2 Peritonitis por perforación

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Peritonitis por perforación
RUTAS DE INFECCIÓN PERITONEAL
La inflamación del peritoneo (peritonitis) puede ser
causada por varios agentes tales como bacterias, hongos,
virus, irritantes químicos, sangre y cuerpos extraños.
La infección puede alcanzar la cavidad peritoneal a
través de las siguientes rutas:
TIPOS DE PERITONITIS
• Perforación gastrointestinal.
• Contaminación exógena (lesión penetrante, drenajes quirúrgicos, intervención quirúrgica).
• Translocación bacteriana desde el intestino, sin
perforación (obstrucción intestinal, apendicitis,
isquemia de intestino).
• Infección en tracto genital femenino (enfermedad
inflamatoria pélvica).
Diseminación hematógena (septicemia).
La peritonitis puede ser de tres tipos, según la fuente
y naturaleza de la contaminación microbiana.
Peritonitis primaria
Se define como la inflamación de la cavidad peritoneal
sin perforación visceral asociada. En su mayoría la
infección es monomicrobiana. Ejemplo de peritonitis
primaria son la peritonitis bacteriana espontánea
del líquido ascítico en un paciente con insuficiencia
hepática y la peritonitis causada por infección ascendente del tracto genital femenino.
Peritonitis: localizada o difusa
Peritonitis localizada
La cavidad peritoneal se divide en un gran saco y un
saco menor (Fig. 2.1). El saco mayor se divide en espacios subfrénicos, pelvis y cavidad peritoneal propiamente dicha. La cavidad peritoneal propiamente
dicha es dividida por el colon transverso en compartimiento supracólico e infracólico. La peritonitis
puede localizarse alrededor de un compartimiento
mediante la formación de adherencias dentro-entre
las estructuras circundantes, epiplón e intestinos.
Esto ocurre usualmente si el curso del proceso patológico es lento y no hay fuga masiva de contenido
gastrointestinal. En caso de colecistitis y apendicitis
la peritonitis usualmente es localizada.
Peritonitis secundaria
Se refiere a la contaminación peritoneal que se origina de una fuente intraabdominal, usualmente a partir
de perforación visceral.
Peritonitis terciaria
Se desarrolla después del tratamiento de la peritonitis
secundaria, o por falla de la respuesta inflamatoria
del huésped para contener la infección o por superinfección.
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Peritonitis por perforación
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Capa superior del
ligamento coronario
Área desnuda del hígado
Capa inferior del
ligamento coronario
Hígado
Encrespamiento en el
foramen epiploico
Páncreas
Estómago
Duodeno
Aorta
Colon transverso
Mesenterio
Omento (epiplón) mayor
Intestino delgado
Útero
Excavación
útero-vesical
Vejiga
Excavación
recto-vaginal
Vagina
Recto
Fig. 2.1: El área azul es el saco menor. El área roja es el saco mayor.
Los síntomas y signos de la peritonitis localizada
son los de la condición patológica subyacente. El síntoma prominente es el dolor abdominal. Hay presencia
de taquicardia, y hay defensa localizada y sensibilidad
al rebote.
Con tratamiento apropiado la peritonitis localizada se resuelve, sin embargo, en algunos casos puede
haber formación de pus o progresión hacia peritonitis
difusa.
Peritonitis difusa
Los factores que facilitan el desarrollo de peritonitis
difusa son:
• Fuga súbita de contenido gastrointestinal: en la
perforación intestinal los contenidos gastrointestinales salen del intestino hacia la cavidad peritoneal
muy rápidamente y se expanden en toda la cavidad
abdominal sin oportunidad de localizarse.
• La desorganización de una colección localizada
por manipulación brusca puede conducir a peritonitis difusa como en el caso de absceso/masa
apendicular.
• Los niños jóvenes son más propensos a tener peritonitis difusa, ya que es menos probable que la
infección se contenga debido al subdesarrollo del
epiplón menor.
• Organismo virulento y huésped inmunodeficiente
(debido a esteroides, SIDA) son otros factores que
causan el desarrollo de una peritonitis difusa.
PRESENTACIÓN CLÍNICA
La presentación clínica de la peritonitis difusa puede
ser diferente dependiendo de la duración de la enfermedad.
