Constitución Fundamental MJC CÓDIGO DE ÉTICA Introducción 1. El Código de ética del MJC es una declaración de intenciones aceptada por todos sus dirigentes. 2. El Código parte del principio de que las consideraciones éticas no tienen que ver con reglas a seguir, mas bien, se derivan de la esencia misma del MJC, y que se manifiestan en toda actividad que se realice en o bajo su nombre 3. Todas las consideraciones aplican en todos los niveles de responsabilidad y en todas las actividades en donde está presente algún equipo del MJC o participe su nombre. 4. El Código aporta un sólido marco ético para luchar contra las presiones ejercidas por la sociedad moderna, las cuales implican una amenaza para la Constitución Fundamental del MJC, que se basa en el “formación de líderes cristianos”, con inspiración católica y espíritu de servicio. Objetivo del Código 5. El Código pretende esencialmente promover el “liderazgo cristiano” como un eje de principios para el desarrollo de niños, adolescentes y jóvenes en cada una de sus actividades. Sin embargo, el Código se enfoca a los dirigentes y equipos que ejercen una influencia directa o indirecta en la formación de los miembros del MJC. 6. El Código engloba el concepto formación integral de los niños y adolescentes y el concepto de responsabilidad de los dirigentes y equipos, en su condición de promotores de “líderes cristianos” y de garantes del respeto a la persona. Definición de “Liderazgo cristiano” 7. Se entiende por Liderazgo cristiano a toda acción llevada por un líder que guíe y dirija con el ejemplo cristiano, siendo su objetivo la construcción del Reinado de Dios en la Tierra, a través de la evangelización de los espacios y personas en y con las que se desenvuelve. 8. Entendemos como definición de líder, aquella que dio el Papa Pío XII, un líder es una persona espiritualmente eminente, de firme carácter, de sólidas convicciones cristianas, de juicio justo y seguro, de sentido práctico y ecuánime, coherente consigo mismo en todas las circunstancias. Persona de doctrina clara y sana, de propósitos claros y rectos, capaz de ser guía y jefe, capaz de difundir visiones claras, bondad operativa y justicia, igualmente favorable a todos, de tendencia hacia la unión y la concordia con el espíritu de sincera fraternidad. Definición de “Formación Integral” 9. Entendemos que formar es generar en lo niños, adolescentes y jóvenes nuevas actitudes de vida y nuevas capacidades que les permitan ser, clarificar sus proyectos de vida, vivir en comunidad e intervenir eficazmente en la transformación de la realidad. 10. Proponemos la formación en la acción como el proceso donde ofrecemos a nuestros integrantes la posibilidad de realizar una acción reflexionada y de tener una reflexión comprometida. 11. El carácter integral se refiere a la multiplicidad y riqueza de los aspectos de crecimiento de la persona y el carácter procesal de su maduración. Responsabilidades 12. El Código reconoce que la participación de niños, adolescentes y jóvenes se inserta en un entorno social más amplio. Admite que el individuo, la sociedad y la Iglesia sólo pueden aprovechar plenamente las ventajas potenciales del MJC si el “liderazgo cristiano” deja de ser un concepto secundario para convertirse en eje central; reconoce que todas las personas que, de Constitución Fundamental MJC una forma directa o indirecta, favorecen e influyen en la experiencia que niños, adolescentes y jóvenes viven en el MJC, deben conceder una prioridad absoluta a esta misión. 13. Los responsables de que esto suceda son: a. Coordinación Nacional. Contribuyendo a que todas las líneas de acción estén encaminadas al cumplimiento de la misión. b. Coordinaciones Regionales, Zonales y de Líneas. Para que la formación que brindan a sus dirigentes sea pensada con base en la misión de formar líderes cristianos con espíritu de servicio. c. Coordinadores de Equipo. Ellos en su condición de dirigentes de un grupo particular de niños, adolescentes o jóvenes concentran una especial responsabilidad que los compromete a enseñar a sus dirigentes a cargo a dar testimonio de la misión y a su vez enseñar a su campo la alegría del servicio. d. Jefaturas. Jóvenes que convencidos de la misión se comprometen a seguir transmitiendo el deseo y gusto de servir y vivir su liderazgo entre los campos de apostolado en lo que trabajan. 