Psicología de la Anormalidad James E. Coleman Ed. Trillas MECANISMOS DE DEFENSA El concepto de angustia tiene un lugar preponderante en la teoría psicoanalítica: Freud distinguió tres tipos de angustia que pueden sufrir las personas: § § § Angustia real, que surge de los peligros y amenazas del mundo exterior. Angustia neurótica, causada por los impulsos del ello que amenazan con irrumpir a través de las barreras de control del yo y que pueden conducir a conductas que serían castigadas de alguna manera. Angustia moral, que surge de una acción real o imaginaria que cae en conflicto con el súper- yo del individuo y que da lugar a sentimientos de culpa. La angustia es la advertencia de un peligro que está por aparecer, de la misma manera que es una experiencia dolorosa, de tal modo que obliga al individuo a someterse a acciones auto correctivas. A menudo el yo es capaz de hacer frente a la angustia por medio de medidas racionales, sin embargo, cuando estas medidas no son suficientes, el yo hace uso de medidas protectoras irracionales tales como las racionalizaciones, a las que se les ha llamado mecanismos de defensa. Las acciones racionales llamadas orientadas a la tarea son las de: - Retirada Ataque Compromiso Cuando la persona no está en posibilidades de modificar la realidad, tiende como ya dijimos a conductas irracionales que modifican su percepción de la realidad. Esta modificación de la percepción de la realidad se lleva a cabo de manera inconsciente a través de los llamados mecanismos de defensa que son: © Confidencial Psicom@il 2011 1. Negación de la realidad: Es probable que sea el mecanismo más simple y primitivo de todos. En el hacemos intentos por “tamizar” las realidades desagradables a través de ignorarlas o de no darles cabida. La tendencia existente hacia la defensa perceptual es en parte esta inclinación a negar o evitar las realidades desagradables. Por lo general, los individuos tienden a evitar lo que no les gusta contemplar, rehúsan discutir cosas desagradables, se desmayan cuando se les enfrenta a situaciones traumáticas, se niegan a ser críticos, o se involucran intensamente en el trabajo para no atender los problemas maritales o la crianza de sus hijos, o cualquier otro de índole personal. 2. Fantasía: Por medio de este mecanismo se puede resolver la frustración, imaginando que se alcanzaron las metas y que se satisficieron las necesidades. Existen dos tipos comunes de fantasías de realización del deseo que son los patrones del héroe conquistador y del héroe sufridor. En el primero de ellos, se llega a imaginarse, un atleta de renombre, etc., en suma se tiene la idea de ser capaz, poderoso y respetado. Con frecuencia se disipa la hostilidad a través de la fantasía del héroe conquistador, en la cual, cualquiera que se interpone en su camino es destruido o castigado. Estas fantasías actúan como válvulas de seguridad y proporcionan cierta medida de gratificación compensatoria para el individuo. En los patrones del héroe sufridor podemos ver que no es necesario admitir la inferioridad personal, puesto que uno se visualiza en desventaja por padecer de una enfermedad espantosa, de una invalidez que debilita o porque se es víctima de un destino injusto. Cuando esta situación es descubierta por los demás muestran simpatía y admiración. Así la actuación inferior de estos individuos queda explicada sin que éstos se sientan amenazados en sus sentimientos de adecuación y aprecio. 3. Represión: Es un mecanismo por medio del cual se excluyen de la conciencia los pensamientos y deseos que resultan penosos o amenazantes. Por lo general este mecanismo ha sido reconocido como “olvido selectivo”, aunque se refiere más bien a un “recuerdo selectivo”. A pesar de que el material que se reprime se niega a la consciencia, no está olvidado realmente. © Confidencial Psicom@il 2011 Es un mecanismo de autodefensa de suma importancia por el hecho de que brinda protección contra las experiencias traumáticas y repentinas, hasta que el transcurso del tiempo permite la insensibilidad del individuo a los efectos del shock. La represión también ayuda al individuo a controlar deseos peligrosos o inaceptables y al mismo tiempo, a aligerar la angustia asociada con esos deseos. 4. Racionalización.- Consiste en justificar conductas desadaptadas a través de una lógica o adscribiéndoles motivaciones nobles cuando en realidad no es así. La racionalización tiene dos valores defensivos principales: a) ayuda a justificar conductas específicas; y b) ayuda a suavizar la desilusión que se presenta cuando no se alcanza una meta. Por lo general la racionalización involucra un pensamiento lógico que da razones socialmente aprobadas para justificar conductas presentes, pasadas o futuras. Sin hacer mucho esfuerzo, las personas que utilizan la racionalización pueden justificarse a sí mismas, por ejemplo para fines recreativos de fondos materiales necesarios para cosas esenciales. Las conductas que normalmente indican que se encuentra presente una racionalización son: a) andar a la caza de razones que justifiquen la conducta o las creencias propias; b) no ser capaz de reconocer las inconsecuencias o la prueba de contradicción; y c) molestarse cuando alguien duda de las “razones de uno”. 