ENFERMEDAD ARTERIAL CORONARIA SALUD CARDIACA ¿Cuáles son los factores de riesgo? Los factores que aumentan su riesgo a la enfermedad son la predisposición hereditaria y los hábitos del estilo de vida. Estos mismos factores aumentan el riesgo de una enfermedad arterial coronaria, la que causa ataques al corazón y la que directa o indirectamente aumenta el riesgo de una embolia cerebral. Cuantos más factores de riesgo tenga, mayor es la probabilidad de que sufra de un ataque al corazón o de una embolia cerebral. Usted puede controlar, tratar o prevenir algunos de estos factores. Ellos son... • Tabaquismo • Presión arterial alta • Colesterol alto • Inactividad física • Obesidad • Diabetes Otros factores de riesgo que no puede controlar son... • Aumento de la edad • Sexo (ser hombre o mujer) • Raza • Historial médico familiar • Antecedente personal de ataque al corazón o embolia cerebral Además existen otros factores que también pueden afectar su riesgo de un ataque al corazón o de una embolia cerebral; entre los que se incluyen una respuesta nociva al estrés, factores hormonales, alcohol en exceso y algunas drogas ilegales. ¿Qué es la ateroesclerosis? La ateroesclerosis es el proceso en el que con el tiempo el colesterol y otras substancias se acumulan lentamente en las paredes de las arterias. Esta acumulación se conoce como placa. Cuando se acumula placa en las arterias del corazón, se reduce el flujo de sangre al músculo cardíaco. En algún momento esta reducción del flujo sanguíneo puede ocasionar dolor de pecho conocido como angina de pecho. Una arteria puede cerrarse completamente cuando un coágulo de sangre se deposita en un área que ha sido reducida por la placa. Cuando parte del corazón no recibe la irrigación sanguínea que necesita, esa parte comienza a morir. Esto es lo que se conoce como ataque al corazón. Una embolia cerebral ocurre si las células cerebrales no reciben suficiente sangre y mueren. Esto puede ocurrir cuando una arteria del cerebro se tapona o se rompe. Muchos de los factores de riesgo de un ataque al corazón o embolia cerebral, aceleran el estrechamiento de las arterias. Es por ello que es tan importante que junto con su médico o proveedor de la atención médica controle tantos de estos factores como le sea posible. Al controlar su riesgo... • • Podría retardar o revertir la acumulación de placa. Puede prevenir un ataque al corazón o una embolia cerebral ¡Lo que puede hacer para disminuir su riesgo de sufrir de ataque al corazón o embolia cerebral! Factores de riesgo que usted puede modificar. Presión Arterial Alta La presión sanguínea se registra con dos números. Presión sistólica (el número superior) es la presión cuando el corazón está latiendo. Presión diastólica es la presión cuando el corazón descansa entre latidos. Se considera que sufre de presión arterial alta si los siguientes resultados se obtienen en dos o más tomas de la presión arterial: presión sistólica de 140 mmHg o mayor, o presión diastólica superior a 90 mmHg (o ambas). La presión arterial alta, también conocida como hipertensión arterial es un factor importante de riesgo que predispone a un ataque cardíaco o una embolia cerebral (o ambos. Una presión arterial elevada hace que el corazón trabaje con más fuerza de lo necesario. Lo que significa que el corazón y las arterias tienen un mayor riesgo de sufrir daños. Una presión arterial alta, incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas, embolia cerebral, falla renal e insuficiencia cardíaca congestiva. En un 90-95 % de los casos, se desconoce la causa de la hipertensión arterial. Sin embargo, existen varios factores que aumentan las probabilidades de sufrir de presión arterial alta: • La edad – La presión tiende a incrementarse con el aumento de la edad. • Historial Familiar (incluye la raza) – Las personas cuyos padres padecen de presión arterial alta, tienen mayores probabilidades de desarrollarla que aquellos cuyos padres no la padecen. Los afro americanos también tienen una propensión mayor de desarrollar presión arterial alta en comparación con los anglo