metapensamientos – reflexiones de las imágenes

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METAPENSAMIENTOS – REFLEXIONES DE LAS IMÁGENES
DE UNO MISMO EN LA MEDITACIÓN
Por Halvor Eifring, catedrático de lengua china en la Universidad de Oslo,
y profesor de meditación en Acem.
Cuando nuestra meditación se llena
de pensamientos críticos acerca de cómo
meditamos es fácil creer que la solución
está en “recuperar las formas”. En realidad
la solución está en aceptar la situación tal
como es. Los pensamientos negativos au­
tocríticos son una expresión de las malas
imágenes de uno mismo. La meditación
nos libra de su agobiante influencia.
Los pensamientos valorativos son
parte de la meditación. Algunas veces son
positivos: “¡Esto va bien!; “¡Así es como
se medita correctamente!”; “¡Aquí he con­
seguido de verdad algo!” Pero más a me­
nudo son negativos: “No lo estoy haciendo
bien”; “Tengo demasiados pensamientos y
son demasiado intrusivos”; “No pasa nada
en mi meditación”; “El sonido de medita­
ción es demasiado flojo y poco claro”. Es
típico que los juicios como estos tiñan
nuestra mente: los creemos y actuamos en
consecuencia. En la psicología de la Medi­
tación Acem los llamamos metapensa­
mientos.
Experiencia tergiversada – meditación
equivocada
Cuando tenemos metapensamien­
tos, es típico que experimentemos nuestra
meditación de una manera distorsionada y
esto influye en cómo actuamos. Los juicios
negativos que hacemos están dirigidos ha­
cia la práctica de nuestra meditación, y
reaccionamos modificando la manera en
que meditamos:
Meditación
juicio
reacción
Cuando experimentamos metapen­
samientos negativos siempre asumimos
que representan la verdad. Es típico de los
metapensamientos que creamos lo que di­
cen.
A menudo reaccionamos tratando
de modificar el modo en que meditamos.
Tratamos de “recuperar las formas”. Por
ejemplo, podemos repetir el sonido con
más fuerza en un intento de impedir que el
sonido desaparezca e impedir que la mente
se llegue a abrumar por los pensamientos.
O podemos esforzarnos por hacer el sonido
más claro para evitar que se torne más
vago y poco claro. O intentamos quitarnos
de encima pensamientos y sentimientos
que consideramos que no deberían ser par­
te de la meditación – cansancio, sueño, do­
lor, tristeza, angustia, ansiedad, pensa­
mientos superficiales, pensamientos trivia­
les, hacer planes o soñar despiertos. En to­
dos estos casos, nuestra reacción implica
algún grado de concentración activa. La
actitud abierta se restringe: meditamos in­
correctamente.
En realidad, los metapensamientos
no representan la verdad en nuestra medi­
tación. Los pensamientos valorativos son
más bien una parte del flujo de pensamien­
tos: parte de la liberación mental que resul­
ta de la meditación correcta. Como tales,
se debería permitir que los pensamientos
valorativos vinieran y se fueran a su anto­
jo, igual que cualquier otro pensamiento.
Cuando los tratamos como verdades los
apartamos de otros pensamientos y les atri­
buimos una validez que no merecen. En
vez de dejarlos pasar, reaccionamos ante
ellos.
Intentar evitar imágenes dolorosas de
uno mismo
Los metapensamientos representan
un afloramiento de las imágenes interiores
de uno mismo que nos influyen no sólo en
la meditación sino también en nuestra vida
cotidiana. Como los metapensamientos de
la meditación, las imágenes de uno mismo
en la vida cotidiana pueden ser positivas y
asociadas a sentimientos de orgullo: “¡Me
siento fenomenal!”; “¡Lo he hecho real­
mente bien!”. Pero a menudo son críticas y
están asociadas a sentimientos de vergüen­
za o culpabilidad: “¡No me está yendo
bien!”; “¡Soy inútil y estúpido!”; “¿Qué
pensarían los demás si me vieran ahora?”
En contraste con la vida cotidiana,
la meditación generalmente nos da una
señal clara cuando algo no va bien. Nues­
tros intentos de corregir nuestra medita­
ción no nos llevan a una actitud mental
más libre, sino que nos constriñen. Cuando
se constriñe la actitud mental libre, la res­
puesta de relajación y los efectos inmedia­
tos de la meditación dejan de aparecer.
Nos empeñamos en un patrón en el que
sentimos que algo va mal, pero nuestros
intentos de corregir la situación sólo inten­
sifican el problema. Estamos atrapados en
un círculo vicioso. El resultado a menudo
es inquietud y frustración.
