el derecho social holandes

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EL DERECHO SOCIAL HOLANDES
Por el Lic. Guiilermo FLORIS MARGADANT.
Habiendo perdido repentinamente su poderío ultramarino, Holanda se
ha visto en la nmesidad de buscar una nueva base para su economía. Algunos de los resultados de esta nueva orientación los hemos podido ver hace
dos años en el Auditorio Municipal de esta ciudad de México. E n los
Países Bajos mismos se han podido notar las ventajas de esta medida,
cuando en 1952 se obtuvo el primer superivit desde que finalizó la Segunda
Guerra Mundial, tanto en la balanza comercial cuanto en la balanza de
pagos.
ü n a de las lecciones del siglo pasado es la de que la industrialización
de un país debe siempre ir acompañada de una legislación social adecuada, pues de otro modo se correría el riesgo de poner en peligro la paz
interna, la cual se vería interminpida por movimientos extremistas, nocivos para la cohesión nacional.
Holanda ha comprendido a tiempo la necesidad de revisar las diversas
normas que reglamentan la relación mutua de las clases, y ha Pogrado
eiaborar un nuevo Derecho social, que no sólo es una consecuencia de su
incrementada industrialización, sino que también ha facilitado el viraje
hacia la industria, proporcionando a las autoridades un instrumento valioso para realizar con un mínimo de rozamientos y pérdidas las diversas
mutaciones que exigía la nueva política rconómica. Esto lo podemos notar
muy especialmente respecto de la organización del mercado del trabajo,
y de los organismos represeutativos de las ramas de la e,conomia nacional,
los cuales constituyen, como veremos, ejemplos de cómo la industrialización y el Derecho social se apoyan y condicionan reciprocamente.
Si recorremos la historia holandesa desde su inicio hasta la Primera
Guerra Mundial, nos parecerá sorprendente, a primera vista, este cambio.
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GUILLERMO FLORIS MARGADANT
Desde luego, l'a primera imagen que captamos del carácter nacional holandés, es la de una independencia y un individualismo acentuados. Por
tal razón, diriase que nada más opuesto a él que las ideas de la social
security y del intenrencionismo del Estado. Sin embargo, el carácter de
los pueblos no es una constante histórica. Las fuertes restricciones provocadas por la Primera Guerra Mundial, la gran depresión económica
de 1929 y, sobre todo, los efectos catastróficos de la Segunda, han
ocasionado una modificación en la idiosincrasia del puebl'o holandés, preparando la opinión pública para un grado de inte~encionismoy evocando un ambiente de solidaridad social, difícilmente imaginahles para
alguien que no conociera más que Sa historia holandesa de los siglos
pasados.
La obsenración hecha por Van Der Ven (Inleiding tot het Arbeidsrecht, pp. 17-18) acerca de que las antiguas bases del Derecho: libertad
y propiedad, ceden paulatinamente su lugar a dos postulados nuevos:
trabajo y solidaridad, es aplicable al caso de Holanda. Y es de notarse
que en este país, el segundo de esos postulados, o sea el de la solidaridad,
va dominando al primero, de manera que el Derecho obrero queda absorbido, poco a poco, en un conjunto más amplio, el de las normas para
la estruchiración social en general, que imponen deberes tanto a los patrones cuanto a los obreros y a los demás componentes de la sociedad,
tomando en cuenta ya, no el interés parcial de una clase determinada, sino
el' interés total de una comunidad económica, cultural y política.
Panorama del Derecho social holandés hasta la Primera Guerra Mundial.-Para comprender el desarrollo del Derecho social holandés despub
de la Segunda Guerra Mundial, es necesario que retrocedamos en una
visión panorámica, a los años anteriores a 1939.
No encontraremos nada extraordinario. Holanda siguió los lineamientos trazados por los países más avanzados de Europa. Por su escasa
industrialización y por su tradicional carácter individualista, el' pais no
se apresuró del todo para elaborar un amplio Derecho obrero.
E n el artículo 141 de la Constitución de 1814, y en el 228 de la
de 1815, se encomendó la beneficencia pública y la educación de niños
pobres, como un "asunto de alto interés", al Poder Ejecutivo, y se impuso
a éste la obligación de rendir al Congreso un detallado informe anual
sobre este concepto. En la práctica, naturalmente, estas disposiciones no
surtieron ningún efecto: la beneficencia pública y el cuidado de los niños
pobres continuaron a cargo de instituciones privadas o eclesiásticas, como
siempre lo habían estado. Cuando la Junta Constituyente liberal de 1848
E L DERECHO SOCIAL HOLANDES
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exigió que se reglamentaran esos preceptos mediante una ley, el legislador tuvo miedo de atacar ta autonomía tradicional de las organizaciones
privadas, y dispuso por ello, en la "Ley sobre la pobreza" de 28 de junio
de 1854, que las municipalidades sólo intewendrian cuando fallara la iniciativa privada respecto de la beneficencia.
Unos veinte años después se inicia la legislación obrera - c o m o
siempre- con una ley que protege al niño: la Ley Van Houten, de 1874,
propuesta por el diputado liberal de? mismo nombre. Esta es una de las
pocas leyes importantes que se han creado en Holanda a iniciativa de un
miembro de la Cámara de Diputados. Prohibe el trabajo de menores de
doce años en las fábricas, pero nada dice respecto al trabajo de estos
mismos menores en otras ramas laborales como, por ejemplo, en los
servicios domésticos o en la agricultura. Para que pudiera ser aprobada
por las mayorías de ambas Cámaras, hubo necesidad de que sufriera
una seria mutilación: el proyecto original de Van Houten combinaba
la prohibición mencionada con disposi~cionesrelativas a la educación primaria obligatoria de los niños, siendo estas Últimas sacrificadas para
poder obtener las mayorías necesarias.
E n 1886, una encuesta parlamentaria dirigida por Goeman Borgesius, que se llevó a cabo para averiguar los resultados de la Ley Van
Houten, puso al descubierto la alarmante situación de los obreros jóvenes
y de las obreras que laboraban en empresas industriales, lo cual hizo
que se extendiera la protección de las "personae miserabiles". La p b l i cación en 1887 de tal estado de cosas, di6 lugar al proyecto de la segunda
ley obrera, publicada el 5 de mayo de 1889 y conocida con el nombre
de Ley Ruys-de-Beerenbrouck. Esta confirmó la protección otorgada a
los menores por la Ley Van Houten y, además, la extendió a los menores de dieciséis años y a las mujeres, los cuales no podrían, en adelante,
desempeñar trabajos peligrosos ni tener una jornada de trabajo mayor
de once horas. Se prohibió asimismo el trabajo dominical o nocturno
(de las 19 a las 5 horas) a las mujeres y a los adolescentes. Como en
el caso de la Ley Van Houtcn, el sector agrícola quedó excluído de las
disposiciones de esta nueva Ley.
E n la "Ley sobre la seguridad en la industria" de 1895, ya no se
trata Únicamente de la protección de los obreros físicamente débiles, sino
de todos los obreros en general', en cuanto a su salud y a la prevención de
posibles accidentes. Con la Ley Sobre Accidentes del Trabajo, publicada
en el Diario Oficial del 2 de enero de 1901 después de tres años de discusiones, ya estamos en pleno albor del verdadero Derecho de clase:
esta Ley obliga al patrón a hacerse responsable de cualquier accidente
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GL'ILLERMO FLORIS MARGADANT
sufrido por el obrero en el desempeño de sus funciones, aun cuando éste
último haya conocido y aceptado el riesgo en su contrato de trabajo.
La objeción principal contra el proyecto habia sido que éste quería
concentrar e! seguro contra accidentes laborales en manos de una institución aseguradora estatal. Para obtener las mayorías necesarias, había
sido indispensable admitir que los patrones, individualmente o en forma
cooperativa, asumiesen el riesgo en cuestión. E n este caso, como en tantos
otros, se manifestaba la desconfianza del holandés respecto de monopolios
estatales en materias que por su naturaleza se prestan también a explotación por iniciativa privada.
Después siguieron una serie de leyes que tendían a la protección
de las trabajadores adultos empleados en actividades especialmente peligrosas o malsanas: la Ley Sobre la Producción de Fósforos (1901),
la Ley Sobre el Trabajo Minero (19041, la Ley Sobre Labores Subacuáticas (1905), la Ley Sobre el Trabajo de Talladores de Piedra (1911)
y la Ley Sobre el Trabajo de Estibadores (1914). Además, en 1908
Holanda se adhirió a la Convención de Berna en la que se prohibió el
trabajo nocturno de obreras y el uso del fósforo blanco.
E n 1907, por otra parte, se habia añadido un titulo más, el VII-A,
al Código Civil, en el. que se reglamentaba el contrato de trabajo, eE
contrato de obras y la "prestación de algunos servicios". Este título,
todavía en vigor actualmente, pero en general superado por ias numerosas
disposiciones dictadas posteriormente, reemplazó las escasas normas que
contenía antes el Código Civil en materia de trabajo y que se encontraban
agrupadas con el nombre característico de "arrendamiento de criadas u
obreros". Las innovaciones más importantes de este título se referían
a la prohibición del pago de suekdos en mercancías, a la prohibición
del sistema de tiendas de raya, a la proliibi'ción de pagar sueldos en
cafés o cantinas y a la limitación del derecho de multa del patrón. Menciona, además, la posibilidad del contrato de trabajo, sin salirse, desde
luego, de los moldes del Derecho privado.
El movimiento obrero en Hola9tda.-Insertemos aquí algunas palabras sobre la auto-organización de la clase obrera en los Países Bajos.
Cuando el país se vió arrastrado por el movimiento de la RevoIbción
Francesa y quedó avasallado por Francia, convirtiéndose en la "República Batava", una proclama del 5 de octubre de 1789 puso fin al
sistema corporativista entonces vigente. Una vez restaurada la independencia nacional despues de la caída de Napoleón, no se volvió al
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antiguo r6gitiien [le corporaciones, no obstante el sii~iiúrnerode peticiones
dirigi<las a la Corona con tal objeto.
