Narración de primeras prácticas y construcción de saberes de la docencia Yuni, José Alberto. [email protected]. Lencina, María Natalia. [email protected] Resumen: Los procesos de formación docente deben reconocer que el dispositivo de formación propuesto se estructura sobre el juego de contradicciones, que si no se ponen en evidencia y se asumen, quedan irresueltas. En nuestro trabajo de investigación indagamos sobre la existencia de un saber docente específico en tanto saber profesional, cuya naturaleza heterogénea se constituye con lógicas diferentes, las que en instancias de formación remiten a dispositivos y estrategias didácticas específicas y diferenciadas. Para esta comunicación profundizaremos el análisis de estas tensiones en la formación docente, a partir del análisis de relatos de experiencias de las primeras clases de práctica docentes de un grupo de estudiantes del profesorado universitario de Filosofía y Ciencias de la Educación, asumiendo que la reconstrucción discursiva de los eventos de sus clases significan un modo de interpelar sus saberes y sus decisiones en tanto estudiantes-practicantes. Las tensiones que advertimos en los relatos de la formación son: a) la relación teoría-práctica y b) los saberes de la formación docente—la práctica docente. En ellas no encontramos oposiciones sino relaciones dinámicas y dialécticas propias de este tránsito de aprendizaje. La narrativa como dispositivo didáctico en una cátedra de metodología y práctica habilita una mirada de los saberes de la formación, de los recortes teóricos aprendidos/transitados y de las exigencias sentidas en el escenario mismo del aula. Como recurso de producción de saberes de la docencia, este dispositivo representa una oportunidad para repensar los contornos que delinean este saber profesional necesario de la práctica de enseñante. Este trabajo que presentamos, se inscribe en marco de una investigación indagar los modos de transmisión y de reconstrucción-apropiación del saber específico docente en formación universitaria profesional1. De acuerdo a nuestra perspectiva este saber profesional2 es un constructo epistemológico-didáctico, un saber propio y pertinente a la formación docente inicial donde es enseñado y aprendido. Para esta comunicación trabajaremos con la noción y definición de saber docente, construida en 1 Nuestra investigación aborda las concepciones epistemológicas que los docentes formadores ponen en juego en las configuraciones didácticas donde se enseña y se aprende un saber específico docente, en los espacios de formación docente durante el trayecto de formación inicial universitaria 2 Consideramos a la profesión como un fenómeno socio-cultural que se construye y se sitúa en un contexto socio-histórico y está sometida a transformaciones provenientes de la vida social, política, cultural y económica, del desarrollo del conocimiento y las tecnologías. 1 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” el marco de esta investigación, para analizar dos tensiones dialécticas y dinámicas advertidas en los relatos de los estudiantes-practicantes del profesorado de Filosofía y Ciencias de la Educación3: a) la relación teoría-práctica y b) los saberes de la formación docente-la práctica docente. Los materiales analizados pertenecen a los relatos de los estudiantespracticantes del año 2008 de la cátedra Metodología y Práctica de la Enseñanza del Profesorado de Filosofía y Ciencias de la Educación, de dos clases del 27 y 28 de mayo de 2008 donde se realizó la clínica de relatos de clases. La organización y el modo de trabajo de esta cátedra implica tres fases temporales (anticipaciónintervención-reflexión) articuladas circularmente y tres momentos (resignificación y recuperación de saberes-prácticas y residencia-reflexión crítica), que puede ilustrarse en este esquema: Reflexión Crítica Resignificación, recuperación e integración de saberes Reflexión Anticipación Práctica y Residencia Intervención Momento de Anticipación: Revisión de saberes previos, diagnosis institucional y de aula, programación de la enseñanza. Momento de Intervención: Primeras prácticas y residencias en los diferentes niveles, instituciones, espacios curriculares) Momento de reflexión: devolución y evaluación de las clases, clínicas de relatos. A la vez que hay atravesamientos a estos momentos, ya que por ejemplo se realizan análisis comparativo de material bibliográfico (teórico y de documental de la práctica), escrituras de textos de reflexión personal y de análisis bibliográfico, reflexión y análisis comparativo de situaciones de clases y de orientaciones para los practicantes. 