JEFATURA DE RESIDENTES DE PEDIATRÍA 2009-2010 GUÍAS PEDIÁTRICAS ESTRIDOR El estridor es un síntoma audible producido por el flujo turbulento y rápido de aire a través de una zona estrecha de la vía aérea superior. El estridor constituye la manifestación clínica característica de la afectación laringotraqueal y puede considerarse sinónimo de obstrucción de vía aérea superior. Puede estar presente tanto en vigilia como en el sueño. Si la obstrucción es supraglótica, generalmente el estridor se manifiesta en la fase inicial de la inspiración y es de tonalidad baja. Al existir el compromiso del área glótica o subglótica, su tonalidad es alta y durante toda la inspiración, pudiendo ocasionalmente ser bifásicos. Si la causa es traqueal el estridor suele ser espiratorio. El estridor puede corresponder a diferentes etiologías y es necesario el diagnóstico y tratamiento precoz para evitar situaciones potencialmente mortales. El objetivo principal reside en mantener la vía aérea permeable. Es necesario destacar que se trata de un síntoma que traduce un fenómeno fisiopatológico obstructivo, pero que no representa un diagnóstico por sí mismo. FISIOPATOLOGÍA DEL ESTRIDOR: Existe un principio físico esencial en el estridor: la resistencia al paso del aire es inversamente proporcional al radio de la vía aérea elevado a la cuarta potencia, por lo tanto, la reducción del diámetro de la vía aérea a la mitad aumentará la resistencia 16 veces. Son varias las causas que ocasionan que la obstrucción de la vía aérea superior sea más frecuente en pediatría: La laringe del niño se sitúa en una posición más alta que en el adulto. En el recién nacido el cartílago cricoides está a la altura de C 3 – C 4, mientras que en el adulto está a nivel de C 6 – C 7. El anillo cricoides es el área más estrecha de la vía aérea de los niños. La consistencia de los cartílagos y estructuras blandas de la laringe son variables a lo largo del tiempo, de modo que en el recién nacido y lactante puede constituir un esqueleto cartilaginoso laxo, colapsable en función de las variaciones del ciclo respiratorio (colapso dinámico durante la inspiración). El flujo lineal de aire en un tubo produce presión positiva hacia delante, y reduce la presión lateral. Si la vía aérea es flexible, la pared colapsará. Lengua prominente y en retroposición. Superposición de úvula y epiglotis. Presencia de diversas malformaciones congénitas craneofaciales. Los recién nacidos y lactantes son respiradores nasales exclusivos, pudiendo la obstrucción de las fosas nasales determinar gran dificultad respiratoria en estos pacientes. 57 CLASIFICACIÓN DEL ESTRIDOR A) SEGÚN ETIOLOGÍA Causa infecciosa: Laringitis subglótica ( laringotraqueítis viral aguda= crup) Laringotraqueítis bacteriana Epiglotitis (infrecuente) Absceso retrofaríngeo o periamgdalino. Mononucleosis infecciosa Causa mecánica: Parálisis de cuerdas vocales. Compresión extrínseca o intrínseca aguda o crónica: procesos expansivos infecciosos (papilomatosis laríngea), vasculares (hemangiomas, anillos vasculares), neoplásicos. Causa traumática/accidental: Traumatismo directo laringotraqueal: intubación, traqueotomía, trauma accidental. Aspiración de cuerpo extraño. Lesión térmica o cáustica ( quemados) Causa alérgica: Edema angioneurótico Causa iatrogénica: Procedimientos instrumentales laringotraqueales: laringoscopía, broncoscopía. Causas congénitas: Laringomalacia Parálisis de cuerdas vocales Estenosis subglótica Traqueomalacia Anillos vasculares Hemangiomas Quistes subglóticos Malformaciones craneofaciales (sme. de Pierre-Robin; sme. de Goldenhar). Causa desconocida: Laringitis recurrente o espasmòdica (crup espasmódico) B) SEGÚN GRUPO ETÁREO Menores de 6 meses: Laringomalacia Estenosis subglótica Parálisis de cuerdas vocales Hemangioma subglótico