E1 Rcy Guilleriiio 1, con su iieo-mercantilisnio no logró crear inniediatariietite una industria como la que ya existía en Inglaterra o Fraricia. Sólo hacia el aíío 1860 conicnzó a inanifcstarse en Ho1;ioila una
ecorioiriía industrial de cierta importancia. ?<o 110s sorprenda, purs, que
el nioviiiiiento obrero haya conienzado un poco tardi;;mente eii 10s Paiscs
R d. J. O S..
El priiiier esfuerzo valioso de ia orgrinización obrera fui: !n :oiii!acióii dc la "Srccióti Neerlandesa dc la Prinicrr' Ititcriiacioi~al" el 30 (le
qgosto rlc 1869, bajo el amparo ile la Lcy de 22 clc abril dc 1s.:;
qiie
coticedía la libertad de asainble;l y de organiz;iciÚii. Esta Sccci<ii! iio :u\o
. .
cxito. Ln reprrciisión de los aconteciniieiitos de París de 1870 y la
politica de M a r s en el Congreso de la Internacional que ti~\-oIiigar eii
La Haya, la desacreditaron y la hicieron entrar en uti letito proceso de
liquidación.
Surgieron después diversas organizaciones obreras de tendencia cniiservadora, nntirrevolucionaria: unas veces politica y reliciosanientc ncutras, conio la Asociacióti Cri~rrnl(le Obreros Neerlandeses; otras, con
bases religiosas conio la Asociacióti Nacional de Obreros que era evnngí.lica, y la denominada "Patriinoiiium", la cual creyó ver la solucióii
del problema social en la colaboracióii entre las clases y en la dii.111~;~ción del espíritu cristiano; admitiíi cn su seno tanto a obreros coirio
a patrones, y desarrolló una gran actividad educativa por medio de coiifcrencias, fundación de bibl'iotecas, etc.
No fu6 sino hasta 1878 cnanrlo c! socialismo iiiilitantc logrú orgatiizarse cn la Unión Social Den16cr:ita (llamada desdr 1651 Lixa Social
Demócrata), de la cual asuiiiió pronto el podei- el pintoresco rx pastor Eomela Niciiwciihuis. Esta Unión o l i g a provocó varios tuiiiultos, por Tos
cuales fuí. eiicarcelado, en 1887, su dirigente priiicipal. Debi<lo ;i que Domela Nieuwenhuis, de fuerlc tendcncia anarquista. recliazó la accióii i,;ir:ameiitni-in, contrariarnc~ite a la opinihn mayiiritnria i l i los Coiipresos
intcrnacioriales socirilistas de Bruselas de 1891. (lc Ziiricli ilc 1893, I;t
Unión sufriii un cisma: en 1894 los partidarios de la deiiiocrncia parlamentaria s r separaron de ella y formaron a iniciatira de Troclstra
el Social Drmocratische Arbeiilcrspnrtij (SDAP), el cual jugó un papel
muy iinportantc en Holanda, hasta la ocupación alemana, resurgiendo
drspu&s de la Segunda Guerra hlundial conio e1 elemento iiiis iiiiportanle dc la gran agrupación izquiei-dist;i denooiinad;~"Partido de1 Tza-
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CUILLERMO FLORZS MARCADANT
bajo", que es actualmente el partido más poderoso de Holanda, con
28.97% de los votos, según el resultado de las elecciones de 1952 (le
sigue en importancia el partido católico, con 28.67%).
Un acontecimiento de gran trasceiidencia para el desarrollo del socialismo holandés fueron las huelgas de 1903. Después del éxito obtenido
en el mes de enero de ese año por los ferrocarrileros en una huelga
general, el público, inquieto, solicitó del Gobierno que se tomaran las
medidas necesarias a fin de que no se repitieran semejantes "desórdenes". Con tal motivo, se propusieron al Parlamento, el 23 de febrero
de 1903, tres proyectos de keyes: uno que prohibía las huelgas en los
servicios públicos, otro que creaba una brigada de emergencia para cl
caso de nuevas huelgas ferrocarrileras y otro más que preveía una investigación sobre las condiciones de trabajo en los Ferrocarriles. En respuesta a esos proyectos, los ferrocarrileros pron~ovieronuna nueva huelga
general el 5 de abril de 1903, apoyada por el Sindicato de los Trdbajadores
del Diamante, organización rica y bien organizada. Esta vez la huelga
fracasó, pues a los tres días de haber comenzado, los trabajadores cedieron. Los proyectos se convirtieron en leyes, y millares de ferrocarrileros fueron despedidos.
No obstante esta derrota, el SDAP continuó desarrollándose satisfactoriamente, y llegó a ser el portavoz más importante del obrero. No
le afectó mucho el hecho de que los marxistas dogmáticos lo hayan abandonado para ingresar, después de 1906, al Partido Social Demócrata
(más tarde llamado Partido Comunista de Holanda). Pero no fué sino
hasta 1939 cuando ocuparon los socialistas algún puesto en el Gabinete.
La propaganda del SDAP en favor del sufragio universal encontró
cada año más resonancia, y en 1913 los partidos dominantes ya habían
aceptado este punto. Mas los acontecimientos bélicos aplazaron la necesaria revisión constitucional por varios años. Por fin, el 12 de diciembre
de 1917, se proclamó en todo el país la reforma constitucional que introdujo el sufragio universal para las personas de sexo masculino maybres
de veinticinco años.
Toda i'a legislación social que hemos descrito hasta este momento era,
por lo tanto, una creación anterior al sufragio universal, y aunque cierto
miedo al socialismo ( i las huelgas de 1903 !) jugaba indudablemente un
papel en la elaboraciOn de ese Derecho obrero, no se puede negar que
ya estaba despertando en la burguesía una verdadera conciencia social.
La explicación mecánica que nos dan muchos autores acerca de la
formación del Derecho obrero, basada en factores de poder y en las
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modificaciones del sufragio, sólo nos da -como toda explicación materialista- una partc de la verdad, según confirma este ejemplo del desarrollo de la legislación obrera en Holanda.
La Prhnera Guerra ildundial-La guerra de 1914 puso de manifiesto
el grado de solidaridad nacional a que habia llegado la SDAP: su jefe
máximo, Troelstra, declaró en el Parlamento que "la idea nacional prevalece sobre las diferencias nacionales", y prometió una tregua en la
politica interna, con la condición de que las restricciones económicas que
Holanda tuviera que sufrir a pesar de su neutralidad, se repartieran
equitativamente entre todos los sectores de la población.
U n adelanto importante en el Dereclio social, durante la primera
gran guerra, lo constituyó el Decreto Real de 2 de diciembre de 1916
(no de 1917 como equi\~ocadamente se cita siempre en la literatura jurídica), en el que se implantaba el seguro contra el paro forzoso.
E n general podenlos decir que la estructura de este seguro dependerá
del concepto que se tenga del riesgo. Quienes lo consideren como un
riesgo individual, se decidirán en favor del seguro mutuo de los obreros;
quienes lo consideren como un riesgo industrial, opinarán que patronos
y obreros deben tomar a su cargo el seguro; y quienes piense11 que se
trata de un riesgo social, propondrán que la colectividad, representada
por los poderes públicos, sea la que financie la manutención de los
obreros involuntariamente parados.
E n Holanda s r babia seguido el sistema del seguro mutilo en algunos
sindicatos, hasta que el 2 de diciembre de 1916 se expidió un decreto
en el que sc conibinnlxa el seguro mutuo coi1 una subvención oficial, siguiendo el "sisten~a danés": la subvención sería pagada por el Estado
proporcionaln~erite a las cuotas pagadas por los obreros (y no, como
en el sistema dc Gante, por el municipio y en proporción a las indemiiizaciones pagadas a los obreros).
El artíciilo 4 del mencionado decreto señalaba tina subvencióii igual
n las cuuias que recibía dc sus miembros cada caja, ofrecieild3 además
la posibilidad de que dicha subvención fuese mayor si "circuiistn~icias
teiriporalcs pero extraordinarias lo liiciercn necesario". CII decreto <le
23 de diciembre de 1923 precisó esta íiltinia disposición, rstahlicietiílo
que ésta sólo seria aplicable cuando la caja estuvierc en In inipo-;iiii!idad
de exigir n sus miembros una cuota tal que permita abonar a los sin
1 CI. G. Rilrcrt, Le KCgilns D4inocr.o:igt~c e l le Droit Civil M O ~ ~ I M
1936,
F,
p. 415 : "1.e Iépiclateur n'a coinrncnc(. a etre kmii d ~ mallieur
t
di, peuple qiie lorsque
chnqtie oitvrier a reyu un bulletiii de vote."
156
GUZLLERMO FLORIS .$IARGADANT
trabajo una indemnización, y que esta situación anómala durare cuando
menos noventa dias. Como una infl'uencia del sistema de Gante, las
cajas estaban b:ijo la vigilancia de los alcaldes, y los gastos para transportar obreros a trabajos lejanos a fin de evitar una prolongación del
paro, eran pagados por eli Estado y el municipio por partes iguales.
Por otra parte, el Estado recuperaba de las municipalidades donde
residían los desoc~ipadosla mitad de las indemnizaciones pagadas a éstos ;
medida equitativa ésta si se toma en cuenta que el seguro contra el paro
disminuia 1'0s gastos de la beneficencia municipal, la que empezaba a
ocupar un lugar preponderante al lado de la beneficencia eclesiástica
y la privada.
Entre las particularidades del seguro holandés mencionaremos las
siguientes :
1) Se limitaba a los nacionales, pues los extranjeros no podian ser
miembros de una caja subvencionada por el Gobierno.
