Películas malditas: The Mistfits de John Huston

Anuncio
Películas malditas: The Mistfits de John Huston
Escrito por Iván Gallo
Lunes 27 de Agosto de 2012 21:22
The Misfits. Dir: John Huston (1961)
Orson Welles decía que era mucho más interesante la vida de John Huston que sus películas.
Vaya si no lo he constatado leyendo su autobiografía y viendo en muy poco tiempo alguna de
sus mejores películas. El problema que se le endilga al autor de La burla del Diablo podría ser
la cantidad de películas que realizó. Aceptaba cualquier proyecto y eso en una época en que a
la intelectualidad francesa le dio por crear el remoquete de autor era algo que se prestaba
inevitablemente a la sospecha.
Pero han sido muy injustos con Huston. Él ha sido el creador de clásicos absolutos como El
halcón maltés, La Jungla de asfalto, La reina africana, El tesoro de la sierra madre o esa sátira
vanguardista como es El juez del patíbulo. Películas llenas de vida que el tiempo no les ha
quitado un ápice de su frescura. Sin embargo hay otras que han envejecido. Una de ellas es
The misfits. Ayer quería volverla a ver porque a pesar de tener un elenco de lujo, de que el
guión sea del mismísimo Arthur Miller, que en la edición hayan tenido a la mano derecha de
Hitchcock, George Tomasini, el recuerdo que tenía de este filme no era el mejor. Alentado por
haber leído la autobiografía me puse a buscarla. La encontré y la puse. A la hora el malestar de
hace unos años volvía a hacerse presente. Hay algo que me resulta chocante en esa película.
De pronto es porque no pasa nada, porque no logro creerle a Marilyn Monroe toda esa soledad
y tristeza que la embarga. Es la misma incredulidad que siente Clark Gable cuando en el auto
le dice “Como puedes ser tan triste, si un rostro como el tuyo da felicidad”. El que decía estas
palabras no era necesariamente la estrella de Lo que el viento se llevó sino el mismo Arthur
Miller quien veía impotente como el amor que sentía Marilyn hacia él se deshacía.
En la película el personaje de la Monroe acababa de divorciarse. Justo cuando pensaba
internarse sola en el pozo de su depresión aparecen dos vaqueros, Eli Wallach y Clark Gable
para invitarla a pasar unos días en el rancho del primero. Alentada por su casera, la siempre
graciosa Thelma Ritter Marilyn se va con ellos soportando estoicamente las embestidas del
galancete sesentón que tiene que soportar ver a M.M. en traje de baño, recostándose sobre su
hombro buscando cobijo, calentándose hasta explotar “Con esa carne de primera” con la que
convive pero no puede tocar.
Viven sin jefe, sin ser asalariados. Pertenecen a una época que ha pasado pero ellos se niegan
a adaptarse. Están aislados, viviendo en el desierto, cultivando verduras y amansando caballos
salvajes. Nada parece sobresaltarlos hasta que aparece Montgomery Clift, el joven aprendiz de
vaquero. Ahí si Marilyn al ver esas cejas pobladas y esa mirada profunda, intensa, caerá
1/3
Películas malditas: The Mistfits de John Huston
Escrito por Iván Gallo
Lunes 27 de Agosto de 2012 21:22
rendida a los pies del joven discípulo de Strasberg.
La filmación en sí de la película fue una noticia. El hecho de que Arthur Miller se sentara a
escribir un guión para su amada esposa era una bomba. Muchos fotógrafos visitaron las
locaciones y dejaron un registro absolutamente maravilloso. Allí estaba Henri Cartier Bresson
Erns Hass o Inge Morath quienes fueron testigos del desprecio constante al que era sometido
Miller por parte de su despampanante esposa. Ella estaba rodeada constantemente de
aduladores que trataban muy mal al dramaturgo. Tratar mal es que expresamente lo
humillaban o se burlaban de sus comentarios. Huston fue testigo excepcional de esto y en Un
libro abierto narra de esta manera uno de esos desprecios "Una tarde iba en coche por
ahí lejos de donde estábamos rodando – a millas del desierto – cuando ví a Arthur solo. Marilyn
y sus amigos no le habían ofrecido traerle de vuelta, ellos acababan de dejarle. Si yo no le
hubiera visto, se habría quedado tirado allí. Me compadecía cada vez más de él". El
director tomó partido desde el principio por su guionista así como todos los que visitaban el
plató en Reno, Nevada. Incluso la fotógrafa Inge Morath terminó siendo la esposa de Miller
justo después que Marilyn lo botara como quien arroja un Kleenex sucio.
Gable estaba de muy buen humor durante el rodaje a pesar del continuo dolor de espalda que
lo azotaba. A sus sesenta años se conservaba muy bien. No se comportaba como una estrella
cualquiera. Al contrario, su disciplina y compromiso con el proyecto asombraron al director y
sus técnicos. Quería ser recordada antes que nada como un actor. Estaba muy entusiasmado.
Decía que este era su papel más importante desde Rett Buttler. Estaba impaciente por ver
nacer a su hijo. No veía la hora de ver la película. Sin embargo nunca lo podría hacer. El 16 de
noviembre de 1960, tres días después de haber terminado la filmación un infarto lo
sorprendería en su mansión de Los Ángeles.
No solo sería la última película para Clark Gable. Marilyn sucumbiría a su vicio de dormir
dopada dos años después. Estaba rodando una película pero apenas había actuado en un par
de secuencias. The misfits había sido su testamente fílmico. En su boca quedaron las palabras
de su despreciado esposo como despedida final. Arthur Miller la contenía, le daba un cierto
equilibrio, la presionó para que cada vez fuera una mejor actriz. No en vano los dos mejores
papeles (Este y el de Sugar Kane en Some like it hot) ocurrieron mientras estaba casada con
el autor de La muerte de un viajante.
Además de ser la última película de estas rutilante estrellas The Misfits fue el último gran papel
de un cada vez mas deteriorado Motgomery Clift. El abuso de drogas y del alcohol hicieron que
fuera cada vez más difícil para él aprenderse los diálogos de los guiones de las pocas películas
en las que actuó después. En una de ellas volvería a ser dirigido por Huston. Tenía que
2/3
Películas malditas: The Mistfits de John Huston
Escrito por Iván Gallo
Lunes 27 de Agosto de 2012 21:22
interpretar al doctor Freud pero según cuenta el director la experiencia fue poco menos que
traumática. Era disperso, los nervios estaban destrozadas y cada tanto hacía pataletas dignas
de un niño gigante. Moriría en 1966.
Por estas razones que exceden lo cinematográfico The misfits es el testimonio del final de una
época. No solo fue la última película de dos de las más grandes estrellas de todos los tiempos
sino por el año en que fue estrenada, 1961, marcaría el final junto con El hombre que mató a
Liberty Valance de la época dorada de Hollywood.
3/3
Descargar