ESTUDIO RETROSPECTIVO DE OSTEOSARCOMA EN CANINOS, DENTRO DEL HOSPITAL VETERINARIO DE ESPECIALIDADES-UNAM, DEL 2001 AL 2006. MVZ. Susell Gutiérrez Manrique MVZ Esp.M en C Carlos Santoscoy Mejía RESUMEN Se estudio una población de 100 perros diagnosticados radiográficamente con neoplasia ósea (en 26 de ellos se confirmó osteosarcoma), para determinar y comparar las características epidemiológicas de la enfermedad dentro del HVEUNAM en relación con la literatura. Se encontró que, efectivamente, los caninos de la raza Rottwailer presentan mayor incidencia, seguidos del Pastor Alemán. Los miembros anteriores son los más afectados (húmero proximal predominantemente) y la edad de presentación promedio fue de siete años y medio. Los machos están sobre representados con respecto a las hembras INTRODUCCIÓN Una gran variedad de tumores pueden afectar el aparato esquelético. El hueso y el cartílago, son estructuras complejas constituidas por varios tipos de tejidos, sobre los cuales se asientan diversos procesos tumorales. Los tumores óseos, tanto en el perro como en el gato, por lo general son malignos. En el perro, los tumores óseos de esqueleto apendicular aumentan su frecuencia a medida que aumentan el tamaño y el peso corporal, y predominan en razas grandes y gigantes. El osteosarcoma es el tumor primario de mayor frecuencia en el perro y representa el 80-90% de los tumores óseos en caninos de talla grande y el 50% en los de talla pequeña. Objetivo del estudio. Conocer las características de la situación epidemiológica de osteosarcoma en perros en el Hospital Veterinario de Especialidades, de acuerdo a la casuística relacionada y su metodología diagnóstica, comparando la información encontrada en la revisión de los casos con la estudiada en la literatura. ANTECEDENTES Osteosarcoma. Se le define como un proceso tumoral maligno, donde las células neoplásicas forman hueso, osteoide o ambos. Se clasifican, según su actividad celular, en osteoblástico, condroblástico, fibroblástico, telangiectásico y de células gigantes. La edad promedio de presentación es de 6 a 7 años. Las razas más afectadas (grandes y gigantes), son el Rottweiler, Pastor Alemán, Mastín Napolitano, entre otras. Los machos tienen una mayor predisposición que las hembras. Se observa además un incremento en los ejemplares castrados. Varios factores pueden contribuir a su génesis: la exposición a la radiación ionizante, traumatismo simple, traumatismo menor constante, unión demorada (actividad celular prolongada), infartos óseos y causas genéticas. El osteosarcoma (OSA) se presenta más comúnmente en el esqueleto apendicular; distales de radio, cúbito y fémur, y proximales de húmero y tibia (lejos del codo y cerca de la rodilla). Los signos clínicos están caracterizados por: deformidad, claudicación y dolor (asociado a edema y congestión local). Puede presentar atrofia muscular y fracturas espontáneas. Los signos de presentación de tumores localizados en el esqueleto axial son específicos de cada sitio. La presencia de dolor, la pérdida de la función y la deformidad son los elementos clínicos de peso para llegar a un diagnóstico, considerando a su vez: edad, raza, género, localización y número de huesos afectados, condición general del perro y la apariencia radiográfica de tumores óseos. El diagnóstico definitivo se deberá confirmar en todos los casos por medio de estudio histopatológico u ocasionalmente citológico. En la mayoría de los casos la amputación del miembro afectado es un acto médico-quirúrgico relativamente sencillo y barato que nos permite un control adecuado de la neoplasia primaria; sin embargo el tiempo de supervivencia es pobre debido a la metástasis. El fármaco prequirúrgico que incrementa en mayor grado la supervivencia es el cisplatino a dosis indicada, administrado con líquidos intravenosos para evitar un daño renal (este agente nunca debe ser utilizado en gatos). También puede utilizarse el carboplatino, que es menos nefrotóxico y puede ser administrado sin provocar diuresis. La terapia mínima local incluye los AINES y/o la radioterapia paliativa. El seguimiento