El ritmo de la prosa EL RITMO DE LA PROSA Un hombre, porsólo

Anuncio
El ritmo de la prosa
259
de, se recoge en los pianíssimos, se encabrita en los encabalgamientos polifónicos, o se entrega a la regularidad de un movimiento simétrico, se solea o se ensombra con el juego alterno
EL RITMO DE LA PROSA
r
Un hombre, porsólo caminar con pasos temporalmente reg\llares, no camina con ritmo; eLrj1m(LapareCe __
en-.cuaIl1~u~§a
regularidad-es- construida_ cO~()._tºDI1a.en sj, como una estructura y ordenación sent~da de los esfuerzos musculares: entonces todo él cuerpo marcha, no sólo las piernas. Y lo mismo
vale para la creación de los tipos más elevados y complejos de
la música sinfónica. La marejada emocional que es en el músico
el trance de inspiración va objetivándose en una construcción
sonora. E~l~ªje _~II!9.ci9naly el embate. de los sentimientos
llevan, en ~u misma acción,_alternancia de tensiopes y disten~íªn~~-i;:TIñ-;1sico-í~;- re~a y ordena; las estruct~ra~nf~~mas
ffifer~tes. Las _hªc:~_)jJ!llo.- y adviértase bien que, al hacerlo,
el músico no se limita a ordenar tensiones y distensiones y a
inteligir que' quedan ordenadas como quien dispone conforme
y lo dicho del ritmo musical e$ válido también para el ritmo
del lenguaje, aunque varíen las condiciones.
Aquí entramos en el punto central de nuestra interpretación
del ritmo de la prosa, frente al del verso. Las variantes melódicas no son más que el lado acústico de las variantes de tensión
orgánica con que nuestro cuerpo acompaña solidariamente a
la variada articulación del pensamiento. Las tensiones y distensiones orgánicas, musculares, vasculares, etc., son movimientos.
y he aquí cómo la adecuada ordenación de los miembros melódicos del período, con sus tensiones y distensiones correspon-
la
un plan
matemático
objetos unexteriores.
!-Q.-:-;que._.ordena~es
se!;
Un crescendo,
accellerando,
un ictus o una
. E.!:~;!pi~
__~~m4',:_
cadena de ictus corresponde a un crescendo o accellerando .de
la tensión emocional, a una descarga o a una regulación de descargas del sentimiento. Y corno, según ha estudiado lapsicología experimental, toda excitación externa o .interna determina
~_I!...!!~es}n:~.S!J~.rpo
un movimiento,~y- como, sobre eso, en el trance de inspiración, el músico goza una perfecta identificación de
alma y cuerpo, las tensiones y distensiones emocionales son
también orgánicas y las descargas, del sentimiento son a la
vez explosiones energéticas. El organismo hace.~_ ªt!O al alma.
El organismo todo se hinché, se apresura, se tensa y se distieñ-
de los diversos timbres ºrquestales. ~l ritmo es placer porque \
consiste e'n/regulados_.movimientos orgánieos. y toda esta sucesión-variada de energía y de ten~iones orgánicas es comandada
por el artista, ordenada y conformada de modo que ellas mismas formen una arquitectura. ~L~~.º!~r el propio sentimiento
como una -estructura_móvjl, y la conciencia de que esa forma
es' criatura suya, constity.yen ~l placer específico del ritmo en
el artista.
~
I
'. ---cr j - .-
dientes, es una organización dinámica de sensaciones, j~a- \
mente eso en que- consIste el ritmo. Así, pues, sólo por comodidad expositiva se puede hablar .de la función rítmica de la
melodía o entonación, pues no se trata realmente de que el
ritmo sea algo que la melodía lingliística haga o produzca, sino
que la melodía es una de las caras del ritmo, la acústica.
