í11O1. JUEVES23 DFJUNTO DE1887 18. SUSCRICION. Triméstre.... Trimestre.. ANUNCiOS. 4’SOpesetas. FRANCIA. . . 4’50 » Los anuncios, comunicados y remitidos, á precios convencio nales, con las personas que con ellos nos favorezcan. insérlese ó no, no se deue1— ve ningún original. Seulallario Ripollós. Córrespondencia: á la redac— chIn, calle Vieja. Números sueltos, 14 cántimos. fl r cut o. .‘ MEDIDA LA CUARTERA. TtIGO, 43 pesetas._—MAIZ,’lOpesetas.=HABICHUELAS, 00 pesetas.=PATATAS, 8 pesetas.=TOCINO SECO, 00 pesetas.=SALCIIICHÓN SECO, 00 pesetas.—JUDÍ.AS, ‘12 pesetas. 3Unli. Jardín frutero .—Corte de las ramas inótiles de los cerezos y demás árboles de su clase.—Con— tinuación del rigo en los arbustos trasplantados—Principio de la cosecha de algunos frutos.— Aclarar las amas de los árboles de respaldo y pared.—.lngertos.—Segunda labor á las vifias. •Huerta.—.+Siembrade judías suizas y guisantes para las últimas cosechas (le otoño—Renovar tpds las iembras de los meses anteriores—Riego continuo.—Plantar de asiento las legum— bres setnbradas en el criadero—Primera cosecha de la mayor parte de las legumbres—Dejar crecer los espárragos para poder sortear los tallos.—Cortar los melones.—Rociar á menudo los os de sol á las orquideas del invernadero—Cubrir con campanas de cristal las plantas exóti— cas, e itando que les de mucho aire y agua. Jarc/in.—Florecencia de las clavelinas.—Multiplicacióu ior medio de esquejes.— Florecencia de los lirios—Quitar las cebollas de los tulipanes y jacintos cuando las hojas amarilleen, es— ceptuando los que se deseen conser%ar para semilla—Plantación de rosales, cactos, ete.—em hrar la semilla de la giringuilla. FERIAS DE CATALUÑAE’ ESTE MES. 8 Cervera. II Salardó. 13 San Celoni y Santa Pau. 15 Calonge. 24 Pineda y Tremp. 29 La Bis— Naranjales é invernadrros.—Riego abundante y frecuente á los iiaranjos.—Es.tacar las plantas ial y Pons —Movibles.—3 Copons. 7 Arlucias y Centellas. 8 Vilaller. 22 Riudarenas, Mongat, que quiren sombra.—Id. de los naranjos en tierra húmeda.—Evitar los rayos demasiado vi— Valls y Vilasar. Lunes 27. S. Zoilo mr. y S. Ladislao rey. Hoy Jueves 23. S. Juan presbítero y mártir y Sta. Agripina vg. y mr. S. Zuilo. Fue Zoilo cordobés de nación y de esclarecida estirpe, y alcanzó la palma de S. Juan. Sirvió este Santo á la iglesia de Roma con fé y pureza de corazón en todo lo que pertenecía al sagrado culto cuando por los años de 362, negándose adorar los falsos dioses, lue martirio con sus compañeros en el año 300 de Jesucristo. mandado degollar por el emperador Juliano el apóstata. Martes 28. 5. León IT. papa y cf—Vigilia—Ayuno con abstinencia de carne.—Cuarto cre ciente á las 9 h. 36 m. mañana en Libra—La temperatura es mas elevada el cdlor se hace Viernes 24. ( Antes ). La Natividad de 5. Juan Bautista. La NatividCdde S. Juan Bautista. Nació este santO profeta, y más que profeta, como dice el sentir con alguna intensidad, tiempo ariable y propenso á tempestades. S. León. JI. Sucedio al santo papa Agatán. Fne m’arón santo, doctor igilante, agradéble SavadQr, eniui.n había de.acabar la ley de los profetas, aquel santo precursor santifica do en el vientre de su madre cuya concepción fué acompañada de tantas maravillas, y por nl— muy diestro y ejercitado en la música. lleforinó el cauto llamado gregoriano y murió en el año timo aquel hombre tan extraordinario de quien asegura el Evangelio no haber nacido otro ma del Señor de 684. yor qu él entre los hijos de las mujeres, seis meses antes que el Salvador. Miércoles 29, 5. PEDRoY 5. PAaL0apóstoles. Sábado 23. S. Guillermó ab. y Sta. Febronia vg. y mr. Stos. Pedro y Pablo. Pedro, cuyo nombre recibió después de tan expresa confesión que hizo 8. Guillermo. Natuial-d, Veceli en Italia, instituyó el orden de Monte—Virgenen medio de de la di inidad de Jesucristo, de la clase de simple pescador fue ascendido al alto cargo de un espantoso désierto, donde colmado de virtudes y merecimientos entregó su alma al criador Príncipe de los Apóstoles. Después de haber alumbrado con su doctrina y admirado con sus en este día’del año 1242. milagros á todos los pueblos de Judea, y pasado posteriormente á Roma con el mismo objeto, fue martirizado y últimamente crucificado por orden de Nerón en este día del Año 63. En igual Doningo 26. IV. Stos. Juan y Pablo hermanos mr. día y por orden del mismo emperador fue decapitado