aportes del movimiento sindical regional por el trabajo decente

Anuncio
APORTES DEL MOVIMIENTO SINDICAL
REGIONAL POR EL TRABAJO DECENTE
Elaborado por:
XXXXXXXX
APORTES DEL MOVIMIENTO SINDICAL
REGIONAL POR EL TRABAJO DECENTE
CUMBRE SINDICAL IBEROAMERICANA
SINDICALISMO Y ORGANIZACION DE ESTADOS AMERICANOS
(OEA)
PERSPECTIVA SINDICAL ANTE LA CRISIS
G20 Y GLOBAL UNIONS
MUJERES, GLOBALIZACION Y CRISIS
TRABAJO DECENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
EMPRESAS MULTINACIONALES Y ACCION SINDICAL
TRABAJO, FAMILIA Y ACCION SINDICAL
EMPLEO, SALARIOS Y PISO BASICO DE PROTECCION SOCIAL
PLATAFORMA SINDICAL CONTINENTAL EN SEGURIDAD
SOCIAL
ESTRATEGIA SINDICAL IBEROAMERICANA EN SALUD Y
SEGURIDAD EN EL TRABAJO
JUVENTUD SINDICALISTA DE LAS AMERICAS
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
CUMBRE SINDICAL IBEROAMERICANA
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
DECLARACIÓN DE LA X CUMBRE SINDICAL IBEROAMERICANA Lisboa, 23-24 de noviembre de 2009 El sindicalismo iberoamericano solicita políticas destinadas a formalizar relaciones
laborales de trabajadores independientes y microempleados, que asegure la protección
social de los desempleados, y que incorpore de forma permanente el tema de la seguridad
social de los migrantes (que ha sido visualizado con claridad en el Convenio
Iberoamericano). Los gobiernos Iberoamericanos deben impulsar la educación pública y formación
profesional como mecanismo de inclusión de las nuevas generaciones, con sistemas
educativos que garanticen calidad e igualdad de condiciones. La pobreza en la niñez en
gran parte de nuestros países no tiene otra causa que el desempleo y la precariedad laboral
de los adultos. Estimular salarios mínimos que permitan una vida digna, asegurar la
intervención de los órganos de inspección laboral para eliminar el fraude laboral, la
precariedad, y reducir la informalidad, coloca el problema en su envergadura real: gran
parte de los trabajadores/as son pobres. Construir un mundo sin excluidos requiere orientar
hacia un modelo de desarrollo hacia la consolidación del trabajo decente en nuestras
naciones. Los gobiernos iberoamericanos deben impulsar la formación profesional e integral a
lo largo de toda la vida, tanto para la necesaria adaptación en un entorno variable de
innovación de procesos y productos, sino también como proceso de construcción de una
vida plena de los hombres y mujeres. Instamos al fomento de las políticas crediticias en especial para las pequeñas y medianas
empresas que permitan un mejoramiento de sus competencias. Es bien conocido que gran
parte de los y las trabajadores se desempeñan en este tipo de empresas, pero también es
sabido que resultan ser los eslabones más frágiles en cuanto a la aplicación de los derechos
laborales. Estamos de acuerdo con la batería de medidas propuesta por la OIT respecto de
más y mejores políticas, en cuanto a incentivos a la calidad de sus procesos productivos, el
mayor acceso a servicios financieros, el apoyo al mayor desarrollo de la innovación y la
tecnología, el aprovechamiento del poder de compra del Estado, etc. Por ello, las políticas
crediticias, de asociatividad territorial o productiva deben estar condicionadas a programas
de formalización y de establecimiento del Trabajo Decente. Ello no se crea a partir de
regulaciones específicas que diluyan los derechos laborales, sino con políticas de
promoción, de crédito, de asociación, de integración productiva, de innovación, es
definitiva, con un programa integral de desarrollo local y regional. La creación de empleo, en particular en las pequeñas empresas, el diálogo
social/negociación colectiva, y la protección social/seguridad social son instrumentos
indispensables para reducir el impacto sociolaboral de la crisis. Estos temas han estado
poco o nada presentes en los documentos del G-20 pero, al contrario, tienen una presencia
central en los documentos sindicales postcrisis de la CSI y CSA, en el Pacto Mundial del
Empleo y los Objetivos del Milenio. En síntesis, las centrales sindicales Iberoamericana consideran que para salir de la
crisis y establecer un nuevo modelo productivo se torna necesario poner fin a la creciente
especulación, promover una más justa distribución de la riqueza, así como sistemas fiscales
justos y progresivos que elimine los paraísos fiscales. En resumen, priorizar un nuevo
modelo económico sostenible desde el punto de vista económico, ambiental y social, que
contribuya a combatir la pobreza, la exclusión, la informalidad, la desocupación y que
promueva el trabajo decente, cuya esencia es la promoción y cumplimiento efectivo de
derechos Los Acuerdos de Asociación y la Cooperación para el desarrollo Solicitamos a los primeros mandatarios de esta Cumbre Iberoamericana que los
acuerdos que se celebren deben incluir medidas de cohesión y de justicia social. En este
sentido, ratificamos nuestra posición respecto al impacto de los procesos migratorios, tanto
para los países de origen como para los países de destino. Reiteramos nuestro repudio a la
Directiva de Retorno aprobada por la Unión Europea y exigimos una política proactiva e
integral de inmigración, basadas en condiciones de igualdad de derechos laborales y
sociales y con reglas transparentes y precisas de admisión y residencia. Tal política debería
estar basada en un marco de derechos de los inmigrantes recogidos en las Convenciones de
Naciones Unidas (Convención Internacional de la ONU sobre protección de los derechos de
todos los trabajadores y sus familiares) y en convenios de la OIT (C 97, C 143 y C 157). Un tema no menos relevante refiere a la cooperación iberoamericana para el
desarrollo. El movimiento sindical expresa que la cooperación no debe sustituir la
promoción de políticas fiscales fuertes. Asistimos con consternación como muchos países
receptores de cooperación evaden el mandato expreso de establecer un sistema fiscal que
grave a los que más tienen. La elusión y la evasión fiscal componen parte de las
dificultades más relevantes en los países de América Latina para eliminar la desigualdad.
El desafío de la reducción de la desigualdad conforma un imperativo ético para nuestras
naciones. Los sindicatos reclamamos en reiteradas oportunidades la necesidad de dotar a los
acuerdos de asociación de un modelo de desarrollo sostenible y de una verdadera
dimensión social, en particular de los aspectos sociolaborales, con participación de los
interlocutores sociales. En dicho sentido, reclamamos que el Forum Cívico que se celebra
en consonancia con las Cumbres Iberoamericanas otorgue participación real a las
organizaciones sindicales, acorde a su representatividad y relevancia, tal como aconteciera
en el I Forum Cívico de Salamanca. Su importancia radica en su papel de construcción de
consensos y en el desarrollo de políticas sociolaborales que proporcionan un mejor nivel de
vida para todos y todas. Democracia, Diálogo Social Tripartito y Negociación Colectiva En tiempos de crisis es fundamental reforzar los mecanismos de diálogo social
tripartito y su aplicación práctica, y el desarrollo de la negociación colectiva. Esto no puede
ser considerado solamente un horizonte de aspiración que se reafirma en cada encuentro
gubernamental. No podemos soslayar que en gran parte de los países de América Latina no
existe libertad sindical, y en muchos otros, la negociación colectiva queda absolutamente
condicionada a la impronta gubernamental, ya que adolece de institucionalidad y su
instalación depende exclusivamente de coyunturas políticas. Hace apenas un mes (Ginebra,
octubre 2009) el Simposio de ACTRAV sobre negociación colectiva recordó a los otros dos
sectores de OIT los principios básicos que rigen desde hace sesenta años con el convenio
98, incluyendo un uso específico en periodos de crisis, incluyendo la promoción de
negociaciones desde el Estado, la inclusión de trabajadores precarios, y el fomento de la
negociación sectorial y centralizada. El derecho de asociación, la libertad sindical, constituye un derecho fundamental,
que no puede ser negado ni restringido. En muchos de nuestros países, no solo se impide el
derecho de asociación a las entidades gremiales, sino que se los obstaculiza, a través de
mecanismos legales como mínimos de plantillas que limitan el ejercicio de sindicación en
las pequeñas y medianas industrias, negándose la negociación por rama y con ello, dejando
a miles de trabajadores/as sin la debida regulación de sus condiciones de trabajo. En este
sentido, la CSA está desarrollando un amplio debate con propuestas concretas para
impulsar transformaciones y reformas en sus organizaciones que permitan una
representación más unida y fuerte, tal como fuera aprobado en el Congreso Fundacional de
Panamá (2008). Exigimos con firmeza que los gobiernos cumplan con el convenio 87 de OIT, que se
prescinda definitivamente de las políticas de persecución a dirigentes sindicales, que en
muchos países incluye el exterminio de sindicalistas y de dirigentes sociales, lo cual
significa una violación fragante a los derechos humanos fundamentales. Condenamos toda
forma de obstaculización de la libertad sindical, ya sea en forma expresa o implícita, tales
como la práctica antisindical de muchas empresas en la región. La responsabilidad social empresaria se define no por la filantropía sino por la
capacidad de converger sus intereses de lucro con los intereses del bien común, basado en
un desarrollo sostenible y el bienestar de la sociedad. En dicho sentido, el respeto a los
derechos laborales es una convención mundialmente aceptada que no debe disolverse en
ninguna regla de buena conducta o de responsabilidad social. Por ello, solicitamos una política activa por parte de los gobiernos
iberoamericanos para el cumplimiento de las Convenciones de OIT, la eliminación del
fraude laboral, los contratos de protección y los peligros para la cohesión social que instala
la definición de la llamada “flexiseguridad”, sobre la falsa opción de proteger al trabajador
y no al trabajo. Las cláusulas de flexiseguridad oculta mayor flexibilización, tercerización,
subcontratación y modalidades precarias que los trabajadores/as no estamos dispuestos a
aceptar. En dicho sentido, reclamamos que las Multinacionales que operan en los países de
América Latina desarrollen sus actividades en consonancia con la Declaración Tripartita
sobre Multinacionales y Política Social, las Directrices de la OCDE y la normativa laboral
de los países receptores. Asimismo propiciar la adscripción a Acuerdos Marcos Globales
que incluyan una auténtica dimensión social. El movimiento sindical Iberoamericano demanda el cumplimiento de la
Conferencia Tripartita sobre protección y seguridad social. El sindicalismo de la región brinda su especial apoyo a la Estrategia Iberoamericana
de Salud y Seguridad en el Trabajo y solicita que forme parte de la Resolución de la
Cumbre de Jefes y Jefas de Estado y Gobiernos de Iberoamérica. Exige, además, que los
gobiernos nacionales la desarrollen y apliquen con plena participación sindical, y
demandamos la creación de una Comisión Tripartita para su evaluación y seguimiento. El movimiento sindical exige la ratificación por parte de los países que no lo han
hecho, del Convenio Iberoamericano de Seguridad Social. La negociación colectiva es un instrumento fundamental de la democracia, y en
períodos de crisis, se torna mucho más relevante para alcanzar acuerdos sociales marcos
para la superación de la misma; sin embargo, no es posible albergar la idea que dichos
convenios estarán orientados a la suspensión de derechos adquiridos ni a flexibilizaciones
ni reducciones salariales. Ratificamos en dicho sentido, que los trabajadores no pagaremos
la crisis que no generamos. El Sindicalismo Iberoamericano exige la culminación del Bloqueo de Cuba, tal
como lo ha demandado ya 18 veces la ONU, y que resulta una flagrante violación a los
derechos humanos, inadmisible en un orden internacional democrático y pluralista. Finalmente la Cumbre Sindical Iberoamericana ratifica la condena al golpe de
Estado en Honduras y la permanencia ilegítima en el poder del gobierno de facto. Llama a
sostener la solidaridad con el pueblo y el movimiento sindical hondureño e insta a los
gobiernos de Iberoamérica a desconocer el resultado de las elecciones que se realizarán el
29 de noviembre y que pretenden legitimar las graves violaciones a los derechos humanos y
a la institucionalidad democrática en ese país. Lisboa, 24 de noviembre de 2009 SINDICALISMO Y ORGANIZACION DE ESTADOS
AMERICANOS (OEA)
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
ASAMBLEA GENERAL
TRIGÉSIMO NOVENO PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES
2 al 3 de junio de 2009
San Pedro Sula, Honduras
DECLARACIÓN SINDICAL
ANTE LA XXXIX ASAMBLEA GENERAL DE LA
ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS
OEA/Ser.P
AG/INF.442/09
31 mayo 2009
Original: español
DECLARACIÓN SINDICAL
ANTE LA XXXIX ASAMBLEA GENERAL DE LA
ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS
Nosotros/as, sindicalistas de las Américas, representantes de más de cincuenta millones de
trabajadores y trabajadoras de todo el continente, reunidos en San Pedro Sula, Honduras, en el marco
de la XXXIX Asamblea General de la OEA cuyo tema central es la NO VIOLENCIA, declaramos:
Que la Paz tiene como base la dignidad de la persona, considerada en 1997 por la UNESCO como un
derecho humano fundamental que se construye a partir de la realización e interdependencia de todos
los derechos humanos y que tiene una interrelación con el desarrollo y la democracia.
Que la paz es un bien y un permanente quehacer, fruto de la justicia social y la solidaridad entre las
personas, las naciones y los pueblos.
Que el desarrollo de la vida humana, el respeto a la persona, los derechos humanos y la vigencia de la
justicia social nos conducen a la paz, pero ella está amenazada permanentemente por las injusticias y
desigualdades en cada una de nuestras naciones; así como en el contexto internacional, por la
imposición del modelo neoliberal que se contrapone a las necesidades y aspiraciones de las/os
trabajadoras/es y no respeta los derechos humanos, practicando la violencia de forma sistemática lo
que atenta contra la paz.
Que en el marco de la crisis, que el movimiento sindical internacional denominara como una “crisis
de justicia distributiva” (o crisis de desigualdad), es decir la desarticulación entre aumento de
salarios y aumento de la productividad que afecta seriamente la vigencia de derechos humanos
fundamentales tales como vivir en un medio ambiente sano, con educación, con salud, con protección
social y seguridad alimentaria, evidencian que estamos lejos de garantizar una cultura de paz y no
violencia.
Los efectos de la crisis podrán en peligro la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(y en algunos casos incluso invertirá el proceso), incluido el trabajo decente para todas/os. Esta
cuestión suscita una gran preocupación ya que, incluso durante el periodo anterior a la crisis, los
modelos de crecimiento en determinadas regiones, principalmente en las Américas, sólo condujeron a
reducciones insignificantes de la pobreza. Un gran número de personas está todavía muy lejos de
disfrutar de unas condiciones de vida y trabajo decente.
La profundización de la pobreza y las desigualdades han sido el caldo de cultivo para el surgimiento
de fenómenos violentos en nuestras sociedades. Expresiones tales como “las maras” en América
Central o la agudización del crimen organizado vinculado al narcotráfico en toda la región, son un
reflejo de exclusión social que lleva a la pérdida de horizontes y proyecto colectivo, en particular a
nuestros jóvenes. Combatir este problema con más violencia desde el Estado no resuelve el problema
-2-
estructural que subyace como causa y es una opción que se aleja de la cultura de paz que anhelamos.
Desde el movimiento sindical repudiamos a la vez que exigimos a los Estados la atención a estas
realidades a través de políticas públicas inclusivas y de respeto a los derechos humanos.
Hoy cuando los gobiernos de nuestra América se reúnen en torno a la NO VIOLENCIA creemos
importante reafirmar que la paz no se genera espontáneamente por la ausencia de la violencia, ni
puede ser solamente el fruto de decisiones de los centros de poder mundial.
El Movimiento Sindical lucha constantemente contra los panoramas de violencia generalizada, las
políticas antisindicales, la violación de los derechos humanos. En todos los países de las Américas
evidenciamos una creciente represión y criminalización de la protesta social. Diferentes Estados han
aprobado legislaciones que vulneran el derecho a manifestar públicamente y no aceptan que las
personas usen su voz para reivindicar sus derechos.
En países como Colombia, Guatemala, México, Perú y otros en nuestra región se ven cada día más
ensombrecidos de violencia en contra de trabajadores/as y otros movimientos sociales.
Por ejemplo, en Colombia, sólo en los primeros meses del 2009, se han asesinado a 17 sindicalistas;
en Guatemala otros tantos han sufrido amenazas de muerte por sus actividades sindicales y el clima
de violencia e impunidad que impera, se ha visto agravado. El incremento del número de protestas
reprimidas por parte de las fuerzas del Estado. Se limitan las libertades y se restringen derechos,
pretendiendo con eso controlar el descontento social. Campañas de desprestigio contra la/os
defensora/es de los derechos humanos y de quienes participan en la protesta, buscando deslegitimar
sus esfuerzos en la defensa de sus derechos. Usando también la práctica de la amenaza directa, contra
ellos y sus familiares, detenciones, campañas de desprestigio y amenazas y desapariciones forzadas.
Repudiamos la represión en cualquier lugar del mundo, puesto que la misma constituye una amenaza
a la libertad y a la construcción de la paz. Sólo en una sociedad con respeto sustantivo de los
derechos humanos y laborales se puede construir una democracia real.
Igualmente nos alerta la permanente preocupación armamentista en el Continente. Los recursos que
se están asignados para este fin podrían ser asignados para programas de desarrollo social. La carrera
armamentista representa exactamente lo contrario de una cultura por la paz y la no violencia, ya que
el crecimiento de la industria militar significa la apología de la guerra, por tanto la cultura de la
muerte. Si las instituciones internacionales están preocupadas en cultivar la paz, hay que condenar de
manera vehemente esa intención armamentista. Las Américas deben ser un espacio de paz.
En este sentido, desde el movimiento sindical:
Reafirmamos que el rol activo del Estado es fundamental como garante de los derechos humanos y
laborales lo que implica: combatir las prácticas antisindicales; fortalecer el Estado Democrático con
la efectiva participación de los sindicatos en el diálogo social y definir políticas de desarrollo
inclusivas de carácter nacionales, subregionales y regionales, entre otras.
Creemos que es necesario asumir la construcción de la paz como una tarea permanente, que requiere
el respeto a la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación, recusa de todas las formas de
violencia, defensa de la libertad de expresión y de la diversidad cultural, con centralidad en el diálogo
social, la promoción del consumo responsable, un desarrollo económico y social sustentable, respeto
-3-
a los derechos humanos, igualdad entre hombres y mujeres, tolerancia y solidaridad, comunicación
participativa y libre circulación de informaciones y conocimiento.
Los gobiernos deben retomar los procesos de Diálogo Social, profundizar la transparencia, la
democracia y garantizar la participación social y ciudadana en los espacios de debate de solución a la
crisis, fomentando una cultura de paz y de no violencia.
Rescatamos lo señalado por la OIT respecto a la importancia de fomentar una mayor cooperación
entre los Gobiernos nacionales, las organizaciones internacionales y otras partes interesadas para
apoyar una economía más fuerte, más limpia y más justa.
La Confederación Sindical de las Américas (CSA) se dispone a cooperar permanentemente en la
construcción de una paz social duradera en el continente.
San Pedro Sula, 1 de junio de 2009
AG04580S01
PERSPECTIVA SINDICAL ANTE LA CRISIS
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
Encuentro Sindical de América Latina y el Caribe
VII Cumbre Sindical del MERCOSUR José Olívio de Miranda
Salvador, capital del Estado de Bahía, Brasil, 15 de diciembre de 2008
Carta de Salvador
Nosotros/as, dirigentes/as sindicales de América Latina y el Caribe, reunidos/as en
Salvador, Bahía, Brasil, el 15 de diciembre de 2008 en el Encuentro Sindical da
América Latina y el Caribe, y la VII Cumbre Sindical del MERCOSUR, ante la
realización de la 1era. Cumbre de Presidentes de América Latina y del Caribe sobre
Integración y Desarrollo, anotamos la declaración final de la Cumbre de los Pueblos
del Sur, y declaramos que:
El movimiento sindical de América Latina y el Caribe, saluda con entusiasmo la
realización de las reuniones de Presidentes del MERCOSUR y de la UNASUR y la
realización de la I Cumbre Latino Americana y Caribeña, teniendo claro que más que
nunca es fundamental la unión e integración de nuestros países, para impedir que
nuestra región sea penalizada por una crisis generada y provocada por la
administración Bush y que rápidamente tomó una dimensión global:
La sucesión de crisis mundiales que hemos vivido en un corto período de dos años –
energética, alimentaria, climática – y a la que se le agrega la crisis financiera actual,
con sus perspectivas de recesión en los países ricos y sus impactos en la mayoría de
las naciones en desarrollo, coexiste con la perspectiva de cambios geopolíticos en la
región que ponen de relieve un nuevo momento y peso relativo de América Latina y
el Caribe en el concierto mundial, hecho que se expresa políticamente por la
realización de ésta Cumbre de Presidentes en Bahía.
Esta última crisis del capitalismo es el resultado de las políticas de liberalización
financiera y comercial impuestas a todos los gobiernos en las últimas décadas del
siglo XX. Las políticas de desregulación y de la auto-regulación del mercado están en
la base de la crisis financiera actual. Una política que resultó en un proceso de
financierización sin límites, que ya causó una perdida de miles de millones de dólares
y viene provocando millones de despidos en varias regiones del planeta, y que podrá
generar, según calculos de la OIT, unos 20 millones en todo el mundo. No hay duda
de que estamos frente a una crisis estructural, de un sistema que explota a los y las
trabajadoras, que concentra riquezas y que condena a millones al hambre y la
miseria.
Ante el número de instituciones y empresas involucradas, la sumatoria de los valores
en juego y del riesgo de propagación rápida de los efectos de la crisis sobre las
inversiones, la producción y del empleo, los gobiernos de los países desarrollados y
en desarrollo han adoptado un conjunto de acciones, como la aplicación de
mecanismos de socorro a las instituciones afectadas, el aumento de liquidez de la
economía y las alteraciones en la tasa básica de interés y las tasas de cambio, etc.
Pero estas medidas no están siendo acompañadas de contrapartidas claras y, de esta
forma, se convierten en simple transferencia de dinero público para la especulación.
En nuestro continente los efectos ya son visibles – despidos en varias empresas,
vacaciones colectivas, reducción de la producción. Defendemos que los estados
nacionales de los países de América Latina y Caribe y organismos que administran
los procesos de integración – MERCOSUR, UNASUR - intervengan activamente en
este proceso y hagan valer el papel del Estado en el gerenciamiento del mercado y la
promoción de la producción.
Defendemos que los gobiernos adopten medidas urgentes que garanticen la
normalización de la producción, del comercio y de los niveles de inversión. Pero
tenemos absoluta claridad de que la intervención de los Estados no puede significar
la “socialización de las pérdidas” del sector financiero en la sociedad en general,
porque en el período de crecimiento reciente, lo que se percibió fue la “privatización
de las ganancias” expresada en los gigantescos lucros anuales de los bancos y de las
empresas transnacionales.
La garantia del Trabajo Decente, que implica el ejercicio pleno de los derechos
sindicales, el combate al cualquier tipo de discriminación en el trabajo, el dialogo
social, la protección social y la protección del salario, debe ser un referente
obligatorio para los gobiernos de la región al momento de adoptar salidas a la crisis.
Fue con mucha lucha que logramos mejorar en buena parte de nuestros países
niveles salariales, los beneficios sociales y lentamente reducir la precarización de
empleos. No podemos aceptar que esos derechos sean desconocidos en nombre
aumento de la competitividad para que las empresas recuperen sus niveles
exportación.
los
los
del
de
Frente a este cuadro el movimiento sindical concentrará sus esfuerzos para apoyar la
profundización de la integración de nuestras economías y principalemente de nuestra
capacidad productiva a favor de los pueblos. El Encuentro Sindical de América Latina
y Caribe, consciente de la ilegalidad y de injusticia de la medida unilateralmente
impuesta por los Estados Unidos de América, condena firmemente el mantenimiento
del bloqueo a Cuba y llama al Presidente electo de los Estados Unidos, Barack
Obama, a poner fin inmediato a esa ilegalidad.
Consideramos fundamental que la unidad y la integración política entre los países de
América Latina y Caribe sea la base de todas las decisiones de las reuniones de los
Presidentes y Jefes de Estado los días 16 y 17 de diciembre, en Sauipe, y que
principalmente tengan claro que las medidas a ser tomadas tienen que estar
acompañadas de contrapartidas de las empresas com la región y de los trabajadores
y trabajadoras.
MÁS QUE NUNCA ESTÁ CLARO QUE PARA NUESTROS PAÍSES NO
EXISTEN SALIDAS AISILADAS Y POR ESO REAFIRMAMOS NUESTRO
COMPROMISO CON EL FORTALECIMIENTO DE LOS PROCESOS DE
INTEGRACIÓN REGIONAL.
Además, tomamos algunas decisiones que presentaremos a todos los Jefes de
Estado y al conjunto del movimiento sindical de nuestro continente, las cuales se
basan en el princípio del respeto a la dignidad humana y plena libertad.
Realizaremos
*
el máximo esfuerzo para que a pesar de la crisis surjan
oportunidades para la mejora de la calidad de vida y la plena vigencia de los
derechos humanos, para lo cual es imprescindible la paz del mundo y una mejor
distribución de la riqueza.
*Reivindicamos que los Estados asuman su rol conductor, no de salvación del
capital financiero especulativo, pero sí desarrollando inversiones en áreas
productivas, sociales y servicios públicos. Defendemos que los gobiernos asuman la
necesidad de establecer fuertes medidas de protección social como fundamento de
las decisiones que tengan que adoptar. Nuevamente colocamos las medidas
contenidas en la Plataforma Laboral de las Americas, que expresan las
propuestas consensuadas por el movimiento sindical para la superación del
neoliberalismo y la promoción del desarrollo sostenible en nuestros países.
*Defendemos el rol estratégico de las empresas estatales en todos los países, y
mantendremos nuestra lucha contra la privatización de los servicios públicos.
Lucharemos
*
para defender los empleos, los salarios y los derechos de los
trabajadores. Defendemos la ampliación de las políticas de generación de empleo en
el sector privado y en el sector público, especialmente para los segmentos mas
vulnerábles, por ejemplo las mujeres, la juventud y la poblacion negra.
*Reivindicamos la Reforma Agrária en nuestros países y la implementacion de
programas especiales de generacion de empleo y renta de la agricultura a partir del
fortalecimento de la Agricultura familiar y garantia de credito y precios mínimos.
Demandamos
*
el derecho del movimiento sindical y de otros sectores
organizados de la sociedad civil que expresan las necesidades de la población de
nuestros países, de participar y ser consultados sobre la construcción de las salidas a
estas crisis, y solicitamos la implementación de mecanismos concretos que viabilicen
esta participación a nivel latinoamericano y caribeño.
*Reafirmamos que cada vez más el movimiento sindical tiene que profundizar su
unidad y tener un activo papel en todo este proceso.
En este sentido, aprobamos realizar UN DÍA CONTINENTAL DE MOVILIZACIÓN Y
LUCHA para reivindicar la defensa de nuestros derechos y exigir la adopción de
políticas superadoras del neoliberalismo y en favor del desarrollo productivo com
justicia social, protección del médio ambiente y plena democracia.
Divulgaremos en todos los países latino-americanos nuestras propuestas y
convocaremos a todas las centrales sindicales y sindicatos a participar de los actos,
movilizaciones, marchas y concentraciones publicas en defensa de nuestras
reivindicaciones.
LA CLASE TRABAJADORA NO PAGARÁ LA CRISIS Y NO ACEPTAREMOS
RETROCESOS.
NO ACEPTAMOS LA REDUCCIÓN DE LOS SALARIOS, NO ACEPTAMOS LA
REDUCCIÓN DE LOS DERECHOS Y LA PÉRDIDA DE PUESTOS DE TRABAJO.
EXIGIMOS LA GARANTÍA DE DERECHOS SOCIALES Y DE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL CONJUNTO DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS Y
DE LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA.
Salvador, 15 de Diciembre de 2008
CONFEDERACIÓN SINDICAL INTERNACIONAL/
RED SINDICAL PARA ASIA Y EL PACIFICO (CSI/RSAP)
SUPERAR LA CRISIS, INVOLUCRAR A LOS
TRABAJADORES Y TRABAJADORAS Y HACER
REALIDAD EL TRABAJO DECENTE
DECLARACIÓN DE LA RED SINDICAL PARA ASIA Y EL PACIFICO DE LA CSI
A LA REUNIÓN DE LÍDERES ECONÓMICOS DE APEC EN 2010
(Yokohama, Japón, 13-14 de noviembre de 2010)
INTRODUCCIÓN
Prioritario: Hacer
frente a la crisis
económica y
financiera
I. Resulta primordial que las principales economías mundiales
mantengan sus medidas para hacer frente a la crisis económica
mundial, evitando una nueva recesión global. Los líderes de
APEC deben estar a la altura de las circunstancias y trabajar
para que se apliquen medidas destinadas a consolidar la demanda
y crear empleos de calidad, en línea con el Pacto Mundial para el
Empleo de la OIT. Para crear un modelo económico sostenible, los
líderes han de apoyar una reducción del sector financiero,
devolviéndole su papel social de estar al servicio de la economía
real.
El trabajo decente y
los derechos de los
trabajadores/as
como base de una
verdadera justicia
social
II. Los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico
(APEC) se reunirán para su 18ª Cumbre APEC en Yokohama, los
días 13 y 14 de noviembre de 2010 en torno al tema “Cambio y
Acción”. Los líderes de APEC deben reconocer que el APEC
necesita acordar la mayor prioridad política al logro de la justicia
social a través de la creación de trabajo decente para todos/as,
tomando como base el pleno respeto de los derechos
fundamentales de los trabajadores/as.
Empleos verdes,
cualificación y
tecnologías para un
desarrollo
sostenible
III. Es imperativo que los líderes de APEC se comprometan
activamente a promover un modelo económico ecológicamente
sostenible, mediante inversiones en nuevas cualificaciones y
prácticas, la creación de empleos verdes, la promoción de la
eficiencia energética y la creación de energías renovables, así
como el avance de otras tecnologías verdes para combatir las
causas del cambio climático.
Los sindicatos
necesitan tener
estatus consultivo
en APEC
IV. Los Estados miembros de APEC han de aportar el impulso
político y el espacio institucional para la participación de las
organizaciones sindicales democráticas y representativas de los
miembros de APEC en los procesos de toma de decisiones de
APEC, a través de un nuevo órgano consultivo similar al Consejo
Consultivo Empresarial de APEC (ABAC). Las economías
miembros deberían establecer un Foro Sindical de APEC con
objeto de mantener un diálogo efectivo con representantes de los
trabajadores y trabajadoras en la región.
2
RECOMENDACIONES DE LA RED SINDICAL DE LA CSI PARA ASIA Y EL PACÍFICO
Propuestas de la
Red Sindical de la
CSI para Asia y el
Pacífico
(CSI/RSAP)
1.
La CSI/RSAP insta a los líderes de APEC a utilizar el foro de
APEC para conseguir la recuperación económica, promover el trabajo
decente, establecer reglas efectivas para la economía global y reforzar la
seguridad del mercado de trabajo, con la plena participación de los
sindicatos de las economías de APEC. Como puntos de acción inmediata
– y pasos en el buen camino para lograr una comunidad más fuerte y un
futuro más sostenible – la CSI/RSAP exhorta a los líderes de APEC a:
1)
Tomar medidas efectivas para responder a la crisis económica y
financiera mundial y re-regular el sistema financiero para ponerlo
al servicio de la economía real;
2)
Adoptar medidas concretas para promover la participación de los
trabajadores/as en APEC y aprobar la creación de un Foro
Sindical APEC;
3)
Reforzar el programa de Desarrollo de Recursos Humanos en el
proceso de APEC, reanudar la tradición de Reuniones
Ministeriales sobre DRH y mantener consultas plenas con los
interlocutores sociales durante estas reuniones;
4)
Hacer especial hincapié en la creación de empleo decente y
productivo mediante el desarrollo de unas Directrices de APEC
para el Trabajo Decente;
5)
Promover los derechos fundamentales de los trabajadores/as1 en
todos los acuerdos comerciales regionales, bilaterales o
multilaterales, así como en los procesos de integración económica;
6)
Abordar el cambio climático y el calentamiento global de forma
ambiciosa, entre otras cosas mediante la creación de empleos verdes;
7)
Desarrollar directrices de APEC para garantizar la aplicación
apropiada de políticas no discriminatorias en las economías
miembros;
8)
Desarrollar un marco de APEC para adoptar un enfoque que
respete los derechos de los trabajadores y trabajadoras migrantes;
9)
Establecer un marco de APEC para fomentar el diálogo social en
las empresas multinacionales y revisar los Principios de
Inversión no Vinculantes de APEC; y
10) Crear un marco en APEC en relación con el desarrollo de
recursos humanos, con objeto de integrar a los desempleados y a
los trabajadores/as jóvenes en el empleo y bridar capacitación a
la mano de obra en relación con nuevas técnicas y tecnologías.
1
Los derechos fundamentales de los trabajadores, o normas fundamentales del trabajo, son derechos
humanos fundamentales reconocidos internacionalmente y para todos los trabajadores y trabajadoras,
independientemente del nivel de desarrollo de los países, y están definidos por los Convenios de la OIT que
abarcan la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva (Convenios 87 y 98); la eliminación de la
discriminación respecto al empleo y la ocupación (Convenios 100 y 111); la erradicación de todas las formas
de trabajo forzoso u obligatorio (Convenios 29 y 105) y la abolición efectiva del trabajo infantil, incluidas
sus peores formas (Convenios 138 y 182).
3
Recomendación 1: Tomar medidas efectivas para responder a la crisis económica y financiera
mundial y re-regular el sistema financiero para ponerlo al servicio de la economía real.
Reforzar la demanda
y el crecimiento antes
de consolidar los
presupuestos
2.
Los Ministros de Finanzas de APEC han subrayado el
importante papel que han tenido hasta la fecha las políticas fiscales en
la región de APEC para evitar una recesión global aún más profunda.
No obstante, los Ministros señalaron asimismo que algunos países
debían aplicar políticas de consolidación presupuestaria que tendrían
que ir acompañadas por reformas y medidas destinadas a mejorar el
crecimiento, con objeto de hacer frente a retos demográficos a largo
plazo. Este es un enfoque equivocado: las economías de APEC han de
evitar abandonar las medidas de estímulo fiscal de manera prematuro,
y deberían continuar aplicando medidas que apoyen el crecimiento e
incrementen la demanda, con objeto de aumentar la producción y el
empleo, antes de pasar a considerar una consolidación fiscal.
Re-regular y reducir
el sector financiero y
promover un impuesto
sobre las
transacciones
financieras (ITF)
3.
Los líderes de APEC deberían promover medidas destinadas a
reducir el sector financiero, devolviéndolo a su función legítima de estar
al servicio de la economía real. En lugar de medidas de austeridad fiscal
y mayores recortes en el gasto, las economías de APEC deberían
explotar nuevas fuentes de financiación, como la creación de un
Impuesto sobre las Transacciones Financieras (ITF) y recaudar mayores
ingresos por medio de la imposición de sistemas fiscales progresivos.
Desalentar los
despidos y proteger los
salarios
4. Los Líderes de APEC deben adoptar medidas para garantizar los
medios de subsistencia y los empleos de los trabajadores/as en estos
tiempos de crisis económica. La CSI/RSAP sostiene que la
flexibilización del mercado laboral no es la solución, y subraya que,
además de la creación de empleos decentes, productivos y verdes,
reviste especial importancia la protección de los empleos y niveles
salariales existentes a través de programas de subsidio del empleo,
basándose en el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT, adoptado
por la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2009.
Apoyar la creación de
empleos de calidad
5.
Durante su 17ª reunión los Líderes Económicos de APEC
decidieron “situar la creación de empleo en el eje de nuestra
estrategia económica”. La CSI/RSAP apoya este enfoque y subraya el
papel crucial que tiene el empleo para lograr la recuperación
económica. Por consiguiente, los programas de estímulo fiscal
deberían estar mejor orientados hacia la creación de puestos de trabajo
de calidad y habría que realizar nuevas inversiones directamente en
obras públicas, incluyendo inversiones a larga escala y con mano de
obra intensiva en el desarrollo de una infraestructura “verde” con
vistas a la creación de empleo rápidamente.
Recomendación 2:
Adoptar medidas concretas para promover la participación de los
trabajadores/as en APEC y aprobar la creación de un Foro Sindical APEC
Promover la
participación de los
trabajadores/as en
6. Desde su creación en 1995, la CSI/RSAP se ha esforzado en hacer
oír los puntos de vista de los trabajadores/as en APEC, a través de
comunicados a los gobiernos a escala nacional, consultas con los
4
el proceso de APEC
gobiernos que acogen las cumbres de APEC2 y contribuyendo al trabajo
de APEC en el ámbito del desarrollo de recursos humanos3. Como
anfitrión de la reunión de APEC en 2008, Perú propuso ampliar la
participación en la construcción de la comunidad de APEC a otros
actores, incluyendo contar con representantes de la sociedad civil y
organizaciones sindicales representativas de los países miembros de
APEC en sus procesos de toma de decisiones. Perú adoptó una postura
positiva respecto a acordar estatus consultivo a la Red Sindical para
Asia y el Pacífico, en tanto que voz legítima de los trabajadores de la
región. La ausencia de un mecanismo consultivo formal para los
sindicatos no sólo contrasta con el acceso privilegiado de que disfrutan
las empresas a través del Consejo Consultivo Empresarial de APEC
(ABAC), sino también con lo establecido en otros foros similares, como
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE) donde los sindicatos cuentan con estatus consultivo4. Los
líderes de APEC deben ahora ponerse de acuerdo para tomar medidas
concretas a fin de seguir promoviendo la participación de los
trabajadores/as a todo lo largo del proceso de APEC.
Establecer en
APEC un Foro
Sindical consultivo
con carácter
permanente
7. La CSI/RSAP pide a los líderes que aprueben la creación de un
Foro Sindical de APEC, por medio de un mecanismo consultivo formal
de APEC con los sindicatos cuyas modalidades de acceso serían
semejantes a las de ABAC, y basándose en los criterios acordados por
el movimiento sindical de APEC (véase el Anexo a la presente
declaración), incluida la participación de las centrales sindicales
representativas de las economías de APEC. Los líderes deben ponerse
de acuerdo para dar instrucciones a sus Altos Responsables para que
trabajen en concertación con la red CSI/RSAP a fin de garantizar un
funcionamiento satisfactorio del Foro Sindical de APEC.
Participación
sindical en los
comités y grupos de
trabajo de APEC
8. Los líderes de APEC deberán dar instrucciones a sus Altos
Responsables para que promuevan la representación de los sindicatos
en determinados comités, grupos de trabajo y reuniones ministeriales,
y asignen recursos para financiar dicha representación.
Recomendación 3:
Reforzar el programa de Desarrollo de Recursos Humanos en el
proceso de APEC, reanudar la tradición de Reuniones Ministeriales sobre DRH y
mantener consultas plenas con los interlocutores sociales durante estas reuniones
Celebrar la próxima
Reunión Ministerial
de APEC sobre DRH
9. APEC ha reconocido la importancia del desarrollo de los
recursos humanos (DRH) desde su creación y ha trabajado en el
DRH en la región a través de las actividades de su grupo de trabajo
2
La RSAP ha discutido sus recomendaciones, en forma de declaraciones sindicales anuales, con los Jefes
de Estado o de Gobierno que acogen cada año las reuniones anuales de los líderes de APEC desde 1995,
excepto en 2001, cuando la red RSAP se reunió con el Viceprimer Ministro chino, en 2003, cuando el
Primer Ministro tailandés designó a su Ministro de Trabajo para reunirse con la RSAP y en 2007 cuando
la RSAP se reunió con Kevin Rudd quien se convertiría en Primer Ministro de Australia poco después.
3
Entre las aportaciones sindicales al GT sobre DRH se incluye una presentación informal del Presidente de
AFL-CIO en la 3ª Reunión Ministerial de DRH (Washington, 1999), una consulta informal con representantes
de RENGO en el 21º GTDRH (Sapporo, 2000), una consulta informal con el Presidente de RENGO en la 4ª
Reunión Ministerial de DRH (Kumamoto, 2001) y una presentación de la Presidencia del Comité Internacional
de AFL-CIO en un simposio de APEC que precedió el 23º GTDRH (Washington D.C., 2001).
4
Siete de los 21 países de APEC son miembros de la OCDE.
5
consultando plena y
significativamente
con los sindicatos
sobre el DRH y los debates en las reuniones ministeriales de APEC
sobre el DRH5. Sin embargo, mientras que los ministros de comercio
se reúnen anualmente para facilitar el proceso encaminado a alcanzar
las metas de Bogor y liberalizar el comercio y las inversiones, la
última reunión de ministros de DRH fue en 2001. Las políticas de
DRH deben ocupar un lugar primordial en las políticas públicas a fin
de garantizar un crecimiento sostenible y equitativo que favorezca a
los pobres. La CSI/RSAP acoge por tanto con beneplácito la decisión
de celebrar una nueva Reunión de Ministros de APEC encargados del
DRH en China, en septiembre de 2010. Los líderes de APEC deben
reconocer la importancia de celebrar reuniones ministeriales de
APEC sobre DRH cada año y que la próxima Ministerial sobre DRH
se organice manteniendo consultas plenas y significativas con los
sindicatos, tomando como base los precedentes establecidos en
Washington D.C. (1999) y Kumamoto (2001). Esto reviste especial
importancia teniendo en cuenta los estrechos vínculos existentes
entre la crisis financiera y la crisis de empleo sin precedentes a la que
nos enfrentamos actualmente.
Nueva dimensión en
la integración
económica de los
miembros de APEC
10. En APEC persiste aún un interés comercial dirigido a incrementar
el comercio y la inversión, centrándose en medidas para abrir los
mercados y dando menor prioridad a objetivos tales como un empleo
pleno y productivo, o la protección social. En 2009, el país anfitrión,
Singapur, llamó particularmente la atención sobre esa cuestión,
convirtiéndola en una de las prioridades de esta Cumbre de Líderes. El
desequilibrio existente ha de corregirse. APEC ha pasado de ser una
organización solamente preocupada por el comercio a una que trata de
crear un consenso regional sobre diversas cuestiones, desde los
ámbitos políticos y de seguridad hasta la educación, la seguridad social
y la salud pública. Los miembros de APEC deben incorporar una
dimensión socialmente aceptable en su integración económica. Los
líderes de APEC deben ponerse de acuerdo para abordar la cuestión
del crecimiento, la inversión y la creación de empleo decente, con la
participación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y los
interlocutores sociales de la región. Además, a la CSI/RSAP le
inquieta la creciente interconexión entre APEC y la publicación
“Doing Business” del Banco Mundial, como se consideró en el Comité
Económico de APEC. Insistimos en que el “Indicador sobre empleo de
trabajadores” del informe Doing Business, y que ahora ha sido
desestimado incluso por el propio Banco Mundial, no debe utilizarse
en ningún estudio sobre inversiones realizado por APEC.
Se necesitan redes
de seguridad social
eficaces con
cobertura universal
11. Se ha discutido mucho en APEC respecto a las redes de seguridad
social, como parte de su programa de trabajo, pero ha sido poco lo que
se ha puesto en práctica en cada economía en particular. Todavía hay
centenares de millones de personas, de hecho una mayoría en los países
en desarrollo miembros de APEC, que no están cubiertas por las redes
de seguridad en la región. Los líderes deben encomendar a la Red de
Seguridad Social y Laboral (LSSN por sus siglas en inglés), que se
reúne bajo los auspicios del Grupo de Trabajo sobre Desarrollo de
5
Los Ministros encargados del Desarrollo de Recursos Humanos de APEC reconocieron en sus reuniones
en Manila (1996), Seúl (1997), Washington DC (1999) y Kumamoto (2001) que deberían lograrse
políticas sociales y laborales más efectivas a través de la cooperación entre gobiernos, sindicatos y
empresas y reiteradamente han dado instrucciones al Grupo de trabajo sobre DRH de APEC para que
desarrolle medidas concretas encaminadas a promover dicha cooperación.
6
Recursos Humanos, que trabaje de forma conjunta con otros foros
relevantes dentro del proceso de APEC, con la plena participación de los
sindicatos, sobre las directrices destinadas a conseguir redes eficaces en
materia de seguridad social que respondan a las verdaderas necesidades
de los trabajadores/as. Estas directrices incluyen, por ejemplo,
programas adecuados de subsidio de desempleo, prestaciones de vejez y
de jubilación, servicios de empleo/formación y reconversión
profesionales adaptados y accesibles a los trabajadores/as, y la
aplicación de medidas de creación de empleo, con un proceso efectivo
de revisión para garantizar su aplicación en cada economía en particular.
Recomendación 4:
Hacer especial hincapié en la creación de empleo decente y
productivo mediante el desarrollo de unas Directrices de APEC para el Trabajo Decente
En la región de
APEC, trabajan en
las ZFI más de 50
millones de personas
que carecen de una
protección laboral
efectiva.
12. Hay en la actualidad más de 60 millones de trabajadores/as
empleados en las zonas francas industriales (ZFI) del mundo entero,
y unos 52 millones en la región de APEC6. La organización sindical
está prohibida o resulta prácticamente imposible y la gran mayoría de
trabajadores/as de las ZFI ve denegada, en la ley o en la práctica, la
posibilidad de ejercer sus derechos laborales. Como resultado de ello,
muchas ZFI atraen esencialmente una inversión libre y sin
compromiso y cuentan con un tipo particular de empresas que
cimientan su éxito en la explotación de una mano de obra barata y
dócil. Con mayor frecuencia, las víctimas de las prácticas
explotadoras, peligrosas y a veces brutales son las mujeres, ya que
constituyen cerca del 80% del total de la mano de obra en las ZFI. Se
registran esfuerzos reales y excesivos en muchas economías para
disminuir normativas, impuestos, la protección del medio ambiente y
las normas del trabajo para atraer la inversión. Esta tendencia no hace
sino agravar la precariedad del empleo y hace que la preparación y
adopción de unas Directrices de APEC para el Trabajo Decente
resulten más importantes que nunca.
Políticas eficaces
para promover el
trabajo decente, la
inversión y el
comercio en las ZFI
a través de un
diálogo social
reforzado
13. A tal efecto, APEC debe poner en marcha una iniciativa a favor
de políticas eficaces que promuevan el trabajo decente, la inversión y
el comercio en las ZFI. Esta iniciativa deberá abordar las cuestiones
de las normas del trabajo con un enfoque específico en los derechos y
las condiciones de trabajo de las trabajadoras, la vinculación con la
economía nacional, un marco de desarrollo de la inversión extranjera
directa (IED) y la manera en que las empresas pueden contribuir al
progreso económico y social a través de la inversión y el avance
tecnológico. La participación de los interlocutores sociales es
esencial para el éxito de esta iniciativa.
Desarrollo de unas
Directrices de APEC
para el Trabajo
Decente
14. APEC debe desarrollar y aplicar sus propias Directrices Globales
de Trabajo Decente, que abarquen medidas activas para la creación de
empleo productivo y de calidad para todos, fomentar el diálogo social,
hacer hincapié en el respeto de los derechos fundamentales de los
trabajadores y reforzar las redes de seguridad y otras medidas de
protección social en las políticas laborales y sociales.
6
Base de datos de la OIT sobre las zonas francas industriales, OIT, abril 2007
http://www.ilo.org/public/spanish/dialogue/sector/themes/epz/epz-db.pdf
7
Recomendación 5:
Promover los derechos fundamentales de los trabajadores/as en
todos los acuerdos comerciales regionales, bilaterales o multilaterales, así como en los
procesos de integración económica
Los derechos
fundamentales de los
trabajadores/as – la
base de un marco
regulador comercial
15. APEC continúa desarrollando un proceso encaminado a cumplir
las metas fijadas en Bogor para liberalizar el comercio y las
inversiones. Teniendo en cuenta el continuo estancamiento en las
negociaciones de la OMC, los líderes de APEC han recomendado a
los Altos Responsables que busquen insistentemente alternativas
complementarias a la liberalización del comercio multilateral,
incluyendo los acuerdos comerciales y de inversión bilaterales y
regionales, para alcanzar este objetivo. No obstante, una dimensión
social sólida que incluya objetivos de empleo decente y el respeto de
las normas fundamentales del trabajo resulta esencial para lograr una
integración económica regional estable e inclusiva. Todos los
gobiernos de APEC, así como los empleadores y los sindicatos,
deben reafirmar la promesa de respetar, aplicar y promover las
normas fundamentales del trabajo, que realizaran con la adopción de
la Declaración de los Principios y Derechos Fundamentales en el
Trabajo de la OIT (1998), reiterada en la Declaración de la OIT
sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa (2008) y
en el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT (2009).
Incluir los derechos
fundamentales de los
trabajadores/es en el
programa de APEC
16. Por otro lado, muchos de los Convenios fundamentales de la
OIT aún no han sido ratificados, y los ya ratificados no han sido
plenamente aplicados en las economías de APEC. Los líderes de
APEC deben ponerse de acuerdo en incluir la promoción de la
ratificación y aplicación de las normas fundamentales del trabajo en
el programa de APEC como parte de un programa de mayor alcance
sobre las cuestiones laborales y sociales.
Apoyar la inclusión
de cuestiones
laborales y sociales
en la OMC
17. Una contribución considerable que podría realizar la reunión de
Líderes para reforzar la sostenibilidad a largo plazo de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) sería apoyar que se tengan en cuenta las
cuestiones del empleo en las negociaciones comerciales futuras,
fortaleciendo de este modo el análisis del impacto del comercio sobre
el empleo y el desarrollo sostenible en el seno de la OMC. La ruptura
de la Ronda Doha de negociaciones de la OMC debe servir para
demostrar que los beneficios de la liberalización del comercio cada vez
parecen más vagos y las negociaciones comerciales multilaterales
corren el riesgo de ser abandonadas porque provocan más destrucción
que creación de empleo. Los líderes de APEC deberán reconocer la
necesidad de que la OMC inicie un diálogo en esta área y
recomendarle que establezca un comité sobre comercio y empleo capaz
de analizar y anticipar el impacto de la liberalización del comercio en
lo que respecta al nivel y la calidad del empleo, y realizar las
recomendaciones pertinentes al Consejo General de la OMC.
Incluir disposiciones
protectoras de los
derechos del trabajo
en todos los
ACR/TLC
18. Los Acuerdos Comerciales Regionales y los Tratados de Libre
Comercio (ACR/TLC) deben contribuir a impulsar el desarrollo
sostenible, a mejorar los niveles de vida y las condiciones de trabajo de
los trabajadores/as en todos los países participantes en el proceso
APEC. Los ACR y TLC entre las economías de APEC deberán
incorporar no sólo obligaciones con respecto a la legislación laboral
nacional, sino también en relación con las normas del trabajo
8
reconocidas internacionalmente, además de incluir un mecanismo para
institucionalizar la participación de los interlocutores sociales en el
proceso de supervisión y promoción de estas normas. Así pues, las
Medidas modelo para los capítulos de los ACR/TLC7 deberían incluir
compromisos firmes respecto a la protección de los trabajadores/as, en
conformidad con los principios y derechos en el trabajo
internacionalmente reconocidos, lo que implica que las leyes y
regulaciones de todos los miembros de APEC deberían estar en línea
con los Convenios de la OIT relevantes. En la región existen ya algunos
TLC que contienen cláusulas de este tipo. Los líderes de APEC han de
asegurarse de que se incluyan cláusulas laborales y una referencia a las
normas fundamentales del trabajo en los futuros acuerdos sobre
comercio e inversión, de manera que dichos acuerdos sirvan para
avanzar en el desarrollo sostenible y fomenten el trabajo decente.
Evaluar el impacto
del ALCAP sobre el
desarrollo y el
trabajo decente
19. La CSI/RSAP insta a los líderes de APEC a asegurarse de que
cualquier medida adoptada para que los TLC existentes resulten más
favorables a las empresas no redunde en perjuicio de las condiciones
o los salarios de los empleados, y que se incorporen disposiciones
para la protección de los derechos en el trabajo. Los Tratados
Bilaterales de Inversiones (TBI) deben incorporar cláusulas
requiriendo que los Gobiernos no reduzcan las normas del trabajo a
fin de atraer inversores extranjeros. Además, APEC deberá incluir
una evaluación del impacto del Área de Libre Comercio de Asia y el
Pacífico (ALCAP) sobre el empleo, el nivel de desarrollo y la
creación de trabajo decente, en lugar de limitarse a la actual
evaluación del impacto sobre el comercio.
Recomendación 6:
Abordar el cambio climático y el calentamiento global de forma
ambiciosa, entre otras cosas mediante la creación de empleos verdes.
Contribuir a la
conclusión de un
amplio y ambicioso
acuerdo en la
CMNUCC
20. En vista del decepcionante resultado de la 15ª Conferencia de
las partes (COP15) de la Convención Marco de Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC), los progresos para combatir
el calentamiento global y el cambio climático han sido
alarmantemente inadecuados. La necesidad de acción es ahora más
acuciante de lo que podemos imaginar. Una contribución
significativa que podrían realizar las economías de APEC a la
mitigación del cambio climático sería apoyar la conclusión de un
amplio y ambicioso acuerdo lo antes posible, incluyendo progresos
considerables durante la COP16 en Cancún.
Desarrollar políticas
para la eficiencia
energética y las
energías renovables
21. APEC deberá desarrollar planes energéticos a largo plazo con un
marco de desarrollo sostenible, que garanticen la seguridad energética
y la protección del medio ambiente, y que sean compatibles con un
empleo pleno y decente. Las políticas han de incluir una energía
segura, limpia, respetuosa con el medio ambiente y abordable, basada
en el desarrollo de fuentes de energía renovable. Y, por medio de
acuerdos efectivos y vinculantes, las políticas deberán garantizar que
se invierta en nuevas capacidades y en infraestructura.
7
Solicitadas en Busan en 2005, y discutidas durante la última reunión del Grupo de Trabajo sobre DRH
en junio de 2009.
9
Una transición
ambiciosa y justa
resulta más necesaria
que nunca, con la
creación de empleos
verdes y la inversión en
recursos humanos
22. APEC debe redoblar además esfuerzos para la promoción de
empleos verdes en su ámbito de actuación. No obstante, la transición
a una economía baja en carbono y el desarrollo de las
correspondientes tecnologías y oportunidades de empleo podría
desembocar en un mercado laboral a dos velocidades. Si no es ya el
caso, pronto la capacitación y las cualificaciones de los empleados de
la antigua generación quedarán obsoletas y estos trabajadores/as
encontrarán cada vez mayores dificultades para conservar su empleo.
Para garantizar que se produzca una transición justa hacia una
economía verde, y con objeto de facilitar la adaptación de la mano de
obra al mercado laboral cambiante pos-crisis, la CSI/RSAP insta a
los Líderes a desarrollar políticas que amplíen los programas de
formación y capacitación para que los trabajadores/as y
desempleados puedan desenvolverse eficazmente en puestos de
trabajo verdes. Las políticas tienen además que basarse en enfoques
multilaterales, consultas con los interlocutores sociales e inversiones
conjuntas entre agentes nacionales y regionales clave.
Promover acciones a
nivel del lugar de
trabajo para la
eficiencia energética, el
reciclado y el
tratamiento de
desechos, en consulta
con los sindicatos
23. APEC ha emprendido ya estudios sobre la economía basada en
el reciclado, con objeto de identificar oportunidades, retos y
necesidades de construcción de capacidades, además de intercambiar
las mejores prácticas. Los Líderes deberían basarse en las
experiencias que hayan tenido éxito y respaldar proyectos de
eficiencia energética, reciclado y tratamiento de desechos a nivel del
lugar de trabajo, así como a escala sectorial y local. A nivel del lugar
de trabajo, dichas medidas deberán ser desarrolladas conjuntamente
entre empleadores y sindicatos, con objeto de garantizar que las
medidas y políticas sean aplicadas eficazmente. A nivel de las
economías individuales, deberá promoverse la utilización eficiente de
los recursos y la innovación tecnológica de manera que se apoye el
empleo, tras un diálogo con los interlocutores sociales.
Recomendación 7:
Desarrollar las directrices de APEC para garantizar la aplicación
apropiada de políticas no discriminatorias en las economías miembros
La desigualdad de
género es patente en
toda la región de
APEC
24. La desigualdad de género es patente a todo lo largo de la región
de APEC en lo que se refiere al acceso a los recursos, las
oportunidades educativas, el poder político y los cargos de liderazgo.
En este momento, la aplicación de programas de austeridad fiscal
está teniendo un impacto especialmente negativo sobre la situación
de la mujer en el trabajo y en la sociedad, visto que afectan
adversamente a los niveles y condiciones de empleo en sectores en
los que la mujer tiene una elevada representación, y que reduce la
aportación de servicios públicos de los que dependen las mujeres de
manera desproporcionada debido, en particular, a que asumen de
manera desigual las responsabilidades familiares.
Directrices de APEC
para garantizar una
aplicación apropiada
y efectiva de las
políticas de no
discriminación
25. Reconocemos las iniciativas de APEC para abordar la igualdad
de género a través de los debates de las Reuniones Ministeriales
sobre la Mujer de APEC y el establecimiento de una Red de Puntos
Focales sobre Género (GFPN). No obstante, estas iniciativas han
limitado sus acciones a promover la integración de género en
diversos foros de APEC. Los líderes de APEC deben ponerse de
acuerdo para hacer avanzar las iniciativas a fin de desarrollar
directrices de APEC que rijan las medidas adecuadas y los
10
mecanismos de vigilancia destinados a asegurar la debida aplicación
de políticas no discriminatorias en las economías miembros. Tales
mecanismos deberían extenderse también a los grupos vulnerables
objeto de discriminación de índole diferente al género.
Recomendación 8:
Desarrollar un marco de APEC con un enfoque basado en los
derechos de los trabajadores y trabajadoras migrantes
Un marco de APEC
para un enfoque
basado en los
derechos de los
trabajadores/as
migrantes
26. La migración supone tanto retos como oportunidades en la
región de Asia y el Pacífico. Aunque la migración podría beneficiar a
los/as trabajadores/as tanto en las economías de origen como de
acogida, muchas veces es el último recurso para aquellas personas
que no consiguen encontrar trabajo en su país y que resultan por
tanto vulnerables a la explotación en el extranjero, en sectores que
van de la construcción al trabajo doméstico. Para que sigan
existiendo oportunidades, los líderes de APEC deben ponerse de
acuerdo para desarrollar un marco que tenga en cuenta las necesidades
del mercado laboral nacional, en relación con las Conclusiones del
informe En busca de un compromiso equitativo para los trabajadores
migrantes en la economía globalizada, aprobado en la 92ª Conferencia
Internacional del Trabajo, en 2004, y el Marco Multilateral de la OIT
para las migraciones laborales adoptado en 2005, aplicándose
plenamente la legislación laboral nacional y las condiciones de trabajo
sin discriminación. Dicho marco deberá elaborarse a partir de la
información disponible sobre las políticas y las mejores prácticas en
las economías miembros sobre migración internacional, las propuestas
existentes para incrementar los beneficios económicos de la migración
y las normas internacionales correspondientes, incluida la Convención
Internacional de la ONU para la Protección de los Derechos de Todos
los Trabajadores Migratorios y los Miembros de sus Familias8 y los
Convenios 979 y 14310 de la OIT. La CSI/RSAP considera que los
líderes de APEC deben prestar atención a la baja tasa de ratificación de
estas normas internacionales en sus economías. Las economías
miembros de APEC deberían elaborar un calendario regional para su
ratificación. Los gobiernos de APEC deberían promover aún más un
desarrollo industrial equilibrado y el trabajo decente, de manera que
la decisión de emigrar se tome voluntariamente y no como una
obligación para escapar a la miseria o a la opresión.
Recomendación 9:
Desarrollar un marco de APEC para fomentar el diálogo social en
las empresas multinacionales y revisar los Principios de Inversión no Vinculantes de APEC
El diálogo social es el
medio más eficaz
para asegurar que
las EMN
contribuyan al
desarrollo económico
8
27. Las empresas multinacionales (EMN) son protagonistas clave
de la economía mundial capaces de proporcionar más y mejores
empleos en los países que las acogen, pero algunas actividades de las
EMN pueden también conducir a una creciente explotación y a
empeorar las condiciones sociales y laborales. Esta situación se
produce cuando solamente buscan beneficios a corto plazo y
Ratificado por 25 países, incluidos Chile, Indonesia, México, Perú y Filipinas en la región de APEC.
Convenio sobre los Trabajadores Migrantes (Revisado), 1949 (No. 97), ratificado por 49 países,
incluyendo Nueva Zelanda, Malasia y Filipinas en la región APEC.
10
Convenios sobre los Trabajadores Migrantes (Disposiciones Complementarias) 1975 (No. 143),
ratificado por 23 países, únicamente Filipinas en la región APEC.
9
11
y social
descuidan sus responsabilidades sociales. Además de los marcos
legislativos, el diálogo social que forma parte de las
responsabilidades sociales de la empresa es el medio más eficaz de
asegurarse que las EMN contribuyan al desarrollo económico y
social y se muestran responsables con todas las partes interesadas.
No obstante, a menudo estas responsabilidades se dejan de lado en lo
que respecta las normas sociales y las condiciones de trabajo en pos
de una “nivelación hacia abajo”.
Marco de APEC
para promover
relaciones laborales
y negociaciones
colectivas sólidas
28. Los líderes de APEC deben ponerse de acuerdo para desarrollar
un marco a nivel de APEC destinado a promover relaciones laborales
adecuadas y el respeto de los derechos de negociación colectiva en las
EMN. Este enfoque complementaría y reforzaría la práctica cada vez
más común de negociar Acuerdos Marco Internacionales (AMI)11 entre
las Federaciones Sindicales Mundiales y las empresas multinacionales,
muchas de ellas pertenecientes a las economías de APEC. En el marco
de los diálogos sectoriales de APEC que se han establecido actualmente
en las industrias automotriz y química podrían organizarse reuniones
conjuntas entre las empresas y los representantes sindicales para
facilitar el diálogo social sobre esta cuestión.
Deben revisarse los
Principios de
Inversión no
Vinculantes de
APEC
29. Los líderes de APEC deben ponerse de acuerdo para revisar los
Principios de Inversión no Vinculantes de APEC con el fin de
incorporar la importancia de respetar los derechos fundamentales de
los trabajadores/as y las metas de empleo con arreglo a la
Declaración tripartita de la OIT de principios sobre empresas
multinacionales y política social y las Directrices para las empresas
multinacionales de la OCDE. Debe establecerse un mecanismo
formal de APEC para promover y supervisar la observancia de las
responsabilidades sociales por parte de las empresas multinacionales,
a través del uso eficaz de los Puntos de Contacto Nacionales en el
marco de las Directrices de la OCDE (presentes actualmente en los
siguientes países de APEC: Australia, Canadá, Chile, Corea, Estados
Unidos, Japón, México, Nueva Zelanda y Perú).
Recomendación 10:
Crear un marco en APEC en relación con el desarrollo de recursos
humanos, con objeto de integrar a los desempleados y a los trabajadores/as jóvenes en el
empleo y bridar capacitación a la mano de obra en relación con nuevas técnicas y tecnologías
Desarrollar técnicas
y competencias para
el Siglo XXI en
APEC
30. El Grupo de Trabajo de APEC sobre Desarrollo de los Recursos
Humanos ha venido desarrollando “Técnicas y Competencias del Siglo
XXI para todos”, un esfuerzo que pretende definir las cualidades que
requerirán los trabajadores en el futuro e integrarlas en la educación con
objeto de empezar a preparar a la mano de obra. La CSI/RSAP acoge
con beneplácito la labor de APEC para mejorar el capital humano e
insta a que se inviertan mayores recursos en este esfuerzo.
Inversión urgente en
formación y servicios
de empleo para
prevenir el
31. Tras el estallido de la crisis financiera y de empleo, reviste una
importancia particular que se tomen medidas activas para integrar a los
desempleados en el mercado laboral, prestando especial atención a
prevenir que el desempleo termine siendo de larga duración. Se
11
Para mediados de 2009, se habían concluido 84 Acuerdos Marco entre Federaciones Sindicales
Internacionales y empresas individuales.
12
desempleo de larga
duración
requiere un esfuerzo particularmente importante para permitir a las
mujeres y a los jóvenes superar los obstáculos específicos a los que se
enfrentan en el mercado de trabajo. Estas medidas deben incluir:
•
Identificar cuanto antes las necesidades de los desempleados/as y
suministrar servicios tales como orientación, ayuda para la
búsqueda de empleo y planes de acción personalizados;
•
Programas de formación y de reconversión profesional accesibles
a todas las personas, con el fin de mejorar su empleabilidad y sus
oportunidades de integración, poniendo énfasis especialmente en
la creación de nuevas capacidades para desempeñar
adecuadamente empleos verdes;
•
Mejores instituciones para el mercado de trabajo, especialmente
servicios de empleo;
•
Programas de acción específicos para permitir a las mujeres
participar en el mercado de trabajo a mayor escala y alcanzar la
igualdad de trato y de remuneración;
•
Dirigir los programas destinados a la formación y
perfeccionamiento de las competencias de la juventud a superar
el desempleo así como el empleo mal remunerado entre los/las
jóvenes;
•
Evaluar y revisar con regularidad la eficacia y eficiencia de los
programas del mercado de trabajo.
CONCLUSIONES
Fortalecer la
dimensión social de
APEC y lograr una
auténtica
cooperación con los
trabajadores/as y sus
organizaciones
sindicales
32. En la práctica, la promoción comercial predomina en el proceso
de APEC. Los líderes de APEC deben corregir la distorsión y
reorientar a APEC para cumplir los objetivos prioritarios e
interrelacionados de crecimiento equitativo y sostenible y disminuir
las diferencias que existen entre las economías miembros. Esta
corrección puede realizarse únicamente fortaleciendo la dimensión
social de APEC y consiguiendo una auténtica cooperación con los
trabajadores/as y sus organizaciones sindicales en la región. La Red
Sindical para Asia y el Pacífico de la CSI (CSI/RSAP) está dispuesta
a comprometerse a tal efecto.
Recuperación de la
crisis económica
33. APEC debe desempeñar un rol primordial a la hora de concretar
medidas para lograr la recuperación, atenuar el impacto social de la
triple crisis sin precedentes: financiera, del empleo y climática, y
promover la creación de trabajo decente y empleos verdes para
superarlas. Por esta razón, los líderes de APEC deben cooperar para
crear programas fuertes, efectivos y coordinados de recuperación
económica dentro del marco de una agenda de trabajo decente
basándose en el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT.
13
ANEXO 1
Establecimiento de un Foro Sindical APEC
Antecedentes
1. Las organizaciones sindicales representativas de los trabajadores en la región de APEC
pueden aportar una valiosa perspectiva única al examen a gran escala de las políticas
necesarias para apoyar a los trabajadores en un período de rápidas transformaciones.
Las organizaciones sindicales de APEC deberían por tanto intentar establecer algún tipo
de relación formal con APEC. Dicha asociación se iniciaría al nivel de los líderes de
APEC, de forma comparable con los dispositivos de acceso al Consejo Empresarial
Consultivo Asiático (ABAC)*, así como en todo el proceso de APEC.
Composición
2. El Foro Sindical APEC estará compuesto por las centrales sindicales nacionales
representativas de las economías APEC.
3. Todas las centrales nacionales representativas se reunirán en una Asamblea general una
vez al año, posiblemente en vísperas de la Reunión de Líderes de APEC, para discutir
sobre cuestiones de interés común relacionadas con APEC.
Mandato
4. El mandato del Foro sería el siguiente:
-
Trabajar conjuntamente con gobiernos y empleadores para la promoción de
resultados de APEC capaces de estimular un mayor crecimiento económico y de
alcanzar un mejor nivel de vida para toda la población;
-
Contribuir al desarrollo de políticas adecuadas en APEC sobre cuestiones como
desarrollo de recursos humanos, desarrollo industrial, educación y bienestar social;
-
Transmitir las opiniones y necesidades de los empleados en las economías APEC en
el marco de su diálogo con los gobiernos sobre cuestiones relativas a APEC;
-
Fomentar el diálogo tripartito a escala nacional y de APEC sobre cuestiones de
interés en la región.
5. Las actividades del Foro incluirán:
-
Asesorar a los líderes de APEC y otros representantes sobre temas de interés para los
trabajadores;
-
Representar la posición de los trabajadores en Reuniones de líderes de APEC,
reuniones ministeriales, reuniones de altos cargos y comités/grupos de trabajo
relevantes para los intereses de los trabajadores;
-
Mantener informados a los miembros del Foro sobre los progresos en APEC; y
-
Mantener un permanente intercambio de información y puntos de vista sobre los
diferentes temas y asuntos tratados por el APEC, con los Secretariados de APEC y
ABAC.
* Los miembros de ABAC son nombrados por sus respectivos líderes (Primer Ministro o
Presidente). El Foro Sindical APEC no utilizará ese mismo modelo para su composición.
G20 Y GLOBAL UNIONS
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
DECLARACIÓN DE LA AGRUPACIÓN GLOBAL UNIONS
A LA CUMBRE DEL G20 EN SEÚL
11-12 de noviembre de 2010
El G20 debe dar prioridad al empleo
1.
Los Líderes del G20 reunidos en Pittsburgh en septiembre de 2009 se comprometieron
a situar “el empleo de calidad en el epicentro de la recuperación”.1 Pero no han cumplido la
promesa. Resulta profundamente preocupante que el empleo no figure en el programa inicial
de esta Cumbre del G20. La crisis económica que ha causado estragos en las vidas y el
sustento de los trabajadores y trabajadoras está lejos de haber terminado. Se ha convertido
ahora en una crisis social. Hay actualmente más de 220 millones de desempleados en el
mundo, el nivel más alto registrado en la historia, y que supone un incremento de más de 31
millones respecto al nivel de 20072. Otros 100 millones de personas – principalmente en los
países en desarrollo – han quedado sumidos en la más extrema pobreza. No sólo la
recuperación global es frágil e incierta, sino que el aumento del desempleo está además
minando la confianza y amenazando la recuperación. El miedo en los mercados financieros
empuja a muchos Gobiernos del G20 a abandonar las políticas expansionistas en favor de
programas de austeridad, que en caso de implementarse, aumentarían considerablemente el
peligro de que nuestras economías vuelvan a caer en la recesión, los servicios públicos
resulten devastados y el nivel de vida se vea reducido. Los Gobiernos no pueden aceptar la
perspectiva de una década de estancamiento de los mercados de trabajo en los países
industrializados, la profundización de la pobreza en los países en desarrollo y una generación
perdida de jóvenes excluidos de la actividad productiva.
2.
A corto plazo, los Líderes del G20 deberían dar prioridad a reducir el desempleo y, a
medio plazo, adoptar un modelo distinto de crecimiento y desarrollo – un modelo que sea
equilibrado, sostenible, que promueva la creación de puestos de trabajo decentes y una
distribución justa de los ingresos. Deben asegurarse de que el empleo forme parte integral de
los debates en cada uno de los puntos del orden del día en la Cumbre de Seúl. A tal efecto, la
Agrupación Global Unions insta a los Gobiernos del G20 a:
1
2
-
Mantener medidas de recuperación centradas en la creación de empleo, a fin de reducir
el déficit público mediante un crecimiento económico sostenido y no por medio de
recortes en el gasto;
-
Dar prioridad al empleo, entre otros medios mediante la creación de un Grupo de
Trabajo Permanente sobre Empleo en el G20, que cuente con la participación de los
interlocutores sociales; situar el empleo de calidad y la protección social como
elementos centrales del Marco del G20 para un crecimiento fuerte, sostenible y
equilibrado; e invertir en las personas mediante educación y formación;
-
Asegurarse de que las políticas sobre cambio climático estén acompañadas de políticas
de empleo para la creación de empleos verdes, y garantizar una ‘Transición justa’;
-
Situar el “trabajo decente” en el núcleo del programa de desarrollo, cumplir con los
compromisos de ayuda y apoyar los Objetivos de Desarrollo del Milenio;
-
Acelerar la reforma financiera, establecer una fiscalidad justa y una tasa sobre las
transacciones financieras (TTF), frenar la especulación financiera y eliminar los
paraísos fiscales.
Declaración de los Líderes del G20 en Pittsburgh
OIT 2010
2
Mantener medidas de recuperación centradas en la creación de empleo a fin de reducir el
déficit público mediante un crecimiento económico sostenido
3.
El enfoque coordinado e inclusivo respecto a las medidas de recuperación económica
que prevalecía en 2009 está siendo sustituido por una salida competitiva y prematura, dado
que los Gobiernos, bajo la presión de los mercados de valores, se decantan por la una
consolidación fiscal. La crisis ha derivado en una transferencia masiva de deuda privada a
deuda pública. Recurrir a un recorte del gasto público, de los salarios, las pensiones y los
programas sociales para costearla resulta moralmente injusto y económicamente erróneo.
Contribuiría a aumentar la desigualdad – un factor clave que precipitó la crisis en primer
lugar – y corre el riesgo de provocar la recaída de la economía mundial en la recesión con
resultados catastróficos. Las previsiones de crecimiento por parte de organizaciones
internacionales están ya siendo revisadas a la baja. Resulta esencial que los Gobiernos
enfoquen la consolidación fiscal a través de medidas que apoyen el crecimiento y aumenten
la demanda a fin de aumentar la producción y el empleo. A corto plazo (2011-2012) la
prioridad ha de ser lograr una rápida recuperación del PIB. Las políticas para incrementar la
demanda deberían proseguir en aquellos países donde la recuperación no sea auto-sustentada,
hasta llegar a un punto en que el desempleo se sitúe en los niveles previos a la crisis.
Dar prioridad al empleo, invertir en las personas y establecer un Grupo de Trabajo sobre
Empleo en el G20
4.
En un futuro inmediato, los Gobiernos deberían:
-
Llevar a cabo proyectos con un alto contenido de empleo, incluyendo inversiones en
infraestructura verde y en servicios públicos de calidad en el ámbito social;
-
Extender ejemplos exitosos de programas de mercado laboral destinados a garantizar el
empleo o la formación de los jóvenes;
-
Poner fin al crecimiento de trabajo precario e irregular que está socavando la
recuperación y aumentando la inseguridad;
-
Incrementar la cooperación entre los Ministros de Trabajo y de Finanzas y establecer un
Grupo de Trabajo Permanente sobre Empleo en el G20, que incluya a los interlocutores
sociales, a la OIT y a otras organizaciones internacionales relevantes.
5.
A medio plazo, el G20 ha anunciado que la Cumbre de Seúl desarrollará un “plan de
acción integral” para implementar el “Marco del G20 para un crecimiento fuerte, sostenible
y equilibrado”. El empleo ha de constituir un elemento central del plan de acción y los
Líderes deberían:
-
Invitar a la OIT para que, en colaboración con la OCDE y el ECOSOC de Naciones
Unidas, se encargue de preparar los componentes del Marco del G20 en relación con el
empleo y la protección social, que deberían basarse en el Pacto Mundial para el Empleo
tripartito adoptado en Ginebra en junio de 2009 y en las Recomendaciones adoptadas
por los Jefes de Estado del G20 durante la reunión de Ministros de Trabajo/Empleo del
G20 celebrada en Washington en abril de 2010.
-
Reforzar el diálogo social, incluyendo la negociación colectiva, para asegurarse de que
los salarios aumenten en línea con la productividad, y combatir las desigualdades de
ingresos y de género.
3
6.
Invertir en las personas, mediante educación y formación, resulta esencial para lograr
una recuperación sostenible y un crecimiento equitativo. La calidad de la educación
constituye una cuestión central tanto para las economías avanzadas como emergentes y en
desarrollo. Los Líderes del G20 deberían:
-
Reiterar el compromiso de alcanzar una “Educación de Calidad para Todos” (EPT)3 e
invitar a la UNESCO y a la OCDE a colaborar con colectivos interesados clave en el
desarrollo de una “Unidad de Trabajo Global sobre Docentes para la EPT” en el marco
de una asociación global dinámica con una nueva visión de educación de calidad para
el Siglo XXI.
-
Encomendar a sus Ministros de Educación que presenten propuestas específicas para la
Cumbre del G20 en Francia en 2011.
Asegurarse de que las políticas sobre cambio climático incorporen una ‘Transición justa’
7.
