Sistemas Avanzados de Monitorización y Gestión Energética REDUCCIÓN DE COSTES ENERGÉTICOS (II). Reducir el consumo para reducir el coste Realizadas las acciones que permiten reducir el coste sin reducir el consumo (ver “Reducción de Costes Energéticos (I)”), la tendencia lógica es optar por estrategias de reducción de consumo que indudablemente tendrán efecto sobre el coste. Ordenadas por el volumen de inversión necesario para acometerlas, estas acciones se pueden agrupar en: - Realizar campañas de formación y concienciación en nuestra organización (“buenas prácticas”) para poner en práctica actuaciones simples de racionalización del consumo que dependen de la voluntad de las personas. Son pequeñas acciones del tipo “no dejar los ordenadores/climatización encendidos en las horas de no uso”, “no dejar luces encendidas en determinadas estancias cuando se hayan dejado de usar esos espacios”, … que tienen un efecto limitado pero sensible sobre el consumo y cuyo coste de aplicación es muy barato pues solo depende de la concienciación de las personas, su implicación y responsabilidad. Se trata de eliminar o reducir consumos innecesarios para el desarrollo normal de la actividad. Es una acción de suma de muchos pocos. - Instalar pequeños dispositivos de control de funcionamiento como pueden ser sensores de presencia en zonas de paso o de estancias de corta duración, controles horarios, termostatos, elementos pasivos que limiten la radiación solar directa en verano o la favorezcan en invierno, .. - Por último, reemplazar la tecnología existente para un servicio por otra tecnología más moderna y eficiente (p.e., LED, climatización VRV, compresores de aire con regulación de capacidad,…), instalar equipos que permitan optimizar las prestaciones de los equipos existentes (variadores de velocidad, reguladores de tensión,…) o modernizar o sustituir los sistemas de control del edificio o instalaciones. Tras realizar intervenciones de este tipo en las que se ha realizado una inversión, importante en muchos casos, existe ansiedad por conocer los resultados de ahorro de consumo ysu impacto en nuestros costes energéticos, y sentir la satisfacción de que la inversión ha sido correcta y acertada, cumpliendo nuestras expectativas. Sin embargo, existen factores que pueden afectar a la percepción del resultado o pueden crear frustración o dudas, como son: - Cambios en el funcionamiento de las instalaciones por mayor o menor producción, número de servicios prestados, … que afectan al perfil de consumo general y no permiten valorar correctamente la magnitud del impacto real de las inversiones REDUCCIÓN DE COSTES ENERGETICOS Sistemas Avanzados de Monitorización y Gestión Energética realizadas. La factura de la compañía, si solo disponemos de esta fuente de información, no nos servirá para medir el impacto real de las medidas por esos cambios. Esto conduce a la sensación de cierta frustración y búsqueda de justificaciones basadas en suposiciones o la intuición. - Ausencia de referencias de consumo, estimaciones o series cortas de datos de consumo del área específica en la que se ha intervenido previas a la inversión. Esto hace que no sea posible realizar una comparación eficaz con los datos recogidos con posterioridad a la inversión y por tanto si no se aprecia un resultado claro creando insatisfacción o frustración. Además, cuando se acomete un proyecto de inversión en eficiencia energética es necesario realizar un análisis coste-beneficio de cada una de las medidas que se pueden aplicar para priorizar las de mayor impacto y retorno más rápido. La ausencia de datos fiables para el análisis o las modas (p.e. utilización del LED estos últimos años), hacen que las inversiones se realicen en base a estimaciones y/o tendencias de mercado, y que por tanto la estrategia de inversión orientada a la reducción de consumo no sea la óptima ni la más eficaz considerando las características concretas de nuestras instalaciones y pautas de consumo. Cuadro resumen de Actuaciones de Reducción de Costes Energéticos REDUCCIÓN DE COSTES ENERGETICOS Sistemas Avanzados de Monitorización y Gestión Energética El uso de la energía en nuestra instalación. Las actuaciones anteriores tanto las vinculadas a ahorro en costes sin reducir consumo como ahorro de consumo y costes, si bien nos permiten reducir el coste energético, no permiten encontrar las respuestas necesarias a numerosas preguntas si de verdad queremos realizar una gestión eficaz de nuestro consumo energético, identificando nuestros mayores costes y consumos, orientando las estrategias de inversión en eficiencia energética y gestionar activamente nuestro consumo de energía. Esas preguntas sin respuesta son del tipo: - ¿Cuánto consume cada uno de mis procesos, sistemas o equipos más importantes? - ¿Cuándo o en qué momento se produce ese consumo? - ¿Cómo consumen la energía esos equipos o sistemas? - ¿Por qué existe esa demanda, qué o quién la provoca? - ¿Qué coste energético tiene cada una de nuestros procesos, sistemas o equipos relevantes? - ¿Cómo afectan las decisiones de operación sobre el consumo de mis instalaciones? - … y muchas otras La respuesta a todas estas preguntas requiere de información basada en datos. Datos que es necesario recoger de los sensores, sistemas de control y/o equipos de medida existentes o instalados para este fin en las instalaciones. Y todos esos datos deben ser tratados mediante herramientas de gestión y análisis para poder obtener una información útil y sencilla que nos permita gestionar el consumo de nuestra instalación. Es inabordable realizar su gestión a través de hojas Excel o hacerlo supone invertir un volumen importante de horas dedicadas de forma recurrente al tratamiento de esos datos por parte de técnicos –recurso muy caro-, existiendo herramientas que permiten una gestión directa, instantánea y permanente de los mismos. Los siguientes capítulos de este documento están dedicados a las herramientas de gestión energética en el que se abordará su importancia, su primordial papel en la optimización energética en las instalaciones y las tendencias existentes en el mercado. REDUCCIÓN DE COSTES ENERGETICOS