americanos. • Exceso de peso – Este es uno de los factores de riesgo que pueden evitarse y que lo predispone a una presión arterial elevada. Un estilo de vida sedentario puede llevar a sobrepeso y obesidad, lo cual es un factor significante de riesgo para desarrollar enfermedades de las arterias coronarias. • El beber demasiado alcohol también puede incrementar el riesgo de que alguien pueda desarrollar presión arterial alta. • Una alimentación alta en sal puede ser un factor de riesgo para las personas “sensitivas al sodio”. La mayoría de los estadounidenses consumen mucha más sal de la que sus organismos necesitan. Su médico puede prescribirle que consuma bastantes frutas y vegetales, así como productos lácteos descremados, reducción del peso, ejercicio hecho con regularidad, limitación del consumo de sal (sodio) y tomar sus medicamentos como indicados. Esto ayudará a reducir la presión arterial y a mantenerla dentro de los límites normales (por debajo de 140/90 mmHg). Tabaquismo El fumar cigarrillos aumenta en forma importante el riesgo de sufrir un ataque al corazón o embolia cerebral. De hecho, el cigarrillo es una de las causas de muerte más prevenible en los Estados Unidos. La nicotina y el monóxido de carbono en el humo del cigarrillo reducen la cantidad de oxígeno en su sangre. También ocasionan daño en las paredes de los vasos sanguíneos causando acumulación de placa. El humo del cigarrillo puede propiciar también formación de coágulos en la sangre. Las personas que fuman puros o pipas también parecen tener un riesgo más elevado de morir de una enfermedad de las arterias coronarias (y posiblemente de una embolia cerebral), en comparación con las personas que no fuman tabaco. La constante exposición al humo del cigarrillo de otras personas, eleva el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y embolias cerebrales, aún para aquellos que no fuman. ¡No fume! Si no ha iniciado, no comience ahora. Si ya fuma, busque ayuda para dejar de fumar. ¡Todos los productos del tabaco son peligrosos! Hay programas disponibles que le ayudarán a dejar de fumar. Colesterol sanguíneo elevado El colesterol es una substancia grasa de consistencia blanda que se encuentra en la sangre y en todas las células del organismo. Es dañino tener un nivel alto de colesterol debido a que el colesterol puede acumularse en las paredes de las arterias. Una arteria estrecha o reducida esta más propensa a bloquearse, lo que causaría un ataque al corazón o una embolia cerebral. El colesterol alto no tiene síntomas, y muchas personas que lo padecen no lo saben. Si es importante saber cuales son sus niveles de colesterol para que pueda reducirlos de ser necesario. Es importante para toda persona tener un nivel saludable de colesterol. Cualquier persona mayor de 20 años, deberá solicitar que su colesterol sea revisado una vez cada cinco años. Si tiene un nivel mayor de riesgo o factores de riesgo adicionales, pida que se lo revisen más a menudo. Una prueba de colesterol deberá de hacerse en ayunas ( 9-12 horas). Esta prueba le dará información sobre el colesterol total, el colesterol (“malo”) LDL, el colesterol (“bueno”) HDL y los triglicéridos. A continuación le damos los niveles que se consideran saludables. Colesterol total Menos de 200 mg/dl 200-239 mg/dl 240 mg/dl Categoría Deseable En el límite de riesgo Alto La mayoría del colesterol en la sangre se transporta en un “concentrado” proteínico llamado lipoproteína de baja densidad (LDL. El colesterol LDL es el colesterol “malo” debido a que se deposita en las paredes de las arterias y aumenta la acumulación de placa. Unos niveles altos de colesterol LDL elevan el riesgo de enfermedades de las arterias coronarias y de embolia cerebral. Nivel de colesterol LDL Menos de 100 mg/dl 100-129 mg/dl 130-159 mg/dl 160-189 mg/dl 190 mg/dl ó mayor Categoría Optimo Alrededor o arriba del óptimo En el límite de riesgo Alto Muy alto El colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad) es el colesterol “bueno”. Un nivel alto de este colesterol disminuye su riesgo de enfermedades cardíacas