EFECTOS CARDIOVASCULARES DE LA ANESTESIA PERIDURAL Dr. Pedro F. I barra* Dr. Mauricio Parra* Dr. Heberth Hernández* RESUMEN En estudios previos se ha encontrado que los episodios de hipotensión con bradicardia asociada en pacientes sanos sometidos a anestesia peridural se relacionan a la "hipovolemia relativa" producida por la vasodilatación de la anestesia. Tomando esta hipótesis como cierta se evaluó la actividad barorreceptora con pruebas de aumento (con neosinefrina) y disminución (con NTG) de la presión arterial en tres situaciones: A: basal, B: después de la administración de anestesia peridural baja y C: después de la corrección de hipovolemia relativa cuantificada por mediciones de presión en cuña con la administración de líquidos intravenosos. Se encontró con la anestesia peridural baja (promedio T1 2) un significativo aumento de la actividad vagal cuantificada por un aumento de la respuesta presora de los barorreceptores y se encontró una marcada atenuación de la respuesta a la hipotensión. Se observó inclusive una respuesta completamen- " Escuela Militar Medicina Nueva Granada - te anómala (bradicardia asociada a la hipotensión). Se concluye que la anestesia peridural produce un aumento del tono vagal y la atenuación de la respuesta a la hipotensión. Además que los hallazgos de un transitorio aumento de la FC al inicio del bloqueo peridural sumado a cambios significatios de la PCP y PVC pueden relacionarse con respuestas anómalas a la hipotensión. EFECTOS C A R D I O V A S C U L A R E S DE LA A N E S T E S I A PERIDURAL La práctica de la anestesiología se fundamenta en el conocimiento claro y preciso de las ciencias básicas, fisiología y farmacología. Con el profundo conocimiento de los elementos de estas ciencias es posible comprender y preveer situaciones que se suscitan durante la administración de anestesia. Una de estas situaciones es la administración de anestesia regional en específico la anestesia peridural. Como se conoce este tipo de anestesia tiene como principio el bloqueo de las fibras nerviosas discriminadas únicamente por su sus- Militar Central 105 Ibarra, P., Parra, M., Hernández, H. ceptibilidad de bloquearse o no con la administración de un anestésico local. Dentro de estas fibras están las fibras autonómicas que por ser delgadas tipo B y C son muy fácilmente bloqueadas. Naturalmente el bloqueo de estas fibras produce cambios hemodinámicos evidentes mediados ya por la vasodilatación de los lechos bloqueados así como de órganos en especial el corazón. En estas situaciones sin embargo, el manejo de la anestesia se basa en el efecto hemodinámico predecible de acuerdo a los principios fisiológicos básicos del sistema cardiovascular y el sistema nervioso autónomo p, 9). Hay sin embargo eventos que ocurren bajo anestesia peridural que no son fácilmente explicadas por estos principios básicos. Una situación específica es la referente a la aparición de bradicardia asociada a la hipotensión con anestesia peridural baja (sin bloqueo del piejo cardíaco debajo de T6)(6,10,11). Durante la administración de anestesia peridural se prevee el efecto vasodilatador por lo que rutinariamente se utilizan líquidos previos a la anestesia. A pesar de esto, con mucha frecuencia se observa una caída de la presión arterial que podría atribuirse a una repleción (prehidratación) de una cantidad inadecuada de líquidos lo que al monitorizarse al paciente demuestra ser falso. Normalmente la respuesta homeostática del sistema cardiovascular es la de preservar la presión arterial (PA) estable. El principal mecanismo para preservar la PA estable es a través de los barorreceptores que se activan con la hipotensión produciendo un estímulo simpático que genera taquicardia y vasoconstricción periférica; y simultáneamente inhibición del parasimpático. Con hipertensión los barorreceptores se inactivan, se inhibe el simpático produciéndose vasodilatación y bradicardia y a su vez estimulación parasimpática produciéndose mayor bradicardia. (12,14). 