su coupañero S. Pablo, quien por gozar Stos.. Juan g ¡ablo. Hijos de una nóble familia romana; los cuales después de haber sido del privilegio de ciudadano romano no fué condenado á aquel afrentoso suplicio. ascendidos á las más altas dignidades deja corte imperial fueron martirizados en el alio 363 por haber confesado la religión de Jesucristo. LA LUZ DEL FONDO DEL MAR. El mar extendía su inmens superficie d. unos contiñentes á otros, jer aun no surcaba nave al una sus oda solitérias Después que el sol, en la zonas cercánas á los trópicos, trasponía el ho rizonte, hundiéndose en la apariencia entre las aguas y tiñendo cii vivos colores, con sus últimos rgffejos, las olas y las nubes, un rápido crepúscu lo da paso la callada noche. El Océano, en— tonces,c iluminaba. Ráfagas de luz verdosa ó amarilla brillaban en las crestas de las olas; las a’uasal hocar contra las peñas asemejaban cas— adas d perlas luminosas y cada gota que salpi— caba por lo aires, se convertía en chispa, relu— eienç1o en e espacio. A flor de agua y en medio de la mar las rúfagas de luz dibujaban las más extrañas y caprichosas figuras, grandes y com— licados arabcsco, guirnaldas lucientes que cam— biaban constantemente deforma, de taiúaño y de matíz. Cuandó algún animal marino, de esos que riojai1 altos surtidores de agua, cruzabñ en me— dio de lanoche la superficie del mar fosforescen— t, parecía lanzar por sus aberturas nasa1e cho rros de fuego y marcaba con doé líneas de luz la ‘luela de su paso por el’mar. Tal espeátáculo, inamfestacióu d la vida oceá nica, se repetía constantemente noche tras noche sin tener en épocas remotíimas más espectadores que los séres que flotaban en la superficie de las aguás. Por fin el hombre se ñsomó á las costas del Océano Indico. Inmensa debió ser la admiración y la sorpresa que é. la vista (le tau maravilloso cua dro experimentaran los que por primera vez lo contemplaron. Aquellas imaginaciones toscas bu— bieron de apurar todos sus recursos para idear to do lo más fantástico y grande que les fuera posi ble concebir como causa del misterioso fenómeno. Y los abismos del mar se supusieron alcázar de séres superiores, de dioses y de genios cuya pre sencia revelaban los juegos de luz á través de las agitadas ondas. Más tarde, el desarrollo de la imaginación sir vió para añadir ricos detalles á los misteriosos mo radores del Océano, y cuando, modificadas las ideas, tomaron las suposiciones otro rumbo, los árabes del Golfo Péisico, y los demás habitantes de aquellas costas cercanas imaginaron, siempre en su tendencia itt lo extraordinario, que aquellas ráfagas luminosas que en la superócie y en el in terior de los mares veían, eran reflejos de los fue gos del infierno, brillando mí.través de las rocas del fondo y de la masa traspareLte de las aguas. Aún hoy día, cuando el hombre surca en pode roso barco aquellos mares y los ve brillar junto á las bandas, y formar remolinos de fuego bojo la quilla, no puede menos de seutirse inclinado ha cia lo maravilloso y extraordinario No hay nada, sin emago, el fenómeno de sobrenatural en Animnalillos en número incalculable y de peque ñez extrema, puchian el agua del mar, especial mente en las zonas tropicales. Estos pequeños or ganismos foú’orecen ó relucen en la oscuridad y comunican su luz en las aguas t’oude flotan. Más de mil pueden coi1arse en un ceo ímetro cúbico de agua, es decir, más de un milón en un litro. ForamíiiUbpos los llaman los naturalistas á cau sa de los muchos agujeros que perforan los lami nosos estuches en donde guardan su cuerpo di minuto y gelatinoso. Con ser tan pequeños y sen cillos presentan tan rica variedad en sus caracté— res exteriores, que los sabios reconocen áctual— mente hasta dos mil especies de ellos, siendo los que más abundan los llamados ,qloberinos. cuyos esqueletos cubrei el fondo de los mares. Estos séres flotan en las aguas marinas, hormi guean entre sus ondas, son despedidos al aire con las gotas líquidas cuando el mar se deshace en es puma al chocar contra las rocas (le las costas, y bajan también hasta las más pofnudas capas lle vando la vida mítodos los ámbitos del Océano. Pero no son ellos los únicos séres que comuni can su fosforescencia al mar. Hy peces, molus cos, crustáceos, medusas y asterias que también relucen, y algas microscópicas que, al par que claridad, dan vatios y extraños matices á las aguas