El español: mi lengua natal En menos de veinticuatro horas mi mamá, mis hijas y yo emprendimos un viaje sin rumbo, sin dirección y sin destino. Se trataba de un viaje diferente a los viajes anteriores, esta no era una vacación o un paseo dominical. No, este se trataba de un viaje lleno de incertidunbres y dudas, de frustración y tristeza. En mi bolsa solamente dinero suficiente para comer y para comprar gas, quizás solamente para que nos alcansara por un par de dias. Este viaje que aunque obligado era necesario porque uíamos de un mounstro que nos amenazaba en el golfo de México y nos tocaria la puerta esa misma noche, el huracán Katrina. Manejamos por quince largas horas sin encontrar refujio hasta que al fín, antes de la media noche una iglesia no abrió las puertas. Al entrar, una enorme cruz roja cubria la puerta principal. Nos dieron de comer, ropa limpia y colchas para dormir. Lo que el domingo anterior habian sido áulas para la escuela dominical llena de niños sonrientes y contentos, esa noche se habia convertido en un refujio para aproximadamente trecientas personas; madres, padres, niños y ancianos, tratando de encontrar un rinconcito donde recostar sus cabezas. Al dia siguiente nos levantamos y los voluntarios de la iglesia nos ofrecieron desayuno. La fila era de cienes de refujiados esperando por un largo rato su turno. Mientras esperábamos escuchábamos a otras personas hablar de lo que dejaron atras; sus perros, sus gatos, la pobre viejita vecina que no tenia alguien que viera por ella, las fotografías de sus hijos y del padre que ya falleció. También muchos hablaban del huracán; ¿que tan fuerte era?, ¿como dañaria sus casas?, ¿cuando podrian regresar? Estas y otras preguntas se repetian constantemente. Yo solamente escuchaba sus conversaciones cuando de repente oí una voz con un idioma familiar que nos preguntaba, ¿hablan español?, ¿de que pais son? Jamás habia escuchado tan lindo lenguage, alguien me entendia, podia comunicarme en mi lengua, que lindo! Quizá en ese refujio todos nos encontabamos en la misma situación pero no todos nos comunicabamos de la misma manera. Como hispana que soy amo mi lengua y en ese preciso momento que me encontraba perdida y confusa deseaba intensamente poderme comunicar con alguien, contarle mis preocupaciones, llorar mis penas y compartir mis angustias. Queria conversar con otra persona que enterniera mi lengua natal, el español. Esa persona no solamente formaba parte de mi cultura, sino que también hablaba la misma lengua que mi madre me habló cuando yo apenas empezaba a hablar, con el mismo lenguage que mi padre usó cuando me enseñaba a andar en bicicleta, ese es el lenguage que en ese preciso me dió fuerzas, apoyo y alivio. El huracán Katrina me dejó una experiencia muy amarga que quizás jamás podré olvidar, pero tambien me dió la certeza de que no hay otro idioma más lindo y más acogedor como lo es el español. Nací en un pequeño campo bananero en Honduras. Pase la mayor parte de mi adolescencia en el estado de Louisiana. Me mude a Pueblo debido al huracán Katrina hace dos anos y actualmente estoy en mi ultimo año en CSU-Pueblo donde estudio español con una concentración en italiano.