actitud de urgencia ante una hematuria

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ACTITUD DE URGENCIA ANTE UNA HEMATURIA
R. Prieto Castro, F. J. Montero Pérez*, 1. Jiménez Murillo*, J. J. Roig García*,
J. González Barranco*, A. Berlango Jiménez*
*Unidad Funcional de Urgencias. Servicio de Urología. Hospital Regional Universitario Reina Sofía.
Córdoba.
La hematuria es la presencia de hematíes en la ori­
na, hecho de vital importancia, tanto para el paciente
como para el médico, ya que traduce la existencia de
una patología subyacente, a menudo grave, que se lo­
caliza generalmente en el aparato urinario (riñón, uré­
ter, vejiga, uretra prostática o próstata) y con menos
frecuencia a nivel extraurinario.
Para hablar de hematuria es preciso que el paso de
sangre a la orina se produzca por encima del esfínter
estriado de la uretra, ya que cuando se produce por de­
bajo de éste se denomina uretrorragia.
El motivo más común de hematuria en los varones
de 40-60 años es el tumor vesical, seguido de litiasis
o infección del tracto urinario. En cambio, en las mu­
jeres de la misma edad, la causa más frecuente es la
infección urinaria y a continuación la litiasis y los tu­
mores vesicales. Después de 60 años, la causa más co­
mún de hematuria en ambos sexo es el tumor vesical.
Cuando la hematuria es tan importante que altera
la estabilidad hemodinámica del paciente o se asocia
a coágulos dificultando la micción reviste las condi­
ciones de una auténtica urgencia. Es por esto que se
hace preciso disponer en los servicios de urgencia de
un protocolo de actuación diagnóstica y terapéutica
para un correcto tratamiento de esta patología. A con­
tinuación, presentamos una breve revisión sobre el
tema, así como el protocolo de actuación elaborado
conjuntamente por los servicios de Urología y de Ur­
gencias del Hospital Reina Sofía, de Córdoba.
Clasificación
Microscópica
Se define como la presencia de más de 3 hema­
tíes/campo en orina fresca.
Macroscópica
Cuando existen más de 5.000 hematíes/mi, en ori­
na emitida recientemente y sin centrifugar.
Clasificación en relación con la micción
Otra clasificación es aquella que la diferencia de­
pendiendo de su relación con la micción, sugiriendo
su posible origen:
Hematuria inicial
Es la que aparece al comienzo de la micción y su­
giere un origen uretral.
Hematuria total
Es la que tiene lugar durante la micción e indica un
origen intravesical o por encima de la vejiga.
Hematuria terminal
Se caracteriza por aparecer al final de la micción y
sugiere una lesión en el cuello vesical o en la próstata.
Para precisar estas características es clásica la prue­
ba de los tres vasos. Sin embargo, esta diferenciación
sólo puede realizarse en las hematurias de escasa cuan­
tía, y carece de valor cuando la pérdida hemática es
importante.
Clasificación etiológica
Clasificación simple
La clasificación más simple de la hematuria es aqueCorrespondencia: F. J. Montero Pérez.
Juan de Torres, 1, 2-B. 14001 Córdoba.
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lla que la diferencia, en función de si es visible o no
por el ojo humano en:
En la tabla 1 se reflejan las principales causas de he­
maturia. A continuación expondremos unas ideas bá­
sicas sobre cada una de ellas que permitan una orien­
tación diagnóstica práctica para el médico que se en-
Emergencias. Vol. 5, Núm. 1, Enero-Febrero 1993
TABLA 1. Clasificación etiológica de hematuria
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Hematuria de las nefropatías médicas
Hematuria de los tumores
Hematuria de litiasis
Hematuria por procesos infecciosos
Hematuria por procesos congestivos
Hematuria de los traumatismos
Hematuria secundaria a fármacos
Hematuria esencial
orina es turbia como consecuencia del proceso infec­
cioso que perpetúa la neoplasia.
Hematuria por litiasis
Los cálculos dan lugar por lo general a hematurias
discretas (microhematurias) que se acompañan de sín­
tomas propios del cólico renouretral paroxístico. Un
cólico renal por definición jamás causa una hematu­
ria macroscópica y menos con coágulos.
