AMPRENAVIR AGENERASE (Glaxo Smith Kline) GRUPO TERAPÉUTICO - Grupo anatómico: (J) TERAPIA ANTIINFECCIOSA, USO SISTÉMICO. - Grupo específico: J05AE. ANTIVIRALES DE ACCIÓN DIRECTA. Inhibidores de la proteasa INDICACIÓN AUTORIZADA Tratamiento de adultos y niños mayores de cuatro años infectados por el VIH-1, previamente tratados con inhibidores de la proteasa, en combinación con otros agentes antirretrovirales. La elección de amprenavir debe estar basada en pruebas individuales de resistencia viral y en los antecedentes de tratamiento de los pacientes. En pacientes no tratados previamente con inhibidores de la proteasa, amprenavir es menos eficaz que indinavir. En pacientes sometidos con anterioridad a tratamiento intenso con inhibidores de la proteasa, no se ha estudiado suficientemente el uso de amprenavir. ACCIÓN Y MECANISMO El tratamiento del SIDA está experimentando continuamente modificaciones, atendiendo a la permanente mejora del conocimiento de la cinética viral y a la incorporación de nuevos fármacos más potentes, menos tóxicos y menos capaces de inducir la aparición de cepas virales resistentes. Hasta hace poco se creía que el largo período de latencia entre la infección y la aparición de sintomatología de SIDA se correspondía con una etapa letárgica de la replicación del VIH. La puesta a punto de técnicas de identificación del VIH en plasma ha permitido saber que esto no es así. Por el contrario la primera fase de la infección se caracteriza por una replicación extraordinariamente rápida del virus en tejido linfoide, que se contrarresta por la aceleración de las tasas de producción y destrucción de las células de defensa inmunitaria. Más de un 30% de los VIH en plasma se renuevan diariamente (semivida viral de menos de dos días) y el ritmo de reemplazo de células CD4 plasmáticas es de 1 millón al día, entre 10 y 100 veces el ritmo normal. La enfermedad aparece cuando el sistema inmunitario pierde la carrera frente a la infección, lo que explica la escasa eficacia de la monoterapia. La facilidad de mutación y la rapidez de replicación garantiza la aparición y diseminación de cepas resistentes a cualquier medicamento. Al parámetro tradicional de evaluación de la progresión de la enfermedad, el recuento de las células CD4, se ha añadido un segundo: la medida de la carga viral (número de cadenas de ARN viral detectadas por ml de plasma). El primero mide el estado de las defensas, el segundo la potencia del invasor. Un recuento bajo de CD4 indica una fase avanzada de la enfermedad, una carga viral alta es pronóstico de evolución rápida. Las innovaciones farmacológicas han ido en la línea de la combinación de varios fármacos (los "cócteles" antirretrovirales formados por hasta seis fármacos), en el desarrollo de mecanismos de acción diferentes y en la reducción de la inducción de resistencia viral. Todo lo anterior ha llevado a un criterio terapéutico de atacar pronto y con fuerza al SIDA, usando politerapia para maximizar la eficacia y minimizar la aparición de resistencias. Las limitaciones principales para usar la fuerza terapéutica máxima son de tipo económico y la aparición de efectos secundarios. Esto obliga a individualizar la terapia en función de la carga viral, el recuento de CD4 y los antecedentes de resistencias y de reacciones adversas al tratamiento previo. El tratamiento de la infección primaria, es decir, la referida al período de 4 a 7 semanas de rápida replicación viral que se produce inmediatamente tras la exposición al VIH, resulta esencial. La cuestión de si puede abortarse la evolución posterior del proceso mediante un tratamiento antirretroviral enérgico en este período no ha podido someterse aún a ensayo clínico, pero se recomienda que los pacientes en esta situación sean sometidos durante seis meses al régimen de al menos dos inhibidores nucleosídicos de trans- criptasa y un inhibidor de proteasa. También se obtienen buenos resultados con una asociación de tres inhibidores de retrotranscriptasa, dos