Beber una cantidad adecuada de líquidos, esencial para mantener

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El Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) recuerda que la hidratación
de la piel no se consigue sólo con cremas o productos tópicos
Beber una cantidad adecuada de líquidos, esencial
para mantener una piel saludable
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La piel tiene que hidratarse desde dentro y para eso es fundamental
que la cantidad de líquidos que recibe a través de los alimentos y las
bebidas sea el correcto para cada persona. En general, se recomienda
consumir entre 2 y 2,5 litros diarios, una cantidad que puede
aumentar en función del sexo, la edad, el nivel de actividad física o la
temperatura ambiental, entre otros.
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El agua, las infusiones, los refrescos, los zumos, los lácteos y los
caldos hidratan todos los órganos del cuerpo, incluida la piel. Variar el
tipo de bebidas que se toman a lo largo del día y optar por aquellas
que tienen buen sabor ayudan a beber lo necesario.
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Cuando la piel está bien hidratada tiene mayor elasticidad y está más
protegida, por lo que es también más resistente frente a cualquier
agresión externa, como en el caso de patógenos que pueden
ocasionar infecciones. Factores como la exposición al sol, el calor, el
aire acondicionado, la contaminación o el consumo de tabaco y alcohol
provocan la deshidratación de la dermis.
Madrid, 5 de mayo de 2011.- Para que la piel luzca radiante y goce de
una buena salud, al igual que sucede con el resto del organismo, es
fundamental tener una correcta hidratación. Pero ésta no se consigue
sólo a través de cremas u otros productos tópicos, sino sobretodo
hidratándola desde dentro a través de la ingesta de líquidos. ¿Por qué?
“Cuando tomamos una bebida, el agua que ésta contiene llega al
estómago y desde ahí se distribuye a través de los vasos
sanguíneos para llegar a los distintos órganos, incluyendo la
piel”, explica Rosa María Ortega, catedrática del Departamento de
Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de
Madrid y miembro del Comité Científico Asesor del OHS. Por eso, “para
tener un buen estado de salud y una piel bien hidratada es
necesario consumir como mínimo entre 2 y 2,5 litros diarios. El
agua, las infusiones, los refrescos, los zumos, los lácteos o los
caldos hidratan el organismo y ayudan a mantener un aspecto
saludable de la piel” –añade Rosa María Ortega-.
Si la piel está bien hidratada está posee mayor elasticidad y está más
protegida, por lo que es más resistente frente a cualquier agresión
externa. Sin embargo, cuando no se bebe lo suficiente se producen
diversas alteraciones en el funcionamiento corporal y disminuye además
la capacidad de protección de la dermis, ya que la piel ve alterado su
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equilibrio hídrico y no ejerce adecuadamente sus funciones protectoras y
reguladoras. Como consecuencia, pierde su elasticidad, suavidad y tono y
se vuelve seca y opaca. Esta situación hay que vigilarla sobre todo en
verano por las altas temperaturas y por la exposición de la piel al sol.
Así pues, de cara a la primavera y el verano hay que extremar el cuidado
de la dermis, ya que en estas estaciones se ve sometida a condiciones
más extremas como son las altas temperaturas, la exposición al sol y la
sudoración excesiva. No debemos olvidar que una buena hidratación
permite también mantener una correcta termorregulación corporal,
situación esencial para un buen funcionamiento de las células de la piel.
El rostro, el cuello, las manos y los antebrazos son las partes del cuerpo
que más se resienten durante estos meses. En esta época del año Rosa
María Ortega recuerda que también aumentan las situaciones de riesgo
de deshidratación, por lo que “cuando hace más calor, al realizar una
actividad física intensa o en función de la edad, es necesario
beber más”.