5. Proyección: Mediante este mecanismo de defensa a) se ve a los otros como responsables de nuestras deficiencias, errores y equivocaciones; y b) se considera a los demás como depositarios de nuestros impulsos, pensamientos y deseos inaceptables. © Confidencial Psicom@il 2011 6. Formación reactiva: Algunas veces los individuos se protegen de sus deseos amenazantes, no solo a través de la represión, sino también desarrollando actitudes conscientes y patrones de conducta exactamente opuestos. Así, pueden llegar a confirmar el odio y convertirlo en una faceta del amor, la crueldad es vivida como amabilidad, los deseos de promiscuidad sexual se viven como actitudes sexuales moralistas, etc. De esta forma, estos individuos eligen barreras u obstáculos que refuerzan la represión y mantienen sus deseos y sentimientos reales fuera de la conciencia y salvaguardados de manifestarse en la conducta. 7. Desplazamiento: En este mecanismo podemos ver como las emociones o el significado simbólico que se dirigía a una persona u objeto original cambia de direccionalidad y se deposita en otra persona u objeto. Ocurre con frecuencia que el desplazamiento involucra emociones hostiles y de ansiedad. En algunos casos el individuo que siente que es dominado por sentimientos hostiles a través del trato con otra persona, pero no pueden encontrar las manera de verter hacia afuera su agresión por resultarle peligroso, revierte ese sentimiento hostil hacia sí mismo y empieza a auto acusarse y a recriminarse, llegando a sentir culpas tremendas y auto devaluación. Estas medidas auto punitivas si protegen al individuo de una expresión peligrosa de su propia agresión, pero pueden causarle severas depresiones e inclusive conducirlo a intentos de suicidio. A través de un proceso de asociación simbólica, el desplazamiento puede llegar a ser extremadamente complicado y desviado, por ejemplo. Las fobias. 8. Aislamiento emocional: Aquí el individuo reduce el involucrarse emocionalmente en situaciones que se perciben como decepcionantes o dolorosas. Esta especie de “anestesia emocional”, se presenta comúnmente en la fase de reacción de duelo, cuando se ha sufrido una pérdida importante. El aislamiento de las emociones proporciona una coraza protectora que previene contra la repetición de un dolor previo ya experimentado, pero reduce la participación sana y vigorosa del individuo en la vida. 9. © Confidencial Psicom@il 2011 10. Intelectualización: Este mecanismo de defensa se relaciona tanto con el aislamiento de las emociones como con la racionalización. Podemos ver aquí como la reacción emocional que acompaña normalmente a un suceso doloroso llega a evitarse por medio de una explicación racional que le quita a dicho suceso la posibilidad de ser doloroso para la persona. 11. Expiación: Se proyecta para negar o anular algún pensamiento, impulso o acto desaprobado. Las formas que toma son el pedir perdón, el arrepentimiento, el hacer penitencia y el aceptar castigos por algún acto cometido. La expiación se desarrolla en las etapas del desarrollo cuando los niños aprenden que una vez que piden disculpas, hacen cualquier clase de restitución o son castigados por una conducta no aceptada, el hecho erróneo queda anulado y pueden empezar de nuevo con una conciencia limpia y con la aprobación paternal renovada. Como consecuencia de este aprendizaje temprano, las personas desarrollan métodos de arrepentimiento para anular sus malas obras y estos son eficaces para evitar o mitigar el castigo y el auto devaluación que se instalarían si no hubiera anulación. Por ejemplo, el padre desobligado anula su negligencia llevando regalos a sus hijos, y el ejecutivo falto de ética de grandes sumas de dinero para la asistencia pública. 12. Regresión: Es un mecanismo de defensa en el cual se vuelven a emplearse ciertos patrones de conducta que ya habían sido abandonados. Lo que sucede en la regresión ocurre sobre la base de una falla bastante frecuente en el aprendizaje de reacciones nuevas para traer satisfacción. En la búsqueda de modos de adaptación más exitosos, es natural que traten de descartarse los patrones que anteriormente habían traído cierta satisfacción. © Confidencial Psicom@il 2011 13. Identificación: Se asimila al aprendizaje por imitación, como es el caso de un niño que se identifica con su padre porque lo ha tomado de modelo. La identificación también opera como mecanismo de defensa para engrandecer los sentimientos de aprecio y de protección de uno mismo, contra los sentimientos auto devaluatorios. Al identificarse, los individuos adoptan como propios los atributos de los grupos a los que pertenecen; sin embargo, cuando los sentimientos de adecuación y aprecio dependen mucho de los mecanismos de identificación con los otros, el individuo se vuelve altamente vulnerable a las situaciones de estrés, en las cuales estas identificaciones pueden resultar devaluatorias. 14. Introyección: Está íntimamente relacionada con la identificación, pues como mecanismo de defensa acepta los valores y las normas de los otros como si fueran propios, aun cuando éstos resulten contrarios a las premisas propias, que se habían mantenido con anterioridad. Existe un aspecto de la introyección al que se le ha dado el nombre de “identificación con el agresor” y es un mecanismo de defensa que parece que sigue el siguiente principio: “si no puedes contra ellos, únete con ellos”. 15. Compensación: Las reacciones compensatorias son defensas contra los sentimientos de inferioridad e inadecuación que se originan de las debilidades y defectos personales, reales o ficticios, así como también de los fracasos inevitables y de los rechazos que el individuo llega a sufrir. 16. Sublimación: (El mecanismo de defensa más adaptativo según Freud) la expresión de impulsos prohibidos se canaliza a través de actividades productivas y hasta creativas tales como la escritura, el deporte, etc. 17. © Confidencial Psicom@il 2011