Hematuria por procesos infecciosos
frenta frecuentemente a este tipo de patología en los
servicios de urgencias.
Hematuria de las neFopatías médicas
Es generalmente de escasa cuantía y se acompaña
de datos clínicos y de laboratorio que permiten llegar
al diagnóstico de sospecha (hipertensión arterial, ede­
mas, cilindruria, proteinuria, etc.)
Hematuria de los tumores
La hematuria de los tumores (renales, uroteliales,
vesicales y prostáticos) debe considerarse en adultos
mayores de 40 años.
Prostáticos. En la hipertrofia prostática, la hematu­
ria es, al igual que la retención urinaria aguda o la in­
fección, una complicación; se debe a la congestión del
proceso adenomatoso. Se trata de una hematuria ter­
minal y se acompaña de la semiología propia del sín­
drome prostático (micción retrasada, pérdida de fuer­
za y disminución del calibre del chorro de orina, go­
teo terminal, estranguria, tenesmo vesical, polaquiu­
ria, etc.).
En el cáncer de próstata, la hematuria acompaña a
un síndrome prostático atípico con dolor lumbar o sa­
cro. El tacto renal pone de manifiesto una próstata fir­
me, de consistencia pétrea e irregular y a menudo con
nódulos de bordes imprecisos.
Renales y de urotelio superior. Se manifiestan como
hematuria total, insidiosa y espontánea. Es de carác­
ter intermitente y abundante, y se acompaña a menu­
do de coágulos alargados. En ocasiones, cuando es
abundante, puede producir retención urinaria o dolor
de tipo cólico uretral por coágulos.
Vesicales. Los tumores papilares de vejiga, benignos
y malignos, cursan con hematuria generalmente abun­
dante, siempre total, en la que puede observarse el re­
fuerzo terminal, y a veces inicial, que traduce la loca­
lización del tumor próximo al cuello vesical.
En los tumores primitivamente infiltran tes la hema­
turia se acompaña de signos de infección vesical. y la
Las infecciones agudas, a cualquier nivel del apara­
to urinario, pueden originar hematuria de diferente
importancia que se acompaña de semiología infeccio­
sa (fiebre y escalofríos de predominio vespertino, piu­
ria y leucocituria), aunque en ocasiones ésta es poco
relevante y la hematuria es el elemento dominante del
cuadro clínico.
Hematuria por procesos congestivos
La ptosis renal, la hidronefrosis y el riñón poliquís­
tico originan hematurias que se asemejan a las de los
procesos tumorales. Los procesos congestivos bajos se
relacionan casi en su totalidad con causas prostáticas
y se acompañan de los demás elementos del síndrome
prostático.
Mención especial merecen las hematurias del emba­
razo, independientes de las pielonefritis. Son poco fre­
cuentes, de origen vesical o renal y cesan, por lo gene­
ral, al terminar la gestación, pero pueden plantear di­
ficultades diagnósticas.
Hematuria de los traumatismos
El lO % de todos los traumatismos atendidos en un
servicio de urgencias afectan al tracto genitourinario.
Los renales son los más comunes, seguidos de los ve­
sicales y uretrales.
Los traumatismos renales son una causa habitual de
hematuria. Ésta constituye un elemento fundamental
para pensar en una lesión renal como consecuencia de
aquéllos. Los tres signos clásicos de presentación son
los siguientes: hematuria, dolor en costado y contrac­
tura o masa palpable en dicha zona.
El traumatismo vesical o uretral se debe general­
mente a fractura de los huesos de la pelvis. En ambos
casos existe dolor hipogástrico y puede haber hematu­
ria y retención de orina.
Hematuria secundaria a la administración de (ánnacos
Ciertos medicamentos pueden ocasionar hematuria.
Así, los anticoagulantes. cuando no se realiza un es-
R. Prieto Castro et al.-Urgencia ante una hematuria
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Actitud diagnóstica en urgencias
y esplenomegalia (posible discrasia sanguínea o alte­
raciones de coagulación).
3. El dolor a la palpación del ángulo costovertebral
con fiebre resulta indicativo de una infección de las
vías urinarias altas, mientras que el dolor a la palpa­
ción suprapública orienta hacia una cistitis.