14. Cada una de estas instancias tiene que asumir una responsabilidad y desempeñar una función. Este Código de ética va destinado a ellas, y solamente será eficaz si todos los actores del MJC están dispuestos a asumir las responsabilidades definidas en el mismo. Coordinación Nacional, Regional, Zonal y de Línea., 15. Las coordinaciones asumirán las responsabilidades siguientes : a. Favorecer la adopción de valores de convivencia y conducta adecuados, conforme a la Cultura MJC, siendo rigurosos en todos los ámbitos en los que el MJC esté presente. b. Alentar y apoyar a los dirigentes y equipos que apliquen principios éticos sanos en las actividades vinculadas con el MJC c. Alentar a los equipos que concedan importancia primordial a la promoción de la mística, valores y tradiciones, del MJC en los programas formativos. d. Apoyar cuantas iniciativas estén destinadas a promover el “liderazgo cristiano” en el MJC, en particular entre los adolescentes y jóvenes, y alentar a los equipos que concedan prioridad a este objetivo. e. Alentar, en los ámbitos local y nacional, el estudio e investigación destinada a mejorar la comprensión de los complejos problemas que afectan a la juventud mexicana y por ende al MJC, y a valorar el alcance de los comportamientos indeseables y las oportunidades de promover el “liderazgo cristiano”. Coordinadores de equipo y Jefaturas. 16. Los equipos asumirán las siguientes responsabilidades: a. Trabajar para que la misión se cumpla en su equipo. b. Tomar como eje base el Perfil de un equipo del MJC. c. Promover el espíritu de servicio a través del testimonio de vida. d. Trabajar en la formación de dirigentes conforme al perfil dictado por el MJC. Papel del dirigente frente a los Coordinadores 17. Un dirigente debe hacer su trabajo sin olvidar que el responde sobre su labor a su coordinador, ya sea de equipo, de Zona, de Línea o Nacional. 18. El coordinador de equipo debe mantener informado a su Coordinador de Zona y su Coordinador de Línea a través de la participación en los espacios acordados. 19. El Coordinador de Zona y de Línea debe mantener informado al Coordinador Nacional. 20. El Coordinador Nacional debe mantener informada de su labor a la Asamblea Nacional. Constitución Fundamental MJC 21. Un dirigente debe trabajar para que la misión se cumpla en su equipo. 22. Es deber del dirigente tomar como eje base el Perfil de un equipo del MJC y promover el espíritu de servicio a través del testimonio de vida. 23. El coordinador debe interpretar para su equipo, las decisiones de su Coordinador superior o de la Asamblea Nacional. Papel del dirigente frente al campo de apostolado 24. El dirigente debe estar pendiente de las necesidades de su campo y vislumbrar las futuras de modo que las pueda comunicar con oportunidad y se tomen las acciones necesarias para cubrirlas. 25. Es deber del dirigente hacer llegar a la gente a su cargo todas las noticias que influyan de manera directa o indirecta. 26. Es obligación del dirigente de considerar como confidencial cualquier noticia no oficial que llegue a sus oídos por parte de su campo. 27. El dirigente debe hacer lo posible por proteger la propiedad o los bienes de los espacios donde su equipo lleve a cabo sus actividades. Del trabajo con niños y adolescentes El dirigente debe: 28. Velar porque las actividades de su equipo prevean las necesidades específicas de los niños o adolescentes en su crecimiento. 29. Trabajar conforme a un plan de formación que incluya todos los aspectos de formación dictados por la Constitución Fundamental. 30. Poseer las calificaciones necesarias para orientar, formar y educar conforme a las transformaciones psicológicas y físicas de los niños y adolescentes. 