106 Al administrar una anestesia peridural se produce una caída del 30% de la resistencia arteriolar de los lechos bloqueados y una reducción de la resistencia venosa de un 60%. Estos dos fenómenos explican porqué se produce una caída de presión al disminuir la resistencia vascular periférica y al " s e cuestrarse" sangre en toda la vasculatura bloqueada. Para compensar esta situación normalmente se produce una constricción refleja de los lechos no bloqueados que tratan de preservar la presión arterial estable siendo este mecanismo viable mientras los lechos bloqueados no sean demasiados (o sea una peridural baja)(i,2). Sin embargo a pesar de estos mecanismos y con la prehidratación se produce con frecuencia hipotensión que ocasionalmente requiere su manejo con vasopresores. Dentro de este grupo de pacientes hay algunos, sin enfermedad cardiovascular alguna, que desarrollan bradicardias severas asociadas a la hipotensión lo que constituye una respuesta cardiovascular anómala que puede ser de consecuencias graves. Esta respuesta cardiovascular anómala de la FC durante hipotensión, no ocurre sólo bajo anestesia peridural sino que ha sido descrita también en algunos pacientes con hemorragiassignificativas (15, 16) Sechar y cols, han trabajado estudiando estos fenómenos encontrando en un trabajo experimental que en hemorragia controlada se observa un fase transitoria en la que hay bradicardia a pesar de haber hipotensión (17). Otro mecanismo que interviene sobre el control de la FC y que debe considerarse es el reflejo de Bainbridge descrito desde principios de siglo en el que se observa que con la infusión de líquidos se produce taquicardia y viceversa y que aparentemente está mediado por receptores de baja presión en la aurícula y / o ventrículos. Esto podría entonces explicar cómo Anestesia peridural habrá de producirse una hipovolemia ya sea relativa como con la peridural o real como con hemorragia; la reducción del retorno venoso genere una inactivación de los receptores de baja presión y por lo tanto se produzca bradicardia. Al respecto hay revisiones referente al reflejo en sí y a las posibles fibras que intervienen como aferentes de este reflejo, las fibras C (is, 20). Sin embargo la explicación no e s t á n sencilla y no hay todavía claridad respecto a qué desencadena esta respuesta anómala. Algunos han trabajado en este fenómeno y similares como los cambios de FC con posición de Trendelenburg describiendo inicialmente que la absorción de la gente anestésico local permitirá por niveles séricos un efecto directo miocárdico reproduciendo estos fenómenos bradicárdicos. Otros más recientemente han desvirtuado esta hipótesis en vista de que los niveles obtenidos con estos bloqueos no eran suficientes para producir estos efectos descritos con concentraciones mayores. Con estudios similares observando los cambios de FC composición de Trendelenburg han encontrado cambios endocrinos significativos (21, 23). El grupo de Barón realizó un estudio hace unos años en que se hipotetizaba que la anestesia peridural producía, por una reducción de la volemia central, una atenuación de la respuesta de los barorreceptores. Ellos evaluaron la respuesta barorreceptora antes y después de una peridural baja y encontraron una respuesta atenuada de estos con la aparición de bradicardia asociada a la hipotensión. Así mismo observaron que una corrección de esta hipovolemia relativa con la colocación de un MAST (pantalón militar antishockque comprime la parte inferior del cuerpo) esta reducción de la actividad de los barorreceptores se corregían. Concluyeron entonces que la hipovolemia central relativa era la responsable de la respuesta bradicardizante de la peridural al ate- nuar la sensibilidad y capacidad de respuesta bradicardizante de la peridural al atenuar la sensibilidad y capacidad