
para sí o para otro un provecho injusto en perjuicio ajeno, mediante ardid o cualquier
otro medio de engañar o sorprender la buena fe, será sancionado con prisión de uno a
cinco años, si la defraudación excediere de veinte colones". Es preciso recalcar, que la
exigencia que se ordena para que la conducta sea considerada infracción penal, la
constituye el ardid o engaño, aspectos que necesariamente debemos construir a partir de los
hechos que se tuvieron por acreditados en la sentencia.
Desde esa perspectiva, es de vital importancia identificar si aquellos hechos encuadran en
los elementos del tipo penal de Estafa, pues de falta alguno de ellos la conducta atribuida
resultaría atípica; en ese orden de ideas, se advierte que el elemento principal de este ilícito
se localiza dentro de su tipo objetivo, el cual exige para su configuración que se compruebe
el ardid o engaño en la conducta acusada. En ese sentido, se vuelve necesario destacar el
significado de engaño; al respecto, la doctrina ha sido muy generosa tanto así, que existe
consenso en afirmar que éste radica: "en una simulación o disminución capaz de inducir
a error a una o varias personas". Al estudiar los hechos acreditados en la sentencia y la
prueba documental consistente en el contrato de arrendamiento con promesa de venta y
recibos de pagos agregados a fs. 28 a fs. 53, se observa que este elemento no se logra
configurar en su totalidad, debido a que cuando fue celebrado dicho contrato, no existió por
parte del imputado ninguna acción engañosa, que nos indique que indujo a error a la
víctima para encausar su voluntad, a fin de que éste lo firmara; además de ello, debemos
considerar tambien, que dicho convenio se perfeccionó, hasta concluirse con el pago del
monto total de lo acordado, circunstancia que así aconteció cuando la víctima canceló la
última cuota de la obligación contraída, quedando pendiente el compromiso del imputado
de otorgar la correspondiente escritura pública de compraventa, quien por no haber
cumplido oportunamente es que ha sido procesado penalmente.
Ahora bien, las acciones desplegadas por el acusado al haber retirado el dinero que depositó
en el Juzgado de lo Penal de Mejicanos, así como la venta posterior del inmueble a un
tercero, no pueden considerarse como autónomas del hecho inicial, sino que éstas son el
reflejo de la misma voluntad de incumplimiento contractual, demostrada por dicho
imputado, desde el momento en que omitió otorgar la correspondiente escritura pública de
compraventa del inmueble que es objeto de la pretensión original de este caso.
Finalmente, en cuanto a que existió violación de los Arts. 11 Inciso primero parte final de la
Constitución y 7 Pro Pn., que regulan el principio del "non bis in idem", la Sala estima
pertinente mencionar las distintas condiciones que según la doctrina deben darse
simultáneamente, en la primera causa y en la segunda imputación, para que se afirme que
se está en presencia de una doble persecución penal, a saber: i).- Identidad de persona
"aedem persona", implica que la persona que se persigue por segunda vez, sea la misma
que fue procesada en la primera causa. ii).- Identidad de objeto "aedem res", abarca la
persecución del mismo hecho por el cual ya existió proceso y, iii).- Identidad de causa de
persecución "aedem causa patendi", que lo constituye la pretensión represiva que se intenta
hacer valer por medio de la acción penal.
Haciendo referencia a lo anterior, se advierte que si bien el presente caso tuvo su inicio en
hechos que se consideraron distintos de los hechos que dieron origen a un proceso anterior,
la pretensión constituye la misma; es decir, que con la nueva imputación se intentó que esos
hechos fueran calificados también como Estafa, según el Art. 242 Pn. derogado. En ese
sentido, advierte el tribunal que no se logra evidenciar la violación de las disposiciones
legales que consagran el citado principio, debido a que los hechos por los cuales se acusó
nuevamente, se encuentran relacionados con los hechos del proceso inicial, los cuales se
dijo que no eran constitutivos de infracción penal, por no configurar los elementos del tipo
objetivo que exige la disposición en comento, quedando demostrado únicamente el
incumplimiento contractual por parte del acusado, lo cual se debió ejercitar a travéz del
procedimiento que para tal efecto establece nuestro ordenamiento en materia civil.
En vista de todo lo anterior, es improcedente casar la sentencia de mérito en virtud de no
existir la infracción denunciada.
POR TANTO: De conformidad con las razones apuntadas, disposiciones legales citadas y
Arts. 50 Inc.2. No.1, 7, 422 Y 427 Pr Pn., en nombre de la República de El Salvador esta
Sala FALLA:
Declárase que NO HA LUGAR a casar la sentencia de mérito por los motivos invocados.
Remítase el proceso al tribunal de origen, para los efectos legales consiguientes.
J. N. CASTANEDA---------------F. LOPEZ ARGUETA---------------E. CIERRA-------------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN------------RUBRICADAS-----------ILEGIBLE.
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