31. Asumir las siguientes responsabilidades: a. Poseer un comportamiento ejemplar que ofrezca un modelo positivo a los niños, adolescentes y jóvenes; abstenerse en todo caso de recompensar, adoptar personalmente o pasar por alto todo comportamiento desleal por parte de terceros; imponer las sanciones adecuadas a este tipo de comportamiento; I. Inducir a realizar actos que pongan en riesgo su integridad física o moral. II. Extorsionar o abusar a los integrantes del MJC. III. Mentir o promover la mentira. IV. Atentados contra la vida V. Atentados contra la salud VI. Atentados contra la integridad física VII. Atentados contra la fe VIII. Atentados contra su integridad moral b. Velar por que el nivel de formación se ajuste al proceso de los niños, adolescentes o jóvenes, en función de los diferentes grados de participación en el MJC. c. Convertir la salud, la seguridad y el bienestar del niño, adolescente o del joven en la principal de sus prioridades, y lograr que estos objetivos sean prioritarios respecto al logro de la misión; d. Lograr que los niños vivan una experiencia del MJC que les anime a participar toda su vida en actividades saludables y que los aliente a vivir su fe con alegría siendo testigos y propagadores de la palabra; e. Abstenerse de tratar a los niños o adolescentes como si fuesen pequeños adultos, teniendo, en cambio, conciencia de las transformaciones físicas y síquicas que implica el desarrollo del niño o adolescente y del modo en que influyen en su rendimiento; Constitución Fundamental MJC f. Abstenerse de situar al niño o adolescentes ante expectativas que no sea capaz de satisfacer; g. Reconocer la importancia que tiene el disfrute y el gozo de la competición, absteniéndose en todo caso de ejercer sobre el niño o adolescente una presión indebida y contraria a su derecho a decidir libremente sobre su participación; h. Interesarse tanto por la gente mejor capacitada como por quienes no lo están tanto, destacando y recompensando, aparte del éxito en la competición, el desarrollo personal y la adquisición de conocimientos prácticos y teóricos en los cursos de adelanto. i. Alentar a los jóvenes a que creen sus propios modelos y adopten sus propias reglas; a que actúen no sólo como competidores, sino también como jefes, jefas o capitanes (entrenadores, líderes, directivos o árbitros); a que fijen su propio sistema de gratificaciones y sanciones por comportamientos desleales; y a que se hagan responsables de sus actos; j. Facilitar a los jóvenes y a sus familiares toda la información posible, con el fin de que sean conscientes de los potenciales riesgos y atractivos de la vida en el MJC. Papel del dirigente en su equipo de trabajo 32. El coordinador debe delegar autoridad a los dirigentes de su equipo, transmitirles el espíritu de servicio y alentar su iniciativa, promover su desarrollo y reconocer su buen trabajo. A cada dirigente se le debe hacer saber sus responsabilidades e informar sobre los principios del MJC. 33. Lealtad a su compañeros de equipo, espíritu de cooperación entre ellos y para con su campo, son esenciales para el buen desempeño del equipo. 34. Las críticas hacia el equipo deben hacerse llegar únicamente al coordinador del Equipo, Zona, Línea o Nacional, en ese orden, de manera escrita y a título personal, y con el sólo propósito de mejorar al equipo. 35. Al aceptar ser dirigente, la persona asume la obligación de permanecer lo suficiente para compensar la confianza depositada por su coordinador, de modo que este pueda preparar a otro dirigente para ocupar su lugar. Además, se apega fielmente a respetar los principios del MJC. 36. El dirigente nunca debe efectuar un negocio a nombre del equipo o del MJC que le produzca una ganancia personal. 37. El dirigente no debe utilizar los recursos del equipo en beneficio propio, si al hacerlo perjudica el desempeño del grupo. Papel del dirigente dentro de su labor en el MJC 38. El dirigente debe considerar su papel como una vocación de servicio y que fue llamado por sus cualidades y habilidades especiales. Es la oportunidad de vivir su liderazgo cristiano. 39. En vista de la importancia de los conocimientos y habilidades, el dirigente debe alentar a personas a vivir el espíritu de servicio en diferentes espacios, ya sea dentro o fuera del MJC, sin descalificar ninguna de las opciones, haciendo énfasis de la necesidad de tener líderes cristianos en todos los ámbitos sociales y eclesiales. 