Las negociaciones sobre el clima parecen haberse bloqueado – lo que supone una
situación desastrosa. Los Líderes deben apoyar medidas concretas encaminadas a la adopción
de un marco vinculante para el período posterior a 2012 dentro de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), a fin de asegurarse de que no se
escatime ningún esfuerzo para cumplir con las metas de reducción de emisiones. El nuevo
acuerdo climático debería incluir metas de arriba abajo basadas en los escenarios del IPCC
para mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C, y un marco ambicioso
para la financiación del cambio climático. Los Gobiernos deben:
-
Realizar progresos para establecer una economía con bajas emisiones de carbono,
resistente al clima y socialmente justa;
-
Desarrollar una estrategia de ‘transición justa’, con inversiones verdes a gran escala y
con mano de obra intensiva, programas de formación y construcción de capacidades y
políticas activas de mercado de trabajo.
Situar el “trabajo decente” en el núcleo de las estrategias de desarrollo y cumplir los
compromisos de ayuda para alcanzar los ODM
8.
En estos momentos de crisis los Líderes del G20 – y los del G8 en particular – no deben
dar la espalda a los compromisos contraídos anteriormente hacia los países en desarrollo. La
creación de empleo y de “trabajo decente” debe ser un elemento central de las estrategias de
desarrollo. Los Gobiernos de la OCDE todavía tienen que cumplir sus compromisos
anteriores de ayuda, particularmente respecto a África, en vista de lo cual:
-
Deben ampliarse los recursos con objeto de cumplir los compromisos sobre el acceso
universal a la prevención del VIH y el SIDA;
-
Los Líderes deben dar mandato a una comisión multisectorial de alto nivel para que
elabore recomendaciones encaminadas a salvar la brecha de financiación que necesitan
los países para lograr la Educación para Todos (EPT) y aplicar el Piso básico de
protección social de la OIT, mediante la creación de un Fondo de Protección Social
para los países en desarrollo;
3
UNESCO, Informes de seguimiento de la EPT en el mundo, 2009, 2010.
4
-
Deben asegurarse de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reoriente su
asistencia financiera de emergencia para promover el crecimiento del empleo y la
protección social – en contraste con las condiciones de austeridad impuestas en los
préstamos recientes4. En línea con las conclusiones de la Conferencia OIT/FMI sobre
“Los desafíos del crecimiento, el empleo y la cohesión social” 5 , el FMI debería
colaborar con la OIT promoviendo estrategias de recuperación basadas en unos
servicios públicos de calidad, incrementos salariales y productividad, ampliación de la
negociación colectiva y mejor protección de los trabajadores;
-
El FMI debería hacer uso de sus recursos financieros ampliados para alentar a los
países afectados por la crisis mundial a desplegar políticas fiscales anti-cíclicas durante
un período de tiempo más largo, hasta haber salido enteramente de situaciones de
recesión. La actual crisis subraya la necesidad de un mecanismo de restructuración de
la deuda soberana justo y transparente, que pueda ser utilizado por aquellos países con
niveles de deuda insostenibles;
-
El G20 debería trabajar con la ONU para desarrollar mecanismos multilaterales de
discusión de políticas aplicables a todos los países del mundo.
Establecer una fiscalidad justa, frenar la especulación financiera, eliminar los paraísos
fiscales y acelerar la reforma financiera
9.
Los Líderes del G20 deben dar prioridad a una fiscalidad progresiva donde paguen más
impuestos los grupos con ingresos más elevados y los activos improductivos o especulativos.
Se necesita urgentemente que la carga impositiva se distribuya de manera más justa entre el
capital y el trabajo, no sólo para hacer frente a las crecientes preocupaciones de injusticia
social, sino además para asegurar que se dé prioridad al empleo. Los Gobiernos deben
proteger y ampliar su base de ingresos fiscales para brindar apoyo a la demanda de las
familias y para la financiación de servicios públicos de calidad y protección social. Esto
requiere romper con las políticas del pasado en que se han recortado los impuestos directos
mientras que los impuestos indirectos – inherentemente más regresivos – han aumentado.
Adicionalmente:
-
Los Gobiernos del G20 deberían desarrollar nuevas fuentes de financiación, incluyendo
la introducción de una tasa sobre las transacciones financieras (TTF), que serviría
igualmente para reducir la especulación financiera a corto plazo;
-
El Foro Global de la OCDE sobre Transparencia e Intercambio de Información en
Materia Fiscal debe mejorarse a través de un acuerdo multilateral respecto a un sistema
de intercambio de información automático, además de aportar capacitación para las
administraciones de impuestos en los países en desarrollo. El sistema impositivo global
debe servir para fortalecer en lugar de debilitar la estabilidad financiera y la rendición
de cuentas. Ha de abordarse asimismo el sesgo impositivo que favorece un
apalancamiento excesivo, y el arbitraje fiscal entre jurisdicciones.
10. La Cumbre de Toronto no consiguió dar el impulso necesario a la recomendación del
G20 respecto a la reforma financiera y al programa de trabajo del Consejo de Estabilidad
Financiera (CEF). La actual reforma del marco de Basilea para las normas prudenciales
bancarias, que se hizo pública en septiembre de 2009, no ha cumplido las expectativas
4
5
Ver la Declaración de la Agrupación Global Unions a las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en 2010.
Véase http://www.osloconference2010.org/
5
iniciales. Los Líderes deben comprometerse a adoptar medidas regulatorias globales y
coordinadas para reformar el sector financiero. Deberían:
-
proteger a la banca minorista y comercial de las operaciones bancarias de inversión
volátil y de alto riesgo, y promover la banca cooperativa y de seguros así como los
servicios financieros públicos;
-
poner freno a que se asuman riesgos excesivos y que se concedan remuneraciones
irresponsables, mediante la imposición por ley de topes para la remuneración de los
banqueros, agentes de bolsa y otros ejecutivos;
-
fortalecer las políticas de gestión del riesgo de los bancos garantizando la
representación de los trabajadores y la protección de las familias trabajadoras contra los
préstamos predatorios mediante una legislación adecuada que proteja a los
consumidores; y
-
asegurarse de que el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), que desempeña
actualmente un importante papel en la gobernanza de la economía mundial, adopte
procesos formales de consulta, incluyendo a los sindicatos, haga públicos sus
documentos para poder aportar comentarios y promueva las prácticas estándar de la
gobernanza institucional democrática.
MUJERES GLOBALIZACION Y CRISIS
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, 54º Período de
Sesiones, 1-12 de marzo del 2010, Ítem 3 (a) (i) de la agenda provisional
E/CN.6/2010/1: Revisión de la implementación de la Declaración y la Plataforma
de Acción de Beijing y los resultados del 23º sesión especial de la Asamblea
General y su contribución para delinear una perspectiva de género hacia la
plena realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
Declaración presentada por
la Internacional de la Educación (IE), la Confederación Sindical Internacional
(CSI) y la Internacional de Servicios Públicos (ISP),
organizaciones con estatus consultivo ante el Concejo Económico y Social
El Secretario General ha recibido la siguiente declaración,
puesta en circulacion de acuerdo con los párrafos 36 y 37 de la resolución del
Concejo Económico y Social 1996/31.
Mujeres en la Economía Global en Epoca de Crisis
Introducción – Impactos de las Múltiples Crisis en las Mujeres
El 54º Período de Sesiones de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social
de la Mujer (CSW 54) de la Organizacion de Naciones Unidas (ONU) en el 2010,
brinda una invalorable oportunidad para evaluar el progreso alcanzado y los
desafíos que quedan pendientes para implementar la Declaración y la
Plataforma de Acción de Beijing quince años después de su adopción en 1995.
Para el movimiento sindical global, representado ante la CSW por la IE, la CSI y
la ISP, hay pocos motivos para celebrar. Expresamos nuestra profunda
preocupación por la difícil situación de millones de mujeres trabajadoras
atrapadas en un conjunto de crisis globales y múltiples que ellas no crearon y
que, sin embargo, afectan sus oportunidades de llevar vidas decentes con
dignidad, equidad y libres de pobreza. Tras ser golpeadas por las crisis
alimentarias y de energía en 2008, han sufrido los impactos de la crisis
financiera que llegó a un pico en setiembre del 2008, precipitando una verdadera
crisis laboral, mientras la continua crisis climática lentamente cobra sus víctimas.
Estas crisis múltiples alimentaria, financiera, laboral y climática han eliminado
una gran parte de lo alcanzado en el logro de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM), con impactos desproporcionadamente negativos en el
incremento de la pobreza y la inseguridad alimentaria de las mujeres, así como
limitando su acceso a trabajos decentes, a una educación de calidad a su
alcance, a servicios de salud y reproductivos, el acceso al agua y otros servicios
sociales básicos. Estas crisis claramente han debilitado las políticas nacionales
dirigidas a reducir las desigualdades y las inequidades de género.
2
Las Dimensiones Laborales, Alimentarias y Climáticas de la Crisis
A pesar de las afirmaciones recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI)
sobre que lo peor de la crisis pronto habrá pasado, y los pronósticos de que la
economía global retomará su crecimiento, la Organizacion Internacional del
Trabajo (OIT) estima un incremento de 50 millones de desempleados a nivel
mundial para fines del 2009, el nivel más alto de desempleo global total
registrado. El número de trabajadores pobres, aquellos que ganan menos de $
2 al día, se elevará a 200 millones. La crisis laboral las está afectando
desproporcionadamente a las mujeres dada las discriminaciones ya
estructuradas y múltiples que encaran las trabajadoras, empleos precarios, mal
pagados y atípicos, combinandolos con funciones de brindar cuidado. Dada la
reducción de los presupuestos del sector público como resultado de la crisis,
ellas deben soportar la sobrecarga de las actividades de cuidado en el hogar y
de previsión social, sin remuneración ni compensación social.
El modelo de crecimiento orientado a las exportaciones, prescrito por las
Instituciones Financieras Internacionales (IFI) para los países en desarrollo ha
dado como resultado el desmantelamiento del sector interno productor de
alimentos en muchos países. A ello se anade, la especulación en alimentos y
otros productos que ha generado la escasez y el aumento de precios de
productos alimenticios básicos. El cambio climático y las crecientes condiciones
de sequía han empeorado aún más la situación de inseguridad alimentaria y
escasez de agua, particularmente en el Africa Sub-Sahariana. Estos factores ha
impactado severamente en los productores rurales de alimentos, en su mayoría
mujeres, y ha afectado sus capacidades para alimentar a sus familias. Los
niveles de desnutrición en los países de bajos ingresos se han incrementado
dramáticamente, dando lugar a que UNICEF y el Programa Mundial de
Alimentos (FAO) intensifiquen sus programas de ayuda alimentaria en las
comunidades pobres y vulnerables. El número estimado de personas que pasan
hambre ha aumentado a mil millones, siendo la mayoría mujeres y niños. Mil
trescientos millones de personas no cuentan con acceso a servicios básicos de
atención a la salud, mientras que 100 millones de personas pasan a ser pobres
cada año debido a los costos de la atención a la salud.
La Globalización y el Empleo de las Mujeres
Sin duda, la globalización ha abierto nuevas oportunidades de empleo para las
mujeres, tanto en los sectores manufactureros como de servicios. Sin embargo,
las mujeres aún tienen dificultad para acceder a oportunidades de empleo,
compensación y movilidad laboral acordes con sus niveles educativos y
capacidades. El género juego un papel crítico al determinar el valor del trabajo y
la remuneración de las mujeres trabajadoras en la fuerza laboral global en salud
y otros sectores sociales. Las inequidades salariales basadas en el género
históricamente se sostienen en la idea de que el rol primario de las mujeres tiene
su base en el hogar: cuidando a la familia y atendiendo labores domésticas. Los
3
roles de las mujeres en el lugar de trabajo son, por tanto, percibidos como una
extensión de sus roles en el hogar y las estructuras salariales a menudo son
determinadas de acuerdo a ello. La inequidad salarial, por tanto, continúa
siendo un problema persistente enfrentada por las mujeres trabajadoras. Ningún
país en el mundo ha logrado la equidad salarial, definida como igual pago por
igual trabajo o por trabajo de igual valor. Actualmente, la brecha salarial en
algunos países industrializados como los países nórdicos es de 12%, pero en
muchos países está por encima del 50%.
A las mujeres trabajadores se les encuentra en el extremo inferior de las
cadenas de valor globales, ganando poco valor agregado para el trabajo basado
en el hogar para productos como alfombras, prendas de vestir, cigarrillos
enrollados a mano. El crecimiento orientado a la exportación y las Zonas de
Procesamiento de Exportaciones (ZPE) se han convertido en importantes
herramientas para el crecimiento del desarrollo, con resultados mixtos en
términos de impactos en las mujeres jóvenes que constituyen la mayoría de la
fuerza laboral. A menudo, ellas trabajan en condiciones de explotación y son
víctimas de hostigamiento sexual. Sus derechos básicos de unirse a un
sindicato y beneficiarse de las protecciones a los trabajadores garantizados por
acuerdos colectivos son negados. En muchos países en desarrollo, la mayoría
de mujeres trabajadoras (más del 70%) se encuentra en la economía informal,
muchas como productoras rurales auto-empleadas o como minoristas en
mercados o como vendedoras ambulantes. Sus sueldos y condiciones de
trabajo son precarios. El sector informal a menudo no está cubierto por la
legislación laboral nacional y a las mujeres trabajadoras en este sector se les
niega sus derechos laborales básicos.
El trabajo de cuidado no remunerado es uno de los principales factores que
contribuyen a la desigualdad de género y a la pobreza de las mujeres. En
muchos países africanos, la pandemia del VIH/SIDA se ha incrementado, y se
ha intensificado el trabajo de cuidado no remunerado de las mujeres y ha
reducido aún más sus oportunidades de conseguir un trabajo productivo
remunerado.
Invertir en Educación como un derecho humano
Invertir en la educación como un derecho humano es clave para restaurar el
crecimiento y el desarrollo sostenible. Se debe superar la aguda escasez de
docentes calificados y entrenados, especialmente en el mundo en desarrollo.
Dados los crecientes niveles de matrícula, entre el 2007 y el 2015 se necesitará
alrededor de 2.4 millones de maestros (1.2 millones de nuevos puestos), sólo en
el Africa Sub-Sahariana, para lograr la Educación Primaria Universal. El logro
de calidad en la educación pública es desafiada por una serie de razones: falta
de capacitación y desarrollo profesional, el reclutamiento creciente en la
modalidad de contrato, la pandemia del VIH/SIDA, crecientes desastres
4
naturales debidos al cambio climático, conflictos que resultan en la fragilidad y
ataques al profesorado, estudiantado e instituciones educativas.
El abordar estos desafíos exige un enfoque integrado, con políticas que
aumenten el acceso a la educación para las niñas y niños de cualquier estrato
social, y amplíe la inclusión y calidad en todos los niveles y en todos los
contextos. Las políticas deben construirse basadas en una plataforma de
inversión en la equidad en la educación, que combine el reclutamiento a gran
escala con la apropiada educación pre-servicio y los actuales servicios de
capacitación para maestros y maestras. Debe incluir un fuerte y efectivo
liderazgo en las escuelas, condiciones de trabajo apropiadas, recursos
curriculares y pedagógicos relevantes que permitan que docentes profesionales
comprometidos hagan bien su trabajo, e incluyan a todos los niños y niñas en la
educación de calidad.
La herramienta de desarrollo más efectiva y eficiente es el educar a las niñas.
Las niñas educadas son capaces de negociar el tener un menor número de
hijos, que serán más saludables y mejor educados. Las mujeres con educación
juegan un rol económico y político cada vez más activo a nivel local y nacional.
Reparando la Crónica falta de inversión en los Servicios Públicos
Tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, la falta de
inversión en los servicios públicos sigue siendo una importante barrera para la
emancipación y empoderamiento social y económico de las mujeres.
Las mujeres, especialmente, dependen de la disponibilidad de servicios de
calidad en salud pública, atención social, cuidados infantiles, distribución de
agua y electricidad. Cuando los Estados no proporcionan servicios adecuados
de salud pública y de atención, la carga recae pesadamente en las mujeres,
para compensar por su falta de disponibilidad. El acceso universal a servicios
públicos de calidad es clave para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En todo el mundo, el sector público es un empleador importante de mujeres. En
muchos casos, es el mayor empleador de mujeres, después de la economía
informal. Sin embargo, la segregación ocupacional, la subvaloración del trabajo
de las mujeres y la creciente naturaleza precaria de los trabajos del sector
público (mediante el uso de la terciarización, contratos de corto plazo,
subcontratación informal y el indiscriminado uso de agencias temporales de
reclutamiento), son factores que impiden el real empoderamiento económico y el
avance de las mujeres.
Recomendaciones
El modelo económico neoliberal dominante de crecimiento a través de la
asimétrica acumulación de capital necesita dar paso a un modelo social de
5
crecimiento con prosperidad compartida, a través del trabajo decente, con
igualdad de género en el centro del trabajo decente. Esto debe suceder a través
de un proceso de cambio transformador. Las mujeres deben ser agentes activas
en este proceso de cambio, tomando sus lugares en los niveles de liderazgo y
de toma de decisiones en los organismos globales y nacionales de toma de
decisiones y en los sindicatos.
El marco normativo y de políticas para la igualdad de género y el
empoderamiento de las mujeres está establecido en una serie de instrumentos;
y estos deberían ser la base de las políticas y programas dirigidos a restaurar el
crecimiento con igualdad en las economías globales y nacionales. A este
respecto, los siguientes son de suma importancia:
La Plataforma de Acción de Beijing y la Convención sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres.
El Pacto Mundial para el Empleo de la OIT adoptado por la 98a Sesión de la
Conferencia Internacional del Trabajo (junio 2009), que propone un conjunto
completo de medidas políticas que los países deberán adoptar para abordar
la crisis, con un fuerte enfoque en la creación de empleo, la protección social,
el diálogo social y los derechos fundamentales en el trabajo, de conformidad
con los cuatro objetivos estratégicos de la Agenda del Trabajo Decente.
La Resolución de la OIT con respecto a la igualdad de género como eje
del trabajo decente, adoptada por la 98a Sesión de la Conferencia
Internacional del Trabajo (junio 2009), sostiene que los Estándares Laborales
Internacionales son el medio principal para promover la igualdad de género en
el mundo del trabajo, y en ese sentido, enfatiza la importancia de la Convenio
sobre Igualdad en Remuneración, 1951 (No 100), el Convenio sobre la
Discriminación (Empleo y Ocupación), 1958 (No 111), el Convenio sobre los
Trabajadores con Responsabilidades Familiares 1981 (No 156), el Convenio
sobre Protección de la Maternidad, 2000 (No 183), el Convenio sobre el
Trabajo a Tiempo Parcial, 1994 (No 175), y el Convenio sobre el Trabajo a
Domicilio, 1996 (No 177). Adicionalmente, se deben integrar a los Convenios,
las políticas económicas y sociales que crean derechos que facilitan la
igualdad de género: el Convenio sobre la Libertad Sindical y la Protección del
Derecho de Sindicación, 1948 (No 87), y el Convenio sobre el Derecho de
Sindicación y de Negociación Colectiva, 1949 (No 98).
Los Gobiernos deben promover la Recomendación 198 de la OIT sobre la
Relación de Trabajo y adaptar el alcance de las leyes y regulaciones
relevantes para garantizar la efectiva protección para todas las personas
trabajadoras que realizan un trabajo en el contexto de una relación de trabajo,
incluyendo aquellas formas de trabajo precarias o atípicas.
6
Las brechas legislativas que dejan a las mujeres y a las niñas sin protección
legal y goce de sus pleno derechos humanos y laborales deberán ser
identificadas y eliminadas.
Los Gobiernos deben invertir significativamente en la educación pública
ahora, y hacer de ésta la piedra angular de los planes de recuperación
económica.
Los Gobiernos deben invertir significativamente en la salud pública y la
atención social, incluyendo el cuidado infantil y de personas ancianas, así
como en los sistemas de agua pública y electricidad, como herramientas para
el logro de la igualdad de género y la mitigación de los efectos de la crisis
económica global.
Es importante que los procesos de formulación e implementación de políticas
a nivel global, nacional y local sean desarrollados a través del diálogo social,
y consultas a múltiples grupos de personas interesadas, involucrando a
las representaciones sindicales y de mujeres trabajadoras, para asegurar
que los objetivos de la igualdad de género y el trabajo decente formen parte
de todas las políticas y su implementación.
TRABAJO DECENTE Y DESARROLLO
SUSTENTABLE
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
CSA- ACTRAV
Con el apoyo de Sustain Labour y ERT-BPS
FORMACION SINDICAL SOBRE EL PACTO MUNDIAL PARA EL
EMPLEO, TRABAJO DECENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE 1
Montevideo, del 1 al 3 marzo de 2010
En el marco del
Taller, se presentaron los contenidos básicos de dos
instrumentos de OIT: la Declaración sobre la Justicia Social de 2008 y el
Pacto Mundial para el Empleo (PME) de 2009, así como del proceso de
implementación del PME en los países elegidos por la OIT para América
Latina: El Salvador y Argentina. En esta misma dirección, durante el Taller se
analizó un informe sobre la participación y aportes del sindicalismo salvadoreño
en el primer proceso de consulta sobre el Pacto Nacional de El Salvador.
Complementariamente, el Taller aportó dos elementos convergentes con los
contenidos de la Declaración sobre la Justicia Social y del PME, en la
dimensión del desarrollo sostenible:
• El análisis de Sustainlabour sobre la crisis ambiental, crecimiento,
desarrollo y sustentabilidad, así como lineamientos de propuesta para un
nuevo modelo de producción y consumo sustentable.
• La evaluación de CSA sobre las Conclusiones sobre Promoción de las
Empresas Sostenibles de la OIT, de 2007.
Los participantes del Taller hicieron un trabajo en plenario y grupal que dio
lugar a las siguientes conclusiones:
Conclusiones
1. Se identificaron en la Declaración del 2008 tres elementos clave para el
trabajo sindical: La interdependencia entre los cuatro objetivos del trabajo
decente (principios y derechos de los trabajadores, empleo, protección social y
diálogo social), la centralidad de la libertad sindical y la negociación colectiva
así como la importancia del método de trabajo tripartito.
1
Desarrollo Sostenible es equivalente a Desarrollo Sustentable, lo que definimos en un sentido
amplio, un desarrollo con justicia social, con distribución de la riqueza, con preservación del ambiente,
protección de la salud, con igualdad de género, con democracia participativa, con respeto por la
diversidad entre poblaciones y generaciones y con respeto por el Trabajo Decente.
2. Además del concepto fundamental de trabajo decente, el de desarrollo
sostenible es otro concepto clave para el trabajo de la OIT y sus actores
sociales. Así mismo, es necesario integrar las cuatro dimensiones del
desarrollo: económico, político, social y medio ambiental.
3. El PME es una guía para que las políticas anticrisis sigan el camino
correcto, pero también lo son, los elementos centrales de una estrategia de
desarrollo sostenible de largo plazo que atienda a los problemas endémicos y
estructurales, por lo que deben ser consideradas siempre en ese doble sentido
y desde un enfoque de derechos, como está planteado en la Declaración de la
Justicia Social y el PME.
4. La participación sindical en relación a la implementación del PME requiere
flexibilidad, en cuanto a los contenidos a profundizar. Ello surge del propio
enfoque del Pacto, en cuanto a que presenta un portafolio de políticas, entre
las cuales se deberán seleccionar los aspectos de mayor interés, en función
de la situación nacional y en el caso sindical, de su perspectiva específica.
Asimismo, la coyuntura de cada país influye sobre esta selección.
5. En la estrategia de aplicación del Pacto desde el movimiento sindical, se
requiere considerar la importancia de:
•
•
•
•
•
•
La dimensión del desarrollo sustentable.
Cooperación y autogestión, para que no se haga referencia sólo al
modelo tradicional de gestión de la empresa privada.
Los trabajadores migrantes, haciendo referencia al derecho a no migrar.
Política fiscal de carácter progresivo.
Inversión Productiva.
Las normas internacionales del trabajo y las observaciones de los
órganos de control.
Para ello el diálogo social en condiciones de igualdad es insustituible.
6. Toda Formación Profesional debe estar orientada por los siguientes
principios:
•
Eliminar las restrictivas concepciones del “capital humano”, que reduce
al hombre y a la mujer trabajadora a la condición de mercancía
•
Considerar el trabajo como parte del proceso de liberación y producción
de la existencia humana y por lo tanto no es una mercancía.
•
Construir los programas de formación profesional con la participación
efectiva de los trabajadores, debiendo ser pública, gratuita, de calidad y
garantizada como políticas de Estado.
7. Las Conclusiones sobre empresas sostenibles no deben ser consideradas
en forma aislada de la Declaración y del Pacto. Este tema no es exclusivo a
los empleadores. ya que los trabajadores y trabajadoras somos parte
fundamental en el proceso productivo;
El Anexo I presenta un resumen de la respuesta de CSA a la encuesta sobre
empresas sostenibles de ACTEMP, de la Oficina OIT Lima.
8. Otro instrumento importante de la OIT que se vincula de forma directa con
las Conclusiones sobre Empresas Sostenibles y el PME, es la Declaración
Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y la Política Social
de la OIT, en cuanto establece los principios básicos de un comportamiento
socialmente responsable, incluso en períodos de crisis.
9. Reconocemos que la crisis ambiental es la consecuencia de un modo de
desarrollo arrasador de la naturaleza e injusto desde un punto de vista social y
económico. Esta noción nos compromete como trabajadores a asumir un rol y
una responsabilidad fundamental para mejorar las relaciones tanto dentro de
las sociedades como en los modos de apropiación de la naturaleza a través de
la tecnología y el trabajo.
La transición hacia modos de desarrollo viables y justos en el tiempo requiere
de enfoques críticos como también revisar los modos de distribución y acceso a
los bienes ambientales, de manera que no sean los trabajadores los que
asuman los costos sociales y ecológicos de la misma.
Este posicionamiento vincula ideológicamente a la crisis ambiental como una
lucha de clases, en términos de mejorar la vida de los trabajadores, sus
comunidades y los entornos de pertenencia e identidad.
La transición requiere de profundos cambios en los modos de producción y
consumo, es decir, en la forma de producir alimentos, generación de energía,
transporte, producción industrial, y servicios, lo que implica consecuencias para
el mundo del trabajo, con desafíos y oportunidades para el trabajo decente.
Los principios para la acción requieren entre otras cosas:
•
•
•
Desarrollar estrategias de articulación con otros sectores de la sociedad,
como movimientos campesinos, indígenas, ambientalistas;
Revisar y actualizar programas de formación profesional y sindical,
incluyendo la dimensión ambiental y el debate sobre alternativas de
desarrollo;
Participar de manera activa en los espacios de discusión de políticas
ambientales nacionales, regionales y mundiales, como el caso de
Cambio Climático;
Los ejes propuestos figuran en el Anexo II.
Compromisos
1. Los representantes de organizaciones sindicales nacionales señalaron su
interés por promover en sus respectivos países los procesos de consulta
recomendados por OIT en relación al PME. Ello permitirá darle contenido
mediante medidas concretas dirigidas a construir un modelo de desarrollo
nacional consensuado.
2. Los representantes
también
estimularán la respuesta, desde sus
respectivas organizaciones, a la encuesta sobre empresas sostenibles que
OIT Lima está levantando entre organizaciones de empleadores y
trabajadores..
3. ACTRAV incluirá los contenidos y posiciones resultantes de este Taller en
sus próximas actividades formativas en la elaboración de materiales didácticos.
4. La CSA, desde su Secretaría de Política Económica y Desarrollo Sostenible,
tomará en consideración las conclusiones de este Taller para su futura
programación de medio ambiente. Igualmente desarrollará actividades
formativas y de debate estratégico en relación a las Conclusiones sobre
Empresas Sostenibles, en coordinación con ACTRAV para América Latina.
Ello será vinculado al trabajo en marcha sobre el concepto de RSE, desde el
GTTN (Grupo de Trabajo sobre Empresas Transnacionales).
5. La CSA incorporará a los participantes de este Taller al Grupo electrónico
de Trabajo y Medio Ambiente.
6. La CSA también integrará en el proceso de definición e implementación de
la autoreforma sindical, el trabajo realizado en este Taller y las conclusiones
de los participantes relacionadas con la adecuación de las estructuras y
programas.
7. Sustainlabour tomará en cuenta las conclusiones de este Taller para la
realización de futuras actividades en la región.
Acciones
1. Instituir programas
comunicación.
de
formación,
investigación,
estadísticas
y
a) Programas de formación sindicales que distingan los diferentes grupos
destinatarios (dirigentes, delegados, afiliados, comunidad en general)
Identificar grupos de mayor resistencia y aquellos de mayor influencia o
capacidad movilizadora.
b) Realizar compilación sobre todo tipo de legislación vigente, programas
nacionales, regionales pertinentes en el país y de los convenios
internacionales para su posterior divulgación.
c) Analizar cuáles son las demandas de los sindicatos y a partir de allí
sugerir temas de investigación y divulgación.
d) Elaborar una guía política sobre los conceptos relacionados con el tema.
2. Fortalecer y ampliar la red trabajo y medio ambiente creando foros para
promover debates y construir equipos de trabajo.
3. Compartir experiencias con otros sindicatos (caso de Uruguay en caso de
Seguridad Social).
4. Procurar formas de instalar y dar seguimiento a los temas sobre desarrollo
sustentable y trabajo decente en los sindicatos.
a) Crear un espacio para canalizar las preguntas referentes al medio
ambiente.
b) Tener en el sindicato una persona que sea referente del tema ambiental.
c) Incluir cláusulas medioambientales en la negociación colectiva.
d) Promover el diálogo con sectores del gobierno referidos a desarrollo.
e) Buscar temas sobre los que los sindicatos puedan influir en los
gobiernos.
5. Establecer medidas para garantizar los derechos de los trabajadores
migrantes especialmente en cuestiones de seguridad social, incluyendo el
Derecho de no migrar
6. Presionar desde los sindicatos para que los gobiernos de sus respectivos
países ratifiquen el C102 y aquellos otros prioritarios para el trabajo decente y
desarrollo sostenible.
7 – Capacitar al movimiento sindical para participar en la articulación política en
la implementación del PME y los Marcos de Asistencia de Naciones Unidas
para el Desarrollo (MANUD)
ANEXO I
CSA: Selección de contenidos de la respuesta al cuestionario de OIT Lima
sobre Empresas Sostenibles.
1. El Grupo de Trabajadores aprobó las Conclusiones, en el marco de la
Comisión especializada, por lo que la CSA acompaña esta decisión. Eso no
quiere decir que el sindicalismo esté de acuerdo con todos los contenidos del
documento, que es resultado de un proceso de negociación entre las partes. Al
respecto, CSA ha destacado, mediante la elaboración de una Guía de
contenidos de las Conclusiones, el enfoque dado por el Grupo de Trabajadores
en la Comisión, tal como surge de la lectura de las actas.
Lo anterior es clave
al momento de interpretar el contenido de las
Conclusiones sobre Empresas Sostenibles, el cual, naturalmente, es resultado
de una negociación entre las partes sociales, en este caso con la particularidad
adicional de que el objeto es directamente una de aquellas partes.
2. El concepto de empresa sostenible es muy poco conocido en el sindicalismo
y en el conjunto de las sociedades de la región americana, no habiendo
existido, desde la aprobación de las Conclusiones del 2007, un proceso de
difusión.
Por el contrario, el concepto de desarrollo sostenible es bastante más
conocido, tanto en el sindicalismo como en otras instituciones y en la región en
su conjunto, a partir de los consensos de Naciones Unidas en la Cumbre de
Johannesburgo, del 2002.
Al momento de crear su estructura ejecutiva, la CSA ha denominado a una de
sus Secretarías de Política Económica y Desarrollo Sostenible.
Asimismo, la Plataforma Laboral de las Américas, aprobada por el sindicalismo
regional en 2005, ya utilizada como sub lema “Trabajo digno para el desarrollo
sostenible”.
3. Sin embargo, frecuentemente, en la región el concepto de desarrollo
sostenible es utilizado como sinónimo de condiciones medioambientales
adecuadas, es decir, se concentra en uno de sus tres pilares, sin mencionar, o
dándole menor jerarquía, a los ejes de la económico y lo social. En particular,
la dimensión económica queda en un segundo plano, con lo que se pierde la
posibilidad de destacar los componentes de un modelo de desarrollo
económico que incluya condiciones adecuadas en materia de producción y
consumo y de distribución interna de la riqueza (tipo de bienes producidos,
sectores de la población que los consumen, estructura fiscal, papel del Estado,
reparto entre la producción para mercado interno y externo, y entre distintos
tipos de empresa).
4. El concepto de RSE es mucho mas conocido en la región americana. CSA
tiene entre sus funciones (a través de la Secretaria antes mencionada) el
esclarecimiento sobre la perspectiva del sindicalismo (con base en un
consenso alcanzado a nivel mundial en la CSI), que diverge considerablemente
con enfoques empresariales (e incluso gubernamentales) que el sindicalismo
no considera satisfactorios. Esta situación tiene una fuerte relación con el
hecho de que en las Americas el concepto de RSE sigue la tradición
norteamericana, que no incorpora elementos presentes en el enfoque europeo,
consensuado en la Unión Europea, que se aproxima bastante mas a la
perspectiva sindical.
5. El enfoque sindical sobre desarrollo sostenible no se concentra solo en las
variables sociolaborales, sino que demanda que también las de carácter
directamente productivo sean sostenibles, desde la perspectiva económica y
medioambiental.
Nuestros países tienen regímenes económicos de capitalismo mixto, donde la
empresa privada (incluyendo las empresas de la economía social) es un
componente central. Por eso, el sindicalismo americano reconoce su papel en
este orden.
Ahora bien: esto no quiere decir que las empresas privadas siempre tengan
comportamientos sostenibles.
El enfoque sindical sobre el tema parte del concepto de “empresa como
comunidad de trabajo”, y tiene diferencias conceptuales con el enfoque sobre
“recursos humanos”.
ANEXO II
PROPUESTA DE SUSTAIN LABOUR PARA UN CAMBIO DE MODELOS DE PRODUCCION
Y CON SUMO
Modelo agrario
Recuperar la discusión sobre reforma agraria;
Desarrollar políticas que promuevan la soberanía alimentaria;
Diversificar y desconcentrar el sector;
Promover la integración de cadenas alimentarias;
Invertir en investigación y desarrollo de tecnologías apropiadas;
Cooperación sur-sur / sur-norte;
Apoyo y protección a pequeños agricultores y campesinos;
Promover la agroecologia, agricultura familiar y de pequeña escala;
Diseñar estrategias de adaptación al cambio climático.
Modelo industrial
Formación y actualización de los trabajadores;
Desarrollo e implementación de tecnologías limpias, más eficientes en el uso
de energía y recursos naturales;
Promover procesos integrados de producción;
Promover una matriz industrial que privilegie las necesidades locales por
encima del mercado internacional;
Desarrollar una nueva política industrial y de comercio exterior;
Reducir la generación de residuos y contaminación industrial;
Mecanismos de protección de la producción nacional y complementariedad
con cadenas productivas a nivel de la región.
Modelo energético
Democratizar el acceso y el control;
 Diversificar matriz energética (incorporación de fuentes más limpias);
 Desarrollar programas públicos de investigación y desarrollo en ER;
 Proveer mecanismos financieros de incentivo para consumo de ER;
Integrar la producción de energías renovables a la oferta energética de la
Red.
 Promover programas de eficiencia energética.
 Promover programas de formación y cualificación profesional para los
trabajadores del sector.
Modelo de transporte
Inversiones en infraestructura para la recuperación y ampliación de la Red
ferroviaria.
Políticas e inversiones que favorezcan el transporte público por encima del
individual.
Mecanismos de desincentivo del transporte de cargas por carretera.
Promover la transformación de la industria automotriz hacia la fabricación de
otro tipo de vehículos.
Promover políticas de desarrollo local que partan de la posibilidad de atender
parte de las necesidades locales con producción local.
EMPRESAS MULTINACIONALES Y ACCION
SINDICAL
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
SEMINARIO REGIONAL
FES-ACTRAV-TUAC-CSA
Empresas Multinacionales y
Acción Sindical en las Américas:
La Declaración sobre EMNs de la OIT y las Directrices de la OCDE
Buenos Aires, 7-8 abril de 2010
CONCLUSIONES
I. Descripción general
OIT y OCDE
1. Desde los años setenta, el sindicalismo internacional ha contado con dos instrumentos
intergubernamentales para la acción ante las empresas multinacionales: las Directrices
de la OCDE para Empresas Multinacionales (1976) (en adelante Directrices de la
OCDE) y la Declaración Tripartita de la OIT sobre Empresas Multinacionales y la
Política Social (1977) (en adelante Declaración sobre EMNs).
2. La Declaración sobre EMNs fue revisada en el 2000 y en el 2006, para reflejar y
establecer un vínculo con la Declaración de 1998 sobre las Principios y Derechos
Fundamentales en el Lugar de Trabajo y la Agenda Global del Empleo. Dicha
revisiones incluyeron la mención de nuevos convenios y recomendaciones vinculados
con su temática, actualmente 69 en total. .
Desde los primeros años de la pasada década, OIT comenzó a relacionar la
Declaración sobre EMNs con el concepto y la práctica de responsabilidad social
corporativa (RSC) o empresaria (RSE), desarrollada especialmente por los
empleadores. Por esta vía, OIT establece reglas básicas sobre responsabilidad “interna”
de la empresa, en relación a los propios trabajadores.
Asimismo, desde 2007 OIT ha suspendido el relevamiento de la encuesta cuatrienal
sobre la Declaración de EMN, en favor de estudios sectoriales y por países, y más
adelante creó el Helpdesk (Mesa de Ayuda) de OIT sobre EMNs. El Grupo de
Trabajadores, a través del Consejo de Administración de la OIT quiere impulsar una
importante revisión del instrumento de seguimiento de la Declaración de EMNs, por
considerar que la aplicación de este instrumento es clave en una economía globalizada
En 2007-2009, la OIT también ha incorporado la Declaración sobre EMNs en otros
instrumentos: las “Conclusiones sobre la Promoción de las Empresas Sostenibles”
(2007) (en el marco de la Introducción del Director General a la Conferencia de ese
año: “El trabajo decente para un desarrollo sostenible”), la “Declaración sobre la
Justicia Social para una Globalización Equitativa”(2008), y la Resolución “Para
recuperarse de la crisis: un Pacto Mundial para el Empleo” (2009)
Posteriormente, el Simposio de OIT “Celebración del 60 aniversario del Convenio 98
El derecho de sindicación y de negociación colectiva en el siglo XXI” (Ginebra,
octubre 2009) ha planteado también la potencialidad de la Declaración sobre EMNs
como referencia para la negociación colectiva transnacional. Casi inmediatamente, la
Reunión Tripartita de Alto Nivel sobre Negociación Colectiva realizada en el marco del
306º Consejo de Administración (Ginebra, noviembre 2009) retomó este enfoque en su
nota de introducción (“Negociación colectiva: la negociación por la Justicia Social”).
En 2010, ACTRAV ha elaborado la Guía “La Declaración de la OIT sobre EMN: en
qué beneficia a los trabajadores?”.
El Anexo I presenta un resumen sobre los dos documentos del 2009 recién
mencionados, en lo que respecta a este tema, así como de la Guía, en cuanto a sus
énfasis respecto de la RSE.
3. Las Directrices de la OCDE reconocen la competencia de OIT en la temática sobre
empleo y relaciones laborales y, en ese marco, declaran que su contenido refleja las
disposiciones de las dos Declaraciones de la OIT, considerando que la de 1977 puede
ser útil para una comprensión satisfactoria de las Directrices, en tanto es más exhaustiva
(en el texto complementario “Comentarios”)..
Las Directrices de la OCDE han tenido una sustancial revisión en el 2000, la cual
incorporó nuevos temas y estimuló el funcionamiento de sus mecanismos operativos
(los Puntos Nacionales de Contacto, PNC). Desde 2009 se está preparando una
actualización, para aumentar la relevancia de las Directrices y aclarar las
responsabilidades del sector privado, a aprobarse en 2011. En el Anexo II se presenta
un resumen de las principales propuestas de TUAC.
En esta década también se creó OcdeWatch (2003), como lugar de encuentro de ongs
que activan en relación a las Directrices, entre las cuales veinte son americanas. En una
perspectiva histórica, la revisión del 2000 permitió que, de unos pocos casos
presentados en los primeros veinticinco años de vigencia, se alcanzaran los más de 200
casos actuales (de los cuales 113 tienen participación sindical). De acuerdo al TUAC, el
60% de estas denuncias, cuando el trámite ya está completado, ha tenido resultados
positivos. El estudio realizado por FES sobre el universo de casos latinoamericanos
(“Las Directrices de la OCDE para EMN en América Latina: experiencias, aprendizajes
y propuestas desde la perspectiva sindical”, 2009) concluye en que este porcentaje para
la región latinoamericana es de casi 70%.
4. La OIT considera también positivos, en tanto “diálogo social a escala internacional”,
los Acuerdos Marco Globales/Internacionales (en adelante AMG-AMI; la doble
terminología se refiere al grado de cobertura geográfica alcanzada), firmados por las
Federaciones Sindicales Internacionales (FSI), con multinacionales de sus respectivos
sectores representados. Estos acuerdos se vinculan al trabajo de OIT al incorporar en
su texto la mención a las normas internacionales, en particular las Normas
Fundamentales y otros Convenios y Recomendaciones contenidos en la Declaración
sobre EMNs. Frecuentemente han sido resultado de la creación previa de redes o
comités sindicales de las propias FSI. Desde el 2000 se han firmado más de 70 AMGAMI, involucrando a casi 5 millones de trabajadores.
5. En junio 2008, OIT y OCDE organizaron una conferencia de alto nivel sobre RSC
“Empleo y relaciones industriales: promoviendo la conducta empresarial responsable en
una economía globalizada”, dirigida a explorar las potenciales sinergias entre ambos
instrumentos.
6. Dos elementos de actualidad vinculados a esta temática, desde OIT y OCDE son:
- En la OIT: la propuesta, en estudio por el Consejo de Administración, de que
en próximas ediciones de la Conferencia se traten los temas de cadenas de
suministro mundiales y de información y consulta con los trabajadores. Por su
parte, como ya fue señalado más arriba, el Grupo de Trabajadores también ha
propuesto la revisión del mecanismo de seguimiento de la Declaración de
EMNs.
- En la OCDE: el anuncio, en marzo 2010, de que se iniciará la elaboración de un
modelo de cláusulas referidas a la inversión, para estimular su incorporación a
tratados comerciales y de inversión.
7. Otras iniciativas que tienen que mencionarse en el marco de Naciones Unidas son: el
Pacto Global (2000), que introduce algunas referencias generales sobre el tema laboral,
medioambiental y anti-corrupción, de adhesión voluntaria por parte de las empresas
multinacionales; y otra que pretende crear una norma de mayor alcance sobre temas de
Derechos Humanos y las Empresas Transnacionales y otras Empresas Comerciales (su
nombre es “Proteger, Respetar y Remediar”), impulsada desde el área de Derechos
Humanos de Naciones Unidas, a través del Representante Especial del Secretario
General.
CSI/CSA, TUAC y FSI
8. Desde una perspectiva histórica, la Declaración sobre EMNs, y las Directrices de la
OCDE han sido avaladas por el sindicalismo internacional
(CIOSL, CMT).
Posteriormente, éste ha incorporado a su estrategia los Comités de Empresa Europeos
(CEE) y los AMG-AMI, en el segundo caso luego de que el Grupo de Trabajo con las
FSI aprobara (1997) un “Código Básico de Prácticas Laborales” (1997).
La CSI (desde su creación en 2006), ha dado continuidad a este enfoque, incorporando
un mayor énfasis en los aspectos regulatorios de la RSE. En su II Congreso (Vancouver,
junio 2010), la CSI aprobará una nueva resolución que continúa y desarrolla este
antecedente (“Sindicatos Mundiales. Empresas Mundiales”).
9. En las Américas, la CSA adoptó en su I Congreso (Panamá, marzo 2008) un Plan de
Acción que contiene un subeje de trabajo denominado Multinacionales, RSE e
Inversión Regulada, y lo colocó bajo la responsabilidad de la Secretaría de Política
Económica y Desarrollo Sostenible. La perspectiva utilizada es similar que la de la
CSI, TUAC y FSI, aunque incluye además un destaque sobre la importancia de trabajar
en relación con las “multilatinas”, cuyo comportamiento no es diferente del resto de
empresas multinacionales. Al respecto, CSA ha actuado de forma directa en relación a
algunos episodios en Brasil.
10.
El Plan se desarrolla mediante el Grupo de Trabajo sobre Empresas
Transnacionales (GTTN), con la participación de las regionales de las FSI, centrales
nacionales y estructuras técnicas de apoyo al sindicalismo, con el apoyo del Programa
Sindical Regional de la FES, el cual ha realizado cuatro talleres estratégicos sobre estos
temas, con eje en los AMG-AMI, el concepto de RSE, el proyecto de norma ISO
26000, y los CEE. En relación a la RSE, el Grupo ha acompañado el enfoque sobre
“responsabilidad legal” de los AMG-AMI, que se está desarrollando desde hace algunos
años desde el sindicalismo europeo y latinoamericano (su principal documento es la
Declaración de Sevilla, 2005).
11. CSA también acompañó el seminario regional de TUAC-FES sobre las Directrices
OCDE (Buenos Aires, noviembre 2008), cuya “Declaración de Buenos Aires”
recomienda a los gobiernos una serie de mejoras operativas, siguiendo pautas
elaboradas por TUAC. En esa reunión se encontraron representantes sindicales de los
cuatro países con PNC (Argentina, Brasil, Chile y México, en los tres primeros casos
con referencia a su papel de observadores, y en el último en su carácter de miembro
pleno). También se invitó al sindicalismo peruano, que estaba en las vísperas de ser
elegido como observador. Posteriormente, Chile ha ingresado como miembro pleno a la
OCDE.
12. CSA ha elaborado una Guía para el análisis de las Conclusiones de OIT sobre
Empresas Sostenibles, y efectuado un intercambio con OIT-ACTRAV regional, de la
que se derivaron conclusiones estratégicas (Seminario ACTRAV-CSA “Formación
Sindical sobre el Pacto Mundial para el Empleo, Trabajo Decente y Desarrollo
Sostenible”, Montevideo, 1-3 marzo 2010). CSA y varias de sus organizaciones
afiliadas han respondido una encuesta de ACTEMP desde la oficina regional.
II. PROPUESTAS
En general:
1. Adoptar el siguiente enunciado estratégico: los contenidos normativos de las
Directrices OCDE y de la Declaración de OIT sobre EMN se integran al elenco de
derechos fundamentales en el trabajo internacionalmente reconocidos, y por ello
constituyen la base mínima de garantías de los trabajadores en toda futura negociación,
siendo aplicables a las relaciones de trabajo.
2. Fortalecer la negociación colectiva internacional utilizando herramientas como los
AMG-AMI, la experiencia de los CEE (Taller GTTN “Los CEE y el sindicalismo
latinoamericano”, Montevideo, 5-6 noviembre 2009), promoviendo la interacción entre
la negociación en el plano mundial y la negociación nacional/sectorial, así como
acciones de solidaridad internacional.
3. Dar seguimiento a los elementos incorporados por la nueva resolución de la CSI,
incluyendo el cambio terminológico (en relación a “empresas multinacionales” y
“empresas transnacionales”), así como a la posición final que se adopte respecto de la
Norma ISO 26000, una vez que esta sea aprobada.
4. Desarrollar los temas e instrumentos analizados por el Seminario en relación al
capítulo de la PLA (Plataforma Laboral para las Américas) sobre “Multinacionales y
Grandes Empresas”.
5. Vincular la temática del seminario con la línea de trabajo sobre inversión regulada,
incluyendo los capítulos sobre inversión de los TLC y ADA, los TPPI (Tratados de
Promoción y Protección de Inversiones), y la política sobre inversión de la OCDE.
6. Convertir al mapeo actualmente en elaboración sobre multinacionales y multilatinas
en la región latinoamericano-caribeña, en una base de datos común para el trabajo en
relación a este tema con FSI y Coordinadoras subregionales.
7. Derivar de los temas tratados en este seminario formulaciones que puedan colaborar
con el programa sobre Autoreforma Sindical en aspectos organizativos. Ello se vincula
con el sub eje “Relación con las FSI”, en cuanto a su papel a nivel nacional, y con la
creación de áreas funcionales especificas (con el antecedente de la CUT Colombia).
8. Incorporar al desarrollo de los temas tratados en este seminario, la variable
productividad, siguiendo el concepto de productividad sistémica, teniendo como marco
el trabajo decente y, como punto de partida fundamental para la estrategia sindical a
favor de mejores salarios y condiciones de trabajo, en general una redistribución
progresiva del ingreso.
En relación a la Declaración sobre EMNs de la OIT (ver Anexo I):
1. Difundir y utilizar la Guía de OIT-ACTRAV sobre la Declaración en las
actividades estratégicas y formativas, promover la utilización del Helpdesk de la OIT
sobre EMNs, particularmente las secciones referidas a normas y análisis sectoriales.
2. Acompañar a OIT-ACTRAV en el desarrollo de las conclusiones del Simposio sobre
Negociación Colectiva de 2009.
3. Continuar los intercambios sindicales con ACTRAV en relación a las actividades
de OIT referidas a RSE y Empresas Sostenibles.
4.. Promover el fortalecimiento de la Declaración de EMNs como parte de un marco
internacional de aplicación de los principios normativos de la OIT por parte de las
EMNs / Multilatinas y sus cadenas de suministro. Dar seguimiento a las
recomendaciones del Grupo de Trabajadores en relación a eventuales desarrollos que
realice OIT sobre los temas de información y consulta a los trabajadores
En relación a las Directrices de la OCDE
(Ver Anexo II):
1. Proponer al TUAC que las organizaciones sindicales de los países observadores de la
OCDE (Argentina, Brasil, Perú) sean incorporados con ese estatus, en relación al
seguimiento y aplicación de las Directrices.
2. Realizar una acción conjunta con las organizaciones sindicales chilenas para
convalidar su ingreso como miembros plenos del TUAC.
3. Acompañar al TUAC en su trabajo por la incorporación de sus prioridades a la
revisión de la Directrices de la OCDE, apoyando las propuestas formuladas en este
seminario (ver Anexo III), en el contexto de la “Declaración de Buenos Aires” del
2008.
4. Acompañar política y técnicamente a organizaciones afiliadas y fraternales que
decidan presentar nuevos casos ante PNC nacionales. Esta demanda fue expresada en
el seminario por representantes de la CUT Perú y CNUS República Dominicana.
5. Promover una mayor articulación de las organizaciones sindicales en aquellos casos
que sean presentados en los PNC de Las Amèricas (Canadá, EEUU, México, Perú,
Chile, Argentina y Brasil) que involucren a EMNS establecidas en la región. Dar
seguimiento a la presentación de los casos en la OCDE en articulación con el TUAC,
6. Desarrollar la relación de intercambio con OCDE Watch, siguiendo lo mencionado
en el Plan de Acción y antecedentes como el comentado durante el seminario (taller
OCDE Watch-INCASUR-CTA-CGT sobre el caso argentino, Buenos Aires, 10 abril
2010).
En relación a los AMG-AMI y Redes sindicales:
1. Continuar los intercambios en el marco del GTTN, en cuanto a la “responsabilidad
legal” de los acuerdos y su utilización en relación a la cadena de suministros (tema del
próximo taller, Montevideo, mayo 2010).
2. Acompañar a las FSI en la promoción de redes sindicales, para lo cual resulta de
utilidad la “Guía para a construcao de Redes Sindicais em Empresas Multinacionais”
(CUT Brasil, 2009), que fue presentada al seminario.
Asimismo, estudiar la
posibilidad de realizar una reunión del GTTN especializada en evaluar las experiencias
de las Redes existentes, especialmente en multilatinas.
3. Acompañar a las FSI en la firma de nuevos AMG-AMI, especialmente con
multilatinas, en la perspectiva de una “segunda generación” (propuesta UNI Américas),
así como su utilización como instrumento de sindicalización y negociación colectiva,
incluyendo la visualización de los convenios colectivos de filiales de una misma
multinacional (propuesta FITIM).
5. Solicitar a la ISP un esquema estratégico que vincule los temas de este seminario con
el enfoque de sus afiliadas a favor de los servicios públicos de calidad.
IV. Pasos futuros
1. Se abre la instancia de acompañamiento a este documento entre otras organizaciones
sindicales afiliadas y fraternales de CSA, así como de las FSI no presentes.
2. Promover entre los participantes del seminario que actúan en el marco de
coordinadoras sindicales subregionales (CCSCS, CCSA, CSACC), otros órganos
subregionales (CCLA, FCES, SICA-CC, CARIFORUM) y en el COSATE en el plano
continental, que informen sobre los resultados de este seminario y procuren introducir la
temática en sus respectivos planes de acción.
3. Se incorporará a los participantes de este seminario a la red del GTTN, con el apoyo
del sistema de comunicaciones de Solicomm de ACTRAV.
CGT y CTA Argentina; CUT, Forca Sindical, y UGT Brasil, CLC Canadá, CUT
Colombia, CUT y CAT Chile; AFL-CIO EEUU, CTM y UNT México, CGTP y
CUT Perú, CNUS Rep. Dominicana, FITIM, ICEM, ISP, ITF, UNI Américas.
……………………………………………………………………..
ANEXOS
I. SELECCIÒN DE CONTENIDOS DE DOCUMENTOS RECIENTES DE OIT
I. SYMPOSIO “Celebración del 60 aniversario del Convenio núm. 98:
El derecho de sindicación y de negociación colectiva en el siglo 21” – Ginebra, 12-15 octubre de
2009
Relaciones de trabajo internacionales
a. La globalización requiere la internacionalización de la negociación colectiva y de las relaciones de
trabajo. Los Acuerdos Marco Internacionales y los Acuerdos Marco Globales forman parte de la
estrategia para ampliar el espacio para organizarse y negociar colectivamente en el nivel nacional;
b. Para lograr este objetivo los sindicatos necesitan fortalecer la solidaridad internacional, incluyendo las
acciones directas de solidaridad;
c. Los códigos de conducta han fallado en la promoción del derecho de sindicación y la negociación
colectiva;
d. Los modelos de negociación colectiva internacional sólo pueden ser eficaces si se establece una
interacción entre la negociación en el plano mundial y la negociación nacional/sectorial.
Acción sindical
a. Los sindicatos, en colaboración estrecha con las estructuras nacionales y sectoriales, deben entablar un
diálogo en el nivel nacional e internacional con las empresas multinacionales que lideran las cadenas de
suministro mundial. Deberían utilizar herramientas como los acuerdos marco internacionales, programas
específicos y acciones de solidaridad internacional;
b. Para abordar el desafío de la globalización y promover la libertad sindical y la negociación colectiva,
las acciones deberían extenderse a otros ámbitos como el comercio, la inversión internacional y las
contrataciones internacionales;
Acción de la OIT
Para promover la negociación colectiva la OIT debe ser un centro de excelencia en este tema y prestar
asistencia a los mandantes para abordar los desafíos que presenta la política señalada más arriba. La
Oficina debería emprender un amplio esfuerzo, en especial, para implementar las siguientes
acciones: ….Aumentar los esfuerzos destinados al compromiso con las empresas multinacionales, con
el objeto de respetar plenamente los derechos laborales y la negociación colectiva en todas las cadenas de
suministro mundial. A este respecto, la Declaración de la OIT sobre las empresas multinacionales
proporciona una orientación importante. Asimismo, pueden crearse sinergias con las Directrices de la
OCDE y los puntos de contacto nacionales. También debería considerarse un nuevo mecanismo de
seguimiento para la Declaración sobre las empresas multinacionales;
II. Negociación colectiva: la negociación por la justicia social. Nota de introducción a la Reunión
Tripartita de alto nivel sobre la negociación colectiva (Ginebra, 19-20 noviembre 2009)
Europa y Asia Central. Con la ampliación de la UE, la dimensión transnacional de la negociación
colectiva está adquiriendo una importancia creciente. Se han producido dos cambios importantes al
respecto. El primero es la creciente comparación transfronteriza de los costos de mano de obra, la
flexibilidad y los resultados de las EMN y el intercambio de información y la coordinación de los
programas de negociación por los sindicatos. El segundo hace referencia a las negociaciones
transnacionales entre las federaciones europeas de industria, algunas veces iniciadas por un comité de
empresa europeo (CEE) y una EMN, que se traducen en un acuerdo marco europeo (AME). Estos
acuerdos no abordan los salarios y el tiempo de trabajo, considerados cuestiones fundamentales de la
negociación colectiva, sino que más bien tratan temas como la RSE, la elaboración de principios clave
que sostienen las políticas de empleo de las empresas, la reestructuración de las empresas, y aspectos
particulares de la política de empresa como la seguridad y la salud.
Cambios mundiales. Cada vez se han concluido más acuerdos marco internacionales (AMI) entre las
EMN y las federaciones sindicales mundiales (posiblemente firmados conjuntamente por un CEE. A
diferencia de los AME, son de alcance mundial. No son convenios colectivos, sino que establecen
marcos de principios, con frecuencia con el compromiso de promover los principios y derechos
fundamentales en el trabajo, incluido el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva.
En el sector marítimo, la ITF y el IMEC (Comité Marítimo Internacional de Empleadores) alcanzaron un
singular acuerdo en un foro de negociación internacional, que tiene muchas de las características de un
convenio colectivo, incluidos los incrementos salariales, las horas de trabajo, el derecho de licencia, las
prestaciones por maternidad y el tratamiento médico.
III. OIT/ACTRAV: La Declaración de la OIT sobre las empresas multinacionales: ¿En qué
beneficia a los trabajadores?, 2010
Introducción. Éste es el momento de reafirmar el importante papel que pueden tener las normas
internacionales del trabajo en la promoción del desarrollo económico socialmente responsable. Para ello,
un factor clave es el reconocimiento de los gobiernos y los empleadores de que las empresas deben actuar
de un modo responsable en relación con las prácticas laborales.
Muchas empresas, en particular las EMN, están respondiendo a las demandas de los accionistas y los
consumidores y adoptando acciones y conductas que demuestran responsabilidad social. Debemos
asegurar que este compromiso se extienda a la dimensión del trabajo, y para eso, será preciso exigir que,
como mínimo, estas empresas actúen de acuerdo con las normas internacionales del trabajo.
La OIT cuenta con un marco ya definido para guiar las acciones de las empresas que desean cumplir los
principios consagrados en las normas internacionales del trabajo, con relación a sus obligaciones ante la
ley: la Declaración sobre EMN, que es un documento práctico y abarcativo que posee la autoridad con la
que la OIT la aprobó. Es decir, los gobiernos, los trabajadores y los empleadores han acordado que se
trata de una guía de buenas prácticas que orienta las conductas y las acciones de las empresas.
La Declaración respalda nuestros argumentos de que las empresas deberían respetar el derecho de los
trabajadores a la libertad sindical y el derecho a organizarse y negociar colectivamente sus condiciones de
empleo. Si bien en la actualidad existe un mayor conocimiento sobre las normas fundamentales del
trabajo, queda mucho por hacer en relación con la responsabilidad de las empresas de establecer buenas
relaciones laborales. La necesidad de renovar los esfuerzos para reforzar el trabajo y las acciones
vinculados con el derecho de sindicalización y de negociación colectiva se identificó, por ejemplo, en el
Simposio de ACTRAV organizado en conmemoración del 60mo Aniversario del Convenio 98 de la OIT
en octubre de 2009. La Declaración será un instrumento importante en nuestros esfuerzos en este sentido.
La Declaración también contiene cláusulas sobre consultas, procedimientos de reclamaciones y solución
de conflictos, siempre reconociendo el derecho de los trabajadores a ser representados.
La Declaración constituye un acuerdo internacional sobre la manera en que deberían actuar las empresas.
Es una herramienta valiosa que pueden utilizar los sindicatos con el fin de organizar a los trabajadores
para mantener y mejorar su situación.
Qué es la Declaración sobre EMN? …. Uno de los problemas que surge con los actuales argumentos de
la RSE es que la empresa busca utilizar las iniciativas y códigos de RSE para redefinir qué constituye una
conducta responsable. Debería desalentarse la tendencia de las empresas a definir, en forma unilateral, sus
respectivas responsabilidades. La Declaración tiene un importante papel en este sentido, como texto
acordado en un ámbito tripartito.
Todo lo anterior la transforma en un poderoso instrumento que pueden utilizar los sindicatos. Tiene
autoridad moral y proporciona una lista de verificación abarcativa de las normas que las empresas
deberían sostener en todas las etapas de su operación.
Por qué se aprobó la Declaración? La Declaración sobre EMN fue negociada por representantes de los
gobiernos, de los empleadores y de los trabajadores en un momento en el que las organizaciones
internacionales comenzaban a reconocer que el equilibrio de poder entre las empresas transnacionales y
los gobiernos podía inclinarse para el lado de las entidades privadas. Eso fue, en particular, lo que ocurrió
con los países en desarrollo que intentaban atraer Inversión Extranjera Directa.
La adopción de la Declaración sobre EMN coincidió con la aprobación de las Directrices de la OCDE
para Empresas Multinacionales, que es otro marco internacional que reconoce y hace referencia a las
normas de la OIT.
Tanto las Directrices de la OCDE como la Declaración de la OIT sobre EMN se crearon como respuesta
al trabajo iniciado para la elaboración de un Código de Conducta para EMN de las Naciones Unidas.
Por consiguiente, la Declaración sobre EMN surgió a partir del reconocimiento de que, dado su tamaño
cada vez mayor y su influencia, las acciones de las empresas multinacionales podrían tener un impacto
negativo en el desarrollo político, económico y social de las comunidades y, de hecho, de países enteros.
Incluso en esta etapa temprana se reconoció que si bien la globalización presentaba considerables
beneficios potenciales, también contenía una serie de riesgos. Las acciones y conductas de las empresas
multinacionales pueden contribuir a dichos beneficios y riesgos.
Porqué utilizarla ahora? …. La utilidad de la Declaración reside en que va más allá del respeto por los
derechos humanos fundamentales para abarcar una gama más amplia de responsabilidades. La
Declaración puede utilizarse para contrarrestar a aquellos que buscan limitar el alcance de la
responsabilidad empresarial en relación con las prácticas laborales a los derechos humanos fundamentales.
Se trata de un instrumento que promueve el concepto de buenas relaciones laborales como un todo.
La crisis económica y financiera mundial ha exacerbado el impacto negativo de la globalización. Si no
hay ningún tipo de control, las instituciones que operan en el mercado mundial ignorarán las
consecuencias negativas económicas y sociales de sus acciones.
El accionar de las empresas multinacionales nunca estuvo bajo una mirada tan rigurosa como ahora, dado
que la comunidad exige una conducta empresarial más responsable desde el punto de vista social. Las
prácticas laborales de facto son, por lo general, el impacto social más grande de las actividades de las
empresas tanto respecto de sus trabajadores como del desarrollo de la sociedad.
En el proceso de reconstrucción posterior a la crisis económica y financiera mundial, es necesario
recordarles a todos, pero en particular a los gobiernos, que si la intención es lograr un crecimiento
sostenible de cara al futuro, deben mantenerse las normas sociales y laborales.
La Declaración establece la relación entre las actividades de las EMN y el desarrollo.
Cómo funciona? La Declaración es un instrumento que refleja el consenso internacional sobre aquello
que constituye una buena práctica para todas las empresas y la conducta de los gobiernos en relación con
la actividad empresarial. Aunque la Declaración es un instrumento “no vinculante” para los estados o las
EMN, su aplicación es de carácter universal. Esto significa que no es necesario que una empresa “firme”
o bien “adhiera” a la Declaración antes de que se examine su conducta.
Cómo se articula la Declaración con otras iniciativas internacionales?
La Declaración es el documento de mayor relevancia entre aquellos que tienen por objeto regular la
conducta empresarial (tales como las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales, el Informe
de Naciones Unidas sobre Empresa y Derechos Humanos, y el Pacto Mundial de Naciones Unidas), en
vista de su aprobación formal por parte del organismo de Naciones Unidas y de su condición de texto más
completo en el ámbito de los principios del trabajo.
La Declaración es el único instrumento que representa un consenso entre los gobiernos y las
organizaciones de empleadores y de trabajadores en lo tocante a la dimensión del trabajo de la RSE.
Proporciona una serie autorizada de expectativas de comportamiento de aplicación universal.
La ONU, la OCDE, la Organización Internacional de Normalización (ISO) y otras organizaciones de
carácter regional e internacional reconocen a la OIT como el organismo competente para establecer y
hacer un seguimiento de las normas del trabajo. Como instrumento de la OIT, la Declaración tiene, por
consiguiente, una fuerte autoridad.
Si bien la Declaración es el documento de la OIT que aborda el tema de la conducta de las empresas,
existen otros textos de aprobación reciente que contienen sugerencias útiles para los sindicatos: la
Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa (2008), el Pacto Mundial
para el Empleo (2009) y las Conclusiones de la CIT sobre la promoción de empresas sostenibles (2007).
La Declaración solo se aplica a las acciones de las EMN? Las políticas y los principios establecidos
por la Declaración sobre EMN se aplican por igual a las EMN y las empresas nacionales, dado que
reflejan las buenas prácticas para todas ellas.
Cómo pueden utilizar la Declaración los trabajadores? Las acciones que llevan a cabo los sindicatos
para impulsar los principios contenidos en la Declaración pueden desarrollarse a nivel mundial, nacional,
local o de empresa.
Los sindicatos pueden decir que, si bien los derechos humanos no necesitan ser justificados con
argumentos empresariales, existen fuertes sinergias entre el desarrollo económico y social una vez que las
empresas alinean sus operaciones con los principios de la Declaración.
Las acciones de las empresas nunca han estado tanto en la mira de los gobiernos, los inversores, los
compradores y la comunidad. Las compañías responden manifestando su compromiso con la RSE. Estas
empresas pueden demostrar su compromiso con la responsabilidad social y la consecución de prácticas de
trabajo decente mediante la implementación de los principios establecidos en la Declaración.
Los sindicatos pueden utilizar la Declaración para hacer que las empresas asuman su responsabilidad por
los efectos de sus acciones.
De la misma manera, las organizaciones sindicales pueden utilizar la Declaración para recordarles a los
gobiernos el marco para el desarrollo económico socialmente responsable.
Lista de verificación para la acción sindical. La Declaración ofrece una plataforma integral para el
análisis de la conducta de las empresas. Las acciones pueden llevarse a cabo a nivel mundial, nacional y
local…. Dicha herramienta puede utilizarse para evaluar el estado de situación actual dentro de un país o
respecto de una empresa en particular…Los sindicatos pueden promover el uso de esta herramienta por
parte de las empresas, para que éstas evalúen si cumplen con la dimensión laboral de la RSE.
Acción sindical
En el plano mundial: 1. Incorporar la referencia a la Declaración sobre EMN en los Acuerdos Marco
Globales (AMG) y los Acuerdos Marco Internacionales (AMI). Si bien la Declaración puede ser, en
buena ley, caracterizada como un “código de conducta” universalmente aceptado y los AMI deberían ser
considerados más como precursores de las relaciones laborales internacionales, los AMI todavía están
lejos de cubrir todas las áreas que incluye la Declaración, de ahí la importancia de utilizar este texto a
modo de lista de verificación para la revisión de los AMG y los AMI así como a modo de guía para su
aplicación (posible desarrollo de mecanismos para la evaluación conjunta de la conducta de las empresas
en función de las disposiciones de la Declaración utilizando la lista de verificación contenida en esta guía).
2. Participar en iniciativas tripartitas junto con la OIT para fomentar la incorporación de los principios
contenidos en la Declaración sobre EMN.
3. Promocionar el Helpdesk (Mesa de Ayuda) de la OIT ante las empresas a fin de que puedan recibir
asistencia para la aplicación de las normas de trabajo internacionales dentro de sus operaciones.
En el plano nacional: 1. Utilizar la Declaración sobre EMN como base para las conversaciones tripartitas
de carácter nacional sobre las prioridades de desarrollo económico; 2. Hacer campaña para alentar a los
gobiernos a aplicar los instrumentos de la OIT en los que se basa la Declaración; 3. Promover la
Declaración como el marco que deberían utilizar los gobiernos para evaluar qué organizaciones deben
recibir asistencia, subsidios u otro trato favorable del gobierno; 4. Hacer campaña para que se establezcan
lineamientos para las compras públicas que incorporen, como requisito, el cumplimiento de los principios
contenidos en la Declaración; 5. Instruir a la comunidad sobre el contenido de la Declaración de manera
de que ésta pueda exigir al gobierno y a las empresas que cumplan con sus principios; 6. Promover el
cumplimiento de los principios contenidos en la Declaración a modo de demostración de la condición de
“Empleador Preferido / Empleador con mejores prácticas”.
En el plano empresarial: 1. Utilizar la Declaración como base para llegar a acuerdos con las empresas
respecto de sus operaciones; 2. Alentar a las empresas a hacer referencia a la Declaración como requisito
en los códigos de conducta de proveedores así como en el análisis del grado de cumplimiento en la
cadena de abastecimiento. Si bien esta guía no pretende establecer un apoyo ciego global a los códigos
aplicables a la cadena de abastecimiento, resulta evidente que ahora es el momento para que el
movimiento sindical utilice cada medio a su alcance para verificar el cumplimiento por parte de las
empresas de los compromisos sociales que asumen; 3. Instruir a los trabajadores sobre el contenido de la
Declaración a fin de permitirles evaluar las acciones de su empleador (utilizar la herramienta contenida en
este documento a modo de guía); 4. Alentar a las empresas a evaluarse a sí mismas en función de los
principios contenidos en la Declaración. En aquellos casos en los que no llegan a cumplir el nivel
necesario, alentar la adopción de estrategias correctivas; 5. Incorporar el cumplimiento de los principios
contenidos en la Declaración como disposición en los convenios colectivos; 6. Informar los resultados a
las centrales nacionales a las que están afiliadas a fin de determinar una acción integral para que se
respeten los principios contenidos en el texto.
Política general. A diferencia de muchas iniciativas de RSE que hacen hincapié en las decisiones
unilaterales de la dirección, la Declaración prevé que la empresa tomará decisiones que tengan
importantes impactos sociales junto con otros empleadores o solo después de haber consultado a los otros
actores, es decir, los sindicatos y el gobierno.
Relaciones de trabajo La Declaración puede contribuir a establecer un sistema de relaciones laborales
maduro. La Declaración alienta a las multinacionales a cumplir con normas no menos favorables que
aquellas a las que se atienen los empleadores locales así como a desarrollar mecanismos internos de
consulta y de solución de conflictos. En un ámbito moderno, estas obligaciones de las empresas
multinacionales deberían extenderse a la responsabilidad de asegurar que dichas normas sean cumplidas
en todos los eslabones de sus cadenas de abastecimiento globales.
Empleo. Es importante hacer énfasis en el hecho de que la creación de puestos de trabajo y la seguridad
de los empleos es una responsabilidad clave de la empresa. Esta noción no se menciona en las Directrices
OCDE y rara vez aparece en las iniciativas o instrumentos de RSE.
Igualdad de oportunidades y de trato. Si bien la Declaración habla (en la redacción de 1977) de dar
prioridad a los ciudadanos “nacionales”, resulta evidente que numerosos países de acogida tienen
trabajadores migrantes en la actualidad; por consiguiente, las disposiciones claramente deberían aplicarse
a todas las personas trabajadoras que dependen del mercado de trabajo local.
ANEXO II. Posición del TUAC ante la actualización de las Directrices (tomado de presentación al
seminario).
1. Considerar que el fortalecimiento de la Guía de Procedimiento es la prioridad principal, teniendo en
cuenta que mejorar la eficacia de las Directrices depende sobre todo de que mejore el desempeño de los
PNC.
Incluye:
a- el fortalecimiento de su autoridad en la implementación de las Directrices en cuanto a incentivos,
consecuencias y seguimientos,
b- su rol en mediación y adjudicación, a la disponibilidad de recursos para investigaciones;
c- la incorporación de un fondo para capacitación y formación (incluyendo mediación);
d- el fortalecimiento de la protección de los denunciantes en situaciones de riesgo;
e- la incorporación de una guía sobre mejores prácticas en procedimientos legales paralelos;
f. la introducción de una revisión de pares obligatoria, transparente y participativa.
2. Expandir los criterios centrales de las Directrices de acuerdo con los principios del Representante
Especial del S.G. de Naciones Unidas para el tema Empresas y Derechos Humanos, cambiando los
actuales (Visibilidad, Accesibilidad, Transparencia y Rendición de cuentas) por: Legítimo, Accesible,
Predecible, Equitativo, Compatible con derechos y Transparente).
Temas especialmente importantes son:
a- la introducción de referencias a las normas internacionales.
b- la introducción del compromiso de respetar los derechos humanos de aquellos afectados por sus
actividades, en concordancia con las obligaciones y compromisos internacionales del país anfitrión.
b- la aclaración de que las Directrices son obligatorias, en cuanto a la responsabilidad de respetar y no
perjudicar, lo que implicar eliminar la actual referencia en el texto de las Directrices sobre su carácter
voluntario;
c- la explicitación de que las Directrices cubren el tema de las cadenas de suministro.
3. Introducir en el capitulo sobre relaciones laborales e industriales el concepto de trabajo decente y
precario (este último con base en contenidos de la Recomendación 198 de OIT, 2006), y el salario
mínimo de subsistencia.
4. Fortalecer el capítulo sobre acceso a la información e informes por país, incluyendo lo referido al eje
sobre fiscalidad.
5. Profundizar en la dimensión del cambio climático, en el eje sobre medio ambiente.
Anexo III. Algunas propuestas de modificación de las Directrices de OCDE referidas a los temas laborales
(tomado del documento de Hugo Barreto presentado por la FES al seminario).
II. Principios generales
2. Respetar los derechos humanos de las personas afectadas por sus actividades de conformidad con las obligaciones
y compromisos internacionales del gobierno de acogida. En especial, reconocer y promover la libertad sindical y
otros derechos colectivos, así como la legitimidad de la representación de las organizaciones de trabajadores.
Estas obligaciones alcanzan a las empresas que actúen como subcontratistas de las empresas multinacionales”
El principio de respeto de los derechos humanos debe comprender tanto la dimensión individual como la colectiva. El
derecho a la libertad sindical y negociación colectiva es uno de los componentes principales de la Declaración de
Principios y derechos Fundamentales de la OIT (1998) y de otros instrumentos internacionales de la mayor jerarquía
(Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
Protocolo Adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos, etc.) y de la propia Declaración Tripartita de
Principios sobre las EMN y la política social de la OIT.En esta u otra ocasión que se estime oportuna, debería
incluirse una mención a las empresas subcontratistas, ya que son a menudo aquellas que aplican de manera más
vergonzante las peores condiciones de empleo. Las EMN no deberían desentenderse de esta especie de
“lateralización” de los incumplimientos que realizan mediante la subcontratación
2.
IV. Empleo y relaciones laborales
En el marco de los principios y derechos fundamentales en el trabajo y de las disposiciones legales y reglamentarias
