Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral 4ta. Circunscripción Judicial – Reconquista Tomo 14 – Resolución 442/13 – Fs. 21. En la ciudad de Reconquista, Provincia de Santa Fe, a los 26 días de Diciembre de 2013, se reúnen los Jueces de esta Cámara, Dres. Santiago Andres Dalla Fontana, María Eugenia Chapero y Aldo Pedro Casella, para resolver los recursos interpuestos contra la resolución dictada por la Señora Jueza de Primera Instancia de Circuito Nº 36 de la ciudad de Villa Ocampo, Provincia de Santa Fe, en los autos: MERINO, MARÍA LUISA C/ CULACIATTI, VERENA CAROLINA Y/O Q.R.J.R. S/ LABORAL, EXPTE. Nº 06, AÑO 2009. Acto seguido, el Tribunal establece el orden de votación conforme con el estudio de autos: Dalla Fontana, Chapero y Casella, y se plantean para resolver las siguientes cuestiones: Primera: ¿Es nula la sentencia? Segunda: Caso contrario, ¿Es justa? Tercera: ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar? A la primera cuestión el Dr. Dalla Fontana dijo: el recurso de nulidad no ha sido interpuesto por la recurrente, y no advirtiendo vicios graves que ameriten su tratamiento de oficio, voto por la negativa. A la misma cuestión, los Dres. Chapero y Casella votan en igual sentido. A la segunda cuestión, el Dr. Dalla Fontana dijo: la sentencia de primera instancia (fs. 119/121 vto.) rechazó la demanda impetrada por María Luisa Merino contra Verena Carolina Culaciatti, tendiente al cobro de diferencia de haberes, preaviso, vacaciones no gozadas e indemnización por antigüedad, como consecuencia de una relación de empleo doméstico. En prieta síntesis, sostuvo la Magistrada que incumbía a la actora demostrar la existencia de vínculo laboral con los requisitos del art. 1° del estatuto N° 326/56, lo que no logró hacer. Destacó que los testigos propuestos por ambas partes incurrieron en contradicciones "debiendo prescindir de esta prueba al quedar neutralizado su efecto probatorio" (fs. 120 vto./121), y que las declaraciones de los testigos –para acreditar la relación de empleo- debieron ser circunstanciadas, amplias, precisas y dotadas de una clara razón del conocimiento sobre el que versan. A pesar de rechazar la demanda, eximió a la parte perdidosa de las costas en forma total en virtud del principio de justicia social (art. 11 L.C.T. y 102 del C.P.L.), imponiendo las costas por su orden. María Luisa Merino apeló la sentencia y se le concedió el recurso en la instancia de grado. En ésta procede a fundarlo. Estriba su disconformidad en la errónea valoración de la prueba por la a-quo, apartándose ésta de los criterios basados en la lógica y en la experiencia. Asevera que los testigos propuestos por su parte han sido claros y contundentes sobre la existencia de la relación laboral; que es lógico y habitual que los testigos de ambas partes se contradigan; que la Jueza debió evaluar en detalle cada testimonio. Destaca las declaraciones de María Cristina Aguirre, Nilda Castro y Sandra Sandoval, las cuales afirmaron haber visto a la actora trabajando en la vereda o en la última casa de Culaciatti, según surge de la constatación judicial. Achaca al curial de su contraria haber hecho preguntas sobre hechos irrelevantes (cantidad de hijos de la demandada, sus nombres, cantidad de habitaciones de su casa, color de las paredes y pisos) cuando lo que se trataba de probar era si la recurrente efectivamente trabajó o no. Se agravia por la consideración de que los testimonios son contradictorios, sin indicar la anterior sentenciante a qué contradicción refiere. También afirma que la rigidez de las cargas probatorias se ve morigerada por el principio de la parte jurídicamente más débil, propio de esta rama del derecho. Pide la revocación de la sentencia recurrida, con costas a la demandada. Culaciatti contesta agravios a fs. 146/158, criticando la deficiencia técnia de la expresión de agravios, defendiendo el fallo apelado y abogando por el rechazo del recurso, con costas a la recurrente. Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral 4ta. Circunscripción Judicial – Reconquista Firme el proveído de pase al Tribunal, ha quedado la presente concluida para definitiva. Comenzando con el alegado incumplimiento de la pieza recursiva con los requisitos del art. 118 del C.P.L., entiendo que más allá de que la misma se torna por momentos confusa en su argumentación y que en partes se asemeja más a un alegato que a una apelación (siendo que la quejosa debió centrarse en criticar puntual y concretamente el fallo que la disconformaba), debe prevalecer el derecho de defensa en juicio de raigambre constitucional por sobre cualquier formalismo, dado que la pieza recursiva permite vislumbrar el motivo de disconformidad de la recurrente. Así ha sido el criterio de este Tribunal y en general de todos los tribunales del país sobre la temática en cuestión. Dicho ello, principiaré diciendo que el caso debe analizarse en el marco normativo del Decreto – ley 326/56, vigente hasta hace muy poco tiempo, cuando fue derogado por la reciente ley N° 26.844. Aquel régimen establecía un ámbito de protección atenuada del trabajador doméstico, en comparación con el R.C.T., del cual el servicio doméstico se encontraba expresamente excluido (art. 2 inc. b) de la L.C.T.), siendo una de sus consecuencias la inaplicabilidad de la presunción del art. 23 de la L.C.T. -en cuanto principio del derecho laboral– ya que se oponía al ordenamiento específico, que tenía en cuenta una realidad distinta (v. esta Cámara, 28/05/12, Ramoa, Mónica C. c. Pila, Pablo A. s. Laboral, Zeus R. 15 – T° 120, pág. 816). Con ello, era la Sra. Merino quien debía convencer a la juzgadora mediante prueba idónea no sólo de que prestó servicios de índole doméstica en la casa particular de Culaciatti, sino que lo hizo al menos por un mes, 4 horas por día y 4 días a la semana (art. 1 Decr.-ley 326/56). La prueba fundamental producida por la actora para lograr su cometido ha sido la testimonial de Aguirre, Castro, Sandoval, Aquino y Suárez, quienes respondieron afirmativamente cuando se les preguntó si vieron a Merino trabajar en la casa de Culaciatti (1° pregunta del pliego). Pero sin ignorar que la acreditación del trabajo doméstico se torna bastante dificultosa porque concierne el ámbito íntimo de hogar al que normalmente no muchas personas tienen acceso, lo cual justifica que no seamos tan exigentes ante tal dificultad probatoria, lo cierto es que ninguno de los testigos propuestos por la accionante dio cuenta de que ésta hubiera laborado con la intensidad mínima que requería el estatuto del servicio doméstico a que he referido. En este sentido, el testigo que más se ha explayado sobre la frecuencia laboral ha sido Marcelo Aquino, quien aseveró que acudía una o dos veces por semana a la casa del barrio Santa María de Florencia y que allí veía a Merino, morada sobre la que no hay controversia que Culaciatti abandonó a mediados de 2001 (v. respuesta de la actora a la 6° posición ampliatoria, fs. 28 vto.), 3 años y medio antes de la presunta extinción del vínculo. Por lo demás, los testigos mencionados fueron imprecisos y contradictorios acerca de la fecha de cambio de casa de la demandada (dato relevante por ser el supuesto lugar de trabajo donde habrían visto a la accionante desempeñar tareas) y traslucen desconocimiento o poco conocimiento sobre la época de las labores, los horarios de trabajo y cantidad de días a la semana. Por otra parte la demandada no se ha contentado con negar la relación de empleo doméstico, sino que ha ofrecido cinco testigos (fundamentalmente vecinos de la casa de Estanislao López, a la que las partes refieren como "la casa grande") que depusieron en forma opuesta a los propuestos por la actora, negando toda prestación de servicios por parte de Merino. A mi criterio, estos testigos tienen mayor aptitud convictiva que los descriptos en el párrafo anterior por haber sido más precisos y coincidentes entre sí. Todos estuvieron de acuerdo de que a mediados de 2001 Culaciatti migró a la nueva casa, que era ella junto a sus hijos quienes limpiaban, que también acudía semanalmente a hacer tareas de limpieza Graciela Martínez (quien corroboró esta versión con su propio testimonio a fs. 88 y vto.), demostrando además tener un pormenorizado conocimiento del hogar de la demandada, Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral 4ta. Circunscripción