40. La promoción de personas dentro de las instancias del MJC debe ser confidencial y completamente justa, guiada únicamente por el cumplimiento del Perfil del dirigente del MJC. 41. Los dirigentes deben tener fe implícita y un interés crítico en la vocación del dirigente, y en su desempeño en las diferentes tareas en el MJC. 42. Únicamente a solicitud del la Coordinación Nacional o Asamblea Nacional, se deben emitir juicios públicos sobre el desempeño de un equipo del MJC. 43. Los dirigentes, reconociendo la necesidad de mantener al MJC unido, deben participar en las reuniones nacionales y las Asambleas Nacionales, de modo que se fortalezca el espíritu de cooperación e intercambio. 44. Se entiende que toda información confiada a un dirigente debe ser manejada con discrecionalidad de modo que no afecte al MJC o a algunos de sus integrantes. Constitución Fundamental MJC 45. El dirigente podrá organizar o participar en actividades, locales, zonales, regionales o nacionales, respetando los siguientes principios. a. La participación debe ser en todo momento honrada y cortés, sin distinción especial para personas o equipos. b. Criticar a otros dirigentes durante o después de las actividades de manera pública o frente al campo será considerado no ético. c. Un integrante del MJC, que se refiera de forma desfavorable a un dirigente durante el progreso de la actividad o que permita cualquier conducta que incite a otros en contra de un dirigente, será considerado impropio de pertenecer al MJC. d. Un dirigente organizador, que toma una decisión sobre el curso de la actividad, está cumpliendo con deber al cuidar la integridad física o moral de los participantes y el prestigio del MJC. Estas decisiones son finales y concluyentes. e. En eventos deportivos o en los que halla contacto físico, se respetarán los reglamentos establecidos para cada uno de los juegos según señalen los organizadores, conservando el espíritu de sana competencia y deportivismo. No hacerlo significa una falta de ética del dirigente que fomenta o permita que suceda, ameritando una suspensión del equipo, Zona o Línea, de eventos futuros. f. Todos los dirigentes y sus campos que participen en una actividad, están sujetos a las reglas y son gobernados por las decisiones de los organizadores. g. Las actitudes impropias pueden provocar una suspensión temporal o definitiva, del dirigente, miembro del campo o del equipo. Se consideran actitudes impropias durante una actividad: I. Utilizar lenguaje impropio e insultante en intervenciones públicas. II. Burla y humillación pública de otros dirigentes o equipos de trabajo. III. Burla de participantes no miembros del MJC, asesores, invitados especiales, familiares, sacerdotes, monjas, etc. IV. Burla de los símbolos o imágenes de la religión católica. V. Burla de las tradiciones o símbolos de mística del MJC. VI. Provocaciones de pelea e insultos a terceros. VII. Actitudes violentas que puedan provocar lesiones o atentar contra la integridad de los participantes. VIII. Estar antes, durante, o después de los eventos bajo influencia de estupefacientes, efectos del alcohol y dañar la imagen del MJC o del dirigente, ante sus integrantes o terceros. IX. Abuso de confianza, abuso sexual, deshonestidad, extorsión o enriquecimiento personal. Papel del dirigente en la sociedad 46. El dirigente debe velar porque se reconozca la labor formativa del MJC en los ámbitos social y eclesial y debe estar informado sobre las actividades en las que debe participar su equipo de trabajo. 47. Los dirigentes deben participar en eventos públicos, de la comunidad y de la Parroquia o Diócesis, en representación del MJC, para que ocupe el lugar que corresponde entre los grupos formativos y evangelizadores de niños, adolescentes y jóvenes, avisando a la instancia superior. 48. La conducta y comportamiento del dirigente debe ser tal, que redunde en prestigio para el MJC y la labor del dirigente. 49. Los dirigentes, reconociendo la necesidad de mantener al MJC unido, deben participar en las reuniones nacionales y las Asambleas Nacionales, de modo que se fortalezca el espíritu de cooperación e intercambio.