aplicables y de las prácticas en vigor en materia de empleo y relaciones laborales, las empresas deberán:
La redacción actual de las Directrices presenta una notoria debilidad cuando introduce el “marco general” de la
normativa aplicable al empleo y las relaciones laborales, puesto que refiere llamativa y únicamente a “las
disposiciones legales y reglamentarias”, mientras que el punto nodal de todo encuadramiento debería estar dado por
los principios y derechos fundamentales. En el actual enfoque de los derechos humanos como “ética fundamental”
impone que toda consideración sobre las relaciones laborales deba mirarse desde la perspectiva de las normas de
derechos humanos, y no desde el ángulo bien empobrecedor de las “disposiciones legales y reglamentarias”, muchas
de las cuales, como es archisabido en América Latina, son inconstitucionales por contradecir principios o restringir el
ejercicio de los derechos.
3
1. a respetar el derecho de sus trabajadores a ser representados por sindicatos y participar en negociaciones, ya sea
individualmente o a través de asociaciones de empresas, con dichos representantes con vistas a alcanzar convenios
para fijar las condiciones de trabajo y empleo, regular las relaciones entre empleadores y trabajadores, o regular
las relaciones entre empleadores o sus organizaciones y una organización o varias organizaciones de
trabajadores, o lograr todos estos fines a la vez.
Justificación
Se suprimen los sintagmas:
a- “u otros representantes legítimos de los trabajadores”, que figura luego de “sindicatos”;
b- “constructivas” que figura luego de “negociaciones”; y
c- “sobre condiciones laborales”, sustituyéndose en este caso por un desarrollo mayor que trascribe parcialmente el
art. 2º del Convenio Internacional núm. 154
En el primer caso, la referencia a otros representantes “legítimos” puede dar lugar a prácticas antisindicales
(preferencias, etc.) y en la segunda hipótesis, el término “negociaciones constructivas” no es de uso en las relaciones
laborales, y su inclusión da lugar a ambigüedades que pueden ser perniciosas. En concreto, ¿quien está situado o
habilitado a juzgar cuándo una negociación es “constructiva”? y más llanamente: ¿qué es una “negociación
constructiva”? ¿ cual es la consecuencia que una negociación pueda considerarse “no constructiva”? En fin, los
problemas interpretativos que suscita la inclusión de este verdadero “cuerpo extraño” en el texto de las Directrices
son de tal entidad que se estima sobradamente justificada su supresión. Por último, se sustituye la escueta locución
“sobre condiciones laborales”, que cerraba el párrafo, por una transcripción de lo que el CIT núm. 154, entiende por
contenido de la negociación colectiva. Se trata de mejorar el texto, ya que la negociación no debe circunscribirse a las
“condiciones laborales”, sino que tiene un contenido mucho más rico y decisivo.
4
1.d No discriminar a sus trabajadores en el ámbito laboral o profesional por motivos de raza, color, sexo, religión,
opinión política, ascendencia nacional u origen social o establecer cualquier otra distinción, exclusión o preferencia
que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo u ocupación, a menos
que las prácticas selectivas respecto a las características del trabajador favorezcan las políticas públicas establecidas
que promuevan, de forma expresa, una mayor igualdad de oportunidades laborales, o que dichas prácticas respondan
a los requisitos inherentes a un puesto de trabajo
La redacción actual de la disposición establece una enumeración de las causas de discriminación, que bien puede
entenderse como taxativa, dejando afuera, por ejemplo, nuevas formas de discriminación que la OIT en su Informe
Global ha puesto de manifiesto: obesidad, fumadores, diabéticos, etc. Para dejar a resguardo el derecho a no ser
discriminado, conviene colocar una locución suficientemente general que resulte comprehensiva de conductas que
afecten la igualdad de las personas. Para ello se selecciona la solución que aporta el art. 1.1.b del Convenio
Internacional núm. 111 sobre no discriminación en el empleo y la ocupación.
2. b. aportar a los representantes de los trabajadores la información que necesiten para alcanzar negociaciones
colectivas sobre condiciones laborales. Dichas informaciones comprenderán, en la medida de lo posible, todas
las cuestiones de interés para los trabajadores que se refieran a la marcha y perspectivas futuras de la empresa
y a la situación presente y futura de Los trabajadores, en la medida en que la revelación de las informaciones
no cause perjuicio a las partes.
Se suprime el término “constructivas”, que presenta los problemas ya reseñados, y se lo sustituye por “colectivas”,
adoptando una lógica propia de las relaciones laborales. Se adiciona un texto originado en el num. 15.1 de la
Recomendación de la OIT núm. 129 sobre comunicaciones dentro de la empresa, que pone de relieve algunos de los
elementos que debería tener en cuenta una política de comunicaciones e información dentro de la empresa.
2. c Promover las consultas y la cooperación entre las empresas y los trabajadores y los representantes respecto de
cuestiones de interés mutuo. Estas consultas no deberían considerarse como sustituto de la negociación colectiva
La salvedad que se introduce figura en el num. 57 de la Declaración Tripartita de Principios de la OIT.La
Recomendación de la OIT núm. 94 sobre consultas en el ámbito de la empresa en su art. 1 coincidentemente señala
que “Se deberían tomar medidas apropiadas para promover la consulta y la colaboración entre empleadores y
trabajadores en el ámbito de la empresa sobre las cuestiones de interés común que no estén comprendidas dentro del
campo de acción de los organismos de negociación colectiva o que normalmente no sean tratadas por otros
organismos encargados de determinar las condiciones de empleo” (subrayado nuestro).
4. Respetar unas normas de empleo y relaciones laborales que no sean menos favorables que las respetadas por
empresas comparables del país de acogida. En particular, los salarios, prestaciones y condiciones de trabajo que
ofrezcan las empresas multinacionales no deberían ser menos favorables para los trabajadores que los ofrecidos
por empleadores comparables en el país de que se trate.
Si bien en el numeral 27 de los Comentarios a las Directrices se expresa que la remuneración y el tiempo de trabajo
están comprendidos en la locución “normas de empleo y relaciones laborales”, se estima que los datos básicos de la
relación de trabajo, como el salario, debería tener una mención expresa.Se toma como modelo el num. 33 de la
Declaración Tripartita de Principios de la OIT.
(nuevo) La existencia de una relación de trabajo debería determinarse principalmente de acuerdo con los hechos
relativos a la ejecución del trabajo y la remuneración del trabajador, sin perjuicio de la manera en que se
caracterice la relación en cualquier arreglo contrario, ya sea de carácter contractual o de otra naturaleza,
convenido por las partes.
La atipicidad, la crisis del empleo y la desregulación laboral de los últimos treinta años ha provocado que en muchos
casos las relaciones de trabajo sean encubiertas bajo formas de trabajo autónomo, consagrando así un verdadero
fraude a la legislación laboral. En muchos casos, se facilitó desde las políticas laborales la conversión de contratos de
trabajo en arrendamientos de servicios.Es necesario que se respete el sentido protector básico de la legislación laboral.
La Recomendación de la OIT núm. 198 sobre determinación de trabajo provee de algunos criterios para dirimir los
casos dudosos, y sienta un principio general en su artículo 9º, fijando la existencia de la relación de trabajo de
acuerdo a los hechos relativos a la ejecución del trabajo. Se propone transcribir esa disposición a las Directrices, de
modo que el empleo del trabajo ajeno por parte de las EMN se ajuste a la realidad de los hechos.
9
6. Las empresas multinacionales, al igual que las empresas nacionales, deberían esforzarse, mediante una
planificación activa de la mano de obra, por asegurar un empleo estable a sus trabajadores y por observar las
obligaciones libremente negociadas en materia de estabilidad del empleo y seguridad social. Cuando se contemplen
cambios en sus actividades… (sigue igual al original)
El artículo 6 del presente capitulo de las Directrices establece algunos criterios para el caso que los cambios de
actividades de las empresas puedan tener efectos negativos en el empleo. Entre ellos, establece la necesidad de
brindar información con una antelación razonable.El principio es compartible, pero antes que establecer
procedimientos razonables y civilizados para el caso de los despidos colectivos, hay que fijar el principio cardinal: la
seguridad que para el trabajador y su familia representa la estabilidad en el empleo.Reconocido el principio de la
estabilidad, recién en ese momento podrá habilitarse la desvinculación del trabajador de la empresa, fundado en
razones objetivas o en la conducta del trabajador, según la fórmula recogida en el Convenio Internacional núm. 158
sobre la terminación de la relación de trabajo.
II. Procedimientos de puesta en práctica
1. Puntos Nacionales de Contacto
1. Los países que han suscrito las Directrices deben establecer Puntos Nacionales de Contacto para llevar adelante
actividades promocionales, contestar las consultas, efectuar el seguimiento del cumplimiento de las Directrices,
operar como mediador, emitir en su caso recomendaciones y ocuparse de las discusiones con las partes implicadas
respecto de todas las cuestiones abordadas por las Directrices de manera que puedan contribuir a la resolución de los
problemas que puedan surgir a este respecto, teniendo debidamente en cuenta la Guía de Procedimiento adjunta.
Debe informarse de la existencia de estos Puntos Nacionales de Contacto a la comunidad empresarial, a las
organizaciones sindicales y a otras partes interesadas
La falta de impulso de los PNC conspira contra la cabal aplicación de las Directrices.Parte importante de la energía
empleada en la transformación de las Directrices tiene que dirigirse a dotar a los PNC de mayor competencia y
responsabilidades en el seguimiento de las Directrices, lo que implica introducir modificaciones en sus competencias
y composición. En esta parte se adicionan competencias que procuran acercar los PNC a la cotidianeidad de las
relaciones emergentes de los diversos elementos que integran las Directrices, aunque como es obvio se está pensando
en la materia de relaciones laborales y empleo.
2. el Comité invitará periódicamente al Comité Consultivo Empresarial e Industrial de la OCDE (BIAC) y al Comité
Consultivo Sindical de la OCDE (TUAC) (en adelante, los “órganos consultivos”) y a otras organizaciones no
gubernamentales a dar a conocer sus opiniones respecto a cuestiones abordadas por las Directrices. Cuando el
Comité reciba un asunto proveniente de un PNC referido a la temática laboral, consultará en forma previa a los
órganos consultivos. Además se podrán celebrar, cuando así lo soliciten, intercambios de puntos de vista con los
órganos consultivos respecto a estas cuestiones
Trata de promover la participación del TUAC en todas aquellas instancias de tratamiento de las cuestiones laborales.
4. El Comité se responsabilizará de la clarificación de las Directrices. Se prestará dicha aclaración cuando se solicite.
En caso de solicitarlo, se brindará a la empresa o trabajadores de que se trate… (sigue igual)
Quienes soliciten al CIME una aclaración sobre las Directrices podrán ser las empresas…. o los trabajadores, que en
la redacción actual quedan inexplicablemente excluidos.
III. Guía de Procedimiento
A. Modalidades institucionales. De conformidad con el objetivo de la equivalencia funcional, los países que hayan
suscrito las Directrices cuentan con total flexibilidad para organizar sus PNC, pero deben asegurar alguna instancia
de participación de los agentes sociales, incluidos… (sigue igual)
Se sustituye “recabando el apoyo activo” por el deber de asegurar “alguna instancia” de participación en el PNC.
Como fácilmente puede advertirse, sin alterar en demasía la naturaleza flexible de los PNC, se establece que deben
asegurar cierta participación de los agentes sociales en las instancias que nacionalmente se determinen. Sin atribuir
rigidez al PNC, se abre la puerta para que las organizaciones de trabajadores tengan una oportunidad de incidir
directamente en los organismos creados por las Directrices.
14
En consecuencia, el Punto Nacional de Contacto:
1. puede ser un alto funcionario o un órgano de la Administración dirigido por un alto funcionario. Tratándose de
temática laboral, el organismo se integrará con al menos un representante de los ministerios o secretarías de
trabajo y con una representación de las organizaciones de trabajadores y de empleadores con un nivel consultivo.
Alternativamente, el PNC puede estar organizado también como un organismo cooperativo, que reúna a
representantes de otros entes públicos.
Se sigue con la línea de integrar a las organizaciones en algún nivel relevante de los PNC.Teniendo en cuenta que
muchos PNC están integrados por funcionarios de los Ministerios de Hacienda o de Relaciones Exteriores, se procura
que para los casos de tratamiento de temas laborales exista una composición “ad hoc” para dar cuenta de las
particularidades de la materia del trabajo.Se suprime la parte final en que admite la posibilidad de participación de los
representantes de los círculos empresariales, de las organizaciones sindicales y de otras partes interesadas, y ello
porque esa participación se establece como preceptiva de acuerdo a la redacción que se propone.
C.2 Cuando las cuestiones planteadas merezcan un examen más profundo, ofrecerá sus buenos oficios de mediador y
conciliador para facilitar a las partes implicadas su resolución (sigue igual)
Para materializar de mejor manera la inserción de los PNC en las realidades surgidas a consecuencia de la aplicación
de las Directrices, se induce a los organismos a mediar y conciliar en los conflictos que se susciten.La posibilidad de
mediar y conciliar está, además, admitida cuando se desarrolla este ítem (ver 2.d) aunque como podrá observarse, la
intervención en estos casos es más débil, ya que el PNC cumple con “facilitar el acceso” a estos medios consensuales,
pero no se reconoce la posibilidad de actuar por sí como mediador y conciliador.En la redacción que se propone el
propio PNC tiene facultades de mediador y conciliador, de manera de sumar vías de solución y sin la pretensión de
sustituir ninguna otra instancia.
C.3. si las partes implicadas no llegasen a un acuerdo sobre las cuestiones planteadas, emitirá un comunicado y
formulará, en su caso, recomendaciones acerca de la aplicación de las Directrices. El comunicado y las
recomendaciones deberán hacerse públicas.
La publicidad del comunicado y las recomendaciones da entrada a la opinión pública, factor clave para las EMN que
vienen haciendo esfuerzos notorios por mejorar su imagen y dar un mensaje de ética aplicada a las prácticas
empresariales.
Supresión del C.4.b
El mantenimiento del secreto del conflicto generado por la aplicación de las Directrices no se justifica y además
resulta contrario al principio de la “transparencia” de la actuación de los PNC
No podrá negarse el tratamiento de una denuncia por el Punto Nacional de Contacto bajo pretexto de la existencia de
vías alternativas, de carácter judicial o extrajudicial, nacional o internacional, circunstancias que en ningún caso
obstará para la aplicación del presente procedimiento.
Se trata de evitar que los PNC rechacen las denuncias a priori, sin darles tratamiento, con base en señalar que existen
otras vías a emplear por los reclamantes.
TRABAJO FAMILIA Y ACCION SINDICAL
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
TRABAJO, FAMILIA Y LIBERTAD SINDICAL
Santiago de Chile, mayo 2009
LA IGUALDAD DE GÉNERO COMO EJE DEL TRABAJO DECENTE (y la crisis economica
mundial y su impacto en las mujeres trabajadoras)
Contexto
Diagnostico Sindical
Objetivos Sindicales
Posibles propuestas:
La valoración del trabajo no remunerado
Conciliación de la vida familiar y laboral como Responsabilidad del Estado
La discriminación social y laboral y la discriminación en los modelos de protección
social.
Las Normas Internacionales del Trabajo
La crisis económica mundial y su impacto en las mujeres trabajadoras
Contexto
Todavía hoy es una realidad que la cultura define y asigna a hombres y mujeres determinados
papeles sociales, así como les niega o les “prohíbe” otros, a través de un complejo sistema de
símbolos, representaciones, practicas, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a
partir de las diferencias sexuales. Así, el reparto de roles masculinos y femeninos se recrean
tanto en el ámbito educativo, como en el institucional, familiar, o, incluso en la “forma” de
comunicarnos, tomando como referente cultural al hombre como medida de todas las cosas.
El resultado es que nos encontramos con una “división sexual del mundo”, tanto de los espacios
(publico / privado / intimo), como de las funciones; este proceso de “bipolarización de funciones
entre lo “productivo” y lo “reproductivo”, se traduce a su vez en una división sexual del trabajo
valorado de forma diferente por la sociedad en su conjunto.
Tenemos así un trabajo productivo, definido en el tiempo, valorado y reconocido externamente,
retribuido y que debe ser positivo para el desarrollo de la persona que lo realiza, y un trabajo
reproductivo, que no lleva asociado un valor monetario ni una limitación temporal, y que esta
asociado al servicio de terceros y, por lo tanto, positivo para el desarrollo de aquellos que reciben
tal servicio, invisibilizando a la mujer que lo realiza.
En América Latina persisten profundas desigualdades de género, tanto en el ámbito familiar, como
en el laboral, social y político, aunque también se han dado algunos avances significativos,
especialmente en lo referido al incremento de las tasas de participación femenina, pasando de
menos del 38% en 1990%, a más del 50% en los últimos años (CEPAL), o al incremento del
número de horas que las mujeres dedican al trabajo remunerado; de igual manera se esta viendo
aumentar los años de vida económicamente activa de las mujeres en la Región, y es justamente
entre las mujeres en edad reproductiva entre las que la participación laboral y económica esta
aumentando mas acentuadamente.
Es un hecho también, en América Latina, que el nivel promedio de instrucción de las mujeres (9
años) es superior al de los hombres (8), y que en las zonas urbanas de muchos países, las
mujeres constituyen mas del 50% de los/las profesionales y técnicos/as (CEPAL 2008). Y todo esto
va acompañado del aumento de la importancia de la contribución económica de las mujeres a la
unidad familiar, de tal manera que este aporte se convierte en un factor clave para la superación
de la pobreza de un numero muy importante de hogares y no solo por su magnitud sino también
por el destino de su ingreso que va al interior de la familia.
No obstante muchos problemas persisten, y las desigualdades y discriminación contra las mujeres
en el trabajo siguen siendo patentes, y todavía estamos lejos de que el trabajo de igual valor
genere igual remuneración, con independencia del género del trabajador, las mujeres ganan en
promedio un 25% menos que los hombres, y estas diferencias se acentúan mas en tramos
superiores de escolaridad, además de contar con menores oportunidades de ascenso y promoción
que en el caso de los hombres. La segmentación ocupacional en actividades asociadas al servicio
a terceros completa el panorama (el 70% de las mujeres trabaja en comercio, servicios sociales y
personales).
El servicio domestico todavía hoy incluye mas del 15% del total de la ocupación femenina en
América Latina y, en la mayoría de los casos, sin derechos laborales y sin normativa nacional de
protección laboral y social. El desempleo y la incidencia de la “informalidad” sigue también
afectando más a las mujeres que a los hombres.
Diagnostico sindical
Un grupo de sindicalistas latinoamericanas de 14 países de la Región, reunidos en Santiago de
Chile hicieron un diagnostico de situación, con los siguientes puntos específicos:
•
•
•
•
•
•
•
Discriminación salarial de las mujeres.
Precarización, rotación, estacionalidad y temporalidad en el empleo de las
mujeres.
Segregación laboral: existencia de sectores laborales feminizados
vinculados a los servicios y al cuidado, que reproducen en lo laboral el rol
tradicional de la mujer en el hogar.
Ausencia de valoración del trabajo no remunerado realizado por las
mujeres, e invisibilidad del trabajo familiar.
Largas jornadas de trabajo de las mujeres (doble y triple rol).
Falta de reconocimiento del trabajo de la mujer en el campo y en la
economía informal.
Invisibilidad de las jefas de hogar en hogares monoparentales y ausencia
de políticas sociales específicas para ellas.
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Discriminación de género en la mayor parte de los sistemas de seguridad
social, al no incluir la transversalidad de género en todas y cada una de
las contingencias.
Existencia de importantes déficits en la protección a la maternidad y a la
infancia.
Insuficiente participación sindical de las mujeres, necesidad de acción
sindical unitaria y política de alianzas con la sociedad civil.
Escasa representación de las mujeres en espacios directivos, de
negociación y de concertación. Falta de formación específica para
fortalecer a las mujeres en dichos espacios.
Planes de formación profesional y continua, con pobre o escaso enfoque
de género.
Debilidad institucional en el reconocimiento y ejercicio de los derechos de
las mujeres.
Sociedad que reproduce estereotipos sexistas, especialmente en la
educación y a través de los medios de comunicación; y con deficiencias
respecto a la definición de una nueva “masculinidad”.
Escaso nivel de difusión, ratificación y aplicación de las Normas
Internacionales (ref: Convenios 100, 111, 156).
Debilidades estadísticas sobre cuestiones de trabajo y familia,
corresponsabilidad y conciliación.
Y todo ello en un marco socio-laboral más amplio caracterizado por:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Limitaciones en el ejercicio de la libertad sindical
Insuficiente desarrollo de la Negociación Colectiva
Necesidad de fortalecimiento del tripartismo y el Diálogo Social como
instrumentos de legitimación social.
Muy inequitativa distribución de la Renta (con los peores índices a nivel
mundial).
Altos índices de pobreza e indigencia.
Ausencia de Sistemas Fiscales Progresivos.
Bajos niveles de productividad tecnológica.
Debilidad Institucional y de Políticas Públicas sobre conciliación de la vida
laboral y familiar, corresponsabilidad de las cargas familiares y protección
social vinculada.
Muy altos índices de trabajo precario sin derechos laborales ni de
protección social para la mayor parte de la población. (Especialmente en
el sector informal, el trabajo en el campo, y en el empleo no registrado en
particular).
Constante crecimiento del Sector Informal de la Economía, de especial
incidencia sobre el trabajo de las mujeres
Especial vulnerabilidad laboral de los jóvenes, la población migrante
(especialmente feminizada), y las poblaciones originarias.
Incremento del desempleo como consecuencia de la crisis global
(desempleo especialmente femenino).
•
•
•
Proceso de terciarización y subcontratación, con marcado efecto sobre el
trabajo de las mujeres.
Procesos de deslocalización con menores niveles de protección social y
costes laborales.
Atraso endémico del sector agrícola y de las condiciones de trabajo en el
campo.
Ante este estado de situación se propusieron como declaración de objetivos, bajo un principio
rector de mejorar y garantizar las condiciones de vida de las mujeres y hombres de América
Latina, los siguientes:
1. Empoderar a las mujeres en el movimiento social y movimiento sindical.
2. Redimensionar el rol del movimiento sindical en igualdad de condiciones entre hombres y
mujeres.
3. Impulsar y contribuir a la definición de políticas públicas que promocionen el trabajo
decente en sus cuatro ejes estratégicos: En libertad sindical, y fomento de la negociación
colectiva, por la generación de empleos productivos y con derechos, incluida la Protección
Social, con diálogo social y tripartismo como método de trabajo; y que promuevan siempre
la conciliación de la vida laboral y familiar.
Posibles propuestas:
La valoración del trabajo no remunerado.
Para llegar al logro de un trabajo decente, es necesario implementar estrategias que tiendan a
visibilizar y valorizar – socialmente y económicamente – todo tipo de trabajo relacionado con el
cuidado y la re-producción de las personas que diariamente realizan hombres y sobre todo
mujeres de manera no remunerada fundamentalmente en el hogar o en el ámbito doméstico.
El no reconocimiento y la consecuente desigual valoración (económica y social) de las actividades
vinculadas con “el cuidado y la reproducción”, desempeñadas tradicionalmente por las mujeres,
está en la base de la discriminación laboral directa e indirecta, la desigualdad en los ingresos de
las mujeres, la persistencia y el aumento de la segregación ocupacional y la creciente
precarización de la fuerza de trabajo femenino.
Si bien cada día hay más mujeres que participan en trabajos remunerados y que se encargan de
aportar recursos al hogar, no ocurre aún una redistribución del trabajo doméstico ni una adecuada
provisión de servicios públicos que aligeren esta carga. Más aún, la precarización de las
condiciones de trabajo, la inestabilidad, la informalidad y la caída en la cobertura de la seguridad
social han configurado un déficit de trabajo decente que puede agravarse ante la actual crisis
económica global.
Desde una necesidad de un modelo de desarrollo más equitativo, es urgente evolucionar hacia
estados donde la reproducción humana y social sea una responsabilidad colectiva y – por lo tanto
- sujeto de políticas de Estado en lugar de una carga individual de las mujeres. Políticas y
programas que apuntan hacia la visibilización y la valorización económica - como trabajo
(decente)- de las actividades realizadas en esta “economía del cuidado”, serían un valioso aporte
no solamente a la creación de una mayor equidad de género, sino también de un modelo de
desarrollo que nuevamente coloca al ser humano y a las prioridades de las personas en su seno.
La valoración del trabajo no remunerado puede servir también como referencia para la
implementación de coberturas sociales especificas.
Pensar que el cuidado y el trabajo en el hogar es un asunto que compete sólo a las mujeres ha
impedido que mejore su calidad de vida, ya que las familias se han transformado pero las
expectativas hacia ellas permanecen inalteradas, a costa de su autonomía, desarrollo y bienestar.
La solución a esta situación exige la colaboración del Estado y de todos los actores sociales, en
un enfoque integrado de políticas públicas que hagan compatible la vida familiar y laboral para
todas las personas, sobre la base de que el cuidado humano es también una responsabilidad de
los hombres.
No se trata solamente “del trabajo de las mujeres”, sino de revalorizar la importancia de todas las
actividades dirigidas al cuidado de la vida humana al nivel de los planes de desarrollo nacional. Un
mayor apoyo público que se traduce en una mayor asignación presupuestal a la educación y la
salud, por ejemplo, tendrá un efecto inmediato en el peso del trabajo “reproductivo” al nivel de los
hogares (principalmente realizados por mujeres). Lo que se necesita entonces es todo lo contrario
de lo que pasó en la década “perdida” de los ochenta cuando se disminuyó drásticamente el gasto
(o la inversión) social.
El análisis del uso del tiempo contribuye a establecer el grado de responsabilidad que asumen los
actores sociales involucrados en los trabajos productivos y reproductivos. La noción de “uso del
tiempo” debe servir como guía para el diseño de políticas y estrategias. La aplicación de
encuestas con cobertura nacional y periódica compone parte de las fuentes de información más
enriquecedoras para la evaluación de políticas públicas a través de indicadores. La información
debe provenir de la aplicación de módulos o encuestas de uso del tiempo con cobertura nacional y
periódica y de la incorporación de preguntas sobre la organización del cuidado en las encuestas
de fuerza de trabajo.
Es preciso además diseñar y poner en marcha un sistema de indicadores para el monitoreo y
evaluación de políticas públicas y su impacto en la calidad de vida de trabajadores y de las
trabajadoras.
Conciliación de la vida familiar y laboral como Responsabilidad del Estado
La conciliación entre la vida familiar y laboral requiere de leyes y políticas públicas, diseñadas
tripartidamente, y controladas en su aplicación y efectividad también tripartidamente, que cumplan
funciones de arbitraje entre ambas esferas y que fortalezcan las capacidades del Estado y la
institucionalidad, especialmente la laboral. No obstante, estas medidas suelen tener su principal
deficiencia en el supuesto de que las mujeres son las principales responsables de las tareas
familiares. Además, están diseñadas para trabajadoras formales, lo que no se corresponde con la
realidad de la mayoría de la población trabajadora inserta en la economía informal. Si no se
ajustan a los patrones de cambio social y a las reivindicaciones de género, las estructuras políticas
y jurídicas pueden reproducir las estructuras de la desigualdad, generando altos costos para todos
los actores, como se verá a continuación.
El argumento de que las políticas de conciliación comportan elevados costos se debilita al poner
en relación los beneficios de mediano plazo con los costos por la ausencia de medidas. La
ampliación de las capacidades y oportunidades productivas por medio de políticas conciliatorias
permite la creación de trabajo decente. En cambio, mantener el statu quo representa
desaprovechar la fuerza de trabajo, disminuir el rendimiento de las personas trabajadoras y
mantener una menor calidad de vida para individuos y familias.
•
Por un lado, se observa que un buen número de mujeres desempeña trabajos por debajo
de su calificación o en áreas donde no están capacitadas. El subempleo, desempleo e
inactividad significan la asignación ineficiente de recursos en una economía, tanto en la
demanda como en la oferta de bienes y servicios. Con una fuerza de trabajo
desaprovechada, se reproducen las condiciones de pobreza y precariedad laboral, que
además se transmiten intergeneracionalmente, lo que lleva a los Estados a gastos
adicionales para mitigar el problema e impide el crecimiento económico.
•
Para las empresas, las tensiones entre la vida familiar y laboral significan menores
rendimientos por el limitado desempeño de los individuos imputable al estrés, la
insatisfacción y la fatiga, expresados en la falta de compromiso, ausentismo e
inestabilidad. La rotación de personal incrementa los costos de especialización, de
reclutamiento y de inducción. Varios estudios muestran que la presencia de medidas
conciliatorias define la elección de trabajar en una empresa o en otra, en particular entre
trabajadores/as de mayor calificación.
Más allá de atender las condiciones de empleo para las mujeres, el mercado de trabajo requiere
promover una redistribución de las responsabilidades entre la Sociedad bajo la responsabilidad del
Estado: en el mercado laboral las responsabilidades familiares deben dejar de ser un factor de
discriminación, mientras que el Estado debe reconocer el cuidado como un derecho garantizado.
La negociación colectiva
Las organizaciones de trabajadores y de empleadores constituyen actores sociales que pueden
aportan y ejecutar medidas adicionales a las legales a través de la negociación colectiva.
Reforzar el proceso de la negociación colectiva y equiparar la capacidad de negociación de
trabajadores y trabajadoras con responsabilidades familiares, por medio de la legislación y la
capacitación, permite avanzar en la cobertura y ampliación de los derechos y beneficios e instituir
nuevos.
La discriminación social y laboral y la discriminación en los modelos de protección social.
Es un hecho que la mayoría de los regimenes de seguridad social fueron en su día establecidos
sobre la base de que los hombres eran sostén de la familia, y de existía un “natural” reparto de
tareas y funciones al interno de las familias, de tal manera que las mujeres eran percibidas como
trabajadoras secundarias y se subvaloraban socialmente sus competencias y habilidades.
Resultado también del reparto de roles nos encontramos históricamente también con el ejercicio
masculino del poder, tanto desde la política en general como desde los movimientos sociales y las
organizaciones sindicales, que en un primer momento organizan a trabajadores de sectores muy
masculinizados (con alguna importante excepción de movimiento sindical y social liderado por
mujeres, vinculado fundamentalmente a la conquista de sus derechos civiles).
Si además añadimos, que la trayectoria laboral de las mujeres es mas discontinua, tienen menos
opciones a promociones laborales, sus carreras se ven interrumpidas por la crianza de los
hijos/hijas, concentran periodos mas cortos de cotización y lo hacen sobre salarios sensiblemente
menores a los de los hombres; con todas esas circunstancias, hasta un modelo de protección que
pretendiera ser neutro en el derecho y la magnitud de las prestaciones, reproduciría estas
desigualdades trasladándolas a un modelo de protección social insuficiente para las mujeres.
Pero los modelos de protección no han sido neutros, sino que históricamente han tomado al varón,
y secundariamente su familia, como sujeto central de protección.
Debemos partir de la necesidad de identificar las diferencias existentes en la aplicación de los
sistemas de protección social en función del género, para que tanto hombres como mujeres
seamos conscientes de que existen tales diferencias. Solo después seremos capaces de
reflexionar, y debatir sus causas, con el objetivo último de desarrollar propuestas que sean
capaces de corregir estas diferencias.
Identificación de las diferencias por razón de género, en un modelo de protección:
-
Las prestaciones de asistencia sanitaria son muy diferentes, para las mujeres que para los
hombres, y en función del intervalo de edad, asociado fundamentalmente al ciclo
reproductivo, así como a la atención a las mujeres adultas mayores. Es paradójico
encontrar sistemas sanitarios privados en nuestro continente que reconocen como
derecho el mismo numero de atenciones para mujeres y para hombres, dentro de un
mismo intervalo de edad, cuando esta demostrado que las mujeres requieren de una
atención y seguimiento de especiales características durante toda su vida reproductiva,
siendo muy inferior la demanda de servicios en los hombres de igual intervalo etario.
Las asignaciones familiares, como derecho de los niños y de las niñas; tienen mejores
resultados cuando la administración es de las madres, y facilitan la “protección social de la
familia”.
-
Protección a la maternidad: la maternidad sigue siendo uno de las causas de
discriminación laboral mas sobresalientes con los que nos encontramos, todos
conocemos los prejuicios laborales que hacen que muchas mujeres teman perder el
trabajo cuando quedan embarazadas, por lo tanto, cuando hablamos de la protección
social de la maternidad, estamos tratando de un modelo de protección que abarca
también derechos laborales concretos antidiscriminatorios, que quedan perfectamente
explicitados en el Convenio 183 de la OIT. Este ámbito de protección debe contar, por
tanto, con una multiplicidad de componentes: protección a la salud de la mujer
embarazada o lactante en el trabajo, el derecho a licencias de maternidad, prestaciones
económicas sustitutorias del salario dejado de percibir durante la licencia, asistencia
sanitaria (antes, durante y después del parto y que no deben ser asimiladas a la
asistencia sanitaria común por enfermedad), y protección del empleo y no discriminación.
Se hace necesario y urgente elaborar un programa específico de universalización de la
protección de la maternidad para toda América Latina.
Relacionado con ello, es la importancia de que las mujeres que trabajan como
independientes o en el sector informal sean cubiertas por los sistemas de seguridad social
a título individual y no como “derecho-habiente” de su esposo/compañero para poder
contar con una licencia por maternidad que va acompañada por ingresos económicos
(pagados por el sistema de seguridad social), como también el hecho de que los pagos
por licencias de maternidad formen parte de un sistema público solidario de seguridad
social (en lugar de que sea carga directa económica para las empresas que contratan a
mujeres).
El modelo tradicional de políticas relativas a la maternidad exige un cambio conceptual
que se dirija hacia la parentalidad, entendida como el cuidado que ambos progenitores
deben asumir con respecto a sus hijos e hijas.
-
Accidente de Trabajo y Enfermedad Profesional, por el “silencio estadístico” de los daños
derivados del trabajo que sufren las mujeres, especialmente los referidos a la exposición
de riesgos psicosociales y a alteraciones musculoesqueléticas derivadas de posturas
forzadas y trabajos repetitivos, así como la resistencia a reconocer la perdida de salud de
las mujeres trabajadoras como resultado de su actividad laboral. La invisibilidad de los
daños a la salud que sufren las trabajadoras, generan a su vez una subestimación de los
riesgos para la mujer en el trabajo y consiguientemente impiden una prevención eficaz de
dichos riesgos. Son muchas mas las mujeres que los hombres las que en las encuestas
declaran estar sometidas a mayores ritmos de trabajo, trabajar en cadena, tener trabajos
repetitivos, no poder elegir los momentos de descanso, o incluso no poder hablar. El
estrés es mencionado como el primer problema para el 60% de las mujeres, vinculado a
trabajos con gran demanda, pobre control sobre el trabajo, roles ambiguos y conflictivos,
inseguridad en el trabajo y tareas monótonas y repetitivas.
-
Prestaciones de larga duración – Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) –. En este grupo de
prestaciones es muy sobresaliente el resultado desigual, en función de que se sea
hombre o mujer, especialmente si nos atenemos al menor nivel salarial (primer nivel d
discriminación) a la densidad en las cotizaciones (segundo nivel de discriminación).
Muy llamativo es el hecho que en los modelos privados de pensiones vigentes se aplican
tablas de mortalidad diferenciadas por genero para el calculo de las prestaciones por
vejez, esto quiere decir, que a igual fondo acumulado (en el caso de simular que mujeres
y hombres estuvieran en igualdad de condiciones para acumularlo), las mujeres perciben
una renta pensional sensiblemente inferior a los hombres, ya que su esperanza de vida es
mayor (tercer nivel de discriminación), rompiendo la solidaridad Inter.-géneros que se da
cuando se aplican tablas de mortalidad conjunta.
Se trata, por tanto, de una triple penalización por el hecho de ser mujer.
-
La prestación por desempleo – ya que para una mujer es más difícil reunir los periodos de
carencia allí donde existe prestación, por la mayor rotación y temporalidad, estacionalidad,
etc. de los empleos de las mujeres.
Las prestaciones por desempleo deben a su vez formar parte de políticas promotoras de
empleo para sectores vulnerables de la sociedad como pueden ser las mujeres, los
jóvenes, o los desempleados de larga duración y/o mayores de 45 años. Especialmente
en contexto de crisis, ya que si no existen prestaciones de desempleo que sustituyan la
perdida de salario, la necesidad derivada de la ausencia de trabajo de las mujeres las
fuerza a aceptar trabajos con menores salarios o a insertarse en empleos precarios o
informales.
-
Protección social a la “dependencia”
Los modelos de protección social deben profundizarse y aumentar sus niveles de
cobertura en las nueve prestaciones tradicionales de seguridad social, pero además
deben explorar y buscar soluciones desde las políticas publicas que promuevan la
autonomía personal y la atención a personas en situación de dependencia como derecho
subjetivo que se fundamenta en los principios de universalidad, equidad y accesibilidad,
desarrollando un modelo de atención integral al ciudadano, al que se reconozca como
beneficiario. Debieran establecerse niveles mínimos de protección, definidos y
garantizados financieramente por el Estado.
El área de cuidados constituye una oportunidad para la generación de nuevos empleos al
transferir a los servicios públicos (y en su caso al mercado) algunas tareas domésticas y
de cuidado, asumiendo en ello el Estado un papel fundamental ya que para enfrentar las
necesidades de cuidado se requiere de la construcción de sistemas de bienestar social
que, además de tender a su cobertura universal, combinen mecanismos contributivos y no
contributivos en el marco de una solidaridad integral entre grupos socioeconómicos e
intergeneracionales.
Un aspecto central a tratar, es que la informalidad, la tercialización y la pobreza afecta de forma
diferente a mujeres y hombres, así como el nivel real de responsabilidad familiar. Son necesarias,
a este respecto, políticas de escolaridad y guarderías suficientes y compatibles con la integración
de la mujer en el mercado de trabajo. Por su parte las mujeres que todavía hoy permanecen toda
su vida al cuidado de su casa y su familia, sin participar en el mercado laboral son un grupo
susceptible de caer en situación de pobreza durante el periodo de vejez porque generalmente son
consideradas como dependientes de sus cónyuges, lo que solo les permite aspirar a una pensión
de viudedad. El régimen administrativo de formalización de las uniones es otro elemento a tener
en cuenta en la mayor parte de nuestros países, donde se constituyen familias y jefaturas de
hogar dentro o fuera de la calificación legal de “matrimonio”, y que en ocasiones puede
identificarse como otro elemento de discriminación.
Por todo lo expuesto, se hace necesaria una especial atención a la vulnerabilidad de las mujeres:
en cuanto a su modo de inclusión en el mercado de trabajo (actividades informales), escasa
constancia en su capacidad de mantener las contribuciones, aspectos demográficos y mórbidos
específicos, y la necesaria protección de la maternidad. Aspectos todos que pueden ser fuente de
discriminación tanto laboral como de acceso a una protección social eficaz.
Las Normas Internacionales del Trabajo
Las normas internacionales del trabajo definen estándares mínimos a nivel mundial. Los Estados
que no han ratificado los Convenios 183 de la OIT sobre la protección de la maternidad (2000) y
156 sobre Trabajadores con responsabilidades familiares (1981) deberían tomar las medidas para
hacerlo. En el caso de los países que ya los han ratificado, es preciso realizar los esfuerzos
necesarios para la efectiva implementación de estos convenios, así como de aquellos que los
respaldan: el Convenio 100 sobre igualdad de remuneraciones por trabajo de igual valor (1954) y
el Convenio 111 sobre discriminación en el empleo y la ocupación (1958).
La crisis económica mundial y su impacto en las mujeres trabajadoras
1. La actual crisis económica global amenaza con profundizar las desigualdades que hoy
constituyen el problema fundamental de América Latina y el Caribe.
2. En América Latina, así como en el resto del mundo, el acceso de la mujer al mercado
laboral ha crecido significativamente, pasando de 32% en 1990 a 53% en 2008. Aun
cuando hay desafíos pendientes, ya no se cuestiona el derecho de la mujer a una vida
económica independiente y la importancia de su aporte a la manutención de la familia y la
superación de la pobreza. La crisis sin embargo, puede amenazar los logros alcanzados y
profundizar las desigualdades de género, a no ser que las políticas para enfrentarla
contemplen explícitamente esta dimensión. Sobre este punto se identifican tres peligros:
a. Que la crisis afecte las posibilidades de inserción laboral y permanencia en el
empleo de las mujeres: prejuicios y mitos sobre la mujer como fuerza de trabajo
secundaria pueden conducir a que sean las primeras en ser despedidas dentro de
una empresa; o que la autoridad, a la hora de diseñar programas de generación
de empleo, los oriente hacia sectores tradicionalmente masculinos. Ello, bajo el
prejuicio de que quienes más necesitan generar ingresos son los hombres.
b. Aumento de las tareas no remuneradas al interior del hogar y, como consecuencia
de ello, un incremento para las mujeres, de las tensiones entre trabajo y familia:
según la experiencia de crisis pasadas, la disminución del ingreso familiar provoca
un aumento en las labores domésticas que realizan las mujeres. En situaciones
de caída del ingreso, las familias tienden a reemplazar la compra de bienes y
servicios por su producción casera. En este mismo sentido, una eventual
disminución de prestaciones sociales en ámbitos como la salud, la educación u
las transferencias directas a las familias, y un incremento de los gastos de bolsillo
para el acceso a la salud, provocará una recarga en las tareas de las mujeres, y
generara barreras para el acceso a servicios sanitarios y para el desarrollo de
capacidades.
c. Aumento de la brecha de ingresos entre hombres y mujeres, por tres vías:
ƒ
Aquellas que se desempeñan en la economía informal (más de la mitad
de las ocupadas), corren más riesgos que sus remuneraciones fluctúen y
disminuyan, y sus derechos se vean vulnerados.
ƒ
Debido a los factores culturales que suponen que la mujer cumple un
papel menos importante en la manutención de la familia, además de su
menor presencia en organizaciones sindicales y en sectores que
negocian colectivamente, puede ocurrir que ellas sufran una caída de sus
salarios reales y asuman en forma desproporcionada los costos de la
crisis.
ƒ
Por último, frente a la necesidad de enfrentar el aumento del desempleo,
es posible que los mecanismos de control de la discriminación salarial
pierdan prioridad.
3. De ahí la importancia de fortalecer la institucionalidad laboral, así como la institucionalidad
y funciones de los espacios de participación institucional de organizaciones de
trabajadores y de empleadores, de modo que las políticas laborales contribuyan a generar
trabajo decente con igualdad de género, tanto en tiempos de crisis como de crecimiento
económico. Para esto, se puede recomendar:
a) Analizar las políticas anti-crisis y su capacidad de respuesta frente a los efectos de la
crisis en el empleo femenino. Analizar desde una dimensión de género los paquetes
de estímulo con medidas de corto plazo de carácter contracíclico y los efectos
esperados (implícitos y explícitos) en hombres y mujeres. Identificar buenas prácticas
y aspectos que se podrían incorporar a los programas en marcha a fin de lograr un
mayor impacto en el empleo femenino y en la contención del desempleo de las
mujeres.
b) Realizar un estrecho seguimiento del impacto de la crisis en las oportunidades de las
mujeres de insertarse en el mercado laboral así como en la calidad del empleo al que
están accediendo, a fin de dimensionar el impacto diferenciado en hombres y mujeres
y particularmente en las brechas de género.
c) Analizar y fortalecer el marco institucional en que se formulan y se da seguimiento a
las políticas anti-crisis. a fin de transversalizar la dimensión de género en las políticas
laborales. Establecer mecanismos de diálogo social tripartito y de negociación
colectiva, y fortalecer el rol de las organizaciones de trabajadores para incorporar una
dimensión de género en el debate sobre las medidas anti-crisis.
Existe una amplia gama de instrumentos a disposición de los gobiernos para enfrentar los efectos
de la actual crisis financiera mundial, tanto desde las políticas de empleo en un sentido amplio,
como desde las políticas de mercado laboral. En ambos casos es necesario que se incorpore un
análisis de sus efectos esperados en mujeres y hombres; así como en grupos con mayor
incidencia de pobreza, como los hogares con jefatura femenina.. A continuación se formulan
algunas recomendaciones:
•
Implementar políticas fiscales y monetarias anticíclicas que prioricen áreas de gastos e
inversión con elevado impacto en el empleo, abriendo oportunidades tanto para mujeres
como para hombres: priorizar aquellas que combinen el objetivo de empleo con el de la
igualdad de oportunidades y contemplen medidas de conciliación, de especial mención
seria el desarrollo de un sector de protección social a la “dependencia”. Esta línea de
trabajo puede aprovechar las nuevas oportunidades de nichos de empleo en el ámbito de
los cuidados y fomentar estos mercados para las micro y pequeñas empresas.
•
Fortalecer la protección social frente a la crisis. Revisar las condiciones de acceso a los
beneficios en cada una de las diferentes contingencias, así como el sistema de
protección que debe ser diferente para hombres y para mujeres, y muy especialmente
revisando y profundizando los mecanismos de protección por desempleo, a fin de lograr
máxima cobertura y cerrar la brecha de género vinculada a las menores oportunidades
laborales de las mujeres, relacionada con sus responsabilidades familiares.
A este respecto tres ideas fuerza deben ser mencionadas:
- La protección/seguridad social debe ser entendida como un derecho y no como
asistencia.
- Sistemas de protección “planos” con iguales condiciones de acceso y de sistema
de prestaciones para hombres y mujeres, son discriminatorios para el caso de las
mujeres, al reproducir las discriminaciones de la sociedad en general y del
mercado laboral en particular.
- Solo con sistemas eficientes de protección por desempleo se evitara el riesgo de
la reducción de los salarios y el incremento de la informalidad como resultado de
la presión de la crisis.
•
Del mismo modo, se recomienda identificar mecanismos -tales como .esquemas no
contributivos- para proteger a la población desempleada de la economía informal, donde
hay una mayor concentración de mujeres con hijos a cargo, a través del fortalecimiento
de programas integrales de transferencias directas.
•
Mantener el poder adquisitivo de los salarios y continuar la tendencia a cerrar la brecha
de género. Las políticas deben garantizar el mantenimiento del valor real del salario
mínimo y monitorear su cumplimiento. Este último factor es especialmente importante
para las mujeres, pues en una proporción mayor perciben el salario mínimo. También se
recomienda monitorear la evolución de las brechas salariales por sexo.
EMPLEO SALARIOS Y PISO BASICO DE
PROTECCION SOCIAL
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
A2-52988
Formación Sindical sobre Empleo, Salarios
y Piso básico de Protección Social
4 a 9 de Noviembre de 2010
México - Cancún
CONCLUSIONES
Curso A2-52988 – EMPLEO, SALARIO Y PISO BASICO DE
PROTECCIÓN SOCIAL
El grupo de sindicalistas de América Latina, reunido en Cancún, del 4 al
9 de noviembre del 2010 en el marco del seminario sobre Formación
Sindical sobre Empleo, Salarios y Piso Básico de Protección Social tras
haber discutido acerca de:
9 La relevancia y vigencia de los principios fundadores de la OIT
contenidos en su Constitución y en los instrumentos normativos
adoptados por sus mandantes para dar respuesta al fenómeno de
la globalización y a la última crisis que evidenció el fracaso de un
modelo de desarrollo basado sobre la disminución del Estado.
9 La fragilidad democrática por las brechas de ciudadanía activa, la
debilidad de sus instituciones republicanas, la violencia provocada
por la pobreza y desigualdad que excluye a una gran mayoría de
nuestra población de un empleo decente.
9 La mercantilización del trabajo, la dependencia de nuestras
políticas económicas y sociales que no incluyen en su diseño el
desarrollo del gran potencial humano y local de nuestra base
productiva.
9 El desequilibrio mundial generado por políticas comerciales y
financieras injustas en la distribución de los beneficios y la gran
brecha provocada por el estancamiento del valor real de los
salarios con respecto al aumento de la productividad.
Por ello, convenimos en la importancia de la acción socio política del
movimiento sindical en el marco de la Resolución de 1952 de la OIT,
para la generación de un modelo de desarrollo alternativo que haga
efectiva la implementación de los cuatro ejes estratégico de la OIT; tal
como lo señala la Declaración de la OIT de 2008 sobre Justicia Social
para una Globalización Equitativa y el Pacto Mundial para el Empleo que
a pesar de que tuvo una adhesión mundial fuerte en las principales
conferencias multilaterales como en el G20, de manera contradictoria se
aprueban a continuación en un gran número de países, al compromiso
asumido, una serie de políticas de ajustes que no corresponden si no
que corren el riesgo de seguir fomentando la precarización en el empleo,
la temporalidad y la tercerización, debilitando el tripartismo y la
negociación colectiva así como los principios de las relaciones laborales
equitativas que la OIT promueve.
El crecimiento económico no es equivalente a desarrollo. Por eso la
agenda debe contemplar no sólo políticas para prevenir futuras crisis y
potenciar la reactivación económica, sino que debe colocar en su centro
estrategias de desarrollo a largo plazo y sostenibles. El movimiento
sindical ha identificado 4 ámbitos importantes para el desarrollo
sostenible: el político, económico, social, y medio ambiental.
El Seminario aportó elementos fundamentales para la construcción de
un modelo alternativo incluyente y priorizó en sus discusiones las
siguientes temáticas:
ROL DEL ESTADO
La recuperación del papel regulador del Estado, junto a una
participación activa de las organizaciones sindicales, constituyen una
necesidad para desarrollar estrategias de promoción del trabajo
decente.
Los resultados de la actuación del mercado como mecanismo de
asignación de recursos se han descargado sobre el conjunto de los
trabajadores, provocando más precarización, más desempleo, menos
salarios, en fin, un claro retroceso en la búsqueda de trabajo decente.
Se hace imprescindible, por ende, fortalecer las instituciones laborales, y
el Estado posee un papel estratégico para garantizar pisos mínimos de
garantía de derechos para el conjunto de los trabajadores.
La ineficiencia del mercado se ha verificado también en contextos de
crecimiento económico, ya que sin intervención estatal en pos de
garantizar trabajo decente y sin una participación activa de las
organizaciones sindicales, dicho crecimiento no necesariamente se
traduce en mejores condiciones de vida para los trabajadores. Es
necesario, además, que el crecimiento económico acompañe una
profundización de los mecanismos democráticos en el sistema político, y
que sea sustentable en términos ambientales.
En los últimos años, las políticas de muchos países latinoamericanos han
presentado una fuerte ruptura con relación a las políticas
implementadas una década atrás, y que han permitido lograr avances
parciales, aún a pesar de presentar fuertes heterogeneidades
nacionales.
En tal sentido, resulta necesario profundizar la implementación de
políticas de empleo que posean una visión integral, evitando que las
intervenciones focalizadas se traduzcan en pérdidas de derechos para
los grupos que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Por
otra parte, estas políticas deberán ser complementadas con políticas
redistributivas basadas en modelos fiscales progresivos.
LA CENTRALIDAD DEL TRABAJO Y DE LAS POLITICAS PÚBLICAS
DE PROMOCION DEL TRABAJO DECENTE
Para el modelo de desarrollo alternativo es necesario que las políticas
Estatales superen las políticas neoliberales que disolvieron las políticas
laborales en las políticas económicas o mejor dicho fueron diseñadas
para estar a su servicio, olvidando su papel principal en la disminución
de las desigualdades a través de la protección de los trabajadores y
trabajadoras, para garantizar el derecho al trabajo y los derechos
sindicales como derechos humanos fundamentales en la construcción
democrática en nuestros países. Las reformas flexibilizadoras que se
aplicaron dejaron de considerar la centralidad del trabajo
desestructurando y fragmentando la base de los ejes estructurantes del
desarrollo para un empleo decente.
Se hace necesaria recuperar la voluntad política para reforzar la
institucionalidad laboral y acabar con la desmitificación de los supuestos
efectos nocivos de la protección laboral. Para ello son necesarias nuevas
políticas
macroeconómicas
que
asignen
recursos
para
una
administración laboral que funcione con calidad y eficiencia,
recuperando la gobernanza
de relaciones laborales deterioradas e
inequitativas que pagan millones de trabajadores privados de sus
derechos, sin autoridad a la cual recurrir, desalentados de la política lo
que pone en riesgo los valores fundantes de la democracia.
Se recuerda que la crisis ha tenido lugar tras años de reducción de la
política tributaria y tras un desajuste. En los noventa, el neoliberalismo
no sólo reestructuró, desestructurando, la economía sino que afectó la
política y la sociedad. Quebró el referente del mundo del trabajo y de la
cultura asalariada que existía antes de dicho proceso. Urge el papel del
estado como garante de políticas públicas distributivas de riqueza.
La crisis reciente reafirma la importancia del rol activo y regulador del
Estado y la actuación ineficiente de los mercados. Los diversos planes de
estímulo económico han fortalecido una mayor regulación estatal junto a
una vuelta de mirada hacia el mercado interno. Ello facilita la
configuración de políticas sectoriales junto con una revaloración del
salario como elemento sustantivo de la demanda interna.
ENFOQUE DE DERECHOS
9 Proponer un enfoque basado en derechos, a partir de los derechos
fundamentales, de Libertad Sindical y reconocimiento efectivo del
derecho a la Negociación Colectiva, de eliminación de todas las formas
de trabajo forzoso, a la abolición del trabajo infantil junto a la
eliminación de la discriminación en materia de empleo y/o ocupación,
como sustento del trabajo decente y junto a ellos como garantía de
efectividad y eficacia. Los marcos normativos de los servicios de
inspección del trabajo incluidos en los convenios prioritarios 81 y 129
junto al 144 de consulta tripartita.
Con esta solida base de respaldos normativos de la máxima jerarquía
en el código internacional del trabajo impulsamos el cumplimiento de
los principios y objetivos del convenio 122 de políticas de empleo al
ubicar como centro el empleo productivo y libremente elegido como
eje relevante de las políticas públicas.
9 Políticas de empleo que garanticen en su concepción y aplicación la
participación de las organizaciones de trabajadores y que en sus
contenidos velen por la igualdad de oportunidades y contribuyan en la
eliminación de todas las discriminaciones en el empleo y la ocupación de
conformidad con el convenio 111 y en materia de remuneraciones entre
mujeres y varones el convenio 100 proyectando de manera mas intensa
el derecho a un salario justo.
9 Políticas de empleo que garanticen la igualdad con medidas activas
sobre grupos vulnerables como las asociadas a los jóvenes con los
marcos de los convenios 142 y 140 de desarrollo de recursos humanos y
de licencias por estudios, así como el convenio 168 sobre el fomento del
empleo y la protección contra el desempleo.
9 Políticas de empleo que promuevan equidad y de modo relevante como
garantía de adecuada protección las disposiciones adoptadas sobre
salarios mínimos, primordialmente el convenio 131, las de tutela de las
remuneraciones de los trabajadores para todas las circunstancias de las
relaciones laborales incluidas en los convenios 95 sobre protección de
salario y 173 sobre la protección de los créditos laborales en los casos
de insolvencia patronal y sus recomendaciones. Finalmente el trabajo
decente contempla formas de seguridad en el empleo y los parámetros
del convenio 158 constituyen
aspiraciones de los trabajadores.
una
referencia
ineludible
en
las
9 Con este marco de derechos, principios y valores el papel de los
servicios públicos de empleo y las agencias privadas de colocación son
fundamentales para asegurar su pleno cumplimiento de acuerdo a los
parámetros de los convenios 88 y 181, a fin de contribuir al mejor
funcionamiento del mercado de trabajo.
9 Participar activamente en la formación y ejecución de las políticas de
dichos servicios es indispensable y hay que exigir el respeto del marco
normativo, y las consultas a los interlocutores sociales en ellas
previstos.
9 El pleno empleo es responsabilidad de las autoridades públicas y para
alcanzarlo puede ser relevante la colaboración de las agencias privadas
siempre y cuando estas se ajusten a la legalidad y se sumen a los
esfuerzos para combatir y erradicar la trata de personas y el trabajo
infantil.
9 La acción sindical y su expresión más relevante, la negociación colectiva
contribuyen a la consolidación de la democracia. Las relaciones laborales
con derechos suponen organizaciones sindicales eficaces en la
promoción de los intereses de los trabajadores.
9 El éxito de las demandas de justicia social por parte de las
organizaciones de los trabajadores debe de suponer la reducción de
sectores excluidos. Para ello las normas internacionales de trabajo de la
OIT son una plataforma de gran utilidad y deben ser los convenios y
recomendaciones utilizados en forma permanente y en todas las
instancias.
TRIPARTISMO Y DIALOGO SOCIAL
Las organizaciones sindicales reconocemos que el conflicto entre el
capital y el trabajo es constitutivo de las relaciones sociales capitalistas.
En tal sentido, reivindicamos el diálogo social como una herramienta
para gestionar dicho conflicto, consagrando nuevos y mejores derechos
para los trabajadores que deben constituir un piso para las futuras
reivindicaciones del movimiento obrero.
En este marco, la libertad sindical y la negociación colectiva constituyen
principios básicos de la nueva sociedad democrática en construcción, y
por ello mismo elementos clave del desarrollo sustentable. Estos dos
derechos fundamentales deben ser entendidos como un piso básico
sindical, sin los cuales es imposible consolidar estrategias de promoción
del trabajo decente.
MULTINACIONALES Y EMPRESAS SOSTENIBLES
Como protagonistas de la globalización, las empresas multinacionales
deben comprometerse con el cumplimiento de los derechos mínimos ya
establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en
los principios del Global Compact de la Naciones Unidas y las Directrices
para Empresas Multinacionales de la OCDE.
Como condiciones mínimas e indispensables también deben aplicar los
contenidos de la Declaración sobre las EMN y la Política Social y demás
convenios de la OIT, en especial el núcleo de derechos que compone la
Declaración de los Derechos Fundamentales del Trabajo. El derecho a la
información, consulta, a la libertad sindical y negociación colectiva son
fundamentales para fortalecer el proceso democrático y estimular el
progreso económico y social. El diálogo social tripartito y bipartito
posibilita buenas negociaciones salariales y acciones de políticas
sociales. En situaciones adversas, pueden disminuir los impactos de los
procesos de fusiones y reestructuraciones originados por el actual
proceso de concentración y centralización de capital.
Las empresas multinacionales y empresas sostenibles deben promover
la práctica cotidiana de diálogo social con todas las partes interesadas,
incluso con las Redes de Trabajadores y con las Federaciones
Internacionales para negociar Acuerdos Marcos Globales, posibilitar la
participación de los trabajadores en los espacios de decisiones, como
por ejemplo, en los consejos de administración.
Cambiar el concepto filantrópico del tema Responsabilidad Social
Empresarial, generalmente utilizado como estrategia de marketing, por
un nuevo concepto coherente con el cumplimiento de la legislación
laboral, social y ambiental, donde contribuya con el desarrollo sostenible
y promoción de la equidad entre las personas, en especial para la
cuestión de género, raza y personas con deficiencia física.
La práctica de la Responsabilidad Social Empresarial de estas empresas
debe:
9 Promover la competitividad sobre la mejor practica socialmente
responsable, delante de las diferentes leyes laborales y
ambientales existentes entre los países y las regiones.
9 Realizar acciones concretas para asumir la responsabilidad por los
impactos que producen en el ambiente de trabajo, en los entornos
de las empresas, en el medio ambiente y en la sociedad en
general.
9 Evitar las prácticas antisindicales en las relaciones de trabajo. Así
como exigir la aplicación y monitorear las normas internacionales
de sus proveedores en la cadena productiva.
9 Excluir de sus practicas la subcontratación o trabajo por agencias
como forma de precarización de las condiciones de trabajo e
ingresos. Deben asumir la corresponsabilidad por cualquier
eventualidad practicada por las empresas contratadas.
9 La necesidad de transparentar la información que generan sus
actividades y operaciones para garantizar el ejercicio de la
negociación colectiva.
9 Fortalecer las acciones de formación para los trabajadores sobre
los factores psicológicos y sociales que afectan al trabajo ya que
estos generan accidentes, ausentismo y adicciones entre los
trabajadores.
9 Procurar la creación de nuevos espacios para la formación
profesional y el establecimiento de fondos que lo hagan viable.
SALARIO DE EQUILIBRIO DISTRIBUTIVO PARA EL TRABAJO
DECENTE
Los cambios producidos en la estructura socio laboral operados en el
modelo neoliberal, provocaron procesos de desalarización y en general
de pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. Toda iniciativa que
promueva una justicia distributiva debe contemplar al salario como
dinamizador por excelencia.
El cambio de mirada respecto a la dinámica de los ingresos, la
recuperación de las herramientas de política económica por parte de los
gobiernos, la implementación de políticas fiscales y monetarias de corte
expansivo como revitalizadora de la actividad económica; encuentran en
la dinámica salarial un eje de la política de ingresos.
En consecuencia resulta oportuno incorporar la idea que los niveles
salariales se deben corresponder con estándares de empleo decente,
encontrando el nivel en el salario de equilibrio distributivo.
El análisis de la evolución en la teoría económica permite reconocer que
existen otras alternativas que la visualización de los mínimos salariales
como elementos distorsivos de los equilibrios entre oferta y demanda de
trabajo. También permite desmitificar la relación presentada como
irrefutable
entre
salario
mínimo/informalidad
o
salario
mínimo/desempleo; distinguiendo los efectos que implica entorno a los
niveles de pobreza, ingresos y empleos en las economías.
Claro que la importancia y virtud de este instrumento se encuentra
íntimamente ligada a la participación de los actores sociales en el
proceso de seguimiento, actualización y fijación y, fundamentalmente,
del Estado en la recuperación de su rol regulador y de presencia en el
cumplimiento y fiscalización de los niveles de acuerdo.
Resulta, entonces, insoslayable la contribución que el salario y sus pisos
hacen a la seguridad económica y a la Seguridad Social.
En este orden, deriva indispensable la visualización e identificación del
Salario diferido como elemento integrador de la Seguridad Social en el
marco de las relaciones laborales. En efecto del mismo modo que el
salario encuentra centralidad en el empleo decente, es el salario diferido
el eje sobre el cual construir y ampliar la cobertura de los sistemas de
seguridad social, con énfasis en colectivos de trabajadores de alta
vulnerabilidad como lo representan los trabajadores migrantes.
El proceso histórico, la evolución social, los cambios operados por la
globalización, como elementos estructurales; y la crisis financiera
mundial originada en el año 2008, configuran un desafío para la
extensión horizontal de la cobertura en protección social, compatible con
mínimos sociales que impidan a los trabajadores caer un situación de
pobreza.
En este contexto se enmarca la iniciativa del piso social básico de
protección social promovido por el sistema de Naciones Unidas y afinada
por la OIT, en cuanto al necesario enfoque de la iniciativa basada en
derechos.
En tal sentido, se distingue la relevancia de la propuesta de consenso
desarrollada por la CSA, plasmada en la Plataforma Continental de la
Seguridad Social (PLACOSS) en donde se reconoce el convenio 102
como norma mínima de seguridad social. Asimismo, se identifica la
construcción de un Piso de protección social, como respuesta a la crisis
de coyuntura.
Este piso social básico debe ser pensado no como meras medidas
asistenciales, tiene que ser la base de un sistema integral de seguridad
social como modelo de protección de largo plazo, ambos con el Trabajo
Decente como referencia y objetivo. En esta línea resulta útil
complementar la idea de piso social con la de edificio social,
donde la cobertura se encuentre complementada
contributivos fuertes y suficientes para los trabajadores.
con
pilares
Respecto al financiamiento, la centralidad debe estar puesta en el empleo y el
salario, dado el efecto que estos producen en torno a la contributividad y la
formalización del empleo. Sin perjuicio de ello, toda iniciativa de extensión
horizontal de la cobertura-piso básico debe suponer financiamiento de
afectación tributaria, con reformas estatales que permitan dotar de
progresividad a la política impositiva.
PROTAGONISMO DEL MOVIMIENTO SINDICAL
El movimiento sindical reafirma la legitimidad de su participación e incidencia
en el escenario político en la búsqueda de la promoción y cumplimiento de los
pilares del Trabajo Decente en alianza con otras organizaciones sociales. De allí
la importancia del fortalecimiento de la representación sindical en sus
diferentes espacios de interlocución y principalmente la cobertura sectorial en
coordinación con las Federaciones Sindicales Internacionales en las bases
sectoriales nacionales. Para ello es necesario seguir fortaleciendo la
perspectiva internacionalista en las estrategias y la acción que articule la
dimensión local, nacional, regional y mundial.
El movimiento sindical nacional e internacional reafirma la importancia de la
OIT como Organismo promotor del tripartismo y garante del cumplimiento de
las Normas Internacionales del Trabajo y en este escenario se hace necesario
el fortalecimiento de ACTRAV para que pueda responder a las reales
necesidades del movimiento sindical.
Con relación a las estrategias internas de los sindicatos debemos
fortalecer los procesos de formación de equipos técnicos sindicales en
programas claves como: genero, juventud, comunicación, empleo y
salario, Plataforma Laboral de las Américas y la Plataforma sindical
Continental de Seguridad Social y avanzar en el debate de la auto
reforma sindical.
Y con relación a las estrategias externas debemos ser capaces de
responder a los desafíos de los temas y políticas que nos imponen los
Organismos e Instituciones Multilaterales con una visión estratégica para
la construcción de una nueva agenda que incluya nuestras necesidades.
CONSENSOS Y PROPUESTAS
Ante realidades diferentes, objetivos estratégicos convergentes y respuestas
adaptadas a las realidades nacionales se refuerza la importancia de seguir
trabajando sobre la unidad de acción del movimiento sindical a nivel nacional e
internacional.
El movimiento sindical debe utilizar las herramientas e instrumentos
normativos como bandera de lucha para sus reivindicaciones difundiéndolos de
manera permanente. En este sentido el trabajo en Red para compartir
experiencias, información relevantes y crear un banco de datos estadísticos
propio que incorporen indicadores .
En el marco del debate de los niveles de la negociación colectiva,
salarios y el rol de las multinacionales, el movimiento sindical nacional
e internacional mantienen el compromiso del sindicalismo socio –
político y la urgente necesidad y prioridad de enfrentar, conjuntamente
con las Federaciones Sindicales Internacionales, el desafío de responder
a las políticas de las Instituciones multilaterales en aspectos de la macro
política y economía que además vienen en un creciente proceso de
descalificar las estrategias sindicales, a su membrecía y la dirigencia.
En este sentido debemos asegurar la presencia sindical en las Agencias
de cooperación e instituciones multilaterales para establecer puentes
entre las organizaciones sindicales y la cooperación generadas a partir
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el Pacto Global de la ONU, la
Agenda de Trabajo Decente de la OIT, el Pacto Mundial por el Empleo,
la Declaración Tripartita de la OIT, sobre las Empresas Multinacionales y
la Política Social, así como, las Directrices de las Empresas
Multinacionales de la OCDE, y las “Normas sobre Responsabilidad de
Empresas Transnacionales” en discusión, entre otras.
El movimiento sindical debe crear condiciones, a través de la formación
de capacidades y habilidades de las organizaciones y sus dirigentes,
para participar con éxito en el debate e incidir en las políticas de las
Instituciones multilaterales como la Organización de los Estados
Americanos (OEA), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Comisión
Económica para América Latina y Caribe (CEPAL) el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Unión Europea (UE).
PARTICIPANTES
ARGENTINA
LUIS ERNESTO CAMPOS
Coordinador del Observatorio de Derecho Social
de la Central de Trabajadores de Argentina.
GULLERMO ZUCCOTTI
Interventor del EMTD de la CGT de Argentina
COLOMBIA
GABRIEL PEREZ PUENTE
Organizador Nacional de la Confederación General de
Trabajo de la CGT de Colombia.
NOHORA STELLA TOVAR MANRIQUE
Secretaria Ejecutiva de Metalurgia de la Confederación
de Trabajadores de Colombia CTC.
PERU
PABLO JAVIER CHECA LEDESMA
Director del Instituto de Estudios Sindicales de la CGTP
de Perú
BRASIL
FABIO AUGUSTO LINS
Secretario de Relaciones Internacionales de la
Confederación Nacional de los Químicos de la CUT
Brasil
MEXICO
MARIA TERESA DE JESUS MACIAS GARCIA
Secretaria de Equidad de Género del Sindicato de
Telefonistas de la Republica Mexicana e Integrante de
la UNT.
RAFAEL MARINO ROCHE
Técnico de Larga Distancia del Sindicato de
Telefonistas de la Republica Mexicana e Integrante de
la UNT.
GUADALUPE ESPINO RODRIGUEZ
Asesor Sindical de Vanguardia Obrera de la CROC.
ALBERTO SUAREZ HERNANDEZ
Delegado Subseccion 09 de la Federación Nacional
Refresquera de la CROC.
HUGO RENDON JIMENEZ
Coordinador de Programas de Comité de Políticas
Internacionales de la Secretaria de Asuntos
Internacionales de la CROC.
LUIS ALBERTO ECHEVERRIA NAVARRO
Director General del Centro de Estudios Superiores
CTM “Justo Sierra O.”.
ITZELL ZUYELI PEDROZA IBARRA
Coordinadora de Programas Estatales de la CTM en el
Estado de Quintana Roo, México.
JOSE LUIS REYES RETURETA
Secretario de Bienestar Social y Ecología de la CTM en
el Estado de Quintana Roo, México.
MAURA PATRICIA HERNANDEZ TAPIA
Coordinadora de Programas de la Secretaria de Acción
Política del Comité Nacional de la CTM. Edificio Sede.
NEFTALI ORTIZ VELAZQUEZ
Coordinador General de la Secretaria de Acción Política
del Comité Nacional de la CTM. Edificio Sede.
PONENTES
PABLO ARNALDO TOPET
Profesor Adjunto del Departamento Derecho del Trabajo en la Facultad
de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
JULIO HERNAN GAMERO REQUENA
Consultor de la OIT
CARMEN BENITEZ GAMBIRAZIO
Especialista en Educación Obrera de la
Oficina Regional de la OIT con sede en Lima, Perú.
REGINA GALHARTI
Especialista Principal en Desarrollo del Empleo
de la Oficina para Cuba y México de la OIT en México.
MARIA MARTHA AYALA MONREALE
Coordinadora Cooperación al Desarrollo
Responsable de Programas de Seguridad Social de la
Confederación Sindical de Trabajadores/As de las Américas
ACTRAV – CIF TURIN, ITALIA
RESPONSABLE DEL PROGRAMA DE FORMACION SINDICAL PARA LAS
AMERICAS
JESUS GARCIA JIMENEZ
PLATAFORMA SINDICAL CONTINENTAL EN
SEGURIDAD SOCIAL
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
Plataforma Sindical Continental sobre
Seguridad Social
Presentación
El movimiento sindical de las Américas, representado en la Confederación Sindical de
Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) y las Centrales/Confederaciones afiliadas y
fraternas ha culminado el proceso de construcción, debate y consenso colectivo de la Plataforma
Sindical Continental sobre Seguridad Social, la cual fue aprobada en el Consejo Ejecutivo de la CSA
en el mes de abril de 2010.
La CSA pone a consideración de los y las trabajadores y trabajadoras organizados o no, de
las Américas y la sociedad civil organizada esta Plataforma Sindical, fruto de un proceso democrático
de reflexión, debate y consulta entre diferentes perspectivas del movimiento sindical y expertos/as, en
la búsqueda de contribuir a la elaboración de una propuesta al acceso universal, solidario y público de
la Seguridad Social como Derecho Humano fundamental.
Pretendemos que la Plataforma Sindical Continental sobre Seguridad Social sea utilizada
como instrumento de trabajo político - estratégico y que guie el accionar de los sindicatos en la
materia.
El documento consta de la siguiente estructura y contenido:
1- PUNTO DE PARTIDA
- El Programa de Acción de la CSA y la Seguridad Social
-
Estado de situación de las Américas en Seguridad Social
En particular: ante la crisis y el fracaso de las privatizaciones de la Seguridad Social
2- PASOS SINDICALES‖ HACIA LA PLATAFORMA
-
Protagonismo sindical en la 89ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT 2001)
Debate sindical sobre propuestas en Seguridad Social (2007-2009)
Seguridad Social como Derecho Humano fundamental
El reto de la extensión de la Protección Social en las Américas.
3- LA PROPUESTA DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS
4- PROPUESTA DE ACCIÓN
1
Agradecemos desde la CSA y su Secretariado al Equipo de Representación de los Trabajadores
del Banco de Previsión Social de Uruguay y a la OIT – ACTRAV – Centro de Formación de Turín, por
su decidida colaboración en la concreción de este esfuerzo.
También agradecemos la cooperación solidaria de ISCOD – UGT - AECID - a través del Convenio
―Fortalecimiento de las organizaciones de trabajadores promoviendo la formación sindical y facilitando
su intervención en el mercado de trabajo y en los procesos de codesarrollo‖, que ha financiado las
actividades de debate para la construcción de la PLACOSS y compartiendo la experiencia española
sobre el tema.
Sao Paulo, mayo de 2010
Víctor Báez Mosqueira
Secretario General
PUNTO DE PARTIDA
El Programa de Acción de la CSA y la Seguridad Social
El Programa de Acción de la Confederación Sindical de los trabajadores y trabajadoras de las Américas
- CSA, adoptado en su Congreso Fundador de marzo de 2008 en Panamá, en su epígrafe titulado ―El
sindicalismo en la promoción del desarrollo sostenible para las Américas‖, afirma que la CSA se
compromete a desarrollar políticas que tengan caminos y objetivos muy claros a ser alcanzados para
construir un modelo de desarrollo sostenible (…) con el máximo respeto por la libertad de
sindicalización y organización de modo que el sindicalismo pueda ser un actor con poder real en el
proceso.
En su punto 13, continúa diciendo – ―La ejecución exitosa de los modelos (de desarrollo sostenible)
debería redundar entre otros resultados en:
…/…






