Pre sen ta ción

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Presentación
Este número de Estudios del Hombre aborda, nuevamente, el amplio e
interesante tema del milenarismo. El fenómeno milenarista, pero también el mesiánico, el apocalíptico y los de tipo escatológico, tiene una
vigencia inusitada en la historia de la humanidad, debido a su estrecho
y profundo nexo con el pensamiento religioso. Sobre todo en la tradición cultural de Occidente, el pensamiento mesiánico-milenarista entierra sus raíces hasta el Libro del Apocalipsis, contenido en La Biblia
y atribuido al profeta Daniel, quien lo habría escrito hacia el año 168
antes de nuestra era. Sin embargo, se sabe que esa concepción de la
realidad se remonta, a su vez, hasta la época de Zoroastro, un profeta
que habría vivido en la Persia de hace 3400 años.
Sea como fuere, las ideas apocalípticas y más específicamente
las mesiánicas y milenaristas, encontraron en Occidente un excelente caldo de cultivo para prosperar, aun cuando la propia jerarquía
eclesiástica cristiana se opuso a ellas, prácticamente desde los inicios de su existencia. En efecto, la interpretación exegética radical
del extravagante Libro de Daniel, dio cabida a muy diversos movimientos de creyentes a lo largo de numerosas generaciones, quienes
en ocasiones radicalizaron sus reivindicaciones hasta llegar a la violencia extrema y la muerte. En especial, la interpretación más socorrida por los fieles es la que plantea que el hijo de Dios (el Mesías)
regresará a este mundo para contener al mal y luego reinar durante
mil años, imponiendo paz, felicidad y abundancia, así como erradicando el dolor y el sufrimiento. De esa interpretación se desprenden
las palabras mesiánico y milenarista, precisamente.
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ESTUDIOS DEL HOMBRE
Pero los movimientos mesiánicos y milenaristas no sólo son producto de ideas estrictamente religiosas, se entrelazan con reivindicaciones terrenas, como lo señala Alfredo de la Lama. En su ensayo,
este autor muestra cómo ciertas condiciones materiales propician reinterpretaciones sui generis de ideas religiosas que, al ser combinadas
con otras motivaciones de tipo psicosociológicas, dieron cabida a movimientos sociales de corte milenarista cuyo común denominador fue
el fanatismo radical. Ese trabajo también destaca el hecho de que los
movimientos examinados coinciden en tiempo y espacio con la ex pansión del capitalismo del siglo XIX, sugiriendo con ello que fue
éste, en buena medida, el responsable de su surgimiento, dado que
propició serias fallas sociales con su dilatación y hegemonía.
Mediante un examen detallado de un movimiento de corte milenarista que tuvo lugar entre grupos nahuas arraigados en la Huaxteca,
Javier Ullán de la Rosa plantea que ese tipo de manifestaciones sociales permiten a sus participantes construir utopías frente a la inestabilidad que propician las condiciones materiales y sociales del entorno.
En este sentido, indica el autor, los movimientos milenaristas casi
siempre se presentan como indicadores de una crisis que surge entre
las expectativas vitalistas de un grupo social dado y un orden social
existente que choca con tales esperanzas. Además, opina que el análisis de los movimientos milenaristas se revela como un indicador de
primer orden para entender las fallas en el sistema en tanto que causa
de los conflictos sociales.
Realizando una confrontación entre diversas posturas teóricas, Eliseo
López examina la persistencia de ideas de tipo milenarista en la zona de
Los Altos, en el estado de Jalisco. Contrasta los conceptos de nación, región, comunidad imaginada y sociedad regional, acuñados por diversos
autores, discutiendo su utilidad en el caso del pensamiento milenarista
subyacente en el imaginario de muchos habitantes de la zona en cuestión.
La conclusión del autor arguye en el sentido de que, pese a los dramáticos
cambios ocurridos en Los Altos durante los últimos años, siguen vigentes, de uno u otro modo, el fuerte localismo, el acendrado catolicismo y
un arraigado anticentralismo, en cuya base ideológica más elemental
PRESENTACIÓN
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subsisten ideas de tipo milenarista, arraigadas en las comunidades alteñas prácticamente desde que fueron fundadas.
A partir de la idea de que el sistema social debe ser ahora concebido a
escala global, Rogelio de la Mora realizó un ensayo que examina cómo
están apareciendo en el nuevo contexto planetario las llamadas “guerras
santas”, inéditas, aparentemente, en la historia humana. Esas guerras, pareciera, también son producto de fallas en el sistema social global, y dada
su escala, radicalidad y alcance, tienden a ser percibidas como imágenes-mensajes de tipo apocalíptico –los eventos del 11 de septiembre de
2001 así lo muestran–, que se agregan al ambiente de incertidumbre y desesperanza social que hoy campea a lo largo y ancho del planeta.
Desde la perspectiva de la psicología científica, Víctor Manuel Alcaraz plantea cómo la experiencia mística del ser humano es una interacción compleja entre procesos neurofisiológicos y el entorno natural y
social. Tomando distancia de los esquemas de carácter lineal, basados en
el formalismo de la lógica, y asumiendo de hecho una postura dialéctica,
propone que las situaciones límite de la experiencia humana –como los
estados alterados de conciencia, inducidos o no– casi siempre desembocan en conceptualizaciones de tipo religioso, las cuales corresponden al
marco de referencia social donde opera el sujeto. Tales respuestas cognoscitivas, en última instancia, producen pensamiento religioso y deben
entenderse en una triple conexión: la estructuración social del conocimiento, el lenguaje y las respuestas de carácter emotivo.
Para finalizar la sección de artículos, Ricardo Ávila retoma otro de
su propia autoría, a partir del cual puntualiza anteriores planteamientos a propósito del derrotero que sigue la humanidad. Señala que los
cada vez más estrambóticos escapes sociales, así como la beligerancia
del pensamiento débil y aun el apocalíptico, son producto del desaliento en el que se encuentra buena parte de la humanidad, debido al
modelo social imperante, donde el beneficio máximo a costa de lo que
sea, la está llevando a situaciones límite. Además, se interroga sobre
el futuro posible de la humanidad en el horizonte histórico de mediano plazo, donde las situaciones de evocación apocalíptica serán más
recurrentes y probablemente también más crudas –considera–, y se
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ESTUDIOS DEL HOMBRE
pregunta también si algún tipo de conocimiento ayudaría a la sociedad global a superar el estado de cosas existente.
Completan la entrega el resumen de un documento del National
Intelligence Council de Estados Unidos, sobre las “tendencias globales” que experimentará la sociedad global en un periodo de tiempo relativamente corto –dos décadas–, que, según ese organismo, ya se
perciben en el horizonte social con cargados nubarrones. Se incluye
también la reseña de un libro de Manuel Mandianes sobre la peregrinación a Santiago de Compostela, a donde muchos creyentes siguen
viajando, quizás entre otras cosas para expiar culpas y evitar así el
Apocalipsis.
R. A.
A.V.
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