Prof. Dr Miguel A. Peña Fernández Febrero, 2009 URL: http://iurisweb.googlepages.com/ mail: [email protected] POPULISMO (I) Cuando la ingeniería social se margina de la política Populismo: ¿alternativa o encrucijada? El populismo aparece como un fenómeno típicamente latinoamericano. Sin embargo, el concepto fue acuñado tan lejos de nosotros como la Rusia de los zares. En el debate político se le ha dado una aplicación abusiva y excesivamente amplia, al punto de aparecer hoy como un vocablo totalmente desvirtuado. ¿Es posible trazar líneas generales sobre circunstancias sociales y económicas tan distintas? Nos proponemos en las líneas siguientes, buscar un acercamiento más preciso y más técnico que nos permita comprender procesos ubicados en distintos escenarios históricos pero similares en cuanto a sus comportamientos. América hispana y portuguesa, nace a la vida independiente con una carga demasiado pesada de problemas a resolver. Fue el fruto de un choque dramático de culturas. Sus ojos mestizos reflejan el encuentro de etnias, el cruce de caminos entre tres continentes. Nace a la vida independiente a la hora de los grandes cambios: la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa, el romanticismo y el nacionalismo, la Revolución Industrial. La historia aún no le dio el tiempo necesario para resolver la difícil ecuación entre las fuerzas telúricas, los grandes dioses cósmicos y el universo intelectual europeo. En este contexto, aparece el fenómeno El peronismo: el populismo en América Latina del populismo, vinculado generalmente a la realidad latinoamericana, que aglutina diversas clases o grupos sociales. Al decir de Luis Britto Gracía, “el populismo parecería en sí mismo ser el emblema de una América latina de desarrollo asincrónico o desigual, desgarrada entre modos de vida diferentes y a menudo contradictorios”.1 Orígenes rusos Sorprende sin embargo descubrir que el término populismo no es original del Nuevo Mundo. Como otras tantas claves aplicadas a la comprensión latinoamericana, fue forjada para designar categorías presentes en Europa y América del Norte. El vocablo fue acuñado a partir del término narodniki, de origen ruso. Los narodnikis creían en la comuna 1 Britto García, Luis; La máscara del poder, Caracas, Alfadril Editores, 1988. campesina rusa, que había prevalecido bajo el régimen de servidumbre y habían sobrevivido a su abolición. Esta suministraba una base para el principio de la posesión común en el futuro del régimen socialista. Pero a pesar de que Marx habría evidenciado cierta simpatía por este movimiento, los marxistas rusos se apresuraron a distanciarse del mismo. Plejanov, padre del marxismo ruso, consideraba al campesino como un factor fundamentalmente conservador. Su discípulo, Lenin, continuó en sus primeros escritos con la controversia contra los narodnikis y defendía apasionadamente la tesis de la necesidad del desarrollo capitalista en Rusia.2 Las condiciones para el populismo En América Latina, los movimientos populistas son puestos en marcha por condiciones económicas y sociales que se traducen en una determinada praxis política, la cual es justificada mediante un mensaje que manipula la cultura política tradicional orientándola hacia los objetivos de tomar y conservar el poder (si es posible indefinidamente) al margen de las reglas de juego democráticas. Como ha señalado Octavio Ianni, los populismos latinoamericanos se han dado en países que experimentaban violentos procesos de transformación económica, tales como el cambio de un modo de producción agrícola a otro industrial o el paso de un modo de vida rural a otro urbano.3 Este enfoque pertenece a un grupo de teorías que intentan encontrar la especificidad del pupulismo, no sólo en el análisis de las clases que participan en él, sino en su relación con procesos de desarrollo social asincrónico, los cuales dificultan la integración social y política de vastos sectores que a la postre, terminan por constituir la “clientela” del movimiento. Dentro de esta categoría se encuentran los análisis funcionalistas de Gino Germani y de Torcuato di Tella.4 El término “populista” ha sido utilizado de manera abusivamente amplia en nuestro continente. A título de ejemplo, Alistair Hennessy ha ensayado una definición que consideramos de poco rigor técnico: En su sentido más amplio, el populismo latinoamericano puede definirse como un arma organizacional para sincronizar grupos de intereses divergentes, y se aplica a cualquier movimiento no basado en una clase social específica.5 Características: un mensaje general e impreciso Podemos ensayar un primer esbozo del populismo, en las siguientes líneas generales. 1.- Surge a partir de distorsiones económicas y sociales, que dan origen a grandes grupos sociales que no encuentran una identidad propia, que no pueden ser absorbidos por el sistema y que constituyen la clientela del populismo. 2.- Dichos movimientos surgen en países que experimentan violentos procesos de modernización y de transición de la economía agrícola a la industrial. 3.- El mensaje es muy general, impreciso, trata de eludir las definiciones claras. Todo aquel que está fuera del movimiento es “enemigo” o “antipatria”. En todo caso, se excluye 2 Carr, E.-H., La Revolución Bolchevique (1917-1923), Madrid, Alianza Editorial, 1972. Lenin, Vladimir I., Contenido Económico del Populismo, México, Editorial Siglo XXI, 1978. 3 Ianni, Octavio; El colapso del Populismo en Brasil, México, UNAM, 1974 4 Britto García, Luis; La máscara del poder, Caracas, Alfadil, 1988; Germani, V., Torcuato Di Tella e Ianni, Octavio; Populismo y contradicciones de clase en Latinoamérica, México, de. Era, 1977 5 Alistair-Hennessy; América Latina, en Populismo de Ionescuy Gelner, Buenos Aires, 1970 o limita al máximo la posibilidad de una oposición y se niega los derechos del “otro” a ocupar un lugar -aún minoritario- en el escenario político. 3.- Se invoca al “pueblo” como fundamento de una legitimidad que muchas veces se margina del orden jurídico y del sistema democrático liberal. La política es enfocada como un juego maligno, engañoso, hipócrita. 5.- Surge muchas veces, como consecuencia de una crisis profunda del sistema democrático, pero no utiliza su poder de convocatoria para proponer soluciones, salidas o alternativas que redunden en un saneamiento o fortalecimiento de la situación crítica (y que ha creado las condiciones para su surgimiento). 6.- Se coloca generalmente fuera del juego de los partidos políticos establecidos a los que ataca y acusa de ser responsables de todos los males. En realidad, la crítica a los partidos políticos encierra un deliberado propósito de situarse fura del juego democrático. 7.- La figura fundamental es el caudillo carismático. El “interpreta” el deseo del “pueblo”, busca eliminar las oposiciones que vienen desde las “bases” a través de un proceso de reelaboración y de reinserción en el esquema idológico del movimiento. Están cargados de un fuerte nacionalismo el cual es utilizado para disimular las diferencias y solapar las contradicciones internas. 8.- En tiempos de recrudecimiento de la llamada “guerra fría”, reclamaba una posición equidistante La bandera del nacionalismo es desplegada con tal fuerza y energía como para que su sombra oculte la ausencia de una plataforma programática coherente, objetivos claros y principios orientadores.