EL FINAL DE LA TRANSICIÓN: LOS PRIMEROS GOBIERNOS SOCIALISTAS El cambio interno en el PSOE y su papel en la transición El XIII Congreso del PSOE en la localidad francesa de Suresnes en 1974 certificó el final del dominio del partido por los dirigentes del exilio. Los nuevos dirigentes del interior -de Madrid, Sevilla y Vizcaya- fueron encabezados por Felipe González, jóven abogado, figura emergente dentro del sector renovado del partido. Reconocido internacionalmente como lider y controlando junto a Alfonso Guerra y Enrique Mugica la organización interna, se podía plantear el resurgimiento del partido en la democracia futura como la gran alternativa de izquierdas. En julio de 1975 el PSOE creo un alternativa diferente a la Comunista dentro de la oposición al franqusimo. Fue la Plataforma de Convergencia Democrática. Trataba así de competir con el PCE en liderazgo del antifranquismo y, sobre todo, ofrecer una alternativa más realista y posibilista en una eventual negociación con los reformistas del régimen. La unión de la Junta y la Plataforma en la nueva “Platajunta” o Coordinadora democrática, en el 76 permitió a Felipe González liderar las relaciones con Adolfo Suárez, que encontró en el socialista un político más abierto y relista que los comunistas. En las primeras elecciones de 1977 la labor del PSOE en las negociaciones para la reforma política fue recompensada por los ciudadanos convirtiéndolo en la segunda fuerza política del país, con 118 escaños frente a los 20 del PCE. Ya principal partido de la oposición, en los años siguientes, se dedicó a administrar su posición , manteniendo una línea de crítica a la UCD pero de pacto en las cuestiones esenciales para implantar la democracia. Las elecciones de octubre de 1982 “Por el cambio” como slogan, con el carismático González como lider y aupado por la crisis interna de la UCD, las elecciones de octubre de 1982 fueron una victoria espectacular del PSOE. 10 millones de votos, 212 escaños -la mayoría absoluta más grande de la democracia- le dieron la capacidad de introducir a la sociedad española en un nuevo proceso histórico: acabar definitivamente con las viejas estructuras franquistas e iniciar el proceso de modernización definitiva de España. El resumen del largo periodo que vamos a referir podría ser que se hizo mucho -modernización económica, desarrollo autonómico, entrada en la CEE, etc- pero que en otros aspectos apenas se había avanzado -desempleo, eficacia de los servicios públicos, reformas de la administración o diferencias de riqueza-. Reformismo y modernización, posibilismo frente a radicalidad, ministros ( Carlos Solchaga, Miguel Boyer, José María Maravall,...) menos políticos que técnicos fueron los que iniciaron este nuevo periodo de la Historia de España. Las primeras dos legislaturas: 1982-1989 Principales actuaciones En economía dos fueron las grandes actuaciones de estos dos periodo de gobierno: una, la reforma fiscal, que supuso la elevación progresiva de los impuestos y la modernización del sistema tributario franquista, obsoleto y fraudulento. Con ello el Estado elevaba su recaudación y podía hacer frente a los retos futuros con solvencia económica. En segundo lugar, la reconversión industrial, quizás el proceso más necesario pero más duro de toda la política económica de los gobiernos del PSOE. Cierres de empresas, venta de activos del Estado, reducciones de plantilla, adecuación tecnológica: en resumen, había que hacer competitivo y viable el sector industrial en España. Naval, siderugia, minería, textil fueron las más afectadas. La conflictividad creció espectacularmente y el desgaste del PSOE fue grande. Otro de los principales campos de actuación fue el desarrollo autonómico y la modernización de la Administración del Estado. Se celebraron las primeras elecciones autonómicas y, sobre todo, se estableció un proceso fluido de traspaso de competencias entre el Estado central y las autonomías. En cuanto a las reformas en la Adminitración fueron dispares e irregulares, siendo las más afortunadas la reforma militar y la sanitaria y menos la educativa. En todo caso, se pued decir que se fue concretando el Estado del bienestar, planteado en la Constitución española. La entrada en la CEE supuso un el mayor éxito del gobierno socialista de la primera legislatura, hecho que permitió en las siguientes elecciones revalidar la mayoría absoluta. Como ya se ha desarrollado en otro de los temas, el Tratado de adhesión fue firmado en 1985 y supuso para España un proceso de transformación económica y de adecuación a la legislación comunitaria tan grande que se puede decir que éste hecho marcó el final de la transición política a la democracia. Tras veinte años desde el ingreso, los beneficios han superado con creces las dificultades iniciales. Las dos primeras legislaturas 1982-1989 Principales problemas Varios son los problemas a los que los gobiernos de González se tuvieron que enfrentar en las dos primeras legislaturas: el crecimiento económico provocó graves desequilibrios de renta tanto entre regiones como entre colectivos sociales. Los sindicatos exigieron una mayor regulación y control de los beneficios empresariales y del capital financiero y un aumento y mejora de los salarios. La tibieza de las acciones gubernamentales llevó a los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CC.OO. ha plantear una huelga general en diciembre de 1988. El gobierno tuvo que negociar. La lucha contra el terrorismo apenas avanazaba y unas iniciales conversaciones con ETA fracasaron por la intransigencia de la banda terrorista. El principal problema del PSOE fue el descubrimiento de un trama de “guerra sucia” o terrorismo de Estado contra ETA y su entorno, conocida y alentada por los principales dirigentes del Ministerio del Interior.Las consecuencias de este hecho y la corrupción que salpicó al partido le costó la mayoría absoluta en 1992. El cambio de posición ante la OTAN en 1986 y el inicio de un periodo de recesión económica en 1992-93 tras la celebración de las Olimpiadas en Barcelona y la Exposición Universal en Sevilla fueron también momentos complejos para los gobiernos socialistas.