BARROCO Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) es uno de los grandes pintores de la Europa barroca. En el año 1623 fue nombrado pintor de cámara del rey Felipe IV. Esto le permitió gozar de los privilegios de la corte y conocer a otros artistas como, por ejemplo, Rubens, que le animó a tratar temas mitológicos y a visitar Italia para conocer su arte, lo cual Velázquez pudo hacer gracias a la ayuda del Rey. Es precisamente después de este viaje que Velázquez pintó La fragua de Vulcano, un tema de la mitología clásica, hecho remarcable porque los pintores de la Castilla de aquella época, que estaba encerrada en sí misma y pasaba por el cedazo de la Iglesia y la Inquisición, solían tratar, sobre todo, temas religiosos, con una ausencia total de sensualidad y utilizando el tenebrismo como recurso. La fragua de Vulcano- Diego Rodríguez de Silva y Velázquez En cambio, en este cuadro de Velázquez, además de la temática mitológica, observamos una serie de cambios respecto de su obra anterior al viaje a Italia: matices luminosos más ricos –sobre todo al tratarse de un recinto cerrado–, composición más dinámica, profundidad y rostros con una intensidad expresiva más acentuada. Igualmente, se aprecia un tratamiento irónico del tema, que es el momento en el que el dios Vulcano, representado como una persona normal y corriente, se entera de la infidelidad de su esposa, Venus. El tema del trabajo en sí, en este caso en una fragua, es totalmente secundario, como se deduce de la falta de protecciones utilizadas por los herreros. Después de su estancia en Italia, Velázquez abandonó el tenebrismo y se centró en trabajar los colores, el desnudo y la perspectiva aérea. El hecho de gozar del favor real le permitió una libertad creativa y temática que no siempre tenían otros pintores hispánicos de una época en que, por motivos políticos y religiosos (“peligro” del protestantismo), los contactos culturales con Europa eran más bien escasos. 1 MARCO HISTÓRICO La Europa del siglo XVII queda marcada por la Contrarreforma y el absolutismo: - - La Contrarreforma católica refuerza el poder del Papa y reorganiza la Iglesia para conseguir el triunfo sobre el protestantismo. La Compañía de Jesús (jesuitas) tendrá un papel importante en este sentido. El absolutismo monárquico: el rey concentra todos los poderes del estado en su persona y utiliza la religión para justificar su poder (monarquía de derecho divino). El máximo exponente es Luís XIV de Francia, a quien se atribuye la frase: “El estado soy yo”. Los enfrentamientos religiosos y las luchas para conseguir la hegemonía en Europa conducen a la terrible Guerra de los Treinta Años (1618-1648), que causa millones de víctimas. Sin embargo, bajo esta fachada absolutista y de preponderancia de la religión, empiezan a aparecer síntomas de cambios radicales: el parlamentarismo moderno en Holanda e Inglaterra, los avances científicos, el racionalismo filosófico, el desarrollo del capitalismo comercial (navegación marítima) y el afianzamiento de una burguesía rica y poderosa en los países atlánticos, especialmente en Holanda, donde, por cierto, la pintura barroca profana se desarrolla de una forma extraordinaria (Rembrandt, Veermer, etc.). En cuanto a la monarquía hispánica de los Austrias, Felipe IV es el rey en la época de Velázquez, aunque quien gobierna es el conde duque de Olivares, que quiere asegurar la hegemonía de Castilla en Europa y practica una política centralista. Eso provoca la revuelta de los países de la periferia en el año 1640: por ejemplo, la de Cataluña (Guerra de los Segadores) y la de Portugal, que se hace independiente. Olivares también fracasa en sus guerras en Europa, y Castilla tiene que pedir la paz con Francia con el Tratado de los Pirineos de 1659, que hace que parte del territorio catalán pase a manos de los franceses (Cataluña Norte). ESTILO ARTÍSTICO El barroco es el arte que surge al final del siglo XVI en Italia y que se extiende por Europa y América Latina a lo largo del siglo XVII y las primeras décadas del XVIII. A pesar de que utiliza muchos elementos clásicos, lo hace en un sentido muy diferente y crea soluciones estéticas y formales propias. El arte barroco es también la manifestación de un poder (Iglesia, monarquías absolutas) que quiere impresionar y hacer ostentación de su grandeza. En este sentido, la arquitectura, la escultura y la pintura se integran en un todo al servicio de un programa estético complejo, con recursos escenográficos, con el que se quiere emocionar al espectador. El término barroco comienza a utilizarse en el siglo XVIII de manera claramente despectiva, como algo extravagante y artificiosamente complicado. Habrá que esperar más de un siglo para que el Barroco se revalorice y se considere un estilo propio, opuesto en parte al Renacimiento. 2 En este contexto, la pintura barroca presenta unas características propias y originales: • Realismo, sin caer en las idealizaciones del Renacimiento. • Predominio del color sobre la línea. • Profundidad continua. En el dominio de las técnicas de la perspectiva, la relación delante-detrás se acentúa y parece que la pintura tenga tres dimensiones. • Importancia de la luz. • Movimiento y composiciones asimétricas. Se rompen las simetrías y se abandonan las líneas rectas y cuadriculadas en favor de un cierto desequilibrio o sugerencia de que la escena continúa más allá del cuadro. • Gusto por las perspectivas ilusionistas, sobre todo en las bóvedas, con lo que se intenta romper visualmente el espacio arquitectónico real. • Dominio técnico tanto de la pintura al óleo sobre lienzo como de la pintura al fresco. • Los temas tratados varían de acuerdo con los intereses de la clientela: la Iglesia, los reyes y la nobleza, y en algunos países, como por ejemplo Holanda, la burguesía. 3 CONDICIONES DE TRABAJO Con el nuevo pensamiento humanista del Renacimiento se prepara el camino hacia las ideas del mundo moderno que valoran a la persona como individuo y al intelecto. Sigue habiendo actividades tradicionales (trabajo en el campo, artesanos, etc.), pero empiezan a introducirse nuevas tecnologías en oficios nuevos. El trabajo comienza a ser valorado, pero las condiciones de trabajo siguen siendo, en la mayoría de casos, penosas. Bernardino Ramazzini escribe en el año 1700 De morbis artificum diatriba, un tratado sobre las enfermedades de los artesanos. Esta obra se considera la iniciadora de la tradición científica de la higiene y la medicina del trabajo. RESUMEN: La Europa del siglo XVII queda marcada por la Contrarreforma y el absolutismo monárquico. El arte barroco es la manifestación del poder de la Iglesia y las monarquías absolutas. La pintura adquiere unas características propias y originales, entre las que destaca el realismo. Aparecen tecnologías y oficios nuevos. El trabajo comienza a ser valorado, aunque las condiciones en que se desarrolla no son las deseadas. 4