2) La lejania del trabajo ofrecido no podia ser causa para rehusarlo,
pues el Estado y el Municipio indemnizaban por un periodo de tres
meses los gastos de transporte y, además, contribuían a los de la mudanza. Esta indemnización era distinta, según se tratase de un obrero
soltero que viviese con sus padres, de un obrero soltero que viviese
independientemente, o de un obrero con familia (circular ministerial de
5 de mayo de 1921).
3) Se tomaba, además, en cuenta el costo de la vida en la región,
estableciéndose tres categorías de municipalidades. La indemnización consistía en un porcentaje del último sal'ario, entre un máximo p un mínimo
(de f. 0.40 y f . 2.60, respectivamente), y se otorgaba por un periodo de
sesenta días al año.
4 ) Para los obreros temporarios, que de antemano conocian la poca
duración de su trabajo, la indemnización era por sólo treinta y seis días;
éstos debían ahorrar cuando tenian empleo, para poder subsistir durante
el paro. La Corona expidió el mencionado Decreto del 2 de diciembre de
1916 sin haber recibido la delegación legal correspondiente, es decir:
en forma inconstitucional. No obstante, fué aceptado este decreto por
la opinión pública, debido a su obvia necesidad. E s que el país ntrasesaba años duros, durante la Primera Guerra Mundial y que el paro
forzoso aumentaba rápidamente. Siguieron más decretos, decisiones ministeriales y circulares sobre esta misma materia, igualmente inconstitu-
E L DERECHO SOCIAI. H O L A N D E S
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cionales, entre los cuales destacan el de 29 de enero de 1920, el de 4
de enero de 1921, el de 29 de julio de 1922 y el de 23 de diciembre de
1923.
Entre las dos guerras.-Además de la Ley sobre el seguro de vejez
(que la literatura jurídica holandesa clasifica siempre como tey del seguro
social, a pecar de que carezca de obligatoriedad), en el año de 1919 se
expidió una ley social de gran importancia: la "Ley Aalberse", en la cual
se fija una jornada máxima de ocho horas diarias y de cuarenta y cinco
a la semana (aumentada después a cuarenta y ocho horas), una liinitación al trabajo nocturno, el descanso obligatorio dominical y una jornada media para los sábados, siempre que la naturalkza del trabajo lo
perniiticra. E s dificil proporcionar un resumen de la Ley Aalberse (cuyo
autor, el Ministro C. J. M. Aalberse, era del partido católico), porque
su contenido es extremadamente casuistico; fija condiciones y jornadas
distintas para cada clase de actividades. E n un principio sólo era aplicable a las fábricas y talleres, pero posteriormente fué ampliando su
campo de acción por medio de subsecuentes reformas que se introdujeron.
E n el mismo año de 1919 los marineros fueron favorecidos con un
Seguro contra Accidentes establecido por la Ley del 27 de junio de ese
año, y con un sistema de indemnización un poco más benéfico que el de
los obreros.
E n 1923 se expidió la Ley sobre conflictos del trabajo, en la cual
se establecian órganos especiales de conciliación, una tentativa -muy
tímida- de intervenir en la delicada cuestión de los conflictos obreropatronales, ajustándose a la ideología liberal. S e dispuso, además, que el
Ministro de Economía ( a partir de mayo de 1933, Ministro de Asuntos
Sociales) trataría de avenir a las partes y, en caso de que no lo consiguirse, podria nombrar una Comisión que investigase las causas del
conflicto, una medida cuya única finalidad estribaba en ejercer influencia
sobre la opinión pública mediante publicación del informe correspondiente.
En 1927 se estableció el Alto Consejo Laboral a iniciativa del Ministro Aalberse; se trataba de un consejo mixto nombrado por la Corona
a propuesta del Iainistro de Asuntos Sociales, compuesto de personas
recomendadas por las organizaciones sindicales o patronales, y del cual
también varios funcionarios eran automáticaineiite mienlbros. Trnia la
misión de aconsejar en materia de trabajo a las diversas dependencias
del Ejecutivo, y jugó un papel muy importante en la época de creciente
intervencionismo social y económico que siguió a la gran depresión
económica.
,
158
GVILLERA10 FLORZS MARGADAN?
E n 1929 se dictó la Ley Sobre Consejos Social'es (de 17 de noviembre) y el Seguro Contra Enfermedades. La primera instituyó consejos tripartitas para la ejecución y consulta en cuestiones del Seguro
Social, y el segundo se referia a las indemnizacioues parciales que se
pagaiían a los obreros por enfermedades profesionales o no profesionales.
La indemnización comprendía un porcentaje de los sueldos caídos y el
obrero contribuía con el 1% de su sueYdo, quedando el seguro por lo
demás a cargo del patrón. La ejecución estaba a cargo de un organismo
estatal: el Rijksverzekeringsbaiik, pero debido a la desconfianza del público por todo lo que huele a monopolio estatal, se decidió que también
organismos privados, especialmente reconocidos para este objeto, se encargaran de esa tarea.
Hasta aquí hemos observado que en toda la legislación social holandesa existía una. fuerte tradición liberal. La protección del obrero siguió
con cierto retraso el camino trazado por la opinión pública en todos los
demás paises de Europa occidental. E n cuanto al Seguro Social, su
desarrollo fué dificultado por la actitud casi dogmática del público, que
opinaba que el Estado nunca debe intervenir en materias a las que la
iniciativa privada puede atender con igual eficacia. Como ya hemos visto,
la legislación tuvo que dejar un amplio margen de influencia, en este
campo, a los particulares.
Con la depresión económica de 1929 cambió la situación. E n tanto
que la Ley Sobre Colocación de Obreros, de 1930, en la que se reconocían
las agencias privadas con fines de lucro (una reacción contra la creciente
desocupación), todavía estaba influida por la idea liberal, la Ley Sobre
el Trabajo a Domicilio, de 1933, ya muestra una tendencia muy distinta.
Por primera vez se concedió facultades al Gobierno para intervenir en
el nivel de los salarios, imponiendo sueldos mínimos para esa clase de
trabajos.
También la Ley Sobre Consejos Industriales, de 7 de abril de 1933,
es caracteristica de la nueva tendencia: prevé la posibilidad de que coinisiones mixtas, en determinadas ramas industriales, funcionen como centros de discusión, de ejecución y de consulta, así como de que puedan
ser autorizadas para expedir normas de carácter social y económico;
esta última posibilidad ya había sido prevista por el articulo 155 de la
Constitución desde 1922, y fué ampliada posteriormente por los artículos
152.154 en 1938. Aunque esta Ley Última que hemos mencionado no
haya tenido más que unos resultados prácticos muy modestos, es digna
de tenerse en cuenta: demuestra cómo la idea corporativista comienza
a echar raíces en el Derecho holandés, y forma el antecedente de los
E L DERECHO SOCIAL HOLANDES
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Consejos formados después de la Segunda Guerra alundial, de los que
hablaremos más adelante.
La mayor preocupación del Gobierno por el problema social se manifestó en la creación de una nueva Secretaría, en mayo de 1933, la cual
se encargaría en forma especial de las cuestiones obreras.
La depresión económica en Holanda fué larga y penosa. Siendo Gsta
como es un pequeño país densamente poblado, y dependiendo gran parte
de su econoniía del intercambio con otros países, es claro que se vió
grandemente afectada cuando, inesperadaniente, bajaron los precios de
los prod~ictoscoloniales que exportaba. No es de sorprender, pues, que
al Gobierno se le haya
tomar atribuciones que diez años antes,
en el antiguo régimen liberal, hubieran suscitado la protesta de la opinióii
pública.
Asi Tenios, por ejemplo, que se restringe el principio de la libre
conipetencia y de la libertad de trabajo, por medio de la 1.e' Sobre el
Establecimiento de Pequeños Negocios, de 1937, extendida el año siguiente
a toda clasc de empresas. En ese iiiismo año se expide una nueva reglamentación del Contrato Colectivo s:iliendo, esta vez, dc los tiioldes
del Dereclio privado: se autoriza al Ministro de Econoinía para que lo
declare obligaioriu en alguna rama económica o región, o para que le
quite validez. (Cfr. el contrato-ley del Dereclio rnexirario.)
L a nucva orientación de la política holandesa se tnanifestó tanibiíln
en numerosas leyes que sc dictaron para la orgaiiiznción del inercado,
para iquiiibrar la producción agrícola y para protiger al arrendatario
rural.
Bajo el impacto de las nuevas corrirntes en la opinión pública mundial, y por el efecto de la gran depresión, un innegable cspíritii de solidaridad social entra en el Derecho holandés.
Los alias de ocupación.-El período de la ocupación alemaiia, comprendido entre 1940 y 1945, es de gran iuteris para nuestro tema. E n él
surgieron algunas instituciones como la de los "Mediadores Estatales del
Trabajo" ("Rijksbemiddelaars") y la de las "Oficinas del Trabajo" ("Arbridsbureaux"). y se llevaron a cabo, adcniás, mejoras en el sistema
del Seguro Social, sobre todo por la creación del seguro de gastos de
enfermedad ("Ziekenfondsverzekering"), que completaba e1 seguro contra
enfermedades de 1929 (el cual sólo cubría parte de los salarios caidos,
y no los gastos dc tncdicatnentos, médicos, etc.).
Otros progresos alcanzados en aquellos años fueron suprimidos cuando sobrevino la liberación, para resurgir pronto con nueva forma. Tal
160
GUILLERMO FLORIS MARGADANT
fué el caso de la protección del obrero contra el despido injustificado.
Pero lo más importante de esta &poca por lo que se refiere a nuestro
tenla, era que la opinión pública se acostumbraba a un grado de iiitervencionismo centralizado que uno nunca hubiera tenido por posible en
un pais como Holanda.
E n 1940 se establecieron los "Arbeidbureaux", 10s cuales todavía
existen: son órganos oficiales, con ramificaciones en todo el pais, que
deben coordinar la oferta y la demanda en el mercado obrero, sin limitarse a una actitud meramente receptiva y pasiva, como después veremos.