Conscientes de que en muchas ocasiones alcanzar los niveles adecuados
de hidratación es complicado y, para muchas personas resulta aburrido,
los especialistas del OHS recuerdan que lo que hidrata en una
bebida es su contenido hídrico, por lo que podemos elegir entre una
amplia variedad de bebidas. No sólo el agua, sino también las
infusiones, los refrescos, los zumos, los caldos y los lácteos
hidratan el organismo y ayudan a mantener la piel en perfectas
condiciones.
La piel: una barrera de protección
La piel está formada en gran parte por agua. De forma natural, dispone
de sus propios mecanismos para mantener su correcta hidratación y
crear una barrera de protección frente a las agresiones externas. Gracias
a su “manto hidrolipídico”, una película protectora que está formada por
agua y lípidos, frena la evaporación de la humedad, protege de las
agresiones externas y mantiene el pH de la piel dentro de los límites para
evitar la aparición de infecciones.
Sin embargo, es muy fácil que se pierdan estos niveles hídricos.
Condiciones climáticas como el calor intenso, la sequedad, la
contaminación, el aire acondicionado, así como hábitos como el consumo
de alcohol o tabaco y malas costumbres alimenticias, pueden acabar con
esas defensas naturales con las que cuenta la piel.
Cuando este manto hidrolipídico sufre desequilibrios, deja escapar la
humedad de la piel y aparecen síntomas de deshidratación como
irritabilidad, tirantez y sequedad. Además, con el paso del tiempo
disminuye la parte de grasa de la epidermis y las glándulas sebáceas son
menos activas, por lo que no retienen el agua como antes, haciendo que
la piel se vuelva más apagada, áspera y más propensa a la aparición de
arrugas.
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Decálogo del Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) para
lucir una piel bonita y sana durante el verano
1. Toma de 2 a 2,5 litros de líquidos diarios. Cuando aumente el
calor, la humedad o tu nivel de actividad física puedes necesitar
beber más porque se incrementan las pérdidas hídricas.
2. Bebe de forma continuada a lo largo de todo el día, incluso
aunque no tengas sed, ya que esta sensación aparece cuando
existe ya cierto grado de deshidratación.
3. Lleva a mano una botella de tu bebida favorita que te recuerde la
necesidad de beber.
4. Elige entre la gran variedad de bebidas que tienes a tu
disposición. Además de agua, las infusiones, refrescos, los zumos,
los caldos y los lácteos ayudan a beber lo suficiente e hidratan el
organismo.
5. Las frutas, verduras y hortalizas también contribuyen a la
hidratación, ya que tienen un alto contenido en agua.
6. Evita el alcohol porque tiene un gran poder diurético y deshidrata.
7. Si haces deporte, debes beber antes, durante y después de
practicarlo, ya que se pierde mucho líquido a través del sudor. En
estas situaciones, recuerda que las bebidas para deportistas te
ayudan a reponer sales minerales y glucosa además de hidratarte.
8. Hidrata tu piel también desde
especializados de uso tópico.
fuera
utilizando
productos
9. En verano evita tomar el sol entre las 12 del mediodía y las 4 de
la tarde, ya que son las horas de mayor intensidad y puede tener
efectos nocivos sobre la piel.
10. Usa siempre protección solar con filtro UVA y UVB para evitar los
daños de la radiación solar y el envejecimiento prematuro de la
piel.
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El Observatorio de Hidratación y Salud (OHS)
El OHS es una institución de carácter científico-técnico que surge de la
necesidad de mejorar el conocimiento en torno a la hidratación y
profundizar en sus aspectos sanitarios. Con este fin, promueve proyectos
de investigación y recopila toda la información, estudios y bibliografías
relacionados con esta área. A su vez, fomenta la educación y la
divulgación para concienciar a la población de la importancia de adoptar
hábitos saludables y, de este modo, prevenir problemas de salud
asociados a la deshidratación.
Para más información:
Gabinete de Prensa. Observatorio de Hidratación y Salud
INFORPRESS
Silvia Díaz / Esther Román
[email protected] / [email protected]
Tfno. 91 564 07 25 / 667 643 175
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