nucleosídicos y uno no nucleosídico. Se están ensayando con buenos resultados combinaciones de hasta seis antitirretrovirales con estructuras y mecanismos difere ntes. En cualquier caso, el objetivo de la terapia antirretroviral es maximizar la supresión de la replicación del VIH, previniendo así el desarrollo de resistencia viral, así como restaurar la función inmunológica y mejorar la sintomatología clínica del paciente. Teniendo en cuenta que la evolución del VIH hacia la resistencia puede ocurrir con niveles plasmáticos de 50 a 500 copias/ml de ARN del VIH, el estándar terapéutico para una mejor supresión de la replicación viral ha evaolucionado hacia un nivel que asegure unos niveles plasmáticos inferiores a 50 copias/ml. El primer grupo disponible de fármacos activos contra VIH fueron los inhibidores de la transcriptasa inversa. Los primeros eran análogos de los nucleótidos naturales (INTI, inhibidores nucleosídicos de la transcriptasa inversa), con capacidad de impedir la síntesis de DNA viral a partir de la cadena de ARN infectante. Actúan como finalizadores de cadena: la transcriptasa inversa los incorpora como eslabones en la cadena de DNA en formación, pero es incapaz de unir a ellos el eslabón siguiente. Obstaculizan así la incorporación del DNA viral a la dotación genética de la célula infectada. La zidovudina fue el primer medicamento anti-SIDA, el más experimentado y se considera todavía la base del tratamiento. Como consideración muy general, hay dos perfiles distintos de efectos adversos dentro del grupo: la zidovudina y (con menor intensidad) la lamivudina tienen toxicidad hematológica (anemia y neutropenia) y gastrointestinal (náuseas). Didanosina, zalcitabina y estavudina presentan, en grados diferentes, riesgo de neuropatía periférica y pancreatitis. Por su parte, abacavir produce reacciones hipersensibilidad en un 3% de los pacientes. El criterio de tratar de evitar la asociación de fármacos del mismo perfil tóxico no rige para la lamivudina, que tiene una toxicidad comparativamente baja (es en cambio muy susceptible a la resistencia viral, pero la resistencia no es cruzada con la zidovudina). La asociación zidovudina/lamivudina es más potente que la zidovudina sola sin la indicencia de efectos indeseables empeore demasiado. Los inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa (INNTI) tienen la peculiaridad de su estructura química, muy alejada de los nucleósidos antirretrovirales. Los dos fármacos actualmente disponibles son la nevirapina y el efavirenz. No parecen presentar resistencia cruzada con los derivados nucleosídicos (zidovudina, especialmente), aunque la resistencia frente a la propia nevirapina aparece de forma relativamente rápida, salvo que se utilice asociado con otros antirretrovirales (dos es el número mínimo recomendado). Los inhibidores no nucleosídicos de la transcriptasa inversa se unen al enzima en una zona relacionada pero diferente de la utilizada por los derivados nucleosídicos. Este es el motivo por el que los derivados no nucleosídicos son capaces de evitar la aparición de resistencia asociada a la mutación de la zona de fijación de los inhibidores nucleosídicos. Los inhibidores de la proteasa interfieren una etapa vital en el ensamblaje de nuevos viriones y la diseminación del virus. Una particularidad de la dotación genética del VIH es codificar muchas de sus proteínas vitales como precursores que tienen que ser recortados tras la síntesis para obtener las cadenas proteicas útiles. El corte de las cadenas precursoras está catalizado por una proteasa específica. Entre los componentes virales que no se forman sin la proteasa están la propia proteasa, la transcriptasa inversa y varias proteínas estructurales. Los inhibidores de la proteasa imitan la estructura química de los puntos de la cadena peptídica donde el enzima produce los cortes, bloqueando así la acción. La potencia antiviral es superior a la de los inhibidores de la transcriptasa inversa, pero