Senado de la Nación Secretaria Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-2235/12) PROYECTO DE DECLARACION El Senado de la Nación DECLARA Su beneplácito por la conmemoración el próximo 6 de agosto del corriente año de un nuevo aniversario del fallecimiento de Su Santidad Pablo VI, Papa de la Iglesia Católica entre 1963 y 1978. Mario J. Colazo. FUNDAMENTOS Señor Presidente: Giovanni Battista Enrico Antonio María Montini, Pablo VI, nació en Concesio, cerca de Brescia, Lombardía Italia, el 26 de septiembre de 1897, hijo de Giuditta Alghisi y del abogado Giorgio Montini. Comienza con sus estudios teológicos en el seminario diocesano de Brescia en 1916 y recibe su ordenamiento sacerdotal el 29 de mayo de 1920 en la catedral de Brescia. Se graduó en la Pontificia Universidad Gregoriana, la Pontificia Academia Eclesiástica y la Universidad Estatal La Sapienza de Roma e inició su carrera vaticana en el año 1923 con un destino en la nunciatura en Varsovia (Polonia). En 1944, bajo el pontificado de SS Pío XII, fue nombrado director de asuntos eclesiásticos internos y ocho años más tarde, Prosecretario de Estado. En 1954 SS Pío XII lo nombró Arzobispo de Milán, cargo por el que se brindo con gran energía, desarrollando un plan pastoral que tenía como puntos centrales la preocupación por los problemas sociales, el acercamiento de los trabajadores industriales a la iglesia y la renovación de la vida litúrgica; gracias al respeto que supo ganarse entre la inmensa cantidad de obreros fue conocido como “el Arzobispo de los obreros”. En diciembre de 1958 fue nombrado Cardenal por SS Juan XXIII, quién al mismo tiempo le otorgó un importante rol en la preparación del Concilio Vaticano II al nombrarlo su asistente. El Cardenal Montini tenía sesenta y seis años (66) cuando fue elegido como sucesor del Pontífice Juan XXIII, el 21 de junio de 1963, tomando el nombre de Pablo VI. Tres días antes de su coronación, el 30 de junio, dio a conocer el programa de su pontificado, que resaltaba como primer y principal esfuerzo la culminación y puesta en marcha del gran Concilio, convocado e inaugurado por su antecesor. Además, se destacó el anuncio universal del Evangelio, el trabajo en favor de la unidad de los cristianos y del diálogo con los no creyentes y la paz y la solidaridad en el orden social. Terminado el gran Concilio abierto al tercer milenio, se inició el difícil período de su aplicación. En esto también fue clave la personalidad de SS Pablo VI, hombre de mucha fortaleza interior, con un espíritu hondamente cimentado en el Señor, que supo encontrar en la oración los caminos apropiados para conducir al pueblo de Dios por un período de profundos cambios y gran renovación. La capacidad y la entrega de SS Pablo VI se reflejan en las palabras de Juan Pablo II “Me maravillaron siempre su profunda prudencia y valentía, así como su constancia y paciencia en el difícil período posconciliar de su pontificado. Como timonel de la iglesia, barca de Pedro, sabía conservar una tranquilidad y un equilibrio providencial incluso en los momentos más críticos, cuando parecía que ella era sacudida desde adentro, manteniendo una esperanza inconmovible en su compactibilidad”. Señor Presidente, su Santidad Pablo VI, luego de una intensa e incansable labor a favor de la Iglesia a la que tanto amor mostró, fue llamado a su presencia por el Padre Eterno el 6 de agosto de 1978, en la Fiesta de la Transfiguración. Por lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto. Mario J. Colazo. -