y de un ataque al corazón. El colesterol HDL transporta de regreso al hígado el exceso de colesterol en donde se eliminará del organismo. Colesterol HDL Menos de 40 mg/dl 60 mg/dl o mayor Categoría Bajo Alto Las personas con un nivel bajo de colesterol HDL (menos de 40 mg/dl) tienen un riesgo grave de sufrir un ataque al corazón. Los niveles bajos de HDL también pueden elevar el riesgo de una embolia cerebral. Un nivel bajo de HDL se asocia con niveles altos de triglicéridos, falta de ejercicio, gordura, colesterol alto y tabaquismo. La grasa que eleva el colesterol Una alimentación alta en grasas saturadas (ácidos grasos saturados) ácidos grasos trans y colesterol tienden a elevar el colesterol en la sangre y el colesterol LDL. Una alimentación baja en grasa saturada, ácidos grasos trans y colesterol ayudan a reducir el colesterol en la sangre. El colesterol alimentario se encuentra solamente en alimentos de origen animal. Los alimentos provenientes de las plantas, como son las frutas y los vegetales, no contienen colesterol. Las grasas saturadas se encuentran en alimentos de origen animal. También son altos en grasas saturadas, algunos aceites extraídos de plantas, comúnmente usados en productos de pastelería comercial y en otros productos comestibles. También son altos en colesterol muchos alimentos que son altos en grasas saturadas. Grasas que elevan el colesterol Colesterol alimentario Fuentes Alimentos de origen animal Grasas saturadas Alimentos de origen animal Grasas saturadas Ciertos aceites vegetales Aceites hidrogenados Acidos grasos trans Ejemplos Carnes, yema del huevo, productos lácteos, carne de órganos, pescados y aves. Leche entera, helado, crema, quesos de leche entera, mantequilla y carnes. Aceite de palma, de pepita de palma y aceite de coco. Papas fritas, donas y galletas (saladas) Grasas que reducen el colesterol Para bajar el colesterol sanguíneo substituya las grasas saturadas por grasas polinsaturadas y monoinsaturadas. Los aceites provenientes de las plantas por lo general son altos en grasas polinsaturadas y monoinsaturadas, los cuales son líquidos a temperatura ambiente. Seleccione margarina líquida o en recipiente en vez de mantequilla. Compre barras de margarinas o de otras grasas y aceites que contengan menos de 2 gramos de grasa saturada por cucharada. Grasas que reducen el colesterol Grasas polinsaturadas Fuentes Ejemplos Ciertos aceites vegetales Grasas monoinsaturadas Ciertos aceites vegetales Azafrancillo, soya, maíz y aceite de semillas de girasol Oliva, canola y aceite de cacahuate o maní Niveles altos de triglicéridos Los triglicéridos son el tipo de grasa más común en el organismo. Muchas personas que padecen de enfermedades del corazón o diabetes tienen los niveles altos. Los niveles normales de triglicéridos varían de acuerdo a la edad y al sexo. La aterosclerosis parece acelerarse con un nivel alto de triglicéridos combinado con un nivel bajo de colesterol HDL o con un nivel alto del colesterol LDL. Durante sus revisiones médicas regulares, hable con su médico acerca de su nivel de triglicéridos y la manera de reducirlos si éstos están muy altos. Niveles de triglicéridos Menos de 150 mg/dl 150-199 mg/dl 200-499 mg/dl 500 mg/dl o mayor Categorías Normal En el límite de riesgo Alto Muy alto Es muy importante que consuma una alimentación sana, mantenga un peso saludable y lleve a cabo actividades físicas con regularidad para reducir su riesgo si padece de colesterol sanguíneo elevado. Si a pesar de ello necesita medicamentos para reducir el colesterol de su sangre, llevar una alimentación sana reducirá su colesterol y mejorará su salud cardiovascular en general. Inactividad física Una actividad física regular de moderada a vigorosa es importante para reducir su riesgo de enfermedades cardíacas o de un ataque al corazón. El ejercicio puede ayudarle a controlar el colesterol sanguíneo, la diabetes y la obesidad. También puede ayudarle a bajar la presión arterial y reducir el riesgo de embolia cerebral. ¡No tiene que ser un atleta para reducir su riesgo! Las actividades moderadas