son también muy susceptibles a las resistencias. De los cuatro medicamentos comercializados hasta ahora en España, el indinavir parece el mejor en términos de relación eficacia/riesgo. El ritornavir es igual de potente pero tiene una incidencia superior de efectos adversos y el saquinavir (que fue el primer fármaco del grupo) es menos eficaz in vivo debido a la baja biodisponibilidad. La eficacia clínica de nelfinavir parece ser similar al indinavir y superior a saquinavir, en tanto que es mejor tolerado que ritonavir. También la incidencia de interacciones es menor que con ritonavir y saquinavir. Una de sus aparentes ventajas es que no parece existir resistencia cruzada con otros inhibidores de la proteasa o, en el caso de haberla, no parece que sea completa. Esto permitiría, en el caso de que realmente llegue a confirmarse tal condición, que nelvinafir se convirtiese en el inhibidor de prosteasa de primera elección. Sin embargo, por el momento, es indinavir el fármaco del grupo que mejor balance efic acia/toxicidad (incluyendo interacciones) presenta, y por tanto es el elegible como primer tratamiento, siempre en combinación con uno o dos inhibidores de la retrotranscriptasa. ASPECTOS MOLECULARES DEL NUEVO FÁRMACO Amprenavir es un potente inhibidor de la proteasa del VIH-1. Se trata de un peptidomimético, que actúa como un señuelo bioquímico para el enzima. Su estructura molecular es relativamente simple y aunque no existe una evidente analogía estructural, mantiene ciertas similitudes básicas con otros inhibidores de la proteasa, especialmente con ritonavir. En condiciones experimentales, amprenavir ha demostrado desarrollar efectos sinérgicos frente al VIH-1 en combinación con: - Abacavir. - Didanosina. - Saquinavir. - Zidovudina. Asimismo, ha mostrado tener un efecto aditivo, también en condiciones experimentales, con el de: - Indinavir. - Nelfinavir. - Ritonavir. El perfil de resistencia del amprenavir observado en clínica hasta el momento parece diferir del de otros inhibidores de la proteasa. Concretamente, el desarrollo de resistencias a amprenavir durante el tratamiento está mayoritariamente relacionado con la mutación I50V, dando lugar a la variante triple I50V+M46I/L+I47V, que tiene una IC50 más de diez veces superior. Este perfil no ha sido observado con otros inhibidores de la proteasa, tanto in vivo como in vitro. ASPECTOS INNOVADORES En combinación con otros antirretrovirales, tanto inhibidores de la proteasa como inhibidores de la retrotranscriptasa, el amprenavir ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la infección producida por el VIH-1 en adultos y niños mayores de cuatros años. El amprenavir asociado a zidovudina y lamivudina, dos inhibidores nucleosídicos de la transcriptasa inversa (INTI), es más eficaz que estos últimos en pacientes que no habían recibido anteriormente tratamiento antiretroviral. En concreto, la proporción de pacientes con menos de 400 copias/ml de ARN viral en plasma en la semana 48 de tratamiento, fue de 41% con amprenavir y de sólo un 3% sin él. En un ensayos clínico abierto comparativo con otros inhibidores, y como parte de una terapia triple con dos INTI, el amprenavir parece ser menos eficaz que el indinavir en pacientes tratados anteriormente (pero no con inhibidores de la proteasa). En este sentido, la proporción de pacientes con menos de 400 copias/ml ARN viral en plasma, a las 48 semanas de tratamiento, fue del 30% con amprenavir y de 46% con indinavir, según el análisis por intención de tratar. En un pequeño ensayo clínico no ciego el amprenavir resultó al menos tan eficaz como otros inhibidores de la proteasa, en asociación con abacavir. Las cepas virales resistentes a amprenavir aisladas en clínica no parecen mostrar en general por el momento resistencia cruzada con otros inhibidores de la proteasa, aunque se aprecia una cierta tendencia en el caso del ritonavir. El amprenavir es generalmente bien tolerado por los pacientes, siendo sus efectos adversos