donde flotan. Séres sensibles en grado su mo mí. las acciones externas y que hacen patentes sus impresiones por el medio de manifestaciófl EL JUEVES. más perceptible en ellos, por la luz que dan á co nocer á lo lejos su existencia. Cárgase de electricidad la atmósfera, amena zando ruidosa tormenta en las zonas tropicales, cambia la monzón variando las propiedades de los vientos, elévase la temperatura de los aires y de las aguas, y en cualquiera de estas variaciones ú otras semejantes se ve á los habitantes luminosos del Océano aumentar extraordinariamente su ful gor. Hé ahí un medio de predecir las variaciones del tiempo y de determinar el curso de las tem pestades. Al aumentar la fosforosoneia de aque llos séres en la mar, marcan sobre las aguas con un rasgo de fuego el camino que ha de seguir en los aires la tormenta. Poniendo en un fraseo de cristal un poco de esas aguas fosfbrescentes se forma un verdadero baró metro luminoso. Los días en que el tiempo está en calma, apenas seohserva fosforescencia algu na, y en cambio los miles de séres que bullen en el liquido se agitan y brillan cori desusado res plandor á la proximidad del temporal. - * Esto es lo que se ve en la superficie. Más, ¿cuál es la escena bajo las aguas, en lo más profundo del mar? En las primeras capas, donde aún penetra du rante el día la luz del Sol, y donde nadan la ma yor parte de los séres que llegan á la superficie y en ella brillan, el espectáculo es semejante al que sobre las ondas se contempla. Los moluscos fos forescentes, unidos unos con otros por ventosas que poseen en sus extremidades, forman largas cadenas ó caprichosas figuras luminosas que se balancean en el seno de las aguas por entre las que cruzan las medusas (le luz amarillenta, dila tando, y contrayendo su cuerpo gelatinoso. Los crustácr’os de ojos relucientes, y los peces de fos forescencia verdosa, coutribuyen á iluminar esas primeras capas y en el fondo do la tibia luz que los foraminíferos y las algas microscópicas sunu— nistran, se destacan los carnosos políperos adqui— riendo color á influjos de esa luz. Pero la vida se manifiesta hasta en las más pro fundas capas submarinas. Hasta hace muy poco tiempo se creía que á más do 600 metros bajo el nivel del mar ya no podía existir sér viviente al guno, entre otras causas, pci, la presión de las aguas que ha de ser enorme pasadas esas profun didades. Según esto, el animal marino mas atre vido era el coral de Noruega, la lop7reia rolí— foca, cuyo rojizo ramaje se encuentea adherido á las rocas á 600 metros bajo las aguas. Pero las investigaciones submarinas de estos últimos afios han demostrado no solo la existencia de auimales á 1,000, á 2,000 y á 3,000 metros bajo el nivel del mar, sino que han revelado hechos aún más inte resantes y curiosos sobre la disposición de los es pacios á esas profundidades. Los rayos solares no pueden penetrar más abajo de los 10 metros, término medio; luego pasado este límite habrán de encontrarse las más espantosas tinieblas. De haber animales en esos lugares, y en tales condi ciones, debieran presentar atrofiados los ojos, ór ganos inútiles en un mundo donde no hay luz, y al sacar esos animales fuera do las aguas, forzoso es que presenten cubiertas de matices grises y sombríos, pues los cuerpos no adquieren colores mareados más que á la influencia de la luz. «El Sol, dice Rauciau, se pinta en la fauna de una Co marca » Así los animales de los trópicos, espe— dialmente insectos, peces y reptiles, poseen más brillantes colores que sus congéneres de las zonas templadas y glaciales; ruieiitras que bajo el es plendor de la luz el colibrí y la mariposa adquie— en sus colores de reflejos metálicos por lo bri llantes,en el fondo de las grutas subterráneas se encuentran animales de colores grises y uuifor— mes, ciegos casi siempre en medio de las densas tinieblas en que viven. Este sería el carácter que todos los séres del fondo del mar debieran pre— sentar, caso de que existan y de que en aquellas profundidades no hubiera luz ninguna. Ahora bien; en la expedición que hizo há dos años el vapor 7bavailleur por la costa Cantábrica, se observó que más abajo de los 500 metros, los peces eran muy escasos, pero que todavía se ha llaban bastantes especies de moluscos y crustá ceos. A los 500 metros se pescaron ,qor,qoniaflOs de fosforescencia verdosa, tan viva, que al agi tarlos en