tales como caminatas, jardinería, trabajo de casa o el baile por un total de 30 minutos, la mayor parte de los días, puede beneficiar su corazón. Las personas que han estado inactivas pueden comenzar por 10 minutos e incrementar el ritmo en forma gradual. Para reducir su riesgo haga tiempo para actividades físicas llevadas a cabo con regularidad. Antes de iniciar cualquier programa de ejercicios, es recomendable que obtenga la aprobación de su médico. En particular es importante si usted es de mediana edad o mayor, tiene enfermedades cardíacas, ha tenido una embolia cerebral u otros problemas médicos, o ha estado inactivo por un largo tiempo. Obesidad y sobrepeso Las personas que tienen exceso de grasa en el cuerpo – en particular si se encuentra acumulada principalmente en el torso o cintura – tienen un riesgo mayor de problemas de salud. Estos problemas incluyen hipertensión arterial, niveles altos de colesterol y triglicéridos, diabetes, enfermedades cardíacas y embolia cerebral. Las personas con exceso de grasa en el cuerpo tienen un riesgo mayor aunque no tengan otros factores de riesgo. La causa principal de obesidad es el consumo excesivo de calorías y una falta de ejercicio. Trate de alcanzar su peso ideal y manténgase en él. Para adelgazar, la mayoría de las mujeres deberán consumir entre 1200 a 1500 calorías al día, pero no menos de 1200. La mayoría de los hombres deberán consumir entre 1500 a 1800 calorías al día, pero no menos de 1500. Se considera una reducción saludable de peso sí se eliminan entre una a dos libras o menos por semana. (Una libra de grasa equivale a 3500 calorías.) Muchas de las personas obesas o con sobrepeso tienen dificultad para adelgazar. Aún una reducción moderada (5 a 10 por ciento de su peso corporal) puede ayudarle a reducir su presión arterial y colesterol total. En algunas personas también esta baja contribuye al control de la diabetes. Si tiene dificultad para adelgazar por su cuenta, consulte con un médico o con un especialista en dieta o nutrición que tenga autorización o certificación estatal. Adelgazar de 10 a 20 libras puede ayudarle a reducir su riesgo de enfermedades cardíacas y de embolia cerebral. Diabetes mellitus La diabetes mellitus es una enfermedad en la cual el cuerpo no produce o no responde apropiadamente a la hormona insulina. El organismo necesita la insulina para convertir el azúcar, los almidones y otros alimentos en energía. Las personas con diabetes tienen niveles muy elevados de la glucosa del plasma (“azúcar en la sangre”.) Se considera que se tiene diabetes cuando la glucosa del plasma en ayunas es de 126 mg/dl o superior y se ha obtenido este resultado en dos ocasiones. La diabetes tipo 2, que es la forma de diabetes más común, por lo general aparece en adultos de mediana edad. Este es un problema que ha venido en aumento en niños y adolescentes. La obesidad y la falta de actividad física son los dos riesgos principales de desarrollar la diabetes tipo 2. La diabetes puede pasar inadvertida por muchos años. Una diabetes que no se atiende puede resultar en una variedad de problemas médicos graves, incluyendo enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. La otra forma de diabetes es la tipo 1 ó diabetes juvenil. Por lo general comienza en una edad temprana. Aún cuando los niveles de glucosa estén bajo control, la diabetes eleva considerablemente el riesgo de un ataque al corazón o de una embolia cerebral. La diabetes por lo general se asocia con niveles altos de colesterol y triglicéridos. La diabetes también afecta los vasos sanguíneos. Muchas de las personas con diabetes sufren de hipertensión arterial, lo que incrementa aún más su riesgo. Si padece de diabetes, es muy importante que tenga revisiones médicas de rutina para controlarla. Colabore con su médico sobre cambios en sus hábitos alimenticios, controle su peso y lleve a cabo ejercicio con regularidad. Algunas veces es necesario que le prescriban medicamentos. Tome los pasos necesarios para controlar otros factores de riesgo para reducir la posibilidad de ataque cardíaco o