3 Este es uno de los casos de investigación en nuestra tesis, seleccionados para describir y tipificar configuraciones didácticas propias de las cátedras de metodológica y práctica de la enseñanza, ya que consideramos que en estas cátedras es lugar mas apropiado para indagar este saber docente que se enseña en la formación inicial universitaria. 2 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” Consideraciones Teóricas La UNESCO define a la formación profesional como un proceso para “desarrollar las actitudes, los conocimientos y las competencias requeridos para el ejercicio de un empleo o de un oficio” (AFPA, 1992). En este sentido retomamos las consideraciones de IESALC-UNESCO (2006 en Yuni y Urbano 2008, Souto 2007) para pensar la formación profesional universitaria como un “proceso teórico práctico sistemáticamente adelantado, mediante el cual las personas adquieren, mantienen o mejoran conocimientos técnicos y tecnológicos, destrezas, aptitudes y valores que sustentan su empleabilidad como trabajadores y su capacidad para actuar crítica y creativamente en la actividad productiva, contribuyendo así a su propio desarrollo personal, a la competitividad de la economía y al ejercicio pleno de la ciudadanía”. En nuestra investigación definimos la existencia de un saber docente en tanto saber profesional que se enseña y se aprende en un proceso de formación profesional. La condición de existencia de este saber específico docente es su naturaleza agonística, una tensión móvil de elementos teóricos, prácticos y técnicos-artesanales descontextualizado y recontextulizado, traspuestos didácticamente, que entrama (en juegos de contrastes y fricciones) recortes de teorías y paradigmas de diferentes disciplinas científicas articulados según los temas o problemas significativos de la práctica docente, en el marco de las ciencias de la educación y de las disciplinas científicas que constituyen el recorte de los planes de estudio de la formación de los futuros docentes. Desde nuestra perspectiva esta lógica parcializadora y parceladora tiene efectos en la fragmentación del conocimiento como consecuencia de la exigencia de la especialización y la lógica capitalista de producción simbólica y material. En tanto contenido de enseñanza su carácter heterogéneo y las lógicas diferentes en las que se construye, remiten a dispositivos formativos y a procesos de apropiación y resignificación diversos. A su vez, es el resultante de un proceso de transposición didáctico, formateado por distintas concepciones y creencias de los docentes y de los estudiantes; y si bien es enseñado a lo largo de la carrera, tiene una presencia más específica en las prácticas y residencia docente. En la relación formación profesional y prácticas profesionales se articulan discusiones y tensiones; entre ellas algunas son epistémicas (relacionadas a los saberes en juego, a sus lógicas de constitución y apropiación y los procesos de validación), otras son formativas (discusiones pedagógicas-didácticas, dispositivos formativos, perfiles de 3 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” egresados) y un grupos también son de carácter institucional-organizativas (vinculación entre institución formadoras y escuelas de prácticas y residencia, modos de trabajo y regulaciones). En este trabajo indagamos dos tensiones en relación a lo epistémico, pero que están relacionadas y condicionadas por cuestiones formativas e institucionalesorganizativas. Davini (2002) destaca que algunos autores definen al proceso de formación docente como un proceso continuo, complejo y de larga duración (Zeichner 1980; Marcelo Gracia, 1999) o como un proceso de formación social (Popkewitz, 1990; Contreras Domingo, 1987). En este trayecto de formación encontramos la formación inicial -impartida en instituciones especializadas y según un dispositivo curricular deliberadamente estructurados- y la primeras prácticas y residencias -inserción y socialización del mundo profesional/laboral- que son “reguladas tanto por normas explícitas como implícitas, bajo la dinámica institucional, las prácticas profesionales instituidas y las formas de interacción socioprofesionales” (Davini, 2002: 13 y 14). A ello se le suma, la biografía escolar propia de cada estudiante-docente, pues “cuando un alumno ingresa al profesorado para formarse como docente, lleva acumulado