Donde no hay malos ojos

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OPINIÓN
SÁBADO
28 DE ABRIL DE 2012
juventud rebelde
LA CRÓNICA
por YOELVIS LÁZARO MORENO
[email protected]
ANTES de llegar por vez primera a ese sitio empotrado
en un verde humeante de tan
intenso, imaginaba encontrarme allí una serranía empinada, cargada de elevaciones sorprendentes
que, si bien sabía que distaban bastante del
imponente macizo del Escambray, pensé que
también llevaban consigo el asombro que
siempre suponen las alturas.
No esperaba ver hombres arriando
mulos, aunque sí creí en un inicio que por lo
abrupto del terreno y las sinuosidades del
camino, a un carro ligero le costaría trabajo
subir hasta el mismo corazón del asentamiento, y que quienes suelen marearse con
facilidad vivirían a su paso por esa ruta una
experiencia de constantes peligros a la vista
y de insoportables vértigos.
Pero en este apacible lugar de campo,considerado por algunos como la capital del Plan
Turquino Bamburanao, ubicado al este de la
Donde no hay malos ojos
villaclareña ciudad de Remedios, más allá de
unas humildes lomas, no existen mayores y
mejores cumbres que aquellas con las que
conviven felices y expectantes sus pobladores, amparados por la belleza panorámica de
un valle vecino que advierte, casi inesperadamente, el porqué de su nombre.
A los ojos escrutadores del que se aproxima, los nativos son gente amante del sano
dicharacho, del repentismo criollo y la décima guajira, del laboreo y el cotidiano hacer
de los mandados, del cuento pícaro y las
intrigas, del baile cómodo y la carcajada
resuelta que contagia.
Como acuarela de palmas y el mar en
lontananza, en toda la extensión de esa
anchurosa geografía, en la que se ubica un
gran yacimiento de hojas fosilizadas en muy
buen estado, descuellan sectores con
pequeños matorrales y comunidades herbáceas que asientan en la mirada una
gama amplísima de tonos «verdiclaros».
Inspirando a la convivencia y la armonía
criolla despuntan al amanecer, en tan singular escena, el tocororo, la cartacuba, el
zunzún y el perico catey, en afable diálogo
con la paloma de ala blanca, el tomeguín
del pinar y el de la tierra, la torcaza y la jutía,
especies que, con sus conciertos únicos,
irrumpen en ese sosiego campestre.
Por añadidura, la belleza de la zona se
debe también a los cerca de nueve ojos de
agua diseminados en toda esa accidentada topografía, los que nunca —o casi nunca, para no pecar de absolutos— se
secan.
Como si fueran pocos los destellos paisajísticos que rondan esa quebrada guardiana, perviven allí fábulas centenarias,
como la de ese tesoro enterrado del que se
dice que hubo personas que ya lo encontraron, pero al volver al lugar del hallazgo no
han logrado localizar por segunda vez el
sitio exacto.
La historia de esa fortuna se emparenta
también con aquella que recoge la cabalgata supersónica de un jinete que fue desde
el mismísimo mirador del pueblo hasta la
villa de Remedios, en un tiempo apenas
contado, tras divisarse un barco pirata por
la costa de Caibarién. Hay quienes dicen
que daba suficiente tiempo. Otros, en cambio, achacan tamaña proeza a un delirio
solo capaz de haber nacido de la poderosa
invención del ser humano.
Lo cierto es que Buenavista, con ese
nombre que aventaja la expectativa, despabila desde su discreto lomerío una aventura de personajes naturales que conspiran
contra los malos ojos, y que en su aparente confluencia susurran, conmueven, inquietan. Ahora, mientras insisto en volver, voy
recobrando como fotogramas los resplandores de esa grata visualidad, tan imponente como sencilla, tan inmensa como
buena.
FRENTE
AL ESPEJO
JAVIER DUEÑAS OQUENDO
[email protected]
Para evitar el apagón de los sentidos
«ES irrefutable la influencia efectiva y afectiva de la música
en las proyecciones y actitudes humanas (Más allá de lo
musical, Joaquín Borges-Triana, Los que soñamos por la
oreja, jueves 12 de abril). La música puede vestirnos de
nostalgia y apagarnos la alegría; transportarnos en el tiempo; romper la inercia de los sentidos embotados; apaciguar
o armar contiendas; propiciar el romance…
«A diferencia de muchas otras maravillas, la música es
eterna. Más allá del posmodernismo y la cuestionable pérdida de valores que asalta de vez en vez nuestro entorno,
ella está ahí, en el aire; dispuesta a jugar con las luces y
las sombras del alma humana.
«Afortunadamente la música que perdura, la que trasciende por encima de comercializaciones y banalidades es
aquella que, como salida de un sombrero mágico, evita que
vivamos en un eterno apagón de los sentidos. Tu artículo
me ha tocado de cerca y otra vez te agradezco el trabajo
que realizas». (M.M.P.)