de respuesta de los barorreceptoreson. En otro trabajo reciente de Sander y Jensen y Secher encontró que de un grupo de 10 pacientes sometidos a anestesia peridural, 4 presentaron episodios de hipotensión como bradicardia y que durante su monitorización se detectó una gran caída del volumen de fin de diástole del ventrículo izquierdo. Ellos hipotetizan que es una respuesta compensadora cardíaca ya que al disminuir la FC el ventrículo logra mantener un volumen de fin de lleno adecuado(10). En este estudio se hipotetizó que si la teoría de Barón et al y el de SanderJensen y Secher es cierta se debería revertir el problema de respuesta anómala con la hipotensión (alteración del tono vagal y la modificación de los barorreceptores) al corregir la hipovolemia relativa con líquidos intravenosos. MÉTODOS El experimento se desarrolló en los laboratorios de Fisología de la Escuela Militar de Medicina y en el de la Universidad de la Salle. Se utilizaron 10 perros con pesos que oscilaban entre 5 y 25 kg que se obtuvieron del Instituto de Zoonosis a través de la Universidad de la Salle. Se les administró diazepam a razón de 3-5 mgs/kg titulando la dosis con el efecto sedativo y no hipnótico. Luego bajo anestesia local con lidocaína se procedió a colocar un catéter peridural en región sacra (por técnica de pérdida de resistencia); un catéter en arteria femoral (por punción)y dos catéteres en vena yugular externa (VYE) (por Seldinger). Uno de los catéteres de la VYE se colocó en arteria pulmonar (CAP) y otro en aurícula derecha (PVC). La ubicación de estos catéteres se hizo por monitoria hemodinámica ver trazo anexo 1. 107 Ibarra, P., Parra, M . , Hernández, H. Estos catéteres se conectaron a transductores Gould P23XL y a un polígrafo Grass donde se hicieron los registros. El catéter venoso central se utilizó para infusión de drogas o líquidos y para monitorizar la PVC cuando se riquirió. Las mediciones de la PVC y la presión capilar pulmonar(PCP)se hicieron en tres momentos: A-Basal, B-postperidural (nivel bajo inferior a T6) y CPost-infusión de líquidos para regresar la PCP a valores básales. Se midió también la frecuencia cardíaca (FC) con un tacógrafo y la presión arterial media (PAM) por procesamiento de la señal del canal de presión arterial (PA) para evaluar la función barorreceptora se utilizaron los esquemas descritos por Eckberg y Goldstein con infusiones de neosinefrina (NSF) y nitroglicerina (NTG) para evaluar la respuesta presora (NSF) y la depresora (con NTG) ¡24, 25). La secuencia es la siguiente: Se hace una infusión de NTG y luego de NSF hasta producir un cambio de 20 o más mmHg de presión sistólica y se evalúa la respuesta de la FC a estos cambios de presión sistólica. Esta evaluación de los barorreceptores se hizo en tres momentos: A: al inicio en forma basal; B: Después de administrar anestesia peridural y obtener un estado estable y en C después de elevar la PCP a valores básales previos a la peridural. Observe una respuesta n o r m a l al aumento de presión arterial con NSFen el trazo anexo2. Observe una respuesta anormal de la FC al aumentar la P A c o n NSF en el trazo 3. En el trazo 4 se pueden ver los cambios de la PA, PAM y FC con la administración de la anestesia peridural. En el trazo 5 se observa una respuesta normal de la FC (aumento) al haber hipotensión inducida con NTG. En resumen la secuencia experimental fue la siguiente: se tomaron mediciones de la respuesta presora y depresora de los barorreceptores, se tomaron valores básales de la PA, FC, PCP y PVC. Se administraron dosis 108 crecientes de bupivacaína por el catéter peridural de 2.5 mgs cada una hasta obtener un nivel anestésico (evaluado por respuesta de contractura) de la piel con estímulo doloroso y comparado con un atlas de dermatomas sensitivas en caninos) en región lumbar o torácica inferior a T6. Una vez estabilizada la anestesia se hicieron nuevas mediciones de