Anillos vasculares Quiste subglótico Membrana laríngea 58 Lactantes y preescolares: Laringitis subglótica Aspiración de cuerpo extraño Condilomatosis laríngea Daño laríngeo post-extubación Quemaduras por vapor Masas mediastinales C) SEGÚN FASE DELCICLO RESPIRATORIO ESTRIDOR INSPIRATORIO: pensar en localización extratorácica, usualmente laríngea (laringomalacia, parálisis de las cuerdas vocales, estenosis subglótica) ESTRIDOR ESPIRATORIO: pensar en localización intratorácica, usualmente traqueal y bronquial (traqueomalacia, broncomalacia, anillos vasculares, otras compresiones extrínsecas). DIAGNÓSTICO La identificación de la etiología del estridor es habitualmente clínica, y rara vez es necesaria la realización de estudios complementarios. Los antecedentes importantes de la anamnesis deben incluir: Edad del paciente: las etiologías varían si estamos frente a un estridor de inicio neonatal, del período del lactante, preescolar o escolar. Antecedentes perinatales ( intubación en neonatología) Momento y modo de inicio del estridor: es importante conocer si el estridor es de presentación aguda o se trata de un síntoma recurrente o persistente. Presencia de fiebre. Conducta alimentaria. Cambios en la voz. Signos de distrés respiratorio (confusión, tiraje, cabeceo) Presencia de cianosis. Presencia de anomalías congénitas y/o neurológicas. Situación del paciente al momento de manifestarse el estridor (jugando? comiendo?). Antecedente de lesiones condilomatosas vaginales maternas. Existen condiciones clínicas asociadas en pacientes con estridor: síndrome de Down, síndrome de Pierre- Robin, síndrome de Moebius, enfermedades neuromusculares, reflujo gastroesofágico, daño pulmonar crónico y asma, entre otras. El examen físico incluye exploración completa de la cavidad oral, cuello y tórax. Deben investigarse signos de dificultad respiratoria, presencia de hemangiomas cutáneos, dismorfias craneofaciales, etc. Realizar una correcta semiología del estridor (inspiratorio, espiratorio, bifásico, en reposo, ante el llanto, tono). Cuando desde la clínica no es clara la causa del estridor se pueden acudir a los siguientes estudios complementarios: RX DE TÓRAX: sirve para detectar cuerpos extraños, una vez estabilizado el paciente. RX AP Y LATERAL DE CUELLO: para diagnóstico diferencial de crup y absceso retrofaríngeo. ESOFAGOGRAMA: ante la sospecha de patología vascular compresiva extrínseca. RMN: para evaluar patología vascular. 59 FIBROLARINGOSCOPÍA: brinda una visión dinámica de la supraglotis, glotis y cuerdas vocales. No permite evaluar región inferior de cuerdas vocales. FIBROLARINGOBRONCOSCOPÍA: el diagnóstico definitivo es la endoscopía bajo anestesia general, que permite evaluar laringe, tráquea y bronquios. APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA ANTE UN PACIENTE CON ESTRIDOR AGUDO ESTRIDOR AGUDO SI FIEBRE NO DIFICULTAD RESPIRATORIA SEVERA HISTORIA DE CUERPO EXTRAÑO O TRAUMA SI Absceso retrofaríngeo Crup grave Mononucleosis infecciosa NO Crup Amigdalitis severa Absceso parafaríngeo SI Aspiración de cuerpo extraño Lesión térmica o caústica. Trauma laríngeo NO Edema angio neurótico. Crup espasmódico. Las siguientes patologías constituyen, en las diversas series clínicas, las causas más frecuentes de estridor: LARINGITIS SUBGLÓTICA Es la causa más frecuente de estridor agudo en niños menores de 2 años. Este cuadro respiratorio se presenta en los meses de otoño e invierno, en niños de 6 meses a 5 años de edad, con un pico de incidencia a los 2 años. La relación varón/mujer es 1,5/1. Se estima que, alrededor del 3% de los niños tendrá un episodio de crup antes de los 6 años de vida. Menos del 5% de éstos son hospitalizados, y de éstos el 1-2% requieren intubación endotraqueal. El agente etiológico más frecuente es el virus parainfluenza 