con ello permitir la existencia pública de grupos de oposición. La libertad de reunión; la libertad de prensa; la libertad de coalición; el derecho de huelga; es decir a organizarse en sindi­ catos libres para luchar por el me­ joramiento de las condiciones de trabajo y declararse en huelga, son supuestos indispensables. El intento de tratar las reservas políticas formu­ ladas por la comunidad europea al ingreso de España, sólo desde un punto de vista jurídico, con una simul­ tánea reducción de los principios del tratado romano a la lírica política, no podrá tener ningún éxito. Irene Rüde: „El fortalecim iento económ ico y político del Régimen perjudica los intereses del pueblo español.“ ¿No podría el m odelo asum ido en la O stpolitik de la RFA del „cam bio por el a cercam iento“ , co nd ucir también en el com portam iento de España con la CE a resultados positivos? La Ostpolitik de la RFA está orientada hacia una política de paz basada en la distensión. Un acer­ camiento de la comunidad europea (sobre las medidas actualmente alcan­ zadas del comercio) significaría el fortalecimiento de los intereses del capital español y con ello la estabili­ zación de la España de Franco, signi­ ficando esto impedir los cambios. Permítanos form ularle una últim a pre­ gunta: Los españoles no entienden que les sea im pedido el ingreso en la CE. Como ejem plo de esta opinión podríam os cita r un a rticulo de „M U N ­ DO“ del 8.12.1973, con el titulo „A diós Europa“ . Irene Rüde: „Las consideraciones económ icas no pueden llenar los vacíos d em ocráticos.“ Como le he señalado, es la construc­ ción de una Europa democrática y socialista una meta obligatoria para la social democracia alemana. España pertence a Europa. De ahí no se desprenden sólo obligaciones para España. La población española tiene también una exigencia sobre ello, que la actitud de la Comunidad Europea le hará más clara. La población espa­ ñola verá que sus intereses suponen estructuras sociales democráticas, y que un fortalecimiento económico y político del régimen perjudica esos intereses. Cuan correcta es la tarea de esclare­ cimiento político aquí impulsada, pa­ rece demostrarlo el artículo por Vds. citado de Eduardo Alvarez Puga, cuya pregunta. „¿No nos inculparán por habernos recreado en artificios deso­ rientados mientras el tren de las reali­ dades partía hacia un futuro más comunitario, más democrático y, en definitiva, más justo?“, indica el ca­ mino de España hacia Europa y posi­ blemente disuelva pronto el „Adiós Europa“ con un „Buenos dias Espa­ ña“. ■ Existen personas que dicen que el program a de Godesberg obliga al SPD al trabajo y la solidaridad internacio­ nal ¿No se desprende de ahí la obliga­ ción de trabajar por una integración de España? Precisamente la obligación al trabajo internacional, al reconocimiento a la democracia y la resistencia contra las dictaduras impiden a los socialdemócratas llenar vacíos democráticos con consideraciones de política econó­ mica. Un acuerdo unánime del último congreso del SPD en el sentido de impedir el ingreso de la España de Franco y otros países con regímenes dictatoriales en la comunidad euro­ pea, clarifica este punto. EXPRÉS E S P A Ñ O L /Ju n io 1974 9