…/…‖
La creación de trabajo decente para todos y todas sin exclusión
Una distribución del ingreso y la riqueza y con ello una disminución de las crecientes
desigualdades sociales actuales en cada país y entre países.
La eliminación del desempleo, el subempleo, la informalidad y la precariedad
La reducción sustantiva de la pobreza y la eliminación de la indigencia.
Acceso gratuito y universal a los servicios públicos que en realidad son derechos humanos
como por ejemplo, la educación, la salud y el agua/saneamiento.
Seguridad Social para todos y todas a través de un pilar público básico financiado con
impuestos que genere una pensión universal (sin perjuicio del necesario pilar público
contributivo de financiación tripartita mas adelante explicitado).
Dentro del apartado de Políticas Socio laborales, en la parte dedicada a la Seguridad Social, dice:
“La CSA asume el compromiso de luchar para que todas y todos los/las trabajadores/as,
asalariados o no asalariados, tengan seguridad social. Hoy en día en las Américas enfrentamos
una situación de extrema gravedad debido a la exclusión de decenas de millones de trabajadores/as
del sistema de salud y seguridad social. Buena parte de esa situación se derivó de las políticas
neoliberales implementadas en el continente que disminuyeron el rol del Estado en diversas políticas
públicas, abriendo las puertas para las privatizaciones‖. (punto 46)
―Es urgente fortalecer los sistemas de seguridad social, recuperando los principios de universalidad y
solidaridad de las prestaciones, en especial en la niñez y la vejez, la progresión hacia la integralidad de
las mismas y un financiamiento sustentable con justicia social, desterrando los modelos de seguridad
social fundados en el lucro privado. Se presenta entonces la necesidad de una estrategia múltiple,
basada en establecer una pensión universal para todos y todas las trabajadoras/es proporcionada por
el Estado y financiada con impuestos, así como preservar y reformar los sistemas de reparto para
fortalecerlo‖. (punto 47)
Esta Plataforma de Seguridad Social de las Américas sirve de desarrollo de lo anterior ante el
urgente reto de la extensión de la seguridad social en el Continente.
Estado de situación de las Américas en Seguridad Social
La Seguridad Social es un Derecho Humano fundamental, y solo asumiendo nuestros derechos como
tales, nos sentiremos con toda la fuerza y determinación necesarias para reivindicarlos y exigirlos. Más
de 60 años después de la Declaración de los Derechos Humanos, las Américas presentan muy serias
deficiencias respecto a distribución de renta, generación de empleo decente, libertad sindical, equidad
de género, etc.
Hoy el panorama estructural económico y sociolaboral en las Américas en materia sociolaboral se
caracteriza, en la mayoría de los países por:




