220-56824 Asunto: Reuniones de Segunda Convocatoria

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220-56824
Asunto: Reuniones de Segunda Convocatoria- Oficio 220-32420 del 23 de abril de 1999.
Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad con el número 362888, por medio de la cual se refiere al oficio del
asunto, relacionado con la mayoría que se requiere para deliberar y decidir en las reuniones de segunda convocatoria,
previstas en el artículo 429 del Código de Comercio y con base en ello formula los siguientes interrogantes:
"1. Qué aplicación tiene el artículo 429 del Código de Comercio si en un contrato social se contempla que TODAS LAS
DECISIONES SE ADOPTAN CON LAS DOS TERCERAS PARTES (2/3) DE LAS CUOTAS PRESENTES, SIENDO EL DELIBERATIVO
NO MENOS DEL 70% Y ESTA EN PODER DE UN SOCIO EL 42% DE LAS CUOTAS EN QUE SE DIVIDE EL CAPITAL SOCIAL?".
"2. Es imposible, jurídicamente hablando, que los socios, en el caso expuesto, nombre representante legal y distribuan (SIC)
utilidades por el solo hecho que un socio no concurre a las reuniones, y si lo hace, vota negativamente todo cuanto se
proponga, incluyendo la remoción del gerente y el reparto de utilidades?".
"3. De ser afirmativos los anteriores interrogantes, que aplicación, vigencia e importancia tiene para los socios el artículo
citado, si, a nuestro entender, está concebido para sancionar a los socios ausentistas o negligentes a concurrir a las reuniones
legitima y legalmente convocados?".
Sobre el particular y con el fin de dar contestación a sus inquietudes, es necesario tener en cuenta lo manifestado en el oficio
220-32420 del pasado 22 de abril, en el sentido en que en una reunión de segunda convocatoria, la junta de socios puede
deliberar y decidir validamente con el voto de la mayoría de los presentes, salvo que para determinadas decisiones se
encuentren consagradas mayorías especiales.
Ahora bien, para comprender adecuadamente el asunto que nos ocupa debemos referirnos a las mayorías especiales frente a la
llamada mayoría general o común. Al respecto, es pertinente traer a colación el pronunciamiento que sobre dicho asunto
profirió la Superintendencia de Sociedades y que se encuentra contenido en el Oficio SL- 18508 del 21 de agosto de 1990:
"… la disposición de que trata el artículo 429 del Código de Comercio, en lo que se refiere a las reuniones de segunda
convocatoria, y al quórum conformado por cualquier número plural de asociados aplicable en tales reuniones, así como en las
reuniones por derecho propio de las que trata el artículo 422 ibídem, tiene también operancia en las sociedades de
responsabilidad limitada, no obstante hallarse aquélla contenida en el título correspondiente a las sociedades anónimas. Tal
criterio resulta procedente reiterar una vez más en esta oportunidad, con base, principalmente, en los siguientes
fundamentos":
"consagra el artículo 186 de nuestro Estatuto Mercantil que "con excepción de los casos en que la ley o los estatutos exijan una
mayoría especial, las reuniones de socios se celebrarán de conformidad con las reglas dadas en los artículos 427 y 429 (se
subraya)".
"Dicha disposición legal se halla contenida en él título l, del Libro Segundo, del nombrado estatuto, el cual contiene reglas
generales predicables respecto de todos los tipos de sociedad comercial, de manera que igualmente el principio legal contenido
en dicha disposición lo es también en relación con cualquier clase de compañía mercantil, aseveración esta que se reafirma aún
más, si se tiene en cuenta que el precepto transcrito en el parágrafo precedente, forma parte de la Sección l. Capítulo Vll del
Título aludido, que regula los asuntos atientes a la Asamblea General y Junta de Socios", denominación propia de los máximos
órganos sociales tanto de las sociedades por acciones como de las sociedades por partes de interés o cuotas, como las
limitadas".
"Si bien es cierto que tales reglas no son aplicables de forma absoluta en todos los tipos de reuniones de socios ni respecto de
todas las decisiones, pues como claramente lo establece la norma legal en comento, las mismas no operan en los casos en que
la ley o los estatutos exijan una mayoría especial, también lo es que bajo tal concepto no se puede comprender la
mayoría que consagra el artículo 359 del Código Mercantil para la sociedad limitada, según el cual las decisiones
de la junta de socios se tomarán por un número plural de socios que represente, por lo menos, la mayoría
absoluta de las cuotas en que se divide el capital social y con base en tal supuesto sostener la inaplicabilidad de
las mencionadas reglas en esta clase de sociedad". (Se resalta)
"En efecto, si de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el término especial se define como "Lo
singular o particular que se diferencia de lo común, ordinario o general", la expresión mayoría especial tiene razón de ser
en la medida en que exista la llamada mayoría general o común, coexistencia que debe darse siempre a un algo
común o único, de suerte que refiriéndose al texto legal que se está analizando a las reuniones de asociados, ese
algo común lo constituirán las normas que rigen a tales asociados, esto es, las que gobiernan a la sociedad de que
ellos forman parte y en tal virtud, la especialidad de una mayoría aplicable en las reuniones de dichos socios,
estará dada en la medida en que para las mismas también pueda operar una mayoría genérica de la cual se
sustraiga aquélla".