del paciente estará orientado a detectar la presencia de metástasis, que se producen fundamentalmente por vía hematógena, cuyo órgano blanco más frecuente son los pulmones. En el 90 % de los casos la enfermedad micrometastásica está presente en el momento de la consulta/diagnóstico del tumor primario. METODOLOGÍA Se examinó a una población de 100 perros que presentaron neoplasia ósea dentro del HVE-UNAM, seleccionándolos por medio de registros de hojas de diagnóstico radiográfico del área de Imagenología, dentro de un periodo de 5 años aproximadamente (2001-2006). Se obtuvieron los datos del paciente, semiología, diagnóstico radiográfico, histopatología y necropsia, encontrados en los expedientes clínicos. De la información obtenida, se hizo el conteo de cada uno de los puntos a evaluar: raza, edad, género, localización, subclasificación histológica (si la había). En la primera parte, se analizan los resultados que corresponden a neoplasias óseas, considerando a la población total estudiada. En la segunda parte se analizan los resultados que corresponden a osteosarcoma, considerando a los animales diagnosticados de manera definitiva por medio de estudio citopatológico y/o histopatológico (26 casos). RESULTADOS PARTE I Neoplasia ósea. Los perros de la raza Rottweiler representan el 40% de los casos de neoplasia ósea, localizada principalmente en los miembros torácicos (59%), siendo el humero proximal el hueso más afectado (23%). Los machos están sobre representados con respecto a las hembras. En cuanto a la edad, se observó que se presenta con mayor frecuencia entre los 7 y los 9 años (44%). Más de la mitad de los casos que involucran al Rottweiler se ven afectados en este rango. *se encontró un déficit importante en la emisión de diagnósticos definitivos, ya que solo al 26% de los pacientes se les realizó estudio citopatológico y/o histopatológico. Los pacientes restantes fueron descartados del grupo de osteosarcoma para estandarizar las características de los mismos. RESULTADOS PARTE II Osteosarcoma. Se observó que el Rottweiler (34.6%) fue la raza que predominó en la presentación de esta patología seguido del Pastor Alemán. Solo se presentaron dos casos en razas gigantes (Lobero Irlandés y Mastín Napolitano), ambos con localización en miembros torácicos (humero proximal y ulna, respectivamente). Los miembros pélvicos se vieron mayormente afectados (50%) y una vez más se observó que los machos fueron los de mayor incidencia. El osteosarcoma se presentó con mayor frecuencia entre los 7 y los 9 años de edad. En el Rottweiler, la enfermedad se desarrolla/diagnostica a la edad de 7 años principalmente. DISCUSIÓN Raza. La incidencia en el Rottweiler y el Pastor Alemán, se encuentra fuertemente ligada a la popularidad que estas razas, evidentemente “guardianas”, tienen en nuestro país. Por otro lado, tenemos la fisiopatología misma de la enfermedad y su etiología, donde participan diversos elementos: Hormonas sexuales. En un estudio realizado en la Universidad de Purdue, en Rottweilers, apuntan que al igual que el cáncer de glándula mamaria y próstata, el desarrollo espontáneo de cáncer de hueso puede estar influenciado por las hormonas sexuales. Estas tienen un papel importante en la generación de tumores, ya que aumentan la tasa de replicación celular, haciendo que las células normales cometan errores en su replicación. Factores ambientales. Los microtraumas pueden predisponer de manera significativa el desarrollo de la enfermedad, incluyendo el tamaño y peso del ejemplar. Lo anterior cobra importancia si consideramos la función zootécnica del Rottweiler y las actividades que realiza de manera cotidiana. En el caso del Pastor Alemán, la situación no difiere. Por ello, ambas razas están expuestas a la presencia de cuerpos extraños (implantes metálicos, aparatos de fijación interna, balas y transplantes de huesos). Muchos de los tumores que se presentan en estas condiciones son de origen diafisiario, un sitio inusual para que se desarrolle cáncer primario de hueso en el perro. Dentro de ello entran factores como: inflamación