constituidas al amparo del artículo 22 de la ley 1014 de 2006

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Héctor Julio Prieto Cely
constituidas al amparo del artículo 22 de la ley 1014 de 2006 tendían un
término máximo improrrogable de seis (6) meses, para transformarse en
sociedades por acciones simplificadas.
3.1.2.6 La sociedad como contrato de buena fe
En general podemos afirmar que todos los actos y negocios jurídicos
deben ser proyectados, propuestos y ejecutados de buena fe36, pero en
materia mercantil se espera que las partes que intervienen en la ejecución
de actos, actividades o empresas mercantiles la observen como un principio
fundamental, por cuanto son dos cosas diferentes la idea simple de buena
fe y la buena fe como un principio general de derecho. Si tomamos la
buena fe como principio, diremos entonces que todas las personas y en
nuestro casos los socios, deben comportarse de buena fe en la totalidad
de las relaciones que emergen del contrato, lo cual nos conduce a que
los socios deben adoptar un comportamiento claro y leal tanto en la fase
previa de la constitución del contrato de sociedad que sería la diligencia
in contrahendo, así como en el desarrollo y ejecución de las relaciones
jurídicas que se desprendan del contrato y principalmente del cumplimiento
del objeto social.
El deber de comportamiento de buena fe se bifurca en dos sentidos, de
un lado en cuanto a los derechos que puede tener el socio y, del otro lado,
respecto de los deberes que le corresponden en donde los derechos deben
ejercitarse de buena fe y las obligaciones cumplirse de igual forma37.
La buena fe se ha introducido como un concepto técnico jurídico en varias
normas como puede apreciarse en el artículo 834 del Código de comercio,
en el ámbito de la representación, al consagrar que cuando la ley prevea un
estado de buena fe, deberá tenerse en cuenta la persona del representante;
de igual forma en el artículo 863 del mismo estatuto al hacer referencia al
comportamiento que deben asumir las partes en el periodo precontractual
ha dicho el legislador que, las partes deben proceder de buena fe exenta de
culpa so pena de indemnizar los perjuicios que se causen; en el artículo 871
La aplicación del principio de la buena fe hace penetrar en el orden jurídico un elemento
natural, propiamente extrajurídico, que viene, de este modo, a formar parte de la propia
regla jurídica, en lo que los autores de las más diversas épocas o tendencias, se hallan
de acuerdo. De Los Mozos, José Luis. Ob. cit., p. 15.
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Wieacker, Franz. El principio general de la buena fe. Ed. Civitas S.A., p. 12.
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