La melodía sube y baja con e~ crescendo y decrescendo de
las tensiones. l\fuestro organismo vive entero el ritmo con movimientos ordenados de ten~ión y distensióI1' m ritI!!º ~s_plª~~r
corporal porque consiste en regulados movimientos orgániq~s,
ya-que.en la regulación de 'sus movimientos encuentra nUestro.
()rganismo su plenitud; y es placer espiritual porque cada uno
de_los movimientos se vi~ 'referido a la. estructura móvil de que
~s parte integrante. Sin esto, no hay ritmo, y cuanto más vivamente aparezcan al sentimiento referidas unas a otras las partes
de un período y constituyendo una figura dinámica unitaria,
_"'. :
Materia y forma
260
en poesía
más intenso es el ritmo. Ya se entiende que si la rama A de un
período bimembre tiene. tensión orgánica creciente y acaba en
inflexión ascendente)", es porque durante ,ella ya se presiente
la rama B con su menor tensión en decrescendo y con su disten. sión final '\¡; sólo por presentir B se puede sentir A con tales
caracteres de tensión y melodía, pues A es una espera tensa
de B. Concordemente, en un período de prosa ~rítmica, cada
miembro 'vale rítmicamente por la ,referenCia que su modo de
ternión hace a)9_s _dem<is. Gracias a esas referencias, en cad~
miembro está presente la arquitectura entera del período.
-
-'
El ritmo
~
Los dos primeros miembros forman la prótasis; los dos últimos, la apódosis. Los dos primeros se entonan en un tono o dos
más altos que los dos últimos. La tensión general es mayor en
los dos primeros que en los dos últimos. Dominante y tónica.
Cuando iniciamos el período, y hasta el final de la prótasis,
La luz de la lámpara, entre las cadenas de plata,
la tensión orgánica se va sosteniendo y creciendo porque en
la vivencia psicológica de su contenido se incluye la espera de
la apódosis:
tenía tímido aletea de pájaro prisionero, como si se afanase
por volar hacia el santo.
e:~
La prótasis se conduce como un planteo de algo que sólo en la
apódosis se resuelve.
Así también la tensión orgánica, casi la ansiedad que nos
inunda en la audición musical durante una dominante artísticamente valiosa, incluye ya un aguardar el equilibrio de la
tónica. Sólo en vista de la tónica, vale la dominante como tal,
y sólo en espera de la apódosis vale la prótasis como tal. Y al
revés: no es exacto pensar que la apódosis e s t á en tono más
grave y que su tensión articulatoria y orgánica s o n menores,
sino, fundamentalmente, que en la apódosis el tono c a e del
de la prótasis, que la tensión se re 1a j a en ella y que su definitiva distensión final, con su grave cadencia, es el fin de la
respuesta; que corresponde al fin del planteo de la prótasis
con su más ,agudo punto de tensión. La distensión de la apódosis recoge y da sentido a la tensión de la prótasis.
Dentro de la prótasis, como dentro de la apódosis, hay con
frecuencia nuevas articulaciones. La prótasis de 'nuestro ejemplo consta dedos miembros, y la apódosis de otros dos. Cuando comenzamos
La luz de la lámpara
La luz de la lámpara '\¡, entre las cadenas de plata /" tenía
tímido aletea de pájaro prisionero, como si se afanase por
volar hacia el santo (Otoño, pág. 198).
I
261
de la prosa
~"
las condiciones de tensión y diapasón son las propias de la
prótasis, de modo que ya desde allí se aguarda la distensión y
cadencia de la apódosis. Pero la enunciación del sujeto se ve
ahora seguida de una determinación escenográfica, entre las
cadenas de plata, referida directamente al sujeto, de modo que
esa determinación entra rítmica y melódicamente en la rama
del sujeto y no en la del predicado. El sujeto es la-luz-entre-lascadenas-de-plata. Así, la tensión creciente debe seguir durante
el miembro determinante, y en su final aparecerá la inflexión
aguda final/' que expresa y anuncia la inmediata entrada de la
apódosis. El sentimiento estructUl~al de esta figura sin táctico. rítmica ya aguarda durante el sujeto (<<laluz de la .lámpara»)
su determinaCión subsiguiente (<<entre las cadenas de. plata»).
