DISEOIDES: MBITO CIENTFICO

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DISEÑOIDES: ÁMBITO CIENTÍFICO
DE LAS FORMAS SEUDODISEÑADAS EN LA NATURALEZA
Luna Cárdenas S. B; Carrillo Chávez Irma
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Universidad Autónoma de Querétaro
Facultad del Hábitat
Universidad Autónoma de San Luís Potosí
RESUMEN
Se realizó una investigación bibliográfica y documental, acompañada de técnicas cualitativas
para poder proponer una definición de las formas seudodiseñadas en la naturaleza,
comprender los procesos de percepción visual de éstas, de interpretación y significación, de
manifestación lingüística, así como las implicaciones epistemológicas que estos procesos
tienen en el ámbito científico.
Con base en la investigación se puede afirmar que la interpretación y significación de las
formas seudodiseñadas en la naturaleza, son una consecuencia de un fenómeno psicológico
que se conoce como pareidolia.
Las diversas manifestaciones lingüísticas que tienen la interpretación y significación de estas
formas remiten a un debate epistemológico de antaño que pone en discusión el tema de la
objetividad científica y la veracidad de las conclusiones tomadas en los diferentes campos de
la investigación científica.
INTRODUCCIÓN
¿Por qué una estrella se enlaza con otra como un dibujo?
Escaramujo. Silvio Rodríguez
Esta investigación tiene por objetivo responder a la pregunta ¿por qué un ser humano ve en
las estrellas un dibujo, en las plantas una forma, en las nubes un animal, en el cuerpo humano
una herramienta de trabajo, etc.?
Desde tiempos remotos el hombre ha tenido la necesidad de comprender el mundo que habita.
Su capacidad de raciocinio, asociación y significación le han permitido hallar respuestas que
satisfagan su necesidad de certeza. Como resultado de estas capacidades ha concebido y
estructurado mitologías, cosmogonías, religiones y ciencias que le permitan entender su
realidad, predecir y en la medida de lo posible controlar los fenómenos sociales y naturales
que acontecen en su existencia.
A través de la historia podemos constatar que las diversas explicaciones que el hombre se ha
ido formulando han cambiado en una dinámica de progreso en la que al día de hoy tiene el
conocimiento científico como la máxima autoridad de raciocino y veracidad. Sin embargo
este estatus que la comunidad científica otorga a un conocimiento y que el grupo social
reconoce como tal, puede modificarse o ser sustituido por otro, ya que el mismo conocimiento
es dinámico y el hombre siempre esta en busca de respuestas.
Los cambios que se generan en la concepción del conocimiento no están exentos de ser
motivados por factores pisco-sociales, por esta razón el conocimiento científico no siempre
resulta ser tan objetivo y racional, y constantemente se replantean hipótesis, métodos,
paradigmas y teorías.
La interpretación científica que se hace de un diseñoide encontrado en la naturaleza es un
ejemplo de la influencia de las cargas subjetivas que están aunadas a todo ser humano, sin
importar el estatus o roll que desempeñe. Y una de las expresiones más claras de esta
influencia ocurre lingüísticamente como nominación cognoscitiva, que consiste en asignar un
nombre para referirse a algo que carece de él o porque el que tiene ya no satisface.
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DISEÑOIDE EN LA NATURALEZA
La definición que el etólogo ingles y teórico de la evolución, Richard Dawkins, hace del
concepto diseñoide coincide con el concepto de indicio empleado en la semiótica, que
podemos entender como señales -en el caso del diseño como formas o imágenes- que han sido
creadas en la naturaleza de manera no intencionada, y que sin embargo son susceptibles a que
la capacidad humana de significar le otorgue un sentido distinto al que tiene natural y
arbitrariamente.
Dice Umberto Eco (Pág. 145.1980) que “los campos semánticos dan forma a las unidades de
una cultura determinada y constituyen una organización”. En el diseño podemos interpretar
esto de la siguiente forma: dos imágenes que comparten uno o varios núcleos de significado
por sus características perceptibles por la vista y configuran una interpretación de la realidad
que se manifiesta a través del lenguaje por la nominación cognoscitiva.
PROCESO DE PERCEPCIÓN VISUAL
¿Quién no ha escuchado decir que los ojos son las ventanas del alma? Lo que es indiscutible
es que su función principal es ver, esta capacidad física es una de las ventanas que el hombre
tiene para acceder al conocimiento. Y como parte complementaria para entender los procesos
de percepción de los diseñoides es importante explicar, aunque de manera sencilla, el proceso
físico de visualización por el cual se perciben y reconocen formas.
La vista se logra mediante un proceso por el cual primero, la luz debe penetrar la córnea del
ojo; después atravesar la pupila, cuyo diámetro es controlado por la parte de color del ojo, que
es el iris; posteriormente pasar por el cristalino, que enfoca la luz sobre la parte central de la
retina llamada fóvea central; enseguida las ondas luminosas llegan hasta los conos y bastones
para estimularlos; por último el resto de las células que forman la retina se encargan de
transformar la luz en impulsos electroquímicos y de enviarlos al nervio óptico, el cual
transmite la información recibida al cerebro.
Figura 1.
Estructura del ojo
PROCESO PSICOLÓGICO DE SIGNIFICACIÓN
Una vez en el cerebro, la información llega a regiones como el núcleo geniculado lateral y la
corteza visual. Es en el cerebro donde se ubica la facultad humana de agrupar o segregar datos
que son recibidos sensorialmente -en este caso por la vista-, a los cuales se les otorga un
significado, cualquiera que sea; pero con la particularidad de estar determinado por las
experiencias previas que el sujeto guarda en la memoria, y siempre bajo la condición de estar
referido a algo concreto y lleno de sentido.