1 y 3 seguido por rinovirus, virus sincicial respiratorio, influenza A y B, adenovirus, Mycoplasma pneumoniae, etc. La aparición de los síntomas es lenta y progresiva (entre 48 y 72 hs.), en forma de rinorrea, tos irritativa, ronquera y taquipnea. Aparecen luego el estridor bifásico, la tos “perruna” y 60 febrícula. Los síntomas empeoran durante la noche, esfuerzo y llanto. Al examen físico, el paciente no tiene aspecto tóxico, presenta disfonía y estridor. En los casos más severos existe cianosis y disminución de la entrada de aire a la auscultación pulmonar. El cuadro dura de 3 a 7 días, seguido de un período de convalescencia de 2-3 días. La infección produce edema en la laringe, tráquea y bronquios, siendo el punto de mayor obstrucción, el espacio subglótico. El diagnóstico es clínico. No se requieren las radiografías ni muestras de sangre. Se han propuesto varias formas de definir su severidad, sugiriendo utilizar el puntaje de Westley (tabla 1) el cual se utiliza frecuentemente en estudios de investigación, pero es poco práctico desde el punto de vista clínico. Sin embargo, existe una clasificación clínica más práctica ( Guidelines for the diagnosis and management of croup. Canadá. 2007) que define criterios de severidad del crup (tabla 2). Al menos el 60 % de los niños que se presentan en los servicios de emergencia tienen síntomas leves, como tos “perruna”, estridor no audible en reposo y leve tiraje. Tabla 1. PUNTAJE DE WESTLEY ESTRIDOR 0= AUSENTE 1= EN REPOSO, AUDIBLE CON ESTETOSCOPIO 2= EN REPOSO, AUDIBLE SIN ESTETOSCOPIO RETRACCIÓN 0= AUSENTE 1= RETRACCIÓN LEVE 2= RETRACCIÓN MODERADA 3= RETRACCIÓN SEVERA ENTRADA DE AIRE 0= NORMAL 1= DISMINUIDA PERO AUDIBLE 2= MUY DISMINUIDA, POCO AUDIBLE CIANOSIS (SAT.O2 < 92% AIRE AMB) 0= AUSENTE 4= CON LA AGITACIÓN 5= EN REPOSO NIVEL DE CONCIENCIA 0= NORMAL 5= DESORIENTADO. LETÁRGICO PUNTAJE: 0-1= CRUP LEVE, 2-7= CRUP MODERADO, > 8= CRUP SEVERO CRUP LEVE Tos “perruna” ocasional Sin estridor en reposo Frecuencia respiratoria normal Sin retracción de la pared torácica CRUP MODERADO Tos “perruna” frecuente Estridor en reposo Ligera taquipnea Retracción leve CRUP SEVERO Tos “perruna” persistente Estridor audible s/estetoscopio Taquipnea marcada Retracción severa 61 Saturación de oxígeno normal Nivel de conciencia normal Entrada de aire disminuida Mala entrada de aire Saturación de oxígeno normal Saturación de oxígeno< 93% Nivel de conciencia normal Nivel de conciencia alterado Tabla 2. Los glucocorticoides son la terapia recomendada por todos los expertos en el tratamiento del crup, ya que se ha observado en numerosos ensayos clínicos que: Disminuyen el número y duración de intubaciones. Disminuyen necesidad de reintubación. Disminuyen incidencia de hospitalizaciones. Disminuyen reconsultas en servicio de urgencias. Los regímenes más estudiados han sido, la dosis única de dexametasona (vía oral o intramuscular) y el budesonide nebulizado. La dosis de dexametasona recomendada varía entre 0,3 y 0,6 mg/kg (ampollas de 4 mg. y comprimidos de 0,5 y 1,5 mg). La terapia con dexametasona es efectiva y de bajo costo. Con respecto al budesonide la dosis para nebulizar que se recomienda es de 2 mg en 4 ml de solución fisiológica. Si no se cuenta con budesonide o dexametasona, se puede usar meprednisona a 1mg/kg/día por 2 o 3 días para dar dosis comparativa en potencia y duración. La adrenalina nebulizada claramente ha demostrado ser útil en disminuir el estridor y la dificultad respiratoria, y se reserva para el tratamiento del crup moderado y severo. Tiene un efecto que dura aproximadamente 2 horas, siendo igual de efectivas y con efectos adversos semejantes adrenalina racémica y convencional. En el crup severo, dosis repetidas de adrenalina han logrado disminuir la necesidad de intubación. No existe