Este aguardar es tensión, que se suma a la tensión propia de
la' prótasis; pero se manifiesta de un modo peculiar: siendo
la mayor tensión y la inflexión final de ascenso forma expresiva
de la prótasis, la tensión especial del primer miembro que
aguarda otro se manifiesta frenando y conteniendo la tensión
y la inflexión ascendente. Por eso, con ser el diapasón de este
miembro más alto que el normal (el de la apódosis), todavía no
es tan alto como el del miembro final de la prótasis (entre las
cadenas de plata), y su nota final, en vez de subir, o se refrena
suspendida sin inflexión, o, lo que es limcho más frecuente, tiene
una leve inflexión descendente de medio tono o de uno. Este
leve descenso' no es· de distensión, como el gran descenso de
262
-,"""
Materia
y
forma
en poesía
final de frase; es, al revés, tensión, porque es una nota de doble
contraste: primero, con la tensión general y articulatoria que
es sostenida o en crescendo, y segundo, con la inflexión propia
de la prótasis, que es ascendente. Justamente este leve descenso, frecuente, pero no obligado, es un modo expresivo de realzar en medio de la rama ascendente que no estamos todavía
en el final. Con el leve descenso de voz queda, pues, el primer
miembro referido al segundo, que es el portador de la inflexión
ascendente propia de la rama entera; mientras que con su tensión fuerte va referido, como integrante de la prótasis, a la
rama segunda.
De modo concorde, el predicado, en la apódosis, es:
El ritmo
263
el primer miembro, como que es ya apódosis, es distensión
respecto de la prótasis, es a la vez tensión respecto de la comparación que sigue. El esquema rítmico~melódico que corresponde a una apódosis bimembre reproduce, pues, dentro de sí, los
dos escalones que hemos reconocido en un período entero bimembre:
I
~
Tono normal
I
-- I
:'\
También aquí hay que contar, como en la bimembración de
la prótasis, con la fuerza expresiva del contraste en la estructura de las ramas del período, de modo que si el primer miembro (<<teníatímido ... ») no se entona todavía en la línea melódica
más baja de la apódosis (<<comosi. .. »), y si su inflexión final
es la contraria de la apódosis, esto es un aguardar y un anunciar que viene a continuación otro miembro, donde se cumplirán estas características. Queda, pues, expli~ado cómo la distensión relativa d~l primer miembro es una referencia de apódosis
a la tensión de la prótasis, y a la vez su tensión relativa es una
referencia a la comparación que sigue.
tenía tímido aleteo de pájaro prisionero ...
Este predicado va seguido de una ampliación que es su interpretación fantasística y emocional:
como si se afanase por volar .hacia el santo.
'~
de la prosa
El período' ha podido acabar sin esta comparación. Entonces «tenía tímido ... » hubiera sido entonado tal como hemos
descrito la apódosis unimembre. Pero ahora la apódosis está
formada por el predicado y por su ampliación, y desde que se
comienza a decir o pensar: «tenía tímido ... » ya hay una espera
de la comparación que sigue. Esa espera es tensión. Y, efectivamente, al final de este primer miembro (... prisionero) comprobamos una inflexión ascendente de la voz. En el final del
primer miembro de la prótasis ( ... ldmpara) era' posible un~
mera suspensión de la voz, y el descenso, en espera del ascenso
.der-'se-gundo miembro, era un modo expresivo de realzar la
articulación mental y rítmico-melódica; pero ahora nunca basta
una. suspensión semejante de la voz. La inflexión ascendente
es obligatoria. De modo que si en esta apódosis bimembrada:
'0'
tenía tímido aleteo de pájaro prisionero, como si se afanase por
volar hacia el santo..
a.~.