Una de las formar como se dota de significado a una percepción es mediante la asociación de
imágenes nuevas con imágenes ya experimentadas, con las cuales mantienen un enlace ya sea
por similitudes o diferencias.
La asociación que ese establece en los diseñoides es por similitudes a través del fenómeno
psicológico que se conoce como pareidolia el cual consiste en que un ser humano relaciona
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indicios vagos que se encuentran en la naturaleza de forma no intencionada, con formas
reconocidas. Ejemplo de esto es la asociación del conocido Cerro de la Silla que por su forma,
producto de un proceso geológico fortuito, se relaciona con una forma claramente recocida
una silla para montar a caballo.
Figura 2. Cerro de la Silla ubicado en
Nuevo León, Monterrey
Figura 3. Silla para montar a caballo
Esta asociación que ocurre en un proceso cerebral se evidencia en el lenguaje. Estos dos
objetos reales (referentes) tienen significados distintos pero comparten el mismo significante
(la palabra silla). (Jakobson)
DISEÑOIDES EN LA CIENCIA
El sujeto científico no escapa a estos procesos físicos y psicológicos que determinan la
percepción de los diseñoides, ni a la manifestación de las asociaciones subjetivas que se
evidencian a través del lenguaje.
Como ejemplo tenemos los hueso que la anatomía nombrada como martillo y yunque, una
clara asociación con herramientas de trabajo. Estas estructuras ósea se encuentra ubicada en el
oído medio conectadas con otro hueso llamado estribo, los tres recogen las vibraciones del
tímpano y las transmiten a la ventana oval.
Figura 4. Oído medio
Figura 5. Martillo y yunque, herramientas de
trabajo
Los estudios astronómicos que tienen como materia de investigación al planeta Marte
despiertan demasiadas inquietudes y especulaciones tanto en la sociedad como en las
comunidades científicas. Las primeras exploraciones a este planeta, las cuales se realizaron en
el contexto de la guerra fría como una competencia entre Estados Unidos y la Unión
Soviética, se hallaban en gran medida motivadas por las declaraciones del astrónomo italiano
Giovanni Schiaparelli, quien en 1877 aseguraba haber visto canales de irrigación por todo el
planeta. A partir de esta afirmación comenzaron a surgir diversas especulaciones e hipótesis
que planteaban la posibilidad de encontrar vida en Marte.
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En 1976 la nave estadounidense Viking 1 captó unas fotografías cuando sobrevolaba la
superficie del planeta rojo, las cuales fueron muy polémicas ya que en ellas reconocían un
rostro. Posteriormente los científicos determinaron que sólo se trataba de una meseta del
planeta y que la percepción de un rostro en la superficie estaba provocada por las sombras; sin
embargo continuaron las especulaciones y la asociación de esta meseta con un rostro.
Figura 6. Fotografía del planeta Marte,
captada por la nave Viking 1 en 1976.
CONCLUSIONES
Un estudio científico en cualquier campo siempre se enfrenta a diversas dificultades teóricas,
metodológicas, e incluso epistemológicas que se plantean el problema de la cientificidad de la
misma ciencia. Diversos epistemólogos pueden tener una hipótesis distinta a cerca del origen
de la ciencia, una de ellas es la que plantea que el conocimiento científico se genera como una
continuación del conocimiento ordinario. El conocimiento expresado en paradigmas es el
comienzo de la construcción del conocimiento científico, según Thomas Kuhn. Los
paradigmas al entrar en competencia unos con otros para comprobar su grado de veracidad
son los que motivan el desarrollo y progreso del conocimiento científico.
Sabios de antiguas civilizaciones como la mesopotámica, egipcia, maya, griega entre otras, en
su necesidad de explicarse un fragmento de su realidad desarrollaron complejas creencias
astronómicas y místicas relacionadas con los astros celestes, en los cuales veían formas de
figuras mitológicas que dan origen a las constelaciones, los antiguos mapas celestes. Con el
paso del tiempo y el desarrollo tecnológico este paradigma ha sido desplazado por otro el cual
establece un mapa de la bóveda celeste distinto al que observaron los sabios antiguos.
Figura 7. Atlas de Farnesio, basado
en el catálogo estela de Hiparlo.
Fred N. Kerlinger considera que para entender la ciencia y la investigación científica es
necesario tener comprensión del lenguaje. La nominación cognoscitiva de los diseñoides en el
campo científico es sólo un reflejo de los ineludibles procesos mentales de asociación que se
gestan en el cerebro humano. Sin embargo algunas de las cuestiones que en verdad pueden
poner entredicho la cientificidad de un paradigma radica en un problema de razonamiento que
casi siempre conduce a argumentos erróneos expresados lingüísticamente en las falacias.
BIBLIOGRAFÍA
ECO. Humberto. Tratado de semiótica general. 2da edición. Edit. Nueva Imagen. México. 1980.
JAKOBSON. Roman. Arte verbal, signo verbal, tiempo verbal. Fondo de Cultura Económica.
México. 2003.
KERINGER. Fred N. Investigación del comportamiento. Edit. Interamericana, S. A. México
1974.
KUHN. Thomas S. La estructura de las revoluciones científicas. F.C.E. Madrid. 1975.
SORIA. Teodoro D. Psicología. Edit. Esfinge. México. 1988.
WHITTAKER. James O. Psicología. Edit. Interamericana, S. A. México. 1965.
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