Chuck Berry viene con dos hijos y pide un Mercedes para manejar

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LATERCERA Martes 26 de marzo de 2013
Cultura&Entretención
RR El estadounidense se
presenta habitualmente
en clubes y pequeñas
salas. FOTO: GETTY IMAGES
Chuck Berry viene con dos hijos
y pide un Mercedes para manejar
R Tal como en su única visita de 1980, el
músico pidió un Mercedes Benz del año,
blanco y sin chofer, para andar por Santiago.
R Para el 16 de abril en Movistar Arena, trae
un grupo integrado por dos de sus cuatro hijos
y un concierto de poco más de una hora.
Claudio Vergara
para su conjunto de cinco
músicos, la que también
debe portar GPS, y un circuito de walkie-talkies para comunicarse con el vehículo
de Berry, según los pedidos
que hizo para Montevideo,
su escala previa a Santiago.
De algún modo, la idea es
salir en grupo.
Y no se trata de puro compadrazgo. Desde hace un par
de años, su banda de acompañamiento la forman dos
de los cuatro hijos que tuvo
con Themetta “Toddy”
Suggs, su esposa desde 1948;
el guitarrista Charles Edward Berry Jr. y la cantante
y armonicista Ingrid Darlin
Berry-Clay. Según las reseñas más recientes de sus
conciertos, ambos se han
La obsesión por los autos
cruza gran parte de su cancionero –Maybellene, su
primer gran hit, es una oda
a la velocidad y el universo
Cadillac de los 50- y se hizo
trámite y problema en su
única visita a Chile, en noviembre de 1980, cuando,
enojado ante una producción local que no acató sus
exigencias, decidió por su
cuenta arrendar en pleno
aeropuerto un lujoso Toyota rojo que manejó él mismo,
sin licencia, por las calles de
Santiago. Fue una de las
anécdotas más célebres de
su debut en el país.
Treinta y tres años después, para su show del 16 de
abril en Movistar Arena,
Chuck Berry (86) replicará
casi el mismo cuadro. Los
organizadores del espectáculo, la productora Freetime, cuentan que el hombre
sindicado como el mentor
del rock and roll pidió para
trasladarse por la ciudad un
Mercedes Benz del año, de
color blanco, con cuatro
puertas y sin chofer. Según
agregan los mismos encargados, el plan del artista es
moverse nuevamente por su
cuenta y manejar el vehículo a su antojo. Eso sí, solicitó que siempre lo acompañara un traductor y contar
con sistema GPS.
Además, el listado de exigencias incluye otro auto sin
chofer: una camioneta 4X4
convertido en el principal
sustento escénico de un músico que ya enfila hacia los 90
años de vida. Incluso, su hija
es apuntada como una de las
cimas más vistosas del concierto, mientras que Berry
Jr., crecido a la sombra de la
figura pionera de su padre,
sólo es etiquetado como
“componente”. El resto de
la agrupación la integran el
tecladista Robert Johnson
Loht, el baterista Keith Robinson y el bajista James Lee
Marsala, quien ha ocupado
ese puesto por 40 años.
Con ellos, el hombre que
influyó desde John Lennon
hasta Bruce Springsteen
arma un concierto de poco
más de 60 minutos y que
muestra un promedio de 25
temas. Todos breves, concisos y lanzados a alta velocidad, menú que incluye clásicos como Carol, School
days y la eterna Johnny B.
Goode.
Para su primer show masivo en el país -en 1980 sólo se
presentó en eventos privados
y programas de TV-, el guitarrista ya registra cerca de cinco mil boletos vendidos (disponibles en PuntoTicket).b
EN SANTIAGO
Su aterrizaje
Se espera para el mismo día
de su show en un vuelo comercial desde Uruguay. Luego, se alojará en la suite presidencial del Hotel Intercontinental, en Vitacura. Como
extra, también pidió toallas
blancas, mariscos y pescados,
y vino chileno de exportación.
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