4. Palpación de fosas renales buscando agranda­
miento del tamaño de los riñones (poliquistosis) o ma­
sas (tumor).
5. Debe realizarse siempre puñopercusión renal (li­
tiasis o infección).
6. Exploración de genitales externos, fundamental­
mente en mujeres (a veces el origen puede ser vaginal).
7. En varones siempre se realizará un tacto rectal
para valoración del tamaño, consistencia y sensibili­
dad de la próstata. Así, una próstata blanda y doloro­
sa al tacto hará sospechar una prostatitis.
Historia clínica detallada
Exploraciones complementarias
tricto control del paciente, pueden ocasionarla como
expresión de un estado de hipocoagulabilidad extre­
ma (generalmente con valores de actividad de pro­
trombina menor de 20 %). La ciclofosfamida puede
producir una cistitis hemorrágica que obliga a suspen­
der la administración del fármaco. Otros fármacos ca­
paces de producir hematuria son: amitriptilina, ácido
acetilsalicílico, clorpromacina, meticilina y sulfami­
das.
Hematuria esencial
Es aquella cuya causa no puede ser precisada con
un estudio exhaustivo. Su incidencia es menor de un
5 %.
Para realizar una historia clínica detallada se valorarán los siguientes aspectos:
l. Antecedentes urológicos y/o ginecológicos.
2. Episodios anteriores similares.
3. Ingesta de medicamentos que pueden ocasionar
hematuria, de alimentos con colorantes o de fármacos
que puedan pigmentar la orina (se comentará más ade­
lante).
4. Radioterapia previa: los síntomas se pueden pre­
sentar incluso meses después de haber cesado el trata­
miento.
5. Características de la hematuria: tiempo de mic­
ción en que se produce (inicial-total-final), tiempo de
evolución y forma de inicio, y existencia de coágulos.
6. Síntomas asociados: fiebre y escalofríos que su­
gieren origen infeccioso; dolor suprapúblico y disuria
(cistitis); dolor lumbar, fiebre y vómitos (pielonefritis
aguda); dolor o sensación de peso perineal, disuria, po­
laquiuria, estranguria, tenesmo vesical y fiebre (pros­
tatitis aguda); síndrome constitucional (neoplasias);
edemas periféricos, hipertensión arterial (glomerulo­
nefritis); sordera (síndrome de Alport), etc.
7. Factores desencadenantes y/o agravantes: apari­
ción exclusivamente matutina (hemoglobinuria pa­
roxística nocturna), tras ejercicio intenso (hematuria
benigna postesfuerzo), exposición al frio, traumatis­
mos o manipulaciones urológicas, etc.
Exploración física
l. Toma de constantes vitales para valorar situa­
ción hemodinámica.
2. Búsqueda de petequias, equimosis, adenopatías
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En la consulta de urgencias se realizarán las siguien­
tes exploraciones complementarias:
a) Análisis de orina mediante tira reactiva. Sólo si
existe sospecha de síndrome nefrótico o glomerulone­
fritis se realizará estudio de sedimento urinario don­
de la presencia de cilindros hemáticos orientará hacia
el origen glomerular de la hematuria.
b) Hematimetría con fórmula y recuento leucocita­
no.
c) Bioquímica sanguínea para determinación de
urea, creatinina, sodio y potasio.
d) Radiografía simple de aparato urinario.
e) Cuando se trate de una hematuria importante sin
coágulos o existan antecedentes de coagulopatías o
tratamiento con anticoagulantes, se solicitará estudio
de coagulación.
Diagnóstico diferencial
Metrorragias
En la mujer menstruante o que presente patología
ginecológica acompañada de metrorragia la orina se
mezcla con la sangre en el introito vulvar pudiendo
provocar confusión. En este caso el sondaje vesical
aclarará el origen.