Temprana
Hay dolor severo generalizado que empeora con el
movimiento o la respiración. El dolor es lo primero
que se nota en el área de la patología, por ejemplo en
epigastrio en caso de perforación gástrica, y luego el
dolor se generaliza. Puede haber presencia de fiebre
y vómitos. De manera característica, el paciente se
acuesta para evitar cualquier movimiento que le
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Abordaje en Emergencias Quirúrgicas
agrave el dolor. Hay taquicardia, rigidez generalizada, defensa y sensibilidad por rebote en todo el
abdomen. La sensibilidad y defensa abdominal pueden estar ausentes si la pared anterior del abdomen
no está afectada, como en el caso de la peritonitis
pélvica. La peritonitis pélvica se asocia con mayor
frecuencia urinaria y hay sensibilidad en el área
perirrectal.
Tardía
Si no ocurre resolución o localización de la peritonitis difusa entonces el paciente gradualmente se pone
más enfermo y más tóxico. El abdomen se distiende
progresivamente. Si el paciente permanece sin tratar
cae en insuficiencia respiratoria y shock. Las extremidades se vuelven frías y húmedas y pegajosas, los ojos
se hunden, la lengua se seca, el pulso se vuelve débil y
filiforme y el paciente tiene apariencia ansiosa (facies
hipocrática).
PERITONITIS SECUNDARIA DEBIDA A
PERFORACIÓN DE INTESTINO
Es una condición vista comúnmente en la emergencia
quirúrgica. A pesar de los avances en el tratamiento
con antibiótico y del manejo de cuidado intensivo, la
mortalidad y morbilidad asociadas con la peritonitis
por perforación continúan siendo altas porque el
paciente se presenta tardíamente en el hospital. La
detección temprana de la condición y el tratamiento
operatorio rápido son de importancia fundamental
para reducir la morbilidad y mortalidad.
Fuentes comunes de peritonitis por
perforación
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Duodeno
Estómago
Íleo
Yeyuno
Apéndice
Colon
Esófago
En nuestro país, el duodeno y el íleo son los sitios
más comunes para la peritonitis por perforación,
seguido por apéndice y estómago. Las perforaciones
de colon no son comunes es contraste a lo visto en
los países occidentales por la rareza de enfermedad
diverticular en la población de India.
Causas de peritonitis por perforación
• Gastroduodenales
- Enfermedad por úlcera péptica
- Malignidad
- Trauma
• Intestino delgado
- Fiebre tifoidea
- Tuberculosis
- Trauma
- Malignidad
- Estrangulación
• Colon
- Trauma
- Malignidad
- Estrangulación
- Diverticulitis
• Apéndice
- Apendicitis
• Esófago
- Iatrogénico
- Síndrome de Boerhaave
Bacteriología
La carga bacteriana en el intestino proximal es muy
poca, mientras que en el íleo distal y colon la carga
bacteriana es alta. Por esta razón la perforación gástrica y duodenal son estériles al comienzo, mientras
que las perforaciones de íleo y de colon generalmente
están infectadas desde el comienzo. Los bacilos Gram
negativos (E. coli, Klebsiella) y Bacteroides (anaerobios) son los principales organismos bacterianos en
la peritonitis por perforación. Las bacterias Gram
negativas contienen endotoxinas (lipopolisacáridos)
en la pared celular. Estos lipopolisacáridos causan
liberación de factor de necrosis tumoral (TNF) desde
los leucocitos, que es la principal causa de respuesta
inflamatoria asociada con la peritonitis por perforación. La absorción sistémica de endotoxinas hace
que se desarrolle shock séptico. La proporción entre
organismos anaerobios y aerobios aumenta al pasar el
tiempo.
Evaluación de la peritonitis por perforación
El diagnóstico de la peritonitis por perforación esencialmente es clínico. El dolor abdominal es el hallazgo
Peritonitis por perforación
prominente. El dolor que se asocia con la peritonitis
es súbito, severo, continuo y generalizado. En caso
de úlcera péptica perforada hay historia de comienzo
súbito de dolor abdominal en el epigastrio, el cual
prontamente se generaliza. En caso de perforación
apendicular el dolor comienza en el área periumbilical, luego cambia hacia la fosa ilíaca derecha y
después puede generalizarse. Cualquier movimiento
agrava el dolor y por ello el paciente yace absolutamente inmóvil para evitar los movimientos.
