ASÍ NOS TRABAJA DIOS Así se va forjando como mujer, religiosa y educadora El 18 de Octubre de 1893, fue recibida por la Comunidad de Tudela que se reunió en pleno para acogerla; inició entonces el postulantado que le iba a permitir conocer más el Instituto al que deseaba pertenecer y a su vez darse a conocer mejor a quienes tenían que comprobar su idoneidad para el mismo. Coínta era una más de las muchas vocaciones que ingresaron en Tudela en aquellos años de auge renovado. En ese ambiente de fervor y de entusiasmo apostólico empezó su Noviciado, tras la toma de hábito el 22 del mismo mes de Octubre. Con tesón y generosidad, en un proceso no exento de luchas y dificultades, que afrontó con la fortaleza que encontraba en la oración, se fue formando como verdadera Hija de Nuestra Señora, en el espíritu del Instituto legado por Juana de Lestonnac a quienes a lo largo de los siglos fueran heredando su carisma. Esta primera etapa de formación terminó con la profesión religiosa que hizo Coínta el 27 de octubre de 1895; siguieron los años en que debía entrenarse y prepararse en la misión propia del Instituto. Este aspecto de la formación de las jóvenes para hacer de ellas maestras a la altura de las circunstancias, se cuidaba con especial esmero en la comunidad de Tudela. A partir de entonces la Hermana Coínta fue apreciada y querida por sus alumnas; dedicada con entusiasmo a enseñarles la gramática y la aritmética y sobre todo a educarlas con sus actitudes y sus consejos. Iba descubriendo con gozo lo que significaba aquella misión educativa que le abría horizontes y le ensanchaba el corazón. Entre tanto la comunidad se preparaba para realizar la fundación de una nueva comunidad en Talavera de la Reina, en medio del entusiasmo que despertaba la ya próxima Beatificación de Juana de Lestonnac. La vitalidad que ahora tenía, le permitía elegir con generosidad un grupo consistente en 20