más importantes de naturaleza digestiva y dermatológica (erupciones cutáneas). No se han descrito interacciones clínicamente significativas con otros antirretrovirales, salvo ritonavir (que requiere una reducción de la dosis de ambos afármacos). Tampoco parece requerir restricciones de fluidos o alimentarias. En principio, se trata de una opción más dentro de los inhibidores de la proteasa, con perfiles razonablemente aceptables de toxicidad e interacciones, con una fácil posología (dos veces al día) y con un perfil de resistencias virales diferentes de los otros fármacos del grupo. Todo ello podría conducir a una valoración muy positiva de la aportación terapéutica del fármaco; sin embargo, el límitado número disponible actualmente de estudios clínicos controlados y la ausencia de comparaciones directas (en ensayos controlados) con otros inhibidores de la proteasa, hace que sea cuestionable tal valoración. El día 20 de octubre de 2000 la Comisión Europea emitió una autorización de comercialización válida para toda la Comunidad Europea para Agenerase®, basada en el dictamen favorable y en el informe de evaluación realizado por el Comité de Especialidades Farmacéuticas (CPMP) emitidos el día 29 de junio de 2000. OTROS FÁRMACOS SIMILARES REGISTRADOS ANTERIORMENTE EN ESPAÑA Fármaco Indinavir Ritonavir Saquinavir Nelfinavir Especialidad Crixivan Norvir Invirase Viracept Laboratorio Merck Sharp Dohme Abbott Roche Roche Año 1996 1996 1996 1998 COSTES DIRECTOS DEL TRATAMIE NTO Dosis diarias y coste Dosis adulto Coste (pts) diario adultos Coste (pts) anual adultos AMPRENAVIR 1200 mg/12 h 3.251 1.186.736 INDINAVIR NELFINAVIR RITONAVIR 800 mg/8 h 750 mg/8 h 600 mg/12 h 1.850 2.055 1.915 675.080 749.893 698.900 SAQUINAVIR 600 mg/8 h 1.900 693.200 VALORACIÓN AMPRENAVIR AGENERASE (Glaxo Smith Kline) Grupo Terapéutico (ATC): J05AE. ANTIVIRALES DE ACCIÓN DIRECTA. Inhibidores de la proteasa. INDICACIÓN AUTORIZADA: Tratamiento de adultos y niños mayores de cuatro años infectados por el VIH-1, previamente tratados con inhibidores de la proteasa, en combinación con otros agentes antirretrovirales. La elección de amprenavir debe estar basada en pruebas individuales de resistencia viral y en los antecedentes de tratamiento de los pacientes. En pacientes no tratados previamente con inhibidores de la proteasa, amprenavir es menos eficaz que indinavir. En pacientes sometidos con anterioridad a trat amiento intenso con inhibidores de la proteasa, no se ha estudiado suficientemente el uso de amprenavir VALORACIÓN GLOBAL: INNOVACIÓN MODERADA. Aporta algunas mejoras, pero no implica cambios ♣♣ sustanciales en la terapéutica estándar. Reduce la incidencia de resistencias microbianas. ⇑ BIBLIOGRAFÍA - Cohen CJ, Hellinger J, Norris D. Evaluation of simplified protease inhibitor dosing regimens for the treatment of HIV infection. AIDS Read 2000; 10(5): 296-9, 304-7, 311-3 Committee for Proprietary Medicinal Products. European Public Assessment Report (EPAR). Agenerase. CPMP/1675/00. European Agency for the Evaluation of Medicinal Products. http://www.eudra.org/emea.html - Fung HB, Kirschenbaum HL, Hameed R. Amprenavir: a new human immunodeficiency virus type 1 protease inhibitor. Clin Ther 2000; 22(5): 549-72. Gatell J. Coming therapies: amprenavir. Int J Clin Pract Suppl 1999; 103: 42-4. Gracia Jones S, Baggett TH. Clinical update: new drugs for HIV/AIDS. Medsurg Nurs 1999; 8(2): 10812. Kaul DR, Cinti SK, Carver PL, Kazanjian PH. HIV protease inhibitors: advances in therapy and adverse reactions, including metabolic complications. Pharmacotherapy 1999; 19(3): 281-98. Noble S, Goa KL. Amprenavir: a review of its clinical potential in patients with HIV infection. Drugs 2000; 60(6): 1383-410. Tavel JA. Ongoing trials in HIV protease inhibitors. Expert Opin Investig Drugs 2000; 9(4): 917-28. Temesgen Z, Wright AJ. Antiretrovirals. Mayo Clin Proc 1999; 74(12): 1284-301. Tomasselli AG, Heinrikson RL. 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