evidencia que apoye la utilidad de respirar aire frío. No hay evidencia que, la inhalación de aire humidificado en niños con crup leve a moderado resulte en una mejoría sustancial del score de crup. No hay literatura que sustente la eficacia de antitusivos y descongestivos. Su uso no está indicado. Se destaca como indicaciones absolutas de hospitalización la presencia de un crup severo desde el ingreso y la persistencia o recurrencia de síntomas respiratorios (retracciones y estridor en reposo) a las 2 horas de terapia con corticoides sistémicos y nebulización con adrenalina. En el esquema 1 se resume el enfoque terapéutico en estridor agudo. LARINGOMALACIA Es la causa más frecuente de estridor en el recién nacido y lactante, y es la principal causa de estridor persistente (60-75%). Esta entidad clínica es la responsable de más del 70% de los estridores congénitos. Se trata de un estridor inspiratorio, de tonalidad baja e intermitente. Habitualmente aparece dentro de las 2 a 3 primeras semanas de vida, aumenta en intensidad hasta los 6 meses de vida, para luego ir disminuyendo gradualmente. En general, a los 18 meses de vida, la gran mayoría de los pacientes ya no presenta estridor; sin embargo, en un pequeño porcentaje, éste puede persistir por años. El estridor se exacerba frente a situaciones de esfuerzo como el llanto, agitación, posición supina. El estridor tiende a atenuarse con la extensión cervical y en posición prono. Los 62 casos más severos pueden presentar dificultad respiratoria, crisis de cianosis y apneas. Estos síntomas pueden asociarse con alteraciones en la alimentación, reflujo gastroesofágico y falla en el incremento pondoestatural. Aún se discute el mecanismo fisiopatológico exacto que causa esta enfermedad, proponiéndose factores anatómicos, histológicos y neurológicos. Se ha propuesto como probable mecanismo un control neuromuscular inmaduro o defectuso. En los pacientes que presentan uno o más de los signos de severidad descritos debe evaluarse la vía aérea, mediante una broncoscopía flexible, ya que se ha descrito asociación de laringomalacia con una o más alteraciones de la vía aérea en un 15-29% de los casos, como parálisis de cuerdas vocales, traqueomalacia y estenosis subglótica congénita. Las indicaciones de la evaluación endoscópica de la vía aérea incluyen: Episodios de apnea Episodios de cianosis Duda diagnóstica Extrema ansiedad de los padres Persistencia del estridor después de los 12 meses Agravamiento del estridor después de los 3 meses Trastornos para la alimentación La laringomalacia puede estar agravada por un reflujo gastroesofágico concomitante, por lo cual debe considerarse su tratamiento en casos persistentes o graves. La mayoría de los casos no requiere tratamiento, ya que los síntomas se resuelven gradualmente. Un pequeño grupo de pacientes con síntomas graves necesita de alguna intervención, para evitar la insuficiencia respiratoria y la desnutrición progresiva. Puede intentarse tratamiento médico consistente en posición prono, alimentación por sonda nasogástrica y eventualmente intubación endotraqueal transitoria. El enfoque quirúrgico se plantea sólo si el paciente presenta apneas, hipoxemia importante o dificultad grave para alimentarse que no ha respondido a la terapia médica. Opciones quirúrgicas: traqueostomía, corrección con láser, plastía de la supraglotis. PARÁLISIS DE CUERDAS VOCALES Corresponde a la segunda causa de estridor congénito en la mayoría de las series. En esta entidad una o ambas cuerdas vocales no se contraen durante la inspiración, produciéndose usualmente un movimiento hacia la línea media en esta fase respiratoria (movimiento paradojal). Puede ser congénita o adquirida. La parálisis bilateral se manifiesta por estridor de alta tonalidad y afonía. Ambas cuerdas causan