Me vi cerrar los ojos... espacio, espacio donde estoy y no estoy Octavio Paz Las formas orgánicas despiertan sensaciones de atracción y resistencia al mismo tiempo, hacen posible explorar múltiples texturas y contrastes; y permiten lograr superficies aparentemente frágiles y delicadas, de ricas connotaciones antropomórficas. Indagar sobre las posibilidades de las formas orgánicas es una manera íntima de construir un discurso particular en el arte, tomando como punto de partida la escultura; buscando el momento donde los materiales y las formas se encuentren en armonía. Lo orgánico se nos presenta en la naturaleza con ritmos, movimientos y patrones que se repiten dando nacimiento a otras formas, de ahí deriva la teoría de los fractales presente en mi trabajo. El juego repetitivo de la naturaleza se traduce en escultura de manera similar a la unión de células que forman organismos complejos, cuerpos más grandes creados de estructuras pequeñas. Las formas del mundo orgánico me sirven como punto de partida para un juego creativo cuyo producto final tiene poco parecido con la fuente original o con cualquier objeto natural. Mi interés no es desarrollar una narrativa, sino un punto de confluencia, y expresar con materiales físicos ideas abstractas de lo orgánico hacia lo escultórico. Los materiales y los procesos empleados crean sensaciones y ánimos diferentes, desde lo onírico hasta lo concreto, cada escultura propone un ámbito emocional particular, una exploración singular sobre la estructura que da origen a la piel de cada obra. Miriam Medrez MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE MONTERREY