la PVC y PCP y evaluaciones presoras y depresoras de los barorreceptores. Luego se procedió al elevar la PCP con infusión de líquidos ("bolos" de 50 mis c / u ) por el catéter de PVC hasta los valores de PCP previos a la peridural. Una vez logrado el nivel iniciado de PCP se procedió a una última evaluación de los barorreceptores. El análisis de los resultados se hizo con la digitalización de las curvas análogas obtenidas de PCP, PVC y FC con las infusiones descritas según como lo describe Eckberg. De esta forma se determinó la sensibilidad de los barorreceptores en cada una de las situaciones al graficarse como una función lineal comparando la presión sistólica vs el intervalo RR de cada latido en respuesta a esa presión. En este sistema la pendiente representa la sensibilidad de los barorreceptores, tanto mayor cuanto mayor sea esta y visconversa. El análisis estadístico se realizó utilizando una técnica para comparar las pendientes de dos líneas no paralelas. RESULTADOS Se analizaron 10 perros obteniéndose alrededor de 4.000 mediciones en total. Se hicieron secuencias completas A-B-C en sólo 7 puesto que hubo problemas de diversa índole en 3. En uno (el No. 10) no se produjeron cambios de la PCP ni de la PA después de la anestesia peridural. En otro (No. 1) inadvertidamente se hizo una infusión de líquidos por el catéter de PVC lo que evitó cambios de la PCP y en el otro (No. 4) hubo marcada extrasistolia posterior a la segunda infusión de NSF que no se Anestesia peridural imposible colocarle un CAP por lo que se corrigió su volemia con el valor de PVC. dio por lo que se suspendió el experimento. Hubo algunas dificultades técnicas para evaluar la respuesta presora en algunos perros puesto que al aumentarse la presión con frecuencia presentaron extrasístoles supraventriculares lo que dificultó el calculo de la FC (se promediaron 2-3 segundos de latidos para hallar la FC en estos casos). En un perro, el de menor peso 8 kgs(No. 8)fue Los resultados globales se pueden observar en la Tabla 1. Se puede ver que la respuesta dista mucho de ser homogénea. Algunos perros presentaron marcada disminución de la sensibilidad presora de los barorreceptores y otros la aumentaron. TABLA I RESPUESTA INDIVIDUAL DE CADA PERRO A LAS PRUEBAS DE LOS BARORRECEPTORES COMPORTAMIENTO DE PCP Y PVC Y NIVEL DE ANESTESIA PERRO <Sensib Respuesta Presora NSF Corrigió con L I V >Sens¡b Respuesta Presora NSF < Sensib Respuesta Depresora NTG Corrige con LIV > Sensib Respuesta Depresora NTG Nivel Anestesia PCP PVC antes Peri Después Aumento breve FC con peridural 1 2 3 4 5 SI NC SI SI SI SI SI NS SF VE RA SEVER A SI SI SI 6 7 SI NS 8 9 10 SI SI SI NS SI SI SI NS NC NC SI SI SI SI NS NC SI SI NC SI L 8 4/2 6/2 T 10 4/2 0/-2 T 8 5/3 -1/-2 T 13 3/2 -1/0 L 1 4/0 4/-2 T 12 4/2 2/1 T 13 6/4 3/2 T 13 5 4 SI SI SI SI NO NC SI NO SI T 12 8/6 -1/-2 L 3 4/2 5/1 NO NC — no cambio. NO — ausencia de la respuesta. SI — presencia de la respuesta NS = cambio no significativo. SEVERA = represión anómala (bradlcardía con hipotensión por NTG) 109 I b a r r a , P., P a r r a , M . , H e r n á n d e z , H . Graficando globalmente las respuestas presoras y depresoras se observa un aumento de la sensibilidad presora de los barorreceptores con la peridural (aumenta la pendiente de A a B) y con la reposición de líquidos se observa una reducción de la respuesta (disminución de la pendiente de B a C) Figura 1. La respuesta depresora de los barorreceptores, sin embargo tendió a la disminución a la mayoría (9 de 10) siendo estadísticamente significativa en 6 de los 9 y tendiendo a la disminución en los otros 3 (inversión de la pendiente de A a B) Figura 2. Se observa además una tendencia sin ser estadísticamente significativa, de mejorar la sensibilidad barorreceptora con la i n f u sión de líquidos (se observa una reducción de la pendiente invertida de B a C). De estos 6 con marcada disminución de la sensibilidad