un considerable periodo de socialización en el rol: el que corresponde a su trayectoria escolar previa (Diker y Terigi, 1997:134). Una de las características de la formación profesional docente es la instancia de primeras prácticas docentes y residencia, donde el estudiante-practicante ocupa un lugar difuso; no es todavía un profesor, pero tampoco es sólo un alumno, es una casiprofesora4: “Ejerce (o simula ejercer) todas las actividades docentes, juega (o pretende jugar) todas las reglas del oficio, pero sin estar investido de toda la autoridad y la legitimidad del maestro de grado” (Davini, 2002:15). La complejidad de las instituciones educativas y del aula en particular, los problemas prácticos-situados y los múltiples atravesamientos que lo condicionan, ponen en discusión la potencia que tiene la simple transferencia del conocimiento científico al espacio de la práctica profesional (Viscaino, 2008:2). Mirando desde la formación inicial, Davini (2002) señala que existe un acuerdo entre algunos autores (Diker y Terigi, 1997; Achilli, 1987; Zeichner y Gore, 1990) sobre la falta de conexión entre los contenidos que se enseñan y los problemas 4 Expresión con la que alumnos del un EGB3 de la cuidad San Fernando del Valle de Catamarca usaban para denominar a las estudiantes-practicantes que desarrollaban sus prácticas en ese nivel en espacio de formación y ética ciudadana, junio de 2008. 4 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” con los que docentes se encuentran en sus aulas, abundan así, contenidos considerados irrelevantes y están ausentes otros necesario. Cuestiones Metodológicas Nuestra investigación se inscribe en marco de las Ciencias Humanas, que como configuración epistémica integra diferentes modos de producción teórica y de lenguajes científicos, ponen en juego la especulación filosófica, los estudios culturales y sociales, la indagación científica, crítica literaria e histórica. En este ámbito de trabajo y de indagación adherimos al paradigma de la complejidad (Morin, 1994), proponiéndonos un abordaje que haga frente a la complejidad de la praxis sin caer en modos simplificadores, sino reconociendo su juego dinámico, donde acción y palabra, teoría y práctica sean pensados e indagados en tensión dialéctica constante. En ese sentido recuperamos la potencialidad del estudio de las narrativas para analizar relatos de experiencias pedagógicas, en este caso particular los relatos de las primeras clases de prácticas y residencia del grupo de estudiantes –practicantes 2008 de la cátedra Metodología y Práctica de la Enseñanza. Partimos del supuesto que la realidad social es una serie de interacciones “un proceso continuamente renegociado de comprensión de quiénes somos y cómo nos relacionamos” (Huberman, 2005:184). Así el discurso del docente, y en este caso de los estudiantes-practicantes “es un discurso directo: sin jerga, denso de experiencias, expresivo, exigente.” (Ídem, 185). Entonces, si las formas simbólicas de la experiencia pueden convertirse en cadenas secuenciales, la autorepresentación puede encontrarse en la narración misma. “Alcanzamos nuestra identidad y la idea de nosotros mismo por el uso de la configuración narrativa, y totalizamos nuestra experiencia comprendiéndola como la expresión de una historia simple que se revela” (Polkinghorne, 1988:150 en Huberman, 2005:187). Sostenemos que contar la clase y lo que les paso en esas instancias de primeros desempeños profesionales, permite tomar distancia y convertir esa experiencia en objeto de reflexión, distanciarse, preguntarse, dar sentido. En este trabajo la cátedra (docentes y estudiantes) juegan un rol clave, pregunta, plantean puntos de vistas, advierten, comparan y analizan, esta dinámica es posible por el dispositivo didáctico en el que estos relatos tienen lugar y por la presencia de otros. 