la oscuridad parecían desprender de sus caparazones una lluvia de fuego, al resplandor de la cual podía leerse perfectamente. De 700 á 1000 metros hállase el Geryons tridens, cangrejo de ojos fosforescentes, y por fin, á profundidades pró ximas á 2000 metros, se encontraron qalathíanos ciegos, con los ojos transformados en espinas. Otra expedíción muy reciente, ha encontrado en el golfo de México, y á más de 1000 metros de profundidad, peces fosforescentes y otros anima les de colores blancos, rojos, verdes y anaranja dos, y de ojos tan grandes como los que viven en la superficie del mar y reciben la acción de los rayos del sol. Igualmente Wallich encontró equi nodermos en el fondo de los mares glaciales, con colores tan vivos como los animales de las costas. De todo esto resulta, que esos abismos del Océa no no son desiertos de tinieblas. Allí hay sére s que nacen y se desarrollan sin subir en busca de la luz solar; y en esos espacios que se extienden á miles de metros bajo la superficie del Océano y donde no alcanzan los rayos directos (le la luz del sol, que baña la superficie del planeta, existe otra luz, la de la fosfovescencia.Esos peces moluscos, crustáceos y demás lanimales fosforescentes, que moran tan profendos, son los astros errantes de las regiones submarinas. Habiendo luz, claro es que los animales que allí morani han de tener vista, puesto que se ejercita y no hay motivo para que se aniquile, para que se atrofíe como les pasa fr los peces, reptiles é in sectos de las averna subterráneas. Esto resulta de que los sabios llaman la adaptación al medio. La distribución de las plantas no es la misma en las profundidades de los mares. Algas, propia— mente dichas, no se encuentran pasados los 350 metros. Las diatomeas (consideradas por algunos corno organismos animales) se extienden hasta los 900; pasado este límite, lo que abunda única mente es el bathybius, mucus organizado, sus— tancia intermediaria entre las formas animales y vegetales más rudimentarias, y pasto habitual de los moradores de las profundidades del Océano. El estudio de la fosfrscencia espontánea de los mares ha hecho que el hombre fije su atención en otros casos de fosforescencia, y en que trate de apoderarse de ésta y utilizarla y manejarla como el vapor y la electricidad. Ya lo ha hecho. Los químicos sabían que cier tas sustancias corno los sulfuros (le bario y de calcio, que han estado expuestos á la luz ,solar, fosforecen despues en las tinieblas. Hay otros cuerpos que fosforecen por el choque, como dos pedazos de cuarzo cuando se frotan ó golpean uno con otro; el azucar de pilón, cuando se le parte en la oscuridad, desprende ráfagas de luz fosforescente, y otras materias hay que brillan por la acción de las más débiles corrientes eléc tricas. Así, pues, el fenómeno de la fosforescencia es bastante general, pero de la que se han sacado más aplicaciones es de la que presentan los sul furos antes mencionados. Con ellos se ha prepa rado una especie de barniz luminoso que emite una luz fósforescente de un matíz rosa violáceo. Preparado este barniz al óleo resiste al aire y al agua y hace luminosos en la oscuridad los cuer pos que recubro. Utilízase por esto con ventaja para hacer visibles durante la noche las esferas de relojes y barómetros; barnizadas con tal sus— tancia las molduras y adornos de un salón, se ob tiene un decorado fantástico. Pueden hacerse tam bién carteles lunj1Qs qre se lean á oscuras, es decir, sin más luz ue lt que. ellos den. En los ferio—carriles y vapores ensaya el sustituir la luz del petróleg cm itó los techos de wagones y camarotes con el ba’níz ‘uminoso. La marina ha sacado además otra apliçión. No ha mucho tiem po l.nzóse al rnr it1, una boya fosfores cente; á más de 90 metros se la distinguía con cla ridad flotahdo sobre las ondas, indicando al mari no el peligro durante la noche. Hace unos meses daba M. Heatori una confe rencia en la Society of Arts, de Londres, y sor prendió á su auditorio presentando una estatua de mármol resplandeciendo en medio de la oscuridad. El efecto no podía ser más fantástico. Lo vago de los contornos, lo indeçhso de las lmnea7. y.el ma tiz pálido dé la luz, daban mmrelce extradina rio fr la figura. Estaba barnizada con la ezcla fosforescente. Finalmente, la última aplieación’ que trata de obtenerse (le la fosforescencia es la más impor tante y la más en