Es así como tenemos entonces que "la generalidad o especialidad del precepto contenido en el artículo 359
nombrado, debe determinarse no frente a la mayoría decisoria del artículo 427, sino frente a la sociedad limitada
de que se trate, de manera que para cada sociedad será mayoría general, bien la consagrada en el anotado
artículo 359, si en los estatutos no se pacta nada al respecto y obviamente también si expresamente se acoge, o
igualmente lo será la que, con base en la permisibilidad de dicha norma, se pacte por encima de la allí
consagrada".
"Siendo ello así, solamente las decisiones que se deban adoptar con mayorías distintas a las referidas, ya sea por mandato
legal o estatutario, son aquéllas que de acuerdo con lo previsto en el artículo 186 analizado, no pueden tomarse conforme a las
reglas especificas del artículo 429 señalado, así por ejemplo, una reforma estatutaria en una sociedad limitada no podría
aprobarse con la mayoría que sugiere el citado artículo 429, por existir para tal asunto una mayoría especial según los términos
del artículo 360 ibídem, mientras que aquéllas decisiones que requieran para su adopción las llamadas mayorías generales, y
que como ya se dijo son las previstas con base en el artículo 359, son las que se pueden aprobar con la mayoría del tan
nombrado artículo 429".
"Siendo entonces tales reuniones de carácter especial, cuyo propósito es predicable respecto de todos los tipos de sociedad, y
en las que como se sabe, el órgano rector puede deliberar y decidir validamente con un número plural de asociados, cualquiera
sea la cantidad de partes alicuotas representadas, resulta comprensible que las mismas operen en todos ellos y que la finalidad
que con ellas se persigue, sólo se cumple en la medida en que en dichas reuniones se pueda decidir con la mayoría señalada""
"Por ello, no sería viable aceptar la procedencia de tales reuniones en la sociedad limitada, mas no la mayoría
para ellas señalada, so pretexto de la prioridad del artículo 359, ya que se llegaría a la inoperancia de las mismas
y por consiguiente al incumplimiento de la finalidad perseguida por el legislador, pues de nada serviría que dos
socios, por ejemplo, titulares de cuotas sociales representativas del 30% del capital social, puedan sesionar en
reuniones de segunda convocatoria, o por derecho propio, si no pueden tomar en ellas decisiones validamente".
(Se resalta)
"… hay que tener en cuenta que las instituciones o figuras en derecho, sólo operan si ellas se toman íntegramente y no en
forma parcial, pues ello podría conducir a su desvertebramiento, y por consiguiente, y en cierta forma, a su inocuidad".
En este orden de ideas, tenemos que la mayoría general o común en la sociedad de responsabilidad limitada objeto de su
consulta, es la que dispone que todas las decisiones se adoptan con las dos terceras partes(2/3) de las cuotas presentes; por
tanto son las decisiones sujetas a esta mayoría en el evento de realizarse una reunión de segunda convocatoria, las que se
pueden aprobar con la mayoría prevista en el artículo 429 del Código de Comercio, con excepción de las decisiones que según
la ley o los estatutos requieran otra mayoría especial, las cuales como se ha reiterado deben indispensablemente respetarse,
de manera que el citado artículo puede perfectamente aplicarse, cuando a ello haya lugar, en las reuniones que realice la Junta
de Socios.
Con relación a las inquietudes formuladas en los puntos segundo y tercero y partiendo de la base de la procedencia del artículo
429 que nos ocupa, es claro que los socios asistentes a las reuniones de segunda convocatoria, independientemente del
número de cuotas que posean en la compañía, pueden perfectamente proceder a realizar el nombramiento de representante
legal, pues se vio ya que en dicha sesión se puede deliberar y decidir con el voto de un número plural de socios, cualquiera sea
la cantidad de cuotas que representen, siempre que se trate de decisiones que por disposición legal o estatutaria hayan de
adoptarse con mayoría común u ordinaria, como es el caso de la elección del representante legal, (artículo 198 ibídem).
La importancia del artículo 429 tantas veces referido, indiscutiblemente radica en la posibilidad de permitir el funcionamiento
del Máximo Organo Social de las sociedades, cuando por diversas circunstancias éste no se reúne dentro del término previsto
por falta de quórum.
En los anteriores términos se ha dado contestación a sus interrogantes, no sin antes manifestarle que los efectos del presente
pronunciamiento son los descritos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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