obstrucción durante la inspiración y se abren pasivamente durante la espiración. Estos pacientes tienen sus mecanismos de protección contra la aspiración alterados. Las causas más frecuentes se encuentran a nivel del sistema nervioso central (tumores, malformación de Arnold-Chiari). En los pacientes con obstrucción severa se realiza traqueostomía. En los casos de parálisis unilateral, el estridor puede estar presente, el llanto es débil y con el paso del tiempo va disminuyendo su severidad. El adecuado de la cuerda indemne provee una función respiratoria aceptable; sin embargo, por incompetencia glótica, pueden ocurrir episodios de aspiración, crisis de sofocación y tos. La etiología más habitual es la lesión del nervio laríngeo recurrente, por cirugía de tráquea o cardíaca. 63 El diagnóstico se realiza mediante visualización laríngea endoscópica. Habitualmente el tratamiento es conservador. ASPIRACIÓN DE CUERPO EXTRAÑO La aspiración de cuerpos extraños es una patología prevalente en la edad pediátrica, con una importante morbimortalidad asociada. Tiene máxima incidencia entre los 9 y 24 meses, persistiendo el riesgo hasta los 6 años de edad. El 75% son menores de 3 años. Mayor incidencia en varones (2/1). La identificación del episodio de aspiración resulta fundamental para realizar un diagnóstico precoz y planear el tratamiento adecuado. El ahogamiento por cuerpo extraño sigue representando el 40% de las muertes accidentales en menores de 1 año, siendo alta también la morbilidad secundaria a encefalopatía hipóxico-isquémica tras la broncoaspiración. Debido a que la mayor parte de los casos son debidos a aspiración de frutos secos, semillas y pequeñas piezas de juguetes, es necesaria una educación preventiva de padres y cuidadores. FISIOPATOLOGÍA: cuando el material extraño se localiza en la vía aérea, se estimulan los receptores nerviosos que inducen el reflejo tusígeno; si éste es efectivo provocará su expulsión; si no consigue eliminarlo conducirá a obstrucción de la vía aérea que puede ser parcial o completa. Si persiste suele producirse una atelectasia con neumonía, y a veces complicarse con un absceso pulmonar. CLÍNICA: la sintomatología típica se caracteriza por tos súbita y violenta, vómitos, sensación de ahogo, cianosis, períodos de apnea, disnea y estridor. No obstante, ésta varía en función de la fase en la que nos encontremos, y de la localización anatómica del cuerpo extraño. El episodio de aspiración puede dividirse en tres fases o etapas: FASE INICIAL: se caracteriza por la aparición de tos, respiración ruidosa, y sensación de ahogo o sofocación. En este momento existe el riesgo de obstrucción completa de la vía aérea, y por lo tanto de asfixia. Esta fase es fundamental investigar con la anamnesis para sospechar el diagnóstico. INTERVALO ASINTOMÁTICO: el cuerpo extraño se aloja distalmente en el árbol traqueobronquial, y cesan los síntomas irritativos iniciales. En esta fase se corre el riesgo de retrasar el diagnóstico, ya que la sintomatología no es llamativa. FASE DE COMPLICACIONES: en caso de no extraerse el cuerpo extraño pueden aparecer síntomas como: fiebre, tos, hemoptisis y empeoramiento del estado general. Esta clínica se corresponde con complicaciones como: neumonía, abscesos pulmonares, bronquiectasias. Según la localización del cuerpo extraño los síntomas varían: SÍNTOMA VOZ TOS ESTRIDOR DISNEA CIANOSIS LARÍNGEA TRAQUEAL BRONQUIAL RONCA, AFÓNICA CRUPAL INSPIRATORIO.LUEGO BIFÁSICO MODERADA SÍ ANTE OBSTR.GRAVE NORMAL METÁLICA ESPIRATORIO NORMAL SECA/PRODUCTIVA GRAVE MODERADA A GRAVE ESPIRATORIO. QUEJIDO ASMATIFORME LEVE SÓLO SI LA OBSTR. ES BILATERAL 64 HEMOPTISIS VÓMITOS SI EL OBJETO ES CORTANTE NO SI EL OBJETO ES CORTANTE NO AUSCULTACIÓN OBSTRUCCIÓN AÉREA NORMAL DE LEVE A GRAVE NORMAL O RONCUS GRAVE SI ES CORTANTE O DE LARGA PERMANENCIA NO, SALVO TOS EMETIZANTE SIBILANCIAS. GRAVE SI ES BILATERAL La bronquial es la localización más frecuente, especialmente en bronquio fuente derecho, por sus características anatómicas. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS: la mayor parte de los objetos aspirados no son radioopacos. Los signos radiológicos de sospecha de cuerpo extraño son el atrapamiento aéreo y la atelectasia. Hay que tener en cuenta que la radiografía puede ser normal en un 20-50% de los casos confirmados de aspiración. La Rx de tórax es importante realizarla en inspiración y espiración, con el objeto de demostrar el atrapamiento aéreo (hallazgo precoz). Esta circunstancia es debida a un mecanismo valvular que permite la entrada de aire pero no la salida en el bronquio ocupado por el cuerpo extraño. En el caso de producirse una obstrucción completa del bronquio se observa una zona de atelectasia o condensación en la radiografía (hallazgo tardío). DIAGNÓSTICO: la identificación del episodio de aspiración y una anamnesis compatible es suficiente para establecer un diagnóstico de sospecha e indicar la realización de una broncoscopía. Otras veces esto no es posible, ya que el cuerpo extraño pudo haber sido aspirado tiempo atrás o no existen testigos del episodio. En ausencia de historia clínica evidente hay que sospecharla en las siguientes situaciones: Inicio brusco de disnea o tos paroxística, especialmente en niños en edad de riesgo. Crisis de sofocación. Tos de calidad inhabitual (metálica, “perruna”). Sibilancias en niños sin asma, sobre todo unilaterales. Desviación del mediastino en la radiografía de tórax. Neumonía crónica o recurrente, con afectación repetida de los mismos segmentos o lóbulos. Atelectasia lobar o segmentaria, más frecuente del lado derecho. Abscesos pulmonares. La confirmación del diagnóstico es la visualización directa con el broncoscopio, que además es terapéutico. TRATAMIENTO: exploración endoscópica de la vía aérea en forma precoz y por personal entrenado. El drenaje postural, la fisioterapia respiratoria, la administración de broncodilatadores y antibióticos, pueden ser necesarios para el tratamiento de pacientes con cuerpos extraños pequeños, de localización periférica, que no han podido extraerse endoscópicamente. El paciente que presenta una obstrucción completa de la vía aérea por un cuerpo extraño (caracterizada por dificultad respiratoria asociada a ausencia de sonidos, tos inefectiva, cianosis o pérdida de conciencia) requiere una consideración distinta. En niños menores de un año se deben dar golpes secos en la zona interescapular, verificando si el cuerpo extraño es eliminado. Un barrido a ciegas con el dedo no se recomienda, ya que puede producir una mayor impactación del cuerpo extraño. En niños mayores se realiza la maniobra de Heimlich (compresión abdominal repetida sobre la zona epigástrica), hasta lograr la eliminación del cuerpo extraño. Estos procedimientos se contraindican cuando la 65 obstrucción es incompleta (tos, carraspeo, emite sonidos), dado que pueden transformarla en completa. ESTENOSIS SUBGLÓTICA Puede ser congénita o adquirida. La estenosis subglótica congénita se debe a una canalización incompleta de la zona subglótica y anillo cricoideo durante la gestación lo que determina el estrechamiento a este nivel. La estenosis adquirida (más frecuente que la congénita) se debe a necrosis de la mucosa cricoidea y/o pericondritis de la región subglótica, causadas por intubación prolongada, reitrada o traumática, o un manejo inadecuado del tubo endotraqueal. El principal síntoma es el estridor bifásico, de predominio inspiratorio, pudiendo haber tos “perruna” y estridor recurrente con cuadros virales. Si la estenosis es leve o moderada (según grado de obstrucción) los pacientes