-
-
Así es como se cumple en esto la .c.!..01?le
condición del ritmo,:
hay una sucesión
de movimientos .• (tensiones y distensiones de'
grado vario), y estos movimientos están tan coherentemente
organizados que cada uno' es sentido como. parte arquitectónica de una estructura dinámica unitária y referido a las otras
partes de la misma construcción. Sc:nsaciones orgánicas espiritualmente ordenadas.
.it
\
I
.-a-~-
El ritmo de toda prosa consiste en una sucesión de movi.
Ip.ieI1t05_orgánicos,.dispuestos en tensiones y distensiones. Estos
movimientos son la manifestación motora del interés y participación con que nuestro organismo fisiológico sigue la marcha
r -:,
.
..1
_
¡r
264
Materia y forma
c;::1
poesía
El ritmo de la prosa
mientos de afección
emocionales
como estas
~
dístenslOnes
orgánicaso son
paralelas...Y-según
hemostensiones
visto- ~y
~
lineal de nuestro pensamiento idiomático. §,Qg, pues, ~
~
fases características del pensamiento idiomático, en el pens~-'
0
miento formulado hemos ~e buscar el origen del ritmo de .la
prosa.: alternancia de atenciones o suspensiones despertadas,L
~
(k"S"u satisfacción. (Por ejemplo: «Dime con quién andas, te
~
•
Deposuit potentes de sede
et -exaltavit humiles.
&L. ~''''''''''''
4-< ~
:::~
~
.v..~L:1J)
o
~I
--
~~ ~
¡!t""~~
c:t. ~
U·
. ,
•.••
d.~,
4,
I ..p-)
(rv>1.4 eAJ..
~f
'1
~
..
E 1 VI C ~ o y e 1 VI C lOS o son los que and~n a buscar
par a s e r m a los;
que 1a v 1 r t u d y e 1
vo 1por
r t u t ousno1 dad
a d'o qUIera ha 11an. 1u g a r par a s e r b u e n o s
No ay estado en la iglesia de' Dios tan absoluto ('libre') e~
que uno no se pueda salvar, ni ay estado tan recogido a do
tU- ~
-vM
<: ~
Ritmo .es .eLvivir :una figura dinámica; organi_.' /
zaClOn sensaciones
.=..::==-=--=.:.-L=:..:.:::._=--"---_---=-_-·v~riadas
éorporales
están provocadas por la mar- eLl! Jt.L I/YYW
tl"YI"\.U~
,
'd'"
T d
t
h bl
d
't
.Le ~
, , de sensaciones. Ritmo de pensamiento
aquel
-r:::--~
,.c.c_h_a_d_e_l---.p_e_n_s_a_m_Ie_n_t_o_I_lO_m_a_t_Ic_O:
O O O ro será
~ a,r
,e cuvas}(JJ.J.;,
n mo
interior y de ritmo de pensamle~to no tendra mngun valo:
I mientras no pongamos en claro cuales son los elementos senSl) bles en que se manifiesta y cómo están organizados, Son fre- cuentísimas las afirmaciones de que la poesía no es tanto un
ritmo de. sonidos cuanto de ideas, una corriente de acentos de
..•.
de pensamiento.
1\
Muestras de este ritmo, ocasionales y más o menos atendidas,
las hallamos en todas las literaturas. y quizá su más afortunado y sistemático cultivador haya sido el español Fray AntoJ!io de Guevara, que,~rincipios
del siglo XVI, desató en Europa
y, sobre todo, en Inglaterra, una epidemia de imitadores. El
ritmo de su prosa, tan insistente, consiste en el paralelism;;sinónimo y. sobre todo, en el antitético de palabra a palabra y
(
de idea a idea, y en la repetición numerosa de un mismo y breJM...~ ve esquema sintá'-c"":"tI;-'c-o-.---''-----------------..::..--
~¿'\...U
y co.mo las, tensiones y diste~siones es~án, p~oducldas p~r laW
relacIón reclproca entre los mIembros smtactlcos del penodo,
tendremos que el últime> resultado de la prosa así organizada
es que sean rítmicos los pasos con que el.pensamiento del autor
se entra en el reino interior del lector o del oyente.