crónica, infarto óseo y trauma. Predisposición genética. Se ha encontrado correlación (en Rottweilers) con la predisposición genética en ciertas líneas familiares, en donde los perros con OSA presentan alteraciones en el gen que codifica la proteína supresora tumoral. En otro estudio realizado en el Colegio de Medicina Veterinaria, en la Universidad de Illinois, se menciona que “uno de cada ocho Rottweilers desarrollará osteosarcoma eventualmente” No se encontró incidencia significativa en las razas gigantes, aunque esto puede estar influenciado mas bien por factores socio económicos ya que, por cuestiones de espacio, dinero y disponibilidad de tiempo, la mayoría de los propietarios prefieren razas pequeñas o medianas u otro tipo de mascota. Localización. Es importante correlacionar lo encontrado en el estudio de casos de osteosarcoma, con lo encontrado en los pacientes diagnosticados con neoplasias óseas, ya que en el primer caso, el número de pacientes es reducido, por lo que los resultados pudiesen variar de acuerdo a lo esperado. En la literatura se menciona que los miembros torácicos se ven más afectados que los pélvicos. Se considera que esta distribución esta dada por el porcentaje de peso que cargan los miembros. En los perros, los miembros torácicos soportan el 60% del peso total del cuerpo. El papel del estrés debido a la mecánica del esqueleto, puede causar recambio celular incrementado en estos sitios (metáfisis) y, en respuesta, aumentar la probabilidad de que existan mutaciones celulares. Estas zonas de remodelación ósea activa y de formación de hueso nuevo, son las zonas donde se originan predominantemente los tumores óseos primarios. Lo anterior esta representado en los resultados correspondientes a neoplasias óseas, recordando a su vez que el OSA podría representar el 80% de ellas. Género. La diferencia en la presentación entre machos y hembras, puede esta influenciada por la naturaleza de la patología en si (hormonas sexuales, peso corporal, tamaño del animal, etc.), u otros factores de tipo social; la preferencia en la adquisición de machos es generalizada, y probablemente se acentúa cuando el ejemplar se pretende para entrenamiento policiaco u otra índole. Edad. No hay variantes con lo encontrado en la bibliografía. El promedio de edad en la presentación de esta neoplasia es de 7 años y medio. Por otra parte, vale la pena citar que la valoración de un pronóstico se ve fuertemente influenciado por la edad, ya que los animales adultos entre 7 a 10 años, tienen periodos de supervivencia mayores que los gerontes y los animales jóvenes. En general, es de utilidad comparar los resultados de cada grupo, ya que los pacientes diagnosticados radiográficamente con neoplasia ósea, tenían alta probabilidad de tratarse de osteosarcoma y lo anterior coadyuva al análisis global de lo obtenido en el estudio. CONCLUSIONES Es importante considerar en cada caso los factores que influyen en cada una de las características epidemiológicas, y determinar si estas concuerdan o no dentro nuestro contexto y porque. Los resultados son similares a lo revisado en la literatura, no obstante, el Médico Veterinario deberá adaptarse a las condiciones que lo llevarán a un diagnóstico acertado, considerando las variantes en su entorno y para ello, mantener una intima relación Patólogo-Clínico-Radiólogo. Por otro lado, el HVE-UNAM, cuenta con todas las instalaciones y herramientas básicas para llegar a este objetivo, sin embargo, el propietario limita el manejo médico debido al pronóstico (en más del 74% de los casos, solo accedía a que se realizara el estudio radiográfico), su situación económica y la cultura que existe en el país con respecto al “cuidado” de las mascotas. BIBLIOGRAFÍA 1. Aguilar J., Arias L., Arzate A., Méndez R., Nuñez L., Padilla J., Métodos y Técnicas de Diagnóstico. Diplomado a distancia en cirugía y zootecnia en perros y gatos, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, 2003. 2. Birchard, Sherding. Manual Clínico de Procedimientos en Pequeñas Especies. 2a edición. Ed. 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