5 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” Los relatos de los estudiantes En las clases del 27 y 28 de mayo tiene lugar una clínica de relatos donde los estudiantes-practicantes (Cecy, Hernán, Sole, Nancy, Noemí y Paola) retomando su cuaderno de prácticas y los registros de ellas, cuentan sus primeras clases. Después que cada uno relata, el resto puede hacer preguntas u observaciones, y finalizado este primer momento se retoman las cuestiones trabajadas para revisar algunas puntualizaciones didácticas-metodológicas y/o teóricas, se recuperan las observaciones y aportes realizados por los docentes que acompañaron al estudiante (profesoras de la cátedra Silvia, Lety y María; profesores de las instituciones de práctica y residencia) y/o por su pareja pedagógica para todo el grupo, como contribuciones al proceso formativo de todos. Cabe destacar que también las observaciones realizadas por los docentes (de la cátedra y del espacio curricular) y por las parejas pedagógicas son sistematizadas y trabajadas tanto para la devolución final a cada practicante, como también construcciones de saberes nuevos en la cátedra. Saberes teóricos y de la formación en las primeras prácticas: tensiones y resignificaciones A) Los saberes didácticos y los supuestos teóricos: Teoría-práctica En los relatos que transcribimos a continuación, observamos como los estudiantes-practicantes han seleccionado una/s estrategia/s didácticas para la construcción metodológica de su clases y cómo en esa elección se develan los supuestos teóricos sobre el aprendizaje (Paola) y el conocimiento de las distintas estrategias y propuestas de actividades para los alumnos (Nancy) que permiten potenciar los aprendizajes de los alumnos. Estudiante Paola –relata su primera clase en EGB 3, en el espacio Ética y Formación Ciudadana-: “(…) y bueno empecé a desarrollar la clase a través de un diálogo dirigido para revisar los temas anteriores y tratar de conectarlo con el tema nuevo, todos los chicos han participado en esa oportunidad, en la primera instancia no participaron, (Prof. Silvia –asiente-: ¡aja!) estaban, digamos callados pero después de alguna manera trate de incentivarlos, de motivarlos, de que haya participación. Primeramente les propuse un diálogo dirigido y si eso no daba resultados en un momento, en unos minutos más ya iba a ver de que otra manera provocaba eso, que era necesario para empezar la clase (Prof. Silvia: ¡claro!) y después hicimos una lluvia de ideas y ahí los note más participativos a los chicos Estudiante Nancy -relata su tercera clase en EGB 3 Ética y Formación Ciudadana “(…) que en el trabajo práctico a todos les fue muy bien, en general, había alumnos desaprobados porque no trabajaban, jamás hacían una actividad; pero conmigo las hicieron a todas, se interesaron, en las actividades que no eran sólo un texto, eran sopas de letras, de ese tipo y todo era para evaluarlos, porque me decían <yo las hago si usted me pone nota> y yo tenía que decirles que eran para evaluarlos, sino no las entregaban (…) y bueno después de todo estuvieron dispuesto hacer la actividad y yo creo 6 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” que lo más, lo que me resulto más emocionante, como dice la profesora o gratificante, fue cuando al último me quedaba como 20 minutos y digo <¿Qué hago?> (…) voy a desarrollar las actividades así con todos. Bueno yo iba diciendo punto uno y ellos se me iban diciendo la respuesta y se iban riendo <ya tengo un punto>, todos en coro, como yo le decía a la profesora ahí yo realmente vi que ellos habían comprendido como yo les explique y se ve que si porque le decía la respuesta correcta y todos respondían como que habían marcado bien, hasta la última respuesta y todos estaban contentos y decían <aprobé>, <aprobé> Aquí los marcos teóricos aprendidos en la formación permiten anticipar e intervenir según una lógica de intelección y actuación. Aunque están presentes algunos saberes didácticos para tomar decisiones para la estructuración de la clase, se hace necesario reforzar esta trabajo solidario de teoría y práctica para que la reflexión posterior a la intervención (la clase) les permita construir supuestos e interpelar marcos teóricos resignificándolos y apropiándose de la construcción de saberes como parte de la acción profesional docente: “como un proceso en el que se producen significaciones sociales que ofrecen modos de hacer inteligible el mundo en tanto permiten observar, describir, explicar, proyectar posibilidades de realidad (Granja Castro en Buenfil Burgos y Granja Castro1994:18)5. B) La construcción metodológica de la clase: formación y prácticas docentes Un punto de articulación de los relatos de los estudiantes da cuenta de los modos en que se construyeron sus clases, destacándose: B.1) La anticipación y la preparación de la clase, desde la previsión de los materiales como el estudio del tema a enseñar. Estudiante Sole-relata su primera clase en EGB 3 Ética y Formación Ciudadana-: “Bueno yo di clases el jueves, tenía dos horas, la primera hora y la tercera. Bueno llegue tranquila tenía todos los materiales, los felpas, la cinta