ferrocarril valpo-stgo - Museo Histórico Nacional

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FERROCARRIL COPIAPÓ A CALDERA.
(1851)
FERROCARRIL VALPARAISO SANTIAGO.
(FUE INAUGURADO EL 14 DE SEPTIEMBRE DE 1863).
Puente de los Maquis, construido sobre la Quebrada de los Maquis. Fotografía 1920.
Colección Archivo Fotográfico.
Museo Histórico Nacional.
Departamento Educativo
Museo Histórico Nacional
El Primer Ferrocarril Chileno: De Caldera a Copiapó (1848-1851):
El descubrimiento del mineral de plata de Chañarcillo hecho en 1832 por Juan
Godoy, significó una verdadera “fiebre minera” en la región de Atacama. Hombres de
todo el país y de diferentes nacionalidades acudieron al valle de Copiapó en busca del
preciado mineral. Interminables recuas (largas filas) de mulas cargadas con material que
contenía plata descendían por las laderas en dirección a las fundiciones. Copiapó se
llenó de aventureros y especuladores. Tal era la producción en el rico mineral de plata
de Chañarcillo, que el transporte a lomo de mula se hizo insuficiente y surgió entonces
la idea de un ferrocarril que trasladara rápidamente el mineral.
En 1845 Juan Mouat, un conocido empresario relojero escocés avecindado en el
puerto de Valparaíso desde hacía ya algunos años, fue le primero en imaginar la
construcción de un tren que uniera Copiapó con el puerto de Caldera. Su proyecto fue
bien recibido por el entonces Presidente Manuel Bulnes, quien por decreto supremo le
entregó la concesión a Mouat para la construcción de dicho ferrocarril. Sin embargo, su
entusiasmo se vio frustrado por la falta de recursos y debió abandonar el proyecto.
El ingeniero norteamericano William Wheelwright avecindado en Chile desde
1841, decidió comprar en $ 30.000 la concesión dada por el gobierno a Mouat.
Para poder hacer posible el proyecto Wheelwright, quien era accionista de la
Compañía Anglo-chilena de Minas de Copiapó, contó con el apoyo de importantes
inversionistas, entre ellos Candelaria Goyenechea, Agustín Edwards y Diego Carvallo.
La administración de la empresa quedó en manos de Wheelwright, quien sin
perder ya más tiempo, hizo traer de Estados Unidos a cuatro ingenieros expertos en
trazados ferroviarios, los hermanos Allan y Alexander Campell, Walton Evans y
Edward Wolfe. El largo de la línea entre los puntos fijados para las dos estaciones
extremas era de 81 kilómetros.
Los rieles para las vías fueron traídos desde Inglaterra, y fueron instalados sobre
durmientes de roble.
Los primeros trabajos se iniciaron en marzo de 1850 y para fines del mismo año
el número de trabajadores para la titánica faena superaba los 500 hombres. Las
locomotoras y carros llegaron desde los Estados Unidos.
En la primera quincena de diciembre se terminaron completamente los trabajos
de los 81 kilómetros de la línea y se fijó para el 25 de diciembre de 1851 su
inauguración oficial.
“La Copiapó” fue la primera locomotora en recorrer las vías nacionales y la
tercera en Sudamérica, después de la de la Guyana Inglesa y la del Callao, en Perú.
La llegada del ferrocarril a Chile va a significar un impulso modernizador en el
país y rápidamente la idea se trasladó a la zona central del territorio nacional donde era
urgente la disminución de los tiempos de viaje entre Valparaíso y Santiago.
Locomotora “La Copiapó. Fotografía 1860.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Retrato de William Wheelwright. Fotografía Trae, 1860.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
14 de septiembre de 1863 fue inaugurado el Ferrocarril Valparaíso-Santiago:
Hacia 1840, el camino que unía Valparaíso con Santiago constituía la arteria
principal para el comercio interno del valle central; sin embargo se encontraba en muy
mal estado; eran casi inútiles los esfuerzos por repararlo luego de cada invierno y las
carretas y diligencias que viajaban quedaban atrapadas en el barro. El transporte de
productos entre Valparaíso y Santiago era lento y difícil. Las carretas tardaban seis días
en ir de Santiago a Valparaíso y en invierno el doble. El viaje que tardaba menos cubría
el recorrido en dos días, pasando la noche en Curacaví o Casablanca, y se hacía cambio
de los caballos de la diligencia en tres puntos del camino.