E n este mismo año fueron abolidos los sindicatos. Por un decreto de
24 de mago de 1940 se introdujo en la legislación holandesa, por vez
primera, el arbitraje obligatorio en los conflictos colectivos de trabajo
(el cual desapareció en la época de la liberación).
El 27 de julio de 1940 se prohibió la reducción de los sueldos, medida que causó sorpresa en vista de la atmósfera inflacionista que ixedominaba entonces. E n este mismo año se fundó, además, la Comisión
de los Mediadores del Trabajo, instrumento para la paz social, que desapareció en 1942 para renacer después de la guerra con una competencia más amplia, como el organismo casi omnipotente para reglamentar
las condiciones del trabajo.
El 19 de mayo de 1941 se expidió un Decreto que prohibía las huelgas y los paros. El primero de agosto de este mismo año, se tomó otra
medida: la introducción del mencionado Seguro contra Gastos de Eniermedzd, cuya prima se reparte entre el obrero y el patrón por ;>artes
iguales.
Un decreto de 14 de marzo de 1942 estableció que era necesaria una
autorización del "Arbeidsbureau" para cada aumento de personal.
El decreto de 13 de octubre de 1942 introdujo una modificación
esencial, por lo que se suprimía la Comisión de Mediadores, reemplazándola por un "Mandatario del Trabajo" (imitación del "Reichstreuhinder" en Alemania), el cual era un verdadero dictador en materia obrera,
con facultades para fijar autoritariamente las condiciones de trabajo para
cada rama económica.
Los contratos colectivos habían desaparecido con la disolución de
los sindicatos, y l,os contratos individuales, restringidos ya por varios
decretos anteriores, desaparecieron igualmente en octubre de 1942.
Con el decreto de 21 de octubre de ese año se estabilizaron los salarios. Ningún aumento sería permitido sin la autorización del "Mandatario del Trabajo" ya citado.
E L DERECHO SOCIAL HOLANDES
161
Después de 1942, el sistema aplicado en Holanda se asemeja cada
vez más al alemán, hasta que se llevó a cabo la liberación.
La liberación.-La
liberación de Holanda se verificó por ctapas
durante el invierno de 1944 y la primavera de 1945.
Para sus consecuencias jurídicas, era básico el Decreto Sobre las
Medidas del Ocupante de 17 de septiembre de 1944, expedido por el
Gobierno exiliado en Londres.
E n él se hace una clasificación de dichas medidas en tres grupos :
Grupo A : se considera que estas medidas nunca tuvieron validez.
Grupo B : estas medidas se abrogaban en cada l'ugar que se liberaba.
Grupo C: estas medidas subsistían provisionalmente
La ma$ría de las normas relativas al trabajo que fueron expedidas
durante la ocupación, quedaron con~prendidas en el segundo grupo, es
decir, fueron abrogadas; no así las que se referían a la colocación
("Arbeidsbnreaux") y al Seguro Social (por ejemplo, el de gastos de
enfermedad), las cuales fueron clasifi,cadas en el grupo "Y.
Como todavía no existía ningún Parlamento Iiolandés en aquellos
días, el "Staatsnoodrecht" (Derecho público de emergencia) creado por
la Corona con la ayuda de varias comisiones consultivas, vino a llenar,
donde era necesario, las lagunas dejadas por la abrogación de las medidas comprendidas en los grupos "A" y "B". U n ejemplo de este Derecho
de emergencia es el decreto de 17 de julio de 1944, que fué expedido
en Londres y modificado posteriormente en varias ocasiones, hasta quc
quedó consolidado en el "Decreto Extraordinario Sobre las Relaciones dcl
Trabajo" de 5 de octubre de 1945, el cual estudiaremos más detalladamente por su gran importancia para el Derecho social holandés posterior
a la guerra.
Politica y legislación sociales en Holanda, después dc la Segundn
Guerra.-Hasta
ahora, no habíamos encontrado aportaciones holandesas
particularmente originales en el campo del Derecho social. Con la terminación de la guerra la situación cambia. Holanda había necesitado de
una crisis económica y de una conmoción btlica para vencer la desconfianza general respecto de un intervencionismo moderado y para lograr
el grado de solidaridad social que necesita un país si quiere evitar que la
formación de su Derecho social quede exclusivamente determinada por
factores de poder.
162
G U I L L E R M O F L O R I S MARGADANT
En estos dos aspectos se habían alcanzado buenos resultados. Prueba
de ello es que la política social de que hablaremos más adelante, pudo
llevarse a cabo no obstante el hecho de que los socialistas y comunistas
nunca obtuvieron en el Congreso juntos más que el 39% de los puestos;
y para ilustrar el grado de solidaridad social alcanzado, mencionaremos
el número de días perdidos en los conflictos de trabajo: en 1919 era de
1.056.800 y en 1920 de 2.534.900; en 1946 descendió a 681.600 (no obctante el crecimiento de la población industrial y el desarrollo de la vida
económica) y en 1951 bajó a 66.740; las estadísticas de 1952 indican
un descenso a 31.237 días, y la misma tendencia favorable continuaba
en 1953 y 1954.
Sobre esta doble base, de una opinión pública dispuesta a admitir
cierto grado de intervencionisnlo (sin abandonar el camino democrático)
y de una firme voluntad para colaboración por parte de las clases sociales, Holanda pudo comenzar a desarrollar su nuevo Derecho social,
creación autóctona en gran parte, y el iresultado es lo bastante interesante
para que sea conocido en el extranjero.
a) El "Decreto Extraordinario Sobre las Relaciones del Trabajo.Las primeras disposiciones de este decreto que ya hemos mencionado,
expedido el 5 de diciembre de 1945, son sólo de interés transitorio: se
refieren al Derecho del obrero que perdió su trabajo a causa de la guerra
o de la ocupación, para recuperar su antiguo puesto en las mismas condiciones que le corresponderían si no hubiera tenido que dejar su empleo (art. 4 y 5).
El artículo 6 garantiza al obrero la continuidad en su trabajo (una
garantía ya conocida por el Derecho mexicano desde 1917) : nadie puede
ser despedido sin autorización del "Arbeidsbureau" y de la Inspección
del Trabajo, a menos que el obrero renuncie a este derecho (los derechos del obrero en Holanda, a diferencia de lo que sucede en México,
son renunciables), que el caso se halle comprendido en los artículos 4 y
5 del mismo decreto que acabamos de mencionar, que exista una justificación "obvia", o que se trate de mujeres contratadas durante la ocupación por falta de obreros.
El Ministro puede eximir de esta obligación a grupos de patrones
o a patrones aislados que se encuentran en mala situación económica
(figura jurídica parecida a la del "conflicto económico" en el Derecho
mexicano).
La preocupación de distribuir equitativamente los obreros entre las
distintas empresas y de fomentar un desarrollo equilibrado en la vida
E L DERECIfO SOCIAI. H O L A N D E S
163
económica, dió motivo para que se dictara el contenido del articulo 7 :
el Ministro está facultado para ordenar que en determinadas rainas dc
la economía no pueda aumentarse el personal sin la autorización previa
del "Arbeidsbureau".
El artículo S establece que la jornada de trabajo no será inferior
a cnarcnta y ocho horas semanarias; pero cuando asi lo requiera la situación económica de alguna rama industrial, las empresas podrá11 Ilcgai
a un acuerdo con sus empleados y obreros prescindibles acerca de un
"sueldo de espera" ("Wachtgeld"), siempre y cuando se haga con In
aprobación del Ministro. Según el articulo 10, el Estado puede tener
participación en los gastos de tales acuerdos.
Muy importante es el art. 11, en el cual se crea el organismo central
para la politica social, la Comisión de Mediadores Oficiales, con funciones más amplias de las que tenia la comisión del mismo nombre qne existió
durante los primeros años de la ocupación, como acabamos de vrr.
Esta Comisión puede imponer las condiciones de trabajo qi:c juzgce
necesarias para cada rama de la producción mediante las llanladas "rcglamentaciones obligatorias" (artículo 12 del decreto que analizamos).
También debe ser sometido a su consideración todo nuevo contrato colectivo y la modificación de las existentes. i\deniác, conforme al nrticulo
15, pueden los Mediadores declarar, después de haber oido a1 órgano
mixto llamado "Consejo Laboral", la obligatoriedad de algún contrato
colectivo para toda una rama económica. Naturalmente que la Comisión
a que nos venimos refiriendo tiene también las más amplias facultades
para exigir informes sobre la situación económica y social de algiina
empresa.
Este nuevo órgano central de la política laboral no es bipartita o
tripartita, como una podrIa esperar, sino gubernativo: el Ministro dc
Asuntos Sociales nombra y destituye a sus miembros, de manera que el
Estado ha tomado a su cargo la reglamentación total de las condiciones
del trabajo. Aunque en determinados casos la Ley prescribe que debe
consultarse al "Consejo del Trabajo", en el que están representados los
obreros y patrones. y aunque la iniciativa para la creación de contratos
colcctiros corresponde todavía a las organizaciones obreras y patronales,
el Gobierno, a través de la Comisión de que venimos hablando, puede
extender la aplicación de un coiitrato colectivo a gnipos que no :omaro:i
parte en su celebración, coino sucede en el contrato-ley del Dcrecho mexicano; pero puede, ademis, imponer a ramas enteras de la producción
determinadas normas sociales, sin necesidad de contrato colectivo ~lguno.
Como, por otra parte, ningún contrato colectivo nuevo puede entrar en
164
GUILLERMO FLORIS MARGADANT
vigor sin su autorización, podemos concluir que la iniciativa gubernamental no sólo es más importante que la iniciativa privada por lo que
se refiere a la creación de las normas sociales, sino que, además, la reducida esfera dejada a las partes mismas se halla bajo tutela de la multicitada Comisión.
que las relaciones de trabajo
b) La fiolltica de los *celdas.-Puesto
han quedado completamente bajo la vigilancia del Gobierno, era necesaria
una politica de sueldos que estuviese acorde con la politica económica
general seguida por las autoridades.
