Jesuítas chilenos en misiones Migue) Ángel García Desde los tiempos de la Colonia, lo Provincia chilena de la Compañía de Jesús ha recibidoabundante ayuda dtí otras provincias. Bélgica, Holanda, Italia, Francia, Alemania, España, Inglaterra, Malta y los Estados Unidos nos han ayudado con generosidad. Siguiendo el llamado de los Papas y los dictados de nuestra vocación, poco a poco, desde nuestra propia pobreza, hemos empezado a responder a las necesidades de otras partes del mundo. En este momentohaysietejesuitaschilenosprestando serv icios en otras provincias. Nos ha parecido de interés recordar al P. Miguel Ángel García que traba ja enEtiopíay al hermano médico Leopoldo Labrín que trabaja en un hospital en el Tchad. Actualmente otros dos estudiantes se preparanpara incorporarse definitivamente a la Provincia de África Occidental. Miguel Ángel García, misionero en Etiopía Desde los primeros años de su fundación la Compañía ha sentido un especial llamado a trabajar en Etiopia. San Ignacio personalmente seleccionó al personal enviado y le dio precisas instrucciones. En Europa había una verdadera leyenda en tomo a ese reino que permaneció cristiano en medio del continente africano. La misión etiope ha sido sin embargo extraordinariamente difícil. En este siglo, los jesuitas canadienses fueron admitidos para fundar una universidad pero con la condición de no hacer ningún tipo de proselitismo. Con mirada de largo plazo ellos aceptaron el desafío. Leopoldo Labrfn Sanhueza 202 MENSAJE N" *20. JULIO 1993 Miguet Ángel García, ex-alumno del Colegio San Ignacio El Bosque, que entró en la Compañía en 1974, pidió a sus superiores ser enviado a esa difícil misión. Ydebió emprender el arduo trabajo deadaptarsea esa cultura milenaria. Significó aprender el inglés y el amaric y sobre todo estudiar una cristiandad con sus propios ritos, tradiciones y costubres muy distintos de los del catolicismo occidental. Miguel prepara actualmente su doctorado estudiando esas viejas tradiciones y con e! propósito de establecer un puente entre la iglesia local y la Iglesia católica. No parece pastoralmente correcto ni evangélico suplantar sin más esa rica tradición de fe. El país ha sido minado por prolongadas guerras. En lasdécadaspasadasha vivido sucesivas y mortales hambrunas agravadas por la represión política del gobierno marxista que derrocó al Emperador y porlas guerras que han culminado en la separación reciente de la región de Eritrea. En un deseo de ser etiope con los etíopes, Miguel García ha pedido ser destinado definitivamente a esa región. El es actualmente delegado del Padre Provincia! y superior regional de los pocos jesuítas que trabajan en tan duras circunstancias. Leopoldo Labrín Sanhueza, misionero en el Tchad Ingresó a la Compañía de Jesús en marzo de 1990, luego de haber terminado sus estudios de medicina en la Universidad de Concepción y de haber ejercido profesionalmente, durante tres años, en el Hogar de Cristo, con sede en Concepción y Osomo. MENSAJE W<20, JULIO 1993 El contacto con los pobres, con sus dolores y alegríasfuedeterminante en su vocación religiosa. Desde esa realidad comenzóa peregrinar espiritua[menteen busca de la clave de servicio que respondiera al deseo de Dios sobre su persona. Fue así como pidió ser admitido como hermano coadjutor en la Compañía de Jesús, en el entendido que en dicho grado quizás se daría la anhelada combinación de jesuita-médico de los pobres. Su perseverancia y el juicio de los superiores han permitido que esto sea posible, siendo destinado a la Provincia jesuíta de África Occidental, concretamente al Tchad. Actualmente se desempeña como único médico en un hospital de 120 camas en la zona de Goundi. El país es culturalmente complejo, con una difícil convivencia entre tribus animistas y musulmanes mayoritariamente árabes. Este contexto hace difícil el anuncio explícito del Evangelio, por lo que es muy importante la presencia cristiana inculturada a nivel de asistencia solidaria En este sentido, la vocación religiosa de hermano es fundamental ya que permite un acercamiento al pueblo desde un servicio concreto que transparente los valores evangélicos que testimonian la fe y preparen la conversión. Los peligros no están ausentes: permanentemente hay un clima de agitación social, con severos índices de pobreza que merma sostenidamente a la población, víctima del abandono, las enfermedades y la violencia. La presencia chilena de la Compañía de Jesús allí responde a la fidelidad al carisma ignaciano, que impulsa a comprometerse con todos los medioshumanos en la redención del mundo, en la frontera de la necesidad, bajo el estandarte de la cruz. • 203 VOCACIÓN DENTRO DE LA VOCACIÓN «La verdad es que no siempre me gustaron los esludios. Sin embargo, cuando estaba en el noviciado descubrí una tendencia reflexiva en mí. Si bien en esa primera etapa no se estudia mucho, la actitud del maestro de novicios me animó en este nuevo descubrimiento. Más aun, él me transmitió que el servicio de la fe y la promoción de la justicia son el horizonte en el que se inscribe una vocación hacia el trabajo intelectual en la Compañía. Después descubrí que dar razón de la esperanza que nos anima y del amor que nos ha sido regalado es un modo particulardedarteslimonio de Jesús. Que tender puentes sobre el hiatoque separa al hombre contemporáneo y su cultura del Dios vivo y su Palabra es misión y vocación imprescindible en la comunidad cristiana. Volver a decir lo de Dios en el lenguaje de los hombres requiere ser capaces de conocer y reflexionar esos nuevos lenguajes. Sólo así se libera y actualiza el misterio, a veces encerrado en fórmulas que ya han dejado de significar. Ahora, esta tarea, que es necesaria en todas partes, más lo es en América Latina, que paradójicamente tiene tantas otras urgencias que nos parecen más inmediatas. Pero es América Latina el continente donde la fe cristiana alimenta la vida de la mayoría de sus hombres y mujeres. Es nuestro continente el que puede recibir la Bienaventuranza a los pobres. De este encuentro entre los pobres y la Buena Nueva de Jesús, estamos llamados a dar razón. Responder a esta vocación no ha sido cosa fácil, tiene momentos de mucha luz, pero también de oscuridad, pero lo central es intentar responder con la actitud humilde de quien está frente a un misterio... el que hay entre Dios y el hombre». 204 MENSAJE W « 0 , JULIO 1M3 •tiL /* ZZ£< f La Compañía de Jesús en fl nuestra historia rs h&l I 'í r'fitttw m