adhesiva y la cinta de enmascarar para pegar en la pared por cualquier cosa, la plasticola, tenía todo. Entonces me sentía segura por tener el material, pero en una parte si era un poco de nerviosismo por el hecho de estar delante de otro grupo y aparte eran más chiquitos como que hay que estarlos sosteniendo más y (…) Como siempre a mi me suceden los problemas tenía una nena enferma en primera hora de clase. Bueno le di un caramelo, y el profesor la llevo a la preceptoría y llamaron a sus padres para ver si retiraba o no, pero después volvió. Y no, bastante bien, estaba tranquila y me presente con los chicos de nuevo, aunque ellos ya me conocían, les dije el objetivo de mi presencia ahí y empecé a desarrollar, empecé con las normas de convivencia. B.2) Carácter estratégico de esta construcción metodológica en relación al diagnóstico que se hace del grupo de alumnos y de las condiciones personales del docente Estudiante Hernán –comenta el proceso de seis clases en el polimodal en Ética y Formación Ciudadana: me di cuenta, les hable directamente, las mira fijamente a todas, las mire fijamente a todas para que hagamos un pacto de trabajo (prof. Silvia: un contrato didáctico) crear un ambiente de trabajo armonioso y ellas sabían que yo no estaba jugando, haciendo un doble discurso como a veces el profesor tiene con ellas, tiene como un juego con las chicas eh… claro, eh y ellas pensaron que iban hacer lo mismo conmigo: Y no, yo les dije de entrada que quería que me colaboren y así este de ese modo me 5 Para la autora este supuesto tiene como referencias teóricas a la Sociología de la Cultura de Bourdieu, a la sociología interpretativa de Schultz y del conocimiento Berger y Luckmann, a las aproximaciones sociológicas y psicoanalíticas de Castoriadis, a la hermenéutica de Habermans y los trabajos de Foucault, a la analítica Deconstructiva de Derrida y a los análisis políticos del discurso Buenfil Burgos y Laclau 7 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” ayudan a mi en este proceso. Pero me parece que hay que mirar así a todas, ya sabes que grupo trabaja y que grupo no (…) Prof. Silvia: en ese sentido el diagnostico áulico tiene un sentido Prof. María: y aparte la devolución que hacemos después, Hernán me va indicando, va dando cuanta de porqué tomo unas decisiones en relación a lo estratégico de la construcción de su clase (…) Hernán me dijo yo me fui para atrás porque sabía que ahí estaban las que no trabajaban (…) Hernán: y… yo como referente para, para… establecer la forma didáctica de hablar, de dirigirme a un grupo de gente, en este caso las alumnas, siempre tome como referente a Menotti, siempre lo vi a través de videos y tiene una capacidad para explicar sistemas de tácticos de futbol que hasta un niño de tres años lo puede entender (…) Prof. María: ¿y eso funcionó cuando tomaste la decisión de cómo ibas a dar clases? Hernán: claro, claro, por eso el hecho de narrar, de contar, esa capacidad para no apurar a las chicas sino de narrar, sin tantas prisa, controlarme el tiempo pero que tampoco el tiempo me condicione a mi, todo es un proceso, (…) yo ya lo tengo asimilado hace un rato, es mi estilo bueno… porque en este caso me sirve bastante. Los saberes apropiados en la formación son resignificados, desde lugares, posiciones y experiencias muy variadas, entre los que se cuentan otros saberes que los estudiantes-practicantes traen de su biografía personal y escolar. Es interesante resaltar que en la intervención de sus primeras prácticas estos “saberes profanos” están disponibles y son usados en la actuación a la que dan sentido y sirven para explicar su hacer. Así aquellos saberes que se resignifican en las primeras prácticas habilitan al sujeto su condición de sujeto de ese saber, en una relación agonística donde los saberes y los estudiantes se constituyen-se recrean. El proceso formativo implica múltiples saberes que se aprenden y resignifican diversamente, según los sujetos y sus posibilidades, algunos de los marcos teóricos y del curriculum oculto; a la vez se disponen de otros saberes que se aprenden en las mismas prácticas docentes y que recuperan la biografía escolar y personal de los estudiantespracticantes, el desafío esta en habilitar un espacio-tiempo de reflexión que desmonte rutinas mecánicas para permitir volver sobre ellos y pensar la propia práctica. Entonces la formación “es la dinámica de un desarrollo personal” (Ferry, 1997:54) está ligado a adquirir una forma “formarse es objetivarse