Sólo en un sentido como éste podemos hablar de un ritmo
" hay
r~tmo esplfltual.
oc~sl.onadoElporespmtu
l~s. Ideas,
de naturaleza
y
de orIgen
obrando
sobre la fisiológica,
materia.
atenc~ón. Mas, 'para ser exact~s, 110 exist~_ull ritmo de ideas;Hay otra especie de .ritmo de pensamiento en el verso, ~
los versículos y en la prosa, conocido de antiguo.. ~s el provo~do po:r:_el llamado paralelismo de ideas, ~especialmente estudlado por los hebraístas. Recordemos el versículo de la Biblia:
tcQ
diré quién eres».) Las alternancias de suspensión y satisfacción
del pensamiento provocan en nuestro organismo corporal paralelas tensiones y distensiones. Y estas tensiones y distensiones"
al afectar también -y principalmentea los órganos vocales,
determinan a su vez alternancias melódicas en la voz. Por lo
tanto, las infIexiones ascendentes o cadentes con que +ermina
cada miembro del período no son más que la manifestación
tonal de tensiones y distensiones orgánicas que corresp~nden
al miembro entero del período (y no sólo al final).
Quien oye 0J.ee enten~iendo, re~reª. Si leemos o escuchamos una recitación -literaria ci musical, nuestro organismo sigue
su desarrollo tensándose en las fases dominantes y relajándQse
en las tónicas. Cuando las tensiones y relaja_ciones se suceden,
formando u a lacentera fi ra móvil, constituyen un podep .- p
gu, 10 mIsmo
-,
roso ritmo fisiológico
en el .,oyente
que en el ..reCItador,
-~
~
'
265
no aya ocasiones para se perder; porque los officios, estados y p·reemineneias son como la rosa del campo de la qual
haze su miel el abeja y aun su pon90ña la araña. Para hombre
bueno no ay officio malo, ni p.ara hombre malo ay officio bueno; po~que tal ha de se~ el hom~re que presu~e
de bie~ ~ue
...
p.uéd :se sa 1var h'aZlend o JustIzla
y pué d ese condenar usando
tlrama. El cavallero puédese salvar peleando y puédese condeel officlO
se honre
con el y puédese
no el con
el officlO.
El pnnClpe
nar
robando.
El eclesiástico
salvar
sH-viendo
su igle.
sia -y puédese condenar entrando por simonía. El religioso puédese salvar contemplando
y puédese condenar murmurando.
El casado puédese salvar criando sus hijos y puédese condenar
con ilícitos adulterios. El rico puédese salvar haziendo limosnas
y puédese condenar dando a usuras. El labrador puédese salvar
c1
....
266
Materia y forma
.,.....
en poesía
El ritmo de la prosa
arando y puédese condenar pleyteando. El pastor puédese salvar guardando su ganado y puédese condenar pasciendo el pan
ageno.
y aquí entra nuestra afirmación capital: Valle-Inclán ha
podido prescindir de los procedimientos de Guevara, pero Guevara, y todo otro autor de prosa rítmica, tienen que contar como
base de su ritmo con el formal. El ritmo de contenido viene
-ª superponerse al forma~ destacándolo agudamente como con
golpes de timbales:
,
Aquí hay una evidente contraposición y repetición de ele- ,
mento s del pensar. Mas si en ello vemos un ritmo, és.te<;9!ls~§Je.,'
~~.-lQ~_
movimientos orgánicos con que a~ompañamos la apari::' ,
~ás--c(;nsciente
es. la contraposición o repetición. más clara;'
es la descarga de energía fisiológica con que nuestro cuerpo se
ción de'-c'a'éiji:'_-éíf;¡neñto
psíquico contrapuesto o repetido. Cuan: '~1
--~
",
solidariza
y
que
con
mucha
llegay de
a manifestarse
~isiblemente en el gesto alternofrecuencia
de la mano
la cabeza a \
derecha e izquierda o en sentido perpendicular
para marcar la
El príncipe puédese salvar haziendo justizia y puédese condenar
usando tiranía.
