1 ¿Dónde reside el verdadero cambio fiscal?1 Por

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Nota de Actualidad al 15/07/05
¿Dónde reside el verdadero cambio fiscal?1
Por Nadin Argañaraz
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En el segundo trimestre de este año Argentina alcanzó el mismo nivel de PIB real del año
1998, el mayor de toda la década del noventa. Dado que comparar dos años con igual PIB
deja fuera el “efecto ingreso”, resulta oportuno analizar la situación fiscal en ambos
momentos, con el objeto de extraer lecciones y enseñanzas que sirvan hacia el futuro.
¿Cuál ha sido el verdadero cambio fiscal en Argentina entre 1998 y 2005? En realidad, no
hay que buscarlo tanto en los efectos del default y posterior canje de la deuda, pues luego
de ambos fenómenos, y a pesar de haber logrado importantes quitas y extender los plazos
de una porción de la deuda, todavía en 2005 el gobierno nacional y los provinciales deben
pagar servicios por deudas por el equivalente a un 10,2% del PIB, mientras que en 1998
ambos niveles de gobierno enfrentaron vencimientos por 10 puntos del PIB. La clave fiscal
está, en cambio, en los niveles alcanzados de superávit primario conjunto: Existe la
posibilidad que llegue al 4,5% del PIB en 2005, cuando ascendía a sólo 0,6% en el ’98.
Claro que hacia finales de la década del noventa nos financiaban con cierta facilidad esa
brecha financiera de casi diez puntos del PIB, pues entonces teníamos una elevada
reputación internacional. En cambio, ahora nos encontramos con un superávit fiscal
primario notoriamente mayor, pero dado el todavía fresco default, financiar la brecha
financiera de poco menos de seis puntos del PIB parece una tarea no menos complicada
que la de hace siete años atrás. Resulta crucial, entonces, emprender y consolidar políticas
que sigan recuperando la reputación internacional del país, de manera que un renovado
acceso a los mercados voluntarios de préstamos, junto a un superávit primario que se
mantenga alto, nos embarquen definitivamente en una corriente de sustentabilidad fiscal.
¿Qué explica el ahora sustancialmente mayor superávit fiscal en Nación y Provincias? En el
primer caso, no hay que buscar la explicación en los niveles de gasto primario, pues éste
ha más que recuperado la participación que tenía en el PIB del año ’98. Sí hay que dirigir
la mirada hacia dos impuestos que no existían en aquel año de la década del noventa: las
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Nota publicada el día 15/07/05 en el diario El Cronista
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retenciones a las exportaciones y el impuesto al “cheque”, que juntos aportaron un 4,2%
del PIB en los últimos doce meses, mientras que en el mismo lapso el superávit primario
del sector público nacional habría resultado del 3,7%.
En las provincias, por su parte, a la explicación del mejor desempeño fiscal hay que
buscarla tanto en lo ocurrido con sus ingresos como por el lado del gasto primario, que se
mantuvo prácticamente en los niveles reales del año 2001. Y dentro de las erogaciones
hay que destacar especialmente lo ocurrido con el gasto salarial, que a fines del 2004 se
ubicaba todavía un 18% por debajo del valor real que mostraba previo a la devaluación
del peso en 2002.
Ergo, dos impuestos de baja calidad en el nivel nacional, y el atraso salarial en las
provincias, básicamente explican la actual bonanza fiscal. El desafío hacia delante es ir
consolidando una situación de mayor sustentabilidad que descanse sobre pilares fiscales
más sólidos: una combinación impositiva menos distorsiva, un gasto público que reparta
más parejo el peso del ajuste y el logro de una mejor reputación a nivel internacional, que
permita un acceso más fluido a los mercados de préstamos.
Para lograr tales fines resultará crucial atender al timming con que se sigan desplazando
ingresos y gastos públicos tanto este año como en los próximos. En el caso del gobierno
nacional, desde julio de 2002 hasta el mes de diciembre de 2004 los ingresos aumentaban
más que las erogaciones, lo cual llevó a la obtención de un superávit primario del 3,9%
del PIB en 2004. Pero a partir del citado diciembre se dio vuelta la relación, y en el lapso
de los últimos cinco meses mientras los ingresos aumentaron un 16,6%, las erogaciones
primarias lo hicieron un 23,5%. De continuar esta tendencia, no sólo significará que el
superávit en 2005 resultará inferior al de 2004, sino que además las posibilidades de ir
mejorando el mix impositivo seguirán disminuyendo progresivamente.
En las provincias, por su parte, en el último trimestre del 2004 existió déficit primario, que
de todas maneras dejó un importante superávit del 1,3% del PIB para todo ese año.
Según fuentes extraoficiales, el superávit en los gobiernos subnacionales en el primer
trimestre de 2005 habría alcanzado $1.700 millones, esto es, un 20,7% por debajo del
nivel observado en el mismo período del 2004. A ello se debería agregar el efecto de los
previsibles aumentos salariales que los gobiernos subnacionales otorguen durante el resto
del presente año, con lo que el conjunto de provincias podría cerrar el 2005 con un
superávit primario equivalente a la mitad del que presentaron en el año anterior.
En síntesis, se torna vital la necesidad de encaminar la situación fiscal hacia un escenario
sostenible, que garantice la obtención del excedente fiscal necesario para hacer frente a
los compromisos de deuda asumidos. El desafío está en encontrar aquél sendero fiscal que
más promueva el crecimiento económico, y en esto hay deberes por hacer tanto por el
lado de la calidad del gasto como del mix impositivo. La contención del gasto en el
momento oportuno es relevante en un país con un pasado de alta indisciplina fiscal como
el nuestro, y resulta el paso inicial para avanzar en mejorar la eficiencia a la hora de
asignarlo.
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Sería una muy buena señal que, en el primer año de vigencia de la Ley de
Responsabilidad Fiscal, se cumpla holgadamente con sus exigencias, sin necesidad de
tener que recurrir a interpretaciones legales de las “cláusulas de escape” para poder hacer
efectiva tal acción. Ojalá el año electoral sea una pieza clave de señal de responsabilidad
fiscal. Esto significaría lisa y llanamente cambiar la historia.
Superávit y Servicios de la deuda pública
EN % del PIB
en porcentaje del PIB
14%
12%
Supe ráv it
Se rv icios de
Primario
la D e uda
Supe ráv it Se rv icios de
Primario
la D e uda
10%
8%
5,5%
6%
9,4%
4%
2%
0%
-2%
1998
1998
N ació n
2005
2005
P ro vin cias
Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea.
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