Para tal efecto, el Gobierno encontró dos factores favorables:
En primer lugar, el ambiente de paz que reinaba entre la clase
patronal y la obrera, unificadas en los primeros años que siguieron a la
guerra por un peligro común: el desastre económico. Todo el país se
daba cuenta de que las antiguas regiones de ultramar iban perdiendo su
importancia para la economia nacional, de que Holanda vivía de préstamos, de que Pa balanza comercial presentaba un déficit tenaz no compensado con los ingresos obtenidos por servicios prestados al extranjero,
ni con los productos de capitales invertidos en otros paises. Todo el país
comprendía la necesidad de reorganizar la economía nacional, prescindiendo de todo interés parcial, de toda rivalidad de grupo o de clase.
Fué por eso que las rtsaciaciones de obreros y las de los patrones, unidas
en una sola agrupación de formación espontánea: la "Fundación del
Trabajo", brindaron su valiosa cooperación en la politica económica al
Ministro de Asuntos Sociales, al de Economía y al de Hacienda, borrando
todo recuerdo de la guerra de clases, y quitando a las medidas tomadas
el carácter odioso de una "victoria" de una clase sobre otra, transformándolas de resultados de una lucha política en resultados de una discusión técnica, objetiva: resultados necesarios a la luz de la meta común,
que era el restablecimiento de>equilibrio económico nacional. U n segundo
factor favorable para el éxito de la politica económico-social era la presencia de un buen servicio económico-estadístico.
De manera, pues, que asistido por una organización en la que todos
tenían confianza y por una oficina de estadística de alta calidad, el Gobierno holandés ha podido realizar una politica de salarios bien ajustada
a la política económica general, y que ha permitido al país resurgir en
tan poco tiempo. Trataremos de resumirka.
La congelación 'de los salarios decretada durante la ocupación, se
mantuvo en un principio después de la guerra. Pero en 1945, los Conciliadores, viendo que el nivel de los precios había subido considerable-
E L DERECHO SOCIAL H O L A S D E S
165
mente por lo que se reficre al gasto dc consuiiio familiar (en un 80%
desde el comienzo de la guerra), aceptaron un auinento general de 25% sobre el monto de los salarios de 1940. DcspuCs, la Coniisión inició una
investigación en las distintas ramas ecoiiómicas para saber cri cli!i forina
deberían ajustarse los salarios a los niirvos precios, sin qiie subiera iiidebidamente el costo de los pro<luctos liolandeses y sin qiie los obreros
abandonasen su trabajo en una empresa para dirigirse a otra, y sin causar
migraciones indeseables de obreros entre una raina y otra, evitanilo asimismo remuneraciones demasiado desiguales para esfuerzos :rnil«gos.
En octubre de 1946 teriiiinó esta investigación, la cual di6 lugar a
Iiuiiicrosos ajustes, que resul'taron en un anriiento toial 1i:ista uri iiivcl
de 165 para la industria y dc 240 para 1;i :~gricultura.suponiendo el iiive1 prebélico igual a 100. El aumento bastante niás elevado rii i1 sector
agri,cola, se explica por ia circunstancia de que esta rama habia recibido
antes de la guerra una reniuneración desproporcionalinente baja.
El nivel de los salarios en Holanda alcanzó, de esta manera, iin
promedio del 75% más que el que existia antes de la conflagíacióii ;irmada. Como el costo de la vida familiar liabia subido cn un S27k dcsdc
1938-1939, la desproporción entre uno y otro no fué tan grande.
El Gobierno trató de estabilizar este salario: únicamente se ailiiiitirian nuevos aumentos cuando una iiiayor productividad lo periniticra
o en caso de una nueva inflación. Los Conciliadores recomendaron iin
viraje hacia el sistema de destajo, con tarifas vigiladas por la propia
Comisión, para que los obreros pudieran, si querían, riiejorar su situación sin poner en peligro el precario equilibrio econóniico. E l Gobierno,
por otra parte, trati, de aliviar la situación de los obreros por niedio de
un acuerdo con los industriales, en el que éstos se coinprometinn a producir mercancias de uso corriente (utility-goods) mediante un sisteiiia
simplificado y con menos variedad de modelos, a fin de poderlas vendcr
a bajo precio a sus trabajadores.
A pesar de todas estas medidas, el costo de los productos subió ni
nivel de 18770 (1938-1939 = 100) al coinieiizo del mes de no~i?mbrc
de 1948. Los Conciliadores autorizaroii entonces un aumento conipensatorio de los sueldos. Pero iin nuevo aconteciinicnto vino n ri,inpcr seriamente el equilibrio entre precios y salarios: la creación del RESELL'X.
unidad económica que trataron de formar EIolaiidn, Bélgica y Luxeniburgo, aiiibieioso proyecto clue no lia dado, hasta la fcclia, los resultados
que se esperaban. Holanda tuvo que obligarse a abolir los elemeiitos :irtificiales en su estructura de precios, es decir, las subvenciones quc proporcion:~ba el Gobierno para inantener bajo el nivel dc los precios en los
166
GUILLERMO F L O R I S M A R G A D A N T
artículos de primera necesidad. Como consecuencia de ello, dichos precios
subieron hasta 193% en el mes de septiembre de 1949 (cifra indice para
consurno familiar: 1938/1939 = 100). Para compensar esta alza, los
Conciliadores decretaron un aumento provisional de salarios de un florín
por semana con cargo a los patronos. Se aumentó, además, la ayuda prestada a familias con hijos menores (véase infra). E l resultado correspondió
a los cálculos previos: en septiembre de 1949, cuando la cifra índice de
los salarios era de 193, también la cifra indice para el consumo familiar
se encontraba en el nivel de 193, gracias a la vigilancia e iniciativa de
los Conciliadores.
La devaluación del florín en ese mismo mes y año, ocasionó que
los Conciliadores, de acuerdo con la anteriormente citada Fundación
del Trabajo, fijaran un aumento máximo no obligatorio de 5% en los
sueldos. Sólo en el caso de que los patrones y obreros no llegaran a un
arreglo, intervendrían aquéllos con carácter defintivo. Se aumentaron
igualmente las pensiones previstas en las leyes del Seguro Social. Como
todas estas medidas no bastaron para conservar el equilibrio entre salarios y precios, los Conciliadores decretaron el 4 de abril de 1950 un
nuevo aumento en los primeros de un 5% obligatorio.
Casi un aiío después, en marzo de 1951, hubo necesidad de hacer
un nuevo ajuste entre salarios y precios. Un desequilibrio sobrevenido
en el presupuesto público, di6 motivo para que se suprimieran varias
de las subvenciones que continuaron vigentes después del pacto Benelux.
Se calculó que el aumento en el nivel de los precios que se originaría
por esta medida, sería de un 10%. Después de consultar la opinión de
las organizaciones tanto obreras como patronales, los Conciliadores recomendaron a estas últimas de conceder un aumento de sueldo del 5%.
Los otros 5% vendrían, por lo tanto, a cargo de los obreros, en
forma de un aumento no-compensado del costo de la vida, pero los Conciliadores prometieron buscar una solución favorable a los intereses de
la clase laboral en el. caso de que el alza de los precios pasara del 10%
previsto.
Como las estadísticas de septiembre de 1951 revelaron un pequeño
excedente en el índice de precios, demasiado insignificante como para
justificar medidas permanentes la Comisión decretó una gratificación
de un 11%, por una sola vez, en la raya semanal.
E n septiembre de 1953, la Comisión de Mediadores prometió un
nuevo aumento de 5% en los sueldos, si el proyecto para descongelar las
rentas llegaba a ser ley; este aumento entró en vigor el 19 de enero
de 1954.
E L DERECHO S O C I A L H O L A N D E S
167
He descrito detalladamente la política de sueldos holandesa, porque
considero que puede servir como ejemplo de lo que puede hacerse a este
respecto cuanclo ambas clases, la patronal y la obrera, estén dispuestas
a colaborar, restringicndo la discusión en la medida de lo posible a cuestiones ticnicas y objetivas, y vigilando de nioniento a niotiiento el resultado de las medidas tomadas, por niedio de un servicio estadístico,
honrado y eficaz.
Para poder juzgar sobre la política antes descrita, añado todavía
lo siguiente:
Por razones técnicas, que no soti de exponerse en este lugar, es nicesario cambiar de vez en cuando la base de una serie de cifras-índice. Para
los salarios, la Oficina Holaridesa de Estadistica trasladó la base de 19381939 a la del 30 de juiiio de 1947, dejando coexistir ambas series de cifras-índice todavía por varios años, hasta que, finalniente, cn 1953 suprimió la antigua serie. Para la serie de cifras-índice de los precios del
consumo familiar, se escogió tambibn una nueva base: 1949.
E1 índice dc los salarios en septiembre de 1953, era de 131 ; el de los
precios en el consumo faniiliar era, en ese mismo mes, de 121. Teniendo
en cuenta que la cifra-índice de los salarios era de 109 en 1949, o sea
cuando comenzó la nueva serie de los índices de precios ya mencionados,
se puede concluir que la condición económica del obrero holandcs no se
ha modificado en los años de 1949 a 1953; parece que el equilibrio salarios-precios se ha consolidado.
C) La orgaaizacida corfiorativista de la vida eronó!nlcn.-No
obstante la dudosa reputacirín que adrjuirió el sistema corporativista por su
liga con el fascisriio italiano, Holanda elaboró despii6s ilc l;i giiirra i:iia
nuera organización de su vida econótnica de prrfilrs corporativistas; agrupó las <livcrias aciividrides eri organismos bipartitas -?;oiizonin!es :v verticales- rlue debían velar por los intereses técnicos, roi:iercialcs y sociales
de las indi!strias egruiiadas cri rllns. Iliclios organismos rstán subordiiiados a un Consejo Econóiiiico Social integrado por representantes de la
Cororin, <Ir los pntroncs y (le: los trabajadores, y tir!ieii las siguientes
funcio!ies :
2).-Expedir
gales.