un crecimiento económico con bajos niveles de productividad y tecnología, con un atraso
endémico del sector agrícola, y una muy inequitativa distribución de la renta (con los
peores indicadores a nivel mundial).
muy altos índices de informalización laboral, tanto entre los trabajadores/as dependientes
como entre los trabajadores/as autónomos, junto a extendidos procesos de desempleo,
subempleo, tercerización y pobreza. La vulnerabilidad laboral es especialmente alta entre
las mujeres, los jóvenes, la población migrante, y los trabajadores/as del campo.
una debilidad Institucional y de políticas públicas en Protección Social y en Salud y
Seguridad en el Trabajo.
limitaciones, e incluso eliminación, del ejercicio de la libertad sindical, incluyendo la
persecución de dirigentes sindicales y hasta su asesinato (en Guatemala y Colombia);
insuficiente desarrollo de la negociación colectiva y escasa utilización del tripartismo y el
diálogo social como instrumentos de legitimación social.
En particular: ante la crisis y el fracaso de las privatizaciones de la Seguridad Social
La reciente crisis afecta a la Seguridad Social cualquiera que sea su modalidad, introduciendo un
conjunto de fenómenos negativos adicionales: menor recaudación por menor afiliación, mayor
morosidad, mayores abusos de los empleadores y menores pensiones.
La crisis también ha puesto en evidencia, de manera definitiva, las grandes carencias de los regímenes
de capitalización individual operados por fondos privados de pensión, que se han expandido en los
últimos veinte años en América Latina y Caribe como parte de las reformas neoliberales, afectando a
las pensiones, salud y riesgos profesionales. Tales regímenes tienen en su interior un conflicto entre el
principio de rentabilidad que persiguen, con eje en altas comisiones y colocaciones riesgosas en el
negocio bursátil, y la promesa de cobertura ante la contingencia social, no habiendo establecido
mecanismos suficientes que garanticen la seguridad de los fondos previsionales.
Como consecuencia, las reformas estructurales privatizadoras implantadas en varios de nuestros
países no han logrado aumentar la cobertura ni la calidad de las prestaciones, por el contrario han
aumentado la exclusión social y peor aún, en el actual estado de crisis financiera, los trabajadores
perdemos nuestros aportes que se encontraban depositados en los ―fondos de ahorro de pensiones‖ y
que se suponía, eran la solución a la hora de jubilarnos.
La incertidumbre de estos sistemas estimula la vulneración de derechos en el trabajo (en ambos
sectores formal e informal), los deterioros de los indicadores socio-laborales, lo que nos debe hacer
pensar en nuevas soluciones alternativas que verdaderamente puedan efectivizar el imprescindible
aumento de los niveles de cobertura.
La crisis en los países industrializados ocasiona problemas adicionales para la Protección Social en
América Latina y el Caribe, al generar un flujo de migración de retorno, que presionará sobre las
necesidades de tales políticas en los países de origen. En igual sentido juega la reducción de remesas
de inmigrantes, en cuanto a la menor capacidad de recursos los emigrantes que permanecen en el país
de destino, frecuentemente afectados por la crisis en mayor medida dada su precaria inserción laboral.
En América Latina y el Caribe, la crisis ha traído como consecuencia un proceso de reacciones
nacionales en la Protección y Seguridad Social, centrado en la recuperación y ampliación del papel del
Estado en las políticas públicas. Este es el caso de Argentina y Chile: El 21 de octubre de 2008, la
Presidenta de Argentina anuncio la finalización del sistema privado de jubilaciones y pensiones.
También en 2008 Chile ha realizado una Reforma de la Reforma Privatizadora, que si bien no va a las
causas del problema, pretende buscar soluciones para los grandes sectores de la población sobre cuya
protección el modelo privatizador no da respuestas. Estos acontecimientos nos demuestran que la
Seguridad Social siempre debe ser considerada una política de Estado.
En la mayor parte de los países que cuentan con fondos privados se desarrolla actualmente un debate
público y se elaboran nuevas propuestas, como es el caso de Uruguay, Bolivia y Perú.
El rol del Estado es fundamental en todo este escenario, siendo el Estado el único que puede
formular un plan nacional general de desarrollo de la Seguridad Social, que priorice sobre
colectivos y sobre prestaciones, haciendo progresiva la extensión de la cobertura. Todos asumimos
que las carencias de las que partimos no las vamos a poder resolver de la noche a la mañana, y que va
a hacer falta mucho trabajo, determinación y voluntad política para conseguirlo, para lo que es
fundamental identificar cuales son los primeros pasos que debemos dar en la dirección correcta,
siempre con reglas claras, y tomando los Convenios de la OIT como referentes, especialmente el
Convenio 102, de norma mínima de Seguridad Social. La ratificación del Convenio 102 en las
Américas debe pasar de la reivindicación sindical a la agenda política, como ha ocurrido en Brasil y en
Uruguay en 2009.
“PASOS SINDICALES” HACIA LA PLATAFORMA
Protagonismo sindical en la 89ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT
2001)
Gracias al protagonismo y liderazgo sindical en el proceso, la 89ª Conferencia Internacional del Trabajo
del año 2001, aprobó una Resolución y conclusiones relativas a la Seguridad Social que estableció un
consenso mundial en torno a cuestiones y prioridades fundamentales importantes, a tener en cuenta:
1.- debe concederse prioridad a las políticas e iniciativas destinadas a ampliar la cobertura de
la seguridad social para abarcar a quienes carecen de ella.
2.- la seguridad social no sólo reviste gran importancia para el bienestar de los trabajadores, de
sus familias y de la comunidad en su conjunto, sino que, de gestionarse adecuadamente,
también aumenta la productividad y apoya el desarrollo económico.
3.- el envejecimiento de la población afecta tanto a los sistemas de pensiones basados en la
capitalización como a los basados en el reparto: es necesario buscar soluciones basadas
preferentemente en las medidas destinadas a aumentar las tasas de empleo.
3.- los interlocutores sociales tienen un importante papel que desempeñar en la gestión de la
seguridad social.
Las propuestas de acción a que se llega en esta resolución siguen manteniendo absoluta
vigencia y con mayor énfasis, si cabe, en el contexto actual de crisis financiera, económica,
social y de empleo.
Debate sindical sobre propuestas en Seguridad Social (2007-2009)
Durante el bienio 2007-2009, y en el marco de proyectos de cooperación internacionales, han habido
importantes encuentros sindicales internacionales en América Latina (subregionales y regionales) para
el debate y la definición de prioridades y posibles estrategias de intervención sindical en seguridad
social.
Dichos eventos han contribuido al fortalecimiento de las capacidades sindicales en materia de
Seguridad Social, el intercambio de experiencias y la identificación de prioridades comunes de
actuación, canalizadas en declaraciones y documentos de referencia, cuales las declaraciones de Lima
de marzo de 2009, de Madrid de marzo de 2009 y de Montevideo de diciembre de 2009 (y que se
incluyen como anexos a este documento, sirviendo su contenido para la elaboración de esta
Plataforma); en particular la Declaración de la X Cumbre Sindical Iberoamericana (Lisboa, noviembre
de 2009) reconoce necesario priorizar un nuevo modelo económico sostenible desde el punto de vista
económico, ambiental y social, que contribuya a combatir la pobreza, la exclusión, la informalidad, la
desocupación y que promueva el trabajo decente, cuya esencia es la promoción y cumplimiento
efectivo de derechos .
Seguridad Social como Derecho Humano fundamental
La Seguridad Social es un Derecho Humano, y solo asumiendo nuestros derechos como tales, nos
sentiremos con toda la fuerza y determinación necesarias para reivindicarlos y exigirlos, y sobre esta
idea fuerza se ha venido trabajando en la Región en los últimos años.
Base normativa imprescindible es la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10/12/1948), la
cual reconoce -entre otros derechos laborales y sociales1- el derecho fundamental a la seguridad social:
1
La Declaración recoge también como derechos humanos los siguientes derechos laborales y sociales: Derecho a igual salario
por trabajo igual (art.23.2), Derecho a una remuneración equitativa (art.23.3), Derecho al descanso (art.24), Derecho a cuidados y
asistencia especial por maternidad e infancia (art.25.2), Derecho a la educación (art.26). Asimismo, toda persona tiene derecho - artículo
25 de esta Declaración - a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdidas de sus
medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad; la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidado y
Artículo 22: Declaración Universal de Derechos Humanos´. Aprobada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 10 de diciembre de 1.948.
1) "Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener... la satisfacción
de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de la
personalidad".
2) "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el
bienestar y, en especial, la alimentación, el vestido y la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudedad, vejez u
otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad".
La implementación del derecho a la seguridad social se hace tanto mas prioritario si consideramos que
cinco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) definidos en la Declaración del Milenio por
189 países en el año 2000, en la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas, están directamente
relacionados con la seguridad social, tales como: erradicar la pobreza extrema y el hambre (objetivo 1),
promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer (objetivo 3), reducir la mortalidad
infantil (objetivo 4), mejorar la salud materna (objetivo 5) y combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras
enfermedades (Objetivo 6). De esta manera queda clara la importancia de la seguridad social como
respuesta a la crisis y como herramienta para la construcción social, involucrando en el proceso a todo
al Sistema de Naciones Unidas y a sus Estados miembros.
El reto de la extensión de la Protección Social en las Américas.
Ya el Programa de Acción de la CSA, identifica como resultados de un modelo de desarrollo sostenible,
la seguridad social para todos y todas a través de un pilar público básico financiado con impuestos, el
acceso gratuito a la salud, la educación y el agua/saneamiento, una mejor distribución del ingreso y la
riqueza y con ello una disminución de las crecientes desigualdades sociales actuales. Y que debe ir
acompañado de un pilar público contributivo de financiación tripartita como parte central del sistema.
La Seguridad Social en América Latina, ofrece escasos niveles efectivos de cobertura, representando
apenas una cuarta parte de la población en muchos países, fundamentalmente como resultado de la
alta informalidad, pero también por el empleo no registrado, y la evasión empresarial. A ello se agregan
los efectos del desempleo sobre la densidad de cotización y los problemas complementarios
ocasionados por la rotación laboral, la tercialización y la subcontratación, como producto de las
políticas de flexibilización que diluyen la responsabilidad empresarial.
En los Estados se observa severas limitaciones en su capacidad efectiva de recaudación, control y
sanción, generándose altos porcentajes de evasión y percepción de impunidad; ausencia de sistemas
asistencia especiales; y, todos los niños nacidos de matrimonios o fuera de él, tienen derecho a igual protección social.
fiscales progresivos y un escaso nivel de ratificación y aplicación de las normas internacionales en esta
materia, como el Convenio 102 de OIT2.
El resultado es que más de la mitad de la población latinoamericana carece de ningún mecanismo de
protección social, y en algunos países de la Región ese porcentaje llega al 80%, agudizándose esta
situación para el caso de las mujeres, los niños y las niñas y el adulto/a mayor. Este es el reto al que
nos enfrentamos y, por lo tanto, debe ocupar el centro del debate político y social sobre el futuro de
nuestras sociedades, y sus consecuencias para la democracia.
El Estado es la única institución que puede formular una estrategia nacional general de desarrollo
de la Seguridad Social, con participación de trabajadores y empleadores, en el que la cobertura de
prestaciones básicas debe entenderse como un primer paso en el proceso de extensión de la cobertura
a todas las personas, sobre todos los riesgos, con prestaciones suficientes, permanentes y sostenibles
financieramente.
Frente al reto de la extensión de la Protección Social, la Declaración sobre la justicia social para una
globalización equitativa (OIT junio 2008) específicamente exhorta a los Estados Miembros a ―adoptar y
ampliar medidas de protección social — seguridad social y protección de los trabajadores — que sean
sostenibles y estén adaptadas a las circunstancias nacionales‖, con inclusión entre otros, de: ―la
ampliación de la seguridad social a todas las personas, incluidas medidas para proporcionar ingresos
básicos a quienes necesiten esa protección, y la adaptación de su alcance y cobertura para responder
a las nuevas necesidades e incertidumbres generadas por la rapidez de los cambios tecnológicos,
sociales, demográficos y económicos;‖ así como ―condiciones de trabajo saludables y seguras‖; de la
misma forma, reconoce en el dialogo social y el tripartismo los métodos más apropiados para el logro
de la aplicación de las mismas.
LA PROPUESTA DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS
Puestos en esta realidad, los trabajadores y las trabajadoras sostenemos que:
1. El Estado debe ser garante, gestor y administrador de los Sistemas de Seguridad Social,
desarrollando las políticas de Protección Social, que los complementen, garantizando una real
participación de los trabajadores en actividad y jubilados. En tal sentido, reafirmamos el
contenido de la Plataforma Laboral de las Américas (PLA), acordada por el sindicalismo de la
región, y que fuera presentada ante la IV Cumbre de las Américas (Mar del Plata, noviembre
2005). En esta PLA se llama a participar en la construcción de un modelo de Seguridad Social
integral, solidario, redistributivo, universal y con la responsabilidad del Estado que equilibre la
sociedad con las garantías de protección a todas las trabajadoras y los trabajadores con
independencia de la forma de inserción laboral o de su localización geográfica, así como del
origen nacional y que siente las bases del modelo de sociedad que todos nos merecemos.
2. La Seguridad Social como elemento estratégico y constitutivo del Trabajo Decente, y este a
su vez como objetivo central de todas las políticas. Los gobiernos deben impulsar políticas de
2
Los países de las Américas que han ratificado este convenio son: Bolivia (31/01/1977), Brasil (15/06/2009), Costa Rica (16/03/1972), Ecuador
(25/10/1974), México (12/10/1961), Perú (16/08/1961) Suriname (15/06/1976), Uruguay (17/09/2009) y Venezuela (05/11/1982)
Trabajo Decente que incrementen las oportunidades de acceso a empleos en mejores
condiciones de ingreso, seguridad y productividad, favoreciendo la ―formalización‖ del empleo
con derechos, en coherencia con los Planes Nacionales de Trabajo Decente, y con equidad
de género.
Referente fundamental es la Declaración sobre la justicia social para una globalización
equitativa (OIT junio 2008), cuando afirma que ―los cuatro objetivos estratégico (derechos,
empleo, protección social y diálogo social) son inseparables, están interrelacionados y se
refuerzan mutuamente‖, y que ―la falta de promoción de cualquiera de ellos menoscabaría el
logro de los demás‖.
3. La defensa de los derechos colectivos de libertad sindical, huelga y negociación
colectiva, en tanto que es inherente a la razón de ser del movimiento sindical, se mantiene y
refuerza.
4. Es necesario que nuestros países definan Estrategias nacionales en Seguridad Social y sus
políticas públicas correspondientes, y en todos sus ámbitos: salud (preventiva y curativa),
pensiones, prestaciones familiares, maternidad, accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales y desempleo; buscando un justo equilibrio entre prestaciones contributivas y no
contributivas, que no pierdan poder adquisitivo a lo largo del tiempo, y que den respuesta a
este Derecho Humano Fundamental que es la Seguridad Social.
5. Para mejorar los niveles de Protección Social es necesaria la participación de los
trabajadores y de las trabajadoras en el diseño, seguimiento, control y, en su caso, gestión.
Previamente a la toma de cualquier resolución estatal en esta materia, deben ser consultadas
las organizaciones sindicales. Para lograrlo necesitamos organizaciones sindicales fuertes,
representativas, y desarrollar una política de alianzas amplia, porque no alcanza con los
trabajadores/as y los jubilados/as. Para avanzar hay que involucrar a la sociedad en su
conjunto (incluidos los trabajadores/as rurales, o los integrados en el sector informal), y a los
empresarios, por eso la importancia del dialogo social y la participación tripartita. Con
participación y transparencia, con propuestas, con organizaciones fuertes y promoviendo el
dialogo social, es posible ampliar la cobertura y corregir las carencias institucionales.
6. Es necesaria la extensión vertical y horizontal de la cobertura de la Seguridad Social
a. La extensión horizontal significa el aumento cuantitativo del número de personas
cubiertas por los regímenes de protección social, incluidos los de la economía
informal, y los/las trabajadores/as del campo, mediante la aplicación y expansión de
pilar público básico, financiado por impuestos que graven fundamentalmente las
ganancias y el patrimonio, destinadas a brindar una seguridad básica del ingreso a la
población en edad de trabajar (tomando el salario mínimo como referencia), servicios
de salud integrales y progresivos para todas las personas, prestaciones destinadas a
los hijos, coordinados con un conjunto de políticas en materia de
educación/salud/mercado laboral y políticas familiares, y pensiones básicas para los
ancianos y los discapacitados. El Estado es la única institución que puede, y debe,
formular un plan nacional general de desarrollo de la Seguridad Social, con ineludible
participación de trabajadores y empleadores, para garantizar la efectividad del sistema,
en el que la cobertura de prestaciones básicas debe entenderse como un primer paso
en el proceso de extensión de la cobertura a todas las personas, sobre todos los
riesgos, con prestaciones suficientes, permanentes y sostenibles financieramente.
Cada Estado deberá comprometer un porcentaje del PBI a financiar la seguridad
social, como piso mínimo garantizado y de manera de ligar el crecimiento económico
con el bienestar social de la población.
b. La extensión vertical está referida a las situaciones de necesidad cubiertas
(enfermedad, vejez, viudez, desempleo, maternidad, etc)y la calidad de las
prestaciones que deberán extenderse y mejorarse progresivamente con financiación
contributiva tripartita de Estado, empleadores y trabajadores/as (pilar público
contributivo de financiación tripartita como parte central del sistema).
7. En la Región, sin obviar diversos problemas a resolver en términos de calidad de prestaciones
y la propia gestión del Sistema, urge enfrentar la ampliación de la cobertura de pensiones y de
salud (preventiva y curativa) para el gran número de trabajadores/as no registrados. Se
necesita modificar la situación referida al no registro de relaciones de dependencia, en
empresas formales o “informales”, incluyendo aquellas simuladas como autónomas en
relaciones tercerizadas. Las instituciones públicas deben dotarse de recursos para ejecutar
procesos de fiscalización para detectar la evasión y elusión en las aportaciones, aplicar
sanciones y recuperar los recursos provisionales, fortaleciendo las leyes nacionales y los
sistemas de inspección, y planteando acciones penales en contra de los empleadores por el
delito de fraude de recursos públicos.
Especial mención merece la necesidad de pago de la deuda histórica acumulada al seguro
social por algunos gobiernos
8. El no registro de los/as trabajadores/as autónomos (también denominados independientes,
autoempleados, autogenerados, cuentapropistas, no dependientes, no asalariados o
trabajadores de la economía informal, tanto en zonas rurales como urbanas) debe encararse
mediante regímenes contributivos y no contributivos adecuados a sus particularidades e
ingresos, integrado en un sistema solidario que garantice una cobertura mínima. Ello requiere
reformas fiscales profundas de carácter progresivo que graven fundamentalmente las
ganancias y el patrimonio, con énfasis en los capitales financieros de carácter rentista y
especulativo que no otorgue privilegios al capital extranjero frente a la inversión nacional, y que
posibilite reducir el peso de los impuestos indirectos sobre el consumo, en especial el de
bienes y servicios básicos.
9. Defendemos el Convenio 102, en tanto norma mínima de Seguridad Social, y referente
normativo internacional, al establecer criterios y reglas claras para la cobertura de las nueve
contingencias básicas de Seguridad Social: Asistencia Médica, Enfermedad, Desempleo,
Vejez, Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, Asignaciones Familiares,
Maternidad, Invalidez y Viudez.
A su vez se deben contemplar los demás Convenios, resoluciones y recomendaciones sobre
Protección Social, Derechos Fundamentales y Trabajo Decente. Al mismo tiempo considerar el las
decisiones, convenios y cartas sociales sobre la materia en los procesos de integración subregional
(CAN, Mercosur, SICA y CARICOM), así como el Convenio Multilateral Iberoamericano de
Seguridad Social.
10. Se ha de trabajar para suprimir cualquier tipo de discriminación en la seguridad social.
Teniendo además en cuenta que la discriminación social y laboral se traduzca en la discriminación
en los modelos de protección social. Es necesario superar la discriminación en todos sus aspectos,
especialmente el racial, siendo necesario además destacar aquello que excluye a las comunidades
originarias y a los trabajadores/as rurales de los sistemas de protección social.
11. Atención específica y transversal hay que poner a la equidad de género: es un hecho que la
mayoría de los regimenes de seguridad social fueron en su día establecidos sobre la base de que
los hombres eran sostén de la familia, y de que existía un ―natural‖ reparto de tareas y funciones al
interno de las familias, de tal manera que las mujeres eran percibidas como trabajadoras
secundarias y se subvaloraban socialmente sus competencias y habilidades. Si además añadimos,
que la trayectoria laboral de las mujeres es mas discontinua, tienen menos opciones a promociones
laborales, sus carreras se ven interrumpidas por la crianza de los hijos/hijas, concentran periodos
mas cortos de cotización y lo hacen sobre salarios sensiblemente menores a los de los hombres;
con todas esas circunstancias, hasta un modelo de protección que pretendiera ser neutro en el
derecho y la magnitud de las prestaciones, reproduciría estas desigualdades trasladándolas a un
modelo de protección social insuficiente para las mujeres. Pero los modelos de protección no han
sido neutros, sino que históricamente han tomado al varón, y secundariamente su familia, como
sujeto central de protección.
Debemos partir de la necesidad de identificar las diferencias existentes en la aplicación de los
sistemas de protección social en función del género, para que tanto hombres como mujeres
seamos conscientes de que existen tales diferencias. Solo después seremos capaces de
reflexionar, y debatir sus causas, con el objetivo último de desarrollar propuestas que sean
capaces de corregir estas diferencias.
Las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar y de reparto de responsabilidades
familiares, entre hombres y mujeres, deben ser vistas como un elemento más de la seguridad
social. En este sentido se ha de exigir la creación de políticas públicas claras y bien específicas
para las mujeres Amas de Casa que hayan sufrido el desequilibrio en el reparto de
responsabilidades familiares, ya que están desprotegidas en remuneraciones y protección
Social.
12. Ante la nueva realidad de las relaciones laborales y con los altos niveles de desigualdad y
pobreza es necesario analizar un nuevo modelo de Seguridad Social, su forma de
financiamiento y captación de recursos. Se deben establecer fuentes de financiación
tripartita adecuadas con recursos del Estado, de impuestos progresivos al capital y las
grandes rentas y contribuciones de empleadores y trabajadores. En particular en la inversión
de los recursos de la seguridad social debe haber participación en el control por parte de las
organizaciones de los trabajadores/as.
13. Ni la salud, ni las pensiones, ni la cobertura de riesgos profesionales, son una mercancía, por
lo que rechazamos el modelo mercantilista de los fondos privados de Seguridad Social y nos
ratificamos en la defensa del sistema de reparto. Es imprescindible modificar los sistemas de
Seguridad Social privatizados que han fracasado rotundamente, para lo cual son esenciales el
compromiso y la participación de todo el movimiento sindical a efectos lograr reforzar los
sistemas públicos y solidarios, sin perjuicio de las coberturas sociales complementarias
previstas en las convenciones colectivas.
14. La reafirmación del derecho a no migrar, como punto de partida para que los trabajadores/as
reivindiquen el derecho a contar con un trabajo decente en su propio país de origen.
15. El fenómeno de la migración, dentro del Continente Americano y también con España y
Portugal, y la repatriación de migrantes en contexto de crisis, ubica en toda su magnitud la
importancia del Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, para invalidez,
vejez y supervivencia, que debe ser aprobado y aplicado con rango de ley. Un convenio similar
ya vigente (desde 2005) en el Mercosur, puede facilitar avances en su aplicación, sin perjuicio
de otros convenios supranacionales posibles. Estos son instrumentos imprescindibles, para
poder totalizar los años de trabajo de cada trabajador/trabajadora, con independencia de su
residencia, evitando la pérdida de derechos.
16. Consideramos una prioridad implementar políticas públicas que promuevan la protección social
y el desarrollo personal y laboral de los y las jóvenes como colectivo de trabajador@s
vulnerables. Dicha prioridad es subrayada por el Pacto Mundial por el Empleo (OIT,2009), en
donde se reconoce a los jóvenes entre las ―personas vulnerables que han sido duramente
golpeadas por la crisis‖3. Afirmamos la necesidad de que la recuperación económica produzca
nuevas oportunidades de empleo para los y las jóvenes, y que se trate de oportunidades de
trabajo decente, siempre con garantías de protección social como trabajadores y trabajadoras.
17. Ahora, ante la crisis:
a. Más Democracia y más Participación: Reclamar y participar en instancias de dialogo
tripartito para enfrentar la crisis, y la defensa de la negociación colectiva.
La reciente crisis económica puso en evidencia la estrecha relación entre el sistema
político de cada país, su política económica y el impacto sobre las relaciones
laborales y el sistema de seguridad social. En consecuencia debemos procurar
sistemas democráticos, con mayor participación y diálogo social tripartito consensuado.
En particular sobre las políticas de libre comercio, éstas se han convertido en
factores que deterioran el entorno laboral y social, por lo que nos oponemos a su
implementación, en la medida en que las negociaciones incluyan normas lesivas al
interés nacional y a derechos humanos fundamentales, como la seguridad social.
3
Esta afirmación ha sido respaldada por los datos actuales presentados por la OIT según los cuales en América Latina y
el Caribe hay 7 millones de jóvenes desempleados, y la actual crisis por si sola dejó desocupadas a unas 600.000 personas entre 15
y 24 años,. Además, según las cifras mas recientes publicadas por OIT, entre los jóvenes trabajadores apenas 10% tienen un
contrato estable, 35,1% tienen seguro de salud, y 32,5% está afiliado a algún sistema de pensiones.
b. Coherentemente con todo lo anterior, el Pacto Mundial para el Empleo y la
Protección Social de la Conferencia Internacional del Trabajo de 2009, surgido como
consecuencia de la crisis financiera, económica, social y de empleo, afirma que los
sistemas de protección social sostenibles concebidos para prestar asistencia a las
personas vulnerables pueden evitar el aumento de la pobreza, solventar dificultades
sociales y, al mismo tiempo, contribuir a estabilizar la economía y a mantener y
fomentar la empleabilidad; en particular en los países en desarrollo, los sistemas de
protección social pueden aliviar la pobreza y contribuir al desarrollo económico y social
nacional. En este marco, nosotros revindicamos la implementación urgente de un pilar
público básico como primer paso para la construcción del ―edificio social‖. Dicho pilar
es un paquete de beneficios mínimos que cubra a todos y todas los que lo necesiten
independientemente de su situación de empleo y trabajo, y que garantice acceso a
cuidados médicos incluyendo la protección de la maternidad; apoyo familiar a los
padres/madres que envíen a sus hijos a la escuela y revisiones médicas regulares;
pensiones de jubilación; seguridad de ingresos para los discapacitados; y subsidios
para grupos particularmente vulnerables.
c. Prestaciones de Desempleo: Impulsar leyes nacionales que protejan, a través de la
Seguridad Social a los trabajadores y trabajadoras, que pierdan sus puestos de
trabajo, en aquellos países donde no existe esta prestación. (Convenio 102, parte IV,
Convenio 168 y Resolución 176).
d. Políticas activas de empleo: impulsando programas de Capacitación Profesional para
personas desocupadas, con el fin de reinsertarlos en el mercado de trabajo en la
misma rama o en otras actividades en las que se necesiten trabajadores y
trabajadoras, con su participación y la de empresarios y gobiernos en la gestión de
dichos programas; con participación activa de todos los actores para definir un
conjunto de medidas que proteja a los sectores que serán más castigados por la crisis.
Participando e impulsando propuestas, desde OIT, CSA, Coordinadoras Subregionales
de Centrales, centrales sindicales de cada país, gobiernos y empresarios.
En cualquier caso se reconoce la implementación de políticas de pleno empleo
productivo y estable (Trabajo Decente) como ―la mejor manera de ampliar la
cobertura para los trabajadores sin capacidad contributiva tales como los del sector
informal, trabajadoras domésticas, rurales, y de poblaciones originarias.
18. La salud laboral constituye uno de los determinantes sociales más importantes en materia de
desigualdad en salud, por lo tanto la Salud y Seguridad en el Trabajo debe asumirse como un
área de atención especial dentro del marco de la Protección Social.
Con el respaldo de cuanto afirmado en la Estrategia Iberoamericana de Salud y Seguridad en
el trabajo por los Jefes de Estado y de Gobierno (para 2010-2013), reconocemos como objetivo
de primer orden la protección y promoción del ―derecho a la vida, el derecho a la integridad
física y el derecho a la salud como derechos consustánciales a la prevención de riesgos
laborales‖. Considerando que cada año pierden la vida decenas de miles seres humanos en los
más de 30 millones de accidentes de trabajo que ocurren en la Región, revindicamos la mejora
sustancial de las condiciones de trabajo como objetivo esencial en el marco de la reforma de
los sistemas de Seguridad Social, y reconocemos el rol prioritario de las políticas públicas de
Seguridad y Salud en articular respuestas que coadyuven al aumento del bienestar en el
trabajo, así como la importancia de la negociación colectiva en la materia.
19. Los efectos de la crisis económica sobre la Salud y la Seguridad en el trabajo (SST) han
sido la reducción de las inversiones empresariales en prevención de riesgos laborales, un
menor nivel de vigilancia del Estado sobre los incumplimientos normativos, la reducción de los
recursos destinados a las políticas públicas en materia de salud laboral, la expansión de la
economía informal y con esta del numero de trabajador@s desprotegidos.
Ante dicha situación, y en coherencia con el contenido de la Estrategia Iberoamericana de
Salud y Seguridad en el Trabajo de 2010-2013, los trabajadores/as y nuestras organizaciones
reconocemos como prioritarias:
-
-
-
La promoción de políticas de Estado en SST, a partir del reforzamiento del marco
normativo con los Convenios OIT como referentes (155, 161, 187, 102 y otros), y con
especial atención a los colectivos mas vulnerables (mujeres, jóvenes, trabajadores de
la economía informal y migrantes)
La participación sindical en dichas políticas de SST, a través de espacios de dialogo
social y negociación tripartitos y, en los centros de trabajo, a través de mecanismos de
participación de los trabajadores y de sus representantes, con garantías legales, en el
proceso preventivo, de la creación/fortalecimiento de espacios de negociación
colectiva, y coordinación de acciones entre sindicatos y la Inspección del trabajo para
asegurar una vigilancia y control efectivos.
La financiación por parte de los empleadores, con regulación legal estatal, de
sistemas efectivos de protección de la salud de los y las trabajadoras en los centros de
trabajo, tanto desde un punto de vista preventivo como curativo, a través de la mejora
continua de las condiciones de trabajo, servicios integrales de salud y prestaciones
económicas justas y suficientes.
PROPUESTAS DE ACCION
La Seguridad Social debe pasar a ser uno de los objetivos principales de la lucha del movimiento
sindical, nuestra propuesta de trabajo se enmarca en tres aspectos centrales:
1. El desarrollo de nuestras propuestas sindicales de extensión de cobertura de la seguridad
social, con la mayor participación posible dentro de las organizaciones.
2. El desarrollo de nuestras propuestas sindicales de alternativa a los sistemas privatizados
de Seguridad Social (todo ello con la rigurosidad técnica necesaria), que puedan ser
presentadas a las autoridades de cada país como proyectos de Reforma legal que prevean
sistemas públicos universales y solidarios de seguridad social integral, con extensión de
cobertura a las personas sin capacidad contributiva y de la economía informal, y con
finaciamiento tripartito.
3. La necesaria capacidad de movilización de los trabajadores y las trabajadoras para la
defensa de las propuestas sindicales definidas, haciendo hincapié en la necesidad de que las
organizaciones sindicales desarrollen su propia capacidad de comunicación, como
herramienta de movilización social hacia la construcción de un sistema alternativo de
Seguridad Social.
Para ello debería ser nuestra tarea:

