direccion de impuestos de impuestos y aduanas nacionales

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DIRECCION DE IMPUESTOS DE IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES –DIAN
Bogotá D.C, 9 de Marzo de 2004.
Concepto No. 013765
Doctora
ESPERANZA GALVIS CARVAJAL
Jefe División Jurídica Tributaria (A)
Carrera 6 No. 15-32 Edificio Antioguo B.C.H.
Administración de Personas Jurídicas
Bogotá
Ref: Consulta radicada bajo el N° 329 de 05/12/2003
De conformidad con e! artículo 11 del Decreto 1265 de 1999 y el artículo 1° de la Resolución 5467 de julio 15 de
2001, este Despacho es competente para absolver de manera general las consultas que se formulen sobre la
interpretación y aplicación de las normas tributarias de carácter nacional. En este sentido se emite el presente
concepto.
TEMA Impuesto sobre la Renta y Complementarios
DESCRIPTORES CONSORCIOS
FUENTES FORMALES Ley 488 de 1998 Artículos 66 – 115 Estatuto Tributario Artículos 18, 368 y 437
PROBLEMA JURÍDICO:
Existe alguna diferencia en el tramiento tributario que se da a los consorcios que contratan con el Estado y los que
no?
TESIS JURÍDICA:
No hay diferencia en el tramiento tributario dado a los consorcios que contraten con el Estado y los que no contraten
con el.
INTERPRETACIÓN JURÍDICA:
La Honorable Corte Constitucional en Sentencia C - 414 de 1994, respecto a la figura del consorcio en derecho
privado y como sistema de asociación para la celebración de contratos con el Estado, se pronunció en el siguiente
sentido:
"El consorcio es una figura propia del derecho privado, utilizado ordinariamente como un instrumento de
cooperación entre empresas, cuando requieren asumir una tarea económica particularmente importante, que [es
permita distribuirse de algún modo los riesgos que pueda implicar la actividad que se acomete, aunar recursos
financieros y tecnológicos, y mejorar la disponibilidad de equipos, según el caso, pero conservando los consorciados
su independencia jurídica.
En la exposición de motivos correspondiente al proyecto de ley sobre contratación administrativa que presentó el
Gobierno a la Cámaras Legislativas, convertido luego en la ley 80 de 1993, se expresó sobre el particular:
"sin duda el fenómeno de la especialidad cada día va adquiriendo mayor preponderancia en el mundo de los
negocios y del comercio. La mayor eficiencia y la menor ineficacia como condiciones de la implantación dentro del
comercio de la llamada "ventaja comparativa" ha provocado la aludida especialidad. En razón a ello, cada vez se
hace más necesaria la unión de dos o más personas con el fin de hacer factible la prestación de un servicio, la
ejecución de una obra, etc., brindando cada uno mayor calidad y eficiencia en razón de su especialidad, y evitando
así los mayores costos y efectos negativos que puedan derivarse de la realización aislada y particular de actividades
respecto de las cuales no se es el más apto"" Gaceta del Congreso No. 75, Miércoles 23 de septiembre de 1992. p.
20.
El artículo 7o. de la mencionada ley se refiere al consorcio, pero en lugar de definir su contenido esencial, ofrece
una relación descriptiva de la figura señalando los elementos instrumentales y vinculantes que lo conforman; es así
como la norma determina que el consorcio surge "..cuando dos o más personas presentan una misma propuesta para
la adjudicación, celebración y ejecución de un contrato, respondiendo solidariamente de todas y cada una de las
obligaciones derivadas de la propuesta y del contrato".
Se tiene de lo anterior que según la ley, el consorcio es un convenio de asociación, o mejor, un sistema de mediación
que permite a sus m iembros organizarse mancomunadamente para la celebración y ejecución de un contrato con el
Estado, sin que por ello pierdan su individualidad jurídica, pero asumiendo un grado de responsabilidad solidaria en
el cumplimiento de las obligaciones contractuales.
Lo que se ha expresado para el consorcio puede aplicarse del mismo modo para la "unión temporal", si se tiene en
cuenta el texto del numeral segundo del mismo artículo 7o. Sin embargo, la norma en cita introdujo a la figura una
variante que justifica la diferencia con el consorcio y explica de paso su razón de ser." (resaltado fuera de texto).
A. partir de la expedición de la Ley 80 de 1993 - Estatuto de la Contratación Administrativa, el tratamiento tributario
de los consorcios y las uniones temporales ha sido el siguiente:
Inicialmente, el parágrafo del artículo 7 de la Ley 80 de 1993, determinó que para efectos tributarios, a los
consorcios y uniones temporales se les aplicaba el régimen previsto en el Estatuto Tributario para las sociedades,
pero en ningún
caso, podrían ser sujetos a doble tributación, estando obligados entonces a cumplir con el deber formal de declarar y
pagar el impuesto de renta y complementarios, respondiendo sus miembros en forma solidaria por los impuestos que
el consorcio haya dejado de cancelar.
Conforme a la modificación introducida por el artículo 61 de la Ley 223 de 1995, el artículo 18 del Estatuto
Tributario, señaló que los consorcios y uniones temporales no eran contribuyentes del impuesto sobre la renta y que
los miembros del Consorcio o la Unión Temporal, deberían llevar en su contabilidad y declarar de manera
independiente, los ingresos, costos y deducciones que les correspondan, de acuerdo con su participación en los
ingresos, costos y deducciones del Consorcio o Unión Temporal.
La misma ley, derogó el parágrafo 2 del artículo 7 de la Ley 80 de 1993, antes citado.
El artículo 66 de la Ley 488 de 1998, adicionó el artículo 437 del Estatuto Tributario, en el sentido de señalar que
los consorcios y las uniones temporales son responsables del IVA, cuando en forma directa sean ellos quienes
realicen actividades gravadas.
El artículo 115 de la misma ley, modificó el inciso 1 del artículo 368 del Estatuto Tributario, en el sentido de incluir
a las uniones temporales como agentes de retención.
De lo anterior tenemos que bajo la vigencia del parágrafo 2 del artículo 7 de la Ley 80 de 1993, solamente eran
contribuyentes del impuesto sobre la renta y complementarios, los consorcios y uniones temporales constituidos para
celebrar contratos con las entidades estatales, excluyendo aquellos constituidos como instrumento de colaboración
entre empresas privad as.
Es importante señalar, que para este Despacho a pesar de que los Consorcios no son contribuyentes del impuesto
sobre la Renta y Complementarios, si requieren que tengan su propio NIT para el cumplimiento de las obligaciones
tributarias; actualmente, los consorcios y las uniones temporales son fiscalmente responsables en materia de
impuesto sobre las ventas y respecto a sus obligaciones como agentes de retención, por lo cual se hace necesaria la
expedición del NIT, para efectos del cumplimiento de las obligaciones formales y sustanciales, independientemente
de que el consorcio o unión temporal haya sido constituido para efecto de contratar con el Estado o con fines
particulares.
Conforme con ¡o expuesto, se confirma el Concepto 013711 del 14 de septiembre de 1999.
Atentamente
MARIA CRISTINA RAMIREZ LONDOÑO
Jefe Oficina Jurídica
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