3).-Protnover
nornras cco~iiiriiico-sociales a base de delcgaciones le-
y vigilar las org?.nizacionrs horizoiitales y rcrticales.
168
GUZLLERlMO FLORIS .I4ARGADANT
La Ley de Organización Industrial expedida el 14 de febrero de 1950,
reglamenta esta estructura de la vida económica, estableciendo reglas para
el funcionamiento del Consejo Económico-Social, de los "Bedrijfsscliappen" ("comisiones industriales") que se establecen por rama, es decir,
horizontalmente, y de los "Productschappen" ("coti?isioncs relativas a a11
solo producto") que se componen de todas las empresas que colaboran
en la fabricación de un mismo objeto (organización vertical). Entre las
funciones del Consejo Económico-Social se encuentran las de la antigua
Fundación del Trabajo, que surgió espontáneamente por la colaboración
de la clase obrera y la patronal, como ya habíamos dicho.
El Consejo Económico Social debe también estimular la rápida formación de los Bedrijfsschappen y Productschappen, aun cuando deja un
amplio margen a la iniciativa de cada rama.
Para la solución de los conflictos que pueden surgir e11 este nuevo
sistema, se está elaborando una ley sobre la jurisdicción administrativa.
d) La democracia industrial.-Para fomentar todavía más la atmósfera de mutuo entendimietnto y de solidaridad que caracteriza la postguerra en los Países Bajos, se expidió el 4 de mayo de 1950 la Ley sobre
los Consejos de Obreros, la cual dispone que todas las empresas que
tengan más de veinticinco trabajadores deben formar un consejo de obreros, con un número de miembros que será de tres a veinticinco. Este
Consejo tendrá como funciones principales: la de aconsejar al patrón
sobre cuestiones sociales y económicas, la de sugerir soluciones a éstas y
la de tomar parte en la formación del régimen interior. Será integrada
por medio de elecciones en las que participarán los obreros mayores de
veintiún años y con una antigüedad no menor de uno. Para que pueda
cumplir con sus atribuciones deberá ser informado por el patrón de todos
los datos quc se relacionen con las funciones ya enumeradas, así como
de la situación económica que guarda la empresa.
Para acentuar la importancia de tales medidas, no conozco formulación más feliz que la siguiente frase de Bertrand Russell: "la democracia en la industria no es realidad psicol'ógica mientras se considere a
la dirección como "ellos", como un organismo ajeno que sigue orgullosamente su camino y al que es natural se mire con hostilidad impotente,
a menos que se adopte una actitud rebelde." Mediante una ley como la
citada, se tiende a convertir al obrero en un colaborador del patrón, con
responsabilidad propia, y a crear un ambiente en que tanto el patrón cuanto
el obrero se den cuenta de que sus intereses son en gran parte paralelos.
E s un paso más hacia la realización de la "comunidad de trabajo" que
EL D E R E C H O SOCIAL H O L A S D E S
169
tienclc a rcerriplazar por una parte el antiguo ideal de la empresa patriarcal, por otra la "guerra fría" entre ambas clases.
e) La urganización del lncrcado de trabajo-E1 Gobicrno holandés
percibió claramente, después de la terminación de la guerra y, sobre todo,
después de los acontecimientos de Inrloncsia, quc no hahín nlis que
dos caminos para evitar el enipobreciniiento general clcl país : la industrializacióii y la emigración.
De la eniigración hablarenios después. Por el inoiiicnto tr;starei~ios
ile las coirsecuencias de la in<lustrialización e11 la política sccial. Estas
son de dirersa índole. Ya liemos x-isto la organización cc~rporati\-ista
que, adcmis de ser una consecuencia de la estrxctura más coi~i~~licada
de
la vida económica moderna, es un irredio para foriientar una iridu$trialización equilibrada y para e ~ i t a rcii la medida ile lo posible todo gcrii:cli
de dcpresión. Las medidas que se liaii triiiiado para i!iipulsar la deiirocracia
industrial tairrbién pucdcn colisidcrarse coliio iiiia ciitisccucncia de la Iridustrializacióti. pues las rclncioncs del patr61r
di:l ollrcro cn la praii
industria no son tan automiticas y espi~iitáncascoino en la agricultura r)
e11 la pequeña industria. P r r o la nuera eslruct~irade la econotiría ¡?olandesa que ha surgido después de la guerra, Iia hecho necesaria iambién
la intervención del Gobierno en rl iiiei-cado del trabajo: ante el peligro
de un considerable paro y ante la necesidad dc trasladar grandes caiitidades <le obreros de una acti\.idad a otra (iiiiplicando esto últiirii~ una
reeducación profesional), el Estado II« Iw qurrido quedarse pasivo, ni
tampoco dejar este campo completamente a 13 iniciativa privada, :iitnqiie
Gsta coopera en nieilida importante, como veremos.
La creación de organisn~osquc coordiriaraii In oferta y I:i deniniida
en el trabajo, no era nueva en IIolan<la. Eii 1902. Ir; iiiuiiicipalidad de
Sc1iicd;~rnhabía estahlccido la priiricra bolsa del trabajo; dcspuís de 1912,
aparecieron instituciones análogas tanto privailas co!:xo ~úhlicas,las cunles se unieron, en 1920, en tres centrales ?ara pc;c!er corripriisar la oferta
con la demancla, en una f o r n ~ amás amplia. Eti 19-10, i l trahtoriio ecoi:ómico del país, prorocado por la segunda guerra ). por la ocup:,cióii, hizo
necesaria la fun<lacii>nde la Oficitia Estatal dvl Enipleo ("Rijksarbeidsbureau"), con dcpen<lcncias en todo el país ((".\rt~ridshureaii.u"), In cual
fué coiivcrtiila por cl enemigo en un instrutiieiito para enxiar obreros
holandeses a trabajar en las industrias belicas de i\leinariia.
Esta oficina subsiste aún en la actuali<l~ilcon sus ilepeii<leiicias, y
constituye el órgano central (del mercaclo ilr trabajo: extiende sus
actividades a otras que no son propiai.iciire (le las tra<liciciialcs "bclsas
170
GUILLERMO FLORIS MARGADANT
del trabajo", como son, por ejemplo, las que se refieren a la orientación
vocacional (sobre todo, después de la Ley del l o de enero de 1948) :
para aconsejar sobre esta materia no sólo se toman en cuenta los exámenes físicos y psicológicos, sino también las necesidades y posibilidades
de la vida económica holandesa, tanto en la actualidad cuanto en el próximo futuro.
Este sistema adquirió pronto tanta popularidad, que el Gobierno fijó, el 15 de enero de 1950, una tarifa para diclios exámenes, con el fin
de evitar una competencia indebida con las instituciones privadas que
tenían este mismo objeto. E l primero de mayo de 1951, limitó, además,
el servicio, al ver que la mencionada tarifa no era suficiente para obtener
una proporcionada distribución de los interesados entre las citadas instituciones privadas de orientación y las públicas. E n 1952, sin embargo,
suprimióse esta limitación, y se optó por subvencionar a las primeras.'
Además de este servicio importante, la Oficina de Trabajo organiza cursos de entrenamiento en treinta y seis centros gubernamentales, en vista
de la rápida industrialización del país, que exige, en corto tiempo, gran
cantidad de obreros especializados. Fué también benéfico este sistema para
los jiivenes que habían estado en servicio militar o en cautiverio, pues
recuperaban de este modo el tiempo perdido. E l entrenamiento es, por lo
regular, de seis meses; en él se admiten a hombres de dieciocho a cincuenta años, quienes perciben, durante todo cl tiempo del curso, un modico sueldo; está organizado con la cooperación de las organizaciones
corporativistas a que ya nos hemos referido. E n los primeros nueve meses de 1953, fueron admitidos tres mil diecinueve obreros en los mencionados centros de capacitación. Puesto que al lado de la industrialización
se sitúa la emigración como otro medio para resolver el problema de la
alta densidad demográfica en Holanda, los centros imparten, desde el
primero de enero de 1953, cursos especiales para los futuros emigrantes,
aprendiéndose en inglés los términos técnicos. Estos cursos se refieren
únicamente a profesiones o especialidades que no sean escasas en Holanda. Entre los tres mil diecinueve alumnos a que nos hemos referido,
sesenta y siete se preparaban para emigrar. L a Oficina Estatal del Trabajo ha establecido un registro de obreros inválidos (ya sea por el servicio
militar, por cauSa de la guerra, por prisión política durante la ocupación
o por accidentes en el desempeño de sus funciones) en el que consta el
grado de incapacidad y las actividades para las que estarían más aptos.
2 Para ilustrar la popularidad de este servicio, indicaremos que en los primeros nueve meses de 1953 acudieron a los exámenes de orientación profesional
organizados por la Oficina Estatal del Trabajo: 20,836 hombres y 4,592 inujeres.
E L DERECHO S O C I A L H O L A N D E S
171
A base de la Ley sobre el Empleo de Obreros Inválidos, cada empresa
de más de vcinte trabajadores tiene la oblipación de emplear a un obrero
itiválido asignado por dicha Oficina, dándole un sueldo norinal, a no ser
que la Oficina, en ciertos casos, fije una remuneración inferior. L a mencionada autoridad puede relevar de esta obligación a determinadas einpresas. Por cada cincuenta trabajadoores, es obligatorio emplear a un obrero
inválido más. La susodicha Oficina proporciona, además, cursos de entrenamiento a obreros inválidos, que pueden comenzar desde el hospital o
el sanatorio. De esta manera fueron colocados ocho mil cuarenta y seis
obreros inválidos en los primeros nueve meses del año 1953.