Como entendemos que la Seguridad Social es un instrumento de vital importancia en el
combate a la pobreza y conjuntamente con la Libertad Sindical y el Derecho a la
Negociación Colectiva, son las herramientas más efectiva para la distribución y
redistribución de la renta y la riqueza, la ratificación del Convenio 102 de OIT4, como
instrumento útil para la extensión de la cobertura, debe ser tema permanente de la agenda
sindical de la región, para ello:
o Cada una de las Direcciones Nacionales de nuestras Centrales Sindicales deben
realizar pronunciamientos públicos en ese sentido apropiándose del tema.
o Diseño e implementación de una campaña regional orientada a la difusión,
concientización, y sensibilización sobre la importancia de la Seguridad Social como un
derecho humano, dirigida a trabajadores y trabajadoras y a la sociedad civil en su
conjunto, de implementación según la situación de cada país a través de medios de
comunicación, boletines, redes, cursos y contactos con otros sectores sociales.
o Lanzar una Campaña Regional de promoción del Convenio 102.
o Utilizar la comisión de carácter tripartito, que se constituya en aquellos países que
ratificaron el Convenio 144 y discutir en ese ámbito la posición de cada país.
o Impulsar y fortalecer la creación de espacios de diálogo social para la discusión y
mejoramiento de los sistemas de seguridad social en nuestros países con el
acompañamiento de la OIT.
o Proponer la inclusión del Convenio 102 entre los Convenios Fundamentales de OIT.
4

Se hace necesario programar acciones sindicales concretas, en los países en los que,
habiendo sido ratificado el Convenio 102, la Comisión de Expertos en la aplicación de
Convenios y Recomendaciones de la OIT ha informado de incumplimientos.

