,3 Bruselas, 15 de Enero de 2002 /DV PRQHGDV QDFLRQDOHV KDQ GHVDSDUHFLGR FDVL GH ODFLUFXODFLyQ 3RUWpUPLQRPHGLRPiVGHQXHYHGHFDGDGLH]SDJRVHQHIHFWLYRVHHIHFW~DQ HQHXURV&HUFDGHWUHVFXDUWDVSDUWHVGHODVPiTXLQDVDXWRPiWLFDVWDPELpQ HVWiQ\DDGDSWDGDVDOHXUR0HQRVGHTXLQFHGtDVGHVSXpVGHOODQ]DPLHQWR GH ODV RSHUDFLRQHV OD FLUFXODFLyQ GH ODV PRQHGDV QDFLRQDOHV \D HV VyOR UHVLGXDO El sábado, el porcentaje (en volumen) de los pagos en efectivo en euros se situaba por término medio en torno al 92%. Esta cifra es superior al 90% en casi todos los Estados participantes. El cambio al euro casi ha finalizado (porcentaje de pagos superior o igual al 95%) en cinco países (Alemania, Países Bajos, Irlanda, Finlandia, Luxemburgo). En todos los Estados participantes, la circulación de la moneda nacional ya no es más que prácticamente residual. El reto de la introducción rápida del euro se ha superado gracias al entusiasmo de los europeos por su nueva moneda, a la adaptación muy rápida de los cajeros automáticos y a que los comerciantes han respetado su compromiso de dar el cambio en euros. Casi tres cuartas partes de las máquinas automáticas están adaptadas al euro. Esta proporción es superior a la media en seis países (Irlanda, Países Bajos, Italia, Grecia, Austria y Luxemburgo). En casi todos los Estados participantes se descubren a diario intentos de poner en circulación algunas reproducciones de billetes de euro de mala calidad (fotocopias, impresiones de billetes obtenidas por escáner, recortes, etc). No se ha detectado ninguna falsificación "seria" de billetes o monedas de euro. Las colas de espera son normales en los comercios, a pesar de que las rebajas ya han comenzado en numerosos Estados participantes. Los transportistas de fondos se dedican ahora a recoger las antiguas monedas nacionales. La actividad en las ventanillas de los bancos ha recuperado su nivel habitual en la mayoría de los Estados. El euro se ha asentado sin sobresaltos en el corazón de los circuitos económicos.