Otra institución del Gobierno en el inercado del trabajo es el D. U. W.
(Servicio de Ejecución de Obras). Puede otorgar subvencionrs públicas
a determinadas obras que dejarían de ser realizadas sin aquéllas, y que
podrian absorber mucha mano de obra, en comparación con el capital
necesario. E n estos casos, la colocación y cl despido de los trabajadores
son hechos directamente por la Oficina Estatal del Trabajo o por sus
dependencias regionales.
E l número de los sin trabajo registrados rn esta Oficina y en sus
dependencias, incluyendo a los obreros colocados por el Servicio D. U. W.,
ha estado bajando continuamente, desde un máximo de 124.932 e11 1945
(de los cnales 38.406 estaban trabajando en obras D. U. W . ) hasta su
nivel actual de unos 35.000 en el verano y unos 70.000 en el invierno, lo
cual constituye en promedio una mejoría de más del 50%. La institución
D. U. IV. (actualniente, "Dirección dc .4bastecimiento de Trabajo") absorbe, por regla general, la tercera parte de los desocupados holandeses.
E s éste el lugar para n~cncionarlas Medidas para fometitar la n ~ o l-ilidad del trabajo", tomadas por la Secrctaria de Asutitos Sociales, en
el mes de junio de 1954. Ellas detertiii~iancuáles so11 las "regiones con
excedentc" y cuáles las "regiones con déficit". Los obreros doniiciliados
que cstbn dispuestos a buscar trabajo en las scpundas,
en 1:is ~>rin~cras,
reciben indcmnizacioncs para gastos de transporte (cuando la distancia
no es muy grande) o para subsidios faniiliarec y gastos de visita semanal
o quiiicenal (cuando la distancia ot~ligaa los obreros n vivir sin su
familia).
La efniíjración.-Otra
iriedida relacionada con cl mercado <le1 trabajo y que ayuda a descongestionar el exceso de obreros desocupados
en determitiadas ramas, es la emigración. E1 gran número de nacimientos,
la reducción de la mortalidad infantil, la rrlativa imposibilidad de cxtender el territorio nacional mediante nuevos desecamientos y el desarro-
172
GUILLERMO FLORZS .WARGADA.VT
110, desfavorable para I-Iolanda, de la relación con los antiguos territorios
ultramririiios, todo esto tiende a convertir a Holanda en un país de
emigración como Italia, España o Suiza.
El Gobierno no lia querido dejar exclusivamente en manos de los
particulares el control de la emigracióti, ante el temor de que organizaciones privadas poco escrupulosas y con espiritu de lucro, envíen obreros
nacionales al extranjero con la promesa de un mejor porvenir, pero sin
preocuparse en realidad por la preparación del emigrante para la nueva
vida que le espera.
El principio general de la Ley de 20 de mayo de 1952 que rige
actualmente en la materia, es el de dejar a las organizaciones privadas
la preparación intelectual y material del futuro emigrante, pero bajo la
vigilancia gubernamental. E l Estado organiza el transporte, concede subvenciones a ciertas clases de emigrantes, celebra tratados de emigración
con otros paises y controla la actividad de las organizaciones privadas.
Holanda ha celebrado convenios de emigración con Canadá, Australia, Nueva Zelandia, Brasil y Africa del Sur, en los que se obliga
a enviar a estos países un número determinado de obreros debidamente
preparados en su especialidad, y aquéllos, a su vez, se comprometen a
b'arles trabajo. Naturalmente que estos emigrantes deberán conocer muy
bien el idioma del país a donde se dirigen, e irán provistos de reservas
financieras, instrumentos y inateriales necesarios para sus labores.
A partir de diciembre de 1951 Holanda forma parte de la Organización Europea para la Einigración (PIC~IME)llamada después, en
1952, Comisión Internacional para la hligración Europea (ICEM).
La siguiente estadistica muestra cómo la cantidad de emigrantes
holandeses aumenta cada año:
1946
1947
1947
1949
1950
1951
1952
504
6816
13837
13963
21330
37605
48690
Los países a que se dirigen son por lo regular, Canadá y Australia
(en 1952 hubo 20653 emigrantes para Canadá, y 15828 para Australia).
g ) El Seguro Socid.-Aunque
ya había surgido con anterioridad
a la guerra, la legislación posterior a ésta Iia irifluido en forma tan
E L DERECHO SOCIAL HOLAA\-DES
173
notable en sus rasgos característicos, que hemos reservado ia descripción de su estructura para esta última parte del presente estudio.
El sistema holandés sobre este punto, no tiene un aspecto tan unitario corno el sistema mexicano. H a surgido poco a poco, en lucha contínua con la descoilfianza del ~ u e b l ohacia todo "tnonopulio público".
Esta circunstancia l ~ aoriginado que el patrón holanclts se vea con muchas dificultades administrativas: debe pagar varias primas calculadas
con bases distintas, pudiendo retener partc de unas p nada de otras;
adcmás, la liquidación hay que haccrla a órganos diferentes.
Veamos someramente las distintas ramas principales del Seguro Social holandés.
1 ) Seguro contra accidentes de trabajo.-Este
seguro de carácter
obligatorio, establecido en la Ley Sobre Accidentes de 1921, queda enteramente a cargo del patrón, quien paga una cuota que varía de acuerdo
con los riesgos del trabajo, como sucede también en México.
Cuando la incapacidad del obrero es completa, recibe en las seis
primeras semanas tina indemnización de un 80% sobre el salario que
percibía; después, se reduce ésta a un 70%. Cuando la incapacidad es
parcial, se aplica una tabla semejante a la del artículo 321 de la Ley
Federal del Trabajo de Mtxico. Ademis de estas prestaciones, el seguro
cubre también los gastos médicos y quirúrgicos, así como también los
funerarios hasta f. 420.
Los deudos del obrero se benefician también con este seguro: la
viuda recibe una pensión de un 30% sobre el salario que percibia aquél,
la cual es aunlentada en un 15% por cada Iiijo menor que hubiera en la
familia, basta llegar a un máximo de 60%. Para el cálculo de estas prestaciones el sueldo diario máximo que se toma en cuenta es de f . 14.
Sobre esta misma materia existen leyes especiales, como la de 1919,
que se refiere a los accidentes marítimos y que otorga una indemnización
de SO%, durante seis meses (en lugar de seis semanas), sobre el salario
que se disfrutaba, y la Ley de Accidentes en la Agricultura y Horticiiltura, de 1922, que da los mismos derechos que la de Accidentes de
1921, otorgando, sin embargo, un campo más amplio a la iniciativa privada
en la administración.
2) Segz~rocontra invalidez y vejez.-La Ley más importante que
reglamenta esta materia es la del 19 de diciembre de 1919; establece
un sistema de seguro obligatorio a cargo de los patrones, cuya obligación
consiste en pegar sellos semanalmente sobre la tarjeta de cada empleado
u obrero. E l valor de estos sellos depende del sexo y de la edad del
174
GUILLERMO FLORIS MARGADANT
trabajador (existen cinco categorias). Cuando el sueldo anual llega a
4925 florines, el patrón queda liberado de esta obligación. Sin embargo,
el obrero puede continuar el seguro mediante la compra de sus propios
sellos, adhiriéndolos semanalmente a su tarjeta.
E n caso de incapacidad por invalidez, el obrero tiene derecho (después de haber pegado sellos durante ciento cincuenta semanas, o de haber
llegado a la edad de sesenta y cinco años) a una pensión que se calcula
según el tiempo durante el cual se pegaron los timbres y según el valor
total de éstos.
Este seguro comprende también una pensión para la viuda inválida
o mayor de sesenta años, y para los huérfanos menores de dieciséis.
El sistema que consiste en una tarjeta individual que queda en poder
del obrero, y sobre la cual el patrón pega los timbres después de cada
semana de trabajo, tiene la ventaja de disminuir las complicaciones administrativas cuando el obrero cambia de patrón.
Al lado de este seguro, existe otro, esta vez de carácter facultatiuo,
establecido por la Ley del Seguro Contra la Vejez, de 1919, y que fija
también una indemnización para los deudos del asegurado que falleciere
antes de llegar a la edad estipulada para que comenzara el pago de la
pensión.
Las pensiones son de tres a veinte florines por semana, y pueden
comenzar a ser pagadas a los cincuenta y cinco o a los sesenta y cinco
años de edad del asegurado, según la cuota que uno quiera pagar.
Una Ley importante, producto de la postguerra, que se relaciona con
el sistema del seguro contra la vejez (aunque estrictamente hablando no
es una ley de Seguro Social), es la "Noodwet Ouderdomsvoorziening",
o sea la Ley de Emergencia sobre la Vejez, en vigor desde el 19 de
octubre de 1947. Prevé una pensión estatal para personas mayores de sesenta y cinco años, con la condición de que hayan residido cn I-Iolanda
durante los últimos seis años, si son de nacionalidad holandesa, o
durante los últimos veinte años, si son de otra nacionalidad.
Estas pensiones varían según el costo de vida de la municipalidad
en cuestión, entre un minimo de 948 florines y un máximo de 1116
anualmente, cuando se trata de matrimonios, y entre un mínimo de 528
florines y un máximo de 636, cuando se trata de personas aisladas.
La mitad de los ingresos propios se deducen de estas pensiones;
cuando aquellos pasan de 1560 florines por año, en el caso de matrimonios, o de 990 florines en el caso de personas aisladas, cesa todo
drrrcho a esta "pensión nacional".
El. DERECHO S O C I A L HOI.A.VDE.5
175
3 ) Scgzíro contra e+~fernzeda<ics.-La "Ley Sobre Enfermedades"
("Ziektewet"), de 1929, es la que indemniza al obrero con un porcentaje
sobre los sueldos caidos durante una enfermedad no profesional. Es de
carácter obligatorio para todos los trabajadores que perciban un salario
menor de 4925 florines al año. La cuota de este seguro es variable según
la clase de las labores, y, en principio, está a cargo del patrón, aun
cuando éste tiene el derecho de retener el 1% sobre el sueldo de los
obreros como participacióri en esta cuota, cualquiera que sea la clase del
trabajo.