Judicial – Reconquista tanto en lo edilicio como en las costumbres y movimientos de sus integrantes. Es así que considero que, maguer la falta de datos proporcionados por los primeros testigos analizados para que la actora reuniese los requisitos estatutarios, debe darse preferencia a las declaraciones de los testigos Puerta, Nuñez, Rodríguez, Diaz y Martínez, los que han desmentido toda prestación de servicios por parte de la Sra. Merino, máxime valorando que no existe otra prueba apta para hacer variar tal conclusión (constatación de fs. 45, informes de ANSES y AFIP de fs. 61 y 63). Sin embargo, no quiero dejar de mencionar que aún si nos encontrásemos ante dos grupos de testigos antagónicos, que en uso de las reglas de la sana crítica y atendiendo al crédito de las condiciones personales de los mismos (art. 224 del C.P.C.C.) nos impida optar por unos sobre los otros, la suerte de la actora no cambiaría, ya que se produciría la neutralización de sus testimonios -como lo ha dicho la Jueza a-qua-, lo que nos llevaría a echar mano de las reglas del onus probandi (regla técnica de decisión), y recayendo la carga probatoria sobre Merino, su demanda también debería desestimarse: "... la denominada neustralización de los testimonios antagónicos en sede civil constituye una variante excepcional de la dispensa del deber funcional de los jueces de valorar la totalidad del material de convicción obtenido. En su mérito, los magistrados se verán aliviados de la ímproba, y a veces imposible, terea de elegir una de dos versiones fácticas opuestas provenientes de testimonios encontrados prestados acerca de hechos centrales de la causa y que no se encuentran respaladados por otros elementos de juicio coadyuvantes. Si se insistiera en que, en cualquier supuesto y como fuere, los magistrados deberán valorar y elegir aún en casos como el indicado, se los forzaría a practicar una tarea casi adivinatoria, poco seria y hasta riesgosa para la obtención de una deseable "verdad histórica"." (Peyrano, Jorge W., La neutralización de los testimonios antagónicos en sede civil, La Ley T. 2000-E, Sec. Doctrina, págs. 1260/1261; en el mismo sentido: C. Apel. Lab. Rosario, Sala 1, 30/05/08, Cabrera, María Julia c/ El Molino SRL, etre otros) O sea que más allá de la elección de la versión testimonial de los propuestos por la demandada por su mayor convictividad, de cualquier modo y aún descartando dicha elección jurisdiccional, no caben dudas de que los testigos han sido antagónicos sobre la cuestión medular debatida (existencia o no de prestación de servicios domésticos) y que no obran otras pruebas que puedan echar luz sobre la cuestión, por lo que debo decir que comparto el criterio valorativo de la jueza de grado. Voto por la afirmativa, correspondiendo imponer las costas de esta instancia a la recurrente perdidosa (art. 101 del C.P.L.). A la misma cuestión, los Dres. Chapero y Casella votan en igual sentido. A la tercera cuestión, el Dr. Dalla Fontana dijo: atento al resultado precedente, corresponde adoptar la siguiente resolución: 1) Rechazar el recurso de apelación y confirmar la sentencia apelada; 2) Imponer las costas de segunda instancia a la recurrente perdidosa; 3) Regular los honorarios de los profesionales intervinientes por su actuación en la Alzada en el 50% de los que correspondan por regulación firme a su actuación en la instancia de grado. A la misma cuestión, los Dres. Chapero y Casella votan en igual sentido. Por ello, la CAMARA DE APELACION EN LO CIVIL, COMERCIAL Y LABORAL DE LA CUARTA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL RESUELVE: 1) Rechazar el recurso de apelación y confirmar la sentencia apelada; 2) Imponer las costas de segunda instancia a la recurrente perdidosa; 3) Regular los honorarios de los profesionales intervinientes por su actuación en la Alzada en el 50% de los que correspondan por regulación firme a su actuación en la instancia de grado. Regístrese, notifíquese y bajen. Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral 4ta. Circunscripción Judicial – Reconquista DALLA FONTANA Juez de Cámara CHAPERO Jueza de Cámara WEISS Secretario de Cámara (sub.) CASELLA Juez de Cámara