Las imágenes negativas de uno
mismo crean problemas. Están profunda­
mente enraizadas en nuestra psicología y
han estado con nosotros desde nuestra pri­
mera infancia. Son dolorosas y pueden pa­
ralizarnos. A menudo controlan demasiado
de nuestro comportamiento. Gastamos mu­
cha energía tratando de evitar situaciones
que puedan enfrentarnos con las imágenes
malas de nosotros mismos, sea hablar en
público, hacer un examen, hablar a un jefe,
conseguir lo que ambicionamos, compro­
meternos en relaciones a largo plazo o ha­
cernos cargo de otros. Pero cuando evita­
mos tales situaciones también perdemos la
oportunidad de afrontar desafíos que
podríamos haber resuelto bien al encarar­
los, tanto en estudios, profesión, amor y
amistad o familia y compromisos.
Romper el círculo vicioso – salir de la
ceguera
Los pensamientos valorativos que
se experimentan durante la meditación son
una expresión de las mismas autoimágenes
que nos influyen en la vida cotidiana.
Nuestros intentos de corregir nuestra medi­
tación reflejan nuestra vida cotidiana,
cuando tratamos de evitar sentir el núcleo
doloroso de estas imágenes de nosotros
mismos. Como creemos que esos juicios
críticos se deben a nuestra meditación in­
correcta nos engañamos pensando que po­
demos evitarlos “recuperando las formas”.
Meditación
Para continuar progresando, la ma­
nera en que experimentamos la situación
debe de cambiar. Inicialmente pensamos
que el problema nace en el modo en que
meditamos, que nuestros juicios son co­
rrectos y que nuestros intentos de arreglar
nuestra meditación son una respuesta razo­
nable a la situación:
problema
percibido
juicio
reacción
La realidad es diferente. Los juicios
críticos no se deben a una meditación inco­
rrecta: por el contrario, son el resultado de
una meditación correcta. No representan
una evaluación correcta de la situación,
sino que son una expresión de las imáge­
nes limitadoras de uno mismo. Meditar
con una actitud mental libre ha posibilitado
previamente que las imágenes reprimidas
de uno mismo se aproximen a la superficie
de nuestra conciencia. Esto nos permite
comprenderlas de una manera nueva, de
modo que nos podemos liberar de su suje­
ción paralizadora.
Así, el problema no está en la ma­
nera en que meditamos, sino en la manera
en que respondemos a los pensamientos
valorativos: esto es, estábamos respondien­
do con concentración en vez de con actitud
mental libre:
energías consumíamos en mantenerlos ale­
jados. Las malas imágenes de nosotros
mismos no necesariamente desaparecen,
pero no nos afectan en tanta medida como
antes. Nuestra imagen básica de nosotros
mismos se vuelve más segura y estable.
Alcanzamos un mayor estado de autoacep­
tación y fuerza interior.
Preguntas para reflexión
problema
real
Meditación
juicio
reacción
Para solucionarlo debemos cesar de
“recuperar las formas”. Debemos abstener­
nos de hacer fuerza para hacer el sonido
más claro o fuerte, y debemos permitir que
se expresen por sí mismos los pensamien­
tos y sentimientos que ejercen tal presión
sobre nosotros, en vez de reprimirlos. En
pocas palabras: aceptamos la situación tal
y como está, en vez de derrochar energía
tratando de cambiarla.
Una vez que nos demos cuenta del
origen del problema, la solución es sor­
prendentemente simple. Sólo nuestra ce­
guera nos impide el paso. Estamos atrapa­
dos en una manera de experimentar la si­
tuación: no se nos ocurre ver las cosas de
un modo diferente. Comentar nuestra me­
ditación con un instructor experimentado
de Acem nos puede ayudar a ver la medi­
tación con nuevos ojos.
Aceptando la situación tal cual es,
liberamos sentimientos que están influen­
ciados por nuestras malas imágenes de no­
sotros mismos. Esto puede ser doloroso.
Pero también puede sentirse como un ali­
vio, porque nos volvemos más libres.
Cuando se permite a los sentimientos ex­
presarse, nos damos cuenta de cuántas
Los metapensamientos son pensa­
mientos valorativos. Asumimos que repre­
sentan la verdad, pero son fraudulentos.
Están dirigidos hacia la práctica de nuestra
meditación, y nos hacen cambiar la manera
en que meditamos: En vez de dejar pasar
los metapensamientos, reaccionamos ante
ellos.
1. ¿Cuales son las características de los
metapensamientos?
2. ¿Puede recordar de su meditación pen­
samientos que eran acerca de su propia
meditación? Descríbalos.
3. ¿Cómo debe uno manejar los metapen­
samientos?
4. Si los metapensamientos en un princi­
pio son inconscientes ¿Qué podemos
hacer para reconocerlos?
5. Intente encontrar paralelismos a meta­
pensamientos en la vida diaria. ¿Cómo
reaccionamos si nos sentimos critica­
dos por los demás?
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