relación con el papel que des empeña en el fondo del mar. Van á desterrarse las láuiparas çle seguridad, de min,erqs y , .susti— tuir su efecto por los brnices luminosos dispues tos de modo hábiL Los ensayos -hah& objeto, prueban lo práctico y beneficioso de la idea. El gas grisi, el enemigo del minero, no impide la fosforeScencia y sta no iuama. e] te mible gas. La lu del fondo de las minas ,erd ca— mo la del fondo del mar —D..H . »jt1.. BIENREI.RÁ QUIEN RtEtLUtTtM’O’ Allá por los tiempos de Felipe II, vivía en l capital de spafIa un hidolgo,ueomé’dudQ,•qué.te— nía una hita, morena ,era• elia1.pero una moreia CQtflO lios manda. Era uno de aquellps.tipos en los cuales el más lerdo en la materia,, ve .rtrat4a la raza morisca en toda su pureza, anos cabellos negros comuoel ébano y peinados en rizadísirnos buc1e, d,Qrn ban su hermoso semblante, y decimos hermoso, porque nada podua daise que tuviea pre,za de líneas y fuera más picarezco ála’ vez, ue el, rostro de D. Teresa de Aguiléra. Unos ojos grandes, negros y.rasgados, ilumina ban una cara ligeramente morena y en la cual un observador hubiera descubiertó ciertos rasgos que denunciaban una firmeza de caráter á toda prue ba, á la par que una exquisita senibilidad. Acaba ban de prestarle encanto, íina boca preéiosísima por lo diminuta y la blancura de sus diéntes,uh nariz de perfiles, puramente griegos., y mmpar de deliciosos ojuelos que al sonreir ,formban su aterciopeladas mejillas. Se contorneaba al andar con ese dejo especial, peculiar solo á las mujeres .es1iañolas,ypor el ex tremo de su vestido, asornabala punta dp 1111 pié que mejor no lo hubiera hecho Fidias con su pin cel. La noche en que empieza nuestra narración, e taba D.a Teresa, sentada en un cenador del ardin de su casa, situada- enla calle de la Monter y esperando fr álguieu. céu visibles muestras d’ im paciencia, fr juzgaí’ por. el nervioso moVineiio de sus blancas manos, qüe estrujaan covulsiv, mente un finísimnopañuelo de encaje. Por fin, después de dos horas.de espera y en el, moiento en que sonaban las dpce, se abrió l puerta del jardín, y apareció la gallarda’figura de un jóven ricamente vestida. Ningun hombre más fr propósito para héer concebir álas mujeres una idea de D. Juan Tenorio, que D. Leoncio dé Sanjoañ, pelo negro, natural mente rizado, ojos del mismo color, y un pequeño bigote rizado en sus puntas del mismo matiz que los ojos y el pelo, formaban los principales atra . . . . . . . EL JUEVES. tvs de nuestro jóvri galan, vestía éste una ri— quísma rópilla de terci9pelp, azul, con cuchilla 4blancas calza del mismo, color y altas botas de’garnuza rematadas por sonoias espuelas de oro, que producian al andar un sonido metálico espe cial, cubrían sus manos, perfumados guantes de úmbr y se reflejaba la luna en la taza de plata de lhéad que petídía de su cinto, cerrado por dPbrohe del mismb metal que las espuelas. No lucía menos el broche de brillantes que guarneca su gorra de seda azul también, y se btd*la gracioaniénte la blanca pluma que la a1o+iába Nbi’ei hibó entÑdo en el jardín, cuando di rigiéndose precipitadamente al sitio en ue doña Teea4t guar4ba;. cojió’una de sus Iuos y con pasión, sentándose luego Tomó éste su defensa como es natural, y fueron subiendo de tono las palabras hasta el extremo de llegar á oirse un mentís, seguido de algunas otias 1Gdo. Teresa mía, interrogaba él, ¿ sérás ca cederá las. exigencias de tu padre y entre ga tu mano á ese viejo y ridícdllo duque que no i jlva otra ventaja que su título? no, eso es ipsiblo;k io serás capázde tau negra traición, p que. tu- se es el mío, y sin tí me sería imposi e,, iioport.able la existencia, tu me jiraste un da’,, rante la efigie de tu Patr9na santa’ Teresa, ser míi 6 de nadie, pues bien, yo he sabido tu pro— ytçlo enlace. con ese duque maldito y vengo á eigirte el cumplimiento de tu palabra, para eso vaIindorne d tu doncella te he citado hoy aquí, jra decirte que ese enlace es imposible y que si ño lo ramps tú desobedeciendo á tu padre ó cQn niéndo’lé si puedes, lo romperé yo, que para eso so caballero y ara eso llevo espada al cinto, ii’ no permitir que se veje á una noble doncella y se la obligue á fa.ltai á sus juramentos más so— palabras mal s’)nantes. Pasado poco rato se destacaron del grupo seis personas, que con pretexto de ir it cenar en una hostería de las afueras, se dirigieron al puente de