Se vuelve imprescindible conformar Equipos Técnicos Sindicales (ETS) en cada Central,
para apoyar la acción en cada país y en la Región. ETS que den seguimiento a los procesos,
que apoyen a sus propias organizaciones y representantes, que elaboren diagnósticos, análisis
comparativos de sistemas, intercambio de experiencias y propuestas serias y posibles; que
El Convenio 102, sobre normas mínimas de seguridad social está concebido para garantizar un nivel mínimo de protección para las
siguientes nueve ramas de seguridad social: a) asistencia médica; b) prestación monetaria de enfermedad; c) prestaciones de desempleo; d) prestaciones
de vejez; e) prestaciones en caso de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales; f) prestaciones familiares; g) prestaciones de maternidad; h)
prestaciones de invalidez; i) prestaciones de sobrevivientes.
Este convenio constituye por sus características y como lo expresa su denominación, un instrumento que consagra el mínimo de protección del
derecho humano fundamental a la seguridad social
Convenio que plantea un régimen flexible para su ratificación con la finalidad de tener en cuenta la diversidad de las situaciones nacionales.
A partir de sus disposiciones surge con claridad que el Estado debe asumir responsabilidad en la buena administración de las instituciones de
seguridad social, así como la participación de las personas protegidas en la administración, o estar asociados a ella, con carácter consultivo, en caso de
que las instituciones no pertenezcan al Estado
El coste de las prestaciones y los gastos de administración deben financiarse de forma colectiva a través de las cotizaciones o de los
impuestos, o utilizando las dos vías conjuntamente.
contribuyan a la información, difusión, educación en este derecho humano fundamental; que
reclamen y desarrollen una mayor participación coordinada y coordinación con otras centrales
en los contextos nacionales, subregionales y regionales5.
5

Fortalecer una posición consensuada para la Conferencia de OIT del 2011, que nos permita
lograr un fortalecimiento normativo del derecho humano fundamental que es la seguridad
social, para ello es necesario continuar con la profundización del tema. Aspectos tales como la
ampliación de la cobertura, la equidad de género, la sostenibilidad financiera, etc, exigen
continuidad en el esfuerzo para la búsqueda de soluciones.

Nuestras Centrales deberían colaborar en la organización de los trabajadores y trabajadoras de
ayer, profundizando el relacionamiento a nivel nacional con las organizaciones de
Jubilados/as, apoyando estas organizaciones, respetando a su vez las distintas realidades
nacionales.

Igualmente nuestras centrales deben colaborar en la organización de trabajadores y
trabajadoras no organizados con el propósito de que obtenga los beneficios de la seguridad
social reivindicando sus derechos e intereses de forma colectiva.

Se hace necesario aprovechar el apoyo de la CSA-CSI, las Coordinadoras Sindicales
Subregionales y la OIT para el fortalecimiento de la red local, subregional y regional, así como
de posibles alianzas con instituciones, organizaciones de la sociedad civil y escuelas
especializadas en seguridad social que operan con carácter nacional, subregional o regional.

La CSA podrá crear una comisión sindical de seguimiento regional compuesta por sindicalistas
puntos focales de la red regional de seguridad social a fin de realizar el seguimiento del Plan
de Acción de esta PLACOSS, que den apoyo a la acción sindical en seguridad social
desarrollada por las Centrales Sindicales de la CSA de forma coherente con el compromiso
regional que supone la aprobación de esta Plataforma.

Las organizaciones afiliadas a la CSA se comprometen a difundir esta Plataforma Regional
Sindical de Seguridad Social como normativa programática y sustantiva para la defensa de la
seguridad social en la Región. Esta Plataforma debe servir como guía de referencia para
construcción de propuestas nacionales priorizando aquellos aspectos que se consideren en
función de cada realidad nacional y sindical.
La experiencia del Equipo de Representación de los Trabajadores del PIT-CNT en el Instituto de Seguridad Social Uruguayo (BPS) es un
referente consolidado a tener en cuenta en estos procesos, al igual que el Proyecto Regional de OIT-ACTRAV de formación sindical en seguridad social.
Anexos:

Declaración de Montevideo (diciembre de 2009)

Declaración de Madrid: Estrategias sindicales Iberoamericanas en Seguridad Social (marzo
2009)

Declaración de Lima: Hacia una posición sindical regional ante los efectos de la crisis sobre la
Seguridad Social y posibles respuestas desde la Seguridad Social (marzo 2009)