Puede haber presencia de fiebre como hallazgo
de inflamación sistémica. La peritonitis se asocia con
íleo intestinal y puede haber estreñimiento y distensión abdominal.
Al elaborar la historia el paciente debe ser interrogado acerca de episodios previos de dolor en epigastrio y dispepsia que sugerirán enfermedad por úlcera
péptica. Debe obtenerse la historia de ingestión de
AINES, lo cual sugiere perforación de úlcera péptica. En el caso de fiebre tifoidea (fiebre entérica) hay
historia precedente de fiebre alta antes del comienzo
del dolor abdominal agudo. La perforación intestinal
usualmente ocurre en la 2da o 3ra semana de la fiebre
entérica. En la tuberculosis el paciente dará historia
de elevación de fiebre por la noche, pérdida de peso
y pérdida del apetito. La historia de contacto con un
paciente tuberculoso o de tratamiento previo con
drogas antituberculosas puede sugerir la tuberculosis
como causa de perforación. En casos raros de perforación maligna puede haber historia de sangrado
gastrointestinal, pérdida de peso y anorexia.
Examen
El paciente luce enfermo y ansioso. Se presenta taquicardia y puede haber hipotensión por el déficit de
líquidos (pérdida de líquido por tercer espacio) o sepsis. El paciente puede estar febril y taquipneico como
resultado de la respuesta inflamatoria sistémica. Deben buscarse signos de deshidratación como lengua
seca, ojos hundidos y oliguria. En caso de shock las
extremidades están frías y húmedas por sudor.
Examen abdominal
El abdomen está paralizado con muy poco movimiento por la respiración. A la palpación se encuentra
sensibilidad, rigidez como tabla y sensibilidad al rebote. La opacidad hepática se verá obliterada debido
a la presencia de aire libre por debajo del diafragma.
Los sonidos intestinales están ausentes. Puede haber
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presencia de repleción dolorosa en el fondo de saco
de Douglas indicando colección pélvica.
MANEJO DE LOS PACIENTES
Primero que todo se lleva a cabo la resucitación de los
pacientes. El paciente se mantiene en ayunas, se inserta
un tubo nasogástrico y se comienzan a administrar cristaloides intravenosos (Ringer lactato). La resucitación
con líquidos es muy importante porque la peritonitis
se asocia con una cantidad tremenda de pérdida del
tercer espacio. Se coloca una sonda Foley para medir
la diuresis, la cual debe ser de por lo menos 0,5 ml/
kg/hora. Se administran antibióticos (cefalosporina de
tercera generación/ceftriaxona y metronidazol) para
cubrir contra bacilos Gram negativos y anaerobios. Se
corrige cualquier trastorno metabólico o electrolítico.
Debe insertarse una línea venosa central en los pacientes hipotensos que no respondan a la resucitación con
líquidos, para medir la presión venosa central y tener
guía para la administración de líquidos. Se comienza
con inotrópicos (dopamina, dobutamina) en los pacientes hipotensos, después de llevar la presión venosa
central a 8 cm de agua con líquidos intravenosos.
INVESTIGACIONES
Investigaciones radiológicas
Como se estableció antes, el diagnóstico de peritonitis
por perforación es principalmente clínico. La radiografía de tórax en posición erecta donde se vean las dos
cúpulas diafragmáticas puede mostrar gas libre (Fig.
2.2). Aunque la ausencia de gas libre no excluye el diagnóstico de peritonitis por perforación. Con frecuencia
los rayos X no muestran gas libre en muchos casos,
especialmente en caso de perforaciones apendiculares.
El escaneo de tomografía computarizada realzada con
contraste (TCRC) tiene mayor sensibilidad para detectar gas libre y también puede mostrar extravasaciones
del contraste desde el intestino.
Hallazgos asociados con gas libre en los rayos X:
• Aire libre por debajo del diafragma, signo en media luna.
• Visualización de ambos lados de la pared intestinal, signo de Rigler.
• Área triangular de aire libre atrapado por debajo
del tendón central del diafragma (Fig. 2.3).
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