Curso de Predicción Económica y Empresarial www.uam.es/predysim Edición 2004 UNIDAD 3: MODELOS ARIMA Etapas de una aplicación ARIMA 1) Recogida de datos. Para aplicar esta técnica se necesita un mínimo de 20 datos para series no estacionales y al menos 30-40 para series estacionales. Sin embargo, es conveniente disponer de 50 o más datos y, para el caso muy frecuente de series mensuales, es habitual trabajar con entre seis y diez años completos de información. 2) Representación gráfica de la serie. Para decidir sobre la estacionariedad de la serie es de gran utilidad disponer de un gráfico de la misma, opción prevista en los programas de ordenador disponibles. Complementariamente, puede utilizarse otras medidas más precisas como por ejemplo, medias y desviaciones típicas por subperíodo. La mayor parte de programas de ordenador incorporan los llamados test de detección de raíces unitarias. 3) Transformación previa de la serie. La transformación logarítmica es necesaria en caso de heteroscedasticidad. Sin embargo, es una transformación muy frecuente, incluso en series con dispersión relativamente constante en el tiempo. Una posibilidad práctica es ensayar siempre con la serie original y en logaritmos y comparar resultados. 4) Eliminación de tendencia. La observación del gráfico de la serie nos indicará la existencia o no de tendencia. Los test de raíces unitarias aportan pruebas estadísticas. Una tendencia lineal será corregida tomando primeras diferencias (d = 1), lo que será el caso más frecuente. Una tendencia no lineal exigirá habitualmente una sola diferencia adicional (d = 2). Complementariamente puede darse tendencia en el comportamiento estacional, lo que exigirá diferencias entre valores del mismo mes o trimestre de años sucesivos. Generalmente será suficiente con una única diferencia (D = 1) 5) Identificación del modelo. El paso siguiente consiste en determinar el tipo de modelo más adecuado para la serie objeto de estudio, es decir, el orden de los procesos autorregresivos y de medias móviles de los componentes regular y estacional (valores de p, q, P y Q). Técnicamente, esta decisión se toma a partir del examen de las denominadas funciones de autocorrelación y autocorrelación parcial. Habitualmente se terminará trabajando con los modelos más simples: AR(1), AR(2), MA(1), MA(2) y Página 1 de 2 ARMA(1,1), tanto en la parte regular como en la estacional. En caso de duda pueden seleccionarse varios modelos alternativos, que serán estimados y contrastados posteriormente, para decidir el modelo definitivamente adoptado. 6) Estimación de los coeficientes del modelo. Decidido el modelo, se procede a la estimación de los parámetros. Dado que se trata de un procedimiento iterativo de cálculo, pueden sugerirse valores iniciales. Esta opción debe, sin embargo, dejarse para cuando se tenga una experiencia suficiente en el uso de modelos ARIMA: 7) Contraste de validez conjunta del modelo. Utilizaremos diversos procedimientos para valorar el modelo o modelos inicialmente seleccionados: contraste de significación de parámetros, covarianzas entre estimadores, coeficiente de correlación, suma de cuadrados de los errores, etc. 8) Análisis detallado de los errores. Las diferencias históricas entre valores reales y estimado por el modelo constituyen una fuente de especial interés para una valoración final del modelo. Deberá comprobarse un comportamiento no sistemático de los mismos, así como analizarse la posible existencia de errores especialmente significativos. 9) Selección del modelo. Sobre la base de los resultados de las etapas precedentes, debe estarse en condiciones de decidir sobre el modelo adoptado. En caso de que ninguno de los estudiados nos proporcione resultados suficientemente satisfactorios, deberá reiniciarse el proceso en la etapa 3, revisando cada una de las decisiones previamente adoptadas. También puede ser el momento de cambiar de técnica o hasta de replantearse los objetivos del estudio. Incluso puede ser preciso revisar los datos recogidos en la primera etapa, que pueden contener errores o exigir una revisión a fin de garantizar una homogeneidad en los criterios de cómputo utilizados. 10) Predicción. El modelo seleccionado servirá como fórmula inicial de predicción. Deberá comprobarse la congruencia de las predicciones con los valores ya conocidos y analizar a posteriori los errores que vayamos cometiendo. El modelo podrá reestimarse con la nueva información disponible o incluso reiniciar todo el proceso en caso de resultados no satisfactorios. Página 2 de 2