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La importancia de formar talento calificado
Por Carlos Castilla
El sector público y la iniciativa privada hablan en diversos foros y en distintos tonos sobre la
importancia y necesidad impostergable de generar plazas de empleo en el país. ¿Pero quién se ha
dado a la tarea de enfatizar la pertinencia de formar talento que responda a las exigencias
internacionales?
Es innegable la preocupación colectiva que genera la pérdida constante de empleos en el país,
máxime cuando se pone en perspectiva el nivel de desempleo con la creciente demanda laboral por
parte de los egresados universitarios.
En ese contexto cobra especial importancia el que la iniciativa privada e instituciones de educación
superior, conjunten esfuerzos con un sentido estratégico, para atender las necesidades de formar
talento calificado en las áreas que la actividad económica demanda.
La Industria de las Tecnologías de la Información (TI) en México tiene proyectado crecer de una
manera importante en los próximos cinco años, lo cual implica incorporar a nuevos proyectos, recursos
humanos calificados.
Como en su momento lo fue el sector maquilador, hoy en día el sector de tecnologías de información
es una plataforma estratégica para el desarrollo económico de muchos países. Como ejemplo la India,
cuya industria de las TI ha crecido en promedio 50% durante la última década y actualmente equivale
aproximadamente al 10% de su PIB.
Este explosivo crecimiento ha sido posible, en gran parte, por el rápido y persistente incremento de las
exportaciones de software. Además, el Gobierno de India se ha mostrado altamente receptivo al capital
extranjero para mantenerse competitivo.
Sin embargo, México tiene en sus manos la gran oportunidad de captar mucho más interés de
empresas asentadas en Estados Unidos, Canadá y Europa principalmente. No sólo por su posición
geográfica estratégica o por su zona horaria, también por el desarrollo de su industria de TI en lo
particular, así como por los proyectos conjuntos donde convergen Iniciativa Privada, Universidades y
Gobierno.
Durante los años más recientes, mucho más evidente en el último trienio, las compañías
estadounidenses han encontrado en México una valiosa mina de empresas y talento calificado,
bilingüe, con experiencia en el desarrollo de software y en la prestación de servicios de Business
Process Outsourcing (BPO).
Este contexto ha permitido al sector crecer quizá más que ningún otra industria, y se proyecta que
durante el presente año, reportará un dinamismo positivo: una tasa de crecimiento estimada del 8%,
exportaciones calculadas de software y aplicaciones por $4 mil 230 millones de dólares, un mínimo de
2 mil 350 empresas, 10% de ellas con certificados de calidad; 32 estados con políticas de TI, 22
parques tecnológicos y 157 universidades con programas de tecnología.
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Sin embargo, y a pesar del excelente desempeño del Programa de Software (Prosoft) de la Secretaría
de Economía durante el más reciente lustro, para alcanzar las metas planteadas por este fondo para el
año 2013 -llegar a $15 mil millones de dólares de facturación, generar 625 mil empleos directos y de
aportar el 22.3% del PIB-, la industria de las TI tiene frente a sí grandes desafíos, los cuales y en gran
medida, pueden salvarse a través de una profunda reforma educativa.
Una reforma que incorpore acciones académicas y disciplina formativa que ayude a los estudiantes
desde la educación básica, a incorporar el inglés como segunda lengua, puesto que este tema es una
enorme barrera que obstaculiza al país para exportar conocimiento tecnológico.
Para que esto ocurra, desde nuestro punto de vista es necesario que tanto empresas, Universidades y
Gobierno, trabajen bajo un esquema tripartita que les permita alcanzar metas y lograr objetivos que se
traduzcan en un escenario altamente competitivo.
Acertadamente ya hay proyectos en este sentido. En Neoris estamos estructurando una palanca de
cambio para dinamizar el desarrollo de profesionistas con altos estándares de calificación, que ayuden
a soportar el crecimiento de la industria de las TI en el país.
Se trata de un programa que ofrecerá a los alumnos de los últimos semestres de las ingenierías, la
oportunidad de capacitarse brindándoles a los estudiantes la posibilidad de formarlos como
desarrolladores y consultores con niveles de competitividad internacional.
Este proyecto institucional es una realidad gracias al trabajo conjunto de Universidades y Neoris,
enfocado brindarles una formación integral y profesional antes de concluir sus estudios, con miras a
contar con talento que respondan a las exigencias de la industria y de los clientes.
La parte de la fórmula que aún falta, es la decisión de las autoridades educativas federales y locales,
para sumarse a efecto de incorporar en la política educativa pública, las acciones necesarias para
aumentar el dominio del idioma inglés.
Es muy importante para el país el ocuparnos todos –empresas, universidades y Gobierno-, en formar
el talento que hará que México aproveche en el corto y mediano plazo, la oportunidad de convertirse
en un proveedor internacional de conocimiento y de servicios de TI y BPO para las empresas más
importantes de América del Norte y Europa, principalmente.
En definitiva, la competitividad es un tema que debemos atender con mucho más decisión,
apoyándonos en una política basada en una reforma educativa de fondo. No todas las respuestas a las
exigencias que impone el mundo, están en las ventajas de costo de producción de México y Tratado
de Libre Comercio de América del Norte.
México necesita conservar sus ventajas actuales, pero además, debe alinear su política educativa a
las exigencias que impone la competitividad internacional. Adicionalmente debe ejecutar acciones que
faciliten a la gente el acceso de la tecnología, que es una ventana al mundo y, también, una
herramienta importante para reducir la brecha educativa que existe entre la educación pública y
privada.