«Qué bueno conocer esta parte de la historia de la guerrilla del Che en Bolivia (Secreto de más de mil kilómetros,
Luis Hernández Serrano, 25 de abril). Mil gracias a los realizadores del documental El rescate por darnos la oportunidad de conocer un poco más de nuestra historia. Qué lindo que se les haya hecho este homenaje a todas esas
personas que contribuyeron a la heroica tarea de hacer
posible la salida de la selva hasta el territorio chileno de
los tres guerrilleros cubanos sobrevivientes de aquella
gesta». (Khira)
«A veces nos damos cuenta de que en nuestras vidas, sobre todo en lo profesional, aparecen alacranes, pero —como
dice la fábula— los que estamos para servir, que es hacer
el bien, tenemos que encontrar ramas y cuantas salidas
creativas se nos ocurran para evitar sus picadas y estar
satisfechos con nuestro rol (Saber y servir, Tecla del Duende, 26 de abril). Excelente la Tecla y muy originales los grafitis». (Tania M. Pérez Valladares)
ACUSE
DE RECIBO
JOSÉ ALEJANDRO RODRÍGUEZ
[email protected]
EL 27 de diciembre del pasado año, la lectora Maura Aguilar señalaba dos caras del hospital Miguel Enríquez de la capital: por un
lado, agradecía la atención brindada allí al
abuelo de sus hijos; y por el otro, censuraba
la oscuridad en los pasillos contiguos a la
Sala 5ta-B, donde alguien se aprovechó una
noche e intentó arrebatarle el bolso. Y en
otra ocasión, casi se cae en las escaleras,
también a oscuras.
Al respecto, responde el doctor Armando
Garrido Beracierto, director de Salud en La Habana, que la investigación de la denuncia
comprobó la deficiente iluminación en algunas áreas interiores de dicho hospital.
Al profundizar en las causas, se conoció
que obedece a la inestabilidad del voltaje en
el área en que se encuentra enclavado el centro, y la escasa resistencia de los transformadores de las luminarias a las variaciones
de la carga eléctrica. Y a ello se unieron deficiencias organizativas del Sistema de Seguridad y Protección.
Señala que se solicitó la presencia de la
Inversiones en el Miguel Enríquez
organización básica eléctrica (OBE) del municipio, y se realizó la evaluación del sistema
de iluminación. Se comprobó que el deficiente estado de la red eléctrica interior condicionaba el problema.
Así, se procedió a cambiar los cables y
luminarias en mal estado, con lo cual mejoró
la iluminación del hospital. Se asignaron 877
luminarias, de las cuales se habían ubicado
785 cuando el doctor nos escribió.
Precisa que se le aplicó la democión definitiva del cargo al jefe de Seguridad y Protección del hospital, departamento que se reorganizó y fortaleció.
Al propio tiempo, el doctor Garrido da la
buena nueva de que el hospital Miguel Enríquez se encuentra realizando acciones
como parte de un proceso inversionista,
cuyo alcance incluye la terminación del bloque clínico, el montaje tecnológico de los
ascensores, la Sala 5to-C de Angiología, y la
Sala 4to-C de Urología y Proctología.
Durante 2012 también están planificadas
acciones de mantenimiento y reparación de
DIRECTOR:
Pelayo Terry Cuervo
SUBDIRECTORES EDITORIALES:
DIARIO DE LA JUVENTUD CUBANA
Fundado por Fidel el 21 de octubre de 1965
Herminio Camacho Eiranova, Ricardo
Ronquillo Bello y Marina Menéndez
los servicios de Urgencia, unidad quirúrgica y
la Unidad de Cuidados Intensivos.
Concluye el doctor Garrido señalando
que se le ofreció respuesta personal a
Maura, quien manifestó su conformidad y
el agradecimiento por la atención, así como
por las alternativas utilizadas para resolver
los problemas que afectan los servicios del
hospital.
LO DICE EL CONTRATO
La doctora Alina Yolanda Pérez (Flor Crombet No. 718, entre Céspedes y Bayamo, Banes, Holguín) cumplió misión profesional en
la hermana Venezuela durante más de cuatro
años. Y el pasado 21 de febrero intentó comprar, con la correspondiente tarjeta de descuento del 30 por ciento de los precios, en
una tienda en divisas del municipio. Fue
cuando detectó que la misma se había desmagnetizado.
Fue a la Sucursal 6761 de Bandec (Banco de Crédito y Comercio) en Banes, y allí le
recogieron la misma para confeccionarle una
SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO:
Enrique Saínz Alonso
REDACCIÓN: Territorial y General Suárez, Plaza
de la Revolución, La Habana, Cuba.
APARTADO: 6344
nueva. Le informaron que debían enviarla a
La Habana, y el trámite estaba en el rango
de 15 a 20 días.
Pero han transcurrido dos meses desde
entonces y todo sigue igual. En incontables
ocasiones Alina se ha presentado a lo largo
de este tiempo en la Sucursal, sin una respuesta convincente. Sencillamente, debe
seguir esperando.
Pero la doctora Alina conoce sus derechos y los esgrime:
«En el contrato suscrito entre Bandec y el
colaborador para la entrega de la tarjeta, se
expresa en el punto 3.3: “En caso de requerirse por cualquier causa la emisión y personalización de una nueva tarjeta, el Bandec
dispondrá de 15 días hábiles bancarios para
su sustitución, a partir de su notificación por
el titular».
La doctora Alina pregunta: «¿Quién responde ante esta violación? La indolencia, el
irrespeto y la insensibilidad han generado en
mí un estado de frustración, al sentirme maltratada».
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