embolia cerebral. Por ejemplo, la presión arterial en personas con diabetes deberá ser de menos de 130/85 mmHg. ¿Qué factores de riesgo no pueden ser modificados? Aumento de la edad Un ataque cardíaco y embolia cerebral pueden ocurrir en cualquier edad. Conforme aumenta su edad, así mismo aumenta la posibilidad de una enfermedad cardíaca o de sufrir de un ataque al corazón o embolia cerebral. Sexo (masculino o femenino) Los hombres tienen un riesgo más elevado de sufrir de un ataque al corazón que las mujeres y los ataques les ocurren en una edad más temprana. Sin embargo, el riesgo de la mujer aumenta después de la menopausia y llega a ser comparable con el del hombre. La embolia cerebral es más común en los hombres que en las mujeres, pero un mayor número de mujeres mueren por embolia cerebral y las mujeres embarazadas o que usan pastillas anticonceptivas, tienen un riesgo mayor de sufrirla. Raza Los afro americanos padecen de hipertensión arterial grave y tienen un riesgo mayor de desarrollar enfermedades cardíacas y embolia cerebral en comparación con los anglo americanos. Las personas de raza negra tienen también un riesgo mucho mayor de morir de una embolia cerebral en comparación a los de raza blanca. Las enfermedades cardíacas son elevadas entre la población méxico americana, indio norteamericano y hawaianos (nativos). Esto es debido en parte a un mayor índice de obesidad y diabetes. Historial familiar de ataque cardíaco y embolia cerebral Si su hermano, padre o abuelo sufrieron de un ataque al corazón antes de los 55 años, o su hermana, madre o abuela antes de los 65, usted podría también tener el riesgo de que le ocurra lo mismo. El riesgo de una embolia cerebral es mayor en personas que tienen un historial familiar de embolia cerebral. Es posible que su familia tenga una condición genética que hace que se eleven los niveles de colesterol y triglicéridos. La hipertensión arterial o la diabetes pueden ser hereditarias en una familia. Por supuesto, el estilo de vida de una familia puede también contribuir al riesgo de un ataque al corazón o embolia cerebral. Por ejemplo, algunos miembros de la familia pueden tener sobrepeso, llevar una vida sedentaria, fumar o consumir grandes cantidades de alimentos altos en colesterol y grasa saturada. La mayoría de las personas con un fuerte historial familiar de enfermedades cardíacas o embolia cerebral tienen al menos otro factor adicional de riesgo. De la misma manera que no tiene control sobre la edad, sexo o raza, igualmente no puede controlar su historial familiar. Por lo mismo, es aún más importante que atienda y controle cualquier otro factor de riesgo existente. Si usted ha sufrido de un ataque cardíaco, usted tiene un riesgo más elevado de sufrir de un segundo ataque o embolia cerebral. Si ha sufrido de una embolia cerebral, usted tiene un riesgo mucho más elevado de sufrir otra. ¡De que forma puede prevenir un ataque cardíaco o embolia cerebral! Si usted lo desea, puede reducir sus riesgos de un ataque cardíaco o embolia cerebral. El primer paso es colaborar con su médico para evaluar sus factores de riesgo, así como alterar cualquier hábito en su estilo de vida que aumenta su riesgo. Depende de usted llevar un estilo de vida saludable En sus etapas tempranas, tres factores de riesgo importantes no tienen síntomas: el colesterol alto, la hipertensión arterial y la diabetes. El tener revisiones periódicas regulares le ayudará a determinar si está libre de estos factores de riesgo. Si alguno de estos riesgos llegará a presentarse, puede controlarlos en colaboración con su médico. Las revisiones médicas regulares son aún más importantes en las personas con un historial personal o familiar de enfermedades cardíacas, embolia cerebral, presión arterial alta, colesterol alto, obesidad o diabetes. La mayoría de las personas sí pueden hacer mucho por ayudar a prevenir un ataque al corazón o embolia cerebral. Cuando toma control de su vida y su salud, y se esfuerza por controlar sus factores de riesgo sí puede usted reducir su riesgo de ataque cardíaco y embolia cerebral.