Seudohematurias
CQn este término se designan aquellas situaciones
en las que la orina aparece de color rojizo debido a la
presencia en ella de otros pigmentos distintos de la he­
moglobina, como ocurre en las siguientes situaciones:
orina del paciente febril, que contiene gran cantidad
de uratos; ingesta de ciertos medicamentos o alimen-
Emergencias. Vol. 5, Núm. 1, Enero-Febrero 1993
tos (tabla II); alteraciones metabólicas como la porfi­
ria, en la que la orina se oscurece y torna roja después
de su emisión (en contacto con el aire ambiente), y
mioglobinuria, en las que hay respectivamente mio­
globina (resultante de la destrucción del músculo es­
quelético como ocurre en el golpe de calor, grandes po­
litraumatizados) y hemoglobina (síndromes hemolíti­
cos) en la orina. En ambas situaciones la tira reactiva
da positivo para sangre pero en el sedimento no se en­
cuentran hematíes.
Criterios de ingreso
Los criterios de ingreso son los siguientes:
1. Hematuria cuantiosa con repercusión del estado
hemodinámico del paciente.
2. Hematuria importante que provoque retención
aguda de orina por coágulos.
3. Anemia severa y/o alteraciones de la coagulación
sanguínea que justifiquen el sangrado.
4. Insuficiencia renal. Cuando exista además hiper­
tensión arterial, edemas y/o alteraciones del sedimen­
to urinario (proteinuria, cilindros hemáticos, etc.) pro­
pias de nefropatía médica, ingresará para estudio ne­
frológico.
5. Hematuria macroscópica postraumática. Se avi­
sará de inmediato al servicio de urología para valora­
ción especializada.
Actitud terapéutica de urgencias
Medidas generales
Se realizará a todo enfermo con hematuria, inde­
pendientemente de la gravedad de ésta: a) sondaje ve­
sical con sonda antihematúrica de 3 vías, número
20/22 ch; b) lavado vesical con suero fisiológico para
extraer posibles coágulos.
Medidas sintomáticas
Criterios de ingreso
Si el paciente tiene criterios de ingreso hospitalario
se realizará: a) suero lavador continuo con glicina
1,5 % manteniendo permeable la sonda vesical; b) si
la hemoglobina es menor de 8 g % y el hematócrito
menor del 27 %, se cursarán pruebas cruzadas y se so­
licitará la transfusión de 2 concentrados de hematíes;
c) forzar diuresis, se prescribirá una ingesta hídrica
oral de 3 l/día. Si el paciente presenta intolerancia
oral, se administrará suero glucosalino 1.000 ml/8h,
salvo que exista patología cardiopulmonar de base en
cuyo caso el aporte de líquidos será menor e incluso
se puede asociar algún diurético como furosemida.
TABLA n. Medicamentos o alimentos causantes de
pigmenturia
Citostáticos: daunorrubicina y doxorrubicina
Antipalúdicos: cloroquina y primaquina
Clorzoxazona
Mesilato de deferoxamina
Ibuprofeno
Anticoagulantes indandiónicos
Laxantes que contienen dantrón, fenolftaleína, sen na
o cáscara
Levodopa
MetildQpa
Nitrofurantoína
Fenacetina
Fenazopiridina
Fensuximida
Fenitoína
Quinina
Rifampicina
Cotrimoxazol
Sulfanalacina
Antipirina
Colorantes de anilina
Colorantes alimentarios
Rojo Congo
Moras
Tomada por K. Bauzá, 1985.
Sin criterios de ingreso
Si el paciente no tiene criterios de ingreso hospita­
lario se procederá a su alta médica, remitiéndolo en el
menor tiempo posible a su urólogo de zona para com­
pletar estudio, con el siguiente tratamiento: sondaje
uretral permanente; ingesta hídrica mínima de 3 l/día,
y prescripción de antisépticos urinarios como ácido
pipemídico (400 mgll2 h), norfloxacina (400 mgl12
h) o ciprofloxacina (250 mgll2 h), si existiese síndro­
me miccional asociaJo.
Bibliografía
1. Smith DR. Urología General (6." ed.). México, Edil. El Manual
Moderno SA, 1980.
2. Vela R, Díez lA, Martínez S. Urgencias de urología. Medicina
Integral 1986: 7: 49·57.
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hematuria? Medicina Integral 1985; 6: 421-429.
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5. Edson Ponte l. Cáncer de próstata. Barcelona, Edil. Pulso
ediciones. 1989.
R. Prieto Castro et al.-Urgencia ante una hematuria
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