Madrid, 1 de mayo de 2016 Samanta Villar regresa a Cuatro con ‘9 meses con Samanta’ Por primera vez en la televisión en España, una periodista comparte la evolución de su embarazo y alumbramiento al tiempo que muestra otras experiencias relacionadas con la maternidad En la primera edición del programa, la reportera asiste en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona a una intervención fetal de espina bífida, una operación pionera a la que pocas mujeres se atreven por el riesgo que supone ‘9 meses con Samanta’ también recogerá el caso de una pareja que ha optado por la inseminación domiciliaria y visitará el mayor banco de esperma del mundo, una empresa ubicada en Dinamarca que abastece de semen a sus clientes a través de Internet La hemos visto vivir durante ’21 días’ todo tipo de situaciones, convivir con personas anónimas o conocidas gracias a su ‘Conexión’ y su capacidad de empatía, trabajar en oficios insólitos, reír, emocionarse y hasta llorar en situaciones límite. Ahora, Samanta Villar vuelve a Cuatro con su programa más íntimo: la historia de su embarazo, una etapa crucial en la vida de cualquier madre que la periodista compartirá con los espectadores en ‘9 meses con Samanta’, una serie de tres reportajes producidos por la cadena en colaboración con Bocaboca. Por primera vez en la televisión en España, una periodista mostrará la evolución de su embarazo y alumbramiento. Desde que descubre que está embarazada hasta que da a luz, Samanta Villar dará cuenta de sus vivencias, sus emociones, miedos, alegrías y toda la montaña rusa emocional que supone estar encinta. En su experiencia la acompañan otras personas que como ella han decidido ser padres y tienen "historias tan asombrosas e insólitas que merecen ser contadas", según afirma la reportera. ‘9 meses con Samanta’ desvela “la gran aventura” de su vida y es también el hilo conductor de un mosaico de historias humanas que muestran lo importante y a la vez difícil que resulta para muchas parejas concebir un hijo y será testigo del camino que tienen que recorrer para conseguirlo: desde reproducciones asistidas a maternidades subrogadas o embarazos especialmente complicados. Al mismo tiempo, recogerá importantes avances médicos que permiten corregir malformaciones en el útero materno. Sin la ayudad de la ciencia, muchos embarazos no se hubieran producido y muchos niños padecerían graves minusvalías. En la primera entrega, emociones a flor de piel ‘9 meses con Samanta’ comienza con el primer trimestre del embarazo de la periodista, que se sometió a un tratamiento de reproducción asistida para lograr concebir a sus hijos. Samanta mostrará sus ecografías, se sorprenderá al saber que espera mellizos, se emocionará al saber el sexo de sus hijos y compartirá la experiencia de esos meses irrepetibles donde verá cómo cambia su cuerpo. El programa también se detendrá en otras experiencias relacionadas con la natalidad, como la de Laura y Borja. Laura tiene 29 años y espera a Rodrigo, su segundo hijo. El mayor nació hace tres años y fue un embarazo normal. Pero en el segundo, algo va mal. Antes de llegar a la semana 23, Laura tendrá que pasar por una operación de cirugía fetal. Y su vida está en riesgo. Laura muestra una fortaleza admirable: para ella, abortar no está en sus planes. Su marido, Borja, de 39 años, está inquieto por lo que pueda pasar, pero comparte la visión de su mujer. En el Hospital Universitari Vall d’Hebrón, y a las órdenes de la jefa de Obstetricia, Elena Carreras, los espectadores asistirán a una operación nunca vista en televisión: un equipo de médicos extraerá el útero de Laura para intervenir la espina bífida del feto. Es una operación en la que, si algo falla, la madre puede morir, y si la anomalía no se resuelve, el niño puede sufrir hidrocefalia, algún retraso cognitivo y alteraciones en el aparato locomotor. Tres meses después, Samanta realiza una visita urgente a la pareja. Aunque está en el octavo mes de gestación, a Laura le han detectado pérdidas de líquido amniótico en la placenta y hay que practicarle una cesárea. La cigüeña viene de Dinamarca Esther y Nazaret viven en Murcia, son pareja desde hace diez años y quieren tener un hijo. Sólo les falta el padre. No quieren tener relaciones sexuales con un hombre ni tampoco engendrar a su hijo en una clínica, así que compran el semen por Internet. “Me merece la pena al menos intentarlo”, dice Esther, la futura gestante. Por eso han decidido hacerlo en casa, en la intimidad de su dormitorio. Solas, ellas dos. Esther es la que llevará al bebé en su vientre y quiere que el donante tenga parecido físico a Nazaret, su pareja. Por eso han optado por comprar semen con el fenotipo más parecido al de ella. En España no existe esa posibilidad, así que solo les queda hacerlo vía on line. El mayor banco de esperma del mundo está en Dinamarca. En la ciudad de Aarhus, cerca de Copenhague, la clínica Cryos abastece a 80 países y de sus donaciones han nacido unos 50.000 bebés. Samanta viajará hasta la ciudad danesa para ver las instalaciones y entrevistar a Ole Schou, el dueño y fundador de la empresa. “¿Por qué la legislación española no permite elegir al donante?”, se pregunta la periodista. En Europa no existe tampoco una legislación común acerca de este tema y cada estado miembro actúa de manera diferente. Pero hay otro dato que sorprende especialmente a Samanta. Según Ole Schou, con Cryos “una donación te cuesta entre 40 y 1.000 euros, envío incluido”. También en Cryos Samanta conocerá a Markus, un estudiante que dos veces a la semana realiza donaciones. Como todos los donantes de esta clínica, su esperma ha superado diferentes pruebas y un test de calidad. Además, Markus ha superado una prueba de inteligencia emocional, ha redactado un currículum con hábitos y aficiones y ha publicado fotos de su infancia. Toda esta información está a disposición de los usuarios de este banco de semen. “Empecé a ser donante porque me lo aconsejó mi madre. Mi hermana fue inseminada y pensaron que era una buena idea”, explica Markus. Aunque percibe una remuneración, su razón para ser donante no estriba en razones económicas, sino en la posibilidad de ayudar a otras personas a conseguir sus sueños.