La indemnización es de un 80% sobre el salario que se perciba en
el momciito de contraer la enfermedad (habiendo un limite de 14 florines
diarios), y se cuenta a partir del tercer día en que se deja de trabajar,
hasta un año después (tres años en el caso de la tuberculosis).
E n caso de embarazo de una obrera, la indemnización es de 100%
sobre el salario que disfruta, y coiiiienza ésta a correr desde seis semanas anteriores a la fecha probable drl aluinbramiento, basta seis semanas después, como mínimo, o citicuetita y dos como máximo. Además,
se otorga a la embarazada la cantidad de cincuenLa y cinco flori~irspara
los gastos del alumbratniento, con la condición de que haya trabajado
ciento cincuenta y seis días, por lo incnos, antes de dar a luz.
El Drcreto Sobre Fondos de Enfcrmeilad ("Ziekenfondsbesluit"),
expedido durante la ocupacióii, vino a completar la Ley anterior, indetiinizando al asalariado los gastos del tratamiento de la enfermedad. Ailemás, prevé el pago de una cantidad global en caso de fallecimiento. Este
Decreto extiende sus beneficios a los familiares que dependan económicamente del asalariado. La carga de este seguro se reparte por partes
iguales entre el patrón y el obrero.
4) Seguro contra cl pavo forzoso.-1.a
1.cy del S c ~ p r oContra el
Paro Forzoso, que entró en vigor el l Q de julio de 1952, acabó finalmente con el sistcma inconstitucional que había prevalecido desde 1916:
su estructiira resulta quizás coniplicacla a primera vista; pero al estudiarla con más detenimiento, se nos presenta lógica y equitativa.
Esta nueva Ley considera el paro forzoso, en su primera fase, coino
un riesgo industrial; en su segunda fase, coiiio un riesgo social e industrial a la vez. Esta posición es lógica: eii los primeros mcscs del paro
forzoso, el desocupado conserva aún su habilidad y destreza para el
trabajo que solía desempeñar; foriiia parte de la reserva de trabajo que
-
3 Véase lo diclio sobre el Dccieto del 2 de dicietiibre de l9,lh.
lió
GUILLERMO FLORZS MARGADAN7
esti dispoiiiblc para la rama especial en que trabajaba. Por esta razón,
el pago de la indemnización durante los primeros cuarenta y ocho días
("pago interino") queda a cargo de la rama industrial que contrató
al obrero. La cuota del seguro que da derecho a éstos pagos interinos,
varia según el riesgo de paro forzoso en las diversas ramas, y se reparte
par partes iguales entre el patrón y el obrero..
Cuando el paro dura más tiempo (de 48 a 126 días), el paro adquiere
un carácter distinto: el obrero pierde su especialización ya adquirida y
llega a formar parte de la reserva general del trabajo. Cuando esto
sucede, los pagos de la indemnización están a cargo de la economía cn
-general (ya no de una rama en especial) y del Estado. Este último
contribuye con un 5070, los obreros con un 25% y los patrones con un
porcentaje igual a este último. Todos los asalariados están asegurados
hasta que su ingreso anual llega a 6000 florines. Las indemnizacioncs
son de un 80% sobre el Último salario percibido, cuando el obrero es
casado; de un 70% cuando es soltero y vive en forma independiente,
y de un 60% cuando es soltero y vive con sus padres.
5 ) Szibvenciones por causa de hijos.-Cabe mencionar todavía, aunque no se trate propiamente de una clase del Seguro Social, la Ley Sobre
Subvenciones por Hijos, de 19 de enero de 1941. Los asalariados reciben, con base en esta Ley, indemnizaciones de 46 centavos por día
para el primer hijo; de 51 centavos para el segundo, y de 67 para los
subsecuentes, hasta que los hijos alcancen la edad de 16 años ( o de
20, si son estudiantes o ii~válidos).Estos pagos se financian mediante
una contribución de los patrones de un 6% sobre la raya.
Este sistema fué extendido por la "Ley de Emergencia Sobre la
Subvención por Hijos para Independientes Humildes" que entró en vigor
el lo de julio de 1951. Dicha Ley proporciona una ayuda de 25 centavos diarios cuando se tiene el tercer hijo, de 30 para los subsecuentes,
a los padres que, no siendo asalariados, se ganan la vida por medio de
alguna pequeña empresa propia, siempre y cuando no tengan utilidades
mayores a 2400 florines por año, esto Último, en el caso de que no
tengan más que tres hijos; si tienen mis, el limite sube proporcionalmente.
6 ) E l costo del Seguro Social ho1aftdPs.-Todas las medidas de seguro que acabamos de mencionar han originado que el costo de producción en Holanda aumente considerablemente; el patrón paga por estos
conceptos, en total, coino un 20% sobre la raya:
E L DEKECHO S O C I A L H O L A X D E S
I'rimas del seguro contra accidentes: 0.15 hasta 2.5%.
Primas del seguro contra enfermedades: 2 hasta 4%.
Priiiias para el fondo <leenfermedades: 1.9%.
>'rimas para el scguro contra la vejez e invalidez: 1.57'0.
Primas para cl seguro contra el paro forzoso: 2%.
Contribución para sub\~encioriespor hijos: 670.
"Vcrcvcningslieffirig" (impuesto especial para cubrir las indemnizaciones dc maternidad y las pensiones estatales) : 4.57;.
lil obrero contribuye, en total, con un 57; de su suelrlo: 1% para
el seguro contra enfermedades; 1.9% para el fondo de enierniedades y
como un 270 para el seguro contra el paro forzoso.
iCl Estado contribuye sólo con el 1.270 sobre el tolal dc las rayas
pagadas (la mitad de la prima de las indemnizaciones por <lesocupaciún,
en su segunda fase).
7) L a adnzinistración del Seguro .Social holand¿s.-Por 1;is razotirs
que ya liemos expuesto, existe en la administración de las <livcrsns clases
del Seguro Social IiolandGs, un aniplio margrn de actiridacl para Ins
instituciones privadas. Sin embargo, la "Rijks\,erzekeringsbanl<" (Banco
Estatal de Seguros) ocupa el centro de esta adi~iinistración.E n el szguro
contra la ~ e j e ze invalidez, en las pensiones estatales y en las subvenciones por hijos, tiene un carácter exclusivo.
El seguro contra accidentes marítimos está administrado por la
"Zcrrisico", sociedad for~iiadapor patrones. El seguro contra accidentes
en la agricultura y horticultura está administrado por las "Brdrijfsverenigingeii", sociedades formadas tainbiin por patrones con autorizacióii
del Gobierno.
El seguro contra enfermedades está administrado, en parte, por órgnuos públicos y, en parte, por sociedades formadas por obreros y patrones, con autorización gubernainental. El patrón tiene opción entre
estos organismos públicos o privados. L o mismo puede decirse del "fondo
para enfermedades". Enipero, para esas dos ramas del Scguro Social,
el patrón debe afiliarse a un ~iiismoórgano. E1 seguro contra el paro
forzoso está administrado por asociaciones industriales creadas, en cada
rama, por las organizaciones corpnrativistas arriba descritas.
Pwticipación obrera en las utilidades de las enzprcsas.-Finalmente
debemos decir todavía unas palabras sobre el probienla, tan discutido
en México, de la participación por parte de los obreros en las utilidades
178
GUILLERMO FLORIS MARGADANT
de las empresas. Aunque las leyes holandesas no contengan ninguna
disposición sobre este punto, varias grandes empresas han establecido
sistemas de participación para sus obreros.
Algunas conceden una gratificación anual que depende de la ganancia
neta según el balance fiscal (Textielfabriek Wijnand Janssens), otras
dan al obrero un porcentaje del dividendo (Ned. Dok & Scheepsbouw
Mij) u otorgan acciones de trabajo en cantidades proporcionales al dividendo (Bernet & Co. N. V.).
E n cuanto al reparto de la gratificación total entre los obreros,
encontramos tambiin sistemas diversos. Algunos patrones toman en cuenta la antigüedad del obrero, su estado civil o su prestación, calculada
conforme a un sistema de puntos (Automobiel & Motorbenoodigdbeden
Importmij., Amsterdam).
Muchas empresas se aprovechan del sistema de participaciones, para
educar a sus obreros hacia la virtud del ahorro, abonando la gratificación
para los obreros jóvenes en una cuenta, de la cual podrán disponer al
llegar a los 25 años o en el momento de casarse (Wijnand Janssens).
U n excelente sistema, fruto de la experiencia de Holanda en el movimiento cíclico de la coyuntura moderna, lo encontramos en la N. V.
Bronswerk, en Stork, Juncker y en la N. V. Machinefabriek & Ijzergieterij Holland: en estas empresas se limita la participación en efectivo
a un porcentaje determinado de la participación total: el resto se reserva
para ser distribuido en años desfavorables, cuando el balance de la en?presa no permita conceder una participación a los obreros.
* * *
Hemos llegado al final de este panorama del Derecho social holandés.
Como acabamos de mostrar, sus características sobresalientes son su espíritu corporativista y la coordinación de la política obrera con la política
económica en general, una coordinación fiscalizada continuamente por
la estadística.
Muchas de las instituciones descritas sólo medrarán en un ambiente
de alta solidaridad, de gran cohesión social, y no podrán transplantarse
a paises donde las clases se consideren, todavía, en términos de ellos,
en vez de concebirse como sectores distintos pero complementarios de
un nosotros. Pero varias otras aportaciones holandesas al Derecho social,
tales como la organización del mercado laboral o la estructura del seguro
contra el paro forzoso, podrían inspirar acertadas reformas en el extranjero, incluso en paises de sustrato sociológico mny diferente del que
encontramos actualmente en Holanda.
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