220-4305 Ref: Casos en los cuales procede la liquidación obligatoria. Les manifestamos que recibimos su escrito radicado en este Despacho con el número 246.276-0, por medio de la cual eleva la siguiente consulta: "Si la sociedad está obligada a efectuar la liquidación obligatoria de acuerdo a la Ley 222 de 1.995 teniendo en cuenta que: -No está vigilada por la Superintendencia de Sociedades. -Su acreedor principal es un organismo del estado (DIAN). -El valor de los activos no alcanzan para cubrir el valor de los pasivos. 2. Si la respuesta del punto anterior es positiva, y la sociedad tiene un estado de liquidación en forma privada, qué responsabilidades tienen los socios, el Liquidador y el Revisor Fiscal y cómo se puede subsanar esta situación? 3. Si los socios no atienden los requerimientos necesarios para la liquidación en cuanto a las reuniones, remuneraciones, gastos generales, aclaración de cuentas etc; cuál sería el procedimiento legal para hacer efectiva la renuncia al cargo de Liquidador y Revisor Fiscal y hasta dónde llegan sus responsabilidades? 4. La Sociedad puede ceder derechos contingentes por litigios con terceros estando en proceso de liquidación?. 5. Si los administradores anteriores no entregan cuentas, indicando obligaciones o derechos contingentes al Liquidador, qué responsabilidad recae sobre los Administradores, Socios, Liquidador y Revisor Fiscal" Para absolver la anterior consulta nos permitimos hacer previamente las siguientes consideraciones: 1. Clases de Proceso Concursal. La competencia de la Superintendencia no depende de si la sociedad está o no vigilada. De conformidad con el artículo 89 de la Ley 222 de 1.995, existen dos modalidades de trámite concursal; una, es el concordato o acuerdo de recuperación de los negocios del deudor; y otra, un concurso liquidatorio respecto de los bienes que conforman el patrimonio del deudor, cuya competencia para su trámite respectivo tratándose de sociedades comerciales, se encuentra en cabeza de esta Superintendencia tal y como se desprende de los artículos 90 y 214 de la misma ley, independientemente de que estén o no sujetas a su vigilancia. 2. Sujetos legitimados para impetrar la liquidación obligatoria. Este trámite de liquidación obligatoria podrá ser solicitado de conformidad con lo previsto en el artículo 149 de la mencionada Ley 222, por el deudor, o decretado de oficio por la Superintendencia de Sociedades en los casos previstos en el artículo 150 de la referida ley, con los efectos previstos en su artículo 151. 3. Liquidación obligatoria. La calidad de los acreedores no altera los supuestos para su apertura. Pregunta usted si es viable la liquidación obligatoria de la sociedad teniendo en cuenta que el acreedor principal es un organismo del Estado "DIAN", a lo cual le manifestamos que este proceso concursal no depende de la categoría de los acreedores sociales, sino del estado económico de la sociedad; esto es, si incurre en algunos de los presupuestos previstos par tal efecto, los cuales coinciden con los del concordato, esto es, encontrarse en incumplimiento de las obligaciones de contenido patrimonial, o en graves y serias dificultades para el cumplimiento de las mismas, o ante un temor razonable de llegar a las circunstancias anteriores. De todas maneras, la Superintendencia será la que determine, luego de hacer un estudio exhaustivo de las condiciones de la empresa si en efecto es viable el trámite del proceso concursal para el cual se le invoca. Es importante expresarle, que el hecho de que los activos de la sociedad deudora no sean suficientes para cubrir las deudas sociales, no es óbice para llevarse a cabo un proceso concursal, pues lejos de ser un obstáculo es una circunstancia que confirma el delicado estado de la empresa y que servirá de base a la superintendencia para precisar la clase y tipo de proceso. Ahora bien, el hecho de que los activos sean insuficientes para atender los pasivos, no impide el trámite, y tan solo incidirá en la terminación de la liquidación. Es importante para terminar de aclararle las dudas sobre la presente inquietud, que estando la sociedad adelantando una liquidación de carácter privado, sería ese el procedimiento que debe llevar hasta el final, pues por sustracción de materia, ya no habría lugar a una de tipo obligatoria, pues una y otra tienen el mismo objetivo : -terminar con la empresa social-. 