a la respuesta depresora, vale la pena mencionar que 2 (el No. 2 y 3) presentaron una respuesta paradójica al estímulo depresor de los barorreceptores, o sea bradicardia con la hipotensión (ver figura 3 y trazo anexo No. 6). Se puede observar que estos perros tuvieron cambios mayores de la PCP y PVC (de PCP de 4 a Oy de 3 a -1 mmHg) pero no fueron los únicos ya que otros el 4 y 9 también los tuvieron (de 3 a -1 y de 8 a 0 mmHg). Así mismo estos presentaron j u n t o con los números 1, 4, 7 y 9 un breve y transitorio incremento de la FC minutos después de administrada la peridural. Observe el momento A señalado en el trazo 4. R E S P U E S T A D E P R E S O R A (NTG) PERRO 2 F I G U R A 3: Respuesta anómala a la respuesta depresora de la NTG. Observe el abrupto cambio de A (basal) a B (peridural). F I G U R A 1: Respuesta global (los 10 perros) al estímulo presor NSF. Se observa como la del aumento de la pendiente de A (medición basa I) a B (con la anestesia peridural) y como con la reposición de líquidos la respuesta barorreceptora se vuelve errática C (índice de correlación de 0,02). RESPUESTA DEPRESORA A-B-C Respecto a los niveles de la anestesia peridural administraron un promedio de 2 dosis de 2.5 mgs para subir la anestesia del nivel sensitivo sacro y se observó un promedio de anestesia de T12 ± 2.3 dermatomas lo que deja el nivel del perro 3 (T8) estadísticamente diferente de los demás. DISCUSIÓN F I G U R A 2: Observe respuesta anómala B (postperidural) vs. normal A Tendencias globales. 110 La respuesta cardiovascular en cuestión es la observada en los perros 2 y 3 en quienes se produjo una muy clara respuesta anómala a la infusión de NTG con una bradicardia muy significativa asociada a una caída depresión de ± 25 Anestesia peridural mmHg. En estos se observó el fenómeno descrito por Sander-Jensen de caída del llenado del ventrículo izquierdo, en este estudio evaluado con el CAP y la medición de la PCP. Otro hallazgo que ellos tuvieron fue el de encontrar un breve aumento de la FC al inicio del bloqueo peridural y una subsecuente disminución aunque no se ha aclarado su significado vale la pena mencionar que estos perros también presentaron este fenómeno pero sin ser los únicos. Sin embargo, la asociación de la caida mayor de la PCP). (6| Con los resultados obtenidos y la revisión de la literatura quedan múltiples dudas puesto que el estudio de Barón concluye que la anestesia peridural exacerba el tono vagal a través de una reducción del retorno venoso y su estudio demuestra que la corrección del retorno venoso reduce el tono vagal. En este estudio se observó también un aumento del tono vagal con la peridural evidenciado con un aumento de la sensibilidad presora de los barorreceptores (aumento de la pendiente de A a B en figura 1). Es decir que con cualquier estímulo presor se produce una mayor reducción refleja de la FC que como ocurre basalmente. Sin embargo con la corrección de la "hipovolemia" se produjo una respuesta errática del tono vagal pues como se observa en la gráfica la dispersión de los gatos es grande lo que disminuiría la certeza de cualquier afirmación respecto a este, Respecto a la respuesta de evidente alteración de la respuesta barorreceptora a la hipotensión con la peridural (inversión de la pendiente) es claro que alguna forma se altera la activación del sistema parasimpático pues una caída de presión en vez de evitar su activación la acentúa. Esta situación reviste gran importancia puesto que como demostró Takeshima el sistema nervioso no produce taquicardia en condiciones normales sino que atenúa la respuesta vagal. De tal manera que un aumento del tono vagal asociado a un alterado sistema de control de este, genera esta respuesta anómala a la hipotensión. Esto se relaciona con los hallazgos en los estudios con hipovolemia ya sea por hemorragia o por regional en los que se observa que la bradícardia aparece cuando hay