Toledo, una vez allí, brillaron sus aceros, se pu sieron en guardia ambos rivales, y empezó el combate. El duque era un diestro espadachin, y creyó derrotar facilmente á su adversario, pero se en contró con que éste, á una serenidad á toda prue ba, reunía una fuerza poco conún, y una destre za extraordinaria, de esto huho de conveneerse el duque, desde los primeros encuentros apeló en— tónces á todas sus astucias, queno le valieron, no obstante, pues en el momento, de tirarse á fondo, no hizo más su contrario que extendiendo el bra zo, apartarse de la líflea de armas,y asestarle una estocada que 110pudo parar, penetró tia espada en su pecho y cayó pesadamente al suelo. ( Se concluirt. ) LA NINA l)EL CEIETlRl. A fesia ne tocan ja, Nc tocan ja las campanas, Las campanas de la iglesia, De la iglesia de Vaildaura. Ja vesteixen á la nuivia. Ja la vesteixen de gala, Faldillas negras Ii pasan, Xinel—la y mitxa rei’ada, Mocadó’ y gipó de seda Y la mantellina blanca. A festa ne tocan ja, Ne tocan ja las campanas Las campanas de la iglesia, De la iglesia (le Valldaura. Per rébrer la comitiva Lo nuvi ja se adelanta, Y devant lo cementiri. Que toca á la iglesia, ‘s para. La pota del cementiri Dos feixuchs xipres la guardan. A festa nc tocan ja, Nc tocan ja las campanas. Las campanas de la iglesia, De la iglesia de Validaura. De proifipte, nc sent lo nuvi Que una má ‘1toca en la espatila. es la má de una nineta. —Te supico por Dios, ifli amado Leoncio, que iio dudes un solQ momento de que te amo con to do mi corazón, de que por tí daría ifli vida toda, y de esto te tengo da-das bastantes pruebas; pero ieaimposibJe desobedecer á mi padre, el du que le tiene en su poder, porque ha sorprendido una carta que le compromete muy gravemente, y caso de no casarme yo con él, lacabeza de mi pa4re oaa’ía poi un eadalso’comecómplice de los flamencos, hoy he visto al ji, rogado que tuvies compasión de mf, l l’ie ép’ñesto”e’I eta— do de ii corazón, le he amenazado con tu cólera; pero me ha coutestado’cou una’ insolente carcaja da diçiéndome que él se reía dé todo, y que á pe— indp etQy) i;í,uya. ‘Vie”Dí,o, ‘jue ‘eo se ‘ha de var; ha diho que él s edetodÓ, pues Uieñ ‘ad4os nedesde cile que, bien reí ;qq con la vida le arrancará esa carta que así te escla . Que lo xipres amagava, Y que á sos ulis se presenta PMida y desencaixada. A festa nc tocanja, Nc tocanja as campanas, ‘. Después de estas palabras, abandonó nuestrojó ven precipitalamente el ‘jardín, dejando sumida en amrgd’ llanto á.D. Teresa:en cuya situación peraianeci4 hasta el despuntar del alba hora en’ qe’seretfró’ a su aposento. II. Al qeie era el 14’de junio, estaba, nuestii ‘a’iigd e6 unión de varios otros jóvenes pertenecientes á’la. nobleza castellana, hablando -en las gradas ‘de San Felipe, más vulgaruente co nbiÚpor i ‘ñetidro,ando acertó á pasar por allí 1 Sr. de de l-Fontana, ó sea el rival .del enamQd dcelnó éste al verle,agol— pçse tçda la satigr& á su cabeza, y sin darse tiént’dé Id que hcía; adelantd dos pasos hácia detuvo no obstante, cvntenidn .perla reile— que ya euía un motivo para. prtívocarl6,.‘no ie hio esperar éste, pues á los pocos momentos se mezció el duque en la conversación de los demás jóves, y en-tóáces fu,rró D.’LiUleado el momento oportuno, ,alefeto hizo girar la conversación, so bre los auntos del día, y empezó á atacar ruda mente á los itnuø, á cuya nacionalidad el duque pertenecía. Las campanas de la iglesia, l)e la iglesia de Valldaura. —aj, Y jo?,. .=diu la fina ab ulis Que de las concas Ii altau. ¿Qué s’ es fét aquell amor, Aquel! amor que m juravas, Que ‘in prometeres cefi voltas Ballantne-sams en la plassa?» (1). A festa nc tocan ja, Nc tocan ja las campanas, Las campanas de la iglesia, l)e la iglesia de Validaura.i «Pobreta de mí, que ‘t creyal - — - lPobre de ini, y desditxada, Que tot donante lo or Ma honra ab él! te donava! ¿Qué faré, pobra deini, Pobre de mí y desgraciada?» A festa nc tocan ja, Nc tocan ja las campanas, (1) pais. La dansa ó lo «balidel ranis,» bali característichdel Lascampanas de la iglesia, De la iglesia de Vaildaura. Lo nuvi passa de llarch Sens ni tan sois escoltarla, Y dona la m á la núvia, Y á la i&esia 1’ acompanya, Y per devant de la nina La comitiva passaha. Y á festa nc tocan ja, Nc tocanja las campanas, Las campanasde la iglesia, De la iglesia de Vaildaura. Ja son dintre de la iglesia: Ja s’ agenollan, ja ‘ls Casan; Ja la nina del xiprer Cu en terra desmayada, A rrancant nc un plor del pit Y dihentne: «Deu me valgaL.» Y á festa nc tocan ja, Nc tocan ja las campanas, Las campanas de la iglesia, De la iglesia de Taildaura, Ja n’ haii sortil de la iglesia... La rosor porta pintada La núvia en son front. Lo nuvi Ah sa mirada’ 1’abrasa; Y al passar prop del xiprer Ni tan sois gira la cara. A festa nc tocan ja, Nc tocan ja las campanas, Las campanas de la iglesia, lic la iglesia de Vaildaura. La rina sota ‘1xiprcr Ho y murta al matí trobavan. Ni pare y mare tenia, Ni amichsper amortaliarla, Y cii lo fossar de la iglesia Per caritat la enterravan!.,. Ahí á festa, avuy á morts, A mons tocan las campanas, Las campanas de la iglesia De la iglesia de Validaura. (Se conclourcí.) _______— accti1tu. Programa de las fiestas que celebrarán en la villa de Ripoli y en los días 24 y 25 del corriente mes y año los asociados al gremio de S. Eloy. DÍA 24.—A las ocho de la noche serenata en casa del señor Alcalde por la orquesta de los Traia quils compuesta de trece profesores. Concluídn la serenata, los señores socios mon tados en caballerías recorrerán las calles de la población, terminando en la calle de las Viñas, donde tendrá lugar en el salón (le dicha calle un magnifico baile público, corriendo it cargo de la citada orquesta la ejecución de las piezas del pro gra ma. DÍA 25.—A las siete de la mañana se recorrerán la calles (le la población montados en los Guiajes y demás caballerías; la misma orquesta seguirá detrás del abanderado y al llegar it la iglesia de San Eudaido tendrá lugar la ceremonia religiosa de la bendición. Acto seguido se reunirá en el parque un jurado compuesto (le ,personas inteli gentes, adj udicándose ó juicio del mismo los si guientes premios: L° De 10 pesetas al que presente un guiaje enjaezado con más pulcritud y buen gusto. 2.° De 10 pesetas al que presente una caballe ría que reuna idéntica circunstancia. 3.° Consistente cii un par de pollos, it la caba llería que recorra con mayor prontitud en la ca rretera de Barcelona la distancia que medía desde la casa llamada cal Den, hasta la llamada de ‘n Granet. 4.° Consistente en dos salchichones la caballe ría que se ai;roxime más it la que resulte haber obtenido el 3er. premio. Después (le este premio habrá accesits para los mulós que en menos tiem r EL JUE’JES. . . Lo sentimos. —El percamice que l ocurrió fi nuestro amigo D. José Alivés, el sábado por la tarde, pues una niña hija suya, de unos cuatro años de edad, tuvo la. desgracia estando jugando en una eaa vecina, de caerse y causarso dos re gulares heridas en la oreja izquierda, amen de va rias contusiones en la cabeza. Como ya hemos dicho sentimos el percance y . acompañantes lleceila y prestarla utilidad, los grande acopies de piedra que it áinhos i.ados se han hecho, Un aplauso al sobrestante D Agustiti Llautt por sus acertadas disposiciones y ‘por lo mucho que mira p01 1IOSOtO5. 1 Conste que deseamos volver á oir muy en bre ve el excelente cuarteto La Lira barcelonea. o recorran una (listanciaque la Comisión desig narí oportunamente. Despnés de la co.rrida de caballerías, en la iglesia d San Euclaido se eantart im solemne OtiCl()á toda orquesto la a11(la del Oficio habrá sardanas en la 1dazo Mercada A.las dos y media de la tarde, la música recorrerá las calles de la población, anunciando la Tornaboda en la fuente del Ros, donde habrá baile al aire li bre. A las ocho de la noche después de la serena ta en casa el señor Alcalde, los guiajes y demás con música. y bandera, recorrerán las calles de la población, terminando como en el día anterior en la calle de. las Yhías, donde tendrá lugar otro magnífico baile, escusivamente para socios ejecutando las piezas del prograna, la re ferida orquesta de los Tranquils. Suplicamos á nuestros vecinos cue no dejen de asistir á esos festejos, que la inióg ha organi zado, sin reparar en sacrificios pecuniarios con el objeto de que Ripoli no sea menos que otras po blaciones de mayor importancia que la nuestra, donde se celebran cori gran pompa AdvertimoS al público en general que las porsenas no pertenecientes al gremio, podrán asistir á nuestros dos bailes, abonando al precio de ciii— co pesetas por los dos, sin iceurlir en ninguna responsabilidad, á esto. erecto estará abierto el abono hasta I viernes á las doce de la mañana, en el depósito do sal situado en la plaza Moreadal. . Viva Ripoll.