BONDAD DE LA GOLONDRINA La golondrina es buena. Porque, si

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BONDAD DE LA GOLONDRINA
La golondrina es buena. Porque, si hace el nido en casa, y, si está
diez años, diez años que viene a la misma casa, y mira que se va,
marcha al extranjero, y viene a la misma, al mismo nido a hacer.
Siempre está alegre, siempre está alegre, porque está cantando la
golondrina. Es que la golondrina es muy alegre. La golondrina, al
ser de día, ya te está cantando.
Narrada por Celedonio Aller Pérez (68 años), Quintanilla del Monte (León).
Recogida por José Luis Puerto en 2002 y publicada en Leyendas de tradición
oral en la provincia de León, León: Diputación de León & Instituto Castellano y
Leonés de la Lengua, 2011, nº 1442, pág. 712.
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NOTA: Téngase en cuenta lo que señala, a este respecto, José Luis Puerto:
“En el imaginario tradicional, los pájaros tienen una indudable presencia
legendaria. Pero unos más que otros. Ya sea para explicar determinados
rasgos que poseen (los colores de sus plumas, por ejemplo), para caracterizar
su comportamiento, para hablar de su tipo de canto, para expresar su
vinculación con algún hecho sagrado, para aludir a sus metamorfosis…, el
pueblo utiliza leyendas que, al transmitirse de unas generaciones a otras,
quedan fijadas en la memoria tradicional.
Pero no todos los pájaros gozan de la misma fortuna a la hora de servir
a las gentes campesinas para establecer motivos legendarios en torno a ellos,
se llevan la palma como pájaros reales y, a la vez, legendarios, en la provincia
de León, la golondrina y el cuco […]. De otras aves, como la abubilla, la
llamada „cabra loca‟, la cigüeña, la lavandera, la lechuza o coruja, la paloma, o
el gorrión o pardal, tampoco faltan motivos o pequeños relatos legendarios,
aunque ya en mucha menor medida que las dos primeras citadas. […]
Las golondrinas son aves viajeras que llegan en los inicios de la estación
primaveral y que se marchan cuando barruntan los fríos, que anidan bajo los
aleros o balcones en los pueblos, donde el ser humano vive, habitan también
en el imaginario popular y lo nutren con creencias y leyendas, aunque también
con fórmulas rimadas y versos. Están consideradas como pájaros benditos y
beneficiosos, a los que hay que proteger y respetar y a los que no se les puede
hacer daño ni matar, pues existen tabúes en este sentido, con castigos y daños
incorporados” (págs. 702-703).
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