REFLEXIONES_EN_TORNO_A_LOS_TRABAJOS

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REFLEXIONES EN TORNO A LOS TRABAJOS
Introducción
Tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de sos autores a partir de la
personal lectura que sobre los mismo hace Jesús Palacios. Es decir, hacemos una lectura
de otra lectura y sólo frangmentariamente recogemos algunas citas de los autores
seleccionadas no por nosotros sino por Palacios. Esto para tener una idea de los límites
de nuestras interpretaciones.
Una segunda observación refiere al hecho de que nuestras reacciones así como estos
comentarios, igualmente son hijos de nuestra subjetividad y no emergen sólo de la
lectura de los textos, sino de nuestras propias preferencias ideológicas. Esto se siente en
el entusiasmo o en lo tajante de nuestras críticas tanto a Makarenko como a Neills.
I.- DOS ENFOQUES DE LOS QUE MUCHO PODEMOS APRENDER
Esta es una feliz expresión de Alba. Además ella nos recuerda al preguntarse si estamos
frente a dos propuestas pedagógicas en primer lugar o frente a dos proyectos sociales.
Al margen de nuestros gustos, es interesante asumir una actitud de ver qué podemos
sacar para el hoy de nuestros países de estas experiencias que inevitablemente son hijas
de su tiempo y de las circunstancias de su contexto global y específico. Ciertamente que
la Rusia del pos derrocamiento de los Zares no es la Norteamérica del capitalismo
emergente y crítico de los inicios del siglo pasado.
Contraponer puede ser útil, pero sin exclusiones a priori. Esta ejercicio ha sido útil en
particular si que remos tomar en serio uno de los avances más interesantes en pedagogía
hoy como es la llamada pedagogía compleja, hija del pensamiento complejo de
vocación articulante y que demanda una reforma del pensamiento.
II.- LA TENSIÓN HISTÓRICA ENTRE INDIVIDUO Y SOCIEDAD
De los dos planteamientos se hace evidente el viejo debate sobre la relación entre
individuo y sociedad. Neills deviene así en una nueva edición del pensamiento
rousseauniano, es decir, el niño es por naturaleza bueno, libre, autónomo, etc, etc y es la
sociedad la que lo corrompe!!! Colocar eso del amor, de la libertad, de los intereses del
individuo, nos cae siempre bien, pues son valores que se han considerados como
propios de la democracia. El laisser faire suele sonar a música celestial agradable y
lógica.
Makarenko en cambio lo tendemos a leer –con las limitaciones arriba señaladas- en el
marco de las representaciones que ocupan el imaginario social dominante, es decir la
asimilación de comunismo como totalitarismo, restricción a la libertad individual,
sacrificio del individuo que se inmola por ideas, por ilusiones, por utopías, por el
estado, por la colectividad abstracta e ingrata a la postre.
Una vez más, es una tensión no resuelta, en particular en el pensamiento occidental que
excluye, discrimina aún cuando afirma que simplemente distingue. Y ello afecta al
pensamiento moderno occidental como al pensamiento marxiano en algunas de sus
versiones.
Con justa razón todos los trabajos contraponen a Makarenko como quien deja de lado
los intereses de cada individuo al privilegiar los intereses del colectivo, de la sociedad y
Neills que asigna prioridad absoluta a cada niño, a su psicología, a sus intereses. Pero
seguramente que ambos autores están interesados en cada niño y en la sociedad, pero
con acentos y puntos de entrada o epistemologías distintas. Para Makarenko, lograr que
un muchacho se sienta feliz de servir a su sociedad es tan importante como para neills
que cada niño pueda evitar traumas y complejos y se sienta feliz de ser tomado en
cuenta con afecto y en clima de libertad, pues podrá ser un buen ciudadano. Y es que en
el fondo, no es un problema de cuestionar la escuela o la familia, o la sociedad, sino
preguntarse por la relación entre el sistema y proyecto histórico de la sociedad y las
posibilidades de crecer y desarrollarse como individuos socialmente útiles y
personalmente gratificados por la vida.
Un punto de distancia entre ambos autores, lo señalan Carmen, Julia, sería que los
intereses y necesidades del niño para uno es un punto de partida y para el otro no
merecen ser tomados en cuenta. Hoy sabemos que los interese y necesidades pueden
perfectamente ser sentidos e inducidos y que por ello deben ser revisados, analizados,
para ver en qué sentido resultan funcionales a la dominación o al sometimiento cuando
no, al individualismo. No se trata de rechazar los intereses/necesidades de los niños por
principio, pero tampoco de ser aceptados sin mayor actitud crítica, de discernimiento de
su origen y de sus implicaciones para la vida de las criaturas. Como parte de una
sociedad y del bien común.
III.- LA PEDAGOGÍA DE LA TERNURA, ENTRE LA EXIGENCIA Y EL
INDIVIDUALISMO
Las expresiones de afecto, de cariño, de cercanía, de amorosidad que todo eros
pedagógico demanda, se expresan de muy diferentes maneras en los dos autores. En
primer lugar, porque la vida afectiva, el mundo de los sentimientos, las expresiones de
amistad y de cariño, son productos culturales. En cada cultura hay signos y símbolos
diferentes para compartir emociones, sentimientos, pasiones. En segundo lugar, por el
tipo de muchachos con los que les tocó trabajar. No es lo mismo hacer con chicos
privados de libertad que con niños venidos de hogares o situaciones menos conflictivas.
Las historias de los participantes condicionan las estrategias pedagógicas.
Uno de los temas centrales es el de la disciplina y el de la autoridad. Maira recuerda que
la disciplina consciente era un elemento fuerte en la pedagogía de Makarenko. La
dureza de éste, la aparente parquedad en la muestra de los sentimientos, ¿cómo se
condicen con el hecho que lo llamaban padre y hacían cola para poder hablar con él?
Pablo dice sin ambages que el educador ruso era vertical, y Lilián que para él la alegría
era un ¡elemento central! Es Gina quien señala cuán importante era la voz, el habla, el
mensaje, y Roxana añade, el gesto, el tono de voz, la mímica, para lograr una fuerza de
ser atractivo a los ideales que el educador debe encarnar.
La organización y la imbricación de trabajo y educación reflejan bien las necesidades
que tenían los muchachos de las colonias. Maira hace una atinada observación a la
lectura de Palacios sobre este tema del trabajo, que además Makarenko exigía que fuera
remunerado para los muchachos. Nancy, además, insiste en las posibildades educativas
de la experiencia del trabajo para los chicos.
Es Susana quien sentencia que estamos ante una educación para la libertad con Neills
y una educación de cuartel con Makarenko. Posiblemente es una impresión que brota
de la forma como se ha escogido por el autor la presentación de estos dos controvertidos
pedagogos.
Quiero agradecerles a todas y a todos por sus reflexiones. Me han hecho reaccionar y
reconocer que la búsqueda de un equilibrio es necesaria. LO importante es que estas
lecturas nos animen a seguir apostando por el desafío siempre exigente de ser
educadores por más difíciles que sean hos las circunstacias y condiciones de nuestras
relaciones intergeneracionales.
Un abrazo y hasta la próxima.
Alejandro
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