una gran descarga parasimpática como se documenta por ejemplo con la medición del polipéptido pancreático. Lo que se desconoce es cómo y porqué se desencadena esta respuesta que aparentemente tiene por aferencia los receptores de baja presión cardíacos (5, 6). Sin embargo, tal y como se observa clínicamente, y como lo corrobora este estudio; la disminución del tono vagal durante anestesia peridural baja no se logra con la simple corrección de la volemia. Es situación clínica frecuente la necesidad de intervenir farmacológicamente la FC durante anestesia peridurales bajas que han sido adecuadamente prehidratadas. Esto se evidencia en la figura 1 y 2 en que la administración de líquidos no revierte la sensibilidad global de los barorreceptores a sus valores básales aunque en 4 de los perros si hubo una tendencia significativa de la sensibilidad para regresar a los valores básales. Todo esto indica que la sola corrección de la PCP y / o volumen de fin de diástole ventricular no revierte los cambios del tono vagal con la anestesia peridural. Deben existir otros mecanismos adicionales que incidan sobre estas respuestas no predecibles. Una hipótesis podría surgir alrededor de mecanismos intrínsecos de la médula en que el bloqueo local" de algunos segmentos medulares bajos pueda modificar por circuitos intramedulares la actividad suprasegmentaria. Alrededor de esto se relaciona por ejemplo el estudio de Peters et al en que 111 Ibarra, P., Parra. M . , Hernández, H. la analgesia peridural torácica pudo producir cambios distales al nivel de analgesia aunque no encontró lo contrario (bloqueo simpático proximal al nivel de analgesia)(24). Aunque consistentemente se ha observado que el nivel de analgesia coincide en ± 1 dermatoma con el bloqueo simpático no descartaría la posibilidad de que a través de circuitos intramedulares se pueda afectar la respuesta cardioaceleradora que ocurre con mucha frecuencia en anestesia peridural baja a un con monitoria y corrección de la volemia central. CONCLUSIONES Se estudió la respuesta barorreceptora basal en perros después de anestesia peridural y después de la corrección de la hipovolemia relativa. Con la anestesia peridural se observó que la sensibilidad al estímulo presor se acentuó demostrando un aumento del tono vagal que no se corrigióconsistentemente con la administración de líquidos intravenosos. La respuesta depresora o inactivadora de los barorreceptores se atenuó sustancialmente e incluso se tornó paradójica en dos de los animales estudiados. Hubo una tendencia global de la sensibilidad a regresar a lo basal con la corrección de la "hipovolemia" pero en sólo cuatro perros fue esta tendencia estadísticamente significativa. Se concluye que en perros la anestesia peridural genera un gran aumento del tono vagal que no se revierte en forma consistente con la administración de líquidos para corregir la "hipovolemia relativa". Se concluye también que una transitoria respuesta taquicardizante asociada a una caída significativa de las presiones de llenado centrales y un nivel anestésico torácico (pero inferior al piejo cardíaco) puede asociarse a una respuesta paradójica de la FC a la hipotensión. AGRADECIMIENTOS A la Dra. María Nelsy Rodríguez por su ayuda en el análisis estadístico, a Braun de Colombia por la facilitación de catéteres peridurales, catéteres de venopunción y catéter de arteria pulmonar. Ibarra, P., Parra, M . , Hernández, H. BIBLIOGRAFÍA 1. Wedel D, Brown D. Spinal, epidural and caudal anesthesia. Ch 45 in Anesthesia ed Miller RD 3rd ed Churchill Livingstone 1990. 2. Greene NM: Physiologyof Spinal Anesthesia, 3rded, p95. Baltimore, Williams and Wilkins, 1981. 3. Covino B, Lambert D. Epidural and Spinal Anesthesia Ch 28 in Clinical Anesthesia ed Barash P. Lippincott 1989. 4. Bonica JJ, Berges PU, Morikawa K: Circulatory effects of peridural block I. 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