Declaración de Lima: Empleo y protección social en el nuevo contexto demográfico (marzo
2009).
TRABAJADORAS Y TRABAJADORES EN DEFENSA DE LOS SISTEMAS UNIVERSALES DE LA
SEGURIDAD SOCIAL
BRASILIA, DICIEMBRE DE 2010
CONSIDERANDO QUE:
─ La falta de acceso a la seguridad social fuerza a gran parte de los adultos y adultas mayores
latinoamericanos a seguir trabajando hasta edades muy avanzadas y condena a la marginación y a la
pobreza a aquellos/as que por incapacidad física, mental o falta de oportunidades no pueden hacerlo;
─ En América Latina las malas condiciones de trabajo y de vida de importantes segmentos de la
población provocan el deterioro y el desgaste de los trabajadores y trabajadoras de forma prematura,
adelantando las necesidades de cobertura. Por lo tanto, la edad legal de jubilación no debería ir más
allá de los 65 años, según establece el Convenio 102 de la OIT;
─ La carencia de políticas públicas de salud y seguridad en el trabajo, o las dificultades de acceso a
servicios preventivos de salud durante la vida laboral; así como la existencia de subempleo y exceso
de jornadas va en detrimento de la integridad física de nuestros conciudadanos, especialmente en el
caso de la mujer y el trabajador agrícola. Esto exige el diseño de políticas públicas específicas.
─ Las reformas estructurales privatizadoras de los Sistemas de Seguridad Social, implantadas en
varios de nuestros países, no lograron aumentar la cobertura ni la calidad de las prestaciones; al
contrario, vienen aumentando la exclusión social.
─ Esos sistemas estimulan la informalidad en el trabajo y deterioran los indicadores sociolaborales
(aumento del trabajo precario o en negro).
─ En América Latina y el Caribe, África y Asia, el 75% de la población se encuentra sin cobertura
de Seguridad Social, razón por la cual el problema prioritario para esas regiones es extender la
protección social para su población. La injusta distribución de la riqueza genera profundas
desigualdades: el 10% de la población concentra los mayores ingresos. La discriminación de género
condena a las mujeres a la pobreza y a los puestos de trabajo más precarios.
─ El envejecimiento de la población mundial es un hecho que preocupa a América Latina y hoy
afecta principalmente a la Unión Europea, los EEUU y Japón.
─ En esos países con alto grado de cobertura ello representa un reto en el futuro próximo para la
sustentabilidad de sus sistemas de protección social.
─ El gran desafío para América Latina es la ampliación de la cobertura y el diseño de políticas que
apunten a la mitigación de la informalidad y prever coberturas para todos los adultos de edad
avanzada tanto en salud como asistencia social y pensiones.
IDENTIFICAMOS como obstáculos para aumentar la cobertura en América Latina:
1. La continuidad de los sistemas de capitalización individual;
2. El aumento creciente de la economía informal sin protección social;
3. Alta rotatividad en el mercado laboral como producto de la flexibilización de las normas de
trabajo y
4. Períodos de desempleo que afectan la densidad en la cotización.
Resaltamos la naturaleza de Derecho Humano Fundamental a la Seguridad Social para el cual es
esencial el papel del Estado en la concretización de una debida protección social y de plena vigencia
del derecho universal a la Seguridad Social.
La Seguridad Social debe ser considerada una política de Estado y como tal debe servir como
herramienta de redistribución solidaria y equitativa de la riqueza.
COMO CONSECUENCIA:
¾ Rechazamos el modelo mercantilista utilizado hasta ahora en los países de la región. Ni la
salud y ni las pensiones son una mercancía.
¾ Los Estados deben impulsar y proteger el TRABAJO DECENTE y los SALARIOS
DECENTES en todos los términos, ampliando la extensión de la cobertura y la calidad y
suficiencia de las prestaciones.
¾ El Estado debe asumir la responsabilidad de asegurar y hacer efectiva la protección social a
toda la población, como garante, gestor y administrador de los sistemas de seguridad social.
El rol del Estado, a través del diálogo social, debe garantizar una mejor distribución de la
riqueza que propicie el pleno empleo y la inclusión social, con reformas a favor de los
Regímenes Públicos a nivel regional.
¾ El fortalecimiento de los regímenes públicos representa una reforma estructural en favor de
las sociedades donde el ser humano vuelva a ser el centro de las políticas públicas de Estado
de la seguridad social.
¾ Exigimos políticas económicas que tiendan al crecimiento del ingreso nacional favoreciendo
el incremento de los recursos destinados a la Seguridad Social. El financiamiento de la
Seguridad Social debe ser asumido por la sociedad en su conjunto (trabajadores, empleadores
y Gobierno), así como de otras fuentes tributarias.
¾ Los Sistemas Tributarios aplicados por los Gobiernos deben gravar fundamentalmente las
ganancias y el patrimonio – con énfasis para los capitales financieros especulativos – de tal
manera que dejen de basarse casi exclusivamente en los impuestos indirectos que gravan el
¾
¾
¾
¾
¾
¾
¾
¾
¾
consumo y, por lo tanto, penalizan los ingresos más bajos que no tienen capacidad de ahorro.
Además, deberían tender a la disminución de aquellos impuestos que recaen sobre el
consumo de los bienes y servicios básicos.
El DIÁLOGO SOCIAL y la PARTICIPACIÓN TRIPARTITA, en igualdad de condiciones,
son instrumentos necesarios para la construcción de un modelo de Seguridad Social
consensual, efectivo y justo.
Ratificamos la plena vigencia de la Resolución de la 89ª Conferencia de la OIT, de Junio de
2001, relativa a la Seguridad Social.
Reafirmamos la vigencia, necesaria ratificación y elevación al carácter de fundamental, del
Convenio 102 de la OIT de norma mínima.
Para garantizar la sustentabilidad de los modelos es imprescindible realizar evaluaciones
actuariales periódicas, que identifiquen el peso de la evasión sobre la sustentabilidad
financiera. La edad no debe ser causa de discriminación, ni variable de ajuste en función de
dicha sustentabilidad o financiamiento de la Seguridad Social en los contextos de
descobertura, de informalidad y de empleo no registrado.
Deben identificarse las diferencias existentes en la aplicación de los sistemas de protección
social en función del género, para que tanto hombres como mujeres seamos conscientes de
que existen tales diferencias, y así debatir sobre sus causas, con el objetivo último de
desarrollar propuestas que sean capaces de corregir estas diferencias.
Las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar y de reparto de responsabilidades
familiares, entre hombres y mujeres, deben ser vistas como un elemento más de la seguridad
social. En este sentido se ha de exigir la creación de políticas públicas claras y bien
específicas para las mujeres Amas de Casa que hayan sufrido el desequilibrio en el reparto de
responsabilidades familiares, ya que están desprotegidas en remuneraciones y protección
Social.
Deben aplicarse políticas específicas destinadas a los niños/as, jóvenes, mujeres, personas
mayores, afrodescendientes, pueblos originarios y personas con necesidades especiales,
como sectores vulnerables de la población.
Reafirmamos el contenido de la Plataforma Laboral de las Américas, acordada por las
Centrales Sindicales participantes de la Tercera Cumbre de los Pueblos, en lo concerniente a
la generación de trabajo digno y políticas de combate al trabajo informal, infantil y análogo
al esclavo.
Reafirmamos el contenido de la Plataforma Continental de Seguridad de los sindicatos de las
Américas, exige Seguridad social para todos, incluyendo medidas para garantizar un ingreso
mínimo a todos los que necesiten tal protección; sistemas de salud universales, públicos y
gratuitos; la generación y ampliación del Trabajo Decente, dignamente remunerado, ejercido
en condiciones de libertad, equidad y seguridad; la ratificación e implementación del
Convenio 102 de la OIT de forma tal que se aseguren niveles mínimos como punto de partida
para la estructuración de sistemas de protección social; la transversalidad de género en el
conjunto de las políticas públicas; y como condición necesaria el respeto a las normas
internacionales del trabajo, muy especialmente los principios y derechos fundamentales del
trabajo, y dentro de ellos la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva.
¾ El crecimiento de la esperanza de vida implica que la Seguridad Social debe prever la
cobertura de los mayores para asegurarles salud, protección social y un nivel digno de
ingresos.
¾ La iniciativa del piso básico de protección social, debe ser pensado no como meras medidas
asistenciales, sino que debe ser la base de un sistema integral de seguridad social como
modelo de protección de largo plazo, ambos con el Trabajo Decente como referencia y
objetivo. En esta línea resulta útil complementar la idea de piso social con la de edificio
social (cobertura horizontal y vertical), donde la cobertura se encuentre complementada con
pilares contributivos fuertes y suficientes para los trabajadores. Respecto al financiamiento,
la centralidad debe estar puesta en el empleo decente y el salario decente, dado el efecto que
estos producen en torno a la contributividad y la formalización del empleo. Sin perjuicio de
ello, toda iniciativa de extensión horizontal de la cobertura (piso básico) debe suponer
financiamiento de afectación tributaria, con reformas estatales que permitan dotar de
progresividad a la política impositiva.
¾ Exigimos el cumplimiento del acuerdo al que llegaron los Jefes de Estado en su declaración
final en la Cuarta Cumbre de las Américas, en Noviembre de 2005, en Mar Del Plata,
Argentina.
Por todo lo expuesto, expresamos nuestro compromiso de participar con responsabilidad en la
construcción de un modelo de Seguridad Social Integral, Solidario, Redistributivo, Universal y
con responsabilidad por parte del Estado, que equilibre la sociedad con las garantías de
protección a todas las trabajadoras y trabajadores, independientemente de la forma de inserción
laboral o de su localización geográfica, así como del origen nacional, que siente las bases del
modelo de sociedad que todos nosotros merecemos.
Brasilia, de Diciembre de 2010. ESTRATEGIA SINDICAL IBEROAMERICANA EN
SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
Por una Estrategia
Iberoamericana en
Seguridad y Salud en el
Trabajo
Perspectiva Sindical
(Texto completo)
1
ÍNDICE
1. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN
1.1
Materia Sociolaboral
1.2
Protección Social
1.3
Salud y Seguridad en el TRABAJO
2. MARCO
DE
REFERENCIA
OBLIGADO
INTERNACIONALES Y REGIONALES
2.1
2.2
Y
ANTECEDENTES
Marco de Referencia Obligado
Antecedentes internacionales y regionales
3. OBJETIVOS DE UNA ESTRATEGIA IBEROAMERICANA EN SEGURIDAD Y
SALUD EN EL TRABAJO
3.1
Generación de empleo con derechos laborales y protección social
3.1.1 Ejes estratégicos en protección social
3.1.2 Reconfirmación de la Responsabilidad del Estado Nación en
Protección Social
3.2
Promover políticas de Estado en Salud y Seguridad en el Trabajo con
consenso tripartito.
3.3
Fortalecimiento del tripartismo y el Diálogo Social en Salud y Seguridad
en el Trabajo (avanzar en el protagonismo de los agentes sociales en la
Seguridad y Salud en el Trabajo)
3.3.1 Participación Sindical
3.4
Fortalecimiento mejora y avance de la cultura preventiva
3.5
Incrementar la cooperación y la colaboración regional en materia de
Seguridad y Salud en el Trabajo.
4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
4.1
Conocer la situación de la Seguridad y Salud de los trabajadores en
cada país. Perfil nacional. Mejora de los Sistemas de Información y
Registro de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales.
4.2
Reforzar el marco normativo de Seguridad y Salud en el Trabajo.
4.3
Reforzar los Órganos Técnicos de Seguridad y Salud en el Trabajo.
4.4
Reforzar las Instituciones nacionales de Inspección y Control de las
Obligaciones Preventivas.
4.5
Avanzar en el estudio de la multicausalidad de los accidentes de
trabajo.
4.5.1 Mejorar los sistemas de detección de Enfermedades profesionales
4.6
Promover programas de apoyo a las empresas de menos de 15
trabajadores y a los trabajadores dependientes.
4.6.1 Promover programas específicos para trabajadores y empresarios
de empresas contratistas y subcontratistas
4.7
Mejorar la capacitación de los agentes implicados en la salud y
seguridad.
5. PLAN DE ACCIÓN Y SEGUIMIENTO CSA Y LA ESTRATEGIA REGIONAL
EN SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
5.1
La CSA y la Seguridad y Salud en el trabajo a nivel regional
2
1. DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN
Para desarrollar una adecuada estrategia iberoamericana en seguridad y salud
en el trabajo es necesario conocer en detalle las características tanto
cuantitativas como cualitativas de la situación sociolaboral en la Región.
Aunque todos los organismos internacionales señalan que no existen datos
fiables en lo referido a empleo, protección social y Seguridad y Salud en el
Trabajo, hay ciertos rasgos destacables que podemos apuntar como
significativos.
1.1 MATERIA SOCIO-LABORAL
En la mayoría del los países de la región preexiste un alto índice de pobreza y
de indigencia relacionado con una muy inequitativa distribución de la renta (la
peor a nivel mundial), que según la CEPAL (Comisión Económica para América
Latina y el Caribe) y la OIT, se agudizará con la crisis que estamos sufriendo
actualmente y repercutirá en los ya elevados índices de desempleo, entre otros
indicadores.
El tejido laboral está dominado por el fenómeno de la “informalidad” (casi la
mitad del que existe), con unos índices muy altos de trabajo precario, sin
derechos laborales ni de protección social para la mayoría de la población.
El sector agrícola arrastra un importante atraso, que hace que sus condiciones
de trabajo sean especialmente desfavorables y que este considerado junto con
la minería y a la construcción dentro de los de mayor siniestralidad. En todos
los sectores existe un bajo nivel de productividad tecnológica que convive con
cláusulas de productividad en la fijación de salarios, lo cual incide
negativamente en las economías de la clase trabajadora
Para conseguir abaratar aún más los costes laborales se están dando
importantes procesos de deslocalización, que conllevan a su vez menores
niveles de protección social y son
muy importantes los procesos de
terciarización y subcontratación que hacen que se acaben diluyendo
responsabilidades empresariales, especialmente en los temas de seguridad y
salud en el trabajo.
Son las mujeres las que sufren condiciones de trabajo más desfavorables, ya
que lejos de tenerse en cuenta los aspectos de género, se ahonda aún mas en
la desigualdad y en la discriminación. Junto a ellas los jóvenes y la población
migrante, son los colectivos más vulnerables y más afectados por esta
situación sociolaboral de falta de derechos laborales básicos.
La crisis internacional nos afecta por varios canales aunque no a todos los
países por igual; aunque América Latina y el Caribe están mejor preparadas
que en crisis anteriores para afrontarla, ya se observan deterioros en algunos
indicadores económicos, así por ejemplo, la importancia de las remesas es
muy significativa para algunos países del Caribe y de Centroamérica, como
México, Colombia Guatemala y estas se están viendo afectadas seriamente.
Por otro lado se esta produciendo una desaceleración de las exportaciones y
una caída del precio de los productos básicos, que también afecta
negativamente a la economía iberoamericana y se espera según CEPAL un
deterioro de los términos de intercambio en 2009.
3
Para intentar abordar todos estos problemas se hace necesaria una implicación
del Estado, que deberá asumir un nuevo rol protegiendo a los sectores más
vulnerables y asegurando un desarrollo inclusivo tal, y como se recoge en el
programa de acción de la Confederación Sindical de las Américas. Deberá así
mismo promocionar el tejido productivo que incorpore mas conocimiento y de
prioridad a la innovación y por último deberá regular la actividad económica
para que la búsqueda de rentabilidad privada no conspire contra en bienestar
general de la sociedad.
El importante acervo jurídico con el que actualmente se cuenta debe ser
fortalecido en su puesta en practica, vigilancia y control por parte de los
Estados creando y dotando de medios a los organismos responsables,
especialmente a la Inspección de Trabajo.
Apoyando a las Instituciones y a las políticas públicas de protección social y
Salud y Seguridad en el trabajo el Estado se iniciará un camino acertado hacia
la mejora de la calidad de vida de todos los trabajadores latinoamericanos.
Es imprescindible conseguir que la crisis no aumente la inequidad a través del
sesgo de las medidas y preservar la capacidad de mantener el gasto social,
especialmente aquel orientado a aumentar el desarrollo humano (educación,
sanidad, etc.)
En todo este proceso de cambio es vital que la voz de los trabajadores se oiga,
fortaleciendo los mecanismos de tripartismo y el Diálogo Social, acabando con
las limitaciones que hoy existen al ejercicio de la acción sindical
y
desarrollando la negociación colectiva como instrumento para que los agentes
sociales sean protagonistas en todos los procesos de cambio.
La declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos fundamentales en
el trabajo y su seguimiento constituye una contribución decisiva para el logro
de este objetivo, con especial relación al Convenio de la OIT 87 de Libertad
Sindical y la protección del derecho de sindicación de 1948 y el Convenio 98
sobre el derecho de sindicación y Negociación Colectiva de 1949.
1.2 PROTECCIÓN SOCIAL
El artículo 22 de la Declaración de los Derechos Humanos del 1948 señala que
el derecho a la seguridad social es un Derecho Humano fundamental, pero la
situación en América Latina es que la mayoría de la población trabajadora
disfruta de unos escasos o nulos niveles efectivos de protección.
El programa de acción de la CSA (Confederación Sindical de las Américas)
recoge el acceso gratuito y universal a los servicios públicos como educación,
sanidad y agua, pero la realidad es que la mayoría de los países
latinoamericanos no garantizan estos derechos a sus poblaciones
La progresiva aplicación del modelo neoliberal ha causado un deterioro
Importante en los indicadores socioeconómicos; se ha reducido
considerablemente el papel del Estado y la participación de las organizaciones
sociales y se han destruido los sistemas de seguridad social, iniciándose un
proceso de privatización en salud, pensiones y riesgos profesionales.
4
Por otro lado, existen políticas de privatización y de contención del gasto social,
que han afectado a los sistemas de asistencia médica, excluyendo servicios y
aumentando los gastos de bolsillo.
Actualmente existen importantes déficits en la protección a la maternidad y a la
infancia, siendo especialmente lamentables los datos que indican que más de
17 millones de niños trabajan y de ellos 22.000 fallecen al año por falta de
medidas preventivas en el trabajo.
Incluso la OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económico)
considera en la última edición de Perspectivas Económicas de América Latina
(2009), que en una sociedad tan afectada por las disparidades
socioeconómicas como Latinoamérica, es preciso reorientar la fiscalidad y el
gasto público para combatir la pobreza y reducir la desigualdad y como en el
informe del año pasado insiste en que el sistema fiscal debe aumentar y
diversificar sus ingresos, y mejorar la eficiencia y la justicia del gasto público.
Es necesario mejorar la calidad del gasto público, atendiendo a las
necesidades de coberturas mínimas de la población, mejorando el deficiente
sistema de pensiones existente, el gasto en educación por alumno (que es
cinco veces inferior que en los países de la OCDE) y tratando de que el Estado
recupere el control sobre el sistema sanitario haciéndolo gratuito y universal
con la coordinación necesaria.
Según CEPAL en el año 2007 el gasto social por PIB en América latina y el
Caribe fue del 18,3%. Superando para ese mismo año el 40% en la Unión
Europea y el 35% en los países de la OCDE.
Se hace necesario diseñar políticas fiscales y tributarias progresivas, así como
el reforzamiento de la capacidad de recaudación, control y sanción de las
administraciones para evitar la evasión de impuestos y la generalizada
percepción de impunidad existente en la actualidad. Las políticas de
responsabilidad fiscal y financiera deben estar subordinadas a las metas
sociales, tal y como se señala en el documento de la plataforma laboral de las
Américas.
Además se debe tener en cuenta la política demográfica en las políticas
públicas. Según CEPAL se prevé que en Latinoamérica en 2050 la población
mayor de 60 años supere el 23%, mientras que la joven decrezca en un 17%
con lo cual se de un envejecimiento que generará unas necesidades que habrá
que cubrir.
No obstante, en Latinoamérica y el Caribe, África, y Asia el 75% de la
población se encuentra sin cobertura de la Seguridad Social, razón por la cual
el problema prioritario para estas regiones es extender la protección social a
su población. La injusta distribución de la riqueza genera profundas
desigualdades, sólo el 10% de la población mundial concentra los mayores
ingresos. La discriminación de género condena a las mujeres a la pobreza y a
los puestos de trabajo más precarios. El envejecimiento de la población
mundial es un hecho que preocupa a Latinoamérica y hoy afecta
principalmente a la Unión Europea, los EEUU y Japón. En estos países con
alto grado de cobertura esto representa un desafío en el futuro cercano sobre
la sustentabilidad de sus sistemas de protección social. El gran desafío para
América Latina es la ampliación de la cobertura y el diseño de políticas que
5
apunten a la eliminación de la informalidad y prever coberturas para el adulto y
la adulta mayor tanto en salud como en pensiones.
1.3 SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO:
El diagnóstico en materia de seguridad y seguridad y salud, al formar parte esta
política de las maltrechas políticas sociales no es muy distinto de lo comentado
hasta ahora.
Existen estimaciones gravísimas sobre la siniestralidad (40.000 accidentes
mortales) y morbilidad (200.000 muertes por enfermedades profesionales al
año) con especial atención al cáncer de origen laboral. Hay que tener en
cuenta que dada la preponderancia de la economía informal en la región, es
difícil hacer valoraciones certeras en cuanto a estos datos, además de la
inexistencia en la Región de registros fiables de daños derivados del trabajo.
En la mayoría de los países existe una total ausencia de sistemas de
información que nos proporcionen datos sobre los daños derivados de los
accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
Los sectores agropecuario, minería y construcción son los que mas altos
índices de siniestralidad registran (140.000 muertes derivadas de accidente de
trabajo o enfermedad profesional anuales estimadas), por lo que deben ser
objeto de acciones prioritarias, tendentes a la progresiva reducción de esos
datos negativos.
Es necesario priorizar acciones sobre la economía informal y las pequeñas y
muy pequeñas empresas. Ya que “los déficit de trabajo decente son mas
acusados en la economía informal y a menudo su trabajo se caracteriza por
lugares de trabajo pequeños o no definidos, condiciones de trabajo inseguras e
insalubres, bajos niveles de competencias y productividad, ingresos bajos o
irregulares, largas jornadas laborales y por falta de acceso a la información a
la tecnología y a la formación”
“Aunque están expuestos a mayores riesgos y, por lo tanto están mas
necesitados la mayoría no recibe protección social ni prestaciones de la
seguridad social o recibe muy pocas” (Conferencia General de la OIT,
congregada en su 90ª reunión, 2002)
Dentro de este diagnóstico de situación, destaca, por su especial gravedad e
invisibilidad estadística, la situación de las mujeres trabajadoras. Aunque en las
encuestas la mayoría de ellas declaran estar sometidas a ritmos de trabajo
altísimos, trabajo en cadena, trabajos repetitivos y situaciones en las que no
pueden tomarse ni un momento de descanso, la ausencia de datos fiables que
avalen la existencia de estos problemas hace que no se tomen las medidas
preventivas necesarias para subsanar esta situación.
Las enfermedades psicosociales y las alteraciones músculo esqueléticas son
problemas comunes que refiere una gran mayoría de trabajadoras y que sería
necesario abordar con urgencia para mejorar sus condiciones laborales y
conseguir que su trabajo se aproxime mas a lo que se considera decente.
Las políticas de seguridad y salud en el trabajo no suelen aparecer en los
planes de trabajo de los gobiernos. La mayoría de los países no han ratificado
o aplicado las normas internacionales, y más aún, en muchos casos se
desconoce la existencia del Convenio 155 de la OIT como norma de
referencia.
6
Para intentar atajar este grave problema es imprescindible el conocimiento y la
difusión de las soluciones técnicas y organizativas que harán que el medio
laboral sea más seguro, pero actualmente nos encontramos con que no
existen instituciones investigadoras y divulgadoras del conocimiento científico
adaptado a la mejora de las condiciones de trabajo. Al mismo tiempo la
totalidad de los agentes implicados (trabajadores, mandos intermedios,
empleadores) carecen de formación adecuada en materia preventiva.
Además no existen sistemas eficaces de inspección, vigilancia y control del
cumplimiento de la normativa en materia de Prevención de Riesgos Laborales,
lo que genera una extendida impunidad ante la infracción de las normas. Esta
impunidad se ve agravada por la generalizada terciarización y subcontratación
laboral y de riesgos, que hace que se diluya la responsabilidad empresarial.
La sociedad en general carece de información sobre los riesgos y los daños
derivados del trabajo, y existe por tanto una escasa sensibilización y una muy
pobre cultura de la prevención.
El nivel de protección en caso de accidente de trabajo o de enfermedad
profesional es muy escaso y, dada la falta de cultura preventiva, se suele
desconocer que los riesgos derivados del trabajo y los daños que producen son
evitables.
Para tratar de abordar el problema de la siniestralidad laboral deben estar
implicados todos los agentes (trabajadores, empresarios y gobiernos), creando
marcos de participación homogéneos que permitan avanzar en el
establecimiento de políticas de seguridad y salud en el trabajo.
En este sentido la creación de órganos de coordinación entre administración y
agentes sociales, al estilo de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el
trabajo de España, constituiría un instrumento importante en el diseño de
políticas preventivas y en la coordinación de actuaciones de todos los
implicados.1
La negociación colectiva se perfila como herramienta indispensable en este
campo, debiendo incorporar la Seguridad y la Salud en el trabajo como materia
prioritaria. En este contexto las centrales sindicales tendrán que desarrollar un
papel importantísimo, por lo que se hace necesario el fortalecimiento de sus
capacidades a nivel organizativo y funcional.
1 Una referencia válida puede ser la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el
Trabajo Española, órgano de participación institucional en la materia, integrada por
representantes de la Administración General del Estado (de diferentes Ministerios y
Direcciones facilitando así la coordinación interna), de las Administraciones locales
autónomas, y por representantes de las organizaciones empresariales y sindicales más
representativas, constituyendo así, los cuatro grupos de representación de la misma.
7
2. MARCO DE REFERENCIA OBLIGADO Y ANTECEDENTES
INTERNACIONALES Y REGIONALES
2.1 MARCO DE REFERENCIA OBLIGADO
2.1.1. Posiciones movimiento sindical de las Américas:
Plataforma Laboral de las Américas.
Programa de Acción Confederación Sindical de trabajadores y
trabajadoras de las Américas - CSA, en su apartado de Salud
laboral y ambiente de trabajo, establece que “La salud laboral se
construye en un medio ambiente de trabajo adecuado, con
condiciones de trabajo justas, donde los trabajadores y
trabajadoras puedan desarrollar una actividad con dignidad y
donde sea posible su participación para la mejora de las
condiciones de salud y seguridad. La CSA, por ser América
Latina y Caribe una de las regiones más afectadas por casos de
trabajadores con enfermedades laborales o muertes
ocasionadas por su labor, se compromete a avanzar en el logro
de metas que permitan un abordaje prioritario de esta situación.
Entre ellas señalamos: vincular la salud laboral a las políticas y
prácticas de salud medioambiental y de salud pública; fortalecer
los convenios, convenciones y programas de la OIT; darles
seguimiento y promoverlos; tener en cuenta la necesidad de
adoptar enfoques diferenciados en los países desarrollados y en
desarrollo; servirse de ello como elemento central de las
campañas de lucha contra el VIH/SIDA; prevenir las muertes, las
lesiones y enfermedades laborales a causa de los efectos de las
sustancias químicas o peligrosas, como el amianto; y asegurar el
derecho a la salud reproductiva de los hombres y las mujeres.
2.1.2 Normas Internacionales de Trabajo:
Convenios fundamentales de la OIT:
Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de
sindicación, (núm. 87) 1948. Convenio sobre el derecho de
sindicación y de negociación colectiva (núm. 98)1949. Convenio
sobre el trabajo forzoso (núm. 29) 1930. Convenio sobre la
abolición del trabajo forzoso (núm. 105) 1957. Convenio sobre la
discriminación (empleo y ocupación) (núm. 111) 1958. Convenio
sobre igualdad de remuneración (núm. 100) 1951. Convenio
sobre la edad mínima de trabajar (núm. 138) 1973. Convenio
sobre las peores formas de trabajo infantil (núm. 182) 1999
El Convenio 155 sobre la seguridad y salud de los trabajadores y
medio ambiente de trabajo, en el que se establece la obligación
de los Estados miembros de formular, poner en práctica y
reexaminar una política nacional y coherente en materia de
seguridad y salud de los trabajadores, adoptándose las
correspondientes mediadas y se establecen unas garantías y
derechos para conseguirlo.
8
El convenio 161 sobre los Servicios de Salud en el trabajo, en el
que los estados miembros se comprometen a establecer
progresivamente servicios de salud en el trabajo para todos los
trabajadores, incluidos los del sector público y los miembros de
las cooperativas de producción, en todas las ramas de actividad
económica y en todas las empresas.
El convenio 187 para el marco promocional para la seguridad y
salud en el trabajo, en el que los Estados que lo ratifiquen se
comprometen a:
1. Promover la mejora continua de la seguridad y salud en el
trabajo con el fin de prevenir las lesiones, enfermedades y
muertes ocasionadas por el trabajo mediante el desarrollo de
una política, un sistema y un programa nacionales, en consulta
con las organizaciones más representativas de empleadores y
de trabajadores.
2. Adoptar medidas activas con miras a conseguir de forma
progresiva un medio ambiente de trabajo seguro y saludable
mediante un sistema nacional y de seguridad y salud en el
trabajo, teniendo en cuenta los principios recogidos en los
instrumentos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
pertinentes para el marco promocional para la seguridad y salud
en el trabajo.
3. En consulta con las organizaciones más representativas de
empleadores y de trabajadores, deberá examinar periódicamente
las medidas que podrían adoptarse para ratificar los convenios
pertinentes de la OIT en materia de seguridad y salud en el
trabajo.
La Recomendación 194 relativa a la lista de Enfermedades
Profesionales y el registro y notificación de accidentes de trabajo
y enfermedades profesionales.
Convenio 102 sobre la Seguridad Social. Norma mínima,
principal instrumento jurídico a nivel internacional que establece
el carácter mínimo de la protección que deben establecer los
países que lo suscriben. Estructura nueve ramas de
prestaciones: asistencia médica, prestaciones monetarias por
enfermedad, prestaciones por desempleo, prestaciones de
vejez, accidentes de trabajo y enfermedad profesional (parte VI),
prestaciones familiares, maternidad, invalidez y sobrevivientes.
Convenio 121, de segundo nivel de protección, relativo a las
prestaciones en caso de accidentes de trabajo y enfermedad
profesional.
Convenio 81 sobre la inspección del trabajo y otros vinculados.
Estrategia Global en Salud y Seguridad en el Trabajo –
Conferencia Internacional del Trabajo (CIT). En la 91.ª reunión
(2003) de la CIT, se llevó a cabo una discusión general sobre
un enfoque integrado de las actividades normativas de la OIT
en materia de seguridad y salud en el trabajo, con el fin de
aumentar su grado de coherencia, pertinencia e influencia. Con
este enfoque se busca desarrollar un consenso entre los
9
mandantes de la OIT para disponer de un plan estratégico de
acción. La Conferencia Internacional del Trabajo adoptó una
Resolución para el establecimiento de un plan de acción de la
OIT para la promoción de la seguridad y salud en el trabajo entre
sus Estados miembros que incluye los siguientes rubros: 1
Promoción, sensibilización y actividades de movilización; 2.
Programas nacionales de Seguridad y Salud en el Trabajo
(SST); 3. Asistencia y cooperación técnica en áreas prioritarias;
4. Producción, orientación y difusión de conocimientos; 5.
Colaboración internacional e inter-agencial.
2.2 ANTECEDENTES INTERNACIONALES Y REGIONALES
Consensos Tripartitos de Referencia:
Agenda Hemisférica 2006-2010.Se plantea el objetivo de que la
Salud y Seguridad en el Trabajo se conviertan en una prioridad
para los actores sociales de la región y la meta de, en un plazo
de 10 años reducir en un 20 por ciento la incidencia de
accidentes y enfermedades laborales, y duplicar la cobertura de
la protección de la Seguridad y Salud en el Trabajo a sectores y
colectivos escasamente cubiertos.
Declaración Socio-Laboral del MERCOSUR de 1998, en su
apartado de SST; Resoluciones del Subgrupo 10 del
MERCOSUR sobre Asuntos laborales, empleo y seguridad
social; Decisión 584 de “Instrumento ANDINO de Seguridad y
Salud en el Trabajo”.
Declaración de la OIT sobre la justicia social para una
globalización equitativa, 2008. La Conferencia reconoce y
declara entre sus objetivos el de adoptar y ampliar las medidas
de protección social y protección de los trabajadores, incluida la
salud y seguridad en el Trabajo, que sean sostenibles y estén
adaptadas a las circunstancias nacionales con inclusión de unas
condiciones de trabajo saludables y seguras.
Declaración OIT sobre Empresas Multinacionales que señala
entre otros los siguientes puntos: Los gobiernos deberían
asegurarse de que tanto las empresas multinacionales como las
nacionales apliquen normas adecuadas en materia de seguridad
e higiene para sus trabajadores. Las empresas multinacionales
deberían mantener un nivel máximo de seguridad e higiene, de
conformidad con las exigencias nacionales, teniendo en cuenta
la experiencia adquirida a este respecto en el conjunto de la
empresa, incluido cualquier conocimiento sobre riesgos
especiales. Deberían comunicar a los representantes de los
trabajadores en la empresa y, si lo solicitan, a las autoridades
competentes y a las organizaciones de trabajadores y de
empleadores en todos los países en que operen, informaciones
acerca de las normas sobre seguridad e higiene aplicables a sus
operaciones locales, que observen en otros países.
10
3. OBJETIVOS DE LA ESTRATEGIA IBEROAMERICANA EN
SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
3.1 GENERACIÓN DE EMPLEO CON DERECHOS LABORALES Y
PROTECCIÓN SOCIAL
El trabajo decente va unido indisolublemente a los derechos laborales y la
protección social.
Los gobiernos son actores imprescindibles en la generación de este tipo de
empleo, constituyéndose en garantes de tales derechos y teniendo un rol
activo en el proceso de cambio necesario para llevar a cabo políticas de
generación de empleo, de innovación tecnológica de seguridad y salud y de
previsión social, con el fin de conseguir el objetivo de un trabajo digno.
La economía informal, muy habitual en la región, se caracteriza porque los
trabajadores tienen un alto nivel de desprotección frente a los daños a la salud,
con menor asistencia médica o sin ella y sin protección económica ante la
pérdida del ingreso. Una de las tareas más necesarias es tratar de acabar con
esta ausencia de derechos, antítesis de lo que se considera trabajo decente,
tratando de establecer los mecanismos adecuados para facilitar la labor de
todos los sujetos implicados en el proceso.
Como punto inicial para la extensión de los derechos laborales y protección
social (Seguridad Social y Seguridad y Salud en el Trabajo) a mayores
porcentajes de la población trabajadora, puede establecerse como objetivo de
la región la reducción en un 50% de los índices actuales de empleo no
registrado, antes de finales de 2012, a través del diseño del paquete de
acciones que se consideren mas eficientes.
La OIT, en la Declaración sobre la Justicia Social para una Globalización
Equitativa de 2008, sienta una nueva base a partir de la cual puede apoyar los
esfuerzos de sus mandantes para promover y alcanzar el progreso y la justicia
social a través de los cuatro objetivos de la Agenda de Trabajo Decente: los
principios y derechos fundamentales en el trabajo empleo, protección social,
diálogo social y tripartismo. Es más, al resaltar la naturaleza interdependiente
de estos cuatro objetivos, la Declaración subraya que la falta de apoyo a
cualquiera de ellos afectaría la promoción de los demás.
Los gobiernos deben acabar con las prácticas antisindicales existentes todavía
en países de la región, y las barreras al ejercicio del derecho fundamental a la
libertad sindical y profundizar en la Negociación Colectiva que servirá como
medio de mejora de las condiciones de trabajo en las empresas y los centros
de trabajo.
En otro nivel, la institucionalización del diálogo social, bipartito, tripartito o
multipartito, a través de la creación de mecanismos y procedimientos de
decisión es indispensable para avanzar hacia un modelo social basado en el
desarrollo económico y social con justicia social, que ha de definir acciones
concretas para la extensión de la cobertura de seguridad socialLa prioridad de acciones en seguridad social y en seguridad y salud en el
trabajo debe ir sobre los colectivos mas desfavorecidos y vulnerables, como
mujeres, jóvenes y migrantes, con especial atención a las maquiladoras y al
servicio doméstico y sobre la economía informal en el que hay un mayor nivel
de desprotección frente a daños a la salud, con menor asistencia médica y sin
protección económica ante la pérdida del ingreso.
11
Para conseguir la generación de empleo con derechos laborales y de
protección social los Estados deben mantener un estricto respeto a los
Convenios de la fundamentales de la OIT y de igual forma, cumplir los
compromisos del Trabajo decente de la OIT, tales como:
Articular la política laboral nacional con las políticas que impactan
sobre la cantidad y calidad del empleo
Mejorar las condiciones de trabajo y empleabilidad, con énfasis en la
promoción del trabajo decente para la juventud y el desarrollo
económico local y la prevención y erradicación del trabajo infantil
Ampliar la cobertura de la protección social
Fortalecer un diálogo social efectivo para que los mandantes
promuevan las dimensiones del trabajo decente en las políticas
sociolaborales
Contribuir a la reducción de la economía informal y del empleo no
registrado.
La adopción de la declaración de 1998 constituye una contribución decisiva al
logro del objetivo de “proteger y fomentar los derechos básicos de los
trabajadores”, priorizando la vigencia de los Convenios fundamentales de la
OIT: Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de
sindicación, (núm. 87) 1948. Convenio sobre el derecho de sindicación y de
negociación colectiva (núm. 98)1949. Convenio sobre el trabajo forzoso (núm.
29) 1930. Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso (núm. 105) 1957.
Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación) (núm. 111) 1958.
Convenio sobre igualdad de remuneración (núm. 100) 1951. Convenio sobre la
edad mínima de trabajar (núm. 138) 1973. Convenio sobre las peores formas
de trabajo infantil (núm. 182) 1999
3.1.1 Ejes Estratégicos en Seguridad Social
La Seguridad Social es un Derecho Humano fundamental, y el rol
protagónico del Estado es esencial para garantizarlo (como tutor y
garante)
Las normas internacionales de la OIT en materia de Seguridad Social
son un referente práctico y vigente de consenso tripartito, que ofrecen
flexibilidad, progresividad y reglas claras en los procesos de extensión
de la cobertura.
Los gobiernos deben impulsar políticas de Trabajo Decente que
incrementen las oportunidades de acceso a empleos en mejores
condiciones de ingreso, seguridad, y productividad, favoreciendo la
“formalización” del empleo con derechos, en coherencia con los Planes
Nacionales de Trabajo Decente, y con el adecuado tratamiento de
género.
Es condición necesaria la participación, en igualdad de condiciones, de
las organizaciones sindicales y de empleadores en el diseño y control
de los modelos de Seguridad Social en cada país.
12
3.1.2 Reconfirmación de la Responsabilidad del Estado Nación en
Seguridad Social
La función prioritaria del Estado es extender la cobertura de la
seguridad social a todos los ciudadanos, a través de un modelo de
Seguridad Social integral, de responsabilidad pública y universal.
La columna vertebral de la Seguridad Social tiene que continuar siendo
la solidaridad social tutelada por el Estado en sus ámbitos local y
nacional.
La seguridad del ingreso requiere una protección social bajo la forma de
intervenciones públicas estatales en seguridad social.
El Estado es la única institución que puede formular un plan nacional
general de desarrollo de la Seguridad Social, con participación de
trabajadores y empleadores, en el que la cobertura de prestaciones
básicas sólo puede entenderse como un primer paso en el proceso de
extensión de la cobertura a todas las personas, sobre todos los riesgos,
con
prestaciones
suficientes,
permanentes
y
sostenibles
financieramente.
El seguro privado no está en condiciones de cubrir adecuadamente los
riesgos sociales. Las franjas con menos recursos de la población están
excluidas por la limitación o carencia de su capacidad contributiva
3.2 PROMOVER POLÍTICAS DE ESTADO EN SEGURIDAD Y SALUD EN
EL TRABAJO CON CONSENSO TRIPARTITO
El objetivo de la estrategia Iberoamericana de Seguridad y Salud en el trabajo
es el cuidado de la salud y la vida de los trabajadores en el ámbito preventivo y
reparador, en coherencia con la promoción del trabajo decente. Para conseguir
este objetivo es necesario que se establezcan políticas de Estado en Seguridad
y Salud en el trabajo cuyo objetivo sea mejorar las condiciones de trabajo en
coherencia con las premisas definidas para el trabajo decente. En la
elaboración de estas políticas deberán participar, el Estado, los representantes
de los empresarios y los representantes de los trabajadores.
Los pilares de esta política de Estado han de ser, como hemos definido en el
marco de referencia:
I. Los Convenios de la OIT relativos a la materia:
El Convenio 155 sobre la seguridad y salud de los trabajadores y medio
ambiente de trabajo.
El convenio 161 sobre los Servicios de Salud en el trabajo2
El convenio 187 para el marco promocional para la seguridad y salud en el
trabajo.
La Recomendación 194 relativa a la lista de Enfermedades Profesionales y el
registro y notificación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales
13
Convenio 102 sobre la Seguridad Social. Norma mínima.
El Convenio 121 relativo a las prestaciones en caso de accidentes de trabajo y
enfermedad profesional
El Convenio 81 sobre la inspección del trabajo
Asimismo las necesarias estrategias nacionales de Seguridad y Salud en el
Trabajo, (derivadas del compromiso de los Gobiernos con la Estrategia
Iberoamericana) y las experiencias nacionales deberán formar parte las bases
para elaborar las políticas de Seguridad y Salud.
Las políticas de Estado en Seguridad y Salud en el Trabajo deben incluir el
reforzamiento del marco normativo en todos los países de la región, marcando
las pautas para su elaboración donde no exista o completándolo con desarrollo
reglamentario sobre determinados riesgos donde sea necesario,. Es
imprescindible que en la elaboración de este marco normativo participen tanto
los representantes de los trabajadores, como los de los empresarios y el
Estado.
II. El reforzamiento de los sistemas de vigilancia y control es indispensable
para el cumplimiento del mismo, dotándolos de medios materiales y humanos
y planificando programas específicos de trabajo orientados a los sectores con
más siniestralidad en cada país
Deberá llevarse a cabo el desarrollo y reforzamiento de los Sistemas
Preventivos en cada país miembro. Según el convenio 187 el Sistema Nacional
al menos debe incluir la legislación, los convenios colectivos en su caso, una
autoridad u organismo, o autoridades u organismos responsables de la
seguridad y salud en el trabajo; mecanismos para garantizar la observancia de
la legislación nacional, incluidos los sistemas de inspección, y disposiciones
para promover en el ámbito de la empresa la cooperación entre la dirección, los
trabajadores y sus representantes, como elemento esencial de las medidas de
prevención relacionadas con el lugar de trabajo.
III Garantizar prestaciones sociales suficientes en los casos de Accidentes de
Trabajo y las Enfermedades Profesionales El grave déficit de trabajo decente
esta haciendo que los niveles de cobertura, reparación rehabilitación y
readaptación profesional sean escasos o inexistentes, por lo cual las políticas
de Seguridad y Salud en el Trabajo deben establecer los mecanismos
necesarios para que el trabajador que sufra un daño derivado del trabajo vea
cubiertas todas sus necesidades.
IV El propio Estado, en su papel de empleador, deberá ser ejemplo en el
cumplimiento de sus obligaciones en materia preventiva, incluso en los casos
en los que subcontrate actividades con empresas privadas
V Se articularán mecanismos de cooperación técnica internacional a través de
la OIT u organismos similares, para el diseño y la aplicación de las Políticas de
Estado en Seguridad y Salud en el trabajo en los países que tengan más
dificultades y se prestará apoyo técnico a las Organizaciones Sindicales a
través de instituciones técnico- sindicales especializadas en SST como por
ejemplo el Instituto Laboral Andino o el Instituto Sindical para América Central y
el Caribe.
14
Del mismo modo se promoverá la creación o el fortalecimiento de Organismos
técnicos nacionales, aprovechando las estructuras técnicas existentes en cada
país, cuyas funciones serán: El asesoramiento técnico en la elaboración de
normativa legal nacional, la realización de actividades
de formación,
investigación, estudio y divulgación en temas de prevención de riesgos
laborales, el apoyo técnico y colaboración con los organismos de inspección
vigilancia y control, entre otras.
VI. Se fomentará el desarrollo y cumplimiento de la Responsabilidad Social de
las empresas multinacionales para la homogeneización de las condiciones
sociolaborales que estas aplican en los diferentes países, tomando como
referencia la de su país de origen.
La Plataforma Laboral de las Américas señala que las empresas deben asumir
su responsabilidad social y compromiso con el desarrollo integral de la
sociedad, ajustando obligatoriamente su actuación a la Declaración Tripartita
de la OIT las Líneas Directrices para Empresas Multinacionales de la OCDE
(2004), El “Global Compact” de las Naciones Unidas ("Pacto Mundial" entre las
Naciones Unidas y el mundo de los negocios cuyo fin es que todos los pueblos
del mundo compartan los beneficios de la mundialización e inyectar en el
mercado mundial los valores y prácticas fundamentales para resolver las
necesidades socioeconómicas)., y los Acuerdos Marco internacionales en
vigencia3
El Programa de Acción de la Confederación Sindical Americana en su punto 70
señala que se continuará con el trabajo iniciado de investigación y seguimiento
a multinacionales, y en su punto 72 apunta que el importante desarrollo
alcanzado en esta década por la FSI en materia de acuerdos bilaterales con
determinadas multinacionales recomienda un proceso de difusión de su
contenido y promoción de su uso.
3.3 FORTALECIMIENTO DEL TRIPARTISMO Y EL DIÁLOGO SOCIAL EN
SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO (avanzar en el protagonismo
de los agentes sociales en la Seguridad y Salud en el Trabajo):
Participación Sindical
Como herramienta imprescindible para la profundización del Tripartismo en
Salud y Seguridad en el Trabajo se deberán constituir o fortalecer espacios de
Diálogo Social Tripartitos antes del año 2010 en los que se elaboren políticas
en materia de seguridad y salud teniendo en cuenta los principios de
coherencia (recursos suficientes para conseguir los objetivos marcados), con el
adecuado consenso (al que llegar garantizando una participación informada y
propositiva en igualdad de condiciones) y coordinación (entre las diferentes
áreas de la administración pública involucradas en la ejecución de los acuerdos
y los programas derivados de los mismos)
El objetivo de la Estrategia Iberoamericana de Seguridad y Salud en el Trabajo
es concretar programas básicos de actuación, articulando líneas de trabajo
15
concretas y desarrollando una Estrategia propia en cada país en coherencia
con los rasgos diferenciales de la siniestralidad en Ibero América.
Esta estrategia deberá ser objeto de análisis y posterior adaptación a la
realidad nacional a partir del diagnóstico obtenido Deben tenerse en cuenta las
diferencias históricas, culturales, los antecedentes jurídicos de los países y la
diferencia de intereses y posiciones en la delegación tripartita de cada país.
La planificación de la Estrategia Nacional en Seguridad y Salud en el Trabajo
en cada país debe contar con el compromiso de los gobiernos de cumplir y
desarrollar la Estrategia Regional en la medida de sus competencias federales.
Deberá llevarse a cabo una continua evaluación de la aplicación de la
Estrategia Nacional contando para ello con la participación de la representación
de los trabajadores se identificaran unos indicadores eficaces de seguimiento
focalizando inicialmente los accidentes mortales e incapacitantes de los
sectores con más siniestralidad como son el agropecuario, la minería y la
construcción.
La plataforma Laboral de las Américas propone crear mecanismos y
procedimientos de decisión y consulta tripartitos de carácter sociolaboral
articulados por la OIT.
Es necesario fomentar la participación activa en la empresa estableciendo
mecanismos para que los trabajadores y sus representantes, con el apoyo de
sus centrales intervengan en la gestión preventiva. Para ello se creará la figura
del delegado sindical en prevención en las empresas de más de 10
trabajadores y de Comités paritarios en las empresas de más de 50
trabajadores.
Es primordial favorecer y fomentar la inclusión de los aspectos de la Seguridad
y Salud en el Trabajo en la Negociación Colectiva
Tanto delegados como comités contarán con una reglamentación básica que
recoja sus funciones, derechos y protección y serán capacitados de forma
continua para el ejercicio de sus actividades. Para esta capacitación se tendrá
el apoyo institucional y de cooperación técnica de entidades especializadas
iberoamericanas y europeas.
En todo caso todo trabajador tendrá derecho a interrumpir una situación de
trabajo por creer, por motivos razonables, que ésta entraña un peligro
inminente y grave para su salud, estando protegido en tal caso de
consecuencias injustificadas.
Las centrales sindicales trabajaran en coordinación con las instituciones de
inspección vigilancia y control del cumplimiento de la normativa en Salud y
Seguridad en el trabajo en sus funciones.
3.4 FORTALECIMIENTO,
PREVENTIVA
MEJORA
Y AVANCE DE LA
CULTURA
La difusión e impulso de la cultura preventiva a todos los niveles es
indispensable para conseguir integrar la Seguridad y la Salud en todo en
engranaje laboral.
Entendemos que hay cultura preventiva cuando:
16
Se es capaz de entender los riesgos que se enfrentan; priorizarlos; identificar
caminos prácticos para ponerlos bajo control; se cuenta con mecanismos de
discusión para lograr el mejor tratamiento; cuando los individuos están alertas y
son “dueños” de la salud y seguridad; tienen una actitud consciente y
minuciosa hacia los temas de salud y seguridad; tienen buenos canales de
información; la Dirección muestra su compromiso con el tema en cada actitud y
tienen información técnica actualizada.
Para lograr que la cultura de la prevención se integre, es necesario que en
todas las políticas públicas: empleo, economía, salud y seguridad social,
educación, industria, medio ambiente, etc.
Para conseguir su fomento y expansión se deberán instaurar las siguientes
medidas:
• Antes de 2012 se debe incorporar la Seguridad y la Salud a los diferentes
programas educativos.
• Se desarrollarán campañas informativas dirigidas a empresas, trabajadores
y sociedad en general siguiendo unos criterios de priorización y eficiencia
determinados:
o Se realizarán al menos 2 campañas anuales hasta 2012, que
coincidirán con el día mundial de la Seguridad y la Salud en el
Trabajo, para concienciar a la sociedad de que el accidente de
trabajo y la enfermedad profesional tienen causas previsibles y
evitables y no son una fatalidad asociada al trabajo.
o Se realizarán campañas sectoriales sobre los sectores con más
siniestralidad laboral, como son el sector agrario, la minería y la
construcción.
o Se promoverán campañas priorizadas sobre, mujeres, jóvenes y
poblaciones originarias.
3.5 INCREMENTAR LA COOPERACIÓN Y LA COLABORACIÓN
REGIONAL EN MATERIA DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL
TRABAJO.
Para alcanzar el cumplimiento de los objetivos anteriormente señalados, es
necesario contar con el apoyo de organismos e instituciones regionales e
internacionales con conocimiento y experiencia en la materia.
El diseño de la estrategia Iberoamericana en Seguridad y Salud en el Trabajo
hace necesaria la cooperación y colaboración de organismos internacionales,
Cooperación internacional, la Confederación Sindical Internacional y la Unión
Europea.
La Confederación Sindical Americana, destaca la necesidad de fortalecer los
procesos de integración subregional y regional, con una participación plena de
los trabajadores y trabajadoras, como respuesta a los tratados de libre
comercio, que solo profundizan en la brecha entre, y dentro, de los países
empobrecidos y países ricos
Los países de la Región deben asumir el compromiso de aportar a los
organismos intencionales, que tripartitamente se decida los datos necesarios
para el seguimiento del grado de cumplimiento de la Estrategia
Iberoamericana. Anualmente se elaborará un informe con los resultados y se
pondrá a disposición de la Confederación Sindical de las Américas. A través de
17
esta misma organización, el movimiento sindical latinoamericano, como
mandantes de la OIT, pedirá la colaboración técnica que estime conveniente en
este proceso a la Oficina Internacional del Trabajo.
4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
4.1 CONOCER LA SITUACIÓN DE LA SEGURIDAD Y SALUD DE LOS
TRABAJADORES EN CADA PAÍS.
Un elemento imprescindible a la hora de abordar el problema de la
siniestralidad laboral, es tener el máximo de información sobre sus
características cualitativas y cuantitativas. El conocimiento de las causas de los
accidentes y de las condiciones de trabajo de los diferentes sectores,
especialmente los más golpeados por la siniestralidad laboral y el conocimiento
también de los datos existentes sobre accidentes nos facilitará la elaboración
de planes de trabajo eficaces. A la hora de tratar la información debemos tener
en cuenta las características propias de cada país, sus diferencias culturales,
sociolaborales, históricas, etc.
Los sistemas de información y registro de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales pueden ser mejorados:
Es necesario disponer de información precisa y actualizada sobre los
daños de origen laboral en la Región para orientar adecuadamente la
acción preventiva y como indicadores de la misma a medio y largo plazo
(actualmente sólo se registran entre el 5 y el 10%).
Las Encuestas sobre salud y condiciones de trabajo son un instrumento
útil de análisis, y un complemento indispensable ante sistemas de
registro de daños deficientes
1. Antes de 2012 se diseñarán e implementarán Encuestas de
Condiciones de Trabajo de ámbito nacional y subregional para
conocer las condiciones de Salud y Seguridad en el Trabajo y
mejorar así el Sistema de información en Seguridad y Salud en el
Trabajo. Se llevará a cabo con la conveniente cooperación técnica
internacional que será muy necesaria para conseguir una correcta
homogeneización regional de conceptos.
2. Antes de 2012 se promoverá incluir en las encuestas de hogares,
vida o censos un módulo con preguntas sobre condiciones de
trabajo y de salud laboral para mejorar el sistema de información y
conocimientos en esta materia.
Es precisa la coordinación entre los Ministerios de Trabajo, de Salud, las
autoridades competentes en materia preventiva y la Seguridad Social para el
diseño, con la participación de los agentes sociales, de procedimientos de
detección, declaración y registro adecuados. Para esta tarea se contará con la
conveniente colaboración técnica internacional.
El trabajo de coordinación entre el Ministerio de Salud Pública y el de Trabajo
puede marcarse los siguientes objetivos:
18
•
Antes de 2012 se diseñarán programas formativos dirigidos al personal
sanitario de atención primaria y especializada de toda la red de
asistencia, a fin de capacitarlos en la detección de enfermedades y
daños relacionados con el trabajo.
•
Antes de 2012 los Ministerios de Salud y de Trabajo elaborarán un
protocolo de intercambio de información a fin de mejorar los sistemas
de registro y de protección social y sanitaria.
•
Llevar a cabo la vigilancia de la salud de los trabajadores de la
economía informal al objeto de detectar y tratar precozmente los daños
y alteraciones de su salud relacionados con el trabajo. Los Ministerios
de Salud y de Trabajo de cada país desarrollarán los mecanismos de
colaboración necesarios para intercambiar datos y mejorar de esta
forma el sistema de información y la protección social de este colectivo
tan vulnerable.
•
Antes de 2012 se diseñarán y realizarán en cada país programas de
vigilancia de epidemiológica sobre determinadas enfermedades
relacionadas con el trabajo que se consideren de mayor incidencia en
cada país
¿Por que es necesaria esta coordinación?
Necesitamos un sistema de información sanitaria que permita el control y el
registro de morbilidad y mortalidad por enfermedad profesional
La primera condición para poder solucionar un problema es reconocer que
existe: es necesario evidenciar la relación que existe entre los daños a la salud
que sufrimos (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) y las
deficientes condiciones de trabajo en las que desarrollamos nuestra tarea en
los centros de trabajo para poder exigir que se implanten medidas de
prevención de riesgos laborales. De esta manera se podrá implementar el
conjunto de medidas necesarias, tanto para evitar los riesgos, como para
proporcionar la cobertura necesaria a la persona trabajadora que ha sufrido un
accidente o enfermedad profesional.
Un Sistema de Información Sanitaria en Salud Laboral (SISSL) debe permitir, a
través de la información que genera, mejorar el conocimiento del estado de
salud de la población trabajadora para, tras el correspondiente análisis, poder
implementar las medidas necesarias dirigidas a aumentar el mencionado nivel
de salud de los trabajadores y trabajadoras a través de la mejora de sus
condiciones de trabajo.
Serán actividades derivadas de la implantación de un Conjunto Mínimo de
Datos imprescindibles (regulados normativamente), la recogida anual de la
información, su análisis e interpretación, la difusión de sus resultados y la
definición de planes y programas de salud laboral.
4.2 REFORZAR EL MARCO NORMATIVO DE SEGURIDAD Y SALUD EN
EL TRABAJO.
Todos los países deben disponer de un marco normativo específico relativo a la
prevención de riesgos laborales, la salud y seguridad en el trabajo y la
19
cobertura de los riesgos profesionales, tomando como referencia los Convenios
Internacionales respectivos de la OIT (155, 161, 187, 102, 121 y los
Cconvenios fundamentales).
El diseño, actualización o reforma de los marcos normativos nacionales deben
realizarse con la participación de las organizaciones sindicales.
La responsabilidad de los empresarios (incluido el Estado como empleador) en
Seguridad y Salud en el Trabajo debe quedar claramente definida en el cuerpo
normativo de cada país, así como la regulación de los derechos de
participación y representación de los trabajadores.
El sistema normativo debe contener regulaciones sobre riesgos específicos,
agentes físicos, químicos y biológicos, y sobre los sectores de alta
siniestralidad (construcción, minería y agropecuario). Asimismo debe regular la
figura, funciones, derechos y garantias de los representantes de los
trabajadores en Seguridad y Salud en el Trabajo y de los Comités de salud y
seguridad, para las empresas de más de 10 trabajadores los primeros, y de
más de 50 trabajadores los segundos
La regulación de la subcontratación y de las responsabilidades derivadas de la
misma deben constituir una prioridad a alcanzar antes de final de 2012.
Para el diseño o reforma de los sistemas normativos podrá contarse con la
Cooperación técnica internacional correspondiente.
4.3 REFORZAR LOS ÓRGANOS TÉCNICOS DE SEGURIDAD Y SALUD
EN EL TRABAJO.
La creación y fomento de órganos técnicos nacionales públicos de salud y
seguridad en el trabajo, como órganos técnicos de referencia, es necesaria
para conseguir los objetivos de la Estrategia Iberoamericana de Seguridad y
Salud en el Trabajo.
Construidos a partir de
las experiencias nacionales o internacionales
existentes, estos órganos técnicos se constituyen como entidades de estudio,
análisis e investigación, con producción técnica rigurosa e independiente y
entre sus funciones estarán:
• El diseño y ejecución de encuestas en Seguridad y Salud en el Trabajo
• La elaboración de guías de buenas prácticas para los diferentes sectores
• La elaboración de informes de daños a la salud y sus causas.
• La elaboración de documentos técnicos como las notas técnicas
• El diseño de programas formativos
La definición de sus prioridades de actuación y de seguimiento de las acciones
que acometan se realizará tripartidamente.
4.4 REFORZAR LAS INSTITUCIONES NACIONALES DE INSPECCIÓN Y
CONTROL DE LAS OBLIGACIONES PREVENTIVAS.
Las funciones de vigilancia y control del cumplimiento de la normativa son
sumamente importantes en la Estrategia Iberoamericana de Seguridad y Salud
en el Trabajo. Para que puedan cumplir adecuadamente con sus tareas
deberán fortalecerse los medios humanos y materiales, disponiendo de un ratio
adecuado de inspectores por número de trabajadores.
Los inspectores y demás personal técnico que forme parte de estas
instituciones requerirá una adecuada formación y una capacitación continua.
20
Así mismo deberán establecerse garantías de independencia de la actuación
inspectora o controladora instaurándose sistemas retributivos adecuados.
Entre las funciones de estas instituciones estará la de asesoría técnica, que
deberá asistir especialmente a las pequeñas empresas.
Actuarán de forma coordinada con las Organizaciones Sindicales,
especialmente en las labores de vigilancia y control.
4.5 AVANZAR EN EL ESTUDIO DE LA MULTICAUSALIDAD DE LOS
ACCIDENTES DE TRABAJO.
Todos los países de la Región deberán unificar sus métodos de investigación
de accidentes de trabajo y se establecerá una prioridad de actuación sobre los
accidentes de trabajo mortales e incapacitantes. Para ello se deberá disponer
de herramientas metodológicas comunes para la evaluación de riesgos
específicos.
Será preciso contar con el apoyo del ILA (Instituto Laboral Andino) y el ISACC
(Instituto Sindical para América Central y el Caribe )promover programas de
investigación en Salud y Seguridad en el Trabajo, dando prioridad a los
sectores y colectivos mas vulnerables, y dotar a estos programas de la
financiación necesaria para que puedan ser desarrollados.
4.5.1 MEJORAR LOS SISTEMAS
ENFERMEDADES PROFESIONALES.
DE
DETECCIÓN
DE
La invisibilidad de las enfermedades profesionales respecto a los accidentes de
trabajo, hace que sea necesario implementar esfuerzos adicionales para poder
reducir su incidencia.
Será necesario recopilar experiencias internacionales sobre métodos y
programas de detección de Enfermedades Profesionales y Enfermedades
Relacionadas con el trabajo Vigilancia sanitaria con el objetivo de suministrar
información útil para el diseño de medidas de prevención en diferentes sectores
y actividades.
Es imprescindible disponer de herramientas metodológicas comunes para la
evaluación de riesgos específicos, con especial atención a los riesgos
psicosociales, las alteraciones músculo esqueléticas y el riesgo tóxico.
Deberán homogeneizarse los listados de enfermedades profesionales tomando
como referencia la Recomendación 194 de la OIT como listado abierto y se
deberán mejorar los sistemas de declaración y calificación objetiva de forma
consensuada con los agentes sociales para tratar de evitar la demora
administrativa y la judicialización de los procesos.
Para facilitar la detección de enfermedades profesionales y enfermedades
relacionadas con el trabajo, y el intercambio de información sobre el tema, se
establecerán mecanismos de coordinación con las áreas de salud pública.
4.6 PROMOVER PROGRAMAS DE APOYO A EMPRESAS DE MENOS
DE
15
TRABAJADORES
Y
A
LOS
TRABAJADORES
INDEPENDIENTES.
Las pequeñas empresas y los trabajadores / as independientes deben ser
ayudados a cumplir con la normativa de prevención de riesgos laborales.
Para ello:
21
Se diseñaran sistemas de gestión específicos para este tipo de
empresas
Se diseñaran programas de formación tanto para los empresarios como
para los trabajadores, que se perfilarán de manera tripartita por los
representantes de los trabajadores, los representantes de los
empresarios y el Estado.
Las instituciones dedicadas a la vigilancia y control del cumplimiento de la
normativa desarrollaran funciones de asesoramiento para las pequeñas
empresas.
Se deberá ampliar la cobertura por contingencias profesionales a los
trabajadores independientes, asistiéndoles según su capacidad de aporte.
4.6.1PROMOVER
PROGRAMAS
ESPECÍFICOS
PARA
TRABAJADORES
Y
EMPRESARIOS
DE
EMPRESAS
CONTRATISTAS Y SUBCONTRATISTAS.
Cuando existe subcontratación de actividades o cualquier otra modalidad de
descentralización productiva se hace mas complicada la gestión de la
prevención de riesgos laborales y en ocasiones las responsabilidades de los
empleadores suelen acabar diluyéndose. Es especialmente importante
establecer mecanismos de representación de los trabajadores en Seguridad y
Salud para que los trabajadores participen activamente en la gestión de la
prevención a lo largo de la cadena de subcontratación.
Será muy útil asimismo crear Registros de Subcontratación en la construcción,
por ser este sector uno de los de más siniestralidad y uno los que más recurre
a esta modalidad, tanto en la obra pública como en la privada.
Deberán desarrollarse normativamente las condiciones y responsabilidades en
Seguridad y Salud en la obra pública
Las empresas con altos índices de siniestralidad serán objeto de programas
específicos de actuación por parte de las Administraciones competentes y de la
Inspección de trabajo, con objeto de intentar reducir estos índices y mejorar las
condiciones de trabajo.
Se limitará la facultad de contratar con la administración a las empresas que no
cumplan con la normativa de Seguridad y Salud en el Trabajo
Se establecerá un régimen de ordenación y limitación de la subcontratación en
la construcción que proporcione transparencia en la gestión y garantice el
derecho a la Seguridad y Salud en el trabajo a los trabajadores de las
empresas incluidas en las cadenas de subcontratación
Otra de las medidas necesarias será establecer mecanismos jurídicos de
responsabilidad solidaria del empresario principal ante la cadena de
subcontratación.
4.7 MEJORAR LA CAPACITACIÓN DE LOS AGENTES IMPLICADOS EN
LA SALUD Y SEGURIDAD
Los agentes implicados en la gestión de la prevención de riesgos laborales en
la Región presentan necesidades formativas que deben ser subsanadas para
22
conseguir los objetivos de la estrategia. Para solucionar este problema se
diseñaran programas formativos de forma tripartita para empresarios, mandos
intermedios, trabajadores, órganos de inspección y control, especialistas en
Prevención de Riesgos Laborales y personal sanitario. El diseño de los
programas incluirá el aprovechamiento de experiencias nacionales, para el
conocimiento de todos.
Estos programas se presentarán con asignación de los recursos necesarios,
sus fuentes de financiación y llevando a cabo una priorización por sectores. El
objetivo es que antes del 2012 estén capacitados el 25% de los trabajadores y
el 25% de los empresarios de cada país.
5 PLAN DE ACCIÓN Y SEGUIMIENTO CSA Y LA ESTRATEGIA
REGIONAL EN SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO.
Se establecerá un plan de acción tanto a nivel Regional, como Nacional y
Subnacional para lograr los objetivos propuestos en la estrategia.
El plan de acción Regional deberá realizarse con la participación de la CSA.
Todos ellos, tanto el Regional, como el Nacional y el Subregional , tendrán en
cuenta el grado de desarrollo preventivo de las diferentes realidades
nacionales, graduando su progresividad en la culminación de los objetivos
marcados y sus indicadores de seguimiento y evaluación mas adecuados se
establecerán de forma tripartita.
Los planes de acción Nacionales y Subregionales respectivos, se diseñaran en
las mesas de diálogo social tripartito correspondientes.
El movimiento sindical latinoamericano, como mandante del la OIT, y a través
de la CSA, solicitará la cooperación técnica que estime conveniente en este
proceso a la Oficina Internacional del Trabajo.
5.1 LA CSA Y LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO.
La Confederación Sindical Americana fomentará y apoyará la creación de
Secretarías de Salud Laboral en sus centrales sindicales y, con la cooperación
Técnica internacional la creación de equipos técnicos-sindicales en seguridad y
salud en el trabajo.
Además promoverá con los apoyos necesarios la divulgación de los aspectos
técnico-sindicales de mayor relevancia entre sus dirigentes sindicales e
impulsará la celebración de reuniones regionales anuales sobre la estrategia
Sindical Regional en Seguridad y Salud en el Trabajo.
La CSA promoverá, con los apoyos necesarios campañas de difusión de la
Estrategia Regional y de las estrategias nacionales y subregionales que se
adoptaren, fomentando el intercambio de experiencias y buenas prácticas
utilizando los canales propios de la Confederación.
Eliminar barreras a la sindicalización
La Confederación Sindical de las Américas señala que la CSA asume el
compromiso de acompañar y articular regionalmente las luchas y los esfuerzos
23
de sus afiliadas para organizar sindicatos, negociar sus condiciones de trabajo
y defender los derechos de
los/as trabajadores/as. Esto implicará el
reforzamiento del accionar de la Región junto con la Confederación Sindical
Internacional en todos los órganos de la OIT. En su punto 35 indica que la
Confederación Sindical Internacional se compromete a luchar sin vacilaciones
por el derecho a la libre sindicalización y la negociación colectiva incluso en el
sector público, como soportes indispensables de una democracia real y la
vigencia de los derechos básicos de los trabajadores.
El movimiento sindical, consciente de la importancia que la negociación
colectiva tiene para mejorar las condiciones de trabajo, deberá poner todo su
empeño en superar los obstáculos que para el desarrollo de la misma se
pueda encontrar, como por ejemplo la dificultad para encontrar interlocutores
para la negociación en la parte empleadora, etc4.
Corolario:
El movimiento sindical debe reivindicar y ejercer con firmeza el protagonismo
que le corresponde en Salud y Seguridad en el trabajo, fortaleciendo su acción
sindical con capacidad de propuesta (con los apoyos y alianzas necesarios),
eligiendo sus propias prioridades sobre las que centrar el debate y
construyendo posiciones prácticas que contribuyan a definir estrategias
Nacionales en Seguridad y Salud en el Trabajo, identificar prioridades de
actuación sobre colectivos, sectores y riesgos, y redefinir y fortalecer
mecanismos eficaces de participación y Diálogo Social en Seguridad y Salud
en el Trabajo en igualdad de condiciones.
La negociación colectiva sectorial se perfila como un instrumento necesario para mejorar las
condiciones de trabajo de los trabajadores/as que estando en un mismo sector desempeñan su
trabajo bajo muy diversas formas de contratación o de prestación de servicios y en centros de
trabajo de características muy distintas (pequeñas y muy pequeñas empresas).
4
24
JUVENTUD SINDICALISTA DE LAS AMERICAS
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
Centro de Formación Internacional - Turín
Oficina de Actividades para los Trabajadores
Declaración de León-Guanajuato
De la Juventud Sindicalista de Las Américas-CSA
Nosotros y nosotras, jóvenes sindicalistas representantes de las centrales
sindicales afiliadas a la Confederación Sindical Internacional -CSI- y a la
Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas –CSA, presentes en el Encuentro Sindical de Juventud de las Américas CSA, llevado
a cabo en la Ciudad de León, Guanajuato, México, en el marco de la
Conferencia Mundial de Juventud, emitimos la presente declaración ante las
representaciones de los gobiernos presentes.
Considerando:
1. Que la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió por
unanimidad que el período de agosto 2010 – agosto 2011, fuera
declarado como Año Internacional de la Juventud.
2. Que la CSA es la más grande Confederación Sindical de las Américas y
representa en la región a más de 50 millones de trabajadores y
trabajadoras, con un importante posicionamiento y compromiso en la
participación y defensa de derechos laborales de la juventud
trabajadora.
3. Que las personas jóvenes siguen siendo el grupo poblacional más
afectado en el mundo del trabajo, con tasas de desempleo mayor a las
de las personas adultas, altos índices de trabajo informal y precariedad,
como consecuencia de la crisis económica que ha impactado de
manera negativa los empleos, siendo excluidos permanentemente de los
regímenes de protección social.
4. Que existe una creciente cantidad de jóvenes que no logran colocarse
de manera exitosa en el mercado de trabajo, generando un déficit
significativo entre la relación de oferta de empleo y demanda del mismo,
que impide el desarrollo de la juventud en condiciones plenas para su
propio desarrollo y de la sociedad por medio de su inserción social,
económica y política.
5. Que las personas jóvenes en busca de sus primeros empleos,
encuentran múltiples obstáculos para acceder a ellos, tales la reducida
oferta de empleo en condiciones dignas y de acuerdo a su formación, y
la exigencia de experiencia suficiente.
6. Que la violación a la libertad sindical y negociación colectiva por parte de
gobiernos y empleadores es un factor que ha obstaculizado la afiliación
y participación plena de la juventud en los sindicatos.
7. Que según los Convenios 102 y 155 de la OIT, la seguridad social es un
instrumento jurídico y económico que establecen los Estados para
garantizar a todo ciudadano el ingreso para vivir y su derecho a la salud.
8. Que nuestros gobiernos se han comprometido con el cumplimiento de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio, dentro de lo que se incluye
“Alcanzar el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos,
incluidas las mujeres y los jóvenes” (meta 1B). el cual es requisito
fundamental para el logro de los demás Objetivos.
9. Que existe una tendencia en los gobiernos de nuestros países a no
integrar en las políticas públicas relativas a la juventud, aspectos como
la educación y la formación para el empleo, creando estructuras que no
responden de manera integral a la problemática existente.
10. Que las mujeres jóvenes trabajadoras enfrentan la mayor tasa de
discriminación laboral, no sólo por los bajos salarios y empleos
deshumanos a los que son expuestas, sino también porque sobre ellas
recae la mayor tasa de desempleo y vulnerabilidad, visible claramente
en la situación que enfrentan las trabajadoras domésticas.
11. Las políticas de promoción del empleo juvenil en nuestros países han
fracasado por la poca voluntad de nuestros gobernantes y empresarios
por asumir de manera responsable el tema, dado a que se oculta la
realidad estructural del desempleo juvenil y plantean la flexibilidad
laboral, emprendimiento y la informalidad en la contratación, como la
solución a la problemática de la desocupación juvenil.
La CSA, comprometida con empoderar a la Juventud Trabajadora como sujeto
social y sindical, reconoce que la juventud trabajadora en el movimiento
sindical necesitan potenciar sus capacidades reivindicativas para fortalecerse y
responder desde una cultura organizativa que refleje las necesidades de toda
la clase trabajadora actual.
Por todo lo anterior, solicitamos muy respetuosamente que en la Declaración a
ser adoptada por los gobiernos presentes en la Conferencia Internacional de
Juventud, sean considerados los siguientes planteamientos:
1. Urgimos al compromiso claro y contundente de los gobiernos del mundo
con la promoción del Trabajo Decente para la Juventud, como una de
las grandes tareas de esta Conferencia.
2. Demandamos el compromiso en la generación de mecanismos para la
construcción, diseño e implementación de políticas integrales de
juventud que comprendan las dimensiones de trabajo decente,
educación integral y permanente, así como la formación profesional,
asignando suficientes recursos de los Estados para ello, así como
asegurar que las instancias gubernamentales de juventud y trabajo
articulen sus acciones de una manera más efectiva.
3. Exigimos el diseño y la implementación de políticas nacionales de
generación y protección de empleo juvenil, construidas en escenarios de
concertación, junto a los sindicatos a través del diálogo social tripartito,
donde la precariedad, la tercerización y demás formas de flexibilización
laboral queden excluidas, garantizando el respeto y protección de los
Estados a la libertad sindical y demás derechos contemplados en los
Convenios fundamentales de la OIT.
4. Demandamos reafirmar el compromiso por el Trabajo Decente para la
juventud en el marco del Pacto Mundial para el Empleo, el cual
constituye la respuesta más urgente adoptada por los mandantes de la
OIT para enfrentar la crisis mundial, en este sentido consideramos
necesario el reconocimiento de dicho Pacto con el objetivo fundamental
de desarrollar políticas públicas, así como los Planes de Trabajo
Decente por país (PTDP) en los marcos de asistencia de Naciones
Unidas para el desarrollo (MANUD).
5. Exigimos que los Estados garanticen la protección social integral, el
acceso gratuito, servicios de calidad e igualitaria para la juventud
trabajadora.
6. Urgimos a que se promueva el cumplimiento de las disposiciones
contenidas en las declaraciones y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESyC) de las Naciones Unidas
(art. 6 derecho al trabajo, art 7 derechos al trabajo en condiciones justas
y favorables, art 8 libertad sindical y derecho de huelga art.9, derecho a
la seguridad social, art. 10, protección de la familia y los menores; art. 12
derecho a la salud) y los convenios de la OIT.
7. Demandamos garantizar de forma integral el respeto de los derechos
humanos de la juventud trabajadora específicamente en lo referido a la
libertad sindical, lo que incluye la no criminalización, muerte o
persecución de la juventud por motivo de su afiliación, que tiene como
objetivo la eliminación del movimiento sindical, particularmente en
países como Colombia, Guatemala, Honduras y recientemente,
Panamá.
8. Exigimos garantizar la participación de la juventud trabajadora
sindicalizada, propiciando su incidencia en todos los espacios de toma
de decisiones y la construcción de Políticas Públicas en consenso con
este sector.
Finalmente, los participantes de este encuentro, hombres y mujeres jóvenes
sindicalistas, manifestamos que este documento es el reflejo del pensamiento
de la juventud trabajadora, pero encontramos que la falta de representatividad
del movimiento sindical juvenil en este escenario mundial debido al proceso de
selección, implicará una ausencia real y estratégica en el debate y aprobación
de las resoluciones, así como del posicionamiento respecto a temas de
importancia como el modelo de desarrollo de nuestros países.
León, Guanajuato,
agosto 2010
México,
22
de
Descargar