En el año 1842, el genio emprendedor de William Wheelwright concibió la idea
de construir un ferrocarril que uniera Valparaíso y Santiago. El proyecto fue mirado con
muy buenos ojos y el gobierno le encargó al agrimensor italiano Hilarión Pullini, un
estudio minucioso y acabado del posible trazado de la línea férrea.
En 1849 fue aprobado por el Congreso Nacional el proyecto para la
construcción del nuevo ferrocarril. Con el objetivo de lograr conseguir recursos para la
materialización del proyecto fue fundada la primera sociedad anónima chilena: “La
Compañía del Ferrocarril de Santiago a Valparaíso”. Esta sociedad estaba conformada
por capitales del estado y privados, y contaba entre sus principales capitalistas privados
con Matías Cousiño, Candelaria Goyenechea y el norteamericano Josué Waddington.
El 1º de octubre de 1852 se puso la primera piedra, dando inicio al proyecto que
en un comienzo se pensaba terminarían al cabo de cinco años, pero que sin embargo se
alargaron a más del doble de lo estipulado en un comienzo. La ruta escogida fue a través
de la Ciudad de Quillota.
Allan Campbell ingeniero norteamericano contó en su comienzo con poco más
de trescientos trabajadores, los que para 1853 alcanzaban a 2.400 obreros; sin embargo
la falta de experiencia y desconocimiento del terreno, hizo particularmente difícil la
construcción y Campbell falto de recursos, sumado a los problemas que se presentaron
en el camino decidió abandonar el proyecto y regresar a su país. Luego el proyecto
pareció caer en desgracia y dos de los ingenieros que sucedieron a Campbell perdieron
la vida durante las faenas de construcción del ferrocarril.
Durante algún tiempo los trabajos estuvieron detenidos por falta de recursos y
solo la llegada del ingeniero contratista norteamericano Enrique Meiggs fue decisiva
para completar los tres últimos años de trabajo y finalizar el trazado. Meiggs se
comprometió con las autoridades a finalizar los trabajos en tres años y para cumplir
con su compromiso, ofreció a sus trabajadores incentivos por cada meta alcanzada.
Los trabajos no tardaron en tomar una actividad tan extraordinaria que llegaron a
contarse mil obreros en sus faenas, entre mineros, herreros, carpinteros, mayordomos,
peones y especialistas extranjeros.
El trazado obligó atravesar la cordillera de la costa y para lograr tal objetivo fue
necesario construir túneles y obras viales de gran envergadura, que hasta hoy causan
admiración.
La inauguración oficial del Ferrocarril Valparaíso a Santiago se realizó el 14 de
septiembre de 1863 y la ceremonia fue presidida por el Presidente José Joaquín Pérez.
Las principales autoridades salieron por separado desde Santiago y Valparaíso
respectivamente, deteniéndose en la estación Llai-Llai donde se efectuó la ceremonia de
inauguración.
La monumental tarea estaba concluida después de más de una década de trabajo.
La vía completa tenía 187 kilómetros de longitud y su costo total fue de 11.317.182, el
doble de lo que se había previsto.
Enrique Meiggs. Fotografía 1865.Colección Archivo Fotográfico.
Museo Histórico Nacional.
Estación Mapocho. Fotografía 1900. Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Presidente José Joaquín Pérez. Fotografía Emilio Chaigneau, 1862.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Estación Bella Vista, Valparaíso. Fotografía Harry Olds, 1900.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Puente de los Maquis. Fotografía 1895. Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Puente de los Maquis. Fotografía 1889. Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional
Estación de ferrocarril en Valparaíso. Fotografía 1930.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Tren automotor eléctrico Alemán AM6. Fotografía 1955. Colección Archivo Fotográfico.
Museo Histórico Nacional.
Estación de ferrocarriles de Limache. Fotografía Einar Altschwager, 1930.
Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.
Cruce Ferroviario en Viña del Mar. Colección Archivo Fotográfico. Museo Histórico Nacional.