4. Patrimonio a liquidar. Inventario. Veamos que el patrimonio de la sociedad que ha de liquidarse está compuesto por la totalidad de los activos que tengan valor económico, como de los pasivos, con excepción de los bienes inenbargables y los derechos personalísimos e intransferibles (art. 170 de la Ley 222 de 1.995); de ahí la importancia de que el liquidador dentro de las fases primarias de su actuación, esté en la obligación de elaborar un inventario y así determinar la capacidad de pagar todos o parte de sus créditos en la proporción que se haya convenido, siendo importante para su consolidacIón que el mismo sea verificado periódicamente por la junta de acreedores, y en general, soportar el procedimiento, avalúo y aprobación correspondientes. Agotado todo el procedimiento para la liquidación de los activos, se procederá con la ejecución de los pagos respetando en todo caso su prelación legal (art. 2495 del Código Civil). 5. Cargas del Acreedor Estatal. Por los términos de su consulta parece preocuparle que el principal acreedor es una entidad del Estado, a los cuales vale precisarle, que la Ley 222 de 1.995, (Art. 122) también le impone a todas las entidades oficiales acreedoras de la entidad involucrada en el proceso concursal, contrario de lo que establecía el Decreto 350 de 1.989,. la obligación de hacerse parte en el proceso, so pena de lo dispuesto en el artículo 124 de la ley varias veces mencionada el cual es del siguiente tenor: "ACREEDORES EXTEMPORÁNEOS. Los acreedores con o sin garantía real que no concurran oportunamente, no podrán participar en audiencias y para hacer efectivos sus créditos sólo podrán perseguir los bienes que le queden al deudor una vez cumplido el concordato, o cuando éste se cumpla, se declare terminado y se inicie el trámite de liquidación obligatoria, salvo que en audiencia preliminar o final, sean admitidos de conformidad con lo previsto en esta ley". Sobre este aspecto el profesor Francisco Reyes en su obra, Reforma al Régimen de Sociedades (Cámara de Comercio de Bogotá 1996, Pág. 461) expresa sobre el particular que "...las entidades públicas no obtienen en el nuevo régimen el beneficio que les concedía el artículo 24 del Decreto 350 de 1989, según el cual los créditos a favor de entidades públicas presentados por el empresario en los anexos de la solicitud de concordato, por ese solo hecho se consideraban presentados oportunamente. Así, pues, todas las entidades oficiales que sean acreedoras de la entidad concursada- incluidos los fiscos de cualquier orden regional-, deberán hacerse parte en el proceso, mediante su oportuna presentación, so pena de quedar sujetas al régimen propio de los acreedores extemporáneos. Con ello deberá corregirse la frecuente inercia de las administraciones de impuestos, que tantos traumatismos había ocasionado a los empresarios y sus demás acreedores. 6. Responsabilidad de Administradores y/o Revisor Fiscal. Igualmente vale la pena ponerle de presente, que por la incapacidad de la sociedad para cubrir sus pasivos responderá el representante legal si se le comprobara que los perjuicios ocasionados a la sociedad se derivaron de actuaciones dolosas o culposas, y/o del revisor fiscal que conociendo situaciones anómalas omitió denunciarlas ante los asociados o ante las autoridades pertinentes, así como todas aquellas personas que de una u otra forma pudieron tener alguna injerencia en su desmedro patrimonial, hechos que una vez conocidos pueden ser ventilados ante la justicia ordinaria con miras a hacer efectiva la responsabilidad que a cada uno atañe. 7. Comportamiento de los Socios en el Trámite Liquidatorio. A su pregunta, qué pasa si los socios no atienden los requerimientos necesarios para la liquidación, le manifestamos que decretada la liquidación obligatoria, la sociedad deberá encaminar todas sus actuaciones a la terminación de la empresa social, por conducto de su liquidador, que para todos los efectos será su representante legal única persona capaz legalmente de comprometerla, de tal suerte que las determinaciones que adopte cualquier órgano social en pos de limitar sus facultades con el ánimo de entorpecer el procedimiento de ninguna manera tendrán el carácter de obligatorio, pues como liquidador deberá llevar a cabo un conjunto de operaciones tendientes a la terminación de todas las vinculaciones existentes entre la sociedad y los acreedores que