LAS BASES DEL JUICIO DE DIOS Cada cultura tiene un sistema de leyes y orden. En todos los países los jueces deben tener una base sobre la cual juzgar. Así como necesitamos una base desde la cual trabajamos o actuamos así también los jueces en los tribunales de todos los países deben tener unas bases sobre las cuales juzgar. Si no las tienen, entonces no son buenos jueces. Quien espera para ser juzgado debe saber sobre qué base el juez considerará su caso. En Su sistema de juicio Dios es misericordioso con nosotros. La Biblia enseña que cada uno de nosotros va a estar delante de Dios para ser juzgado. El juez es Dios. Toda la humanidad estará delante de Él para ser juzgada. Dios nos ha dicho las bases sobre las cuales Él nos juzgará. Cuando Pablo escribió a los romanos, él les explicó cuidadosamente LAS BASES DEL JUICIO DE DIOS. El texto está en Romanos capítulo 2, versículos del 12 al 16, en el Nuevo Testamento. 12. Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; 1 13. porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 14. Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15. dando mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16. en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio. Amigo, este tremendo texto nos habla de las bases del juicio de Dios. El juicio de Dios se basa en las LEYES que Él ha establecido y bajo las cuales están todas las personas. Repito: todas las personas están bajo las leyes que Dios ha establecido y esas leyes son las bases del juicio de Dios. LA LEY DE MOISÉS ES LA PRIMERA BASE DEL JUICIO DE DIOS. La ley de Moisés le fue dada al pueblo de Israel por el mismo SEÑOR en el Monte Sinaí. En el Antiguo Testamento uno puede explorar eso en el libro de Éxodo, el segundo libro de la Biblia. Allí se nos dice muy claramente que Dios le trajo esa ley a 2 Moisés. Es por eso que se llama la ley de Moisés. Es realmente la ley de Dios, pero la llamamos la ley de Moisés porque fue Moisés quien la recibió de Dios para poder dársela al pueblo de Israel. Ellos iban a ser el pueblo especial de Dios. Ningún otro pueblo en el mundo ha tenido esa responsabilidad tan clara de recibir de Dios Su ley. Ningún otro pueblo fue tan favorecido y ningún otro pueblo fue tan responsable. En esa ley que Dios le dio a Moisés les dijo cómo vivir. Dios les advirtió si no viven de esa manera entonces serían castigados por su desobediencia. Esa es exactamente la forma en que el Apóstol Pablo lo dice aquí en el versículo 12: " Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados." Él continua diciéndonos "porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados." La Ley de Moisés es una base sobre la cual Dios juzgará. La norma de la santidad de Dios fue establecida en la ley de Moisés y los que están bajo esa ley serán juzgados por esa ley. LA LEY DE LA NATURALEZA ES LA SEGUNDA BASE SOBRE LA CUAL DIOS JUZGA. Pablo introdujo esa idea en el versículo 14: "Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por 3 naturaleza lo que es de la ley." Esta ley de la naturaleza les es dada a todos los hombres. Pero los gentiles, que no estaban en una posición como el pueblo de Israel para recibir la ley de Moisés, tenían una ley escrita en su propia naturaleza, en sus mentes y en sus corazones y por lo tanto hacían las cosas que estaban en la ley. Dios puso en la mente, en el corazón y en el espíritu, la esencia de cada ser humano, para saber que algunas cosas están bien y algunas cosas están mal. Que ciertos actos son aprobados y ciertos actos son condenados. Esa es la ley de la naturaleza. Pero allí también el pecado debe ser castigado. Inclusive cuando la gente no tenga el conocimiento de la ley de Moisés, la naturaleza les dice lo que está bien y lo que está mal. Cuando esas personas que están bajo la ley de la naturaleza van en contra de lo que por naturaleza saben que es correcto, entonces Dios tiene que juzgarlos. La norma de justicia de Dios también está establecida en la ley de la naturaleza. LA LEY DE LA CONCIENCIA ES LA TERCERA BASE DE JUICIO DE DIOS. Pablo establece esta base en el versículo 15: "Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia." Toda persona tiene una conciencia. Esa 4 conciencia a veces se describe como la voz de Dios en el alma. Está escrita en el corazón. Los seres humanos son diferentes a los animales en el sentido que el hombre tiene la capacidad de razonamiento y sabe lo que es bueno y lo qué es malo. Nosotros tenemos eso escrito en nuestros corazones para que nuestras conciencias y nuestros pensamientos nos acusen o nos excusen. Dese cuenta que nuestros pensamientos internos pueden ser acusatorios, condenatorios o nos excusan y decirnos que es correcto, ¿entiendes? Es la conciencia la que carga con el testimonio de estas cosas. La imparcialidad de Dios está establecida en la ley de la conciencia que todo ser humano viviente tiene internamente. La conciencia como una de las leyes de Dios es una base del juicio de Dios. LA LEY DEL EVANGELIO ES LA BASE FINAL DEL JUICIO DE DIOS. Pablo lo dice bien en el versículo 16: "En el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio." El evangelio de Jesucristo es para todo el mundo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna," el gran texto de oro de la Biblia, Juan 3:16, en el Nuevo Testamento. 5 Pablo resume el Evangelio en otra carta. La referencia es Tito 2:11-14, también en el Nuevo Testamento: "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras." Amigo mío, esa es la ley del Evangelio, para todo el mundo. Las cosas secretas de los hombres van a ser juzgadas de acuerdo al Evangelio. Esa es la ley final que proporciona la base sobre la cual Dios juzgará. Todas las personas están bajo una de estas leyes: la ley de Moisés, la ley de la naturaleza, la ley de la conciencia y de la ley del Evangelio. Todos estamos bajo ellas. Por supuesto, la última es la más importante porque Dios va a juzgar los secretos de los hombres por medio del Evangelio de Jesucristo. 6