y subjetivarse en un movimiento dialéctico que vas mas allá, mas lejos…” (Ídem: 99) para su concreción es necesario espacios y tiempos de formación que faciliten la reflexión, donde “el valor de la teoría como una herramienta para la reflexión y para pensar y construir proyectos propios, procesos y prácticas educativas concretas y espacio locales y diferenciados sociales y culturalmente hablando” (de Alba, 2000:13). En este sentido no se recibe formación sino que se busca, en un proceso activo que requiere la mediación de otro. La formación es un proceso social de desarrollo 8 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” personal, la institución sus condiciones el ambiente de formación, y el grupo y las relaciones que en él se establecen no son externas sino pertenecen al adentro de la formación, pues hacen que los saberes que se enseñan y aprenden estén dispuestos y disponibles para ser apropiados y resignificados. Si analizamos los relatos de los estudiantes, encontramos las dos tensiones propuestas atravesadas entre si: Una refiere a la relación entre los saberes teóricos aprendidos y los haceres que esos saberes habilitan en la práctica, o sea a los supuestos teóricos, los saberes didácticos y la elección de las estrategias didácticas en la construcción metodológica de las clases de los estudiantes practicante. La otra refiere a los modos de construcción metodológica de la clase, donde aparece los formatos didácticos de la anticipación, carácter estratégico de la intervención didáctica y regulación de un modo de trabajo según el contrato didáctico que se instala/propone/acuerda en el aula. Estas emergencias didácticas, propias del discurso didáctico-metodológico, son valoradas como importantes pues aportan seguridad en estas instancias de primeras prácticas cuando el estudiante-practicante construye su lugar de enseñante. Es posible advertir como en estas cuestiones y dinámicas que evidencian en las primeras prácticas docentes, están traspasadas por la relación teoría/práctica y la relación saberes de la formación/prácticas docentes; porque lo que esta en juego y en donde operan estas tramas es en el mismo sujeto y sus saberes diversos, en el sujeto y su relación con el saber que porta y por el que es soportado. En nuestro avance del trabajo de investigación hemos advertido que el saber docente en tanto saber profesional se positiviza a través de la acción que hace posible; lo que importa no es su almacenamiento sino su puesta en práctica. Es un saber discursivo y biográfico (puede ser narrado), se despliega en una realidad social y cultural. Por ello, este saber se convierte así en prácticas sociales de saberes, que son a su vez fuente de prácticas sociales de producción de bienes y de símbolos. Saber es saber hacer: el saber docente es ser enseñante: enseñar y trabajar en el colectivo institucional donde tiene lugar la práctica docente. Las prácticas sociales y los saberes se ejercen siempre en interacción colectiva y en apuestas de modos de vivir este mundo. Saber con otros es aprehender y reconocer esta práctica, reconociéndose practicante de esa práctica. En el relato de Cecy se 9 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” aprecia como ese saber docente es una potencialidad, que si bien es anticipada, es una puesta en acto, es un poder hacer. Prof. María: Respecto a cuando vos pensabas la clase, por ejemplo esta clase ¿que te preocupaba de esta clase de filosofía? ¿Cuáles eran las cosas que vos pensabas que no podías resolverlas? Y después ¿qué pasó con eso que te preocupaba? Estudiante Cecy cuenta su tercera clase en el polimodal en Filosofía/Psicología: “A mí me tocaba hablar de Sócrates y yo pensé que en cinco minutos, por la manera que yo tengo de hablar termino todo y todos se quedan con la boca abierta sin entender nada. Me pasó que estuve más de una hora hablando sin darme cuenta y me dí cuenta que pude manejar la voz, el tono de voz, porque soy demasiado ansiosa para hablar, entonces yo me imaginaba, yo estaba en mi casa ensayaba mi clase hablando y en cinco minutos terminaba todo, “¿hay como hago?” porque yo tengo ochenta minutos, yo tenía una actividad que si o si la hacia y la otra que siempre la llevaba por las dudas. Entonces digo ¡no, yo tengo que poder! Y salio, gracias a Dios, salio bien y me di cuenta que pude ir hilvanando en la cabeza toda la historia, trayendo los ejemplos, que pensé que no iba a poder hacer. El saber docente es la actuación de una potencialidad