—Con título hctnos tnidq el gusto de oir un bonito paso-doble pii acbr,deon compuesto poi la jóven aficionada Srita. ]lamona Al.ivés. ,: Felicitamos de todas veras á dicha jóyri pr los adelantos que en dicho instrumento haçe1 y (leseamos oir pronto otras composiciones . deseamos á la. hija de nuestro amigo un pronto y completo restablecimiento. • . - Teatro—El día 19 6 seaeldomiugo.últiino, ti*. yo lugar cmiesta población,la representac-i4ii dt Amor de iWadre y La gran-vía, y lo misibts aficionados de Vibh que os mitotes que cdh veníañ, se esmeraron en-el desempeño de ís”p peles. En la primera -de dichas •funcions; tomaro parte las Sras. Amparo Salvador y Íanuela Dina rés y los Sres. Miguél Rovira, Ricardo Vlvrde, José Viñais y Bernardo Boixeda, sdbresolíehdo ls damas, y en particular la Sra. Salvadó ue hizó un Arturo acabado. En la segunda, tomaron paite las ya menciona das señoras y lb Srita Pilar Mercader, y en cúan to al sexo feo, estaba representado por los s’o res Miguel Rovira; Javier Fargas, José Vilardeli, Ramon Orn y Marian’Coinella. Tudu hicieron lo que pudieron, y no obstante de tener que luclar con algunos inconvenientes del teatro, salió una Gran—vía bastante regular. IaauguraciJn.—Ha tenido lugar la de un nue vo almacen de vinos en esta población, y parece que su dueño D. Melchor Tatjé se propone que be lamos vino pero de verdad, aunque también lo es, los que hasta ahora tiene son inmejorables. . Corceos.—Sr. Administrador general de la pro ¿no podría Y. hacernos el favor de procu rar saber lo que pasa con nuestros periódicos, ya que estamos completamente seguros que salen to dos, sin faltar uno (lo hemos visto) (le la adminis tración de esta villa, on muchos los que no llegan á su destino? vincia, Üarretcras.—Muchos aftas hacía que no había mos visto las nuestras tan bien cuidadas como lo están ahora, la de Ribas especialmente en toda su exteimción, no tiene siquiera un bache, de mo do que ha desaparecido aquel peligro inminente que había antiguamente dic salir de Ripoll sano y llegar á Ribas con algo roto, y dcaban de embe Conciertos. —Una série de ellos han dado los cuatro concertistas que componen el niiartetu 1arceIonés Lu Lica en lbs cafés de los hermanos Perramón, Ferres y Berdaguer, respectivan mente, es donde nos han hecho oir sus magníficas voces y apreciar sus talentos musicales que en verdad son muchos. . ., -, - RIPOLL: IMPRENTADE JUÁNBONET-, - -. calle de S. Pedro, esquina á Sta. Maria.—’I887. - ANUNCIOS. FbriradeAguardientes1 BAdUOMi-fUT. J uan A i gii et Arados, Bombas, Pulsóznetros, Prensas, Fulvea .; 1 IIEPOLL de calle de GaAULOSÁ. GRAN DEPÓSITO . , . . calle DE MAQUINARLkAURICOLA, INOUSTRIAL Y VINtCOLA Dlii l)E - . Gl1ABJLOsA. Se fabrican toda clase de Aguardientes por mayor y menor. rizadores, flaagis para lUtrar, y artículos. para a1man de vinos. Tratamiento eficá contra- EL MILDEW. vendiéndose al . - REUS TARRAGONA: i BARCELONA: Seminarios, 4, RamblaS. Juan, 36. 61-—PrinceSa.—61. Sucursales en las primeras cil1dade3 de Espafial -(-8 RELOJEftIA de J - • 3arriga, - Despacho: desde el día 1 al $ de cada mes, Plaza de S, Eudaklo nt’im. iL—ItIPOLL. . FAMÍük -4 1E:NTc-,’ m- r,T 1 - - . . Fabrica,La.Ripolleni - El dueiíotic este estabo, qie de u esta parte vienededicándoseá la ¿mns trucción de relojes para Torres de Iglesia, y á toda clase de composturas, ya sean d éstQ, 6 bién d&-pared 6 basilIo, tiene el gusto de anunciar at vecindario de RipolI y su desde el día 1 al 6 de cada mes se dedicará en esta Villa á recomponer toda clase de ele admitirá todo género ile pedidos rererentes á su inmo; para todo lo cual ofrece al públic su sar— vicios, durante dichosdias, en RIPOLL, PLAZA DE SA EUL)AL1)O,niíT. 4.tieuda, en la convicción cte que encontrarán esmero, perfección y luiatura cuantos se diuen favnrecare, . .JUANPRÁT,’ : Plaza del Mercad(j.—lPOLL. ‘ ‘: ‘ ‘ ‘ “• • O) • - , o ,• , JOSE . PONS. ‘1 ‘ ‘ lnZt dC lt -‘‘ CALESé ,• it’- . , ., ConsUtuclónRlP()LL Nuevaespaitei M1ciM-Tatjé,’ rnsj,, ElldaIdPuset deFrancisco - - TALLER DE CERRAJERÍA CONFITERÍA Y PASTELERÍAØ GLlAr I)EPÓSIT() I)E VINOSPUROS , l’Oli yoa’ AL , de ‘ ‘ - , - ,. ‘ ‘ • ‘‘ Francisco. Comerrna. ;._ Plaza de la Constitución hipo11. -. PLAZA DEL MancaDo. REPOLL. - . • COrrelCi1 . . cte Eibas RIPOLL caIl de la Trinidad, RIPOLL. - ‘ , ‘ -.,