pueden estar asintomáticos. El diagnóstico de certeza es a través del estudio endoscópico. La tomografía computada permite definir longitud, tipo y diámetro de la lesión. En general, el pronóstico de las lesiones congénitas es mejor que el de las adquiridas. Las opciones de tratamiento, dependiendo del grado de la obstrucción, incluyen: traqueostomía y resección cricoidea anterior. La dexametasona por vía EV administrada por lo menos una vez, antes de la extubación, reduce el estridor posterior en niños; sin embargo esto no pudo observarse en recién nacidos. Por otro lado disminuye las tasas de reintubación en recién nacidos y niños. CONDILOMATOSIS LARÍNGEA La papilomatosis o condilomatosis laríngea de las cuerdas vocales se puede presentar con estridor progresivo y disfonía. Se produce por infecciones de las estructuras laríngeas por el virus papiloma humano. Es desarrollo de esta enfermedad es secundaria a la exposición a condilomas vaginales durante el parto. Los pacientes se tornan sintomáticos 2 a 4 años más tarde. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación endoscópica de la vía aérea. El tratamiento agudo consiste en intubación si hay insuficiencia respiratoria. El tratamiento crónico consiste en la resección quirúrgica o con láser de los papilomas en forma seriada, resecando sólo a un lado para evitar la formación de bandas laríngeas. La traqueostomía debe evitarse, ya que su utilización se ha asociado a progresión de la enfermedad a nivel traqueal. LARINGITIS RECURRENTE O ESPASMÓDICA El crup espasmódico es un cuadro clínico de etiología aún no aclarada totalmente, que se manifiesta por estridor “alarmante”, de predominio inspiratorio, acompañado de disfonía y tos “perruna”, generalmente de inicio brusco, de corta duración, nocturno, durante el sueño, y en forma recidivante. A diferencia de la laringitis subglótica, no se encuentra el antecedente de un cuadro de vías aéreas superiores previo, y el paciente está afebril. 66 La edad de presentación más común es entre los 3 meses a los 3 años. Existirían factores alérgicos y psicológicos asociados. Se ha descrito su presencia en niños que posteriormente desarrollan asma bronquial. La mayoría de los casos no requiere tratamiento ya que ceden espontáneamente. Ante un paciente con laringitis recurrente: Si tiene obstrucción bronquial________________ pensar que forma parte de su hiperrreactividad bronquial. Si no tiene obstrucción bronquial: 1) Causa anatómica: estenosis subglótica por ej. 2) Causa funcional: reflujo gastroesofágico. Finalmente ante un paciente con estridor debemos: Identificar la causa. Preservar la vía aérea. Restaurar función respiratoria normal. Instaurar un tratamiento precoz ante la sospecha de aspiración de cuerpo extraño. Información adecuada a los padres sobre evolución natural y pautas de alarma. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. Cherry JD. State of the evidence for standard of care treatments for croup: are we where we need to be? Pediatr Infect Dis J 2005; 24: Suppl: S198-S202. Cherry JD. Croup. N Engl J Med 2008; 358:384-91. Bjornson CL, Johnson DW. Croup- Treatment update. Pediatr Emerg Care 2005; 21: 863-73. Gardner HG, Powell KR, Roden VJ, Cherry JD. The evaluation of racemic epinephrine in the treatment of infectious croup. Pediatrics 1983; 52: 52-5. Rusell K, Wiebe N, Saenz A, et al. Glucocorticoids for croup. Cochrane Database Syst Rev 2003. Bjornson CL, Terry MD, Klassen MD et al. A Randomized trial of a Single Dose of oral Dexamethasone for mild Croup. N Engl J Med 2004; 351: 1306-13. Geelhoed G, Turner J, Macdonald WB. Efficacy of a small single dose of a oral dexamethasone for outpatient croup: a double blind placebo controlled clinical trial. BMJ 1996; 313: 140-2. 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