del sujeto, en las prácticas donde este saber es una acto, por ellas asume responsabilidad de sus efectos y puede, así mismo justificarlas y explicarlas desde su racionalidad profesional (saberes disciplinares y supuestos/fundamentos políticos, éticos, antropológicos), desde su experiencia reflexionada y apropiadas (creencias, teorías implícitas, marcas formativas, memoria) y/o singularidad de las situaciones donde tiene lugar (contexto áulico, institucional, social en cuanto marco de referencia y de lectura del sujeto que actúa). En su relato Paola y Sole comentan cómo evalúan sus clases en relación a las clases que habían observado del profesor del espacio curricular, ya que ambas practican en cursos distintos pero con el mismo docente y la mismo espacio curricular (Formación Ética y ciudadana), cuando diagnostican la dinámica de trabajo grupo dan cuentan de sus supuestos y de las concepciones y creencias que ponen en juego al comparar sus clases con las del docente: Paola: yo pienso con respecto al profesor que esta… esta, esta cómo evaluándose constantemente, a partir de nosotros, de las clases que nosotros estamos dando. Esteee, creo que si tengo que dar una opinión me parece que el profesor esta cayendo el costu… costumbrismo, en el costumbrismo, en esta cosa del costumbrismo, de la rutina. Sole: La pesadez del oficio. Paola: ¡Exacto! y que lo lleva a no animarse, a no poner la firmeza en el grupo por temer que los esquemas que ya tiene construido medianamente del grupo escolar se le desligen, y por ahí, con nosotras salvaguardando algunas cosas- poder, como te puedo decir, llegar así a otras pautas de manejo de este grupo. Es posible percibir como algunos marcos teóricos y algunas discusiones actuales sobre la tarea docente sirven de herramientas para la comprensión y explicación de este proceso que atraviesan los practicantes, de las diferencias y de los modos de trabajo que habilitan en aula a partir de su aporte a ese grupo escolar. Justamente, queda en evidencia su saber docente como una apropiación, cuando es resignificado y 10 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” cuando esta disponible para la actuación del sujeto y para el relato que el sujeto hace de su hacer y del hacer de los otros. Ello nos obliga a reconocer que: a) hay un saber práctico, que se aprende en las mismas prácticas, donde se usan saberes y destrezas situados en el hacer profesional, y b) reconocer que las instituciones escolares y sus docentes son también formadores, pues es en el trajín cotidiano de estas primeras prácticas y residencia docente, donde los estudiantes-practicantes aprenden cuestiones claves para su actuación profesional, que luego les serán útiles en su desempeño laboral. Conclusiones Consideramos necesario destacar que, en las primeras prácticas docentes, se conserva tanto lo teórico como lo artesanal y artístico de la enseñanza, requiriendo así de un tiempo-espacio que permita el aprendizaje de un saber docente heterogéneo y dinámico. Santoni (1996) destaca que el artesano se forma trabajando6, los saberes prácticos se transmiten prácticamente, a través del hacer, donde se pone en juego la comunicación directa entre el maestro-artesano y el aprendiz con ocasión de transmitir un oficio-arte: mostrando cómo, observando y reconstruyendo, haciendo. Lo que esta en juego son quehaceres y prácticas, estrategias y destrezas, el secreto del oficio, es un espacio-tiempo para el saber-hacer-reflexivo. Esta caracterización es posible si asumimos que el saber docente objeto de enseñanza y aprendizaje en la formación profesional contiene como componentes elementos teóricos-disciplinares, técnicos operativos y prácticos situados, o sea que puede considerarse ciencia, arte y praxis. Tenemos así: Los saberes teóricos-disciplinares: perspectivas y marcos teóricos sobre el aprendizaje, la enseñanza y la disciplinas, más las problemáticas propias del contexto socio-histórico-cultural. Las perspectivas epistemológicas y los procesos de construcción de los objetos a enseñar, la estructura sintáctico-semántica de las disciplinas que se enseñan. Los saberes operativos-técnicos en tanto técnicas y procedimientos que requieren de ejercitación y de repetición para la apropiación del saber técnico y de la 6 “el papel educativo del taller y de la enseñanza tutorial del maestro artesano sobre los aprendices (discipuli) y los mancebos (laborantes) y el impacto formativo del <aprender haciendo>” (Santoni en Matadamas Zárate y