con ella contrataron, la cual se prolonga hasta su extinción definitiva, observándose que la capacidad del liquidador va más allá de las que hubiese podido tener el representante legal durante la vida activa del ente societario, pues ésta debe ser acorde con su encargo, siendo imposible limitar sus actos, porque con ello se entorpecería el proceso liquidatorio: De todas maneras, su deber, según los términos de la Ley 222 varias veces citada será obrar de buena fe, con la lealtad y diligencia de un buen hombre de negocios, actuando siempre en favor de la sociedad y tendiendo en cuenta los intereses de los asociados; en lo que toca a su responsabilidad, vemos que aumenta su campo de acción, pues será solidaria e ilimitada por los perjuicios que por dolo o culpa ocasione a la sociedad, a los socios y a los terceros (artículos 23 y 24 de la Ley 222 de 1.995). 8. Extinción de Obligaciones - Cesión de Derechos. A la pregunta formulada en el punto 4. le manifestamos, que en efecto una sociedad en estado de liquidación puede ceder derechos contingentes por litigios con terceros, pues éstos forman parte de los activos de la sociedad, pues si observamos, como es obvio, la enajenación de los bienes del deudor son el propósito primordial de la sociedad en liquidación para poder pagar los pasivos que la misma registra dentro de su contabilidad. 9. Rendición de Cuentas. Refiriéndonos a los administradores salientes, le informamos, que de acuerdo con el artículo 45 de la Ley 222 de 1.995, están obligados a rendir cuentas comprobadas de su gestión dentro del mes siguiente a la fecha en la cual se hubiesen retirado de su cargo, para lo cual deberán presentar los estados financieros junto con el informe correspondiente, norma que por ser de carácter imperativo no podrán sustraerse de su cumplimiento, pudiéndose, en el evento tal, recurrir a la justicia ordinaria. 10. Cesación de Funciones del Administrador. Decretado el estado de liquidación de la sociedad, se procederá al nombramiento del liquidador, quien para todos los efectos legales será el representante legal de la sociedad, lo cual implica que, para quien ostentaba tal caracterización cesan sus funciones como administrador a partir de ese momento. Dicha designación corresponderá, en caso de ser privada, al órgano social correspondiente; pero que, tratándose de la obligatoria a la Superintendencia de Sociedades (art. 162, L.222 de 1.995). Ahora, en el evento que el liquidador por motivos de cualquier orden se vea abocado o con deseos de retirarse del cargo, éste, como representante legal de la compañía en liquidación está facultado para convocar al máximo órgano social para que proceda a su reemplazo o revoque su designación, cesando su responsabilidad desde ese mismo momento, por cuanto ante circunstancias similares se pierde la calidad bajo lo cual se venía desempeñando. Sobre este aspecto dice el profesor José Ignacio Narváez en su obra Teoría General de las Sociedades, Quinta Edición, Pags. 218 y 219 que "...Tratándose de actos jurídicos sujetos a registro mercantil, tales actos son válidos desde el momento en que se cumplen los requisitos de fondo de todo negocios jurídico y los de forma que para algunos casos establezcan las leyes, pues el registro no afecta dicha validez sino su eficacia ante terceros." Lo anterior tiene su razón de ser, en que la finalidad perseguida con el registro público es la de poner en conocimiento de terceros determinados actos y contratos so pena de inoponibilidad, como se observa del tenor del artículo 901 del Código de Comercio, que hace énfasis en que "Será inoponible a terceros el negocio jurídico celebrado sin cumplir los requisitos de publicidad que la ley exija. En opinión de este Despacho, es suficiente que se hubiere surtido la aceptación de la renuncia o revocación del cargo, como quiera que, al despojársele a un administrador de la calidad bajo la cual se venía desempeñando, pierde necesariamente toda competencia de actuación frente a la sociedad, a más de que, por motivos que caen de su peso, es imposible seguir respondiendo por actos ajenos ejecutados con posterioridad a su retiro, lo que de todas maneras tendría que demostrarse si las necesidades así lo exigieran. En los anteriores términos damos respuesta a su consulta, advirtiéndole que la misma tiene el alcance previsto en l artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.