azufre, etc.. se mezclan entre sí en todas proporciones, y en pre

azufre, etc.. se mezclan entre sí en todas proporciones, y en pre­
sencia del aire absorben oxíg-eno y forman resinas ó ácidos. No se
saponifican por los álcalis y óxidos metálicos, pero estos cuerpos
aceleran su resinificación ó acidificación.
En el comercio con frecuencia circulan mezclados con alcohol,
aceites fijos, resinas, alcanfor y aceites volátiles de menos pre­
cio. El alcohol se reconoce mezclando con agua un volumen co­
nocido de esencia, el cual disminuye en el tubo graduado si exis­
tia dicho líquido, separado por medio del último, ó se agita con
acetato de potasa ó cloruro de calcio fundido, que se disuelven si
existe alcohol disminuyendo el volumen de la esencia, que sobre­
nada después de algún reposo.
Tratando las esencias con alcohol de 40° se disuelven que­
dando de residuo los aceites fijos, con que se adulteran, excepto
los.de ricino y palma, también solubles; pero su mancha en el
papel, cual la de los demás de su clase, no desaparece por la
acción del calor. Es difícil conocer las mezclas de diferentes"
esencias, si bien su destilación ó volatilización lenta á favor de
un calor suave proporciona poder cotejar el olor en diferentes
períodos, y muchas veces basta restregar entre la palma de las
manos algunas gotas del aceite volátil ó agitar al aire algodón
en rama impregnado del aceite, para percibir el olor diferente, y
como el aguarrás es la esencia más comunmente usada para ta­
les falsificaciones, por el citado ensayo se percibe franco el olor
de conifera. La destilación puede también servir para reconocer
la presencia de aceites fijos, resinas y sustancias minerales.
El alcanfor, cuando en ellos se ha disuelto, se reconoce mez­
clándolos con azúcar y disolviendo en agua el oleosácaro , en la
que se aislan y sobrenadan grumos blancos de aquella sustancia.
También se ha recomendado determinar el punto de congela­
ción de las esencias para descubrir sus falsificaciones, procediendo
cual hemos indicado (§ 205, núm. 6) al tratar de los aceites fijos,
lo cual realmente presta servicios útiles en algunas ocasiones;
pero es en otras de poca utilidad, porque se ha hecho inútil con
la expresa disolución en aquellas de sustancias que, cual la cetina,
por su naturaleza y proporción en la mezcla, se solidifiquen á la
temperatura en que lo verifica la esencia pura,