Hernández, 2007:135) 11 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” experticia en su utilización. En este sentido se pueden trabajan en situación de simulación que permitan la reconstrucción y la experiencia de los procedimientos y los aspectos técnicos que luego serán recursos y herramientas disponibles de utilización en situación concretas de enseñanza. Este carácter de operatividad también requiere de reflexión sobre los procedimientos en juego y de los supuestos que soportan y sostiene ese hacer; y además, de los efectos que producen y provocan. Cabe destacar que pensamos este saber-hacer como una intervención, por tanto como acción con fines y efectos algunos previstos y otros no, pero que siempre provocan, habilitan-deshabilitan, proponen, disponen escenarios, posibilidades, regulaciones, habilitaciones. Podemos destacar saberes como las resoluciones didácticas-metodológicas, las técnicas y estrategias para la enseñanza y el uso de los recursos didácticos. Los saberes prácticos situados, porque se reconstruyen en situación y ponen en juego, el modo que los mismos sujetos construyen sus modos de hacer la tarea de enseñante. Estos saberes se construyen en situación y se explicitan gracias a la argumentación posterior a la misma intervención, pues refieren a razones tanto pedagógicas-didácticas, como éticas y pragmáticas, tal y como éstas son definidas por Habermas (1998). Para el autor, refieren al auto-entendimiento colectivo propio de las tradiciones locales, las valoraciones y axiologías, la adecuación de los medios para la consecución de ciertos fines y que requieren de la ponderación de los intereses y compromisos. Los argumentos relativos a las decisiones asumidas, a las actuaciones realizadas recurren al conocimiento de uno mismo y al grupo donde tiene lugar la acción y asumimos que el discurso sobre la práctica es una conexión necesaria que devela la lógica práctica en juego. En esta categoría podemos incluir; la experimentación del tiempo y espacio del aula, los procesos de toma de decisiones, la construcción de adaptaciones para trabajar según los grupos de alumnos y los contextos institucionales, la evaluación de situaciones y la previsión de alternativas de acción, la interacción con los otros y la comunicación didáctica Nuestro trabajo de análisis de los relatos nos advierten acerca de estas tensiones (teoría/práctica y saberes de la formación/primeras prácticas) como articulaciones recursivas y dialécticas, que pueden interpelarse, revalidarse o resignificarse, siendo estas la condición misma de la apropiación de un saber docente “como una construcción social y personal, que evoluciona y se modifica a partir de un complejo entramado de condiciones y adopta formas diversas de expresión y organización”. Este saber docente 12 V JORNADAS sobre “La Formación del Profesorado: docentes, narrativas e investigación educativa” es un saber del sujeto que lo habilita-deshabilita a hacer su tarea; reconoce lógicas y racionalidades distintas, marcos teóricos y discusiones, elementos conscientes y supuestos, creencias y experiencias biográficas. Postular una dicotomía como: saberes de la formación versus saberes prácticos o teoría versus práctica sería caer en lógicas positivistas no correspondiente con los relatos analizados, pues en ellos se aprecian saberes que articulan/desarticulan aspectos teóricos y prácticos (Feldman, 2004) organizados disciplinar e institucionalmente o ligados a la actuación profesional (García 1998; Porlán, 1995). El desafío de este momento de primeras prácticas y residencia docente se juega en habilitar un saber docente suficiente y necesario para abordar la práctica profesional acreditada con la titulación, no como seguridades irrefutables, sino como prácticas de interpelación y discusión que permitan construcción y alternativas para el trabajo de enseñante. Sería deseable un saber, que soportan y sostiene la relación/tensión entre saberes disciplinares y teóricos con otros saberes distintos que permitan poder/hacer agenciamientos que amplíen y transformen la capacidad de actuar/decidir/asumir responsabilidad/volver sobre lo actuado/cambiar/interrogarse, o sea, de actuar (saberhacer) y dar cuenta de esas acciones (saber explicar/se y explicitar/se) para construir situaciones de enseñanza y aprendizaje. Bibliografía Alba (2000) El fantasma de la teoría: Articulaciones conceptuales y analíticas para el estudio de la Educación. 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