, .
'-?
--V¡
lt
. d
.
Es como
en
la
mUSIca
reforzar el ritmo de intensidad con
a ernanCIaS
e tImbres
orquestales.
'
d ~
rT
car la repetición.y en¿ En
qué se diferencian
y engesto
qué para
coinciden
la insistencia
de un mismo
marcontraposición,
]-u.~
el
ritmo Coinciden
paralelístico
Guevara
y elenmelódico
un
Vallerelajaciones
Inclán?
orgán~cas
en ~e
ser
(movimientos)
ambos organización
una figura
de detensiones
dinámica
y
,~
1~
I
unitaria; y en que ambos son de pensamiento:
267
tensiones y rela-
AL
«~~.
.,
~w/
men:e sobre los (!~ntenidos. psíquic?s antitét~cos ~. ~inónimos.
n
~~_~~__
Su Etm,Q"Ru.es•..
!.~s c~~~:!lid0s..
est!!,c~~segu!do,.JI1ed!a~te)a
de p~n~am!e1!:!-o.. V~lle-I~clán
dlSpoSlclonsólo
adecuapor
I ~k~
/}(.i ~
\ lIÓ
co~:raposici6n
está
conseguida deencOI1:enidos,
Valle-Inc1án,
si~onomediante
mediante
.la la
perfecta
repetición
articu-o
laclOn de cada contemdo en umdad de sentIdo. En suma, por
la estructura perfecta del período. Por la forma. Si la prosa
de Guevara tiene un r i t m o de con ten ido, la de ValleInclán lo tiene f o r m a 1. Pero ambos son ritmos de pensamiento.
I
/JG. ~
ha) ~ ~
'
'r""<
.
.: ~~
l.A
~
"; ::1-lfJ¿'~
~;Jir-a/i~.~),J¿
,1/)1 ~
.d.
61
~
Y7.1;j
.4--. - •. -.., •. , O,v.u.;::k,,,,]
rú~<~~/
~u
'
1!.l'>V.
.
,
~J>J
,,' ~r?
excepción usa este procedImIento. La dISposIción en figura
dinámica de las sucesivas tensiones y relajaciones fisiológicas
IJJ
rv
'él Véi~
.AA.;'-I,~-¡;',: ;7;:;.':;'-~~
C> f-
I
mediante
la
y 'contraposición
palabraso
jaciones provocadas
por repetición
fases
pensar decreador
receptor.
Se alternativa,
diferencian
en
el paralelas
modo
de del
conseguirlo.
Guevara,
Y
Nuestra
de giros
atención
gramaticales.
se balancea
Su prosa
anclándose
tiene un
alternada
ritmo de'
o repetidasentido.
n1 n.J;1f~/yJ
l/wt~
IL¡
'. U.
- ;
JJ.¡;L~
";J;Z;UI/h!
11 ,/
~
J¿..ut.L~)
~
d ~'.-k
'O
r~7Z _I
)(,
,
. -I (ft
J.¡¡-Jt., ~
. ~~
I
J Lf7>.1
lb)~
----Ó'
~
'
x- V~
c4.... ~~
J
Q~ I~.;'
Jvr~uJ..". ~ .
Qy\A.U,¡
¡jJuhnr~a-{Mk-~)
..
.
~CL{,/
17
.'
(~J¿ rP~ O
T. ~T_~) ~
ckJ.
~I
k- ~~-f
,
J
....-
r
Descargar