estoy de acuerdo, pero por la razón que, probablemente, es contraria a la que motiva esta respuesta: no es justa, no porque todos merezcamos vivir, sino porque, en realidad, nadie “merece” vivir. La vida es el don absoluto por un doble motivo: • porque nadie puede hacer nada para “merecerla” (para “merecer” algo, habría primero que existir para ganárselo); • cualquier otro don que podamos recibir ya es posterior, pues presupone la vida misma. Y finalmente, habría que repetir lo dicho anteriormente: la vida es el don más universal, porque sólo carece de ella quien no vive: por tanto, nadie. Esto nos plantea ya desde ahora algunos interrogantes: • ¿Somos conscientes de la gratuidad de este don, y en consecuencia, de lo inalienable que resulta? Más aún: cuando alguien “merece” algo, puede llegar a perder ese “mérito”, y hacerse indigno de él; pero ¿se puede perder, aun por la más grande indignidad, lo que jamás se ha merecido? Insisto: no podemos disponer de la vida de ningún ser humano, no porque todos merezcamos vivir, sino porque nadie lo merece. • Finalmente, y sobre todo: ¿estamos colaborando para construir, en nuestro mundo y en nuestra sociedad, una auténtica “cultura de la gratuidad”, gratuidad que encontramos grabada en la raíz última de nuestro existir? Sin una “cultura de la gratuidad” no puede existir una auténtica “cultura de la vida”... El Valor absoluto de la Persona humana • La vida constituye, para todo ser humano, un “don”, esto es, algo totalmente positivo. ¿Hacemos lo posible para que sea verdad, para todos aquellos que nos rodean, comenzando por aquellos con quienes convivimos? ¿O existen seres humanos para quienes la vida es una carga, en ocasiones insoportable? 34 He utilizado intencionalmente una metonimia, hablando de persona en vez de vida, para subrayar, desde el principio, que no se trata aquí de un “vitalismo” que diluiría esta absolutez no en relación con el ser humano en cuanto persona, sino en cuanto ser “vivo”. Hay que decirlo con claridad: resulta lamentable constatar el trato que, en ocasiones, se da a los animales e incluso a algunas plantas en ciertos ámbitos del “primer mundo”, CENTRO SALESIANO REGIONAL DE FORMACIÓN PERMANENTE Formación Permanente