La altura de la espina ilíaca antero

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CONSIDERACIONES
La altura de la espina
CRÍTICAS
ilíaca
SOBRE
ANTROPOMETRÍA
antero-superior
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no nos parece
medida acreedora al calificativo de esencial que se le da en la
hoja antropométrica adoptada en el Congreso de Ginebra. Considerada como carácter general, tiene indudablemente
menos
valor antropométrico que las alturas del ombligo y de la mama,
medidas calificadas de facultativas ó secundarias ( i ) , y menos
también quizá que algunas otras no incluidas en dichas hojas ni
como esenciales ni como accesorias. Y en cuanto á la determinación del vértice de la espina, aunque en general más fácil que la
del borde superior del pubis, ofrece también sus dificultades,
que naturalmente
no escaparon á la perspicacia de los sabios
•asistentes á aquel Congreso, puesto que aconsejan (como lo hicieron al definir el punto pubiano), «en caso de dificultad para encontrar aquel punto, seguir el ligamento de Poupart hasta su
punto de.inserción, que es precisamente la espina buscada». Mas
ordinariamente será cuando menos tan difícil, á nuestro parecer,
seguir aquel ligamento hasta su inserción, como buscar directamente la espina, siguiendo el borde superior de la cresta ilíaca;
y cuando este medio fracase, probablemente no dará el otro mejores resultados. Nuestra opinión, por consiguiente, difiere mucho
respecto de la importancia antropométrica de este punto de la
sustentada por la citada Comisión, pues ésta la considera como
esencial, mientras á nosotros nos parece tan secundaria, que no
merece conservarse en los registros de medidas generales, si bien
puede figurar en los especiales destinados al estudio de la pelvis
en que tiene positiva importancia, como la tienen otras muchas
no incluidas en los cánones oficiales.
Aunque, como en otra ocasión hemos dicho, no nos propone-
»(altura del pubis y de la apófisis espinosa de la quinta vertebra lumbar, rés»pectivamente), por una construcción geométrica elemental». Mas es de
creer que, ya por distracción del sabio antropólogo español, ya por error
de imprenta, han debido omitirse algunos datos; pues no se comprende
cómo con sólo la diferencia de altura sobre el suelo de dos puntos, de los
cuales sólo el superior corresponde á uno de los planos límites del segmento pelviano, pueda construirse geométricamente una figura que represente la altura y la inclinación de la pelvis.
(1)
Hoyos y Sáinz (Luis), Reseña citada, pág. 478.
Memorias de la E e a l Sociedad española de Historia natura], tomo vil, 1913.
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