Reducción de Costes Energéticos

Sistemas Avanzados de Monitorización y
Gestión Energética
REDUCCIÓN DE COSTES ENERGÉTICOS (I).
INTRODUCCION.
Este artículo es el primero de una breve serie que trata de mostrar el camino para una óptima
gestión energética de cualquier instalación de cualquier tipo o tamaño. El proceso de mejora
de la eficiencia energética gravita sobre un proceso estructurado de mejora continua que se
apoya en una gestión basada en datos. Afortunadamente, los flujos de energía son medibles
(no están sujetos a subjetividades) y por tanto, su correcta gestión solo puede ser realizada a
través de datos y herramientas de análisis que los transformen en información para tomar
decisiones operativas, de inversión, de estrategia, … orientadas todas ellas a la reducción del
consumo y coste energético.
EMPEZAMOS…
El título del artículo enuncia la pregunta que nos plantean un día sí y otro también las
empresas y particulares a los profesionales que desde distintas áreas nos dedicamos a la
eficiencia energética. Esta pregunta que muchos profanos podrían contestar con un
“imposible” o “vete tú a saber”, sin embargo es susceptible de ser contestada con numerosas
respuestas y dependen todas ellas del “punto de partida”.
¿Qué es el “punto de partida”? Algo tan simple que se puede resumir contestando a la
pregunta: ¿qué ha hecho usted hasta ahora para ahorrar energía y gestionar su consumo
energético?.
No existen soluciones mágicas o milagrosas, y cada caso debe ser analizado con detalle. Por
ello, las respuestas a la cuestión planteada pueden ser muy diversas y colocan a cada cliente
en una etapa de evolución respecto a las estrategias de ahorro y eficiencia energética muy
distintas. De todos modos, puede suceder y no es poco habitual, que se hayan realizado
distintas actuaciones sin una coherencia lógica o dando pasos de forma desordenada. El
proceso que aquí se enuncia es el habitual que nos encontramos en muchas instalaciones; sin
embargo, descubriremos que carece de una etapa fundamental para el sostenimiento en el
tiempo de un proceso eficaz de gestión energética.
Acciones iniciales de reducción del coste energético
El inicio del proceso de reducción del coste energético parte de optimizar las condiciones de
contratación y/o eliminar los recargos existentes en las facturas eléctricas -seguramente esta
será la única fuente de información de la que dispongamos para este proceso en un primer
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momento-. Mejorar las condiciones de contratación o eliminar los recargos, no tendrá efecto
sobre la cantidad de energía que consume nuestra instalación pero si sobre su coste. Estas
actuaciones “primarias” de ahorro y gestión energética aplicadas al consumo eléctrico son las
siguientes:
-
Mejorar el precio de compra de energía: una perogrullada. Cuanto mejor negocie mi
precio más reduciré mi coste o limitaré el impacto de una subida del mismo, para esto
no hacen falta técnicos, y si es posible, también se debe considerar el cambiar al tipo
de tarifa que mas favorezca mi perfil de consumo. Adicionalmente, según las
características del perfil de consumo de cada consumidor y su flexibilidad en adaptar
su consumo según las horas del día, días de la semana o incluso meses, pasar de una
tarifa anual fija a una tarifa indexada o compra directa a mercado o pool puede
proporcionar ahorros interesantes con la lógica incertidumbre de no conocer a priori el
precio a pagar por la energía consumida y el riesgo que conlleva.
-
Ajustar la potencia contratada: relativamente sencillo de realizar si nos enfrentamos a
tarifas 3.0 o 3.1 (tarifas españolas) y tenemos la información de las lecturas del
maxímetro de la compañía eléctrica, bastante más complejo de realizar en las tarifas
6.1 y superiores. La situación de partida puede dar lugar a ahorros en costes anuales
considerables, aunque seguimos sin ahorrar energía. Una pregunta queda aquí en el
aire ¿es realmente la potencia óptima para las necesidades reales de nuestra
instalación?¿es posible reducir más la potencia contratada? Más adelante veremos
cómo los sistemas de gestión energética realizan un papel fundamental en la
reducción de este término.
-
Instalando baterías de condensadores si tenemos recargo por reactiva. Es una medida
también muy eficaz para reducir nuestro coste energético pero seguimos sin reducir
consumo (para los puntillosos, diremos que esta medida puede reducir un poco el
consumo gracias a la reducción de la magnitud de la corriente que circula por las líneas
propias desde la batería hasta el contador y por los bobinados de los transformadores
si forman parte de nuestras instalaciones, aunque es un efecto en reducción de
consumo casi inapreciable)
-
Desplazando (si es factible) nuestra demanda de horas con precios más caros de la
energía a horas con precios más baratos. Seguimos consumiendo la misma cantidad de
energía a un precio más barato
Aunque enunciadas de este modo parecen cuestiones bastante simples, cuando nos
encontramos ante una factura con los datos como los que figuran más abajo o tenemos claros
los conceptos o poco vamos a poder hacer. Si no tenemos el conocimiento necesario de
legislación eléctrica y algo de cálculo, será necesario que recurramos a un experto, bien
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interno si la empresa dispone de esos recursos o de una empresa dedicada a la gestión
energética.
NOTA: ¿alguien se cree los datos de esta factura? Difíciles de creer, no? Cuáles son los gazapos
mas evidentes?
Objetivo cumplido, hemos reducido nuestro coste energético ¡!! Y sin haber ahorrado ni un
solo kwh ¡!!. ¿Qué más podemos hacer?
En la siguiente entrega, Reducción de Costes Energéticos (II) daremos más pasos en la dirección
que indica la pregunta anterior.
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